Entre malvados y poderosos Hay quienes luchan contra una tormenta, hay quienes cargan con una condena injusta; mudos que gritan, sordos que escuchan: Mucha gente sobreviviendo, muchos más intentando amar, otras haciendo lo posible por no quedarse atrás. Y luego están los otros, aquellos que miran todo como sí de un simple ideograma se tratara el asunto, solo con números, cálculos y estimaciones; fichas movibles, máquinas manipulables, criaturas domadas y arraigadas a nuestros miedos: A la ira, a la envidia, a los celos y a muchas atrocidades más. Pero aquellos que matan ocultándose de la justicia, lavándose las manos y administrando las riquezas robadas, como sí nunca recibirán una condena; están equivocados, aislados y ensordecidos. Porque no entienden que somos más de lo que vemos, entendemos más de lo que escuchamos, comprendemos más de lo que analizamos; sentimos sin saber, conocemos sin sentir; amamos sin amor, y a veces corrompemos por este sin mayor razón. Tan volubles como cíclicos, tan críticos como empáticos, tan despiadados como introspectivos: Somos más de lo que vemos, y logramos más de lo esperado; el mundo siempre está cambiando; y tú, ¿te moverás con él, o viajaras donde los dinosaurios?