de Inuyasha - Ensoñación (inu&kag)

Ensoñación (inu&kag)

Ensoñación.​

Él se encontraba flotando libremente, estaba vagamente consciente de su estado. No sentía dolor ni estaba enteramente preocupado, por el contrario se encontraba extremadamente relajado y sereno.

Destellos de luz coloridos viajaban por su mente, trazando un recorrido y marcando un viaje hacia la nada. Los colores y las sensaciones eran alucinante, dibujaban una trama extraordinaria y caleidoscópica , como cuando jugaba inocentemente con el collar que le regaló a ella cuando al fin se armo de valor y se lo dijo, poseía piedras preciosas, amatistas, rubíes y esmeraldas, él mismo las estuvo buscando para hacerlo, sonrió mentalmente, su conciencia creyó haber llevado su mano derecha al su propio cuello intentando encontrar el collar que ella le dio hace más de tres años, pero nada su cuerpo no respondió a las ordenes de su cerebro.

La serenidad que anteriormente recorría su ser se desvaneció tal y como lo hicieron esas luces inimaginables de su mente, fueron cambiadas por recuerdos rápidos de hace unas horas, se entregaron el uno al otro como lo habían hecho antes, contentos venían caminando tomados de la mano de vuelta a la cabaña, se desviaron hacia un claro, ella jugueteó un poco con sus sensibles orejas y él ronroneaba a gusto con el tacto, se recostaron en el pasto rodeado de flores, juntos abrazados, tal y como dos enamorados recién casados, justo lo que eran, recordó que ella se durmió, seguro estaba agotada por haberse amado durante toda la noche, decidió que no le haría daño a él relajarse y dejarla dormir, de repente el sueño lo invadió y dormito durante un rato luego de eso nada, solo las luces merodeando por su mente.

“Maldita sea”, era lo único que pensaba, no tenía idea de que paso, sería un youkai que les ataco y lo dejo a él así, en ese caso ¿qué paso con ella?, con su vida, con su razón para existir, con su mujer, la impotencia se apoderó de la conciencia que le quedaba, se gritaba así mismo por despertar.

Procuro entender que sucedía pero nada, tenía que haber escuchado de esas cosas pero no, la necedad de que la información no entrara a su cerebro era mucha, con tal de saber lo que ya sabía era suficiente, ¿para qué saturar tu cerebro con información inútil? Ahora tenía la respuesta: para que eso no pasara.

Se sentía como una masa gelatinosa flotando en un liquido viscoso, era repugnante, percibió que no sentiría nada del exterior solo estaría divagando en su propia mente y gelatinoso cuerpo por un buen rato. Concentró sus sentidos y se dedico nuevamente a dormitar un poco, el esfuerzo mental resulto agotador, se relajo y dejo que la sustancia liquida invadiera sus percepciones o lo que quedara de ellas, somnoliento realizo algo semejante a bostezar y se dejo inundar por la libre corriente que lo guiaría hasta que dejo su raciocinio a un lado y se dedico a dormir.

&.

Un leve resplandor le invito a abrir los ojos, no tenía nada que perder se sentí renovado y así lo hizo, dejo que sus orbes doradas vislumbraran la imagen que se proyectó en sus corneas, el encuentro con esos alegres ojos chocolates le hicieron creer que estaba muerto, en el cielo mejor dicho, un momento si él estaba muerto eso quiere decir que…

—Oh Kagome, mi vida, lo lamento yo, yo no te protegí yo, yo…—Se disculpaba el joven mientras se reincorporaba, la abrazo con fuerza por la cintura enterando su cara entre los pechos de la miko, desde hace mucho descubrió la suavidad en estos y desde entonces le gustaba abrazarla así, sintió la calidez de los delicados brazos de su compañera y ahora esposa, al igual que la calidez de sus lagrimas surcando descaradamente el regazo de la azabache, sus orejas caninas dieron un tirón al escuchar la risa inocente de la joven. No pudo evitar mirarla de la manera que se sentía, no entendía nada ¿Cómo era posible? Estaban muertos no era para reírse ¿o sí?

— ¿De qué te ríes? —Pregunto con los ojos cristalizados, encarando a la joven miko pareciese como cuando un crio le pregunta a su madre de donde vienen los bebés, la inocencia en la mirada del ambarino enterneció a la joven que le acaricio levemente la cabeza, pasando sus dedos por las hebras plateadas y deteniéndose en sus orejas acariciándolas levemente.

—Inuyasha, amor. Solo te desmayaste es todo—Respondió risueña y sonriente, mientras él la mirada como un niño que veía por primera vez el mundo. El asombro no cabía en ella estuvo durmiendo por una media hora y cuando se dio cuenta él no despertaba.

—¿De qué hablas? No fue un youkai—Ella negó suavemente mientras lo observaba de manera maternal—Entonces ¿Qué paso? —Cuestionó, la confusión lo invadió y se sintió a morir con la mirada tan comprensiva que la chica le daba. Si no estaba muerto ¿Qué sucedió?

—Lo que la señorita Kagome quiere decir, es que te quedaste dormido, en un tipo de ensoñación alucinógena
—Explicó el monje haciéndose notar entre ellos.

—Así es, en el campo donde se durmieron hay unas flores que por su aroma dulzón genera un tipo de atontamiento en youkais con un olfato sensible, parecido al las bolitas pestilentes que uso, solo que estas causan el efecto de adormecimiento total, del cuerpo y los sentidos, dejando a la mente divagar por los pensamientos más abstractos que puedas imaginar—Agregó más explícitamente la taijia con su pequeño hijo en brazos que estaba durmiendo
plácidamente.

—Verdad, tío perrito se quedo dormido y la tía Kagome se preocupo—Comunicaron las gemelas balbuceantes, apareciendo desde una de las habitaciones, Inuyasha no entendía, eso quería decir que…

—No, Inuyasha no estás muerto, cálmate ¿sí? —Respondió su mujer antes de que el preguntara, le dio un suave beso en los labios que el correspondió gustoso.

Sinceramente se había vuelto todo un paranoico, creyó que estaba muerto eso jamás, no confió plenamente en sus amigos, pero que mas da estaba bien despierto ahora y abrazado a la mujer que ama, no podía pedir más, venia un bebé en camino y tendría que dejar atrás la paranoia, recordó claramente como se ponía Sango con los cambios de humos, ni quería imaginar a Kagome, su carácter era volátil y embarazada aun mas.

Se relajo en el pecho de la joven, los latidos acompasados de la misma sirvieron de melodía para invitarlo a dormir nuevamente, se convertirá en un holgazán a ese paso pero no le importaba, esta vez se aseguraría que ninguna flor estúpida lo asustara, cerró los ojos no sin antes decir un buenas noches correspondidos por todos los demás en la habitación, y se dedico a dormir tranquilamente sabiendo que cuando despertaría lo primero que vería seria es sonrisa que le impulso a seguir adelante y saber que la esperanza es lo último que se pierde.



********************
Hola esto fue un momento de ocio, y tambien como disculpa de mi otro escrito Perdicon el cual fue muy triste y deseo que el resto sea distinto..
Mata nee