Aventura Entre

Capítulo 14​

Lo que en verdad Rosely Zaquin ignoraba era los verdaderos orígenes de su padre, quien en realidad era de Blue Side y quien además de ser un excelente aprendiz de investigador científico, era hijo de Kibo el investigador mayor del Diamond y quien debido a una contusión cerebral que sufrió debido a un golpe que recibió de Res-to murió en menos de 24 horas. Para en ese entonces Phal era un joven que apenas se había graduado oficialmente de investigador profesional e insistiendo en que seguiría con la investigación de su padre, le contó todo a Ban. Sin embargo lo que proponía el joven Phal iba más allá de lo que el mismo líder podía imaginar. Él había propuesto que ir a otra dimensión e investigar más a fondo la sustancia del Diamond y lo aplicaba lentamente en el cuerpo de un bebé o recién nacido posiblemente el suero se desarrollaría mejor.

—No me convence del todo —fue la respuesta de Ban, indeciso, ir a otra dimensión para “experimentar” con otros bebes sonaba demasiado cruel—. No creo que sea prudente, ¿sabes lo que sucedería si las autoridades de allá se enteran lo que estaba haciendo?

—No se preocupe, si algo saliera mal tan solo regreso y ya, estoy seguro que si llegara a suceder no regresare con las manos vacías.

Zaquien era un joven decidido y Ban lo podía saber por la mirada, el mayor sonrió, le gustaba que los jóvenes fueran determinados; aplaudía aquel espíritu. Volvió a mirar a Phal quien lo observaba con impaciencia deseoso de obtener una respuesta positiva, por lo que el líder le cuestionó:

—¿Estarías dispuesto a ir a otro lugar?

—Todo sea por la investigación —fueron las últimas palabras que mencionó antes de que Ban le diera el permiso.

Fue de esa manera en que Phal Zaquin comenzó una nueva vida en la ciudad donde conoció a Catalina a quien fue fácil enamorarla después de que se enteró de que su marido la había dejado con un pequeño. El que ella tuviera a un pequeño a él se le facilitaba el asunto, pues originalmente a quien se le iba a administrar el suero. La “consoló” para posteriormente invitarla a salir y así sucesivamente hasta que le declaró que matrimonio. Pasaron días, semanas, meses, y mientras Phal seguía con la investigación y perfección del suero, Catalina le informó que estaba embarazada. Él se alegró, sin embargo no se puso feliz de tener una hija, no, en realidad aquel día sonrió alegremente porque aquel niño que iba a nacer tenía la sangra combinada tanto de Blue Side como de aquella dimensión y junto con el suero el resultado sería mejor. Así pensó, aquel Phal que cuando terminó de hacer su trabajo y administrársela a su niña a cantidades pequeñas pues no deseaba arriesgarse a que ocurriera algo fatal, el resultado de aquel experimento fue positivo. Pero entretanto los años pasaban y Phal permanecía junto a su familia se dio cuenta que en verdad disfrutaba estar con ellos. Los llego a apreciar, a quererlos y amarlos como un verdadero y amoroso padre amaría a su familia.

¿Cuál fue el precio de las acciones que hizo? Remordimiento en varias noches. No podía evitar pensar en lo que hizo, duró muchas noches sin poder dormir y su preocupación incrementaba cada vez que Rosely crecía. Comenzaba a temer que los hombres del líder llegaran. Efectivamente, un día se cumplió su temor. Cuando Ros cumplió los seis años de edad un par de hombres llegan a su casa, no fue difícil para Phal disfrazarle a Catalina que eran hombres de negocio por lo que los llevo a un lugar privado.

—Pero si es una niña muy sana —comentó uno de ellos al ingresar a la oficina y haberse percatado de la pequeña.

Ante el comentario Phal frunció el ceño no muy agradecido por las palabras, al contrario, estaba muy consciente a lo que habían ido.

—Me imagino que debes saber porque estamos aquí, señor Zaquin —habló uno de ellos al momento que tomaba asiento en el sillón—. El señor Testur está ansioso de ver a la pequeña y pregunta para cuando van a regresar.

—No pienso regresar —contestó provocando que los oyentes entrecerraron sus ojos; no habían ido allí para escucha eso, y el continuó cuando escuchó a uno de ellos preguntar “¿Por qué?” —. Aquí tengo una familia, no me puedo ir, ya soy padre de familia.

Los dos hombres se miraron algo confundidos, enseguida uno de ellos se volvió a él para decir:

—Sabe que podemos borrarles la memoria, ¿no es verdad?

—No es tan simple, ¿qué le diré a Ros? ¿Qué nos vamos a mudar? ¿Y si después pregunta por su madre y hermano? Estamos consiente que mi hija es de nuestra sangre, no sabemos si el borrar la memoria pueda funcionar en ella.

Los dos hombres intercambiaron miradas, en los rostros de ellos se podía notar un poco de confusión y Phal sabía la razón de eso. El líder solo los había mandado para que se fueran de vuelta a Blue Side, el que él se negara pues no les ayudaba mucho. E insistieron que debían ir a tal punto que Zaquin decidió que lo mejor era hablar con Testur en persona. De esa manera, en un viaje de “negocios” que dijo a su esposa pero que en realidad iría a su lugar de origen, habló con el líder diciendo que cuidaría de Rosely, que si el necesitaba de su sangre para experimentar con ella podía mandarle un poco. Entre discusión y plática, los dos llegaron a un acuerdo. Rosely permanecería con ellos; en ese mundo. Sin embargo si los Diamond se dieran cuanta que estaba allí sin duda mandaría a alguien para llevársela a Blue Side. Phal aceptó el trato pensando muy en el fondo que eso nunca ocurriría.

Lágrimas brotaban de los ojos cafés de Rosely al recordar poco a poco algunas escenas que de niña le parecieron extrañas. Cómo por ejemplo que su padre la llevaba a un hospital y le sacaban sangre pues debían examinarla aunque ella decía constantemente que se sentía bien. Las lágrimas seguían brotando de sus ojos y aunque deseaba pararlas no podía decir a sus sentimientos que lo hiciera ya que de estar sorprendida; algo le dolía en su pecho. Le dolía mucho su ser interno, le hería el saber lo que era y lo que su padre fue.

Sin embrago, lo que más le lastimaba era recordar que muchas personas fueron lastimadas tanto física como mentalmente por un simple deseo; una simple aspiración que se transformó en una codicia. Ahora, más personas estaban siendo lastimadas debido a lo que ella llevaba en su interior. Hasta jóvenes de su misma edad que recordaba había visto en las noticias que las habían desaparecido y que cuando las volvieron a ver se encontraban moribundas y hasta algunas murieron y eso porque los Diamond al estar desesperados de saber que existía tal vez su única esperanza de volver a tener el mismo aspecto que solían tener, las secuestraban e intentaban extraer su sangra con la intención de ver si ellas eran el verdadero experimento “perfecto”.

Pero tampoco los culpaba a ellos, a los nombrados Diamond, porque no fue su culpa, no obstante aún tenía una gran duda.

—Si solo quieren volver a su estado original, ¿por qué el señor Testur está en contra? —cuestionó la joven—. No lo comprendo, recuerdo que él me dijo que ustedes se volverían fuertes, poderosos o algo así —levantó la vista para mirarle, ahora sentía simpatía por él. Ya no le temía como antes.

Res-to negó levemente con la cabeza para después contestar:

—¿Por qué querríamos ser más fuertes? Tus propios ojos vieron como mi piel se regeneró rápido y no solo eso, desde todos esos años no parecemos envejecer ni morir. Tenemos el doble o triple de fuerza que alguien normal de tu mundo y del mío. No deseamos tener más, solo queremos tener lo que antes. Él, el líder, era una persona buena, lo estimaba mucho, lo consideraba como a mi segundo padre y creó que él me consideraba su hijo, pero la corrupción del poder lo cambió. La avaricia enveneno su alma y, después de que aquel experimento fallo ¿qué iba a decir a los familiares de esos pobres ex-buscadores que dañó?

“Tuvo miedo de enfrentarse a la posible gente decepcionada o enojada por lo que actuó de esa manera, diciendo que nosotros éramos los intrusos asesinos. También está el hecho de que si pudiéramos volver lo de más se preguntaran ¿por qué si supuestamente murieron? Existe muchas cosas que envuelve la decisión errónea que tomó él.”

—Quiere evitar que su liderazgo se vea afectada —comprendió la joven.

Ahora todo encajaba. Testur era una persona ruin y cobarde. Además había otra cosa, algo que aunque no era tan evidente, Res-to se la planteó muy bien. El que él siguiera con la investigación al saber que la fuerza como la regeneración de partes amputadas era posible, él ansió también ser así pero sin sufrir el efecto de “monstruosidad”. Tenía temor al camino largo que lleva a la muerte; temía a envejecer.

—Pero... —continuó la joven—, dañaron a muchas personas. Lo hicieron con mi padre y también con Dylan, a Rive, todos ellos, ¿por qué?

Conocía muy bien que el deseo de volver los obligaba a luchar con y por lo que sea.

—Pero no matamos a nadie, ¿o sí? Tu madre y hermano están bien. Tu padre sobrevivió, tampoco deseábamos asesinarlo. El joven de cabello blanco esta igualmente sano y el joven que te acompañaba solo lo inhabilitamos; es mejor así.

Rosely apretó la mandíbula sintiéndose pequeña, dudando en varias cosas, pero ya estaba allí en el ahora hogar de los Diamond, aunque se negara a ser sometida a extracción de fluido lo harían de todos modos. Aunque también deseaba ayudarlos y no por el hecho de que volvieran con su familia, quería venganza contra Testus puesto que él fue el origen de que toda su vida diera un gran giro.

Aunque no se lo pidieron, ella estaba de acuerdo con eso. No obstante, cuando por fin iban a ir al laboratorio improvisado que hicieron, algo que nunca creyeron que iba a ocurrir sucedió. Cuando estaban por salir, vieron como el aire comenzaba a elevase mientras que como un pequeño remolino se iba juntando en un solo lugar, Res-to no evitó dibujar una mueca de disgusto al saber que alguien estaba a punto de llegar. Su sorpresa creció aún más cuando no solo una persona, un grupo completo, los hombres de Wasa llegaron.

Iba a enfrentarse contra ellos, no obstante la joven, abrió los ojos con gran sorpresa al distinguir que no solo ellos habían llegado, traían consigo a Dylan a quien apuntaban con un arma y sin sentir ni una pizca de compasión ante el rostro a dolorido que dibujada el joven.

¿Por qué lo involucrarían en esto?



Pues ya llegó la batalla final y con ello el final de la historia.

 

Capítulo 15​

Rosely vio como Dylan estaba siendo tratado con esa brusquedad. Lo habían atado de las manos.

Dylan levantó la cabeza y darse cuenta de la gran sorpresa y preocupación que el rostro de Ros expresaba. Por esos instantes se sintió avergonzado de que lo vieras en esas condiciones, sin embargo deseó sonreírle y dejarle saber que no se preocupara tanto pero en vez de eso, lo que le regaló fue una mueca de dolor que le obligó hacer el hombre que lo tenía en custodia cuando lo movió con brusquedad para que se moviera a un lado.

—¡Dylan! —no pudo impedir gritar ella y dar un paso adelante con ganas de acercarse a él.

No podía soportar verlo de esa manera. Pero sus buenas intenciones fueron detenidas por Res-to quien puso su brazo delante de ella y esa acción provocó que ella levantara la vista para por primera vez, observar el rostro del líder de los Diamond.

—Espera —la voz de él fue demasiado calmada. En ningún momento dejo de ver el grupo de Wasa—. No te precipites, eso es lo que ellos desean, que te acerques a ellos...

—¿Cómo quieres que espere al ver que están lastimando a Dylan? —Ella se reprimió pero en verdad que quería correr al lado del rubio.

Res-to ignoró a la castaña para dirigir su vista al capitán, manifestó con profundo decepción:

—Nunca creí que cayeran tan bajo como para traer a un civil, no, a una persona importante para ella y usarlo como chantaje.

—¡Ja! —De la garganta de Wasa salió una risa fingida—. No vengas a hablarme de moral, monstruo. Tú también hiciste algo parecido, ¿o me equivoco? Utilizaste a la familia de Phal para lavarle la cabeza.

El oyente entrecerró los ojos, serio, como aborrecía a las personas que se excusaban con algo así cuando lo que ellos hacían era mucho peor y nada comparable con lo que ellos hicieron; nunca lastimaron a la familia Zaquin, ni siquiera a Rosely. Sí, Wasa llevaba razón en que lo utilizaron, sin embargo solo utilizaron el nombre de ellos para poder hacer que Phal se calmara, y así escuchara con atención la verdadera historia del nacimiento de los Diamond. Lo que los buscadores estaban haciendo era amenazar a Backus en presencia de la joven Zaquin. Eso era más sucio.

Res-to discretamente echo una miradita a Ros quien se mostraba con gran preocupación. Gruñó. Por fin ella había aceptado de “buena” gana cooperar con ellos, y ahora venían los robots de Ban a arruinar todo. No cabía duda que el rostro de ella mostraba que haría cualquier cosa para ayudar al rubio, hasta dar su vida. Debía pensar en algo rápido.

—A quien ustedes llamar líder, ese Ban Tastur, no sé exactamente qué es lo que les ha dicho, pero lo que sea, es una completa mentira...

—¡Cállate, engendro! No te atrevas a hablar mal de nuestro líder.

—Aparten esa venda que tiene sobre sus ojos y vean que les ha estado ocultando cosas, ¿saben por qué la quieren a ella? ¿Saben si quiera de donde ha nacido, de las manos de quien fue?

—Solo sabemos lo que se nos permite saber —churrasqueó molesto, realmente molesto el capitán.

—Yo también pensaba así. Yo era... ¡no! Nosotros somos de su gente. Nosotros también trabajábamos en los buscadores. Trabajábamos día y noche para Ban, pero la codicia de ese hombre y el miedo, nos dañó...

Efectivamente, ¿el sentimiento de venganza que tenía era por la mal-formación que le hicieron? Solo una pequeña parte. El odio que en verdad creció en su interior fue por la traición que sufrió. La traición por aquel hombre que pensaba lo era todo. A quien llego a quererlo como a un padre. El ser desterrado, el ser odiado y temido por su gente, por los familiares, y el ser llamados monstruos asesinos era la verdadera razón por la que deseaba volver con ellos y pregonar a los cuatro vientos la verdadera cara de aquel hombre al que respetaban.

—Digas lo que digas, la palabra de líder es la verdad —sentenció Wasa.

Era absurdo. Res-to lo sabía. Estaba consciente que dijera lo que dijera no lo haría cambiar pues años atrás él también pensaba lo mismo de Ban. Para poder probar que sus palabras eran verídicas, ellos debían de vivir algo parecido a lo que él vivió. Debían experimentar la falsedad de ese mundo “pacifico” en que vivían. Nunca fueron libres. Desde pequeño se les enseño que la vida que se vive en Blue Side era la verdadera libertad, no obstante la realidad era lo contrario. Vivían como Ban desea que vivieran. Pero había algo que el líder sabía y era que tarde o temprano su reinado caería una vez que él muriera.

El pensar en aquello lo aterró a tal grado que poco a poco comenzaba a sentir los efectos de los años cargados en sus hombros. La muerte le asustaba, ¿qué había más allá? Nada, sería el fin para él y su reinado.

—Muchacha —continuó Wasa—, ¿quieres que le suceda algo a este joven? Hagamos un trato, si nos acompañas dejaremos al joven libre.

—Te mataran, eso es obvio. No les hagas caso.

—¡No te preocupes por mí, Rosely. Tú mantente a salvo, yo estaré...! —alzó la voz el rubio con rostro cansado y segundos después guardar silencio abruptamente al recibir un empujón de parte de su capturador.

—¡No seas estúpido, ¿cómo me pides eso? —gritó ella provocando que Dylan se sorprendiera—. Cómo me puedes pedir que te abandone. No lo haré, nunca. Yo, yo... no quiero que nadie más sufra. Quiero que esto termine —cada vez su voz se apagaba, era como si su voz fuera a desaparecer.

Era cierto, ella era una persona muy amable, recordó Dylan. Y persistente; no quiso abandonar a Rive aunque eso implicara volver al lugar donde más corría peligro. Ella era así, primero pensaba en los demás y luego en ella. Él sonrió por esa hermosa cualidad. Sin embargo estaba en circunstancias difíciles y, ahora a él no le importaría dar su vida por la salvación de ella.

¿Qué ella se pondría triste si algo le sucedía? ¿Y él? ¿No estaría en las mismas condiciones? ¡Era cierto! No sabía en qué lado estaría a salvo. Pero leyendo las circunstancias en donde se encontraba él, no lo estaría. Por esa misma razón, amplió aún más la sonrió al observar como ella queriendo acercarse, el sujeto a su lado, la detuvo. Ya no tenía miedo a aquel ser. Es más, agradecía profundamente que no la soltara aunque ella luchaba para soltarse.

Le dolió mucho ver como aquellos hermosos ojos se llenaron de amargas lágrimas mientras resbalaban sobre sus mejillas y su melodiosa voz pronunciaba su nombre una y otra y repetidas veces.

—¡Muchachos, no dejen que se la lleven! ¡Mátenla! ¡Ataquen!

El grito de guerra fue promulgado y con eso los hombres de Wasa moverse de sus lugares para ir detrás de Res-to quien se llevaba a Rosely, y los pocos Diamond que se encontraban cerca detenían a los hombres. La batalla comenzó mientras tanto Dylan cayó al suelo cuando el hombre que lo tenía sujeto lo empujó. Sin embargo sus ojos veían con petrificado la batalla; aunque los Diamond eran contados no parecía que eso les afectara, a pesar de que eran golpeados y hasta disparados se levantaba como dignas personas sacadas de una película de ficción. Tal era su fuerza sobrenatural que con un solo golpe les bastaba para derribar a los buscadores.

No cabía duda, si el combate se ganara por fuerza y resistencia, los Diamond ganarían, no obstante, pese a que aparentaban ser indestructibles, los buscadores eran muchos y aprovechándose de esa ventaja, unos se sacrificaban retrasando a los Diamond al momento que otros se movían para acercarse a Ros.

—Después de todo el humano fue inservible, desháganse de él—declaró el capitán mientras iba a la batalla.

Debía hacer algo por el mismo. No moriría allí, ¡no!, no perdería la vida sin antes decirle todo lo que Rosely le hacía sentir. Desde que la conoció, el día en que la vio acercarse a él para decirle que lo conocía y él debía conocerlo, desde ese día no ha dejado de pensar en ella. De preguntarse quién era ella y que fue de ella.

Al principio se le cruzó por la cabeza que el pensar una y otra vez en ella era porque le intrigaba de donde lo conocía si él no la recordaba. Sin embargo ese sentimiento incrementaba al estar a su lado. Le era uno conocido. Ya lo había experimentado hacía mucho tiempo esa sensación, por lo que podía decir sin dudarlo un segundo, que le gustaba. Le gustaba mucho y debía decírselo.

Ella debería saberlo, por ello sin dudarlo se levantó como pudo para correr aunque sintiera que la herida de su hombro derecho, la que nunca se trató pero afortunadamente la sangre se había secado y eso mismo evitó que tirara más sangre, le ardiera Sin embargo fue mucho más rápido ser tirado al suelo, el buscador le proporcionó una patada en plena espalda obligándolo a además de gritar, azotar en el suelo. Intentó volver a ponerse de pie, pero ese hombre lo detuvo empujándolo con el pie que apoyó en su espalda y sin llenarle eso pisoteó esta como si hubiera algún incesto en ella.

—¡Ahhhhh! —gritó a todo pulmón—, Ros... Ros...

—Piensas en ella a pesar de que tu vida esté en peligro. Respeto eso muchacho, es una lástima que la matemos.

Dylan apretó la mandíbula con fuerza sintiendo como la impotencia lo invadía y, sus ojos se humedecían para inconscientemente derramar lágrimas. Si Rive estuviera allí, él hubiera hecho un mejor trabajo en proteger y luchar por Rosely...

… ni el mismo podía salvarse...
​

Pero....​

… ¿por qué pensaba eso? ¿En verdad se lamentaba que Rive no estuviera allí, en su lugar? A su mente cruzó una escena, un recuerdo de alguien, una chica que no tenía rostro pero que estaba en su escuela y compartía clase con ella. Esa silueta sin rostro sonreía, sí, lo sabía aunque no la veía, sabía que sonreía porque él sonreía inconscientemente al verla hacerlo. Ese sin-rostro era Rosely.

No había tiempo de afligirse. Era tiempo de afrontar lo que estaba viviendo por lo que sintiendo el deseo de gritar con todas sus fuerzas para demostrar que aún no se rendía, levantó la cabeza y gritó. Se escuchó el rugir de una bestia, literalmente. Los ojos de los presentes se fueron a la dirección del potente rugido y con ojos de asombro observaron a Luna, el canino de hermoso pelaje blanco, quien con ese vigor levantó la cabeza y volvió a rugir como quien demostrando su llegada.

El rostro de él dibujo una sonrisa, nunca había estado tan feliz de ver a ese enorme y formidable canino en su vida.

—¡Es el Rock blanco! ¡Cuidado con él, es peligroso! —gritaron alarmados.

Aprovechando la confusión hacia la atención de Luna, Dylan se levantó con brusquedad haciendo que el hombre confuso se hiciera hacia atrás, y aunque pensaba que saldría corriendo, para su sorpresa no fue así, el joven se fue contra el derribándolo para rápidamente lanzarle puñetazos uno tras otro en la cara; golpes que le dolían más a él. Nunca en su vida se había peleado por lo que no tenía ni remota idea si eso lo que hizo fue algo inteligente. El hombre lo agarró con fuerza de las muñecas deteniendo los ataques y separándolas al mismo tiempo que Dylan se quejaba por su hombro lastimado.

—Eres molesto, niño—refunfuñó el hombre mientras con la rodilla le daba un rodillazo en plano estómago y ambos quejándose, uno obviamente por el golpe y el otro al ser escupido por el rubio—. Aléjate, asqueroso.

Lo separó de sí con brusquedad. Se levantó para buscar el arma que descansaba sobre su cinturón, pero Backus volvió a levantarse para volver a derribarlo. Necesitaba hacer algo para detenerlo, pero qué, no tenía nada. Recordó el arma que le dio Rive, aún tenía de esas pequeñas flechas, alcanzó una de ellas y cuando estaba dispuesto a clavársela donde fuera, pero el hombre lo tomó del brazo evitando que lo lastimara. Ambos comenzaron a hacer esfuerzo, no obstante, Dylan tuvo otro plan, son su brazo libre tomó el arma del cinturón del buscador y al tenerla y sentir que fue soltado por su contrincante al ver que él agarró su arma, Dylan se levantó y sin perder tiempo apuntó.

—¡No te muevas o disparo!

Por un momento el hombre se asombró ante la estrategia del rubio, pero segundos después dibujó media sonrisa. Se levantó lentamente, alzó los brazos y con una mirada seria, le dijo:

—Dispara, vamos, si tienes agallas para hacerlo, claro.

—Lo haré, de verdad —quería hacerse el fuerte pero no evitó que su voz sonara tiritante.

El arma parecía ser de gelatina en sus manos, temblaba como si no hubiera fin. Observó la desafiante mirada de su enemigo. Podía ver a través de él, no podía matar a nadie. Nunca podría dañar a alguien. Se maldijo a sí mismo. Parecía que el clima estaba bajando ya que comenzó a tener mucho escalofrío; todo su cuerpo temblaba, mucho, algo anormal. El dolor de su hombro seguía molestándolo.

Abrió los ojos con asombro.

“Mi hombro derecho fue lastimado... fue lastimado.”

Eso, el Diamond lo lastimó para detenerlo. Eso es lo que debía hacer.

Endureció el rostro mientras apuntaba la pierna del soldado quien al ver sus intenciones maldijo al momento que se movía para evitar el disparo pero fue demasiado tarde, Dylan disparó y el proyectil rozó la pierna del hombre quien cayó al piso a dolorido. La respiración del él incrementó, observó desconcertado el arma y casi deseaba arrojarla pero debía tenerla. Dio media vuelta y comenzó a caminar en busca de Rosely al momento que apretaba el arma de fuego y se decía una y otra vez que lo hizo y lo haría en defensa propia.

 

Hola amados lectores. Lo he visto, cuando me propongo a continuar alguna de mis tantas historias, puedo lograrlo. ¿Cual fue el resultado? Este capítulo que se les traigo con mucho amor. Tan solo quiero agradecer a los lectores que han llegado hasta aquí. Disfruten mucho el capítulo porque por fin... *doble tambores* me da mucho gusto decirlo, es el final. ¡Hemos llegado al final! Así que sabiendo eso, engullidlo deliciosamente ¿? Más delicioso que la nutella en pan :)

Oh, antes de que continúen, solo quiero decir esto: Borealis, no me mates por favor pues todavía tengo que seguir viviendo para terminar mis otras historias.

Sin agregar más bla, bla, bla, aquí esta el:

Capítulo 16​

Aquello se transformó en una batalla a muerte. El aullido de Luna se mezclaba con los gritos de los soldados que eran atacados por los Diamonds; y entre ese murmullo una entre cortada respiración se hacía presente por todo el campo de batalla, Dylan corría sin mirar a los lados pues pretendía alcanzar a Rosely. La encontró siendo guiada por Res-to, apresuró el paso sin dejar de apretar, aun temeroso, el arma.

—¡Alto allí! —Fue lo único que se le ocurrió gritar al joven y sin saber cómo su lengua no se trabó.

Los ojos de él crecieron cuando el líder de los Diamond se detuvo y se giró para verlo con esos ojos pequeños pero profundos. Dylan alzó el arma y lo apuntó dando en evidencia el nerviosismo al tragar saliva con dificultad y al decir, pero esta vez balbuceando:

—Déjala ir.

Más que nadie sabía que era inútil amenazarlo con una simple arma y, qué si disparaba quien resultaría herido sería él. Pero no sabía qué más hacer.

—¡No dispares, Dylan! —se adelantó a expresar la joven al momento que se apartaba de Res-to, quien no se opuso, para acercarse al rubio—. No te pongas en riesgo.

—Pero Rose...

—No te preocupes, estaré bien con ellos.

Los ojos miel del rubio miraron a Res-to, temeroso, sin una pizca de confianza. Acto seguido, miró a Rosely cuando ella agarró el arma de fuego y la bajaba mientras lo miraba con ternura.

—Gracias, Dylan. Gracias por desear salvarme —lo abrazó.

Ella estaba agradecida que él estuviera bien, pero lo último que deseaba era que estuviera en peligro por culpa de ella. A continuación se despegó para acariciarle el rostro tomándolo con las dos manos. Ese movimiento incitó a que él se ruborizara ante el agradable contacto de ella. No obstante lo que más le sorprendió fue que ella acercara su rostro poco a poco, poniéndolo aún más nervioso y por unos instantes sintió, ¡no!, deseó que ella lo besara, pero no fue así, Ros solo pegó su frente a la de él para decirle algo, pero adelantándosele, Dylan habló primero:

—No, Rosely, no quiero que vayas —suplicó con los ojos brillantes.

El rubio comprendió lo que le estaba diciendo. Su corazón comenzó a temblar de miedo al imaginarse que esas palabras de agradecimiento serían las últimas que ella le diría, que aquel acercamiento sería el último. Temía perderla y no podía permitir que esas oraciones fueran las últimas. Anhelaba escucharla decir otras cosas.

—Estaré bien, lo prometo—repitió sonriendo—. Ellos no me harán nada, solo... solo ocupan algo de mí algo que después de obtenerlo me dejaran ir.

—Te acompaño. Iré a donde sea contigo porque yo...

—Rosely, no tenemos tiempo, vámonos ya —La voz de Res-to se percibió apresurada. Ya le había dado mucho tiempo y se lo hizo saber—. No podemos perder más tiempo —alzó la vista hacia cierto punto para posteriormente entrecerrar los ojos al sentir que alguien estaba cerca. Muy cerca.

No estaba equivocado, rápidamente Res-to se colocó delante de los dos jóvenes para protegerlos de un fuerte disparó, asombrando tanto a Dylan como a Rosely, pero lo más sorprendente fue el pasmo del mismo líder. Lo que dispararon fue algo más que una munición de un arma común, ni siquiera fue un láser, fue un líquido muy caliente; como magma, por lo que Res-to no evitó dibujar un rostro de dolor combinado con enojo. Su piel comenzó a derretirse y a caerse como si se tratara de una paleta de hielo sobre una banqueta muy caliente. Observó el punto de ataque y vio correr a Wasa hacia ellos con una enorme bazuca cargando sobre el hombro.

—¡Si eres inmortal!—exclamó el capitán—. ¡Te derretiré hasta que ya no puedas volver a regenerarte, monstruo!

—Corran —dijo Res-to arrastrando las palabras por la furia.

Los dos jóvenes que se abrazaron como reacción al ataque miraron al líder. Estaban tan impresionados que no les dio tanta importancia a las cuantas gotas, que quizás saltaron de la misma piel de Res-to, que se colaron y tocaron sus pieles. Sintió similar a cuando aceite hirviendo de un sartén salta sobre la piel desnuda.

—¡Corran! —volvió a decir mientras se iba contra Wasa quien estaba preparando otro ataque.

Ambos hicieron caso y se fueron corriendo al momento que el líder se volvía a poner como escudo cuando el capitán activó la bazuca y volvió a dispararla. Eso sí que le dolía, se podía regenerar, lo único malo era que tardaba más de lo que su pensaba. Sin embargo no dejaría que ese hombre diera un paso más, destruiría esa bazuca, por lo que con la misma piel derretida la arrojó contra Wasa como golpeando el aire.

Wasa lo esquivó y por poco pues le pesaba el arma que cargaba, después de todo no era nada liviana, pero también él tenía una resolución; no dejaría que la muchacha volviera a huir, debía termina esa tarea lo más rápido posible, así que en un movimiento rápido, aprovechando que los movimientos de Res-to eran mucho más lento de lo normal, arrojó el arma contra él, concibiendo unos segundos de tiempo, tomó el arma láser que tenía en el cinturón y apuntando la espalda de la joven, disparó.

Todo aquello fue como en cámara lenta, Res-to observó con anterioridad el movimiento de Wasa, pero aunque lo supiera, su cuerpo no reaccionó tan rápido como lo deseó. Así que para cuando giró a su derecha, Wasa había accionado el arma y, desde lo lejos, Rosely cayó al suelo al sentir como una fuerza repentina la tomó por sorpresa. Dylan frenó su correr y con la boca abierta vio como la castaña caía al suelo. Él, preocupado y sin evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas, se arrodillo para colocarla sobre su regazó y fue cuando las lágrimas salieron sin control de sus ojos al ver el pequeño pero mortífero agujero que hizo el arma. El láser la atravesó desde el dorsal hasta el otro extremo.

El rostro de Rosely mostraba dolor y sin dejar de mirar a Dylan, le susurro:

—Aun no, aun no pudo irme... sin cumplir mi trato... Dylan.

Dylan apretó la mandíbula.

—...debes... ayudarme a llegar... por favor... no puedo moverme porque— su voz se quebró—, me duele.

¿Por qué le pedía aquello? ¿Qué no sabía en la posición en la que se encontraba?

Mientras tanto, los pequeños ojos de Res-to no dejaban de ver con impacto la escena, de ver a Rosely herida, desangrando, muriendo lentamente.

—¡Muchacho, no te quedes dormido! ¡Levántala y llévala al hospital! No está lejos de aquí. ¡Haya la atenderán! —gritó el líder, todavía esperanzado. Después miró con gran peligro a Wasa para sentenciarle, con gran furia dentro de él—. Estas muerto.

El capitán sonrió burlesco, arrojó el arma para ahora sacar dos cuchillos de la funda y poniéndose en posición de ataque, correspondió a la sentencia del líder de los Diamond.

—Inténtalo, monstruo.

Por fin Wasa peleara con él debidamente, ahora que cumplió con su comisión, sabía que no duraría mucho viva, por lo que no se preocupó al ver como el rubio cargaba a Ros para correr al hospital. La atmósfera era muy tensa, apenas se podía respirar. Las dos miradas se veían a morir. Wasa estaba consciente que moriría en tan solo poco, pero le daría una buena batalla al líder antes de que eso sucediera.

***​

Mientras tanto, en Blue Side, el líder Ban Tastur se dirigió a paso veloz hacia el hospital al enterarse que Rive se encontraba en ese lugar. Ingresó al local y una secretaria lo atendió, él le regresó la sonrisa, la sonrisa más falsa que pudo regalarle a alguien. Estaba furioso y decepcionado de saber que el joven Mosc lo había traicionado. Al negar la ayuda de la mujer y despidiéndose de ella al saber la habitación en al que el paciente se encontraba, se apresuró a ese lugar.

Entretanto caminaba más y más y se alejaba del personal, su rostro sonriente fue cambiando a uno duro y muy serio. No permitiría que nadie sobreviva para contar sus verdaderos planes. Estaba cansado de todo eso. Se plantó frente a la habitación y, sacó una pequeña jeringa con un líquido que dejaría a cualquiera en coma para siempre, abrió la puerta para terminar con su trabajo.

—¿Cómo te sientes, Rive? —Saludó cerrando la puerta tras de si—. Es una verdadera lástima que el antídoto no te haya funcionado.

Se acercó a la cama para llevarse una nada grata sorpresa. Miró con incredulidad la cama vacía, le habían dicho que estaba en esa habitación, ¿qué sucedió? Observó a su alrededor al pensar que estaría asechándolo, pero cuando se giró y vio la esquina su rostro se desfiguro del enojo al ver a Phal, allí, parado con los brazos cruzados.

—Lo esperaba, señor.

Tastur hablando poco a poco su rostro para después reír como loco al comprender la situación.

—Phal, Phla, debí imaginarme que algo así ocurriría, después de todo estabas aquí, ¿verdad? —apenas y podía hablar del ataque de risa que le dio, pareciera que en verdad aquello le provocaba mucha risa, hasta comenzaba a llorar.

—Es una lástima que a Rive le hayan dado de alta.

En tan solo un segundo, el ataque de risa del líder se detuvo y miró con gran severidad a Zaquin.

—¿Desde cuando eres médico? Debí asesinarte cuando pude. No cabe duda que he cometido grandes errores. Faltas de las que me arrepiento, pero siempre está el remediarlos lo antes posible.

El mayor se fue contra Zaquin, quien detuvo el ataque de la jeringa que tenía en sus manos para inyectarle el líquido que lo mataría. Phal pudo ver a través de los ojos de Ban lo perdido que estaba. El hombre había enloquecido.

—Ha perdido la cordura. Ya no distingue nada.

—De que hablar, Zaquin —decía mientras se esforzaba para clavarle la aguja.

—Ya no mereces ser líder de nada.

—Entonces dime quien debería serlo, ¿tú? No me hagas reír.

Phal le dio una patada en las costillas con fuerza y el hombre hubiera caído se no fuera porque el mismo Phal todavía tenía asida la inyección, el atacado le lanzó una airada mirada hallando como respuesta una patada en el estómago por parte de Zaquin, fue allí cuando el impacto del golpe le obligó a retroceder soltando la inyección y tirándolo al suelo.

—Aquí termina tu reinado —dijo Phal con seriedad mientras rompía la aguja, vaciar el líquido por el piso y arrojó la inyección lejos.

—No puedes matarme —se levantó el anciano tomándose el estómago aparentemente con falta de aire—, el pueblo te odiara si lo haces. Tú mismo te condenaras. Ellos te mirarán como un demonio. Esa gente no puede vivir sin un guía. Sin alguien que les rija.

Desde su posición, Phal apretó con fuerza los puños.

—Lo sé —dijo mientras sacaba un puñal que había guardado con anterioridad para esa ocasión—. Lo sé muy bien, Ban, pero ya he tomado esa resolución. Tu pueblo no es frágil, sobrevivirá.

Se giró para irse contra Tastur y clavarle el arma punzante en el pecho para volver a clavarla y volver a hacer lo mismo, apuñalándolo tres veces y haciendo que Ban dibujara en su rostro un gesto de aturdimiento, entre cada apuñalada el hombre miraba a Zaquin, tomándolo de los hombros y apretándolos con fuerza; una fuerza que poco a poco se fue debilitando hasta el punto en que separándose, retrocedió arrojando sangre por la boca, sin poder creer que su vida terminaría allí mismo. Al final, se derrumbó en el suelo.


(Ros murió, Ban también, obviamente Res-to ganó y vivieron felices para siempre.)

F I N

¿Qué les pareció el final? ¿Eh? Acepto tomatazos xD

LoL

lol

xD

Fue una broma, solo una broma. De verdad tenía ganas de hacerla xD no me maten por eso. Pero ahora hablando enserio. La historia ya esta a su final, por fin, desde tiempo le tengo un final que espero sea de su agrado. Aun no sé si el próximo capítulo sea el último o alcance para otro más. No se que tan largo sea.


Nos vemos hasta la próxima.

 

@Borealis Spiral Sí, lo sé, soy mala, en verdad que tenía ganas de hacerlo. Entonces, ¿si el anterior fue el final, este es el epilogo? Gracias por los comentarios.

Capítulo 17​

Phal sintió como un escalofrío recorrió todo su cuerpo al mirar el cuchillo manchado de aquel color carmesí. Volvió su vista al cuerpo inerte de Tastur, el que ahora tenía un tono muy pálido, demostrando la veracidad del acto que había cometido por lo mismo sintió como sudor extremadamente frío le recorría la frente. Por fin. Al cabo de mucho tiempo había terminado con su trabajo por consecuencia dejando liberar aire su cuerpo con libertad. No debía perder el tiempo, ahora tenía otra prioridad; buscar a su hija y ayudarla a salvarla del otro bando.

Con eso en mente se encaminó a la salida, no obstante, se detuvo al recordar que no sería sensato salir de la alcoba con el arma manchada de sangre, así que primero debía limpiarla para posteriormente arrojarla por allí y así borrar evidencia de que él fue el culpable de arrebatarles a su “querido” y “respetado” líder; porque sí, desafortunadamente los ciudadanos seguían segados por las falsas palabras de Tastus. Phal caminó al baño y acercándose al lavabo, abrió la llave para comenzar a lavar el cuchillo. Sin embargo, lo que vio a continuación lo dejo con la boca abierta. La sangre que estaba en el arma blanca comenzó a moverse. Al principio pensó que se trataba de una ilusión de su propia mente, pero poco después se dio cuenta que no lo era. La sangre se formó en varias gotas, las que a su vez se unían para formar solo una; enseguida esta gota por si sola se cayó al piso y comenzó a rodar hacia la salida del baño.

Esa escena digna de una película de ficción dejo a Phal embobecido, a tal punto que tardo varios minutos en asimilar lo que estaba sucediendo, abrió los ojos con horror y apresurado cruzó la puerta para quedar completamente petrificado al ver con sus propios ojos lo peor que se había imaginado. Toda la sangre que Ban había derramado regresaba a su lugar, el cuadro se presentaba como si estuviera en cámara en reversa y nada de lo que sufrió el anciano hubiera ocurrido. Y, Phal, sin seguir creyendo lo que veía a primera fila, fue testigo de cómo Ban se ponía de pie para con igual sorpresa que Zaquin, se miró las manos con temblor, ¿seguía vivo? Se llevó las manos al pecho para cerciorarse que no tenía ninguna apuñalada; sus ropas solo mostraban el daño que dejo el cuchillo pero su cuerpo no. Tampoco sentía dolor.

Sonrió con incredulidad al momento que levantaba sus manos para tocar su rostro, ¿en verdad seguía con vida? Juraría que fue apuñalado por... desvió sus ojos a Phal, quien aún plantado en la puerta lo miraba pálido.

—No me digas que... —Zaquin apenas podía articular palabras de la impresión.


—Funcionó... —La alegría en la cara de Ban era incomparable—. ¡La sangre de Rosely si funcionó! Phal, observa, has creado la cura de la inmortalidad.

La expectativa de ambos varones fue al límite. Si bien era cierto que Ban Tastur buscaba con ahínco el poder de regenerarse y volver a su juventud pero aquello también era fabuloso. Phal Zaquin había creado algo temible.

*** ​

Rive arribó al hogar de los desterrados Diamond y el que ahora era un campo de batalla. Cualquiera se detendría al ser testigo de tal barbaridad de guerra que los soldados de Blue Side y los Diamond efectuaban, pero Rive no le dio importancia a aquello, debía buscar y encontrar a Rosely antes de que fuera demasiado tarde. Debía ayudarla y protegerla, se lo prometió a Phal Zaquin cuando fue a verlo al hospital una vez que se enteró que estaba allí. Él le advirtió que saliera lo más rápido posible porque Tastur no tardaría en ir a “visitarlo”.

Phal le contó todo lo que sabía, los planes de Ban y el posiblemente donde podría estar su hija ene se momento. Es cierto que Rive se sorprendió de escuchar que su líder era una persona diferente a la que él imaginaba. Al final confió en él y ahora estaba en ese lugar, buscando desesperadamente a Ros.


Era obvio que los hombres dirigidos por Tastur estaban en mucha desventaja. Esos soldados solamente fueron a ese lugar a cavar sus propias tumbas.

*** ​

El cuchillo sonó a centímetros del oído de Res-to cuando movió su cabeza para evitar el corte que Wasa le iba a dar, y cuando tuvo la oportunidad al ver el brazo estirado del capitán, con su gran mano tomó el rostro de su contrincante para empujarlo y obligarlo a que se inclinara hacia atrás. Ante el fuerte agarre del líder, el capitán intentó zafarse pero no pudo fue azotado al suelo contra su voluntad golpeándose la cabeza sobre el mismo.

Gritó a dolorido, soltó su única arma. Se deslizó sobre el suelo intentando llegar a la bazuca; la que desde un principio no debió soltar, pero sus planes fueron detenidos cuando Res-to lo detuvo poniendo su pie sobre la espalda de él haciéndolo gritar con más dolor.


—¿Recuerdas lo que dije, señor capitán? Te matare, pero antes, te haré pagar por tus horribles crímenes.

Al terminar, Res-to lo tomó del pie y lo arrastró sin compasión por el suelo, ampliándose su tétrica sonrisa ante los agradables (por sus oídos) quejidos que Wasa generaba. Después de disfrutar de ese momento, lo obligó a levantarse para agarrarlo del cuello y ahorcarlo por fin poniéndole fin a su vida.

Wasa, ante la impotencia que sentía, trató vanamente de escaparse de las garras de su enemigo, mirándolo a los ojos, era por demás fuerte. Todo un monstruo como le había dicho. Algo le molestó a líder de los Diamond, era la vista desafiante que Wasa le daba. No era una de miedo, era una de resolución. Ese hombre estaba decidido a morir. Entonces todavía no lo dejaría morir, lo soltó haciendo que Wasa se arrodillara e inhalara aire con desesperación para posteriormente sentir como Res-to le daba una patada en el estómago incitando que volviera a soltar el mismo aire quehabía respirado.

Desde el suelo, Wasa abrió sus ojos con incredulidad para ver como Res-to se alejaba para acercarse a donde la bazuca, agarrándola se vuelve arrimar a donde el soldado. Le lanza una mirada severa.


—¿Últimas palabras? ¿No?

Colocó el arma sobre el hombro para apuntarla hacia el capitán dispuesto a disparar aquel líquido a temperatura ardiente y así lo hizo. El gritó de sufrimiento de Wasa se extendió cerca del perímetro. La vida de un hombre que solo hacía su trabajo se había esfumado.

Res-to arrojó la bazuca al verle la inutilidad, dejo de ver el cuerpo ardiente en liquido del capitán para dirigir su vista hacia la derecha al notar que alguien se acercaba. Se trataba del joven Mosc, el joven se detuvo con los ojos grandes y llenos de sorpresa al ver al Diamond y aún más al ver el derretido cuerpo de... ¿el capitán?

—¿Vienes a vengar la muerte de este hombre? —preguntó Res-to, listo para otro combate, aunque no lo demostró pues siguió en su postura.

—No —pronunció seriamente. Bien era cierto que conoció a Wasa y fue hasta cierto punto su mentor, estaba consciente que debido al trabajo que tenía tarde o temprano algo así le vendría—. Yo, estoy aquí porque quiero saber dónde está Rosely. Donde la tienen.

Res-to se dio cuenta de la seriedad del joven. ¿Qué le iba a decir? ¿Qué le habían disparado? No podía decírselo. Además esperaba que el rubio ya hubiera llevado al lugar que le indicó por lo que sin tener ningún motivo para ocultarle donde estaba ella al joven que sirvió fervientemente a Ban, le apuntó el lugar.

—Los dos se han ido hacia allá. Es fácil dar con el edificio, es el único a kilómetros. Yo también voy a ese lugar, te acompaño.

El joven de cabello plateado no estaba en posición de desconfiar en él al igual que le daba igual que lo acompañara o no, por ello emprendió el camino hacia la dirección señalada. Re-to también hizo lo mismo y por mucho que deseó seguir a Rive se detuvo en seco al sentir un sentimiento que nunca creyó que experimentaría desde que se volvió un monstruo. Sintió un escalofrió. Se giró para darse cuenta de dónde provino aquel extraño sentimiento, el capitán con quejidos de dolencia intentaba ponerse de pie, aun con lo que parecía el magma seguir fresco.

¿Wasa seguía con vida? ¿Quién o qué demonios era él?

Wasa se puso de pie, su piel estaba completamente liquida, parecía un humanoide hecho de lava, ¿el arma le había hecho eso? No, eso era imposible, se trataba de otra cosa. A su mente Tastur se hizo presente. ¿A caso él había extraído sangre de la joven Zaquin? Apretó la mandíbula al contestarse la pregunta. Sin duda el viejo no desperdicio tiempo cuando Rosely se encontraba en Blue Side. Él se preparó para volver a enfrentarse al capitán aunque dudaba que esta vez saliera victorioso.

Lo más extraño era que no pareciera que su piel volviera a la normalidad como él lo hizo, parecía que el magma del arma se había funcionado a él. Un ahogado grito salió de la garganta de Wasa, quien sin más se fue contra Res-to lanzándole un manotazo. Afortunadamente el Diamond lo esquivó para observar como de ese líquido se desprendía de la mano de su enemigo para caer sobre el suelo sin evitar preocuparse al ver como todo a su alrededor se quemó. Volvió a prestar atención a Wasa, “¡Si eres inmortal, te derretiré hasta que ya no puedas volver a regenerarte!,” recordó las palabras de él. No cabía duda, al parecer sí que las cumpliría.

*** ​

—¡¿Esta alguien aquí?! —gritó Dylan con desesperación al llegar a un gran edificio que tenía una gran puerta cerrada—. ¡Abran la puerta! ¡Su jefe me ha dicho que venga aquí!

Examinó a Rosely, a quien todavía cargaba, con preocupación al sentir su respiración muy débil. Sus brazos temblaban y no sabía si era porque estaba afligido o por el peso de la joven. La sacudió un poco, preocupado, al verla muy quieta.

—Rosely, Ros, resiste por favor, te atenderán ya verás...

Desvió la vista a la puerta, la que golpearía con el pie para hacerse escuchar. Suponía que ese era el edifico a donde debía llegar ya que era el único a mucho radio. Ese lugar era un lugar lleno de pradera, había muy pocos árboles o arbustos. Dando a entender que antes de que los Diamond vivieran allí era un lugar que no tenía casas o edificios y las pocas viviendas que se podían encontrar allí fueron hechas por los mismos Diamond.

Impaciente al ver que nada ocurría, intentó volver a patear la puerta, pero se detuvo en medio acto al descubrir que alguien lo llamaba, giró a su izquierda para ver como de lo que parecía otra puerta más simple un Diamond salía para acercarse a él.

—¿Ella es Rosely Zaquin? —fue la pregunta de bienvenido del hombre.


Dylan simplemente asintió para poco después ser guiado por el notándose apresurado. El joven corrió como pudo por un largo pasillo hasta llegar a un enorme cuarto que le recordaba a una habitación de operaciones. Como loco buscaba alguna camilla para poder recostar a Zaquin, no obstante para su sorpresa uno de los Tres Diamond que se encontraban allí, se acercó a él y sin más tomó a la joven y la apartó de él. Dylan no hizo nada, ya que pensaba que la iban a auxiliar.


—¿S-se salvara? ¿Le ayudaran? —tartamudeó con nerviosismo sin dejar de prestar atención como ella era llevada a una de las esquinas en donde se encontraba una cama y muchos instrumentos médicos.

Él dio un paso con toda la intención de no despegarse de ella cuando los dos Diamond lo detuvieron levantando los brazos, él se extrañó, pero no había problema se quedaría quieto con tan solo la salvaran, no obstante cuando levantó la vista para llevarse una de las más grandes sorpresas y decepciones. Vio como el primer Diamond una vez la puso sobre la cama le inyecta en la vena un suero, o eso creía, porque en realidad lo que le estaban haciendo era

—¡Están locos! ¿Qué diantres están haciendo? —Dylan se alteró deseoso de caminar hacia allá pero los dos Diamond lo retuvieron como se tratara de y mientras él trataba de zafarse del agarre de ellos gritaba a todo pulmón—. ¡Déjenla! ¡La mataran si... si siguen así!

Los ojos de él crecían más y más al ver como una pequeña bolsa al lado de ella se llenaba de su sangre.

—¡Malditos! ¡Me han engañado! —seguía intentando escapar pero sus esfuerzos eran en vano, ellos eran por mucho más fuertes que él.

—¡Llévenselo afuera! —gritó el que “atendía” a Rosely.

—¡No! ¡No! ¡Rosely! Yo... —las lágrimas no dejaban de brotar de sus ojos, se sentía completamente inútil de no poder hacer nada—... lo siento. ¡Lo siento!

Era arrastrado para sacarlo afuera y, aunque seguía luchando, estaba cansado también de hacerlo, lágrimas llenas de agobio fluían de sus ojos. Lo habían engañado, él pensó que ellos la ayudarían, quizás a detener su hemorragia pero se había equivocado pues ellos tan solo querían cumplir con su cometido; también eran seres que pensaban por ellos mismos. Su voz se quebró aún más cuando alcanzó a ver como ella perdía poco a poco su color de piel mientras aquella bolsa se llenaba de sangre.

Entonces todos los presentes escucharon un estruendoso ruido, Dylan como los dos que lo sostenían miraron a los lados en busca del origen de ese sonido, poco después se volvió a escuchar más fuerte. Los tres desviaron la vista hacia el final del pasillo para darse cuenta que la puerta se abrió con brusquedad dejándose ver a Rive, quien se observaba agitado, corrió hacía la sala de operaciones. El recién llegado estaba a punto de preguntar por la hija de Phal cuando miró a Dylan y dibujando un mohín de disgusto se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.

Tal vez todavía había esperanza. El rostro del rubio se volvió a iluminar con una sonrisa al ver a Rive.

—¡Salva a Rosely! —gritó mientras sintió que era soltado y ver como los dos Diamond se arrojaron contra el joven Mosc para detenerlo.

Rive detuvo su correr a medio pasillo al ver las intenciones de los Diamond y contra respiración entre cortada se hizo frente a ellos, aunque su intención era esquivarlos, no podía con ambos. Además estaba cansado de tanto correr por lo que sus piernas no daban el mismo resultado cuando los alejaba con alguna patada. Dylan, ante la escena, también deseaba ayudarlo pero ¿cómo? Él no tenía una súper fuerza o si quiera buena resistencia.

Recordó que todavía cargaba con el arma, la sacó de donde la tenía guardada, entre el pantalón, e intentó apuntar a uno de ellos para simplemente dañarlo. Disparó, no obstante el Diamond se movió dejando a Rive al descubierto, asuntando en esos escasos segundos a Dylan, pero pudo respirar aliviado cuando la bala rosó a Mosc.

—¿¡Qué estás haciendo!? —alzó la voz molesto Rive al sentir la bala pasar cerca de él.

—Lo siento, no soy bueno en eso —susurró por demás apenado.

—Dámela —pidió como orden Mosc en cuanto tuvo la oportunidad de estar cerca del rubio, y sin demora él le entregó el arma.

Una vez la pistola estaba en el poder de Rive, él se dispuso a disparar todas la balas disponibles (las que no eran muchas) por el todo el cuerpo de los Dimond, lo que sin duda al quejarse y retroceder, vio la oportunidad para seguir corriendo hacía la sala. No obstante, los dos enemigos no tardaron en ver su plan y dispuesto lo detendrían pero como habían olvidado a Backus (en realidad no lo vieron como una amenaza), él rápidamente corto distancia entre su persona y los Dimond e intento detenerlos, darle tiempo a que Rive llegara a donde la joven, anheloso de que pudiera hacer algo. Sin saber que Rive se llevó una gran sorpresa al legar a la helada habitación, sus ojos verde, pasmado, se detuvo a un paso de cruzar el umbral y ver a Rosely en ese estado. Su vista se entristeció.

Le habían disparado. Y sin estar satisfechos de eso, seguían robándole de su vida.

Había llegado tarde.

Sintió como su pecho se contraía.

*** ​

Las extremidades de Phal estaban inmovilizadas, escéptico de ver como Ban había sobrevivido al ataque. Apretó el cuchillo con fuerza sintiendo como todo su mundo y toda esperanza de derrotarlo desaparecieron, sin dejar ningún rastro como ahora el cuchillo estaba de la sangre de Tastur. El mayor torna la mirada con grave serenidad y con fría voz de dice:

—El juego termina aquí, Phal.

Los ojos de Zaquin crecieron como un plato. Sin demora corrió como un niño asustado de la alcoba, ya no le quedaba nada más que encontrar a Rosely y a Rive para huir de Ban Tastur, de aquel hombre que no tenía ni idea de lo que estaba a punto de hacer; algo que definitivamente era de alguien exasperado por terminar aquello de un solo tiro.



Espero que hayan disfrutado este capítulo y los haya sorprendido en algunas partes, pues según yo, así lo escribí, dizque para sorprender xD Pero me basta conque lo hayan disfrutado.

 

Hola :) Otra vez por aquí, dejo este capítulo después de... ¿medio año? Casi. Ya hablando en serio, quiero decir que este será el penúltimo capítulo y el próximo será el último definitivo. Quizá haya un epilogo, pero eso depende de que tan largo me quede el último capítulo, si es largo, tendrá epilogo, sino, no. Ya veremos cuando les traiga el capítulo 19.
Y sin alargarme más, les dejo la continuación, pero antes de continuar, primero me gustaría agradecer los comentarios de Borealis y Víngilot.

Capítulo 18​

 

Bueno, y vuelvo a aparecerme en esta historia después de mucho tiempo sin actualizarla. Pero cómo iba a abandonarla cuando tan solo me faltaba un capítulo para terminarla. Y por fin les traigo ese capítulo…. O no. Tal como pensé, el supuesto último capítulo” se transformó en el penúltimo. Después de todo, Entre contará con 20 capítulos.
Pido perdón a mis lectores (si es que todavía están allí, shi que sho lo sé muy bien, shiguen por ashí escondidillos) por la larga espera.

Capítulo 19​

*inserte música de suspenso*

Continuará...

... dentro de medio año (okay, no, lo traeré lo más rápido posible gente)

(* Deeyū vendría siendo el Karma para los de Blue Side) ¿Por qué no puse solo Karma? Amm, no idea, me pareció genial la idea.

 

Nuevo récord, este capítulo es el más largo que he escrito para una de mis historias (creo y si mi memoria no me falla). En verdad que fui tentada en partirlo a la mitad, sin embrago, ya había dicho que este sería el último capítulo así que tenía que hacerlo. No se preocupen que pueden tomarse el tiempo que deseen para leerlo, después de todo estará aquí para siempre.

Menos blablabla y más acción.

@Borealis Spiral , dedico este capítulo a ti porque ya sabes, es el último *guiño* Una historia menos. Gracias por estar desde el principio hasta le final de Entre a pesar de que saber lo que siento por esta historia; debí haberle dado más amor de lo que le di u.u

@Marina gracias por hacerme saber esas faltas, eso sucede cuando haces todo a lo rápido y furioso. Y eso de que el monstruo interior de Tastur saliera hubiera estado genial, no lo dudo, pero el suero en realidad no afecta la memoria, tan solo afecta el cuerpo. El caso de Wasa es otra cosa, por eso actúa como actúa.

@Darth Revan ¡Vaya! Tu comentario fue sin duda inesperado. Me hizo muy feliz saber que te gustó la historia de Entre, siendo completamente honesta, no es exactamente una de las que le tengo tanto cariño. La verdad es que sí, Entre es una idea viejisima. De las primeras que pensé cuando me involucré en este mundo de la escritura. Agradezco muchisisismo tu ánimo.

Hablando seriamente. Gracias a Borealis Spiral, Marina, Víngilot, Darth y a los demás que pasaron, por dedicar su tiempo a leer.

Capítulo 20​

Blue Side. Minutos antes

F I N​

En verdad muchas gracias por llegara hasta aquí, queridos lectores. Especialmente a quienes se tomaron su tiempo en dejarme un comentario. Comentarios que me ayudaron a ver mis errores y también me animaron a seguir escribiendo y por supuesto, a aquellos lectores que a pesar de que la historia estaba terminando desde el capítulo 16 la continuaron.

Este es el final. Díganme, cuéntenme, ¿qué les pareció? ¿Les gusto? ¿Se esperaban otro final? Soy todo oídos. Con gusto leeré cada palabra que dejen.