Ahora estoy terminandome e leer las crónicas de narnia. Scrubb aún tenía demasiado que ordenar en su mente, tantos planes que había pensado para una persona que ya no existía y que incluso pensándolo un poco podía odiar, tantos daños que resarcir tanto que cambiar, quería al menos un poco como su amigo el Rey y merecer siempre un poco de esa magia de aquel lugar. Los días había pasado demasiado rápido para que sus primos los Pevessi le dieran detalles de lo que sabían, de lo que habitaba de lo que podía aguardarle en esa promesa de volver. Aquel niño tenía dos enormes inconvenientes para su mente continuara soñando en el mar, aquel que por desgracia se llama Eustace había vuelto a la escuela que no estaría tan mal sin la segunda razón, los chicos pedantes, groseros, prepotentes y absurdos como él había sido, pero como él ya no lo era lo molestaban también. Aunque nadie como a esa niña de piel clara y cabello castaño que solía esconderse por la escuela para librarse de ellos. Y allí estaban otra vez, habían metido un insecto en su mochila y este había terminado mordiéndola en el dedo, por si fuera poco se burlaban de eso. —Ojala allí estuvieran seres tan valientes y decididos como su amigo Rípichip, ¡seguro que con su espada le hubiera dado su merecido! —pensó Scrubb presionando los dientes. Entonces se le ocurrió una idea, pensó en los peligros con los que había lidiado haya y un grupo de chicos no paracían la gran cosa, además, era lo correcto. Se lanzó hacia ellos corriendo dando un grito que parecía un chirrido, empujó a uno de los chicos que la aterrorizaba con un gusano en su cabello, este lo miró sorprendido y otro más se abalanzó sobre él, Eustace palaó y golpeteo cuanto pido hasta que entre burlas, trompetillas y risas se fue oscureciendo poco a poco. —¡Quiero que dejen en paz a la señorita oyeron! —sentenció intentando sonar como un caballero pero al ver las mejillas rosadas de la niña se apenó por como la había llamado. —Emmm te sangra la nariz…—dijo la niña luego de un rato— Me llamo Jill Pole…por cierto… —Soy, Me llamo Eustace Scrubb— respondió y se limpió la nariz— lamento no haber podido hacer algo más… La niña con esto olvido que Scrubb hasta hace poco que había estado con ellos, para ese momento le parecía un buen chico. —Pero si hiciste, me hiciste saber que tenía un amigo—indicó sonriendo. Scrubb sonrió sintiendo que con esto, estaba más cerca de poder volver pues se había comportado como uno de ellos.
