Es una promesa (NaruSaku)

Resumen: El clan Haruno dedica una iniciación a sus hijas al cumplir los 5 años, pero la de cierta pelirosa será un tanto diferente...

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Título: Es una promesa
Autor: Aki-chan (NS: Aki_blossom, y en fanfiction: tinny lizard)
Genero: el principio tratará sobre amistad despues se convertira en romance.
Público: +13 (de momento lo pongo así)
Publicaciones: aquí, narusaku.foros.ws y en fanfiction.net
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Prologo (o introducción)

Era una noche clara, sin nubes y con luna nueva. Se apreciaba la belleza de las estrellas en su totalidad.

Una calida brisa meció mis cortos cabellos rosados, si, rosados, un extraño y exótico color del que me siento orgullosa.

Estaba en mi habitación de la mansión del clan Haruno. Hoy es 27 de marzo, mi cumpleaños será dentro de 13 minutos exactos, y tengo que asistir al templo de la mansión antes de la media noche para que me inicien.

Casi es la hora así que me puse el precioso kimono blanco con largas mangas de seda blanca, con un obi rosa, un sencillo pero hermoso kimono para la iniciación de las Haruno, era tapado con una fina tela transparente que cubría desde mi cabeza hasta mis talones, dejando ver poco mas que mis ojos jades y mis rosados mechones rebeldes que peleaban por bailar con la primaveral brisa.

Ahora solo quedaban unos 6 minutos para que dieran las doce y tenía que ser puntual, en mi familia el rito de iniciación de las Haruno es la cosa más importante, ya que desde ese día te dejan salir de la mansión y te explican en que consiste ser una Haruno, porque yo, hoy, solo tengo el apellido Haruno pero después de media noche cuando ya haya sido iniciada seré una Haruno que merezca su apellido, seré Sakura, una Haruno de cinco años.

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Ya lo sé es muy corto, pero sino entraba en el primer capitulo, y no quiero esto.
espero que les haya gustado!!!

 

Capítulo 1

Leyendas, mi iniciación

...Seré Sakura, una Haruno de cinco años.

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Llegué al templo familiar, que estaba al medio de cerezos en flor realmente hermosos, en una pequeña islita rodeada por agua con unas juguetonas luciérnagas revoloteando por encima, con un puentecillo para llegar a las puertas del templo. La visión era hermosa.

De repente me puse nerviosa, y recordé que tenía que llegar rápido, ya casi era la hora.

Vi a una mujer hermosa de apenas 26 años con un bello kimono color azul, con lotos blancos, la mujer tenia el cabello color avellana y los ojos con forma almendrada de un color miel que le daban un toque juguetón a su silueta madura, era Ume Haruno, mi madre, nunca la había visto tan hermosa.

Cuando me vio me sonrió y se giró hacia las puertas del templo, las abrió con elegancia y me hizo entrar a dentro de él.
Una brisa me llevó el aroma a incienso y a viejo del templo, inundó mis fosas nasales mientras caminaba hacia él, poniéndome todavía más nerviosa.

Crucé con las puertas del viejo templo manteniendo mi mirada curiosa fija en un tapiz que había en la pared con inciensos debajo de el. Era un tapiz muy sencillo, realmente era muy sencillo, pero sinceramente me llamó mucho la atención. Había una rama de cerezo, que atravesaba el tapiz con fondo negro, desde la esquina inferior derecha hasta la superior izquierda, si realmente era extraño, una rama toda colorida con un lazo blanco atado en ella en un fondo negro, muy curioso.

-Mucha oscuridad para un cerezo- pensé frunciendo las cejas intentando comprender el enorme tapiz que yacía en la sala del viejo templo. Según mi madre cada tapiz tiene su significado e historia, y dado que estaba en un templo supongo que este no seria ninguna excepción.

-Sakura- me llamó mi madre- ven siéntate aquí, deprisa falta poco para la media noche.

-Hai- obedecí y rápidamente me senté de rodillas enfrente de mi madre, detrás de ella se veía al enorme tapiz del cerezo.

Entonces se oyeron unas campanas, ya era media noche.

-Sakura, felicidades por tu 5º cumpleaños- se inclinó y me hizo una leve reverencia.

-Arigato Hahaue- Hice lo mismo y me incliné agradeciéndole.

-Entonces Sakura ¿sabes por qué estás aquí?- me preguntó mi madre con cara seria.

-Si hahaue, estoy aquí porque hoy es el día en que hace cinco años nací y como hija de Haruno necesito ser iniciada para merecer mi apellido.- dije con mucha seriedad, a muchos les sorprendería mi madurez, pero los Harunos educaban a sus hijas con dulzura pero a la vez siendo altamente estrictos, aunque no tanto como los Hyuga, dejando así paso a una madurez extraña a una corta edad.

-Entiendo, así ahorraré saliva, jojojojo-dijo mi madre mientras se tapaba la boca con la mano y se reía.

-Mi madre tenia que ser, realmente es la Haruno más rara que he conocido- pensé con una gotita en la cabeza (estilo anime).

-Bueno te explicaré en que consiste la iniciación-dijo volviendo a un rostró serio.

-Insisto vaya bipolaridad, espero no parecerme a ella cuando crezca...- Si hahaue te escucho.

-Pues veras Sakura, antes de nada te explicaré una leyenda, la leyenda de este tapiz- dijo señalando a aquel curioso tapiz- que también es la leyenda detras del apellido Haruno.

-Si- dije intentando aguantar mi increíble curiosidad por aquel tapiz.

-Veras...

Cuenta la leyenda que hace milenios de años, existía un lugar lleno de de cerezos, en aquel tiempo uno de los cerezos, el mas bello y puro dio a nacer una hermosa alma, a la que representaba a una mujer bella con bellas melenas color rosa cerezo. Ella teñía los grandes pastizales con bellas canciones y hermosa música celebrando la eterna primavera que siempre habitaba a aquel hermoso lugar.

Todos ellos eran felices, podían estar con su hermana y ella con sus hermanos los cerezos. Cuidaba a todos los cerezos con mucho cariño y cuidado...

-Se podría decir que era algo así como su guardiana...

... Alejando todo mal de ellos. Pero un día una oscuridad invadió el lugar, la guardiana de los cerezos fue a echar un vistazo, quería hacer algo para alejar esa oscuridad, los cerezos empezaban a marchitarse...

La guardiana se fue hacia la oscuridad para tratar de remediar el problema.

Todo era oscuro, y se oían llantos, la joven se dio cuenta, de que esos llantos eran de la misma oscuridad que se encontraba sumida en una gran tristeza por la gran soledad que sentía.

La oscuridad le explicó que era un demonio, y que todos lo aborrecían.
Entonces el cerezo le hizo una promesa a la oscuridad:
-Yo seré tu amiga, y estaré siempre contigo, a cambio quiero que me des tu amistad y que compartas tu tristeza conmigo.

El demonio no entendía, no podía creer que alguien quisiera su amistad y mucho menos su tristeza:
-¿Por qué querrías tu mi amistad y mi tristeza?-preguntó el demonio.

-Porque quiero ser tu amiga y te quiero quitar aunque solo sea un poco de tu tristeza, pero si no es suficiente, yo te daré mi felicidad.-le dijo con una sonrisa.

-¿Por qué me sonríes?- preguntó el demonio que estaba impresionado por el raro comportamiento de la joven.

-Porque pensé que así, talvez, podría ver una sonrisa en tu rostro.

El demonio después de oír eso dejo de llorar y una sonrisa apareció en su rostro.
-Entonces ¿te quedarás a mi lado?

-Si, para siempre, es una promesa...

-Entonces le ató un lazo blanco a la muñeca del demonio diciéndole a él que le atara el otro en su cuello, formando así un lazo entre sus almas.

-Entonces no me equivocaba este tapiz tiene una historia oculta tras el...
Entonces ¿su significado cual es?- dije apartando la mirada del tapiz.

-El fondo negro significa al demonio, la oscuridad, la rama del cerezo representa la joven que guardaba a los cerezos, y el lazo...

-El vinculo que los une a su promesa, ¿no es así hahaue?

-Así es Sakura. Veo que lo has entendido. –comentó contenta.

-¿Pero que tiene que ver esto con la iniciación hahaue?

-Mucho Sakura, como ya sabrás todas las Haruno se inician cuando cumplen los 5 años de nacidas, pero es diferente con las que tienen el pelo rosado.-continuo explicando, mientras yo la veía con interes al oir lo del pelo rosado, el cual era mi orgullo. –A las de pelo rosado se las entrena para ser la mujer del demonio de la aldea.

Abrí los ojos de golpe, no me lo esperaba.

-¿en verdad existía el demonio?

-Así es Sakura el demonio llamado soledad.

-No entiendo, hahaue.

-Sakura no es el mismo demonio de la leyenda-la miré de forma extraña y ella solo me sonrío, me cogió la tela que cubría mi kimono y me la quito.-A ver, mi niña, esto paso hace casi cinco años en esta villa...

Hace cinco años apareció un zorro que tenía nueve colas. Estas nueve colas podian derrumbar montañas y causar tsunamis.

Para combatir el demonio la gente reunió a todos los shinobis de la villa para así poder vencer al demonio.

Un shinobi valiente fue capaz de sellar el demonio dentro de un niño, pero debido a eso perdió la vida.

Ese shinobi era llamado el cuarto hokage, el Yondaime.

...ese niño lo que casi nadie sabe es que era su propio hijo, ni el mismo niño sabe quien es su padre al igual que tampoco sabe que tiene el demonio encerrado a dentro, su nombre es Naruto, Naruto Uzumaki.

-Hahaue... ¿el demonio no le estará haciendo daño, no?

-No Sakura, el demonio no le ha echo ningún mal, por lo menos no aún, pero mucha gente de la villa le discrimina y le maltrata, tanto aldeanos, niños y shinobis.

Rápidamente fruncí el ceño me puse furiosa, ¿como podían herir a un niño que no tenía la culpa de que recién nacido le sellaran a un demonio dentro sin preguntar?

-Hahaue, ¿por qué hacen esto?- pregunte un poco molesta por enterarme de la injusticia que hacían con eso niño.

-No lo se hija, la gente solo tiene miedo, pero no saben que empeoran las cosas odiándolo...

-Eso es horrible, seguro que a ellos no les agradaría que les hicieran eso- dije olvidando la compostura que debía mantener, realmente me había enfadado.

Mi madre solo sonrío y me dijo:

-Tu iniciación te la explicaré en detalle mañana, pero te diré una cosa, hay dos partes en tu iniciación , en una te entrenaré para que seas una gran kunoichi, y la segunda, tendrás que ganarte la confianza y el cariño de Uzumaki Naruto, ¿entendiste Sakura?

-Si Hahaue, entrenar y convertirme en la amiga de Naruto, aunque eso ya tenía pensado hacerlo.-dije con una sonrisa enorme.

Mi madre solo asintió mientras cogía una pequeña cajita color perla con pétalos de cerezo y piedras jade mientras me la daba.

-Ábrela- me dijo.

Yo la abrí, adentro de ella habían dos cintas.

-Cuando seas su amiga colócale una en la muñeca izquierda y haz que te coloque la otra en tu cuello, y no se te olvide decirle que no se la podrá quitar, ¿entiendes Sakura?

-Si hahaue- dije con una sonrisa mientras hacía una reverencia y me dirigía hacia mis aposentos, mientras oía un:

-Buenas noches Sakura, hasta mañana.

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Y fin del capítulo, espero que les haya gustado,

me fue difícil inventarme una leyenda y realmente creo que es un desastre, pero no sean muy duros, gracias por leer.

 

Capítulo 2


Entre sueños y realidad
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Sueño de Sakura...


Hojas verdes mezcladas con pétalos rosas, probablemente de cerezo, un niño, de espaldas, no le puedo ver el rostro, tiene mi misma edad, el pelo rubio...

Esta rodeado por personas que susurran al viento cosas inentendibles. Dos gotas caen por las mejillas del niño, el pequeño llora...
Su sombra, su sombra tiene nueve colas... Se gira y me mira, tiene los ojos azules, azul zafiro...

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Los rayos de luz se filtraban por el tategu* de mi recamara y poco a poco fueron desvelándome. Se oían un par de pájaros piar afuera en el jardín.
Muy a mi pesar finalicé de abrir con pesadez mis parpados para después estirar mis brazos haciendo calentar mis músculos.

Aparté el kakebuton* puse mis pies en el tatami y me dirigí al closet. Cogí un juban*, un hakama* rojo, un haori* blanco con un círculo rojo en su parte trasera y una toalla. Me dirigí al cuarto de baño. Coloqué la ropa encima de un una mesita y dejé la toalla cerca de la tina.

Giré el grifo y empezó a salir agua caliente, mientras la tina se llenaba me dirigí a un pequeño armario que había allí, cogí unas sales de baño con aroma a cerezo, cerré el grifo del agua y espolvoreé un poco por encima de lo que iba a ser un relajante baño. Después me quité el nemaki*, lo dejé en la cesta de la ropa sucia y me lavé y enjaboné antes de ir a la tina.
Me metí dentro del agua caliente con aroma a cerezos e intenté relajarme un rato, hoy sería un día muy largo.

Hoy es 28 de marzo mi cumpleaños. Tenía todos mis pensamientos enfocados en una sola cosa. ¿Quién es Naruto?¿Es buena persona?¿Nos llevaremos bien? Y otro tanto de preguntas más sobre aquel muchacho al que me había gustado sin conocerlo antes no me dejaba relajarme. Y no ayudaba mucho que en la noche haya soñado una cosa tan extraña, estoy acostumbrada a los sueños premonitorios, ya que los tengo desde que tengo uso de razón, pero el sueño de hoy no entraba en lo que a mi refiere, a un sueño normal. Era el más extraño que había tenido hasta ahora.

-Piensa Sakura, piensa- dije en voz alta mientras me agarraba la cabeza con las dos manos.

-De tanto pensar nos saldrán canas y nos harás viejas.

-Cállate Inner, justo ahora tenías que aparecer ¿no ves que estoy pensando?

-¿no me digas? No paras de repetir: piensa, piensa, piensa y no, no sé que estas pensando.

-no te hagas la sarcástica Inner, en vez de bromear ayúdame, ya sabes que el primer sueño después de la iniciación es importante.

-Si claro, según un viejo y roñoso pergamino lleno de bichos.

-no digas estupideces y analicemos el sueño, sabes que nadie nos podrá ayudar con esto, son las normas. “Uno debe pensar en sus sueños, porque nadie lo podrá ayudar, tu sueñas, tu piensas” es lo que siempre nos dije miko oba-sama.

-Vale, vale, no te enfades, haber, empezamos por el principio, hojas habían hojas.

-Puede ser un bosque... también habían pétalos de flor de cerezo...

-Un niño rodeado de gente...

-Podría ser Konoha, la villa escondida entre las hojas, eso explicaría el porqué de tantas hojas.

-Shannaro, esto es complicado.

-La sombra... nueve colas... ¿estás pensando lo mismo que yo?

-Creo que sí, quizás que sea tú ayuda un poco, ¿no crees?

-Vale déjate de sarcasmos, si lo ponemos junto las hojas, el niño, la sombra con nueve colas y los pétalos de cerezo... El chico de Konoha que mantiene el Kyubi cautivo, pero no se qué significaran los pétalos...

-Pétalos de cerezo, cerezo, sakuras... Nosotras ¡shannaro!

-Es probable.

-Oye no se tu pero yo creo que si continuas dentro del baño, estaremos más arrugadas que una pasa, shannaro.

-Si tienes razón mejor salgo ya, hablar contigo solo me hará volver tan rara como mamá.

-¡Oye shannaro!

Ignoré a mi pesada Inner, agarré la toalla y salí de la tina. Había sido un relajante baño, si no cuentas que mi mente no se ha relajado en ningún momento, y el único que se ha relajado ha sido mi cuerpo.

Me puse el juban* y después el haori* y el hakama* con unos tabi* blancos, sequé mi cabello y me lo amarré en una cinta roja.

Recogí el desorden del baño y me dirigí de nuevo hasta mi cuarto y me miré al espejo.

En el espejo se reflejaba una niña de ahora 5 años, con hebras rosadas recogidas en cinta roja y unos rebeldes mechones que caían por los lados del rostro de la muchacha, acariciando sus mejillas. Unos ojos verde jade, unos labios rosados y un pequeño sonrojo en las mejillas de Sakura al ver que su traje de miko* traía puesto el emblema de su familia, un circulo blanco, que en trajes blancos se representaba rojo, por fin podía llevar el símbolo del clan Haruno, el círculo.

-Sakura, ¿estás lista?- era la voz de mi madre, había venido a buscarme porque hoy acabaría de contarme los detalles de lo que significaba tener ya 5 años en mi familia.

-Hai hahaue.-Abrí la puerta y la vi, hoy llevaba un bonito hômongi* violeta con flores de ciruelo y el escudo del clan en la espalda, un círculo blanco , con un obi* morado. Su cabello la llevaba sin amarrar, solo una pequeña cinta color negro que le servía de diadema.

-Pues vámonos Sakura, te contaré lo que por la noche no pude acabar de explicarte.- Empezó a andar hacia el jardín trasero de la mansión, yo cerré la shoji* y me dirigí a donde mi madre estaba.

Se paró justo en la puerta trasera de la mansión Haruno miró hacia la izquierda, yo también.

Una sirvienta nos dejaba 2 pares de geta*.

-Arigatô-dijimos mi madre y yo a la vez, nos colocamos las sandalias y nos dirigimos al exterior.

-¿Preparada?-pregunto mi madre parada enfrente de esa puerta. Estaba muy emocionada y la cara maliciosa de mi madre por ver que estaba emocionada para salir por primera vez a las calles de Konoha no ayudaba mucho.

-Hai, hahaue, por favor abre ya.- mi madre rio por mi perdida de compostura y abrió la puerta.

Había gente, y la que había se giró a mirarnos, y nos hicieron una leve reverencia a forma de saludo. Me puse nerviosa era la primera vez que veía tanta gente que no fuera de mi clan, y solo pensé en devolver el saludo así que incliné la cabeza e hice lo mismo que mamá, sonreí, aunque lo hice torpemente debido al nerviosismo.

-Sakura-dijo mi madre. Mientras me miraba con vista burlona.

-Sí, ¿hahaue?- pregunte un poco fastidiada con su mirada de burla.

-No te ha ido tan mal, la primera vez que yo salí me puse tan nerviosa que empecé a saludar a toda persona que pasaba por enfrente mientras tu abuela se moría de la risa.

-Eso es algo que solo a ti te podía pasar, hahaue.

-Sí, supongo que es cierto, jojojojo- miré a mi madre con una gotita(estilo anime) en la nuca.

Íbamos caminando por la aldea, y a lo lejos se veía un parque con muchos arboles.

-Hahaue ¿qué es lo que quedaba por explicar?- dije cambiando de tema, esperando que mi madre se recuperara del su pequeño ataque de rareza.

-Oh sí, es cierto. Como ya te dije tu iniciación consistía solamente en explicarte la historia del clan, pero lo más importante es lo que pasará después.-dijo cambiando a un semblante más serio.

-Nuestra madre da miedo, ¡shannaro!

-Mejor cállate que esto es importante.

-¿Y en qué consiste eso, hahaue?

Ella se paró en una banca de piedra que había en el parque, había muchos cerezos. Suspiró.

-Como ya sabrás a las niñas Haruno no se las deja salir hasta los cinco años, justo después de su iniciación, pero la iniciación solo consiste en explicar la leyenda del clan y ya.

En nuestro clan hay muchas normas a tener en cuenta, somos estrictos en la forma de comportarnos, pero sobre todo se aplica a las niñas Haruno, pero todo reside en una norma, aunque más bien es como un lema, la base de todas nuestras tradiciones. Si te fíjas nuestro emblema, el símbolo de los Haruno es un círculo, el círculo representa la igualdad, de todo y todos, el equilibrio en sí.

En el clan Haruno no se discrimina, todos estamos vivos y todos tenemos derecho a vivir, a hablar y a ser escuchados, en nuestro clan no juzgamos sin antes entender el motivo de una persona para hacer lo que hace, sea persona, animal, espíritu o demonio, mientras sea un ser con una vida y con un alma a la que cuidar es nuestro deber ayudar a que encuentre la paz si es necesario. Por eso las instruimos desde pequeñas y no las dejamos salir hasta que saben la leyenda del clan.

Los humanos nacemos egoístas con el mero instinto de supervivencia, y a medida que vamos creciendo y madurando moldeamos nuestros sentimientos para adaptarse con quienes vivimos.

Precisamente por eso se las inicia en el arte del té, la tradición, el Ikebana*, la armonía, shodô*, la concentración, el Hanami* y el tsukimi*, para aprender a observar, y no ver, cualquiera puede ver, no se necesita más que un ojo para ver, pero para observar, hay que aprender a relacionarse con el entorno y los seres vivos que lo rodean, saber qué es lo que tienes que ver y en qué momento, y otras tantas cosas que enseñamos tienen fin en que uno encuentre estabilidad en su corazón.

Si se dejara salir a alguna de ustedes serian tocadas por lo que la gente en la que cree saber pero no sabe, o que actuar sin pensar en las consecuencias de sus actos. Es por eso que se os intenta dejar puros de corazón y equilibrados, antes de dejaros salir, se os explica nuestra leyenda, que es un claro ejemplo de un alma bondadosa a la que no le dio importancia las diferencias entre ella y la alma del demonio.

-Ya veo, todo tiene sentido.- pensé en voz alta, mi madre me vio interrogante para después verme con una sonrisa dulce.

-“Es muy difícil pensar noblemente cuando no se piensa más que para vivir“ o “Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde” nuestros ideales se basan en frases como estas, uno debe de pensar antes en lo que causaran sus actos, y reflexionar en sus errores cometidos, porque como bien sabes...

-...No somos perfectos y errores cometemos.- dijimos al unísono. Nos miramos y estallamos a reír. A veces pasaba, acabábamos las explicaciones de la otra, las dos, juntas, y después nos echábamos a reír.

-Sakura, mañana empezaremos a visitar a los demás clanes de Konoha, iremos a presentarte ante los más importantes y representaras tu respeto hacia ellos, también conoceras a sus hijos, posiblemente a los herederos, Primero iremos a visitar a losHyuga, después al clan Nara, al Yamanaka, el clan Akimichi, el clan Aburame, y también a los Inuzukas... y pasado mañana iremos con el clan Uchiha y a presentarte ante el Sandaime Hokage.- dijo mi madre como si de la lista de la compra se tratara.

-¡¿Pero que le pasa a esta loca?! Como cree que vamos a visitar a más de cinco clanes en un día, shannaro, Sakura mejor vayamos pa’ casa que le ha tocado mucho el sol y le está afectando demasiado.

-Inner no le faltes al respecto a hahaue.

-Defiéndela, pero sabes que tengo razón.

-Eso no es cierto, solo que hahaue es un poco más rara que los demás, y es su forma de ser, así que mejor no critiques.

-Si ya, ni tú te crees lo que acabas de decir, tendremos de hacernos a la idea que tendremos que madrugar, shannaro.

-Entonces tendremos mucho trabajo.- pensé en voz alta.

-Así es Sakura, ya verás que Kimono tan bonito te daré, es el mismo que usé yo en mi presentación ante los clanes, y el mismo que uso tu abuela.- habló mi madre emocionada, si antes tenía dudas ahora han desaparecido, definitivamente, mañana será un día extremadamente largo.

Entonces me acordé de algo.

-Hahaue... ¿puedo preguntarle algo?

-Claro Sakura, te responderé siempre que pueda.

-¿Por qué mencionaste el color de mi pelo en la iniciación, que tiene esto que ver?

-¿Pero qué tiene que ver esto con la iniciación hahaue?

-Mucho Sakura, como ya sabrás todas las Haruno se inician cuando cumplen los 5 años de nacidas, pero es diferente con las que tienen el pelo rosado.-continuo explicando, mientras yo la veía con interés al oír lo del pelo rosado, el cual era mi orgullo. –A las de pelo rosado se las entrena para ser la mujer del demonio de la aldea.

Mi madre dejó de hacer tonterías y me miro con mucha seriedad, pareciera que lo que había dicho fuera demasiado importante, pero realmente era muy curiosa y necesitaba preguntar.

-Sakura, escucha atentamente.- realmente pareciera que iba a soltar una bomba. Mi madre no era una persona seria, así que pensé que esto sería importante.-¿Te acuerdas que te conté que la guardiana de los cerezos tenía el pelo rosado?

-Si, me acuerdo, hahaue.

-Precisamente porque la guardiana tenía el cabello rosado.-me quedé con la cara interrogante. A ver, ¡era una niña de cinco años, no era ninguna sabia!-Es decir...-se dio cuenta que no lo había entendido y lo intentó explicar mejor- se cree que las Haruno que nacen son cuidadas por el espíritu protector de la guardiana de los cerezos.

-Entonces, ¿estoy siendo protegida?.

-Eso es lo que creemos en la familia, pero no solo es eso, Sakura. Tú tienes sueños premonitorios, ¿me equivoco?

-No, a veces he tenido alguno- dije pensando en el niño de ojos zafiro en el que había soñado.

-Eso es uno de los poderes que son prestados a la chica protegida de la guardian.

-¿Uno de ellos?¿es qué hay más?- pregunté asombrado por el descubrimiento, tenía razón, esto si era una bomba de información.

-Así es, uno de ellos es tener sueños premonitorios, es decir unos sueños con una seqüencia de imágenes de lo que te podría pasar, pero lo difícil es interpretarlos.-Tenía razón me había costado mucho interpretar el sueño de anoche- y no solo esto, los sabios y las mikos, dicen que también puedes ver pasar el pasado ante tus ojos si entras en contacto con un determinado lugar u objeto.

-Hahaue, ¿el objeto o lugar ha de ser especial?- pregunte emocionada.

-Solo ha de tener recuerdos de la persona de la que quieres ver el pasado.

-Y... ¿hay más cosas que pueda hacer con la protección del cerezo?

-Si, también puedes ver espíritus y comunicarte con ellos.

-¡Por Kami-Sama! ¿es en serio? ¡Shannaro!- había perdido totalmente la compostura.

-Así es, por eso harás algo diferente de lo que todas las otras Haruno hacen.

-¿Y que es?

-Tendrás que entrenar con miko-sama para entrar en contacto con el espíritu de la guardian cerezo, a partir de allí serás entrenada por ella.- respondió hahaue contenta por lo emocionada que estaba.

-¡Genial! Seré entrenado por un espíritu de leyenda y por miko oba-sama.

-Si pero hay algo que se que no te gustará mucho.

-¿el que hahaue?

-Al contrario de las otras Haruno de tu edad, tu no podrás salir de la mansión todavía, a no ser que vayamos a visitar algún clan o al mismísimo hokage como mañana y pasado, no podrás salir hasta que empieces con la academia ninja, que será dentro de siete años cielo, teniendo en cuenta que solo irás para hacer el examen de gennin.-dijo triste por desilusionarme.

-Siete años más no serán nada, hahaue. Podré aguantar, además... ¡¿en verdad seré ninja?!

Mi madre sonrió, yo no me rendía y siempre buscaba el lado positivo a todo, esto, a ella, le gustaba. Aunque en el fondo me desilusionaba no poder salir hasta tanto tiempo adelante...

-Sí, serás un muy buena kunoichi Sakura estoy segura de ello. Ahora...-dijo mientras se levantaba, Vamos hacia la mansión que ya se nos está haciendo tarde.

-Hai hahaue- dije levantándome y siguiendo a mí madre hacia la mansión.

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Continuará...

 

Capitulo 3

Mi nuevo amigo y el rencor del Hyuga

El cielo tenía tonos anaranjados y rojizos, el sol ya empezaba a esconderse para dejar a la luna reinar en el manto oscuro del cielo junto a las estrellas.

Estamos delante de la mansión esta vez entramos por la puerta principal, una enorme puerta de madera con un circulo blanco impreso en ella. Pero esta puerta casi nunca se abre, a su derecha hay una más pequeña, por la que pasan las personas. Nunca había podido ver la fachada de la mansión, siempre veía la puerta de madera, abriendo o cerrando, como un puente que te lleva hasta el otro lado de un río, el único pasadizo al exterior.
Permanecería siete años más allí, no es que me sintiera encerrada, no, me sentía a gusto allí adentro, pero hace ya tiempo que no me relaciono con nadie, con la única persona con la que he jugado en toda la vida ha sido con Touya, mi hermano mayor, pero ya hace un poco más de un año que empezó la academia y no lo volví a ver, ya que vive en un departamento cerca de ella. Después de todo, las mujeres son entrenadas adentro para ser esposas y los hombres son independizados a fuera de la familia.

Nos dirigimos hacia el santuario, debías pasar por el templo antes, me volví a fijar en el tapiz, nunca me cansaría de mirarlo, había logrado captar mi atención. Nos dirigimos hacia una puerta corredera a la izquierda del templo, mi madre la abrió y seguimos por un caminito de piedrecillas blancas hasta llegar a unas escaleras que subían un pequeño pendiente, ya no estábamos dentro de la mansión, pero si estábamos dentro del territorio Haruno.

Ya había oscurecido, y solo nos alumbraban unas lámparas, unas luciérnagas, y una tímida luna.

Ya se veía el santuario eran varios templos que funcionaban como un hogar para los sabios y las sacerdotisas del clan. Era un lugar viejo con olor a viejo con personas viejas viviendo en el.

Mi madre se paro antes de entrar al templo principal, el más viejo de todos, donde me esperaba miko oba-sama.

-Muy bien Sakura, a partir de hoy viviras aquí.

La miré, buscando algún rastro de broma en ella... nada, no encontré nada, nada de nada.

-¡¿Como que viviremos aquí?!

-Entiendo Hahaue, supongo que me lo explicará miko oba-sama.

-Así es. Mañana nos vemos, recuerda tenemos que ir a visitar a los Hyu...

-Ya se Hahaue no hace falta que repitas la lista- de la compra, pensé, cortando y a la vez sonriendo a mi madre.

-Oh, ya veo, entonces nada más, Miko-sama guarda el kimono para mañana, te esperaré en la entrada principal.

-Hai, hahaue, buenas noches.

-Buenas noches, Sakura.

Vi como mi madre giraba sobre sus talones para salir del templo. Una vez que ya no vi su sombra supe en lo que me habían metido, en una residencia espiritual para ancianos.

Ahora fui yo la que giró sobre sus talones dirigiéndome a las puertas de mi nuevo hogar.

Cuando estaba por pedir permiso la puerta se abrió de golpe dejando ver a una anciana poco más alta que yo, con el pelo canoso recogido en una media cola, vestida como miko. Su miraba mostraba seriedad y severidad, y en su rostro habían unas arrugas que la hacían ver más vieja de lo que era.

Era Byakuya, la que manejaba el centro residencial para sabios, como uno de tantos nombres que le había puesto al santuario, o como todos lo conocían, el Templo Eien no haru (N/A: Eterna primavera) de los Haruno.
Me analizaba milimétricamente y con ojos críticos. Entreabrió sus labios para hablar.

-Muy bien mocosa, a partir de hoy hasta de aquí siete años este será tu hogar. Ahora pasa adentro que ya empieza a refrescar.

-Hai.- la seguí fijándome en todo con mucho detalle. Amuletos, tapices de flores, ríos y montañas adornaban los pasadizos, y un olor a incienso llegaba hasta mi nariz. Se paró en las puertas traseras del templo que daban a un camino, de tablas, que se perdían hacia uno de los bosques de Konoha.

-Muy bien mocosa, sigue el camino y llegaras a una cabaña, allí pasarás los años.

-Entiendo, entonces voy a vivir sola en una cabaña en medio de un bosque, ¿cierto?

-Oh así que eres lista mocosa.

-Maldito vejestorio que no entiende el sarcasmo, ¡tenemos 5 años! ¡somos demasiado pequeñitas para la independización!

-Byakuya-sama, perdone mi grosería, pero ¿podría ser un poco más clara con todo esto?- dije intentando no mostrar las ganas que tenía de estrangularla.

-Mmm... así que no te han explicado mucho... bueno supongo que se podría decir que vivirás allí, si quieres comer tendrás que trabajar en el templo, si quieres lavar ropa supongo que puedes ir al ró de aquí al lado, y lo de tu ropa... pues ya te dejamos los hakamas y trajes de miko en el armario y... ah sí, también un hakama para mañana, tu madre lo mando traer. Si no tienes más preguntas ya puedes irte.- finalizó la “detallada” explicación y se fue pasadizos adentro dejándome tirada.

Suspiré hondo y me dirigí hacia el bosque. Estuve caminando unos diez minutos hasta que porfin encontré la tan mencionada cabaña. Era pequeña de madera y estaba rodeada de cerezos, aparte de arboles de hojas verdes. Tal y como había dicho miko oba-sama al lado había un pequeño río, que acababa en un lago un poco más lejos de allí.

Me dirigí a dentro de mi nueva casa. Tenía una sala de estar con una mesa de té, y en un rincón había un montón de cojines. Había unos cuantos amuletos colgados en la pared, exactamente siete, había cinco colocados en forma de pentágono, fuego, viento, rayo, tierra, agua, y en el centro había dos más uno junto al otro, luz y oscuridad.

Habían dos puertas más en la sala, una dirigía a una cocina y la otra a un pasadizo con cuatro puertas. Una dirigía a una habitación, con una cama, era la primera vez que veía una, un pequeño escritorio, el traje que usaría mañana y una ventana con unas cortinas color blanco. Había una puerta que llegaba hacia el baño, había una regadera y detrás de un biombo de bambú, había la tina. En la otra puerta, la de en frente de la que sería su cuarto había un pequeño cuarto lleno de estanterías con libros, pergaminos y miles de documentos e historias, y en el centro un mesa redonda con un zabuton (N/A:cojín) color verde.

Salió de la biblioteca y se dirigí al final del pasillo, una de las últimas dos puertas tenía un lavabo, y la otra daba al exterior. Un pequeño jardín con algunas plantas y flores medicinales, por lo que pudo ver, y tres postes, que se parecían a los que usaba su hermano para entrenar cuando todavía no se había ido de la mansión.

Cerré la puerta y me dirigí a mi cuarto. Me eché puse el nemaki color rosa pastel con el círculo blanco que usaba para dormir y me eché a la cama hecha un ovillo tapando y abrazándome al cojín. Mantuve mi mirada fija en el traje que usaría mañana, era hermoso, el haori era color rosa pastel con flores de Sakura en los bordes de las mangas con el emblema del clan en su espalda, y el hakama era color rojo.

Me dormí pensando en mi nueva casa, era pequeña pero acogedora, pero tan pronto como pudiera la modificaría un poquitín.

-Oh sí, vete preparando casa, que pasaras de ser residencia de viejos a hogar de una belleza ¡shannaro!

-Buenas noches loca...

-Buenas noches... frente

-Baka.- fue lo último que pensó Sakura antes de caer dormida.
---
Unos leves rayos de sol traspasaban la fina cortina color blanco del nuevo cuarto de Sakura. Entreabrió los ojos, sus parpados pesaban y quiso volverse a dormir, quiso seguir en un mullido colchón, quiso seguir siendo arropada por una muy comfortable manta... pero el truco es el “quiso”...

-Oye Sakura... ¿ayer había un perro aquí?

-Pues claro que no loca.

-Pues allí hay un chucho.

-no es un chucho, es un cahorro de lobo.-pensé en voz alta, espera un momento...

-¿Dije lobo?-frunciendo el seño.

Abrí de golpe los ojos encontrándome con unos ojos esmeralda centalleantes mirándome fijamente. Era cierto que era un lobo, un cahcorro, pero tenía unos extraños tatuajes en el.

-Que no cunda el pánico-pensé aterrada.

-¡Kyaaaaaaaaaaa!- gritó mi inner.

-A quién quiero engañar...

Cogí aire y...

-¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!


-(Byakuya POV)-


Iba andando por el camino de tablas hacia la cabaña de la mocosa... creo que se llamaba Sakura... nah, le queda mejor mocosa.

Ya era hora de que algo emocionante pasara en ese templo, Eien no haru, si eterno aburrimiento, allí la gente se podría hasta morir del mismo aburrimiento.

Ya era hora de que hubiera algún entretenimiento, veía a esa niña con diversión, si era hija de Ume de seguro que era diversísima.

Todavía me acordaba de cuando la vi por primera vez, el padre de Ume murió cuando ella apenas tenía tres años, su madre se había casado con un hombre y se fue a vivir afuera del clan, cambio su apellido y vivió cuatro años irremplazables con su marido, pero el enfermó y murió muy joven, la madre de Ume, Suiren (N/A:nenúfar) volvió al clan e inició a Ume a los cinco años, preparándola así para casarse con alguien de la familia Haruno. Todavía puedo ver a la niña rara y asustadiza de vuelta de su primera salida como recién iniciando, una niña que saludaba hasta perros y gatos que se le cruzaban por en medio, eso fue algo de lo que todavía sigue riéndose, si seguro que su hija también iba a ser divertida.

-¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

-Pero que rayos...- fui corriendo hacia la casa de la mocosa, abrí la puerta de golpe y entré en el cuarto donde se oían pequeños gemidos de miedo.

-¡Qué diablos pasa a...

Y entonces lo recordé, se me había olvidado decirle.


-(Sakura POV)-


-¡Qué diablos pasa a...

Byakuya-sama entró alarmada al cuarto fijando su vista en el lobezno y se paró de golpe.

-Ups, culpa mía se me olvido decirte lo del cachorro. Ya hace unos meses que se instaló aquí, y se me hizo mal echarlo, así que te presento a tu compañero de habitación- dijo señalando al lobo.

-la mato, yo la mato.

-Si es que yo te dejo algo querida amiga.

Tenía unas ganas terribles de estrangularla, como se le podía haber olvidado algo tan importante, maldita vieja.

-Bueno mocosa alístate que en veinte minutos tienes que estar en la mansión.

Y se fue, se fue dejándome en la palabra en la boca, y para esto me enseñaron protocolo... Lo que hay que ver...

Fui directa a la regadera a darme una ducha rápida, olvidando por completo cierta cosa peluda. Me sequé con una toalla y me puse el traje para el día de hoy, con unas sandalias ninja blancas, eran las únicas que tenía. Me coloqué el lazo rojo de siempre y me dirigí a abrir la puerta del baño...

-¡Waaah!

El cachorro estaba mirándome fijamente, no daba mucho miedo, pero daba mucho susto.

Me quedé mirándolo a sus ojos, eran hermosos, de un centelleante color esmeralda, aunque con el reflejo de la luz se veían turquesas y su pelaje era plateado y la parte de la panza y las patas era blanco.

Me arrodille en la tradicional salutación.

-Me llamo Haruno Sakura, encantada de conocerte, seamos buenos amigos, comañeros o lo que sea que seamos.

El lobo me miró, meneó la cola y se abalanzó encima mío. Parecía que le había caído bien.

-No tienes nombre ¿cierto? Entonces te pondré yo uno umm... ¡ya sé! Akira, te llamarás Akira.

El lobo, ahora llamado Akira me miró, e hizo una reverencia, y... habló.

-Gracias por ponerme un nombre, déjeme que la siga y proteja el resto de mis días.

Ahora me acordaba de donde recordaba los tatuajes, era un lobo guardián, parecido a las invocaciones de los ninjas, solo que estos solo hablaban a sus amos, los primeros que lo nombran, o solo si se lo permitían hablaban con personas. Es decir, yo al llamarlo Akira me convertir en su ama.

-Ya veo, entonces Akira...-le extendí mi mano- seamos amigos, yo te cuidaré y tu me cuidaras. Llamame Sakura por favor no me gustan los formalismos.

-Hai Sakura-sam... Sakura-chan- me dio una de sus patas y le sonreí.
Por fin tenía un amigo.

-Sakura-chan, ¿no llegaremos tarde?

-¿tarde? ¡rayos, se me olvidó!

Salí corriendo seguida de Akira por la puerta de la casa dirigiéndome al templo Eien no Haru y de allí a la mansión.

Divisé a mi madre en la puerta principal. Dirigió su mirada a Akira.

-¿no me digas que le pusiste nombre?- dijo mi madre con tono burlón.

-Hai, es mi compañero de habitación, así que le puse un nombre y se convirtió en mi amigo, se llama Akira. Akira esta persona es mi madre, puedes hablarle si quieres...

-Hai Sakura-chan, encantada de conocerla... eto...

-Me llamo Ume, Akira.

-Hai, Ume-san.

-Hahaue, ¿no teníamos prisa?

-Cierto, vámonos chicos, tenemos que ir a visitar a los Hyuga, a...

-Hahaue, ya deja la lista de la compra- dije con tono divertido.

-Entonces vámonos.

Salimos por la puerta principal, y nos dirigímos a la mansión Hyuga.

Sabía muy bien que en ese lugar las normas y la tradición eran lo más importante, tendría de tener mucho cuidado. También había reunido información sobre ellos, la que más me impresionó fue lo que paso entre los dos gemelos y el trágico accidente que se produjo con Kumogakure, la aldea de la nube y el clan Hyuga, y la muerte del menor de los gemelos, hace poco más/menos dos años.

Según lo que sé el más afectado fue Negi Hyuga miembro del Bouke e hijo de Hizashi Hyuga.

El padre de Neji, Hizashi Hyuga, fue el hermano gemelo de Hiashi Hyuga, pero fue este quien nació primero. Debido a esto, Hizashi fue puesto en la rama secundaria del Clan Hyuga, por lo que, años más tarde, Neji nacería también bajo esa rama.

Como miembro de la rama secundaria del clan, a Neji le fue impreso en la frente, a los 4 años y durante el tercer cumpleaños de Hinata, hija de Hiashi, el sello representativo del "pájaro enjaulado", el cual servía para ser activado fácilmente por un miembro de la rama principal y que provocaría una dolorosa destrucción neuronal a su portador, asegurándose, así, la sumisión y fidelidad de debía guardar la casa secundaria a la principal del clan. Además, este sello aseguraría la desaparición del Byakugan, el Kekkei Gengkai, en caso de que el cadáver de un miembro de esa rama cayera en manos enemigas. Por lo anterior, su padre lamentaría que Neji tuviera su mismo destino, que lo imposibilitaría a desarrollar su máximo potencial, el cual, consideraba Hizashi, lo hacía el miembro mas bendecido con las habilidades del clan, y comenzaría a sentir rencor hacia la casa principal. Este rencor, a su vez, se lo legaría a Neji, merced de la influencia que ejercía sobre su hijo y a los castigos que recibía por dicho resentimiento, de los cuales, uno sería dado por su hermano al percibir ese rencor como "instinto asesino" en medio de un entrenamiento con su hija y en el cual Neji estaba presente.

Finalmente, este resentimiento terminaría por marcar a Neji durante el incidente que tuvo su clan con la Kumogakure, en donde el intento de secuestro de Hinata y la posterior muerte de su secuestrador, un ninja de dicha aldea, a manos de Hiashi, terminó en un nuevo tratado de paz entre las aldeas de la Hoja y de la Nube, en donde se demandaba la entrega del cadáver del líder del clan como parte del mismo, haciendo que Hizashi ofreciera su vida a cambio de la de su hermano.

Esto fue el detonador del rencor de Neji en contra del Souke, la rama principal.

-Sakura, dejame decirte algo-la miré atentamente-Supongo que ya estas al tanto de la situación del sobrino del lider del clan Hyuga.-yo solo asentí- Por favor mi niña intenta hacer desaparecer, aunque solo sea un poco el rencor de ese niño.

-Hahaue, me sorprendes. Yo ya pensaba en eso, para un niño de seis años es demasiado odio y rencor, hasta para un viejo es demasiado rencor, yo me encargaré de aligerar la carga, pero no solo de el, sino de todos cuanto pueda.

Mi madre solo sonrió y acarició mi cabeza. – Esta es mi niña. -Simplemente sonreí.

Ya habíamos llegado a la casa de los Hyuga.

-Sakura, no te olvides que hace dos días fue el cumpleaños de la hija menor del líder del clan.

-Cierto cumplió un año de nacida un día antes de mi cumpleaños.
-Si, que no se te olvide.

Cuando llegamos allí un sirviente de la Casa Hyuga nos atendió y nos llevó hacia adentro, allí nos esperaban cinco personas y cuatro miradas perladas. Estaba Hiashi airándonos con seriedad, Hinata con timidez y algo de miedo mirando a Akira, la esposa de Hiashi, Hanako, mirándonos con una sonrisa divertida a Akira y a mí, un bebé de un año, Hanabi, mirándo a Akira con una sonrisa moviendo sus brazos, y una mirada vacía y un poco triste mezclada con lo que parecía resentimiento.

-Gracias por recibirnos hoy Hiashi-sama-dijo mi madre haciendo una reverencia. Yo hice lo mismo pero añadiendo un...

-Le deseamos a su hija menor un feliz cumpleaños y una disculpa por no haber podido venir antes.

-No se preocupen, y el honor es nuestro al recibirlas hoy aquí.-respondió haciendo una pequeña inclinación Hiashi-sama.

-Vengan pasen adentro-dijo Hanako-sama.

Yo me giré hacia Akira y le dije que se quedara en los jardines de la mansión esperándonos. Él asintió y se sentó esperando a que volviéramos a salir.

Entamos adentro de la mansión delante de nosotras iban los líderes del clan con Hanabi. Hinata iba a su lado girando su cabeza de tanto en tanto mirándome con mucha timidez, y detrás nuestro iba Neji, enviando una mirada de rencor hacia delante que notaba en mi espalda.

Llegamos a una sala con unos quantos zabuton(N/A: cojín).

-Hinata,¿por qué no le muestras a Sakura los jardines? Nosotros tenemos que hablar con Ume-san- dijo Hanako-sama.

-Neji, Ve con ellas.-Dijo Hiashi-sama con severidad.

-Hai Hiashi-sama, lo que usted ordene.-djo Neji.

-Ha-Hai Oto-sama. Sa-Sakura-san por aquí.

Yo seguí a una Hinata sonrojada seguida por un rencoroso Neji con mirada de no-te-metes-en-mi-camino.

Llegamos a un jardín lleno de lirios blancos y jazmines, era un jardín sencillo, hermoso, y blanco con tonos verdes.

Entonces yo me paré, Neji se paró tres pasos por detrás de hinata, que me miraba extrañada.

Yo me acerqué a ella con una sonrisa y le dije.
-Me llamo Haruno Sakura, solo llamenme Sakura, no me gustan los formalismos, así que seamos amigos.

Hinata y Neji me miraron sorprendidos, y Hinata sonrió.

-Y-yo soy Hinata, y también quie-quiero ser tu amiga Sa-sakura.

-Mi mirada se posó en el rostro del Hyuga, que me miraba serio.

-Lo siento Sakura-dono pero yo no puedo ser su amigo-me dijo serio, yo sonreí.

-¿por qué? ¿Hay alguna razón?

-Simple, no soy miembro de la rama principal.

-Eso ya lo sé, pero eso no tiene que ver, yo te pregunté si quieres ser mi amigo por ser tu, no por ser un miembro de los Hyuga. – Le dije cruzando los brazos mientras reía.-¿Que no dije que no me gustan los formalismos? Llámame solo Sakura.

Me miró como si fuera un bicho raro.

-Entonces Sakura... Gánate mi amistad-dijo sonriendo de lado, me estaba retando.

-Claro, si la gano... ¿te podré llamar de cierta forma?-dije con una carita inocente.

-Claro.

-Acepto el reto Hyuga.-dije sonriendo.

Hinata nos miraba un poco asustada pensando si podia o no abrir sus labios para hablar, pero no lo hizo, solo miró con terror a cierta cosa peluda atrás mío.

-Oh, cierto, les presento a Akira, mi amigo y guardián, tranquilo, no muerde.-le dije divertida a Neji que se había tensado.

-Sakura-chan, Ume-san me mando a decirte que vayas al lago oeste de la mansión.

Solte una carcajada al ver las caras de los dos Hyugas al oir hablar a Akira.
-Hahahahaha, si Akira ahora vamos, haha, que caras pusieron ha.-dije entre risas.

Hinata se sonrojó, y Neji giró su cara hacia un lado con las mejillas levemente rojas.

-Akira es parecido a una invocación Ninja, por eso puede hablar, pero no pensé que se asustarían jeje.

-M-me sorprendió.- dijo Hinata riendo torpemente.

-A mí no me asustó enana.-dijo Neji fastidiado.

-Ja y lo dice el que es más bajo que yo.-dije con una venita en la frente.
-No soy más bajo, simplemente llebas unos talones mas altos que mis zapatos.-dijo indignado.

Neji era de mi estatura, pero en ese momento yo le pasaba un centímetro de alto.

-Sa-Sakura, si quieres te llebo al lago oeste.-dijo Hinata apenada.

-Claro sería de gran ayuda. ¿nos acompanyas Neji?

-Hm, pues claro enana.

-mmm... creo que he ganado-dije mientras seguía a Hinata.

-¿A que te refieres?

-Creo que ya me consideras amiga tuya.-Me miró sin entender.
-Claro que no.

-Sabes que tiene razón, si no la consideraras amiga, no te atreverías a llevarle la contraria, chiquillo.-dijo Akira mirándolo burlón.

Neji abrió los ojos, me miró y ladeó la cabeza.
-Supongo que tienes razón...-dijo el castaño admitiendo, con mucho pesar su derrota.- ¿Y como me quieres llamar enana?

-mmm... haber... Podría llamarte ciego-chan, Neji-chan, mocoso, chiquillo, enano, tarado...

Neji solo me miraba con indignación. Me reí.

-Nah, es broma, déjame llamarte Nii-chan.

Me miró sorprendido, con un leve rubor en las mejillas.

-No se por que preguntas tu ganaste, enana.

-Si claro, Nii-chan.

-¿no me puedes llamar de otro modo?-preguntó.

-Nop- respondí divertida, parecía que había podido ayudarlo un poco.

-Chi-Chicos, hemos llegado.-dijo Hinata apenada por interrumpir.

-Neji-san lo llama Hiashi-sama.- Dijo una sirvienta que se acercó a nosotros.

-Hinata-sama discúlpeme.-dijo yéndose hacia adentro.

-Bueno, en cuanto a ti...-dije con cara inocente a Hinata.

-¿S-si?

-¿Te puedo llamar Hina-chan?- se puso roja como un tomate.

-Cla-claro Sakura-ch-chan.

-Hahaha, eres muy tímida Hina-chan.

-Su-Supongo...-Dijo Hinata apenada.

-Tranquila, eso no es malo.

-Pa-Parece que le ganaste a Neji-oniisan.

-Si eso parece.-dije sonriendo triunfal.

-Sakura-chan ¿sabes por que Ume-san nos mandó aquí?

-No lo...sé-dije quedándome mirando a una árbol.

Me dirigí a el árbol sin pensar a él y coloqué mi mano encima de el.

-(mente de Sakura)-

Estava en el mismo lugar, pero a la vez no, parecía un sueño. Había un niño de tres años parecido a Neji, con alguien parecido a hiashi aparecieron ante mi. El niño reía y veía al hombre feliz y el hombre veía al niño con ternura.

-Neji, ¿te gustó el lago?

-Hai, Oto-san.

-Aquí fue donde conocí a tu madre.

La mirada del niño se entristeció, se acerco a su padre y le agarró de la ropa.

-Oto-san, extraño a Oka-san.

-Yo también hijo. Dijo cogiendolo con los brazos.-¿sabes lo que me decía tu madre? -Dijo con nostalgia el hombre a su hijo.

-No, ¿qué decía?-dijo el pequeño con curiosidad.

-Que cuando quiere ver a alguien a quien no puedas ver hay tres formas de hacerlo.

-¿cuáles son oto-san?

-La primera es mirando a la luna, la segunda a las nubes, y la tercera era la preferida de tu madre, es mirando a este estanque viendo reflejadas las nubes y la luna.

El niño se acercó al lago y lo miró.

-Es cierto oto-san, vi a oka-san.-dijo el niño llorando.

-¿Qu-que le pasa?-dijo Hinata preocupada al ver a Sakura llorar.

-Parece que entro en trance, todavía no sabe manejar muy bien su poder.

-¿Qué poder?

-Esta viendo el pasado.

Hinata volteó a ver a Sakura mientras lloraba.

-Rayos-dijo Akira mientras corría a coger a Sakura que se acababa de desmayar.

-Lle-llevémosla adentro.

Akira cogió a Sakura y la puso a su espalda y siguió a Hinata.


-(adentro en la mansión)-

-Oto-sama, Sakura se desmayó.

Hinata entro sin deparo adentro de la habitación seguida de Akira con Sakura en brazos.

-Akira pasó “eso”-preguntó Ume al lobo.

-Hai Ume-sama.

-ya veo.-Ume se acercó a Sakura.

-Ume, ¿tu hija está bien?-dijo Hanako acercándose con Hiashi, a Sakura que ahora estaba con la cabeza en las rodillas de su madre.

-Si, solo uso demasiado chacra sin saber controlarlo. Ser despertará en menos de cinco minutos.

-mmm...luna, nubes, estanque...-Balbuceaba Sakura, mientras abría sus parpados.-Hahaue.

Sakura se lebantó de golpe. –Hahaue yo... yo vi...

-Ya se viste algo, usaste “eso”, te cansaste, nada más.

-Hai-dije dirigiendo mi mirada a Neji.

-¿E-estas vien Sakura-chan?- preguntó Hinata.

-Si, no es nada Hina-chan.

-Si nos disculpan tendríamos que irnos, ya se hizo tarde, tenemos que ir a otros sitios.-dijo Ume ayudando a levantarme.

-Claro, pueden regresar cuando quieran.-dijo Hiashi-sama.


-(Sakura POV)-

-Arigatô por su hospitalidad, Hiashi-sama-dije haciendo una reverencia.
-Neji guialas hacia la salida.

-Hai.

Nos dirigimos hacia la salida acompañados de Hinata y Neji. Neji no paraba de girarse a mirar y Hinata me miraba preocupada.
Cuando nos paramos enfrente de la puerta, me dirigí a Hinata.

-Hina-chan espero verte pronto.-le dije mientras le daba un abrazo que ella correpondía.

-S-siempre serás bie-bienvenida.

-Oye Hina-chan lo que te contó Akira es un secreto, ¿de acuerdo?
-S-si.

Después me dirigí a Neji y le dije:

-Oye no me eches mucho de menos.

-Ni que lo intentara podría echarte de menos, enana.- me dijo cruzándose de brazos.

-Bueno, pero si lo haces recuerda que...-me acerqué a su oído y le susurre-...si ves el reflejo de la luna y las nubes en el estanque me recordarás.-dije alejándome mientras reía.

El abrió los ojos y me miró.

-¿Cómo sabías eso?-me preguntó sorprendido.

-Es un secreto Nii-chan.-dije marcando la palabra para fastidiarle.-Pero recuerda una cosa le dije otra vez acercándome a él.-Aunque te empeñes en mantener esa mascara de hielo siempre habrá gente capaz de ver a través de ella.-esta vez me alejé ya saliendo a la calle dejando a un muy confundido Neji y a una muy contenta Hinata por ver a su primo así.

-Neji-oniisan, creo que se ganó tu amistad.-dijo una muy sonriente Hinata.

-Hm. Supongo que sí.-dijo un muy resentido Neji.

-(con Sakura y Ume)-

-Sakura, parece que lo conseguiste.

-Si, se podría decir que somos amigos.

-Y dime ¿qué viste?

-Pues... es un secreto hahaue.

-Je, que mala.

-Supongo, después de todo, de tal palo tal astilla.

-Si... ¡oye! ¿¡Que dijiste?!

-Nada, nada, ¿y ahora a donde vamos?

-Ah, pues... a la casa de los Nara, si mal no recuerdo estarán allí los Akimichi, un dos por uno.

-Si, supongo...
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Son 12 pag de word, espero que les haya gustado!!!!

 

-Nada, nada, ¿y ahora a donde vamos?

-Ah, pues... a la casa de los Nara, si mal no recuerdo estarán allí los Akimichi, un dos por uno.

-Si, supongo...

Capitulo 4

Ino-Shika-Cho

Los Nara y los Akimichi son unos de los clanes nobles de Konoha, poseen una relación especial junto a los Yamanaka. "Nombres de los hijos de los líderes, Nara Shikamaru, Akimichi Chouji e Yamanaka Ino, se prevé que continúen con la tradición de las últimas dos generaciones. Su principal deber es convertirse en un trío de ninjas Ino-Shika-Cho, como lo fueron en su día sus progenitores."

Es la descripción de una parte que me hicieron aprender sobre todos los clanes de Konoha, así como las técnicas de los respectivos clanes. Pero supongo que de momento solo utilizaré información para controlar los increíbles caracteres de los herederos.

Shikamaru Nara, un niño al que todo le parece problemático. Mente analítica, pero demasiado vago para utilizarla en una situación de no-riesgo. Posibles jutsus, manipulación de sombras. Palabra favorita "Problemático" y sus derivaciones.

Chouji Akimichi: un niño tranquilo y pacifico en ciertas condiciones. Casi nunca lo veras sin comer, siempre lleva consigo una bolsa de papas fritas o aperitivos. Posibles jutsus, capaz de convertir las calorías en chakra. Constitución "rellenita".

*Advertencia: nunca utilizar una oración con el adjetivo Gordo en ella, o habrás roto las circunstancias y habrás metido la pata.
Mi madre siempre decía que para poder conocer a una persona totalmente tienes que ir rellenando el perfil de esa persona. Yo empecé con información básica y seguiré rellenando poco a poco para obtener un detallado perfil de la persona.

Datos, eso solo eran datos, pero ayudaban un poco. Había podido hacerme amiga de Hinata y ganarme la amistad de Neji, aunque más bien fue en forma de apuesta...

Hinata es bastante insegura y se enfrenta a una enorme presión, y su carácter tímido no ayuda mucho. En cambio Neji es arrogante, orgulloso y seguro de si mismo, aunque guarda un rencor muy fuerte hacia la rama principal, los dos me caen bastante bien.
Esperaba hacerme amiga de los dos siguientes de la lista. Shikamaru parecía una persona interesante...

Iba tan perdida en mis pensamientos que no me di cuenta que ya habíamos llegado. Akira tiró de la manga del ahori haciéndome volver a la realidad.

Estábamos enfrente de la casa de los Nara.

-Bueno, pues solo te digo que esta visita será de locos.-dijo mi madre con cierto desgano. Eso era raro en ella.

-Ok, así que nada de etiqueta.

-Exacto Sakura.

-¡Suelta eso Chouji todavía no puedes coger! ¡Y tu y tu hijo vago sacad la zarpa de la parrillada!

-Parece que ya empezó.-dijo mi madre poniéndose una mano encima de la frente.-Sakura apártate de allí.

-¿Eh?-Me aparte por reflejo.

-5, 4, 3, 2, 1... ¡0!- mi madre abrió de golpe la puerta por el que salió volando un hombre alto con cicatrices en la cara. Con el pelo castaño recogido en una "piña". Tenía una marca roja en la cara. Pareciera que acababa de ser goleado.

De repente noté un aura siniestra detrás mío. Era una mujer alta y delgada. Unos 27 años. Tenía un aura negro azulado rodeándola y miraba al hombre con ojos asesinos. No podían ser los lideres Nara, ¿o si?

-Yoshino cálmate o te vas a quedar viuda antes de cumplir los cinco años de casada.-dijo mi madre compadeciéndose del pobre hombre.

-¡Oh pero si es Ume-chan! ¿¡y tu debes ser Sakura no!

-In-increíble es peor que hahaue.-dije pensando en voz alta.

-¿Dijiste algo, Sakura?-dijo mi madre con mirada maléfica.

-N-no hahaue, debiste oír mal. Dije sudando frío.

-Eso espero... por tu bien.-dijo el hombre con cabello de piña mientras se paraba.

-¿Dijiste algo Shikaku?-le dijo mi madre con sonrisa inocente.

-Claro que no mujer.-dijo el levantándose-a veces puedes ser bastante problemática.

-Claro, ahora Sakura, veras un emotivo reencuentro de antiguos amigos-dijo mi madre sonriendo con malicia.

-Claro Ume, te parece bien un doble?- dijo Yoshino-san mientras se levantaba la manga de su vestido.

-Eso mismo te iba a proponer.-dijo mi madre recogiéndose la manga del yukata.

-¿No puede ser los diez falanges?-preguntó un poco asustado Shikaku-san.

-Claro que no mi amor.-dijo su mujer con falsa dulzura-Porque este es mucho más doloro... digo emotivo.

-Claro, claro, por los viejos tiempos.-no me gusta esa sonrisa.

-Por los viejos tiempos.-esa me pone los pelos de punta.

-Por una visita al botiquín.-ese hombre me da pena...

-Okaa-san, la parrillada se esta quemando.-dijo un niño muy parecido a Shikaku-san.

-Oh cierto, lo dejamos para después del postre.-dijo la señora Nara dirigiéndose rápido hacia la cocina.

-Oye...-dije acercándome al niño.- eres Shikamaru, ¿no?

-Si... y tu Haruno Sakura...-dijo desganado.

-Si veo que sabes de mi. Por cierto creo que acabas de salvar a tu padre.-le dije divertida.

Shikaku-san estaba suspiro de felicidad por prolongar su visita al botiquín.

-Si…¡problemático!-gritó al ver a Akira detrás de mi.

-Se llama Akira, lamenta haberte asustado.

-Mmm... no lo hizo.-dijo apartando la mirada. Yo lo seguía viendo.-vale, un poco... problemático.- dijo poniendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones dirigiendo su mirada al cielo.

-Oye Sakura-chan, ¿soy tan terrorífico?.-dijo Akira algo apenado.

-Claro que no, solo que eres muy grande Akira.-y era cierto, aún siendo un cachorro era de mi estatura, cualquiera persona de mi tamaño se asustaría al verlo.

-¿El lobo puede hablar?.-Dijo acercándole un niño rellenito con un trozo de pan en su boca.

-Si, Akira es un tanto especial. Pero solo puede hablar con extraños si yo se lo permito.

-¿Entonces podría hablar conmigo?-preguntó sonriente Chouji.

-Claro, ¿qué te parece Akira? ¿te apetece otro amigo?

-Claro Sakura-chan. ¿como te llamas niño?

-Chouji.-contesto comiendo otra rebanada de pan.

-Muy bien Chouji seamos amigos.

-Shikamaru ¿no quieres ser amigo de Akira?-preguntó Chouji mientras acariciaba a Akira.

-Mmm… problemático.

-De acuerdo niño problemático acepto que seas mi amigo. – dijo altivo Akira.

-Yo no recuerdo habértelo pedido.-dijo el niño apenado.

-Seguro, pero lo pensaste.-dije yo sonriendo cómplice.

-Problemático.

-Siéntete afortunado Akira solo le habla a normalmente a sus amigos y los Ookami irezumi (N/A: lobos del tatuaje) no acostumbran a tener muchos amigos.

-Wow, es la primera vez que conozco a uno.-dijo Chouji con emoción.

-¿Tu ama es Ume-san?-preguntó Shikamaru poniendo atención.

-No, es Sakura-chan.-dijo Akira orgulloso.

-Increíble Sakura-chan, te debió costar mucho llegar a ser su amiga.-dijo Chouji admirado.

-Pues no, solo le puse un nombre y nos hicimos amigos recién hoy por la mañana.-dije sonriendo.

-Eres increíble Sakura-chan me alegro que seas nuestra amiga. Hacer amigos da mucha hambre vamos a comer parrillada.- Chouji me cogió de la manó y me arrastró hasta adentro de la casa.

Era una casa humilde, nada en comparación con la de los Hyuga o la mansión Haruno. Pero al entrar se notaba calidez.

-Ven Shikamaru siéntate con Sakura-chan y conmigo.

Estábamos sentados en una mesa rectangular pegada a una pared con ventana, bastante pequeña para siete personas. Los padres de Shikamaru estaban sentados en un lado de la mesa junto a mi madre. En la cabeza estaba Chouza Akimichi en el otro lateral estábamos Chouji, yo y Shikamaru.

Lo que iba a ser una comida se convirtió en una pelea por ver quien cogía la carne. Aunque principalmente solo participaban Chouji y Chouza, yo tuve que meterme para conseguir un trocito a Akira que me miraba con ojos llorosos.

-¡Por fin!-grite cuando conseguí un trozo bastante grande.-Aquí tienes Akira, tu comida.-le dije mientras la dejaba en un platillo.

-Arigatô Sakura-chan. Eres la mejor.-dijo comiendo contento su trozo de carne.

-Yoshiro-san, le quedó muy bien la parrillada.-le dije comiéndome un trozo de zanahoria.

-Oh, gracias Sakura-chan, no me halagas, el merito se lo lleva la carne.-dijo riendo Yoshino-san.

-Eso es cierto, Yoshiro me sorprendiste, ¿desde cuando sabes cocinar?.-Le preguntó hahaue.

-Desde que papá y yo convencimos de que fuera a clases de cocina.-dijo desinteresado Shikamaru.

-Oh, entonces el merito se lo lleva la persona que hizo el milagro de que aprendieras a cocinar, Yoshiro.-A la pelinegra le salió una venita palpitante en la frente.

-Y dime Ume ¿que tal tu con el té?-Esa mujer conocía muy bien los puntos flacos de mi madre. A ella no se le daba para nada bien hacer té.

-Pues mejor, ahora se puede beber. Dije yo intentando sonar inocente. Esa mujer me empezaba a agradar.

-Eso ya es mucho decir. ¿Y quien hizo el milagro?-dijo Yoshino-san burlona.

-Esto va para rato.-dijo levantándome.-Shikamaru, Chouji... ¿ hay algún lugar tranquilo en el que se vea la aldea por aquí?

-Mmm… claro

-¿Podemos ir hacia allí?

-Niña problemática.

-Dice que si Sakura-chan, siguenos.

-Oto-san, vamos al lugar de siempre, cuídate de las dos locas.-dijo Shikamaru con un tono indiferente.

-Claro, no se retrasen mucho.

-Hai.-Los tres salimos a la calle seguidos por Akira.

-…Y ¿a dónde vamos?-Pregunté con curiosidad, realmente quería ver la aldea entera, nunca la había visto antes.

-A la azotea de la academia.-dijo Chouji comiéndose una galleta.

-¿Ya habéis entrado a la academia?

-Si ha principios de año entramos, y de aquí cinco entraremos a la academia ninja. -dijo Chouji ilusionado con la idea.

-Sakura... ¿por qué no te vimos en la academia? ¿qué no eres mayor que nosotros?-preguntó Shikamaru.

-A eso… yo no iré a la academia.-Dije un poco deprimida acordándome que de aquí poco prácticamente no podrá salir.

Silencio. Hasta podría decir que un cuervo pasó por allí.(N/A: a veces pasa en los animes, pasa un cuervo o un pájaro haciendo "craw").

-Ah es aquí Sakura-chan-dijo Chouji. -Ven subamos.- Chouji cogió mi mano y me hizo subir unas escaleras mientras la mirada de Shikamaru seguía clavada en mí.

Llegamos a una azotea, había un banco con unas maderas encima haciendo un poco de sombra. Nos sentamos allá y el silencio continuo, lo único que se oía era Chouji al masticar.

-Y… ¿se puede saber por qué no iras a la academia? Incluso la hija de los Hyuga viene.-dijo Shikamaru dudando si preguntar.

-Supongo que aún niño le puede la curiosidad.-pensé riéndome, aunque parecía no interesaba el tema era muy curioso.

-Porque mi entrenamiento empezará pasado mañana, a partir de allí no se me estará permitido salir del territorio Haruno a no ser por ocasiones autorizadas por miko-sama… durante los próximos siete años. Es decir... cuando sean las pruebas genin de nuestra generación. Aunque se podría decir que ya he empezado el entrenamiento, ya que recién me acaban de independizar.-dije con voz tranquila.-Akira es mi compañero de piso. Jeje.

-¿Independizar?-preguntó Chouji, el pobre no sabía muy bien de lo que le hablaba y tenía cara interrogante.

-Quiere decir que vivo en una cabaña cerca del bosque Eterno. Y que si quiero comer tendré que trabajar en el Eien no Haru.

-Entonces te tratan como a una persona mayor.-Dijo Chouji captando la idea.

-Si… el entrenamiento que me han impuesto sirve para madurar antes de lo debido. Y empezaron independizándome para que gane responsabilidad.

-Jo Sakura-chan eres increíble.-dijo Chouji sonriendo.-Me alegro de tener otra amiga aparte de Shikamaru, y también tan increíble.

-Y yo me alegro de tener a una amigo tan alegre y sincero.-le dije sonriente.

Intercambiamos miradas, estábamos pensando lo mismo, después nos giramos hacia Shikamaru con una sonrisita maliciosa.

-Shikamaru, ¿tu no te alegras de que seamos amigos?-dijimos a la vez con cara de cachorro degollado.

Shikamaru apartó la mirada del cielo y nos dirigió una mirada cansada.-Claro que si… problemáticos…-lo dijo bastante indiferente.

-Chouji parece que a Shikamaru no le agrado...-dije fingiendo lagrimas.

-Shikamaru no seas así, no puedes hacer llorar a una chica-le dijo Chouji fingiendo enfado.

-Esta situación es muy problemática… Sakura … mmm… me alegro de tener una amiga que no sea chillona-dijo Shikamaru.

-Supongo que gracias.-le dije sonriente. -Shikamaru ¿te agradan las nubes?

-Supongo que si.-Dijo apartando la mirada como si estuviera avergonzado.

-No le hagas caso Sakura-chan le encanta mirarlas, solo no te lo dice por que no pienses que es raro.-dijo Chouji sonriente.

-Tch…-"dijo" Shikamaru con las mejillas un poco rojas Chouji lo había pillado.

-Y dime ¿Qué te gusta de ellas?-pregunté curiosa.

-Mmm… se dejan llevar por el viento... no hacen nada... viajan por el mundo... y parece que no tienen preocupaciones...-dijo vagamente el niño Nara.

-Así que te gustan porque son libres.-dije mientras me echaba al lado de Shikamaru.-Chouji, ven aquí con nosotros.

Chouji se levantó del banco y se recostó mirando las nubes.

Pasó un buen rato hasta que me levanté y me dirigí al barandal. Se podía ver toda Konoha desde allí arriba. Era la primera vez que veía Konoha entera. Era hermosa. Una brisa primaveral movía las ramas de las hojas de los árboles. Y también traía un olor a hierba que inundaba todos los sentidos... Te producía paz, era como si te aislase del resto de personas. Entreabrí los labios y hablé.

-Parece que tendremos que irnos para tu casa Shikamaru. Ya se está haciendo tarde.

Shikamaru me miró sin entender. Ya eran casi las dos de la tarde, esto no acostumbra a ser muy tarde que digamos.

-Tengo que ir con los Yamanaka, los Aburame y los Inuzuka.-dije tranquilamente. -Hoy por la mañana me tocaba visitar a los Hyuga y por medio día a vosotros.

-Que problemático.

-Estoy de acuerdo- le dije sonriendo -Por cierto Shikamaru... tenías razón.-me miró sin entender.-las nubes… transmiten paz, que no te avergüence decirlo a los cuatro vientos, no es para nada raro.-le aclaré.

Shikamaru abrió los ojos, parecía que le había dado en el clavo. Aunque pareciera que todo le era indiferente seguro que algo le había afectado alguna vez. Antes al oír a Chouji decir que el no quiere que piense que es raro me di cuenta, seguro que alguien se lo había mencionado antes.

-Arigatô-dijo Shikamaru con una pequeña sonrisa.

-Sakura-chan espera que te acompañamos-dijo Chouji.

Los dos se levantaron y se dirigieron a las escaleras.

-¡Esperad!- les grité. Ellos se giraron alertados por mi grito.-¿No queréis ir por otro medio?-les dije con una cara demasiado inocente.

A Shikamaru le recorrió un escalofrío. No le agradaba nada lo que acababa de oír ya sospechaba que era algo problemático. Chouji en cambio no se dió cuenta y lo arrastró hasta mí.

-Di di Sakura-chan.

-Akira.-le dije sonriente.

-Entiendo.- Akira se abalanzó sobre Chouji y Shikamaru, se los cargó en el lomo y yo salté encima suyo agarrándome a su cuello.

Akira saltó de la azotea y al caer al suelo empezó a correr hacia la casa Nara.

Íbamos yo, Shikamaru y Chouji. Yo riendo al ver como Shikamaru se aferraba a mi por miedo a caer mientras no paraba de decir "niña problemática" mientras Chouji comía otra de sus galletas. Que por cierto no sabía de donde las sacaba. Otro misterio del mundo sin resolver.

Cuando divisé la casa de los Nara, vi a un hombre alto y rubio, junto a el iba una niña con el pelo corto y rubio llevando una cesta llena de flores y hierbas. Al llegar delante de ellos la niña se giró alarmada por Akira y gritó.

-¡Kyaaaa! ¡Oto-san sálvame! Una bestia salvaje me quiere comer.-dijo la niña escondiéndose detrás de su padre.

A todos los presentes nos salió una gotita estilo anime en la frente. Bueno casi todos. Yo me enfade.

-Oye, Akira no es ninguna bestia salvaje. Es un lobezno de lo más educado.

-Escúchame a mi, tiene pelo, es enorme, grandes colmillos y afiladas garras, esta claro que es una bestia salvaje, frentona.-dijo apartando el "miedo" anterior y llevándome la contraria.

-Fre-frentona.-dije tapando mi frente con mis manos. Eso era un golpe bajo. -Pues no es cierto mi frente solo es un poco más grande de lo normal, y Akira es mucho más educado e inteligente que tu, cerda.-le dije devolviéndole la falta de respeto.

-Sakura ya basta no pelees.-mi madre acababa de llegar junto a Yoshino-san y un Shikaku lleno de curitas, seguramente le hizo una visita al botiquín.

-Ino tu también no deberías de decir esto.-dijo su padre.

-Pero empezó ella.-dijo Ino señalándome con el dedo índice.

-Eso no es cierto Ino.-Dijo Shikamaru. -ella solo defendió a su amigo.

-Es cierto Ino deberias pedirle disculpas a Akira, el es muy bueno, no es ninguna bestia salvaje.- le dijo Chouji, reprendiendo a la rubia.

-Hump, lo siento.-dijo Ino ladeando la cabeza.

-Dijo que acepta tus disculpas.-Le dije.

-¿entiendes al lobo?-me preguntó olvidando nuestra pequeña "discusión".

-Claro, por eso somos amigos.

-Oh entiendo entonces… se mi amiga.-dijo sin tapujos.

Me la quedé viendo, ¿es que acaso estaba loca? Hace un rato me quería quemar viva y ahora me decía que quería una amistad conmigo.

-Cl-claro.

-Muy bien lobo. Ahora dime… soy preciosa ¿cierto?-Todos nos quedamos con caras que hacían risa. ¿cómo una niña puede tener semejante bipolaridad?

-Incluso más que hahaue… Sugoi (N/A: Increíble)

Se hizo el silencio hasta que Ino decidió abrir la boca.-Oye ¿por qué no contesta?

-Por que no se lo he permitido, y por lo que veo no te considera una buena amistad, diría que antes lo ofendiste. Y dice que no duda que lo puedas volver a hacer.

-¿Pero como puedes saber lo que piensa? Si no a hecho ningún ruido. ¿qué acaso eres telépata?-preguntó burlona.

-No exactamente, solo que tenemos un vínculo en nuestras almas.-le dije tranquilamente. Estaba acostumbrada a tratar con personas bipolares, hasta se podría decir que yo también soy una... en cambio los demás veían nuestro dialogo como algo gracioso. Como si fuera un espectáculo que tuviera las respuestas para las burlonas preguntas de Ino, alias cerda.

-Mmm… ¡entonces utilizas la telepatía de los Yamanaka!-dijo escandalizada.

A todos les pareció exagerada la reacción de la Yamanaka. -Eso no puede ser no es justo yo todavía no la domino.

-Ino, te ha dicho que es un vinculo entre almas, no entre mentes-dijo su padre tranquilamente acariciándole la cabeza.

-Oh, entonces está bien, te continúo ganando, Frente.- dijo arrastrando la palabra.

-Seguro, cerda.-dije respondiendo el "saludo".

-Parece que será una gran amistad, jojojojo.-dijo hahaue.

-Ya la notaba yo muy calladita.

-Si será una larga y prospera amistad.–dijimos a la vez mientras nuestras miradas sacaban relampagos.

-Ino ¿a qué vinisteis?- dijo Shikamaru intentando aligerar la "tormenta eléctrica".

-Oh cierto, papá y yo trajimos las flores y hierbas que nos pedisteis.-dijo mostrando la cesta.

-Arigatô Ino-chan, veo que te acordaste del recado, eres muy lista.-dijo Yoshino-san cogiendo la cesta con una mano y acariciandole con la otra.

-Arigatô Yoshino-san.-le dijo sonriendo.

-Yoshino, tendríamos que irnos ya.-anunció mi madre tranquila andando hacia mi.

-¿Hacia dónde van?-Preguntó esta vez Shikaku.

-Tenemos que ir a visitar los Inuzuka.-Dijo mi madre.

-Entonces esperen un momento.- Shikaku entró a la casa y salió con unas píldoras.-Si van hacia allá necesitaran esto.-dijo mientras le entregaba una cajita con unas píldoras a mi madre.-Los Inuzuka están sufriendo una plaga de pulgas. Los Aburame estarán allí, pero las píldoras son para evitar cualquier inconveniente con ellas.-explicó Shikaku.

-Entiendo, gracias por esto Shikaku, ¿pero por qué hay cinco? Somos tres contando a Akira.

-Eso es porque Shikamaru y Chouji las acompañarán, necesitan ir a ver al pequeño Kiba. Espero que no sean molestia, Ume.

-Claro que no Shikaku, no sé porque preguntas.-le dijo sonriente.

-Problemático, no sé porque nos hicieron esto.- Shikamaru, por supuesto.

-No lo sé quizás por qué alguien hizo travesuras en la visita con el Hokage...-dijo desinteresada Yoshino-san.-Y les pusieron como castigo escribir sobre lo mal que se comportaron. También tengo una foto, que la hizo Kiba, que también participó.- dijo enseñando una foto.

(N/A: vayan a ver el perfil, subiré una imagen en la página web que está apuntada, me hizo gracia)

Los chicos apartaron la mirada un poco sonrojados. Yo miré a mi madre, y ella me guiño un ojo, al igual que Yoshino-san y Chouza-san que sonreían al saber lo que estábamos pensando.

Me acerqué a ellos le susurré a la oreja de Akira unas palabras y el asintió.

Shikamaru y Chouji se me quedaron viendo y yo les dije...

-No pueden perder tiempo, así iremos más rápido. –cogí 4 píldoras, le tiré una Akira, la otra me la comí yo y las otras se las tiré en la boca de Shikamaru, que tenía abierta por tener que volver a subir encima de Akira y a Chouji, que estaba comiendo, otra vez.

Los agarré de la muñeca y los subí, yo salté sobre Akira y Akira saltó hacia un techo, solo se escucho un grito por parte de Shikamaru antes de perdernos de la vista de todos...

-¡Problemática!
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Continuará
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No me gustó mucho como quedó... bueno espero que a ustedes si!!!

Esperen para el próximo!!!!

 

Les dejó el cap, Disfútenlo!!!

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...solo se escucho un grito por parte de Shikamaru antes de perdernos de la vista de todos...

-¡Problemática!


Capitulo 5

¡Hasta luego!

El clan Inuzuka estaba situado a las afueras de Konoha, al lado de las praderas. Era un clan que se conocía por los rasgos salvajes que tenían sus miembros. Tenían las pupilas rasgadas, colmillos más afilados que la mayoría, un olfato mucho más evolucionado que la mayoría de perros ninja y un sistema auditivo muy sensible. Se les era dado un cachorro de perro ninja al nacer, estos crecían juntos y eran inseparables, creaban un fuerte lazo que nadie podía romper.

Por otro lado los Aburame también vivían a las afueras de Konoha, pero cerca del bosque. Tienen una especie de contrato con las Kikaichu, insectos que consumen chakra. La relación entre los insectos y el huésped es muy beneficiosa para ambos: los huéspedes proporcionan protección y alimento, convirtiéndose en colmenas, mientras que los insectos se convierten en siervos del humano, permitiéndole realizar técnicas sin necesidad de sellos o de usar chakra.

Es un clan misterioso, los miembros se caracterizan por llevar lentes oscuros y chaquetas que cubren parte de su rostro.

Akira no iba muy rápido, no quería que al Nara le diera un trauma con las alturas, llegaríamos en unos cinco minutos así que aproveche para cotillear un poquitín.

—¿Qué hicieron para que los castigaran?

Silencio, y dos niños rojos estaban ahí apartando la mirada.

—Así que fue vergonzoso... Venga, venga, expliquen, soy todo oídos. —dije emocionada por la idea de descubrir un secreto, un secreto del que tendría que guardar, entre amigos. Mi primer secreto.

—Pues... –dijeron a la vez mientras arrastraban la palabra con mucho pesar.

Flashback (POV Shikamaru)

-Oye Shikamaru ¿no te parecen muy aburridas las clases de hoy?—me preguntó alguien problemático que justo estaba a mi lado.

Levanté un poquito la cabeza, estaba cruzado de brazos mirando el cielo y las nubes intentando no escuchar el rollo que nos estaban diciendo. Hoy habíamos salido a ver la Torre de Hokage-sama, y ahora estaban contando, entre tantas otras cosas, la historia de los Hokage de Konoha.

Pero parecía que alguien quería meterse en problemas. Un niño con el pelo castaño alborotado, con un perro en la cabeza, ojos afilados, colmillos sobresalientes y unas extrañas marcas rojas en la cara en forma de triángulos, me estaba sonriendo con esa cara que solo pone cuando es más problemático que nunca. Un niño llamado Kiba. El segundo más problemático en la academia.

—No le veo lo diferente, todas son igual de problemáticas. —le respondí intentando no sonar interesando en su ofertaseguramente problemática.

—Akamaru necesita ejercitar un poco, ¿nos acompañáis?—Nos dijo señalándonos al perro encima de su cabeza para después posar su mirada encima de Chouji y de mí.

Sin saber cómo, ya nos habíamos escabullido del grupo de la academia y estaban Kiba y Akamaru pasándose una pelota. Kiba le tiraba la pelota y Akamaru la paraba y se la devolvía.

—Akamaru vamos a probar una larga—dijo Kiba tirando su brazo hacia atrás.

Dio unas cuantas vueltas estirando su brazo y finalmente la lanzó.

—Problemático. —Dije pensando en voz alta. No me gusta para nada la trayectoria de esa bola, y parecía que no era el único al que no le gustaba. La cara de Kiba se tensó, y Chouji dejó de comer.

Un “Crash” y un “Auch” se oyeron cuando la pelota rompió un vidrio y le dio a alguien. Pero ese alguien estaba muy enfadado, y ese alguien era muy importante.

Sin saber cómo, por segunda vez, llegamos a la sala del Hokage. Éste nos miraba con un rostro enfadado con una pelota agarrada con fuerza en su mano y le rodeaba un aura negruzca que helaba la sangre de cualquiera. Se notaba que nos quería a más de cinco metros bajo tierra.

—Muy bien ahora díganme, ¿quién fue? –Preguntó un enojado Hokage.

En ese mismo instante hice lo que cualquiera hubiera hecho, señalar al de al lado. Aunque no fui el único que lo hizo. Chouji y yo señalamos a Kiba, y él señalo a Akamaru mientras el perro señaló a su amo.

A Hokage-sama se la acabó la inexistente paciencia que le quedaba y su aura asesina incrementó todavía más. Esta vez hice lo que todo hombre con ganas de vivir hubiera hecho...

-¡Corred por vuestras problemáticas vidas!—eso fue lo que grité en ese momento, aterrorizado, mientras tiraba de la muñeca de Chouji. Si queríamos celebrar nuestro quinto aniversario, debíamos correr pero ¡ya!
Y así fue como llegamos a nuestras casas castigados y magullados...

Fin flashback (fin POV Shikamaru)

—Aunque también mi madre me hizo pasar una visita al botiquín por parte suya—finalizó Shikamaru asustado de recordar algo desagradable.

—Pues mi madre me dejo sin merienda durante dos días seguidos, fue horrible. —dijo Chouji triste mientras tocaba su pancita.

—Ja, jaja, ya no puedo aguantar más... jajajajajajajajajajajajajajajajaja—rompí en una sonorosa carcajada. —¿Cómo puede ser que siendo tan pequeños os metáis en problemas con el Hokage? jaja, además, como dirías tu Shikamaru, jaja, vaya situación tan problemática, jajaja—les dije entre risas.

—Sa-Sakura-chan no te rías—dijo un Chouji muy rojo.

—Tsk, problemática. —Masculló por lo bajo un rojísimo Shikamaru.

-Gomen gomen (N/A: perdón), hace tiempo que no me reía tanto... pero debéis admitir que la situación es graciosa. Por cierto... ¿Os fijasteis en la cara de Hokage-sama?—dije recordando la foto que me mostró Yashiro-san.

Shikamaru entreabrió los labios mientras trataba de recordar... Chouji dejó de masticar mientras recordaba... la cara de Hokage-sama.

—Pft—se rió por lo bajo Shikamaru.

—Jaja, es cierto jaja. Que cara puso. —empezó a reírse también Chouji.

—Sakura-chan ya llegamos—dijo Akira intentando aguantar la risa. El también había visto esa foto, e imaginarse como había sido todo era gracioso.

Akira se paró enfrente de la casa de los Inuzuka. Largos muros de piedra blanquecina se unían en un portón de madera.

Una chica de unos diez años abrió la puerta, tras ella iban tres perros con pelaje marrón. La chica tenía el pelo castaño amarrado en una cola, unas marcas rojas en la cara, y ojos con pupila rasgada, estaba segura que era una Inuzuka.

La chica se acerco a nosotros se detuvo delante y nos miró de arriba para abajo.

—Cha, me siento observada.

— ¿Observada? ¿Por qué crees que será?

—Cha, ¿no puedo decirlo?

—Mmm, no.

—¡Amargada! ¡Shannaro!

Todavía se acercó más, esta vez seguida de los tres perros. La chica era hermosa, pero viéndote tan fijamente a cualquiera le pone los pelos de punta, ¿no?

— Hola Chouji y Shikamaru. — saludó relajando sus facciones. Se le pudo notar una sonrisa, era realmente relajante.

— Hola Hana-san —dijeron en un tono habitual Shikamaru y Chouji. Supongo que estarán que la conocían.

Los dos se bajaron de Akira, Chouji se acercó a Hana-san, y Shikamaru se bajó contento, solo le faltaba besar el suelo de lo feliz que estaba de pisarlo.

Hana-san posó su vista en Akira, estuvieron un buen rato mirándose sin ceder, hasta que yo decidí intervenir.

— Eto... Hana-san soy Haruno Sakura — en ese momento ella se giró hacia a mí mientras ponía su nariz enfrente de mi cara y cerraba los ojos.

— Snif, snif — Estaba... ¿aspiraba mi aroma? Pronto se acercando los tres perros y empezaron a hacer lo mismo. Me estaba comenzando a poner nerviosa.

— Sakura-chan no te preocupes— retumbo en mi mente la voz de Akira. Me tranquilicé un poquito y me fijé en las caras de Shikamaru y Chouji... Eran para hacer una foto, tenían una cara de ¿Qué pasa aquí? Muy chistosa.
De repente Hana-san se abalanzó a mí y empezó a restregar su mejilla contra la mía. ¡¿Pero que rayos le pasaba a esa chica?!

Entonces un chiquillo con pelo revuelto, con ojos de pupila rasgada y un cachorrito en la cabeza nos miró con fastidio, sobre todo a Hana-san.

—Oneesan... ¿se puede saber por qué te pegas como una lapa a una chiquilla de pelo rosa?

—Oye, ten más respeto Kiba no baka. —le contestó sin soltarse de mí. —Lo que pasa es que huele muy bien, tiene un olor muy dulce y refrescante... —creo que me acabo de sonrojar— ¡Qué linda! —Todavía me estrujó con más fuerza.

El chico, Kiba, se acercó a mí y empezó ha hacer lo mismo que su hermana. ¿Pero que día es hoy? ¿El día de oler a Sakura?

—Cierto, desprende un buen aroma ¿no es cierto Akamaru?

— ¡Wauf! (¡si!) —en esto se me tiró encima junto los tres perros marrones.
...solo se escucho un grito por parte de Shikamaru antes de perdernos de la vista de todos...

—Eto... po-podrían apartarse un poco. —dije apenada. No todos los días tenías a una legión de Inuzuka más perros encima.

—Claro pequeña lindura —dijo Hana-san dándome un beso en la frente. —Pero que linda. Eres una mini copia de Touya-kun. —¿Touya-kun? ¿Se referiría a mi hermano?

Kiba solo observaba a su hermana y su más fiel amigo, como se apretujaban a la pequeña Haruno, al lado del niño Nara y el pequeño Chouji, que las miraban como si de un fenómeno se tratara.

— ¿Conoces a mi aniki(N/A: respetable hermano mayor)?—pregunté ilusionada hacia más de un año que no lo veía.

—Sí, está en mi grado.—se me iluminaron los ojos.

— ¿Cómo está? ¿Ésta bien? ¿No hace maldades? ¿Aprueba? ¿Lo tratan bien? ¿Me-me echa de menos?—lo último lo dije dudando. Yo lo quería mucho, pero siempre acabábamos peleando por cosas estúpidas... me preocupaba que se hubiera olvidado de mi.

—Está bien, y si, está bien, es bastante revoltoso, pero es una gran persona, y si aprueba, también tiene muchos amigos y por supuesto que te echa de menos. No para de hablar de ti. Mi hermana esto, mi hermana aquello. Te quiere mucho. —finalizó acariciándome la cabeza Hana-san, ya separada de mí.

Yo solo pude sonreír como una tonta. Hacía mucho que tenía estas preguntas, pero la que quería que realmente me contestaran era si me echaba echa de menos. Lo quería demasiado.

—Cof, cof—simuló una tos Kiba, que provocó que giráramos hacia a él. — ¿Qué nadie va presentarnos Oneesan?

—Claro baka, mira Sakura-chan este baka de aquí es mi hermano menor, Kiba. Kiba no baka esta monada que ves aquí es Sakura Haruno, la hermana pequeña de Touya-kun. —dijo Hana-san orgullosa de su presentación.

—Hum, no me digas… baka... —lo último lo dijo en un susurro, pero no le sirvió de mucho.

Pestañeé y ya no tenía a Hana-san ahora estaba ahorcando a Kiba con una llave de lucha libre.

El pobrecito tenía la cara azul, le lagrimeaban los ojos y le suplicaba a su hermana que le dejará tomar una bocanada de aire.

—Hana-san, lo va a estrangular.—le dije. Al instante lo soltó, y el castaño aspiró una gran bocanada de aire. Luego lo soltó y empezó a toser. Shikamaru y Chouji continuaban mirando la escena, pero ahora, aterrorizados. Miremos lo que hay dentro de sus mentes...

<<Problemático, espero que nunca me toque estar con una mujer así>>

<<Se me acabaron las papitas>>

<<Hana-dono es impresionante>>

<<Da más miedo que Aniki cuando lo fastidian por su pelo rosa>>

—No me vuelvas a insultar Kiba no baka—le gritó Hana-san a su hermano mientras le mandaba una escalofriante mirada.

—Ha-hai, Aneue-sama (N/A: respetable hermana mayor)—dijo Kiba reverenciándose.

—¿Todas las mujeres Inuzuka son así? —pensé en voz alta.

—Por lo que sé el padre de Kiba huyó de allí porqué su mujer lo aterrorizaba…—dijo una voz desconocida a mi lado.

Llevaba lentes redondos y oscuros, y llevaba una capucha que le tapaba un poco del rostro.

—¿Quién eres? —le pregunté un poco sobresaltada por su sigilosa aparición.

—…Shino…Aburame… ¿y tú? —dijo volteando su cabeza hacia mí.

—Haruno Sakura, y el cachorro de lobo que está ahí tumbado— dije señalando a Akira. —es Akira.

—…—estaba mirando a Akira hasta que una mariposa se le posó en el dedo índice.

—Ohayo—se oyó una voz detrás de mí. —veo que os estáis divirtiendo Sakura-chan.

—Hahaue, has tardado mucho, ¿qué hacías? —pregunté curiosa. Era difícil no notar la presencia de mi madre alrededor.

—Estuve hablando con Tsume-chan y Shibi-chi.—dijo con una sonrisa.
En la mención de esos dos nombres los hermanos Inuzuka pararon de hacer lo que sea que estaban haciendo y el niño Aburame giró la cabeza hacia mi madre con atención.

—… ¿chan? —dijeron a la vez los dos hermanos.

—…Shibi… ¿chi?…

—Hai, Tsume-chan y Shibi-chi.

—Pft…—Empezó a contener la risa Shino. Mientras los Inuzuka se carcajeaban.

—Jaja, nunca creí ver a alguien llamar así a okaa-san, jajajaja— Empezaron a reírse los dos hermanos.

— ¿De qué os estáis riendo? Mocosos. —Una amenazante aura detrás de mi apareció.

Era una mujer con pelo café, pupilas rasgadas, y los labios pintados de morado. Y verdaderamente… daba mucho miedo. Me fui corriendo al lado de Akira, Shikamaru, Chouji y Shino, que se nos unió al grupo de “aléjense de la fiera”.

—O-okaa-san, d-de nada. —temblaban de miedo y estaban abrazados fuertemente el uno del otro, parecía una escena sacada de un libro de terror.

Mi madre solo sonreía, y un hombre con una chaqueta que le cubría el rostro, con unas gafas negras, piel morena y unos aretes en la oreja derecha solo miraba “un poco” molesto la escena.

—Eso espero porque si no…— dijo levantando un puño.

—Tsume-chan no los asustes tanto, pobrecillos.

—Hum, de pobres no tienen nada—dijo cruzando los brazos.

—Cierto, tengo una idea… Sakura ven aquí un momento. — me dijo hahaue.

—Preséntate y llámales igual que yo. —me dijo en un susurro, que solo fue escuchado por Tsume-san.

—De acuerdo…— dije un tanto dudosa ¿Qué se traía entre manos?

—Me llamo Haruno Sakura, y espero poder contar con vuestro apoyo y amistad, ahora y siempre… Hana-chan, Kiba-chan y Shino-chi. —Su cara se descolocó. Tsume-san ahora sonría de superioridad y el aire molesto de Shibi-san desapareció cuando oyó el nuevo nombre utilizado.

Shikamaru y Chouji junto a Akira nos estábamos aguantando la risa, claro, si eso era posible.

—Tomen eso enanos, si a nosotros nos llaman así a vosotros también— concluyó orgullosa Tsume-san.

—Por cierto… ya pueden entrar… la plaga fue llevada a los territorios Aburame…—dijo Shibi-san, rompiendo el gracioso momento. —Shino… vámonos a casa…

—mmm… adiós…—se despidió “emotivamente”.

—Adiós Shino-chi—le dije con una sonrisa.

Shino solo se sonrojó por su nuevo apodo y se fue hacia su padre. Después desaparecieron en una nube de insectos.

—Bueno, ustedes tres…— Tsume-san señaló a Shikamaru, Chouji y a Kiba-chan— ¡A dentro, tienen un castigo que escribir! —A regañadientes se despidieron de mi y se dirigieron hacia la puerta de entrada del clan Inuzuka.

—Kiba-chan, todavía tengo a Aka-chan en brazos. —Le dije recordando que tenía a su cachorrito entre brazos.

El se giró rápido con la cara roja por haber olvidado a su compañero, y por el “chan” después de su nombre.

—Gomen, Akamaru.

—¡Wauf! (¡tranquilo, huele mejor que tu, me gusta más!)—ladró Akamaru.

—Serás…—empezó Kiba-chan.

—Oye Aka-chan, no le digas esto a Kiba-chan. —le dije en modo regaño.
Akamaru lloriqueo y le pidió perdón a su amo y compañero. El aludido me miró interrogante.

—¿Puedes entenderlo? — preguntósin poder creerlo.

—Si… Supongo que me llevo bien con los animales—dije un poco apenada.

—Ya veo… espero volverte a ver— me dijo sonriente.

—Cla-claro—le dije sonriente.

—Adiós Sakura-chan—dijo recalcando el chan de forma bromista.

—Adiós Kiba-chan—le imité.

Se giró y se fue con Chouji y Shikamaru. Los tres levantaron sus manos despidiéndose. Si, leyeron bien, Shikamaru levantó la mano también. —¡Hasta luego!

—¡Si hasta luego! —les dije— ¡los voy a extrañar!

La puerta de los Inuzuka se cerró detrás de ellos, ya se había hecho tarde, el astro rey se estaba escondiendo dejando ver un tono anaranjado en el cielo. Y una brisa fresca se hizo presente.

—Parece que hiciste muy buenos amigos— dijo mi madre dándome la mano.

—Sí, espero verles pronto, después de todo fue un “hasta luego”
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Bueno pues este es el capitulo 5. Intentaré no tardar tanto para el próximo. ¿ Comentarios, críticas ?