Estrellas

Tema en 'Relatos' iniciado por eigthteenHeaven, 11 Agosto 2012.

  1.  
    eigthteenHeaven

    eigthteenHeaven Guest

    Título:
    Estrellas
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3001
    “El recuerdo de una estrella permanece en la memoria hasta que dejas de recordar”

    Se acercó con la cabeza agachada mirando la arena bajo sus pies, patea un poco y ve como vuela en la dirección del viento. Suelta un suspiro y se gira hacia el agua. Observa como una ola llega a la orilla y luego vuelve al mar alejándose de él. Sonríe irónico, ocultando lo que de verdad siente. Levanta un poco la cabeza y mira la fina línea del horizonte que funde cielo y agua.

    - Parecen que estén unidos...-aprieta los puños con fuerza- pero no es verdad. Por más unido que te sientas hacia esa persona, siempre habrá un espacio.

    Recuerda un par de cosas y se lleva la mano al pecho tocando una cadena.

    ¿Porque me haces esto...? –le dice al viento-

    Susurra mientras cierra los ojos aguantando las lágrimas, sacude la cabeza y se sienta en el suelo mirando como el agua viene y se va fácilmente, como si nada pasara, como si nada le importara, con una mirada triste y llena de recuerdos.

    Bom pasaba por allí distraída hasta que ve al menor desde lo lejos.

    ¿Uh?

    Usa su mano como visera y le localiza. Decide acercarse abrazándole por la espalda quedando ella de rodillas en la arena besa su mejilla y apoya la cabeza en su hombro tratando no se sienta solo. No lo está.

    Cielo...

    Tae bajó la cabeza sin ánimos de nada se sentía que le acababan de arrebatar medio corazón.

    Quiero estar solo… -Susurra apenas audible mientras recoge sus piernas y esconde la cara en ellas aun aguantando las lágrimas- Mi estrella...se ha ido... –dice el chico dolido-

    Vamos, ¿esperas que te deje solo…?-niega- Tonto...-le abraza mas fuerte cerrando los ojos-sé que era muy importante para ti, Tae... lo sé mejor que nadie-suspira y le mira- pero las personas entran y salen de la vida de cada uno, algunas con más facilidad que otras, pero son retos que te propone la vida...y que has de ir superando. Tienes a mucha gente que te quiere...Era como de la familia, si...pero ha debido irse y le habrá costado decidirlo como para que ahora no la dejemos marchar con la conciencia mínimamente tranquila…ella quiere que seas feliz, muy feliz, concédele eso...

    Se gira y se abraza a ella echando a llorar como un niño que busca alguien que le consuele.

    ¡Yo quiero mi estrella! -solloza notando como las lagrimas caen por sus mejillas. Esconde la cara en su cuello- ella era más que una amiga...era mi estrella...dijo que no nos separaríamos nunca...yo quiero mi estrella…mi estrella -no para de repetir esa dos palabras entre los sollozos que ahoga en su piel-

    Acaricia su cabeza, destrozada por verle así. Él se remueve un poco entre sus brazos sollozando y llorando intentando disipar el dolor de su pecho.

    Escucha…las personas como Hara, que entraron en tu vida para darle luz, las más importantes pueden irse con solo pestañear...son cosas que suceden y no se pueden evitar ella debió marchar aun con el corazón roto de dejarnos a todos y sabes lo importante que fuiste tú para ella y viceversa...ahora debes seguir adelante con dos dedos de frente, sin dejar de recordarla día a día hasta que ese recuerdo no te duela…pero ese recuerdo no te guiará a ninguna parte, has de tomar tú la iniciativa de lo que debes hacer ahora...yo también la
    echaré muchísimo de menos...no sabes cuantas cosas pasamos juntas-Aguanta las lágrimas por la marcha de su amiga por qué no quiere lastimar más al menor, toma aire para continuar intentando parecer tranquila.- Y la recordaré siempre, siempre... sé que esa ha sido su decisión y no soy quien para no respetarla, ella lo ha querido así y nosotros no debemos ponérselo mas difícil, ¿no crees cielo?

    Tae solloza mientras escucha a la mayor hablar, se abraza más a ella aun con ese dolor agudo en el pecho por la marcha de su amiga.

    ¿Por qué los recuerdos duelen? ¿Por que todo se aleja? -cierra los ojos intentando dejar de llorar sin mucho excito- no la voy a olvidar…una persona como ella no se puede olvidar...era única -sonríe triste- ahora sé que es que tu corazón esté roto en trocitos chiquititos y corten mucho...-se limpia las lagrimas- yo quiero mirar más estrellas...aun que no brillen como lo hacia ella…no dejan de ser estrellas

    Solloza nuevamente y se empieza a calmar un poco mientras se limpia las lágrimas con las mangas. Entristece al oír al chico soltando un suspiro.

    Todo se aleja…nada permanece para siempre Tae, nada... y esa nada puede realmente destrozar a una persona, pero cada persona por si misma ha de tomar iniciativa y decidir seguir con todo manteniendo lo que tenía antes, o no. A ella la mantendrás, lo sé, y debes hacerlo porque una persona así es difícil de tener cerca...y resulta doloroso ver cómo te la arrebatan, como se aleja sin poder hacer nada-resbala una lagrima que enseguida se limpia- ahora toca ser fuerte...más que nunca

    Asiente sin ganas, todo eso era demasiado para él cierra los ojos notando las ganas de llorar que tenía.

    Fuerte…-susurra para creérselo, de alguna manera u otra, por su estrella él lo haría-

    Tocó la puerta de su casa preocupado. Dijo que pasaría a ver como estaba, y allí se
    encontraba, cumpliendo su palabra como siempre. La puerta se abrió lentamente y su
    carita se asomó algo triste, la cual no tardó de cambiar por una sonrisa al verle. Tae
    entró sonriendo a su amiga y la abrazó. Hara correspondió a su abrazo.

    ¡Tae! –se separó un poco y le miró- No pensé que vendrías –ella intenta ocultar sus ojos
    rojos de tanto llorar-

    ¿Desde cuándo te he fallado? –sonríe como un niño, algo particular en él- Dije que me
    pasaría a ver como estabas

    Bien bien, me encuentro mucho mejor –siguió sonriendo para convencerle-

    Así me gusta pequeña –le revolvió el pelo- ¿Has cenado?

    No tengo hambre –levantó los brazos para apartar sus manos-

    Pero tienes que comer Hara –sonrió divertido- ¿Qué te apetece?

    Hm…-se llevó el dedo al labio inferior pensando- ¿Pollo?

    Echo, siéntate que lo preparo –coge su mano y la lleva a la cocina-

    Hara resopló y se sentó sin ganas, apenas vio como su amigo preparaba la comida le
    entraron ganas de vomitar. De verdad no tenía nada de hambre. Tae no tardó en preparar
    la comida y servirla en la mesa. Miró a la chica sonriendo con ganas.

    Venga, te toca probar

    Es que no tengo hambre Tae…-mira la comida asqueada-

    Pequeña... ¿Vas a dejar mi comida sin probar? ¿Tan mal cocino? –a ella se le escapó una
    pequeña risita- vamos, hazme el favor…

    Bueno…-cogió un muslo de pollo y se lo llevó a la boca. Cuando mordió las nauseas
    volvieron pero sacudió levemente y tragó sin muchos ánimos- e-está bueno…

    ¿De verdad? Me alegro –el volvió a sonreír mientras comía-

    Hara bajó la cabeza mirando el suelo, ya no podía aguantar más. Los recuerdos se la
    llevaban y las lágrimas se volvían a asomar por sus ojos. No quería llorar con él delante,
    no otra vez. Tae la miró triste y sin perder el tiempo se acercó para abrazarla.

    Él no merece más tus lágrimas Hara…-acaricia su cabeza con calma- él se ha ido…nunca te
    quiso, debes aceptarlo. Sé que duele, pero cuanto antes lo hagas mejor

    Está lloviendo Tae –se aferró a su camiseta liberando las lágrimas- tengo que protegerlo
    de los truenos –sollozó-

    Ya no, ahora está solo. Él así que lo quiso –la abrazó con más fuerza-

    Pero está lloviendo…le tiene miedo a los truenos –volvió a sollozar con dolor-

    Si pierdes de vista a tu sol, no dejes que las lágrimas te tapen las estrellas –la separó un
    poco y le limpió las lágrimas-

    Pero yo no puedo ver estrellas Tae…tengo los ojos cerrados –bajó la cabeza-

    Las estrellas no se miran Hara, se sienten –le señala el corazón con el dedo- con esto

    Pero mi corazón está roto en trocitos chiquititos y cortan mucho –se llevó la mano al lado
    izquierdo del pecho- no puedo ver las estrellas

    Lo sé pequeña, a mí también me cortan –le sonríe- pero las estrellas te han visto y te
    ayudarán, para que puedas volver a mirarlas

    No quiero que te corten a ti también –se vuelve a abrazara a él- entonces… ¿podré mirar
    las estrellas?

    ¡Claro que sí! Nunca debes dejar de mirarlas, entonces será cuando estés perdida de verdad
    –le acaricia la cabeza y la espalda cariñosamente- pero tus estrellas no te abandonarán
    nunca…-susurra con una sonrisa para la chica-

    Tae estaba sentado al lado de la ventana, se pasó toda la noche mirando al cielo, a las
    estrellas. Un suspiro sale de sus labios al notar como el día está a punto de empezar, él no
    tiene ganas de hacer nada, ni de hablar con nadie. Abrió la mano mirando un pequeño
    colgante.

    Dijiste para siempre...me mentiste... ¿lo hiciste en algo más? –volvió a cerrar los ojos y
    apretar con la mano el collar, era lo único que le quedaba, lo último que les unía-

    Dara suspira, sabe que quiere estar solo pero no quiere que eso ocurra, así que se acerca y le
    mira desde el marco de la puerta. Resopla, le cuesta decidirse, pero se acerca hacia él
    acariciando su cabeza mirándole triste.

    Cielo...-ve que de su mano cuelga un hilo y rápidamente encaja que significa la situación. De
    nuevo un suspiro sale de sus labios, ahora le toca a ella estar por él- Tae, ha debido
    marchar...el porqué puede que ni siquiera ella lo sepa...ni siquiera ella puede haber aceptado
    esta situación, sabiendo cómo ésta iba a dejarte, a todos... pero oye...-se acerca más y le mira-
    has caído, pero juntos vamos a levantarnos, ¿ne? que estas cosas son las que hacen la vida de
    uno...que le hacen más fuerte día a día, para que comprendamos lo única que puede llegar a
    ser una amistad y que las promesas -resopla- no siempre se cumplen, pero están ahí para
    hacerlo algún día...-besa su mejilla- mi pequeño..

    El chico sigue con la mirada perdida escuchando las palabras de la mayor, sabe que tiene
    razón, sabe que todo lo que dice es cierto. Pero se niega a aceptarlo. Suspira notando las
    caricias que le hace y algo pasa por su cabeza. La mira con unos ojos tristes que demuestran
    miedo.

    Noona*... ¿tú nunca me dejarás, no? -susurra asustado por la simple idea de perderla a ella
    también-

    ¡Ay tonto! -encuentra su mirada- cómo iba a dejarte... ¿cómo iba a dejar al motivo de mi
    sonrisa, de mi existencia...? verdaderamente no sería capaz de cometer esa estupidez...sabes
    que no has de preguntármelo, pues nunca me lo plantearía ni pienso hacerlo -acaricia su
    mejilla sonriéndole tierna-

    Tae la mira detenidamente “ella dijo lo mismo” piensa para luego sacudir la cabeza. Se acercó
    a ella y la abrazó con todas sus fuerzas aun con ese miedo dentro.

    Te amo...-le susurra-

    Dara corresponde con fuerza también cerrando los ojos entristecida por el menor.

    Si quieres saber lo que te amo yo, amor...cuenta las estrellas del cielo -suelta una sonrisilla
    aun abrazada a él-

    Él le da un beso en la mejilla y se vuelve a abrazar a ella pensando en las estrellas.

    Prefiero mirarte a ti...

    Corresponde de nuevo acariciando su espalda, volviendo a bajar su sonrisa por el tono triste
    de voz del chico, que intenta ignorar para hacerle sentir mejor, a ambos.

    Verás que todo pasa pronto, vamos...

    Tae se limita a asentir y cierra los ojos sin decir nada más.

    Por mucho que lo digas, el problema, somos los dos. Todo puede ser tan bonito
    ¿Por qué tiene que acabar? Dime… ¿Qué ha pasado?

    Duele que me duela, por que duele la verdad. Sueño que me sueñas y me
    escondo de la realidad. Tu necesidad de hacer, que me sienta importante, se
    van con tus mentiras y te giras hacia delante.

    Y no ver, las cosas que hacen daño… ¿De qué sirve ser sincera? Si vives un tu
    autoengaño. De realidad distorsionada, donde cada palabra parece que
    nunca significó nada.

    Te juro que el tiempo, no es un inconveniente...porque la mente olvida lo que
    el corazón no siente. Tengo pendiente, mirarte a los ojos y esperar un lo
    siento que salga de tus labios rojos.

    Por haber pasado tantos momentos contigo. Contigo he compartido tantas
    sonrisas y llantos. Por hacer de mi feliz y sentirme vivo ¿Será que soy adicto
    al deseo de tus encantos?

    Fuiste un motivo, el gesto de mi sonrisa. El gesto de levantar la vista para
    contemplarte. Podré no verte, podré no hablarte y jamás en mi vida sería
    capaz de olvidarte.

    Por ti lo di todo y me has hecho sufrir. Apenas tengo motivos, para levantar
    cabeza. Se fue la amistad y me quedé con la tristeza. Lo peor de todo es no
    quererla compartir.

    Empezó despacio y acabó deprisa. Intento ser fuerte y más me debilito. Mi
    corazón describe tu presencia. Ahora vivo sin ti, aunque te necesito. El dolor
    es el vacio que ha dejado tu ausencia.

    Te escribo esta canción, destrozado digo adiós. Si ser tu amigo es pecado, no
    tengo perdón de dios. Fuimos tanto los dos…y ahora somos tan poco. Todavía
    te aprecio y sé que me equivoco...

    Tae... – Hara sonrió débilmente y acarició su mejilla- Te prometí que siempre estaría a tu
    lado, que nunca te dejaría solo... y he faltado a mi promesa. Lo siento -susurra. Se inclinó
    sobre él y besó su frente- Sabes que te quiero más de lo que nunca nadie puede llegar a
    saber... No me odies por esto, te lo suplico. -agacha la cabeza- Te quiero, lo sabes, pero
    debo irme. Debo pasar página. -se giró y se va para que el chico no pueda ver sus
    lágrimas-

    El joven se apresuró a cogerla de la mano y la miró triste, notando las ganas de llorar otra
    vez.

    No puedo odiarte -sonríe apenado- por más que lo intente...no puedo -notó como las
    lagrimas caen de sus ojos- prométeme que si te vas, te sentirás mejor, de lo contrario me
    niego a dejarte ir...para mí lo eres todo...Mi mejor amiga, mi hermana...mi estrella -se secó
    las lagrimas- tenía que decírtelo antes de que te vayas...

    Tae, no seas tonto... para de decir estupideces. Aquí hay personas que se han portado
    mejor contigo que yo, yo no soy la estrella de nadie... en todo caso soy la perdición. -besó
    su mejilla- Debo irme, Tae... -sonríe leve-

    Hara -niega a las palabras de la chica- serás mi estrella para siempre...siempre ¿sabes qué
    es eso? -sonríe- claro que no, para ti no son más que palabras sin sentido...Vete y se feliz -le
    dio un beso en la cabeza- es lo único que te pido

    ¿Qué es el qué...? ¿Por qué no me lo explicas? -susurra-

    Él para siempre...-le señaló el corazón con un dedo- es algo que guardarás aquí y
    recordarás todos los días, hasta que no puedas recordar mas -le da un suave golpe en la
    nariz- tú serás mi estrella -se señala el corazón- para siempre

    Gracias, Tae... -sonríe realmente agradecida- Me iré y seré feliz. No lo dudes. -asintió con
    levedad y soltó su mano con suavidad. Le mira una última vez a los ojos y sale corriendo-

    Observó como su estrella corría y guardó la última sonrisa que ella le ha dedicado, en la
    memoria,

    Para siempre...

    Hay tantas cosas que no me puedo explicar. Dicen que el tiempo pone todo en
    su lugar… ¿Seguro?... Mírame, algo me quema por dentro. Mi lugar está
    contigo, a pesar de que pase el tiempo. Noona: forma cariñosa que tiene un chico para llamar a una mujer mayor que él
     
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