Well, no puedo evitarlo. Cielo Nocturno ha consumido mi vida (?) Vengo con otra cosa que no tiene ubicación segura en la línea temporal. Nuevamente es algo que necesitaba plasmar sí o sí y que tendría más sentido si se conoce al menos un poco de la historia y sus personajes. Me disculpo por errores, son las 3 AM. Espera Parece que algo en mi configuración me obliga a esperar, como si el resultado fuese a cambiar. ¿Cuántos años llevo esperando personas? Unos, dos, tres, cuatro, por aquel remedo de cuervo. Aún siento el gusto de su sangre en la boca. Lo dejé por ese maldito can, creyendo que me liberaría. Más uno y medio, meses más meses menos, por el maldito lobo. Aún siento sus dientes en mi yugular y la calidez de mi propia sangre. Aún veo las cicatrices que me provocó y las que me provoqué. Uno y medio, casi dos, por Hidra. ¿Cuánto tiempo me harás esperar? No. ¿Qué tanto estoy dispuesta a esperar por ti, maldita criatura arisca? Siento su calidez rodearme. La siento en el pecho, porque llevo colgando su corazón como un brillante dije, pero nada más. No hay más para mí, porque no me abre sus puertas completamente. ¿Por qué no me dejas entrar? Siete años he esperado personas. Siete. Siete años que pasarán a ser ocho. Ocho y medio. ¿Nueve? Si esta espera no lleva a ninguna parte, no querré volver a verte, Hidra. Nunca más. Calaste hasta la última fibra de este estúpido corazón de cuervo, o de colibrí, según hayas aprendido a verlo. Si esta espera no tiene el resultado que creí que tendría, no podré verte sin sentir dolor y eso no estoy dispuesta a soportarlo. He sentido suficiente dolor por Sirius como para sentirlo por Cor Hydrae, sin que haya alcanzado el mismo terreno. Es egoísta, ¿no te parece? Porque mis sentimientos nunca te hicieron desechar nuestra relación, pero los tuyos… ¿Me harían desecharla? ¿Nueve? ¿Es ese mi límite? Sí, creo que sí. El reloj avanza y la poderosa atracción empieza a perder fuerza. Si es que llegas, comienzas a correr el riesgo de que sea demasiado tarde. Exageradamente tarde. No quiero presionarte, es lo que menos desearía hacer. No quiero incomodarte ni empujarte a hacer nada de lo que no te sientas seguro, pero… no sé cuánto podré aguantar. Nueve. Eso es todo. Poco más de seis meses, ese es el tiempo que te queda. Cuando decida lanzar esto por la borda no habrá marcha atrás. Supongo que habrá sido mi culpa. ¿Por qué? No lo sé. Tengo las emociones a flor de piel y las tuyas a veces están en la superficie, mientras otras veces son inalcanzables. Intentaste adaptarte, ¿no es así? He notado tu esfuerzo por encajar con mi evasiva personalidad, que contigo es capaz de llegar al polo opuesto, pero no das el paso definitivo. Me he cansado de caminar sobre bases falseadas, cariño.
