Entrevista a skadi

—Es usted una mujer de armas tomar, gran cazadora y mejor arquera. ¿Cuál ha sido su mayor atrevimiento en la vida?

Bueno, cuando era pequeña me atreví a cazar un jabalí dos veces más grande que yo, con tan solo un arco de entrenamiento. Casi muero, pero al final lo conseguí.

—Sabemos lo que la hace reír. Loki lo logró atando un chivo a su cuerpo con una cuerda invisible de manera que éste reproducía todos sus movimientos. Al parecer la visión era tan grotesca que incluso usted, tan seria, no pudo evitar reírse. Pero dígame: ¿qué la hace llorar?

¿Llorar? Bueno, no podría decir que muchas cosas me hagan derramar lágrimas, porque lloro cuando me frustro, al igual que los humanos; más aún así, no he tenido ese "nudo en la garganta" en lo que llevo de vida.

—Llegó a Asgard con la idea de vengar la muerte de su padre y salió de allí casada. Tuvo que elegir a su futuro marido mirando únicamente sus pies. ¿Qué tenían los pies de Njörðr, dios del viento y del mar, para enamorarla?

Aunque suene un poco tonto, reflejaban rudeza y virilidad. Supongo que siendo tan... "hombresita", me terminó gustando ese espíritu varonil que vi en sus pies, o en sus gruesos tobillos.

—Tengo una curiosidad. ¿Sufren los dioses, como el resto de los mortales, de juanetes? ¿Y de pies planos?

Eso a mí no me ha pasado, mucho menos a Njörðr, ya que no habría escogido sus pies. Pero he visto en muchas ocasiones a Thor, o incluso a su hermano Loki quejarse de sus pies, así que supongo, que es posible.

—La suya fue una de las primeras separaciones de la historia. Él no soportaba vivir en su reino de frío y hielo y usted no aguantaba el susurro de las olas, ni el canto de las gaviotas. ¿Qué se siente al ser una desprestigiada divorciada?

Para serle sincera se siente bastante bien. Debo admitir que nunca busqué agradar a todos, y este evento dejó en claro a todos que no me sometería ante nadie; además, como a todos me gusta llamar la atención, y estoy segura de que con ello hice más que solo lograrlo; debí quedar en la historia para la eternidad.

—Es conocida como la diosa del “sky” pero siendo una giganta, ¿no hubiera hecho mejor dedicándose al baloncesto?

Hubo un tiempo en que mi padre lo insinuó y llegué a pensarlo, pero prefiero mantenerme tal y como voy hasta ahora. No sé, quizá el baloncesto no es lo mío. De echo, no lo es y nunca lo será; porque bueno, sería la única mujer en el equipo, de eso estoy segura.

—Fue usted quién colocó sobre la cabeza de Loki la serpiente que goteará veneno sobre su cara hasta la batalla del fin del mundo. ¿Ésa es su idea de la venganza?

Sí, y espero que lo disfrute.

—¿Qué hará veinticuatro horas antes de que llegue el Ragnarok?

Quizá entrene un poco mis habilidades, ya sabe, no puedo quedarme haciendo nada.

—En el cuento de Hans Christian Andersen, la reina de las nieves borra los recuerdos del niño con un beso, si usted tuviera ese poder, ¿a quién besaría y que recuerdo le borraría?

Hm... no se lo haría a nadie, a menos que descubra que su vida ha sido un verdadero desastre, y no he conocido a nadie así hasta ahora.

—Y ya para terminar. ¿Qué tres cosas se llevaría a una isla desierta y por qué?

No llevaría nada. Soy una Diosa, puedo crear mi propio alimento cazando, mi propia agua con hielo y un hogar digno con mis propias manos. No necesitaría llevar más que a mí misma