Entorno a la hoguera

Tema en 'Relatos' iniciado por Ichiinou, 1 Noviembre 2015.

  1.  
    Ichiinou

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    Título:
    Entorno a la hoguera
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    976
    Este one-shot lo he hecho para el juego "Pidamos dulces", el dulce me lo ha dado @Geist y quiero darle las gracias y espero que le guste el resultado. :3

    Entorno a la hoguera

    [​IMG]

    A los padres de Eliot les pareció una gran idea ir a pasar la noche de Halloween al tétrico y alejado lago del bosque colindante a su ciudad. El plan parecía bastante bueno. Tenían tiendas de campaña, ropa de abrigo, comida y bebida.

    Una vez se hubieron acomodado en la ribera del lago, su padre encendió una hoguera y les indicó a su mujer y a sus tres hijos que se acomodasen entorno a la misma, ya que su plan era contar historias de miedo.

    —Venga papá —replicó Eliot— esas historias de miedo que cuentas siempre están tan vistas que ni siquiera asustarían a un bebé.

    —Estás muy equivocado Eliot —su padre negó con la cabeza poniendo cara de disgusto- esta historia nunca la has escuchado. ¿Conocéis la historia de este lago? —preguntó dirigiéndose a todos.

    Todos negaron con la cabeza, pues jamás habían escuchado hablar de dicha historia. La hermana pequeña de Eliot, Margaret, se agarró de la mano de su hermano, mientras Martin, su otro hermano, se hacía el mayor intentando disimular un leve temblor que le recorría. Su madre, se acercó a él y le abrazó. Todos observaban atentamente al padre.

    —Nadie sabe cuándo pasó con exactitud, pero se dice que fue hace mucho tiempo. En este bosque, había varias cabañas que las habitaban familias humildes, las cuales vivían de lo que cosechaban y de los animales que cazaban o domesticaban.

    »Entre esas personas humildes, había una niñita de mofletes sonrosados y piel pálida, que era muy buena e inocente, quizás por ello algunos de los niños de la aldea gozaban mucho gastándole bromas. Pero por mucho que se riesen de ellas, aquella inocente niña nunca se enfadaba.

    »Pero un día, a uno de los niños más mayores del pueblo, se le ocurrió una broma muy pesada. Cogieron el objeto más preciado de la joven niña y lo tiraron al centro del lago. Aquel objeto era una muñeca de madera que había tallado con amor su padre para ella, por lo cual, valía más que cualquier otra muñeca del mundo.

    »La pequeña, sabía lo que tenía que hacer, tenía que rescatar aquella muñeca, debía hacerlo o se pudriría en el centro del lago. Se adentró en el lago. Ella sabía nadar desde muy pequeña, porque su padre le había enseñado por si algún día se veía en algún aprieto, así que con gran dote y soltura, nadó hasta el centro del lago y pudo rescatar a su muñeca. Al tenerla en las manos se sintió muy aliviada y vio como los niños que todavía estaban en la ribera del lago, ponían cara de fastidio y se iban.

    »Una vez hubo recuperado su muñeca y su orgullo, se dispuso a nadar de vuelta a la ribera, pero entonces, notó que su pie se quedó atrapado en lo que posiblemente era un alga. Tiró y tiró, pero no consiguió desasirse. Intentó gritar, pero el agua le entraba por la boca y no lo conseguía.

    »Finalmente, cuando sus fuerzas le fallaron, se dejó caer, todavía aferrada a su muñeca fue derrotada y abatida por la más terrible de las suertes, la muerte.

    Todos estaban conmovidos con aquella historia, sí, tenía algo de espeluznante, pero más bien era una historia triste. Aunque el hecho de que estuviese ambientada en aquel lago era extremadamente inquietante, aunque seguramente eso lo hubiese añadido su padre con el fin de inquietar más a los niños.

    —Pero ahí no termina la historia, se cuenta, que después de esa fatídica noche, cada noche de Halloween, cuando los muertos regresan a la tierra, se puede ver asomar la cabeza de la niña en el lago, que observa a ver si alguien le rescata de su cárcel de algas, agua y maleza.

    —¿Y qué pasó con sus padres? —dijo la pequeña Margaret— ¿Por qué no la rescataron?

    —Eso no lo sé, la historia solamente cuenta hasta ahí.

    —¡Vamos papá! ¡Te la has inventado! —replicó Martin el cual se veía que tenía un poco de miedo— ¡Eres un farsante!

    El padre sonrió y se encogió de hombros.

    —Cada uno cree lo que quiere creer.

    Después de eso, la noche transcurrió con risas y con algunas historias recicladas de su padre. Pero Eliot, él se encontraba inquieto, más de lo normal.

    *****​

    No supo exactamente qué hora era, pero se despertó de sopetón en el medio de la noche, Eliot estaba empapado, había tenido una pesadilla. Desde luego, aquellas excursiones y las historias de terror, no eran lo mejor para la salud de unos niños.

    Salió de la tienda de campaña para hacer pis y se alivió junto a un árbol. Una vez hubo acabado, se quedó encandilado viendo como parecían brillar las setas de la orilla del lago, con un tono naranja.

    Se agachó a coger una de esas pequeñas setas y entonces, se topó con una mirada carente de emoción, sin ojos, que pertenecía a algún ser que estaba en el lago.

    —¡Eres tú! —quiso gritar pero más bien fue como un susurro.

    No pudo decir nada más, aquel ser, fuese la niña de la historia o fuese quien fuese, le agarró de la mano y lo sumió en el frío y aterrador lago.

    Después de eso, solamente pudo escuchar como un leve canturreo, mientras aquella niña, o el fantasma de ella, danzando entorno a él en el interior del lago.

    Cuando ya no pudo más, cedió ante la muerte, pensando en que posiblemente aquello, se convirtiese en otra historia de terror que contar entorno a una hoguera.
     
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