esperando un sueño InuxKAG

esperando un sueño InuxKAG

hola que tal este fic es algo en lo que he estado pensando y pues ahora lo llevo a ustedes, el titulo y los personajes no mepertenecen, son de sus respectivos autores. pero la historia si es total y absolutamente mia. espero sea de su agrado aqui les va.




Hacia tanto tiempo que no le veía. Y ese día en el parque, cuando le vi mirarme nuevamente, sentí que todo por dentro se encendía nuevamente. No supe que decirle, ni siquiera alcanzaba a moverme de donde estaba; me sentía tan estúpida, tan ilusa, al sentir todo esto nuevamente a pesar de lo ocurrido en el pasado.
Y justamente cuando había decidido borrarle de mi corazón… cuando había conseguido no pensar en el… volvió a hablarme con su embriagadora voz.

-hola kagome yo… - le vi indeciso al escoger sus palabras- como estas, hace mucho que no te veía.

No estaba preparada para aquello, solo quería que la tierra me tragara por completo en ese momento. Pero no me quedaba otra opción. Tenía que ser valiente y confrontar la situación.

-Hola inuyasha, tiempo sin verte- le respondí mientras metía mis manos en el bolsillo de atrás de mi pantalón- yo estoy bien, gracias por preguntar, bueno tengo algo que hacer asi que nos vemos luego adiós.

No le di chance a decirme nada y camine lo más rápido que pude, quería alejarme de aquel chico en ese mismo instante. Siempre había detestado ser tan débil con él, pero ya no más, eso se acabaría en ese preciso segundo. Y para asegurarme de ello una vez a la salida del parque tome un taxi directo a la casa de mi amiga, sabía que si intentaba buscarme en mi casa en ese momento de debilidad, mi empresa sucumbiría y quedaría nuevamente rendida ante él.

Cuando llegue, toque aquella puerta de madera color caoba con total desesperación, mi auto control estaba hecha añicos, escuche unos pasos apresurados dirigiéndose a la puerta del otro lado.

-ya voy, ya voy- decía un tanto obstinada mi amiga antes de abrir por fin la puerta- kagome, ¿qué haces aquí?- dijo mientras me dirigía una breve pero inquisidora mirada- ¿Qué pasa, porque estas así?.

- regreso… lo vi… en el parque, no sé si es temporal o si se va a quedar…pero está aquí- al verme tan angustiada me rodeo con uno de sus brazos por el hombro y me invito a pasar.

Ella fue a la cocina y me preparo un té de manzanilla para calmar los nervios, cuando regreso con la taza humeante de aquel delicioso bebedizo se sentó a mi lado y me alcanzo la pequeña taza amarilla lleno de aquel líquido.

-ok, dime desde el inicio… a quien vistes amiga- me dijo ya un tanto preocupada.

-el regreso, inuyasha… por que apareció en este preciso instante. Ya han pasado tres meses desde que no le veía, tres meses y tenía que volver justo cuando yo me entero que estoy embarazada de ese idiota- le dije mientras me paraba con los brazos cruzados mientras caminaba hacia la ventana.

Hacía tres meses que él se había marchado con mi compañera de cuarto, kikyo, me había abandonado por irse con ella. Había quedado devastada, por días no quise comer o salir de mi cuarto. Hasta que me había empezado a sentir mal, con vómitos y mareos, había justificado los síntomas al mal cuidado que le había dado a mi cuerpo desde su partida. Pero con mi amiga nadie podía y me llevo al médico. Donde me dicen que estaba embarazada. No sabía qué hacer, y estaba confundida al inicio, pero luego… fui consciente de la vida que crecía en mí y de la nada me emergió un coraje y un valor increíble para enfrentar mi vida, y sobre todo para afrontar este nuevo reto, ser madre soltera.

-cálmate amiga, eso no te hace bien en tu estado, descuida a lo mejor solo pasaba de visita y ya. A lo mejor ya hasta se volvió a ir. Mira tu tranquilízate y relájate ¿si?- me dijo mientras me obligaba sutilmente a sentarme nuevamente en el sofá.

- ok está bien, tal vez sea como tú dices, a lo mejor ya hasta se fue. Bueno será mejor que vuelva a mi casa, tengo que alimentar a buyo o se enfadara conmigo- dije recordando a mi gordo y peludo amigo gatuno.

- cualquier cosa me repicas e iré a tu lado en un segundo- dijo al despedirse de mi mientras íbamos camino a la puerta de entrada de su casa.

- ok, gracias sango, de verdad no se qué haría sin ti amiga, gracias de verdad- le dije abrazándola- bueno será mejor que me valla ya adiós amiga.

Salí de su casa y tome el taxi hasta mi casa, o mejor dicho piso. Había adquirido ese piso antes de conocer a kikyo, y para no estar sola había decidido alquilar una de las habitaciones, así fue como conocí a kikyo.

Cuando estaba a punto de entrar a mi casa sentí como por atrás me agarraba con fuerza un hombre y me tapaba la boca con una mano para evitar que yo gritara. Estaba muy asustada intente resistirme con mis brazos pero los tomo con mucha fuerza con la otra mano, intentaba resistirme, pero me obligo a entrar a mi apartamento.
Mis lágrimas no me dejaban ver claramente hasta que estuve adentro. Sentí como me tumbaba al piso bruscamente mientras se acercaba a mi oído.

-no grites ni intentes hacer nada estúpido muñeca- me susurro muy lento como para que lo asimilara bien.

-ahora vas a ser buena chica y vas a cooperar o si no tendré que matarte, me entiendes- me dijo mientras besaba una de mis mejillas.

El comenzaba a acariciar mis piernas y yo por dentro solo pensaba en mi bebe, intente resistirme de nuevo y el solo me golpeo brutalmente en el rostro. Tenía miedo de mí y mi bebe, decidí cerrar los ojos y esperar a que todo terminase rápidamente. Poco a poco comencé a perder la conciencia pero estaba lo suficientemente despierta como para saber que alguien había llegado y lo había apartado de mí.

Después de eso todo fue obscuridad completa.

bueno todo tipo de critica constructiva es bien recibida un beso esperen conti cada semana.

 

Re: esperando un sueño InuxKAG

ok chicas aqui la continuacion gracias por sus comentarios y sobretodo por su apoyo.


Capitulo I

Cuando desperté nuevamente, sentí un leve dolor en mi rostro, justo donde me habían golpeado. No falto otra cosa para recordar lo que había ocurrido y terminar de despertarme sobresaltada. Alguien me abrazo de inmediato, no me fije quien era al instante, pues mis lagrimas no me dejaban ver clara mente. Me di cuenta de quién era al escuchar su voz nuevamente.
-Shhh, tranquila, tranquila… todo está bien Kagome… todo está bien- me repetía Inuyasha mientras me abrazaba protectoramente y acariciaba mi cabello.

-¿Qué haces aquí?, ¿dónde estoy?- asustada de que pudiera saber toda la verdad, me separe bruscamente de él, seque mis lagrimas y me puse lo más seria posible.

-No lo recuerdas ¿verdad?, anoche fui a tu casa, quería verte y encontré a un imbécil haciéndote daño, así que lo golpee hasta cansarme pero este escapo. Luego cuando regrese a tu lado te vi inconsciente en el piso y muy maltrecha y pues te traje lo más rápido posible al hospital- me contaba lentamente mientras me miraba directamente a los ojos.

Mientras lo hacía pude ver una punzada de dolor en su rostro, quise preguntar el porqué, pero no me atrevía a hacerlo por miedo a que de algún modo me dijera que sabia la verdad que ocultaba.

-Entonces eras tú el que me salvo… gracias…- desvié la mirada hacia mi vientre.

-Descuida, antes de que despertaras hable con el médico, dice que al parecer llegue justo a tiempo… para evitar doble desgracia- finalizo con una mueca burlona.
Vi como se levanto de mi lado para ir hacia la ventana de mi habitación, como se cruzaba las manos detrás de la espalda… ese gesto solía hacerlo cuando estaba muy pensativo… se giro un poco hacia donde yo estaba.

-tu bebe está bien- puntualizo viéndome para cerciorarse de mi reacción.
No sabía que decir o hacer, solo me lleve inconscientemente una mano al vientre y de repente unas nauseas terribles invadieron mi cuerpo, lo que me hiso correr directamente al baño de aquella habitación. Sé que el pudo darse cuenta de ello, porque lo vi corriendo justo a mi lado.

-Que ocurre ¿t e encuentras bien?, ¿quieres que llame al médico?- dijo mientras se volteaba para ir a llamarlo. Yo le agarre de la manga para evitarlo.

-No…no hace falta… estoy bien, esto es algo muy natural en mi estado descuida- finalice mientras me incorporaba con ayuda de él.

- Ok entiendo- me dijo mientras me ayudaba a volver a la cama –recuéstate debes descansar, Kagome dime… ¿te molesta si te hago una pregunta?- dijo cauteloso esperando mi reacción y mi respuesta.
Yo sabía lo que venía a continuación… lo que preguntaría quizás sería el tiempo de embarazo o tal vez el nombre del padre. Sentía como mi mundo se venía abajo, pero que mas daba de igual modo se enteraría luego de toda la verdad.

-no… adelante Inuyasha- le dije con algo de miedo.

-¿Cuánto tiempo de embarazo tienes?- finalizo mirándome a los ojos.
Me quede por unos minutos en silencio, tenía miedo de su reacción, pero era lo mejor… el tendría que saber la verdad… pero que mas daba yo sería madre soltera y este bebe seria solo mío, el seria solo el donante de esperma mas nada.

-tres meses… dentro de poco cumpliré los cuatro- vi como sus ojos expresaban gran sorpresa, sabía que él estaba sacando cuentas del tiempo que había pasado.

- Y…¿Quién es el padre?- pregunto con temor en sus palabras.

-Ja… que mas da el se fue con otra hace tres meses… sin mirar para atrás para ver como dejaba las cosas… lo importante es que mi bebe está bien y que es solo mío, yo sola puedo criarle sin su ayuda- dije con furia en mis palabras y con ironía en cada una de ellas.

- Kagome… yo no- dijo sorprendido.

-Mira sabes que, te agradezco el habernos salvado, tanto a mí y a mi bebe… pero no es necesario el que estés aquí ahora así que te puedes ir- le respondí sin darle tiempo de seguir su oración.

- No, yo no sabía nada de esto… ¿crees que si lo hubiera sabido te hubiese dejado sola?... este también es mi bebe- dijo molesto, pero sin gritarme.

-No, no lo es mío solamente… por qué no haces un favor y te vas con la zorra de…. Tu mujercita- inquirí suavemente.

Vi dolor en sus ojos, y yo le esquive, estaba muy molesta y para terminar las cosas había una gran tención entre los dos en ese momento. En ese momento alguien había toca do la puesta, y la habría. Era el doctor seguido de las enfermeras, quienes traían una silla de ruedas hasta mi.

-Bien, me alegro de que ya este consiente señora Kagome- me dijo amablemente aquel doctor- le agradecería si se sentara en la silla, vamos a ir al cuarto de ecosonogramas a ver cono se encuentra su bebe, si quiere su esposo puede acompañarnos- finalizo mirando a Inuyasha.

-No el no…- quise decir que no era mi esposo ni nada por el estilo, pero me vi interrumpida por él.

-Claro con gusto, muero de ganas por verle- dijo sonriéndole al doctor.
Yo no dije nada al respecto y solo me monte en la silla de ruedas, la verdad no tenía ganas de seguir peleando, y mucho menos por qué sabía que eso solo le hacía daño a mi bebe. Me llevaron hasta un ascensor y la enfermera marco el segundo piso. Imagino que mi habitación estaría en el primero porque la puerta se abrió rápidamente. Luego me llevo hasta una habitación donde me hicieron subir la camisa que llevaba puesta e inundaron de un frio gel mi vientre. La verdad me sentía incomoda al descubrir mi vientre en presencia de del.

-Ok veamos cómo se encuentra todo- dijo el médico mientras ponía una cosa en mi vientre y le apretaba un poco, pronto se empezaron a escuchar unos latidos en los altavoces- ok este es el sonido de tu corazón Kagome… ¿cuánto tiempo tienes? – pregunto el señor mientras veía concentrado el monitor.

- Tres meses… dentro de poco cumpliré cuatro- dije rápidamente. De repente se comenzó a escuchar unos pequeños y apresurados latidos en el altavoz.

- Ok bien… este es el sonido del corazón de tu bebe… es muy fuerte y saludable- dijo con una gran sonrisa en su rostro.

Yo no podía creer lo que escuchaba, era primera vez que lo hacía. El eco que me había hecho anterior mente había sido muy temprano como para poder percibir sus latidos. No pude evitar que unas lágrimas se escaparan de mis ojos… y tampoco pude evitar ver donde estaba Inuyasha, quería ver su expresión y al igual que yo él me miraba con una gran sonrisa en su rostro.

-Ok, este ser diminuto aquí es tu bebe, tiene buen tamaño por lo que se ve, y también anda muy enérgico- decía el doctor mientras me mostraba a mi bebe.

Luego de eso el doctor me peso y me dijo que debía aumentar un poco mas de peso, pero que del resto todo estaba perfectamente. Acto seguido me dejo ir a mi casa pero con la condición de que reposara y no tuviera ningún tipo de emociones fuertes, ni hiciera ninguna fuerza. Inuyasha fue quien me llevo a mi casa, muy a pesar de mis comentarios. Nuevamente había una fuerte tención entre nosotros, que si tuviese unas tijeras en la mano, con solo un roce re cortaría. No hablamos en todo el camino, y él me subió hasta mi casa, no sin antes cerciorarse que todo estaba bien y que no había nadie, también tomo el teléfono y llamo a un cerrajero, mando a cambiar la cerradura y todo sin mi permiso.

-Ok ya es suficiente, ¿ te puedes ir de mi casa?, porque sinceramente no tengo ganas de lidiar contigo hoy- le dije haciendo énfasis en mi casa.

- Kagome ya hablamos de esto es mi bebe, por lo tanto también tengo derecho a ver por su bienestar y por el tuyo- dijo el ya fastidiado de repetirme eso a cada rato.

-Ok ahora si vas a ver a por mí bienestar… solo dime una cosa pensaste en mi cuando te fuiste con ella… no, no, no mejor aun, ¿pensaste en mi?, ¿en lo que yo sentía por ti cuando te revolcaste con ella?- Dije con dolor en mis palabras, y gracias a las hormonas del embarazo no pude contener mis lagrimas, que ahora corrían como cataratas desde mis ojos.

-Oye, no llores si, perdón, no fue mi intención hacerte llorar… maldición deja de llorar Kagome- decía mientras me abrazaba consolándome.


ok chicas esto es todo lo que les traigo de momento.

 

Re: esperando un sueño InuxKAG

gracias por su apoyo aqui les dejo la continuacion de la historia por el dia de hoy.

perdonen que sea tan corta, y espero la disfruten.


A pesar de mis intentos de hacer que me dejara de abrazar, no pude lograrlo, y a la final decidí dejar que lo hiciera… me permití disfrutar de su consuelo y sus mimos por un momento… después de todo soñar no me haría daño, ¿o sí?.

Termine quedándome dormida en sus brazos, y el, que ya sabía donde quedaba mi cuarto, me llevo en dormida en brazos y me deposito en mi suave cama con ternura y delicadeza. Yo, mas dormida que despierta, no le permití levantarse de mi lado y le obligue a quedarse a mi lado; y el así lo hiso.


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La noche estaba muy oscura en aquel bosque, la verdad no sabía dónde me encontraba en ese momento, y si era sincera conmigo misma, era lo menos que me importaba… solo quería escapar lo antes posible de ahí… corría con todas mis fuerzas y mientras lo hacía solo podía interponer mis manos un poco entre mi rostro y las ramas para no lastimarme más.

El cada vez se acercaba mas a mí, y yo temía por mi vida y por la de mi bebe, no sé cómo había logrado escapar de el, y la verdad eso era de menor importancia, solo quería escapar de su alcance, alejarme lo más posible de él. Pero no vi por donde corría y tropecé con una rama y caí, intento levantarme pero no puedo me lastime el pie. Asi que intento arrastrarme hasta el interior de un árbol, los bichos eran lo menos que me importaba… le escucho parar de correr, y yo por mi parte me pongo una mano en la boca para evitar gritar en ese momento… le veo por un agujero, voltea a todos lados buscando pistas de mi, y en un falso movimiento que hago mi mano hace crujir a una rama en el suelo, el lo escucha y se acerca un poco más a donde estoy yo.

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-Kagome, Kagome… despierta pequeña… despierta- decía una voz a lo lejos.

-¡NOOOOOOOO!- Grite yo asustada por aquella horrible pesadilla.

Inuyasha me abrazaba de una manera protectora y yo no paraba de llorar mientras posaba mis manos en mi vientre. Tenía miedo, mucho pavor de que aquello llegase a ocurrir.

-Fue horrible, el… el…- decía yo entre gimoteos- quería hacerme daño… quería lastimar a mi bebe…- explicaba a mi preocupado interlocutor- y yo estaba sola…. Y… y gritaba… nadie me escuchaba… el solo se reía, el dolor era muy fuerte- decía yo muy consternada por aquel mal sueño.

- Shhhhh… tranquila, yo estoy aquí, no dejare que te ocurra nada malo… yo te cuidare, no dejare que nadie te lastime ni a ti ni a nuestro bebe- me decía mientras acariciaba mi perlado rostro y me besaba la coronilla de mi cuero cabelludo.
- Inu… no quiero estar sola, tengo miedo, no me dejes sola… por favor, por favor- suplicaba aun con lagrimasen los ojos.

Ya era tarde para retractar mis palabras, y a decir verdad tenerle cerca me tranquilizaba de gran manera y cuando le escuche decirme “no te dejare sola nunca”, mi corazón salto de felicidad de gran manera.


Capítulo II aprendiendo a convivir


Ya había pasado un mes y medio desde aquella horrible pesadilla, y él había cumplido su palabra, nunca me dejaba sola, él y su nana Kaede se habían mudado a mi departamento, siempre estaba acompañada por Inuyasha y cuando él se iba a trabajar era la nana Kaede quien me cuidaba.

A decir verdad, el tenerlo en mi casa era algo incomodo, pero también era algo maravilloso. Siempre buscaba la manera de complacerme y consentirme, y en más de una ocasión intentaba hacerme flaquear en mi decisión de no tener nada con él.

Es decir, seamos sinceros, un matrimonio donde no hay amor ¡no era la mejor solución del mundo!, solo tenían que ver a mis padres, se casaron por el dinero… buscando una manera de unir sus compañías y así tener una mayor fortuna. Y mi pobre madre había sufrido de manera increíble con cada uno de los romances de papa. Mi hermano Hojo y yo solo podíamos ver aquel espectáculo desde lejos y luego consolar a mama, pero el día que nunca olvidare fue cuando descubrimos que teníamos un hermano pequeño de unos tres años, y como mi mama, a pesar del engaño de mi padre, le acogió con gran ternura cuando se entero de que este no tenía a nadie que cuidara de él.

A pesar de nuestro recelo ella nos hiso quererlo como el hermano menor que era y cuidarle siempre. Todos crecimos teniendo buenos ejemplos de ella, y cuando cumplí los 15 años de edad, nos enteramos de que mi madre estaba muy enferma… tenía cáncer y ya no había nada que hacer… intentamos ser valientes por ella, y no llorar en ningún momento, pasamos cada segundo a su lado haciéndola reír, Hojo que era el mayor de los tres cuidaba de mi y de Souta, a quien le había afectado mas todo aquello, y una tarde cuando estábamos en la escuela, nos llamaron a la dirección donde nos dijeron que ella había muerto.

A pesar de nuestro dolor, estábamos felices, porque ella ya no sufriría más. Nos costó mucho hacer que Sota volviera ser el de antes… y mi padre pues se caso de nuevo con una chica que podría ser de mi edad.

Por ello me reusaba a casarme con él, de nada servía si a la final mi bebe y yo sufriríamos por esa decisión.

eso es todo de moento.

 

Re: esperando un sueño InuxKAG

gracias por sus comentarios y su apoyo. cualquier critica constructiba que me ayude a mejorar mi manera de redactar es bien recibida. bueno sin mas que decir aqui les dejo la continuacion espero la disfruten.


Recuerdo un día, cuando estaba en la sala viendo televisión en casa sola (a decir verdad era la primera vez que estaba sola por unas cuantas horas), escuche sonar el timbre de la puerta con algo de insistencia, me asome cautelosamente a ver de quien se trataba. La verdad no me esperaba que fuera ella, no podía creer que se atreviera a ir hasta mi casa después de tanto tiempo y después de lo que me había hecho. Había decidido hacer como si no estuviera en casa.

Luego de unas horas el timbre dejo de sonar y yo me quede dormida en el sofá. Sentí que alguien abría la puerta y suavemente se acercaba a mi lado. Su mano fuerte y viril acariciaba sutilmente mi cabello y pude sentir como sus labios tocaban dulcemente mi frente, decidí hacerme la dormida, solo para disfrutar de esa sensación que me provocaba unos minutos más. Decisión que reafirme al sentir como me hacia arre costar mi cabeza en sus piernas para seguir mimándome cómodamente.

En mi interior había una lucha entre mi corazón y la razón, la verdad le seguía amando y una parte de mi quería ceder ante sus encantos y volverlo a intentar; pero otra quería que desistiera y se fuera lejos de mi.

No era justo que el siguiera teniendo el mismo control en mi después de lo que me había hecho, no era justo que le siguiese amando después de su traición… pude sentir como las lagrimas me traicionaban y comenzaban a precipitarse de manera suave desde su prisión… maldije interiormente a las hormonas que gobernaban en este momento mi cuerpo. Por todo lloraba.

El se había dado cuenta de mis lágrimas y comenzó a limpiar con su dedo índice su trayectoria.

-No es justo- le dije mientras abría mis ojos y me sentaba a su lado.

-no llores pequeña… que no es justo- me miraba preocupado mientras acariciaba mi mejilla.

-No es justo que a pesar de tu engaño, te quiera a mi lado… no es justo que te siga queriendo- confesé llorando aun más fuerte.

Pude ver cómo habría sus ojos llenos de sorpresa para luego cambiarlos por uno lleno de ternura.

-Ya… ya, cálmate, eso no le hará bien ni al bebe ni a ti- me decía mientras me atraía hacia su pecho.

-Porque volviste, yo estaba bien sin ti… había aprendido a no pensar en ti- le reclame mientras hundía mi rostro en su camisa.

-A decir verdad… yo tampoco sé porque volví - me dijo suavemente - solo quería volver al pasado por unos cuantos segundos, y sin darme cuenta ya estaba recorriendo todos los lugares en los que había estado contigo - escuche una pequeña sonrisa llena de melancolía por parte de él – la verdad es que me sorprendí mucho al verte ese día en el parque… en aquel lugar, y mucho menos verte tan radiante.

-Yo tampoco esperaba verte en ese lugar, a decir verdad creí que nunca más te vería- dije ya controlando un poco mas mis lagrimas.

-Si lo sé, recuerdo la expresión que pusiste. Por un momento creí que te desmallarías de lo pálida que estabas- confeso divertido – Kagome, por favor, solo dame una oportunidad, solo déjame demostrarte que te quiero- me decía mientras tomaba mi rostro entre sus manos – no me separes de ti princesa – me decía acercándose peligrosamente a mis labios.

Por suerte antes de que pudiera besarme y de que yo quedara sumergida en su encanto nuevamente, llego Kaede. Me separe bruscamente de él y decidí ir al encuentro de a la que ahora también llamaba mi nana.

-Hola mi niña, lamento el retraso… había mucha gente en el supermercado – me dijo dedicándome una sonrisa muy tierna y maternal.

-No importa nana. Pero dime trajiste lo que te pedí – le dije haciendo pequeños saltos en el mismo lugar, como si se tratase de una niña a la que le traen un premio por ser buena chica.

-Si mi niña, aquí lo tengo – dijo extendiéndome aquel dulce, mientras se le caía una carta.

-Nana que es esto – dije mientras me agachaba para recoger aquel sobre blanco – ¿es tuyo? – le pregunte con curiosidad mientras leía el remitente y el destinatario.

“ De: Kikyo Kayamikeda
Para: Inuyasha Taisho”

Una punzada de dolor recorrió mi corazón al ver esos dos nombres ligados en un mismo sobre. Mis lágrimas comenzaban a correr nuevamente mientras veía atentamente los nombres escritos en el sobre.

-¿Que pasa mi niña? – Pregunto preocupada la anciana mujer al verme llorar – estas bien, te duele algo – insistía aun más preocupada al ver que no había respuesta alguna de me.

Vi como él se acercaba rápidamente al ver que no le contestaba a Kaede.

-¿Qué ocurre princesa?, que pasa te sientes mas – dijo intentando abrazarme, a lo cual había respondido con un empujón – ¡kagome, que demonios te pasa, porque me empujas! – dijo molesto por mi reacción.

-Le dijiste verdad. ¡Claro! ¿No podías estar lejos de ella y le dijiste que te quedabas aquí?, como pudiste – vi como su rostro acomodaba una expresión de preocupación y de confusión.

-De que hablas princesa. No entiendo lo que me dices – dijo intentando acercarse nuevamente hacia mí.

-Ya deja de mentirme. Vete de una vez con esa zorra y no vuelvas más me entiendes – finalice mientras le arrojaba la carta a su pecho y me iba a mi cuarto donde me encerré.

No entendía nada, ella no debería saber que Inuyasha se quedaba hay, la verdad nadie lo sabía a excepción sus dos mejores amigos, Sango y Miroku, la anciana Kaede y ella misma. La una explicación que encontraba era que el mismo le había dicho. La verdad me dolía aquello, saber que ella le buscaba hasta mi propia casa. Pero sobretodo me dolía las mentiras de aquel hombre de mirada ambarina.