One-shot Espejos [Laila&Noah]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Zireael, 7 Junio 2019.

  1.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    27 Agosto 2011
    Mensajes:
    9,995
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Espejos [Laila&Noah]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1690
    Nota importante: Cuando empecé a escribir esto no había pasado la wea en la oficina de Agnes y el dark Noah no había aparecido. Así que este es una suerte de What If? donde no pasó lo de Agnes (yet, maybe).

    Etiqueto la dama que nos trajo a este bebé para hacerlo sufrir satellite
    Y dejo la canción que me pasó Kurone, porque le recordaba a Laila, plus otra que me gustó por el ritmo que sentí calzaba bastante con la escena general:











    Espejos





    El chirrido metálico, la sangre, los gritos. Estaba repitiéndolo todo de nuevo, ¿no era así?

    La jaula se cerraba sobre ella, aplastándole los pulmones, ahogándola y haciéndola revivir aquella terrible batalla. Había vuelto a hacerse la coleta alta, la que había adoptado gracias a la bruja en esas situaciones desde lo ocurrido en Joker.

    Volvió a chocar sus guadañas contra los barrotes de la jaula, como había hecho entonces en medio de la discusión estúpida con Galen. Se sentía como un ave encerrada y es que eso era.

    Vio como en las manos del muchacho se formaban dos guadañas idénticas a las suyas.

    —¿Otro más? No. —Se corrigió a sí misma, frunciendo el ceño sin separar la vista del joven frente a él—. También eres un imitador.

    Esa Laila ya no existe.

    —Laila. —El chico frente a ella parecía al borde de un colapso, ni siquiera entendía cómo era capaz de hablarle—. Lo siento, pero debo volver.


    ¿Volver? ¿Después de lo que había visto días atrás pensaba que tenía posibilidades?

    Rió con sorna. Había caído desmayada una vez porque se trataba de su persona, de su halcón, de Shawn, pero ahora no tenía tiempo para juegos.

    Ella debía volver.

    Tomó posición, adelantando el brazo derecho y lanzó el primer corte directo hacia el pecho. Sorprendentemente el joven logró interceptarlo, desviando la guadaña ajena de trayectoria. No se dio tiempo siquiera de recuperar la postura y lanzó un nuevo corte hacia atrás, acertando en su objetivo. Profundizó la herida como quien escarba en la tierra, arrancándole un grito de dolor que le atravesó el cerebro como un dardo. A través del flequillo clavó sus ojos opacos, desconocidos, en el chico, aquel que le había brindado su mano en el autobús y cuando Shawn fue elegido por la ruleta.

    ¿Cómo Shawn se atrevía a decir que no había sido transformada en un demonio?

    —Perdona, Noah —murmuró, retirando el filo del arma de su piel y retrocediendo—, pero esta vez debo volver con los órganos que me quedan.

    La niña debe admirarte mucho ahora.

    Oh no, cielo. Aquí no hay nada que admirar, ¿lo entiendes al fin?

    Briggs le regresó un ataque descuidado, carente de técnica. La chica lo repelió con un solo golpe, haciendo que el filo ajeno chocara contra el suelo. Antes de dejarla reaccionar, había lanzado el segundo, que de alguna forma le alcanzó la pierna, abriéndole la piel.

    La sangre volvió a brotar.

    Nada que no pudiese manejar.

    —Necesito volver con Cathy.

    Su voz fue un tenue murmuro y una parte, en lo más recóndito de sí misma en ese momento, deseó terminar aquello, envolver al chico entre sus brazos y llevarlo con la castaña. Sin embargo, su cuerpo hizo todo lo contrario y se abalanzó sobre él de nuevo, con la guadaña por delante.

    Un paso en falso, eso fue todo, un paso en falso que lo hizo trastabillar y recibir parte del daño en un costado. La sangre comenzó a brotar despacio a través del agujero de su camisa.

    —Volverás. —Retomó su posición y limpió el filo de la guadaña en su ropa—. Aunque lamento decirte que te va a faltar algo cuando lo hagas. No dejaré que Shawn tenga que ver cómo me arrancan pedazos nuevamente.

    Si hacía las cosas bien no importaría que el joven le sacara prácticamente treinta centímetros de altura. Sus reflejos en batalla habían mejorado por culpa de esa maldita jaula, de esa pesadilla. Lanzó un nuevo ataque, que acertó en el brazo del chico, quitándole balance, e inmediatamente después con un movimiento fluido barrió el piso con su pierna, haciéndolo caer.

    Todo se repetía.

    Aprisionó al muchacho contra el suelo usando el peso de su cuerpo y el filo de su guadaña izquierda, clavada como un enorme chinche en piso.

    El error fue no haber inmovilizado completamente al chico.

    Gritó en cuanto sintió la guadaña del muchacho clavarse en su muslo. Le empujó hacia a un lado, profundizando la herida y la aprisionó contra el suelo, sujetándola del cuello, arrancándole un nuevo grito.

    Alzó la guadaña por encima de su cabeza, como ella había hecho con Shawn, y antes de hacerla descender, se quedó petrificado.

    ¿Qué estaba haciendo?

    Recordó cómo le había ofrecido su mano a Laila en el autobús, cómo ella lo había abrazado en la playa, la calidez de sus delgadas manos a pesar de haber perdido un riñón ese mismo día y la suavidad del beso que había depositado en su mejilla.

    Laila, a quien se había abierto en aquel infierno. Laila, su espejo. Laila, quien usaba el apodo de su Cathy como si fuese su nombre completo.

    La joven de cabello lila sintió las cálidas gotas de agua caer sobre su piel, mientras el agarre alrededor de su cuello se aflojaba. Las lágrimas ajenas fueron lo único que la hizo reaccionar.
    Abrió los ojos cual platos, que pronto se cristalizaron también. Sentía la sangre ardiente brotar del corte en su muslo.

    ¿Por qué? ¿Por qué siempre obligaba a todos a hacer esto?

    ¿Por qué creía que esa era la mejor salida, la que traía menos repercusiones?


    Extendió su mano hacia el rostro del muchacho, limpiando las lágrimas que le humedecían el rostro.

    Noah, en quien había confiado. Noah, su espejo. Noah, quien había estado con ella cuando su mente amenazaba con comerla viva.

    —Lo siento, cariño. —Sintió cómo sus palabras lo hacían dar un respingo y clavar sus ojos en ella.

    El chico se levantó a tropezones, liberándola, y cuando se dio cuenta chocó la espalda contra los barrotes de la jaula. Ella se levantó a duras penas, con el corte del muslo enviándole relámpagos de dolor hasta el cerebro, haciendo que el mundo que tenía al frente parpadeara en blanco y negro.

    Había luchado hasta la inconsciencia con Shawn, ¿qué la detenía de hacer lo mismo con Noah Briggs, el sinsonte? No era más que un pajarillo cantor… y Laila ya había fracturado sus propios huesos luchando con un halcón, ¿por qué no podía destruir cada hueso del sinsonte solo rompiéndole las alas y dejándolo caer desde lo alto después?

    Su vista se deslizó hacia la gradería, pasó por Agnes, por Maxwell y el nuevo pájaro, por Aimi y Galen, Connie y Alice, hasta que finalmente se detuvo en Shawn y Cathy. Cada uno presa de su propio dolor.

    Shawn y Cathy.

    Su Shawn y su Cathy.

    Shawn era todo lo que tenía.

    Error.

    Regresó la vista empañada al chico en el otro extremo de la jaula, cuyo pecho subía y bajaba rápidamente.
    No podía hacerlo porque Noah era una versión muy convincente de sí misma, una que dentro de aquella maldita prisión se había abierto paso hasta tomar asiento dentro de su corazón.

    Y de repente se odió por ello. ¿Qué clase de estúpida era para haberse aferrado a la calidez del sinsonte?

    No tenía tiempo para eso. Tomó impulso de nuevo, a pesar de la sangre que brotaba sin descanso de su herida abierta y se lanzó sobre el muchacho, quien volvió a repeler su ataque, desviando el filo de trayectoria y haciendo que este chocara con los barrotes de la jaula, a centímetros de su rostro.

    No le dio tiempo de apartarse, la sujetó por la muñeca y la atrajo hacia sí, aferrándose con fuerza a su cuerpo, que de repente le resultó tan pequeño entre sus brazos. Las guadañas sobresalían en dirección opuesta.

    Si hubiera querido lastimarla, lo hubiese hecho… pero no.

    Sintió como estampaba un suave beso sobre su mejilla, como ella había hecho en la playa. Las lágrimas le resbalaron, gruesas, por el rostro e intentó librarse de su agarre, desesperada, pero él no se lo permitiría.

    —Regresa con él, Laila. —Sintió su aliento cálido en su oído cuando le susurró aquello.

    Por primera vez, el mundo de Noah no estaba girando sobre él y Cathy, por primera vez estuvo dispuesto a sacrificarse por alguien más… porque era incapaz de atacar a esa versión de sí mismo.

    No, no, no.

    Basta.


    —Suéltame. —Su voz sonaba ahogada por el llanto—. ¡Suéltame de una vez! No me obligues… ¡No me obligues a romper los huesos de alguien que se negó a dar pelea!

    Lo sintió aferrarse aún con más fuerza a ella, separando su cuerpo por fin de los barrotes de la jaula, inmovilizándola a pesar de que sollozaba como una niña.

    —Sé una buena chica, Laila, y haz lo que te digo.

    —Déjame ir. Déjame ir. Déjame ir. —Estaba fuera de sí nuevamente. Guardó silencio por lo que le parecieron minutos—. La buena chica ya no existe… así como tu antigua versión agoniza. No me hagas ser quien acabe con su miseria.

    —Estaremos a mano si a cada uno nos falta una parte, ¿no? —Se aferró con aún más fuerza a su amiga, sabiendo por fin que si le daba la oportunidad de escapar se esforzaría a repetir todo hasta volver a caer inconsciente por cuenta propia—. No matarás nada, todo lo contrario, lo mantienes vivo.

    Cientos de grietas en direcciones erráticas se esparcieron sobre su corazón. Levantó el filo de su guadaña y cuando lo dejó caer, otro grito le rasgó la garganta.

    Gotas oscuras, el suelo empapado del líquido granate, el dolor. El filo del arma de Laila los había atravesado a ambos.

    Estúpida niña terca.

    Los gritos del albino y la castaña desde la gradería hicieron vibrar los barrotes que mantenían encerradas a ambas aves.
     
    • Sad Sad x 4
    • Fangirl Fangirl x 1
  2.  
    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    14 Junio 2014
    Mensajes:
    3,879
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Aquí es donde me falta un paquete de papitas.

    Me encantó, la narración, la situación, la amistad entre ellos reflejada en dicotomía. Pobre Noah, pobre Laila. Ya imagino a Shawn y Catherine viendo esa batalla con el vacío horripilante en el estómago, mientras odian a Agnes internamente por razones muy similares. Me pregunto si se llegará a dar este encuentro, o quiénes serán los próximos en estar entre los barrotes. Qué cosas, jaja.



     
    • Fangirl Fangirl x 3
  3.  
    Ceci

    Ceci Usuario VIP

    Cáncer
    Miembro desde:
    18 Mayo 2015
    Mensajes:
    744
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    PAREN TODO PAREN EL ROL QUE ME QUIERO SALIR YA NO PUEDO MÁS ;-;

    Lo peor de todo es que cuando leía a mi niño diciendo que tenía que volver a Cathy, sé que lo hizo porque sentía que tenía que decirlo en voz baja para convencerse de ello, porque lo veo que desde un principio sabría que no tendría estómago para lastimar a laila ;-; NO LO TIENE OK MI NIÑO ES BUENO Y DARK NOAH O SINSONTE O COMO SE QUIERA LLAMAR EL BATO NO ESTARÁ AHÍ SIEMPRE HOY SALIÓ POR UNA CUESTIÓN MUY ESPECIAL ;-;

    Ay, muero diario con Noah y Cathy pero muero prácticamente lo mismo cuando se trata de Laila y Shawn y de Laila y Noah ;-; No sé hasta dónde podrían llegar Cathy y Shawn, pero lo que son estos dos... estos nacieron para ser amigos, eso lo tengo grabado a fuego ;-; Necesito que Laila le ablande el corazón de piedra que tiene mi niño, que le enseñe que el mundo puede ser buenito más allá de Cathy, pero maldita Agnes, no lo podía dejar pasar ;-;

    Te quedó precioso, Yáahl de mi corazón ;-; Ahora me inspiraste a escribir MÁSPINCHEANGST de ellos. Volveré pronto con más no bien me deje la uni ;-;

    Muchas gracias por escribir esto♥♥♥ Fue tan hermoso como triste <3
     
    • Adorable Adorable x 2
    • Fangirl Fangirl x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso