Escasez de humanidad

Escasez de humanidad

Le coloque la etiqueta de one-shot porque sobrepasa las 500 palabras aunque igual sigue siendo bastante corto, no se me dan las cosas largas. Siento que está algo contradictorio, la historia no me convence mucho.

Escasez de humanidad ​

Levantas con cuidado el portarretratos de la mesa y te recuestas en la cama para admirar con calma la fotografía que ahora se encuentra en tus manos. La imagen está compuesta por dos jóvenes sentadas una al lado de la otra en el banco de una vieja plaza; fue tomada de noche por lo que el solitario parque que se observa en segundo plano se muestra bastante oscuro e incluso algo aterrador. A pesar de estos detalles – la inevitable oscuridad que presenta centenares de escenarios desfavorables y el hecho de que su única compañía sean ellas y el o la portadora de la cámara – ambas muchachas portan con orgullo unas radiantes sonrisas de felicidad grabadas en el rostro.

Te preguntas con recelo si ellas en ese momento habrán sonreído por el simple hecho de ser una foto o si tendrían verdaderos motivos para hacerlo; suspiras y te das cuenta que tu duda es algo absurda ya que hace poco tiempo atrás tú también eras capaz de sonreír por trivialidades, antes de que el mundo te hiciera abrir los ojos con eso que la gente suele llamar “lecciones de vida”. Realmente no recuerdas cuando fue la última vez que una sonrisa sincera se dibujó en tus labios o cuando empezaste a reír por obligación y no por puro gozo. Nunca has dejado de sonreir o reír, pero solo porque aprendiste por las malas que si les das a los demás una sonrisa de simpatía – puede ser fingida, hoy en día eso no importa – te aceptarán con más facilidad y te permitirán estar con ellos.

Parece ser que alguna mano sagrada y desconocida escribió un tácito protocolo para las conversaciones cotidianas que todos siguen al pie de la letra, se saludarán y luego te van a preguntar cómo te encuentras y debes responder: “Estoy bien ¿Y tú?” aunque sea mentira, porque el mundo, ni nadie, está preparado para escuchar otra respuesta. Debes decir que estás bien aunque por dentro te estés pudriendo en todo el sentido de la palabra; muriendo como esa rosa que se marchitó sin nunca haber sido admirada o el libro lleno de polvo que nadie ha leído y está olvidado en el estante.

No importa cuando sufras o cuantas dificultades tengas, debes guardarlas con llave y no contárselas a nadie más que a ti mismo ya que se supone que solo tú puedes solucionar tus problemas aunque esa sea una vil mentira, lo que sucede es que los seres humanos estamos muy ocupados hundiéndonos en nuestra propia miseria como para aliviar el dolor de los demás. Si las personas empezaran a darse cuentas que no son las únicas que sufren y que desgraciadamente hay algunas que la pasan mucho peor, la existencia de todos sería mucho más fácil, se detendría la decadencia de los valores y la ética. Pero lo peor de todo es que muchos no van a mover un solo dedo para cambiar nada de lo que está sucediendo.

En la vida te pasarán cosas malas y cosas buenas, alguna vez pensarás que todo lo malo te pasa a ti y todo se te derrumbará, pero será pasajero y lo importante es que te vuelvas a levantar y siguas luchando. Porque sea lo que sea que hagas o dejes de hacer, en algún momento la vida te pasará factura y ahí sí va a ser demasiado tarde.