Mi hermano no deja de llorar, tengo que protegerlo. Tengo que ser valiente esta vez, mucho más valiente de lo que he sido desde que él nació, el día en que entristecí al comprender que tal vez mi hermano no había nacido en el mejor lugar, con un mundo llenos de demonios. Eso es lo que pienso cada día, cada vez que lo miro queriendo jugar escondidas conmigo, es lo que pienso cada vez que me pierdo en el sonido de su risa y creo que merece algo mejor. La navidad aquí es algo que no se puede disfrutar. Ventanas rotas, ruido excesivo, y él no deja de llorar en esas épocas, especialmente por que a santa no le ha dado tiempo de venir a nuestra casa a recompensarlo por su buen comportamiento. Pero esta vez será diferente, esta vez yo le he regalado algo por primera y única vez, esperando inocentemente que lo conserve por toda la vida. Me lo ha dado un señor, su nombre no lo recuerdo, pero le dicen Barbanegra, no me agrada pero me ha dado lo necesario para hacerlo feliz. -Sasuke – lo llamó con alegría esa mañana de navidad, le daré la sorpresa y todo estará bien, por que aunque tenga que trabajar día a día para esos hombres, sé que lo apreciará y jamás olvidará como esta mañana de navidad comenzaba una nueva vida, una nueva esperanza. -No lo quiero – y ahí fue cuando todo en mi interior se rompió, al ver como aquella bola de cristal se rompía contra el suelo, dejando escapar todo en lo que yo había creído desde el día en que nació. Sonrío y me disculpo, lo abrazo mientras dice que es injusto que santa se olvide de él. Espero que nunca se arrepienta de sus decisiones y que sepa que siempre estaré aquí para él.
Wow no me esperaba ese final. Sin duda fue una triste revelación que todo el esfuerzo no haya valido de nada y que haya roto el regalo... eso fue muy impactante. Muchas veces despreciamos cosas por un berrinche o por no ser lo que esperamos y no vemos el significado de lo que sí tenemos (en este caso de lo que perderá). Creo que el arrepentimiento será muy necesario. Saludos. c: