Long-fic Etrian Tales: El Escudo Negro [Etrian Odyssey I 3DS]

Tema en 'Fanfics sobre Videojuegos y Visual Novels' iniciado por Darlich, 20 Marzo 2022.

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    Darlich

    Darlich Escribiré una vez al mes, o eso intentaré... . .U

    Sagitario
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    Escritor
    Título:
    Etrian Tales: El Escudo Negro [Etrian Odyssey I 3DS]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    4052
    - ¿Estás seguro hijo? — Una madre vestida con una túnica negra de cabello color café oscuro miró a su hijo con preocupación mientras acariciaba el liso cabello café oscuro del chico. Esté observó el suelo seguro de su decisión mientras apretaba su puño.

    - Si…no voy a dejar que mis esfuerzos sean solo la decoración de mi padre…lamento dejarte atrás mamá… — El chico observo a su madre un momento mostrándose triste a través de sus ojos cafés, pero ella le abrazo compasivamente.

    - No te preocupes, sabes que siempre te apoyaré, pero ten cuidado, desconocemos el laberinto, y muchos aventureros han intentado llegar a lo más profundo de él…escoge bien a tus compañeros…

    - Lo sé…gracias mamá…

    Tras unos minutos el chico preparó su mochila y miró por última vez la que fue su habitación, caminó por un pasillo hasta encontrar a su padre delante de la puerta…alto e imponente de cabello negro y no muy feliz de verlo con una mochila en su espalda.


    - Al parecer hablabas enserio…

    - Si…

    - No llegarás lejos…

    - No…llegaré hasta donde nunca has llegado a pisar… — Pasando por su lado sin siquiera mirarlo abrió la puerta dejando entrar la luz al pasillo deslumbrando al chico.

    A través de la puerta a lo lejos podía observarse una gran arboleda, el Laberinto de Yggdrasil, perteneciente a la ciudad de Etrian, donde los aventureros intentando desentrañar sus misterios y explorar sus intrincados pasillos, buscado fama y gloria, siendo pocos los que logran sobrevivir contra su peligrosa fauna y entender sus enredados pasillos…


    - Cuídate entonces…hijo mío — Las puertas detrás del chico se cerraron después de escuchar la voz de su padre, dejándolo solo en las calles de la ciudad.

    Cuando observó su entorno se dio cuenta de que su amigo estaba esperándolo en la puerta de su casa, vestido con su armadura ligera y un hacha en su espalda, su cabello era negro, corto y levantado por delante, con ojos verdes y una sonrisa confiada.


    - ¿Listo para ir al Gremio de Guerreros?

    - Si…

    - ¡Vamos! No seas aguafiestas, encontraremos a alguien que se nos quiera unir, ya verás.

    - Gracias Axel.

    - Gracias a ti Diem…

    Agarrándolo del hombro, Axel sacudió a Diem mientras sonreían juntos, conversando todo el camino hasta llegar al Gremio de Aventureros, mucha gente entraba y salía del edificio, al mirar dentro había una sala con muchos aventureros de todas las clases, haciendo fila y hablando con los/as recepcionistas del edificio al fondo de la habitación, arriba se podía ver un segundo piso con escaleras a ambos lados de la habitación, Diem y Axel se acercaron a uno de los guardias preguntando por el jefe de gremio, esté vio a los dos de pies a cabeza indicándoles que debían ir arriba a hablar directamente con él en caso de querer crear un gremio o querer renunciar a uno.

    Diem agradeció dando una ligera reverencia mientras que Axel levanto la mano diciendo “Gracias” desde lejos, ambos subieron las escaleras hasta una puerta doble de madera elegante, al otro lado se escuchaba a personas hablar, por lo que Diem y Axel esperaron a un lado de la puerta.

    Después de unos minutos una chica de cabello naranja largo abrió las puertas con prisa y bajó las escaleras llorando, Diem la observo sorprendido miró dentro de la habitación observando por primera vez al jefe de gremio. Era un hombre musculado de cabello café con una capa azul y armadura con un parche en su ojo izquierdo.

    El hombre rascaba su cabeza con una expresión amarga en el rostro, pero al notar la presencia de Diem se mostró animado indicándoles que entraran, ambos entraron algo incomodados por la situación, por lo que Diem se dirigió al jefe de gremio.


    - ¿Disculpe, que fue lo que sucedió?

    El jefe de gremio negaba con la cabeza explicándose.

    - Lamento que presenciaran aquello, aquella chica no está capacitada para formar un gremio o entrar a un grupo de aventureros.

    Diem medito al escuchar la palabra “capacitada” mientras que Axel, entro a la conversación dando a explicar por qué estaban allí.

    - Disculpe señor jefe de gremio, buscamos crear un gremio.

    El hombre los observo y empezó a reír, ambos chicos se observaron confundidos al verlo así, entonces se explicó.

    - Lo siento, me sorprendió escucharlo decir eso, considerando los jóvenes que se ven, pero…mirándolos de cerca…ustedes son Diem y Axel ¿verdad?

    Ambos se sorprendieron al ver que él conocía sus nombres, a lo que pidieron una explicación.

    - Sus padres me escribieron una carta hace dias, me pidieron que si llegaban aquí les diera la autorización.

    Diem se mostró algo irritado, mientras que Axel sonrió mientras ponía su mano en el pecho, luciendo agradecido, pero entonces el hombre continúo hablando.

    - Eso dijeron sus padres…pero…

    Ambos chicos miraron al jefe de gremio que lucía ligeramente insatisfecho.


    - Podrán entrar al laberinto tras crear su gremio, pero honestamente…les falta tener más compañeros, este lugar es perfecto para eso, muchos aventureros estarían encantados de entrar a un gremio, pero como solo son ustedes dos, les será algo difícil, sería mucho más factible que ustedes se unan a un gremio.

    - ¡Ni hablar! — Diem alzo la voz negando la posibilidad.

    Axel suspiro al ver a Diem, explicándole la situación al jefe de gremio.

    - Lamento decirlo pero, Diem está determinado a crear su propio gremio…no quiere depender de la fama de su padre, por lo que quiere tener el suyo propio.

    El hombre meditó un momento por la situación.

    - Ya veo…— el hombre camino hasta una de las ventanas observando las calles y volteo la mirada hacia los chicos.

    - Esta bien, pueden crear su propio gremio, pero les advierto…no será fácil.

    Ambos se miraron y decididos aceptaron, entonces el hombre les preguntó.

    - Bien ¿Cuál será el nombre de su gremio?

    Axel se percató que no había pensado en uno por lo que miró a Diem buscando la respuesta, y esté lo observo confiado dando el nombre de su nuevo gremio.

    - Seremos el gremio del “Escudo Negro”

    Axel miro a Diem profundamente decepcionado.

    - ¿No pudiste ser más original?

    - ¡T-tu ni siquiera diste ideas!

    - Diem…tiene que ser un nombre llamativo…

    - Yo soy el líder, yo decido el nombre y será ese.

    Axel solo suspiro y dejo a Diem ponerle ese nombre al gremio, el jefe de gremio al ver que no había problemas, tomó una hoja del escritorio y le pidió a Diem que iba a ser el representante del gremio, llenara la hoja de información, con sus integrantes actuales, fecha de creación del gremio, sus nombres y el del gremio.

    Tras terminar de llenar la hoja, el maestro de gremio la firmó y se la entregó a Diem, él la guardo en su mochila para después agradecerle al hombre por su ayuda con una reverencia, a punto de irse el hombre los detuvo antes de abrir la puerta.


    - Oigan, antes de ir al laberinto deben ir a un sitio primero, deben ir a la Sala de Radha para que les den el permiso para bajar.

    Axel asintió con la cabeza agradeciéndole al hombre mientras Diem empujaba la puerta hacia afuera para salir, viendo a un grupo de aventureros esperar afuera de la habitación y bajando las escaleras salieron del Gremio de Aventureros alegres de dar su primer paso.

    Tras llegar a la plaza de la ciudad ambos marcharon hacia la Sala de Radha, sus grandes puertas estaban abiertas dejando ver su gran interior, el piso estaba cubierto por losas de piedra cuadras con un patrón de blanco y negro, pilares blancos apoyaban la estructura del edificio que emanaba un aire celestial con vidrieras blancas dejando ver en el fondo, el dibujo de un gran árbol.

    Diem observaba hipnotizado la imagen del árbol al fondo del gran salón, mientras que Axel buscaba a alguien con quien hablar, hasta que un hombre de cabello café claro, anteojos, ojos azules y una gabardina ligeramente cubierta de acero se acercó a ambos, saludándolos de forma cortés.


    - Bienvenidos a la Sala de Radha, ustedes deben ser el gremio del “Escudo Negro” el jefe de gremio envió a alguien hace poco diciendo que podrían aparecer por aquí.

    - Ah, disculpe por eso…mi “líder” no sabe poner buenos nombres… — Apuntando a su lado señalo a Diem que reaccionando miró enojado a Axel.

    - Mi gremio mis reglas, y con respecto al permiso…

    - Ah, si…deben completar una misión para que les firmemos el permiso, ¿Aceptan?

    Ambos chicos se observaron mutuamente y sonriendo asintieron como respuesta a la pregunta, haciéndolo sonreír.

    - Muy bien, su primera misión es dibujar un mapa del primero piso subterráneo, tomen este mapa y márquenlo a medida que exploran, deben rellenar por lo menos dos tercias partes del mapa.

    Diem recibió el mapa en sus manos inclinando la cabeza y guardándolo en la mochila, entonces Axel preguntó algo confundido.


    - ¿Entonces podemos solo entrar al primer piso inferior del laberinto?

    - Correcto, los soldados los estarán observando, habrá uno en la entrada al segundo piso inferior por lo que no podrán perderse…aunque… ¿Me podrían mencionar sus clases?

    Diem confundido respondió.

    - Paladín y Soldado…

    El hombre lucía poco convencido al notar que Diem no poseía un escudo y no parecían tener pociones a mano, por lo que les dio un consejo a ambos.

    - Les recomiendo antes de entrar al laberinto, registrarse en la posada del Gallo Cantarín, visitar la Botica del Dr. Hoffman y la Tienda de Shileka.

    Axel se sorprendió por la cantidad de sitios que les recomienda mirar antes de dar un solo paso dentro del laberinto, por lo que preguntó la razón de visitar estos sitios.

    - Tendrán que descansar fuera del laberinto, por lo primero deben asegurar su propio lugar donde recuperarse después de un duro día de exploración, la botica es para comprar Medicas, por si resultan muy heridos luchando contra los monstruos del laberinto ya que no poseen a un médico que los acompañe y la tienda de Shileka es un lugar donde podrán vender los materiales que suelten los monstruos y comprar equipo mejor que el que poseen con lo que le han vendido a la tienda.

    Diem escuchaba atentamente todo lo que mencionaba el hombre mientras Axel todavía iba procesando sobre la posada…por lo que Diem agradeció la información y ambos se marcharon de la sala de Radha.


    Exhalando desanimado Axel pregunto por dónde ir primero mirando a Diem que rozaba su barbilla pensativo, después de unos segundos el indico que irían primero al Gallo Cantarín para registrarse, por lo que caminando por la plaza fueron preguntando mientras se dirigían al lugar, cuando llegaron el exterior mostraba una posada bastante grande con paredes de piedra ventanales de madera y cristal y un techo de madera similares a una casa rustica, la insignia de un gallo en su techo y una placa que ponía “El Gallo Cantarín” en la entrada, ambos abrieron la puerta doble que cuidaba el sitio mirando curiosos a su interior.

    Por dentro tenía las mismas paredes de piedra que por fuera, había una recepción con un hombre sonriendo tranquilamente en ella que estaba atendiendo a un grupo de cinco personas, notablemente experimentados y variados, habían escaleras que subían a un segundo y posiblemente a un tercer piso…Axel miraba curioso como el equipamiento del grupo que era atendido llegaba a brillar, hasta que el grupo paso de largo subiendo las escaleras.


    - ¿Puedo ayudarles? — El hombre de cabello corto y liso color café claro se dirigió a ambos chicos con su usual sonrisa.

    - ¡Ah! ¡b-buscamos donde quedarnos después de explorar el laberinto! — balbuceo Axel al pillarlo embobado con el grupo que acababa de ser atendido.

    - Jeje…no tienes por qué estar nervioso…es su primera vez aquí, no los he visto antes.

    Diem se acercó al mostrador.

    - ¿Qué necesitamos hacer para registrarnos aquí?

    - Ah, eso es sencillo solo deben firmar esté papel y mostrarme el permiso del jefe de Gremio que les fue entregado.

    Diem saco el mapa y lo abrió mostrando la página en blanco mientras tanto el recepcionista le dio una hoja y una pluma con tinta, el recepcionista tomó el mapa y lo observo unos segundos comentándolo.

    - Hm…todo está en orden.

    Tras terminar de firmar el recepcionista tomo la hoja que le entregó y la guardo bajo el mesón.

    - La próxima vez que vengan tendremos su habitación lista, gracias por escoger el servicio del Gallo Cantarín. Si lo desean pueden pasarse por la Botica del Dr. Hoffman para comprar Medica o la Tienda de Shileka para comprar equipo para explorar el Laberinto.

    Ambos sintiendo un deja-vú al escuchar al recepcionista, tomaron sus cosas y saliendo del establecimiento algo incomodos y sin hablar al respecto, así partieron a la Botica cerca de la posada, el edificio tenía un aspecto regio sus paredes eran blancas, pero poseía bordes de madera ornamentada bastante elegante, cuando ambos entraron al edificio, un hombre de cabello corto blanco bastante mayor, con una barba corta y recta, de lentes y con ropa blanca se acercó a ambos para hablar.


    - ¿Qué necesitan caballeros?

    Diem se acercó preguntando por si tenía Medicas en venta, por lo que el hombre respondió.

    - Si, cada una vale 20 En, cuantas quiere comprar.

    - Quisiera cinco. — Sacando su bolsa personal le dio los En necesarios, los cuales el doctor recibió y acercándose a una de las estanterías sacó cinco Medicas que entregó al chico, guardándolas en la mochila notándose más aliviado.

    - Les recomien-

    Ambos antes de poder terminar la frase dijeron.

    - La tienda de Shileka…lo sabemos…

    - Jaja…me alegra que estén bien informados, oh, tienen pinta de aventureros así que tengan — El doctor empezó a revisar uno de los cajones de su escritorio y le entrego un folleto a Diem que leyó curioso.


    “¡Ayúdanos a mejorar los servicios de la Botica! ¡Los exploradores del laberinto que obtengan materiales medicinales pueden venderlos en la Tienda de Shileka para obtener medicamentos más fuertes!”


    - Oh… ¿Significa que podemos obtener mejores cosas que Medicas?

    El Doctor cerraba el cajón mientras explicaba el folleto a Diem.

    - Por supuesto, lamentablemente la botica no tiene un importador confiable para conseguir los materiales del laberinto, así que promocionamos a los aventureros productos para curar heridas con los objetos que obtengan del laberinto en sus excursiones.

    Axel leyó el folleto e hizo un pequeño resumen del trato mientras leía.

    - Así que obtenemos material para usted y nos ofrece medicinas mejores, ambos terminamos ganando.

    - En resumen, sí.


    Ambos se miraron entre sí y asintieron, aceptando la oferta del doctor que anotó sus nombres en una lista, para después ambos despedirse del doctor yendo en dirección a la tienda de Shileka.

    Al entrar notaron que el calor era mucho mayor que afuera, los hornos prácticamente iluminaban la sala llena con armas y armaduras de todo tipo, Axel miraba embobado todas las cosas hasta que se topó con la cabeza de un jabalí asustándolo y haciéndolo retroceder, entonces la cabeza pregunto al par.

    - ¿Qué es lo que buscan mortaaales…? — la cabeza se sacudía de un lado a otro, pero a los pocos segundos se escuchó la risa de una chica la cual se quitó la cabeza de jabalí de la cara revelando su joven apariencia de piel morena cabello oscuro y ojos cafés.

    - lo siento, lo siento esta cosa vieja es un recuerdo de mi hogar y se veían muy interesados en mi mercancía, ¿Qué necesitan chicos? — Tras colocar la cabeza de jabalí en la pared se posicionó detrás del mostrador.


    Diem se acercó al mostrador y empezó a hablar con ella.

    - ¿Tienes algún escudo para mí?

    - ¡Claro! Aquí tienes uno, asumo que eres un Paladín, por lo que necesitarás también una espada, y tu amigo parece uuuun…Soldado, por lo que recomiendo o una espada o un hacha.

    - Él… — Antes de poder responder Axel se acercó al mostrador con una mirada seria.

    - Ya tengo un hacha.

    - E-está bien, aunque es un arma bastante pesada su capacidad de hacer daño es muy buena, perfecta para terminar el trabajo.


    Notándose bastante angustiado indico a su amigo que esperaría afuera de la tienda, Shileka se acercó susurrando a Diem.

    - ¿Qué bicho le picó?

    - Hmm…discúlpalo, él…tiene un trauma con las espadas.

    - ¡Oh! ¡Rayos! Lo tendré en cuenta en el futuro. — Arrepentida junto las palmas disculpándose.

    - Esta bien, no lo sabías, me quedaré con la daga y el escudo.

    - Perfecto, son 210 En, y… ¿No llevan a nadie más?

    - No, solo somos nosotros dos por ahora, acabamos de fundar nuestro Gremio.

    - Uuuh…no muchos hacen sus propios Gremios hoy en día…les deseo suerte, y si consiguen cualquier cosa del laberinto yo se los puedo comprar encantada, prometo darles siempre un precio justo. — Ella tomó las monedas y tras contarlas las guardo detrás del mostrador.

    - Je…lo tendré en cuenta, gracias. — Tomando el escudo y la daga los guardó en su espalda y salió de la tienda notando a su amigo algo incómodo al verlo.

    - Tranquilo Ax, le explique la razón y no se molestó…


    Al escucharlo se alivió por el momento y agradeció a su amigo por ayudarlo, a lo que el simplemente sonrió y le dijo que ya estaban listos para entrar al laberinto a lo que ambos celebraban levantando sus armas mientras se sostenían del hombro del otro.

    Al llegar fueron recibidos por unos cuantos soldados que vigilaban la entrada del laberinto, la cual era un desnivel en el que la tierra cubría los árboles que llevaban a los pasadizos interiores, en estos se podía ver el cielo sin problemas a pesar de estar bajo tierra, los árboles de los alrededores a veces eran tan densos que obligaban a la gente ir por pasillos.

    Diem y Axel empezaron a ponerse nerviosos al entrar, observaban el bosque con asombro y preocupación.

    - “¿Cómo podríamos hacer un mapa de un lugar tan grande?” — Pensó Diem al notar como al bajar las escaleras que llevaban al primer piso se encontraba una plaza que se bifurcaba en varios pasillos.

    Tras meditarlo un tiempo Axel le preguntó cómo empezarían a dibujar el mapa.

    - Siendo honesto…desconozco las dimensiones exactas del laberinto, sin una medida exacta sería complicado demarcar las rutas correctas y su ancho… — Sacando el mapa de su mochila lo abrió esperando encontrar una respuesta, entonces notó que un camino azul empezó a mostrarse en las mismas zonas que habían caminado.


    Axel se asomó a mirar el mapa, entonces quiso comprobar algo, se alejó de Diem yendo en otra dirección y desde lejos le pregunto si el mapa se llenaba, a lo que Diem tras comprobarlo dio una negativa por lo que Axel regreso.

    - Entonces separarse no es una opción…

    - Nunca lo fue… — Tras decir eso guardó el mapa en la mochila y sacó su daga y su escudo.

    - ¿Por qué lo dices? — Dijo Axel luciendo confundido.

    - ¿No lo sientes? — Dijo Diem mirando a todas partes buscando algo.


    En el momento en que Axel tomó su hacha sintió una gran cantidad de presencias amenazadoras en el bosque proviniendo de todas partes.

    - E-en qué momento…

    - ¡Ahí están!


    De repente aparecieron un par de ratas de entre los árboles con intenciones de atacar a ambos.

    Ambos se prepararon para pelear, por lo que Diem se defendió y Axel golpeo a una de las ratas dejándola herida, pero ambas ratas atacaron a Axel que tras atacar estaba recuperando el equilibrio del arma dejándolo muy herido.

    - ¡Diem necesito qué me cubras a mí!

    - Ah…claro.


    Diem intentó ponerse por dejante de Ax, pero las ratas lo esquivaron y una de ellas lo noqueó antes de poder usar un Medica.

    - Ah…em…— Diem miro a ambas ratas preocupado las cuales también se le quedaron mirando unos segundos antes de volver a intentar atacarlo a él.

    - Ay la… ¡AAAAAAHHH!


    Diem se llevó arrastrando a Axel en su espalda lleno de arañazos y mordeduras a la Botica donde el doctor los esperaba ya con la camilla lista, como si hubiera adivinado que ese sería el resultado.

    - Gracias doctor… — Decía Axel tras recibir la atención médica.

    El doctor suspiro decepcionado dando su opinión.

    - Ustedes… ¿De verdad no saben nada sobre lo que se están metiendo?

    Ambos se miraron y Diem le pregunto sobre a qué se refería.

    - No saben que ambos al ser un paladín y un soldado poseen habilidades que pueden aprender a medida que pelean en el laberinto? Deberían al menos poder mejorar tres al empezar. Intenten meditar.


    Diem cerro los ojos junto con Axel y ambos vieron un árbol de habilidades entre las cuales estaban “Defensa Frontal”, “Maestría de Escudos”, “Más Vida”, “Más Mana” y varías habilidades más las cuales estaban bloqueadas, al intentar abrirlas instrucciones aparecían en su mente, indicándole que necesitaba otras habilidades para activar esa habilidad especifica.

    Tras dejar de meditar entendió por qué no pudo defender a Axel en ese momento, al mirarlo él también pareció entender el por qué no pudo derrotar a aquella rata de un golpe de su hacha suspirando avergonzado de no haberlo descubierto antes.

    - Qué vergüenza…de haberlo sabido una rata no me hubiera pateado el trasero…ah…vaya forma de empezar…

    - Vamos a ser los hazme reír del gremio de aventureros…


    Levantándose de un salto de la camilla Axel se auto motivó alzando la voz.

    - ¡No podemos dejar esto así! ¡Vamos ahora mismo al laberinto a recuperar nuestro honor!

    Antes de que pudiera dar un paso más el doctor Hoffman bloqueo su camino luciendo bastante enojado.

    - ¡No seas imprudente! ¡Ya sus heridas han sanado, pero están agotados por venir hasta aquí, además los tratamientos para tus heridas salieron del bolsillo de tu amigo!

    - ¡¿Eh?! ¡¿Fue muy caro?!

    Diem se rascó la cabeza meditando un poco.

    - La verdad no, pero el doctor me explico que a medida que vayamos apareciendo por aquí el precio subirá, así que será mejor ser cuidadosos…

    - Se-seré más cuidadoso…


    El chico tras ese severo regaño perdió toda su motivación para ir al laberinto, sentándose en la camilla agachando la cabeza obedientemente, por lo que ambos salieron de la Botica a altas horas de la noche, las calles permanecían iluminadas y la gente activa, pero ambos estando tan agotados fueron directo al Gallo Cantarín donde los esperaba el recepcionista con su usual sonrisa.

    - Bienvenidos de vuelta, veo que han tenido una caza infructuosa…

    Diem se limitó a reír forzadamente algo incomodo mientras se apoyaba en el mostrador, mientras el otro chico preguntó como lo supo.

    - Oh, son noticia de primera plana en el Ciervo Dorado, “El Gremio nuevo es apalizado por una rata del primer piso, imágenes exclusivas en la página 3”


    Tras escuchar ambos aquel titular Diem tomó la llave de la habitación sin poder cruzar miradas con nadie en el edificio hasta llegar a su cuarto en la entrada había un pequeño salón abierto con una mesa de centro y varias sillas conectado a dos literas y una cama pegada al borde de la ventana que tenía una cortina azul oscuro y dos baños, ambos se quitaron sus armaduras y se sentaron al borde de su litera a lo que el chico de cabello negro empezó a hablar.

    - Voy a quejarme mañana con ese periódico…

    El otro tapo su rostro con las manos.

    - Ax…no.

    - Eran dos…

    - Axel.

    - ¡ERAN DOS NO UNA!

    - ¡SUELTA ESA HACHA!

    - ¡NO INTENTES DETENERME, QUEMARÉ ESE MALDITO EDIFICIO!

    - ¡¡AX CONTROLATEEE!!


    Tras una ardua pelea intentando evitar que Axel salga con el hacha fuera de la habitación, ambos quedaron tirados en el suelo de la habitación mirando el techo respirando con dificultad.

    - Oye Diem…

    - ¿Sí?

    - Perdón por ponerme así…

    - No...no hay problema…— Suspirando extendió su puño hacía su amigo. — Hagamos que…se traguen sus palabras…


    Chocando sus puños tirados en el suelo ambos hicieron el esfuerzo de levantarse para al menos dormir en sus camas y no en el suelo.
     
  2. Threadmarks: Primer Estrato: Encuentro Desafortunado
     
    Darlich

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    Etrian Tales: El Escudo Negro [Etrian Odyssey I 3DS]
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    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    3
     
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    3783
    Se había vuelto de noche desde que ambos entraron al laberinto por quinta vez, el grupo regresaba de explorar el primer piso cansados después de varias peleas intentado rellenar el mapa, pero antes de llegar a las escaleras una última horda apareció, dos mariposas y una rata de bosque aparecieron atacando a ambos de frente.

    El Soldado tomó su hacha y empezó a reducir sus números, atacando primero a las mariposas acabando con la primera con un golpe de su hacha, el Protector se acercó y usó su habilidad “defensa frontal” para reducir el daño de su aliado, entonces la rata y la mariposa atacaron ambos al soldado, pero este fue mínimo gracias al Protector, entonces atacaron independientemente a ambos monstruos, el Protector con un corte de su espada acabo con el insecto, mientras que el Soldado uso su habilidad “aplasta cráneos” acabando con la rata del bosque de un golpe certero a su cabeza.

    Ya habiendo llegado a la escalera ambos por fin pudieron descansar sentándose a un lado de la entrada, entonces el Paladín empezó a hablar con el Soldado.

    - Hemos ganado algo de experiencia ya, creo que ya hemos marcado dos terceras partes de lo que nos pedía Radha para pasar al siguiente piso, aunque…esto se esta complicado más siendo solo dos…

    - De nada sirve quejarse, somos el gremio derrotado en su primer día por dos ratas de la primera planta, no nos lloverán solicitudes así por que sí.

    - Si…necesitamos aliados…pronto — Mientras decía eso meditaba con las manos por delante, pero a los segundos después se puso de pie — ¡AAAH! Vamos con Shileka a vender lo que hemos recolectado antes de que me deprima.

    - Okay okay.


    Tras decir eso ambos subieron las escaleras saliendo del laberinto viendo como un grupo trataba de entrar al laberinto, pero eran detenidos por los guardias.

    - Lo siento, solo se permiten grupos de cinco personas para entrar al laberinto.

    La mujer que parecía la líder del grupo se quejó.

    - Somos cinco caballeros…ella…no es de nuestro grupo.


    Entonces desde atrás una chica de cabello negro corto y ojos rojos con anteojos redondos, un chaleco rojo y pantalones del mismo color con botas negras apareció explicando la situación.

    - Y-yo voy sola al laberinto, no tengo grupo.

    El guardia lucía desconfiado, pero dejo a todos entrar al laberinto, el grupo entro primero dejando a la chica atrás, después entro ella sola bajando con lentitud, Diem y Axel se quedaron mirando la situación y hablaron del tema.

    - El guardia no debió dejar entrar a esa chica.

    - No lo creo, hay gente que entra sola al laberinto, no es la primera vez que lo veo.

    - En eso tienes razón, pero hay algo que ignoras si ese es el caso.

    - ¿Qué cosa?

    - Esa chica no llevaba nada en la mochila…


    Entonces Axel se dio cuenta.

    - ¡¿E-estas diciendo que esa chica entro al laberinto solo con el mapa y sus habilidades?!

    - Por su ropa supongo que es una Alquimista, pero eso lo vuelve aun más sospechoso, su ropa no estaba gastada, nuestras armaduras a pesar de haber estado unos días en el laberinto ya esta ligeramente abollada por los golpes de los monstruos, además la debilidad de un alquimista radica en la cantidad de su magia, cuando se acaba…

    Axel se paralizo un momento, viendo la silueta de una mujer siendo atravesada, tras eso agitó su cabeza tomándola con una de sus manos por un dolor de cabeza Diem lo notó llamándole la atención.

    - ¿Ax? ¿Estas bien?

    - Am…si, si estoy bien…solo recordé eso.

    - …Ah…tranquilo amigo, ¿Quieres ir a la posada?

    - No Diem…no me gusta lo que vimos ahora, siento que si dejamos que esa chica explore el laberinto sola va…

    - Intervenir en las actividades de otros Gremios es contra las reglas, no debemos entrometernos donde no nos llaman.

    - ¡¿Estás diciendo que dejemos a esa chica morir en el laberinto?!

    -…Vamos al Gremio de aventureros, reportemos esto al jefe y el se encargará de todo.

    - ¡Para entonces la chica podría ya estar muerta!

    - Vamos rápido entonces, entre antes manden a los guardias mejor.


    Diem le dio la espalda a Axel esperando que esté lo siguiera, pero al mirar atrás notó sorprendido como él se coló en la entrada al laberinto desde las sombras mientras el guardia estaba distraído.

    - ¡Ax! ¡Pedazo de! ¡AAGH! ¡Más le vale que se disculpe después!

    Diem fue corriendo rápidamente en dirección al Gremio de aventureros mientras Axel bajaba las escaleras con prisa para alcanzar a la chica, al llegar al piso notó como el grupo de antes se adelantaba mientras la chica los seguía de cerca por lo que Axel mantuvo una distancia prudente escondiéndose lo mejor que podía.

    El grupo estaba cazando monstruos mientras que la chica recogía los materiales y se los daba al chico que tenía la mochila entonces los del grupo empezaron a hablar.

    - Que incrédulos son los guardias de la entrada, dejaron entrar a nuestra recolectora como si nada.

    - De todas formas ¿Por qué nos dan problemas? No es como si ella pudiera pelear, si dejáramos a alguien afuera del grupo por ella podríamos perder capacidad de matar monstruos.

    Entonces la líder, una Cazadora Oscura de cabello rubio ondulado ojos azules y traje elegante ajustado con un látigo en su cintura se dirigió al grupo.

    - Dejen de quejarse y busquen más monstruos, los que no producen no son bienvenidos en el gremio de la Rosa Azul.

    El grupo entero miró a su líder y asintió dando un saludo militar.

    - ¡Si Madame!


    La chica de cabello negro estaba ocupada recogiendo los materiales, pero en eso la líder se acerco a hablar con ella mientras la chica estaba agachada recogiendo todo.

    - Magina…no te escuche diciendo “Si Madame”.

    La chica se preocupo al notarlo, desviando la mirada un momento, después miro hacía abajo y entonces le dio una respuesta.

    - L-lo siento Madame…quería asegurarme de serles de utilidad recogiendo todo rápidamente…y me despisté…

    La mujer se sorprendió, empezando a reír por la ingeniosa respuesta.

    - Claro claro, ¡Debes recoger tooodo para sernos de utilidad! Ya que solo para eso sirves, me alegro que quieras ganarte el pan aun arrastrándote por el suelo, pero…tengo que decir…

    Sacando su látigo golpeo a la chica haciéndola tirar todo lo que tenía en los brazos.

    - ¡No olvides quien fue la que acepto a una defectuosa como tú cuando todos te dieron la espalda! ¡Grábate a fuego el nombre de Madame Graciela Serperion!


    Dándole la espalda a la chica el grupo siguió avanzando buscando monstruos, Magina se levantó adolorida del golpe, pero recogió los materiales e intento seguir al grupo.

    Axel observo todo desde lejos lleno de rabia e impotencia, quería quejarse con ese grupo, pero no había descansado mucho y si iniciaba una pelea definitivamente perdería, por lo que se mantuvo a la distancia oculto aprovechando la noche.

    Entonces Madame se dirigió a todos en el grupo.

    - Muy bien, ya casi llenamos por completo las mochilas así que vamos a usar el Hilo de Ariadna para regresar.

    Entonces Magina se acercó.

    - Pe-pero el Hilo de Ariadna solo puede transportar a cinco personas fuera del laberinto…

    - Si… ¿Y?

    - ¿Qu-quien se quedará?

    - Obviamente tu querida, nosotros estamos muy cansados de tanto pelear, de seguro podrás correr a la escalera que lleva a la salida, así que entrégame la mochila.

    La chica quería negarse, pero esta le entrego la mochila sin decir nada.

    - Buena niña, regresa rápido, no vamos a esperarte para la cena.


    Madame uso el Hilo de Ariadna y el grupo entero se fue de la mazmorra, dejando a la chica sola llena de frustración por lo que fue corriendo a la salida pero ya había una horda de monstruos esperándola, asustada corrió en la dirección contraria tomando uno de los pasillos que llevaban a un camino sin salida, por suerte para ella los monstruos dejaron de perseguirla, aliviada se sentó en el suelo al borde de las lágrimas, entonces notó que a un lado suyo en el final del pasillo había una bolsa tirada.

    Magina miro a todos lados y revisó la bolsa encontrando un mineral blanco, eso alegró a Magina que celebraba dando saltitos de puntillas, guardo el mineral en su bolsillo y ya estaba dispuesta a irse cuando siente algo detrás de ella, era una horda de topos salvajes, habían usado ese mineral como carnada para cazar a los aventureros desprevenidos.

    Magina quería escapar, pero uno de los topos cubría la única salida que había, estaba rodeada, no tenía como defenderse ni atacar, los topos se acercaban lentamente rodeándola.

    - N-no…no quiero morir así…a…alguien quien sea… ayu-

    Uno de los topos se abalanzó sobre la chica apunto de apuñalarla con su zarpa, pero Axel bateo con su hacha al topo cubriéndola de la horda, los tres topos ahora estaban concentrados en él.

    - ¿Qui-quién eres?

    - Eso no importa ahora, ¿Puedes correr?

    - S-si…pero.

    - Hazlo…

    - ¡No podrás con todos ellos! un golpe y estarás perdido.

    - ¡¿Tienes una mejor idea?!

    Tras meditarlo y ver que los tres topos se empezaban a preparar para pelear la chica le habló a Axel.

    -… ¿Tienes suficiente energía como para usar tu habilidad tres veces?

    - Dos veces…

    - ¿Eres más rápido que ellos?

    - Por poco…

    - Si usas rompe cráneos en uno de los topos y lo derrotas primero, solo tendremos que recibir cada uno el ataque de los otros topos, tengo una Medica en mi otro bolsillo, eso te dará chance para golpear al último, te ayudare a rematarlo…

    - Es una locura…ni siquiera estamos seguros de que vaya a ser más rápido…pero no nos queda de otra ¡Vamos!


    Uno de los topos intento atacar primero, Axel recibió el ataque dejándolo muy mal herido, pero aun así uso rompe cráneos derrotando al primero de ellos sin que hiciera nada, el segundo topo ataco a Magina, dejándola muy malherida.

    Axel intento golpear al segundo topo con su habilidad, pero fallo el golpe, entonces el topo que lo esquivo intento atravesarlo con su zarpa, pero entonces un escudo se interpuso, Diem había llegado lanzándole una Medica a Axel detrás de él.

    - Me debes una buena por esto.

    - E-eso veo.

    - ¿Puedes dar otro golpe?


    Sujetando su hacha con ambos brazos y exhalando un aire ansioso de victoria, Axel asintió, ambos se abalanzaron sobre los dos últimos topos y de un golpe critico ambos topos murieron, dando la victoria a Diem y Axel, ambos se tiraron al suelo agotados Diem saco de su mochila una Medica y se la dio a Magina para recuperarse, pero ella había caído inconsciente en combate así que una Medica no serviría de nada.

    Diem la cargo en su espalda mientras Axel lo acompañaba a la salida, ambos hablaron con los guardias explicando la situación, siendo llevados al Gremio de Aventureros donde el Jefe los esperaba muy molesto.

    - ¿Y bien? ¿Cuál será tu excusa esta vez…Magina?


    La chica no podía ver el rostro del jefe por la vergüenza, no tenía excusa alguna, así que permaneció callada mirando el suelo, Diem intentó defenderla, pero el jefe lo calló he hizo que el Gremio de la chica entrara, esto asustó a Magina, notando como su Madame la miraba furiosa.

    - ¿A qué se debe esta repentina invitación Gran Jefe de Gremio?

    El Jefe se mantuvo firme delante del gremio de la Rosa luciendo imponente.

    - He recibido varias quejas de que un grupo de aventureros está colando a un compañero diciendo que va solo al laberinto…

    - Ara… ¿Es así? Me sorprende que nuestra reciente incorporación estuviera saltándose las reglas así…

    Entonces Magina miro sorprendida a Madame que la miraba de reojo mientras seguía hablando.

    - Lamento que las cosas terminaran así jefe…sé que fue un favor que usted me pidió, yo intenté detenerla, pero ella insistía que…no era un problema.

    El jefe volvió a mirar a Magina que lucía sorprendida mirando a Madame, al notar que él la miraba ella desvió la mirada de nuevo mordiéndose el labio.

    - Eso no es excusa para haber realizado una violación de las reglas, su Gremio será multado por 300 en y un seguimiento constante al momento de entrar al laberinto de parte de los guardias, y con respecto a ti…— Miro a Magina usando su gran estatura para intimidarla haciendo que se inclinara intentando pedir perdón.

    - No necesito decir tu castigo ¿o sí?

    Titubeando mientras lloraba la chica simplemente asintió.

    - Seré expulsada de mi Gremio…dejándome en la lista negra de aventureros…


    El hombre asintió indicando al Gremio de la Rosa que se retirará, dejando a Diem, Axel y a Magina en la habitación, la chica comenzó a llorar a raudales mientras se desplomaba sobre sus rodillas sin parar de llorar.

    Axel intentó razonar con el jefe al verla.

    - ¡Es injusto jefe! Esa chica no es la culpable, su Gremio fue- —El jefe lo interrumpió.

    - ¿Tienes pruebas?

    - N-no, pero…

    Diem se acercó tocando el hombro de su compañero explicándolo.

    - Yo pensé lo mismo Ax, pero inculpar a un Gremio entero de extorsión y desacato a las reglas de Gremio es complicado sin pruebas visibles, tu habrás visto a ese grupo hablar entre sí, pero no tenemos más testigos que a ti, no tenemos ni la mochila que usaron ni más testigos para acusarlos.

    - ¡Pero…ella no tiene la culpa, ni siquiera puede defenderse en el laberinto y quieren meterla en la lista negra de Gremios, en esa lista solo entran las personas que han cometido asesinatos, estafas y contrabando en el laberinto, no la aceptarán en ningún lado!


    Diem se rascó detrás de la cabeza mientras miraba al jefe que continuo la conversación.

    - Es cierto, las personas en la lista negra son personas tanto buscadas por los guardias por crímenes hasta compañeros indeseables para cualquier gremio decente, por lo que, ¿Les podría pedir el favor de aceptarla?

    Axel y Magina, dejando de llorar, miraron al jefe sorprendidos, por lo que Diem explicó todo.

    - Cuando llegue a informarle al jefe tuvimos una conversación más o menos así:


    “El jefe volteo a ver a Diem luciendo cansado de escuchar aquella situación mientras se servía un vaso con alcohol en su escritorio.

    - ¿De nuevo Magina?

    A Diem le sorprendió que lucía bastante acostumbrado a la situación.

    - ¿Magina?

    - Es una Alquimista que me ha estado dando problemas desde que llego, no posee habilidades para el combate por lo que los Gremios suelen ignorarla con frecuencia, intentamos pedirles favores a algunos gremios, pero siempre termina regresando o con los guardias o por su cuenta diciendo que la expulsaron.

    - ¿E-existe gente así?

    - Si…intentamos ayudarla a mejorar, pero…su magia parece ser diferente a la que usan los Alquimistas ordinarios, y sin un tutor adecuado no ha podido dar siquiera el primer paso para conocer sus habilidades.


    Diem tomo unos momentos para pensar mientras veía al jefe tomar alcohol.

    - Hm…Podemos hacer un trato jefe…

    - ¿Eh, que tipo de trato?

    - ¿Podría aceptar a Magina en mi Gremio si es expulsada otra vez, a cambio quisiera que investigara más a fondo el caso de su gremio actual?

    - ¿Uh? Hm…no sé qué es lo que estás planeando hacer con una alquimista sin habilidades mágicas…pero no pareces mal chico, está bien, mantendré su gremio vigilado.”


    Tras explicar lo que paso mientras Axel estaba en el laberinto Diem siguió hablando.

    - Me alegra haber llegado a tiempo para salvarte de ese topo, sino posiblemente los hubieran hecho brocheta a los dos antes de poder ayudarla, al final tuviste razón, hiciste bien en seguirla, aunque me repatee admitirlo.

    Diem lucio algo frustrado por ver que Axel tenía razón, pero feliz de haberlo encontrado a tiempo, por lo que Axel lucio orgulloso de su decisión, por su parte Magina al escucharlo lo miró y le preguntó a Axel casi llorando.

    - ¿Tu…me estabas siguiendo para ayudarme?


    Axel se sonrojó un poco eh intento hablar sin mirarla directamente.

    - Eh…bu-bueno…si…pero…e-es normal ¿no? Parecías en problemas…y…yo solo quería ayudar…

    Magina se sintió anonadada de saber que un gremio la quería en su gremio.

    - ¿Por qué?...

    La chica se agarró de la alfombra con fuerza sin entender a ambos chicos.

    - ¿¡Por qué!? ¡Primero me salvan de morir a pesar del peligro!… ¿Y ahora conspiraron para sacarme de mi asqueroso gremio?! ¿¡Qué demonios les pasa!?

    Axel quiso acercarse para consolarla, pero su amigo se puso por delante agachándose hasta su altura para hablarle a la chica tirada de rodillas en el suelo.

    - ¿Te soy honesto…?

    Magina lo miró sorprendida asintiendo con la cabeza.

    - No tenemos gente.

    - ¿Eh…?

    - Nadie quiere unirse a nuestro Gremio, así que estamos tan desesperados como tú, personalmente tengo contactos que podrían tener alguna solución a tu problema y tú tienes la solución al mío, si aceptas ambos ganamos ¿no crees?

    - Pe-pero…

    - No te preocupes, no te dejaremos ir solo porque nos diste un poco de problemas, si me lo preguntas, te veo potencial.

    - ¿Eh? ¿Potencial? ¿¡Potencial!? ¿¡Estas mal de la cabeza?! ¡Soy una Alquimista que no usa magia! ¡Soy una hazmerreír! ¡Por más notas altas que obtuviera en mi academia no pasaba los exámenes prácticos! ¡Tuve tutores! ¡Prácticas en el laberinto! ¡Teoría básica! ¡Nada funcionó! Nada…nada funcionó…mi familia me expulsó del Gremio, por más horas y días que practicara hasta quedar lesionada o leyera hasta quedar dormida no obtenía nada… ¡Nada…! Y llegas tu…de la nada… ¿Y dices saber qué me pasa? ¿Tienes idea de lo frustrante que es esto? ¿Sabes acaso como es de injusto?


    Diem la observaba golpear el suelo de la frustración que acumuló por años sin poder liberarla con nadie, un rencor a si misma que almacenó al no poder superarse a sí misma cada día, él sabía exactamente como se sentía, la frustración de que todos tus esfuerzos por destacar sean opacados y hechos a un lado, así que extendió su mano a la chica con una expresión comprensiva y gentil.

    - Lo sé, y es por eso que queremos ayudarte, a nosotros…también nos cubre una gran sombra de la que no podemos escapar, así que enfrentémosla, juntos como equipo.

    - Eh…yo…y-yo…

    La chica lloró desconsoladamente dejando a Diem asustado, que le indico a Axel que se acercara a ayudarle ya que no sabía qué hacer, el chico con el hacha suspiró acercándose para acariciarle la cabeza, Diem lo intentó, pero él solo le dio palmaditas en la espalda, notándose poco acostumbrado a tratar con gente sensible.

    - ¡¡Si!! Snif… ¡Quiero unirme! ¡Quiero ir de aventuras con ustedes! Snif…

    El jefe de gremio lució ligeramente sorprendido por la situación, pero celebró al grupo que consiguieran una nueva integrante dándole una palmada en la espalda a Diem.

    - Parece que tienes madera de líder chico…hicieron lo correcto.

    Diem puso su mano por detrás de la cabeza, avergonzado por los halagos del jefe.

    - …Gra-gracias…

    Axel ayudo a la chica a levantarse mientras ella se intentaba estabilizar, secando sus lágrimas y reprimiendo un poco sus sollozos ella acompaño a ambos chicos afuera de la habitación, despidiéndose del jefe del gremio de aventureros y yendo al gallo cantarín para informar al recepcionista de la nueva integrante, tras registrarla en la habitación le dieron una copia de la llave y la dirección de la habitación, viéndola fascinada de por fin estar en una habitación con sus propios compañeros.

    - Siendo honesta…creía que este día nunca llegaría, he utilizado los aposentos del gremio tanto tiempo que ya me sabía sus pasillos de memoria…gracias de nuevo…


    Ambos chicos se notaron avergonzados por la sincera gratitud de la chica, por lo que Diem intentando mantenerse profesional cambio de tema bruscamente.

    - Bu-bueno, de seguro te preguntas por qué dije que talvez tenga la respuesta a tu problema con tus habilidades.

    - ¡Ah! Si, ¿Qué es lo que tienes planeado hacer?

    Axel miro a Diem algo inseguro del tema.

    - Te conozco desde que peleábamos con palos ¿De verdad vas a recurrir a ella?

    - Es nuestra mejor opción, después de todo tampoco hay muchos magos de guerra en Etrian.

    Magina lució confundida hasta que entendió a cuál se refería Diem.

    - ¿¡N-no hablaras de uno de los grupos extranjeros?!

    - Eeeehh…si, una maga de guerra del grupo que exploró hasta el tercer estrato del laberinto.

    - ¿¡Hablas de Pauline?!

    - Ya empezamos…

    Axel los interrumpió un momento para explicar la relación entre ambos.

    - Resulta que Diem es hijo directo de la famosa maga extranjera Pauline y el escudero Alastor, ambos fundadores del cuarto gremio más grande de Etrian actualmente.


    Magina permanecía boquiabierta hasta que Diem intentó callar a Axel explicándolo todo él también.

    - Si, mi madre es Pauline, ella conoce sobre varios reinos aparte de Etrian y talvez haya conocido a alguna clase de mago diferente a la que conocemos aquí, yo no nací con habilidades para la magia, pero si la voluntad de proteger de mi padre, así que me volví un protector, pero intenta destacar en uno de los gremios más grandes de la ciudad…

    - Oh…por eso lo decías…si no te escuchara ahora hubiera pensado que siempre tuviste todo lo que quisiste.

    - Hm…talvez si me hubiera quedado en el gremio de mis padres lo hubiera hecho, talvez hubiera explorado junto a grupos experimentados y armamento poderoso, pero creo firmemente que…haberme distanciado y creado mi propio gremio fue la opción correcta.

    - Diem…


    Axel se acerco para tomar a ambos rodeándolos con sus brazos por el cuello animándolos a ambos.

    - ¡Vamos chicos! ¡No pongan caras largas! Acabamos de conseguir una compañera de aventuras nueva ¡Esto es para celebrar!

    Diem lo miro sorprendido, pero sonrió al notar que quería celebrar con ambos.

    - ¡Si, tienes razón! ¡A partir de ahora el mundo entenderá que vamos a seguir creciendo y llegaremos a las entrañas del laberinto resolviendo hasta su ultimo secreto!

    Ambos corearon a Diem con una fuerte afirmación, pero a los pocos segundos alguien de la habitación golpeo la pared con fuerza gritando que el grupo se callara, disculpándose avergonzados por hacer mucho ruido.

    Desde el pasillo una chica con una imponente armadura negra escuchaba todo desde la puerta con una expresión fría, entonces alguien desde el pasillo llamo a la chica retomando su camino abandonando el pasillo.
     
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    VeniaSilente

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    Empecé Etrian Odyssey I hace... no más de un año, creo. He ido muy lento con el juego. Pero ciertamente no esperaba encontrar fic por aquí, pensé que era una franquicia muy poco conocida. ¡Así que ver a alguien iniciar un proyecto de fic en EO me interesa! La mejor de las surtes y buen trabajo por reflejar bien el mapa general de los primeros pisos, pude sentir que recnocía algunos de los pasadizos del primer y segundo piso mientras leía.
     
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    Etrian Tales: El Escudo Negro [Etrian Odyssey I 3DS]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
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    Fantasía
    Total de capítulos:
    3
     
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    120
    Me alegra que vieras con buenos ojos el fic, he tenido el placer de jugar y casi completar la gran mayoría de los juegos de la franquicia y le he agarrado un cariño especial a todos especialmente el EO5, y exactamente por el hecho de no haber encontrado ningún fic a pesar de la libertad de personalización de personajes, me resulto extraño y un recurso poco explotado que me gusto mucho escribir, darles personalidad fuera del juego a los personajes que uso es una forma divertida de darles vida y a su vez dar a conocer el juego, en un futuro planeo ramificar la historia por todos los juegos intentando mantenerme fiel al material jugable.

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