One-shot de Pokémon - Estación Masara

Tema en 'Fanfics Terminados Pokémon' iniciado por Jetto, 4 Noviembre 2017.

  1.  
    Jetto

    Jetto Latin groovin'

    Libra
    Miembro desde:
    26 Marzo 2017
    Mensajes:
    78
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Estación Masara
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2100
    Estación Masara



    Un día más.

    En su vida, un día no era algo muy importante. Debía ir a la escuela y regresar con vida a casa. Nada más.


    Gary y Misty son sus mejores amigos. May es su ex novia. Brock su pseudo-tutor de matemáticas. Eran los únicos importantes. Todos los demás eran meros personajes superfluos y omisibles.

    Para ir a la escuela usaba el camión. Para regresar a casa usaba el metro. Y esa era su ruta desde hace casi un año, que entró con muchas esperanzas a la preparatoria.

    Él debía ir a la escuela antes de que el siguiente curso empezara, en Marzo. Brock le daba algunas tutelas y él las agradecía, pues el promedio del moreno en esa asignatura era de los mejores de la escuela. Aunque cierto día, Brock tenía un compromiso y no pudo ir a su encuentro. Faltaban un par de semanas antes del ingreso de los de primer año. Ahora él sería de segundo y Brock de tercero; quizá de ahí derivaba su falta. Sin nada qué hacer ese día, entonces, regresó dos horas antes de lo normal a casa. Igual tomaría el metro.

    Por la hora, la estación y el metro no estaban muy llenos. Él subió al primer vagón que encontró y viajó de pie, a espaldas de la puerta por la que entró. Viajó de pie porque estaba prácticamente solo, salvo por otra persona.


    Fijó su atención en la otra persona. Estaba mirando distraídamente hacia fuera por la ventana y de pié a su derecha. Era una chica de otra escuela, lo sabía por el uniforme. Quizá se le hizo tarde y por eso viajaba a esa hora. O tal vez era su hora común, pues él estaba fuera de sus tiempos.

    Era unos cinco centímetros más baja que él y tan esbelta como Misty; piel blanca, ojos y cabello azul. La manera distraída que su mirada viajaba en el infinito le hizo desear sacarle una foto. Sería una excelente imagen publicitaria para alguna compañía de maquillaje, aunque ella no parecía usar nada, mas que bálsamo labial. Entonces la chica lo miró a él.

    Ese par de ojos zafiro encontraron rápidamente a los cafés del protagonista. Los ojos azules seguían con esa mirada distraída, pero la curiosidad alcanzaba a brillar en ellos. Los cafés la veían con aparente calma e interés. Súbitamente, ambos ahogaron una carcajada simultánea y miraron por la ventana.

    Desde May, no se había fijado en otra chica. Quizá en esta ocasión se fijó en ella dadas las circunstancias, aunque, para él, la chica era bastante bonita. Pero no tanto como May.

    Se abofeteó mentalmente por atreverse a compararlas. Miró a la chica y notó un leve rubor en sus mejillas y su ceño fruncido, además de que su mirada enfocaba algún sitio del vacío vagón al extremo derecho de la chica. ¿Qué estaría pensando?

    Quizá… quizá debía romper el hielo.

    Pero el transporte se detuvo y las puertas a espaldas de ambos se abrieron. Instantes después, una docena de personas se regaron a su alrededor.

    Perfecto: Ahora sería más difícil hablarle. No pudo hacer nada más que soltar un suspiro de frustración y escuchar una risilla a su derecha. La chica miraba a su derecha y su mano izquierda parecía estar tapando su boca.

    Por instinto siguió la dirección de la mirada de su anónima acompañante. Encontró a un señor rondando sus cuarentas. Era calvo. No le pareció gracioso en absoluto, hasta que el metro se sacudió levemente y entonces notó como una gruesa mata de cabello colgaba de la cabeza del señor. Era un peluquín; el peluquín del señor hacía bungee desde el brillante cráneo de su dueño.


    Sonrió y ahogó un par de nerviosas carcajadas, luego la mirada de la chica lo buscó. Notó la dulzura de las níveas facciones de ella cuando le sonrió amigablemente. Esa sonrisa bastó para que la sintiera extrañamente más cercana a él. Como cuando conoces de hace poco a alguien y te enteras de algo de su pasado, pero sin ser simpatía.

    El metro se detuvo de nuevo y más gente de la que bajó subió. La primavera aún no llegaba, así que el calor no era sofocante ni intenso.

    Nuestros protagonistas estaban hombro a hombro, algo apretados. Sin embargo no estaban incómodos, aunque tampoco se veían.

    El de ojos cafés se sentía incluso cómodo. No había hablado con ella ni en fugaces fantasías. Aunque ella rió unos minutos atrás, no alcanzó a distinguir su voz. ¿Sería una voz infantil o madura? ¿Una voz común de una chica rondando sus 15? ¿Dulce? ¿Filosa? No lo recordaba. Pero notó que estaba pensando mucho en la chica. La miró de reojo y ella parecía disfrutar del ambiente mientras su mirada distraída surcaba el panorama que ofrecía el metro. Aunque su mirada parecía en otro lugar, él juró que estaba pensando tan intensamente como él lo hacía.

    El aroma de algo dulce entonces captó su atención. Como todo un hombre romántico supuso que sería la fragancia del cabello de la chica, pero la curiosidad lo obligó a mirar a su alrededor con serenidad y encontró una señora mayor con varios gruesos ramos de flores. Entre ellas destacaban rosas blancas, las favoritas de su madre.

    Su madre… Su casa… ¿Habían pasado dos estaciones?… Aún faltaban dos para llegar a su destino. ¿Dónde viviría ella?

    Carajo, ¿acaso era algún intento de acosador? ¿Por qué se preguntaba el domicilio de una chica que no conocía?

    Pensó rápidamente que le dio un flechazo, pero lo negó rápidamente al recordar a May. Quizá se sentía interesado por ella por las circunstancias mismas. Además de que era su único tema de auto-debate en todo el camino.

    De no ser por ella, estaría bastante aburrido, seguramente. ¿Debía darle las gracias?

    ¡Por supuesto! ¡¿Acaso hay algo más romántico que decirle a una chica linda “Gracias por mantener mi mente trabajando”?! De nuevo, se abofeteó mentalmente. Le preocupó un segundo que se estuviera convirtiendo realmente en alguna especie de pervertido acosador.

    El metro se detuvo y bajó más gente de la que subió esta vez. Miró hacia su derecha y la chica lo observaba. Nuevamente, la de ojos azules le sonrió y regresó su mirada hacia la ventana. Él ahogó otra carcajada mientras el transporte volvió a moverse, sin entender por qué.

    Notó que ella llevaba una especie de tubo en su mano izquierda. No, era más bien un contenedor… él tenía uno similar. ¡Claro! En esos se dan algunos documentos importantes, como los diplomas de graduación. ¿Entonces ella venía de su último día de escuela? No parecía ser mayor que él… quizá ella entraría al primer año de preparatoria.

    Quizá ese sería un buen tema de conversación.

    Pero entonces un par de niños seguidos de una mujer pasaron corriendo detrás de ellos. Los niños llamaron la atención de ambos y se giraron un poco para ver mejor. Sin embargo, los infantes iban en dirección a los protagonistas.

    Sin intención empujaron a la chica quién perdió el balance unos segundos y se fue hacia atrás por incercia. Hubiera caído de no ser por el protagonista, que le sirvió de amortiguador evitando que cayera.

    El de ojos cafés por mero reflejo dio, sosteniéndola, un par de pasos atrás hasta que ella pudo recuperar el balance. Sintió entonces un aroma. Uno dulce, pero fresco, que emitía el cabello de la de ojos azules. Era el completo opuesto a May: La castaña usaba algún shampoo que desprendía una fuerte y embriagante esencia. En cambio el de ella era sutil y delicado… Pensó que ese aroma era el más indicado por mucho para ella, en la personalidad que él le notó. La soltó al notar que no dejaba de sostenerla –afortunadamente su mente procesó esa información en discretos segundos– y ella se giró para verlo. Estaba ruborizada e inclinó rápidamente su cabeza, luego evadió la mirada del de ojos cafés.

    Él sonrió ante esa tierna timidez de la chica. Aunque, desafortunadamente, por esa timidez ahora sería difícil hablar con ella. No le tomó mucha importancia y miró hacia la ventana. A pesar de ese momento, la distancia física entre ellos no cedió.


    El metro se detuvo y sintió que ella se separaba de su lado. La siguió con la mirada hasta el momento en que bajó del vagón del metro junto a un buen grupo de personas, aunque se giró en la puerta y lo miró.

    Cruzaron miradas un par de segundos, hasta que ella le regaló una perfecta y brillante sonrisa mientras agitaba su brazo a manera de despedida. Él regresó el gesto y la miró alejarse dando brinquitos mientras corría.

    Súbitamente ella tropezó. Pero se levantó rápidamente y salió corriendo con un profundo color rojo en su frente. Y con las mejillas rosas.


    No pudo soltar una carcajada mientras el metro se volvía a mover. Miró por la ventana y el escenario le pareció extrañamente familiar, pero a medida que avanzaba todo le parecía más desconocido.

    Oh… La chica se bajó en la estación en la que él se debió de haber bajado…


    Llegaría a la hora de siempre ese día, aunque salió temprano. Igual, el buen sabor de boca que tenía no se le quitaría en un buen tiempo.


    Dos semanas después, en la escuela, chocó accidentalmente con alguien, dejando caer varios libros. Se agachó a recogerlos y al levantar la mirada se encontró con un par de ojos familiares, adornados por el color verde pastel del cintillo en el cuello de esa persona. El color verde, en su escuela, se les otorga a los de nuevo ingreso.

    Ash le sonrió a esa cara conocida, mientras la de ojos azules pestañeaba con rapidez tratando de asimilar la sorpresa.



    Ya sé que son muchos clichés en menos de 2000 palabras.

    Pero, de hecho, la idea original cuando lo escribí era tratar de meter la mayor cantidad de clichés en una historia sin ser romántica, o sin que fuese obviamente romántica. Ah, el tema de la reacción cute y del sonrojo al principio no son originalmente por que "sempai too cool 4u and he touched meh" no son románticos. El primero es mera timidez por mucho contacto con un desconocido. El segundo... pa' allá voy.

    Buen día, gente. Gracias por leer este pequeño OneShot. Este resultó ser el epílogo de mi primer novela. Una historia adolescente cuyo hilo central son las decisiones. Por eso, como mencioné en el párrafo anterior, se sabe que no se sonroja Dawn por cosas románticas al inicio del fic. Esto tiene su background, pues en la novela se explica que ese fue un día... pesado para ella, y tenía la mente en muchos lugares.

    El intento de meter clichés no fue pensado mucho. Fue una especie de reto que me surgió un día en plan Random y que quise intentar. El resultado (Este OS) quedó tanto tiempo en mi cabeza que seguí escribiendo borradores, hasta que terminaron en una historia independiente a Pokémon, pero muy ligada dado que los 4 personajes principales tienen los mismos nombres, aunque física y emocionalmente son distintos.

    OoC? Quizá, pero hago mención de que aquí pinté a dos personajes que pasaron eventos similares a los que suceden en el anime, pero ambientados en un Japón moderno. Aproximadamente, esta historia sucedería en 2010, y la vida de los personajes cambia justo al entrar al bachillerato, o a los 15-16 años, que es cuando pasa eso de "May es su ex-novia" y de que no haya diálogos en este fic.

    Así que, sin más que mencionar, me gustaría saber su opinión sobre este pequeño trabajo. De antemano una disculpa por cualquier error que noten.

    Gracias por leer!

    Later.
     
    • Adorable Adorable x 3
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    Plushy

    Plushy PokéWriter Usuario VIP Comentarista destacado

    Acuario
    Miembro desde:
    18 Julio 2003
    Mensajes:
    3,829
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    A medida que uno se va adentrando no enteramente al mundo del fanfiction sino de las creaciones artísticas, o al menos literarias para el caso que nos incumbe; nuestra fuente de "estudios" son los trabajos disponibles en internet y nuestra guía de cómo hacer la crítica a los demás. Suele ser fácil caer en la trampa que cualquier obra con ciertos elementos disminuye su valor... porque sí. Así es como a la gente se le suele enseñar cosas como que OoC = Malo; Cliché = Malo; Script = Deja cojo una escoba y te pego.

    Y bueno, sí, la mayor parte de las veces suele ser así, pero no por la existencia de esos elementos sino por el mal empleo de los recursos. ¿Funcionaría mejor esto como un original? Sí. ¿Se siente extremadamente AU? No tanto, realmente porque dentro de todo se puede sentir cierta inocencia en el proceder de Ash, de Dawn siempre me cuesta trabajo hacer cualquier clase de análisis porque sólo vi ciertas partes de DP ligadas a hecho concernientes a la liga y episodios del TR y no su arco entero como coordinadora, por lo que me es un personaje poco familiar. ¿Esto hecho hace que la historia no sea disfrutable? Oh hell, no, porque la narración es muy limpia, es inmersiva y hace que aunque los personajes que —en parte— pueden serte desconocidos por la cuestión AU automáticamente captan tu interés para conocerles su transfondo. Y sí, es una historia simple pero bonita que no cae en el "trve luv a primera vista" o que al menos no lo hace de manera superficial y descarada sino que lo toma como un primer y curioso encuentro. Me recuerda levemente a algo que escribió otro usuario hace tiempo sobre un primer encuentro en un tren que igualmente tenía una redacción que te adentraba más y más en la historia.

    Veamos que tengo en las anotaciones.
    Si eso fue una pequeña pedrada, me ha gustado, aunque tristemente es cierto que a otros personajes los tengan meramente pintados tanto la serie como el fandom.

    He andado tanto en otras cosas que todavía me siento muy oxidada con los reviews de historias que implican usar más de dos neuronas, así que de momento creo que es todo lo que tengo por decir.
     
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso