Enlaces del pasado

Tema en 'Archivo Abandonado' iniciado por Natasha, 28 Julio 2012.

  1.  
    Natasha

    Natasha Guest

    Título:
    Enlaces del pasado
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    4168
    Hola a todos!!!
    Aquí os traigo mi primer fan fic de digimon. Estoy pensando en reeditar esta historia y hacerla como si fuese una novela pero por ahora ire subiendo todos los capítulos que tengo. Ire actualizando pero para eso quiero que haya por lo menos 3 comentarios en cada capítulo que tenga asi me motivo y subo mas capitulos >.< siento ser tan exigente. En fin espero que os guste :p un beso a todos


    Era un día soleado de Abril, los arboles habían empezado a florecer y las parejas se tumbaban sobre el húmedo y acolchado césped a disfrutar de un apacible día de primavera. Se respiraba un aire a felicidad que, a mi personalmente, me quitaba el oxigeno poco a poco. Tanta felicidad estaba empezando a incomodarme.

    Se suponía que hoy también debería estar contenta, yo tendría que estar celebrando la primavera con una radiante sonrisa en la cara… al menos haría creer a la gente que estaba feliz y no me sucedía nada. En otra cosa no, pero ocultando mis verdaderos sentimientos era algo que se me daba bien.

    Aquel día era uno de esos días en los que todo me asqueaba. Él estaba a mi lado paseando el poco rato que nos quedaba para estar juntos.
    Llevábamos 8 meses saliendo juntos y las cosas no nos iban del todo mal. Davids tenía ese carácter tan malhumorado, cabezota y gritón que tanto detestaba pero lo compensaba con las muestras de cariño que tenía muy a menudo conmigo y, aunque aveces pareciese que salía con un señor de 60 en vez de con uno de 20 años, sé que era su manera de quererme.

    Hoy no podía evitar sentirme triste, sabía que al cabo de unos minutos le vería partir en aquel condenado autobús… no había cosa que mas odiara que se marchara a aquellos campamentos deportivos, pero ya había dado esa batalla como perdida. Estaba harta de discutir con Davids sobre ese tema. Últimamente no paramos de pelear, y eso es lo que también me entristece. Ahora lo único que me importa es estar con Davids el poco rato que me quedara y después… la verdad es que no quería pensar en lo que pasaría después.

    Soradijo Davids parándose en seco-¿Se puede saber que te pasa? Desde que hemos quedado estás en las nubes y no has dicho palabra ¿va todo bien?

    —Sí, no te preocupes, ya sabes que no me gustan mucho las despedidas-contesté mirando al suelo te voy a echar mucho de menos.
    — Yo también te voy a extrañar mucho pero sabes que esto es muy importante para mí, además no te preocupes el domingo me tienes aquí de vuelta amor.
    —Lo se pero si nos viéramos mas a menudo quizás…
    —Sora ya hemos hablado de esto muchas veces… sabes perfectamente cómo está la situación en mi familia… no quiero discutir antes de irme, te lo pido por favor.

    Me quede callada unos segundos… ¿Es que también íbamos a discutir hoy?

    —Tienes razón Davids siento haberme puesto así— ni siquiera sabía porque me estaba disculpando—vamos a aprovechar al máximo el tiempo que nos queda hasta que te vayas.
    -Claro que si, además el domingo estoy de vuelta otra vez… ya veras cuando quieras darte cuenta me tendrás aquí de nuevo.
    Me quede callada unos minutos. Por mas que lo intentaba no podía fingir que no me importase que Davids se fuese.
    —Esta bien no te preocupes-le dedique la mejor de mis sonrisas— pero ¿me llamaras cuando llegues verdad?
    —Pues claro que si, es lo que hago siempre que me voy Sora.

    Le mire con cara de reproche.

    —La última vez no me llamaste al llegar y me dejaste bastante preocupada…¿Te lo tengo que recordar?
    —Bueno solo fue una vez tampoco me lo tienes que estar echando en cara toda la vida. Te prometo que nada más llegar te mandare un mensaje… ¿así estas mas contenta?
    —Pues si estaré mucho más contenta Davids, y bueno… me llamaras también…

    No me dio tiempo a terminar la frase. Davids se abalanzó sobre mí y me besó. Fue un beso dulce como los que daba siempre. Mientras nos estábamos besando me abrazó y eso me puso más triste, sabía que en menos de 10 minutos se iría y no le volvería a ver hasta el domingo.
    Me hubiese gustado seguir besando a Davids … pero mi inoportuno teléfono sonó.

    —Odio ese maldito trasto, siempre interrumpe en el mejor momento.
    —Davids —le reprendí—no seas así…puede que sea algo importante.
    —ya claro importantísimo.

    Ignore ese último comentario de Davids. Estaba tratando por todos los medios de no enfadarme con el, ya que se iba y no le vería en unos días. Pero como siempre no me ponía las cosas fáciles y hoy lo ultimo que necesitaba eran las borderías de Davids.
    Descolgué el teléfono móvil y no me sorprendió escuchar la voz de Mimi al otro lado.

    —Hola Sora ¿Qué tal estas?
    —Hola Mimi -le conteste intentando fingir toda la felicidad que podía- pues bien aquí con Davids que se va hoy y hemos quedado un rato para despedirnos.
    —Oh es cierto… otra vez se vuelve a ir a la acampada deportiva esa—me lo dijo algo molesta—¿pero estas bien no?
    —Si claro no te preocupes estoy bien.
    —Bueno mas te vale… que ya se me olvidaba lo que tenia que decirte. ¿Qué planes tenemos para esta noche?

    Sabía que me saltaría con algo así. Mimi era mi mejor amiga, casi como una hermana para mi, y sabia perfectamente como me sentía en cada momento. Así que de nada me servia decirla que estaba bien. Ella sabia que estaba triste porque Davids se iba..
    -En realidad no me apetece salir esta noche, mi plan era quedarme en casa y ponerme a escribir algo. Hoy no me apetece salir.
    -… vale no te apetece salir de acuerdo. ¿A que hora vienes a mi casa?
    -¿Cómo que a que hora voy a tu casa? Creo que no me has oído bien Mimi. Hoy no quiero ir a ninguna parte. Me quedare en casa.
    -Ya y te crees que voy a dejarte sola y mas en este día no. Te vienes a mi casa a dormir.
    -Pero Mimi si no hace falta…
    -He dicho que te vienes a dormir y punto final.. ¿Estamos?
    - Es que acaso tengo otra opción-pregunte derrotada.
    -No y lo sabes asique eso.. Dime una hora.
    -Argh Mimi eres odiosa ¿lo sabias?.. estaré en tu casa a las 21.00. Ten en cuenta que tengo que ir a mi casa a por las cosas.
    -Okas sin problema, te espero aquí a las 21.00. Se puntual.
    -Te odio.
    -En realidad me quieres y mucho. Venga que te dejo despedirte de Davids hasta luego.
    -Adiós Mimi cuidate.

    Colgué el teléfono derrotada. Pero Mimi tenia razón era incapaz de odiarla, al contrario, la quería muchísimo y en el fondo adoraba que se preocupara tanto por mi, aunque me daba cargo de conciencia que se tomara tantas molestias conmigo.
    Eche un vistazo hacia Davids… se notaba que estaba impaciente. Rápidamente Salí de mi ensimismamiento.

    -Perdona Davids ya sabes como se enrolla Mimi cuando habla por teléfono-intente que mi tono sonase lo mas cómico posible para ver si así se le pasaba un poco el enfado.
    -Bueno ¿y que quería?
    -Pues nada saber como estoy… y me a invitado a pasar la noche en su casa… ya sabes como es Mimi no acepta un no como respuesta.
    -Jajaja ya es muy cabezota-me lo dijo con un tono mas amable a lo que conteste con una sonrisa de alivio-bueno pues ves con ella así te distraes-me cogió de las manos- y nada de quedarse sola en casa deprimida señorita. Tienes que pasártelo bien.
    -Vaya dos ni que no supiera cuidarme sola, pero si para vuestra alegría iré a casa de Mimi y no te preocupes por mi.
    -Sabes que no puedo evitarlo -Davids consulto su reloj y su cara cambio-Sora… son las 18.00 tenemos que ir para la parada del autobús ya…
    -esta bien pues vamos pues… lo ultimo que quiero es que pierdas el autobús.

    Nos dirigimos a la estación de autobuses que estaba situada al otro lado de la calle, se podía apreciar un gran numero de chicos con sus bolsas de viaje, colocándoles en el maletero del autobús, uno de ellos nos levanto la mano.

    -Vaya Daisuke, al fin vienes, quedan pocos minutos para que parta el bus – Se acerco a nosotros, a mi me echo una mirada de reproche y volvió a hablar con mi novio – El entrenador quiere vernos antes de subir
    -Vale Takeshi, ahora voy, dejame despedirme de mi novia
    -Como quieras… - refunfuño mientras se daba la vuelta
    -No le hagas caso – me miro sonriente – el es así – Se acerco y me deposito un dulce beso en los labios, justo cuando iba a corresponderlo alguien nos volvió a interrumpir
    -Vamos Motomiya, no tenemos todo el dia, dejate de cursilerías quieres – Interrumpió con maldad cogiéndole de la oreja
    -Pero entrenador
    -Nada de peros

    Yo tan solo pude reír un poco mientras veía como mi novio era subido al autobús de la oreja del entrenador. Poco a poco empece a sentirme vaciá…tenia un nudo en mi garganta que me quemaba, no podía reprimirlo y las lagrimas amenazaban con salir, me di la vuelta y camine hasta el parque. Llegue a una banca, me senté de golpe y me eche las manos a la cara, mientras comenzaba a llorar desconsoladamente.
    Pero alguien se sentó justo a mi lado en ese mismo instante, no quise mirarle, mas si quise echarle, pero el nudo en la garganta no me dejaba hablar

    -Estúpida Kari, tu te crees, va y me echa de la casa solo para estar con ese endemoniado de Takeru, un dia de estos me lo cargo en serio – El chico se le notaba cabreado, pero por el tono de su voz parecía que estaba bromeando con cargarse al chico ese – Señorita, hace una tarde estupenda como para que este aquí sola, sentada y llorando – No pude evitarlo, las palabras seguían sin salirme, pero me destape la cara para poder ver a esa persona misteriosa – Taichi Yagami, para servirla – me dijo en tono galante, mientras a sus palabras, le acompañaba una tierna sonrisa
    -So..sora Takenouchi, una chica infeliz y llorona – Dije casi en un susurro
    -Bueno Sora infeliz y llorona ¿me dejaría invitarla a un helado? – Consulte mi reloj, aun era pronto como para ir a casa y luego a casa de Mimi, así que con algo de timidez, asentí ante su invitación – Perfecto, pues sígueme, conozco una heladería que te va a encantar – volvió a sonreír, creí que nunca me cansaría de ver su sonrisa

    El apuesto joven, era de tez morena, cabello alborotado de color chocolate..mi dulce favorito. Al tenerlo tan descolocado, se le hacia ver muy sexy, sonreí para mi misma, mientras seguía fijándome. Era alto, bastante diría, y tenia un cuerpo bien marcado, sus ojos eran como su cabello, y sus piernas muy musculadas, diría que hacia algún tipo de deporte.

    Fuimos a una heladería que hacia esquina, jamás me había fijado, entramos y pidió dos helados, no me di cuenta del sabor hasta que me lo entrego.

    -Ten – me lo ofreció, yo lo cogí consternada…¿Cómo sabia que helado quería?
    -¿co..como?
    -¿no te gusta el chocolate? – interrogo algo decepcionado – lo siento…si quieres te lo..
    -No..no…no…digo…que me sorprende que lo hayas adivinado – volví a sonreír, había perdido la cuenta de las veces que había sonreído en esa tarde
    -No hay nada mejor para una chica triste, que un buen helado de chocolate, ¿no? – rió de una forma muy curiosa, creí que era mayor, por su estatura y su cuerpo, pero al reírse, parecía un niño pequeño. Se sobaba la parte de atrás de la nuca, mientras sacaba tímidamente la lengua
    -Si…eso dicen – le di un lametón a mi helado y Salí de la tienda, seguida por el.
    -Bueno Sora feliz Takenouchi…¿Qué te apetece hacer ahora? – pregunto mientras se tomaba su helado casi de golpe, yo me volví a sorprender por sus palabras, tiernas y dulces…como el chocolate
    -No quisiera molestarte mas Taichi, has sido muy galante conmigo y te lo agradezco de veras…pero siento que estoy caminando sobre escarcha y no quisiera estropear todo – Creo que le hable muy filosóficamente, y por su cara de interrogación, no se le daba muy bien la filosofía – Quiero decir…soy una chica comprometida, mi novio se acaba de marchar a un campamento de fútbol…y es muy celoso con estas cosas
    -¿Fútbol?, me encanta el fútbol – expreso con alegría, parecía que no había entendido la mitad de lo que le había dicho – Ya se, Sora Feliz, ¿Qué te parece si nos vamos al campo a echar unos tiros, tengo un balón en mi casa, nos pasamos por ella y lo cogemos…y así molestamos a mi hermana - rió juntando sus manos en plan malo maléfico, yo me di por vencida, suspire y asentí…el fútbol me gustaba…pero a Davids no le gustaba que lo practicase yo
    -Esta bien

    Caminamos por el parque de nuevo, parecía que su casa estaba algo lejos, pues Taichi menciono que vivía en la residencia cerca del campo de fútbol, al otro lado del distrito.
    Por el camino comenzamos a hablar de temas triviales, me sentía muy a gusto a su lado, no paraba de hablar, pero me gustaba cuando me hablaba, su voz suave me hacia olvidar toda mi tristeza y yo me animaba cada vez mas a contarle muchas cosas.
    El camino se nos hizo corto a los dos, pues cuando nos quisimos dar cuenta, su residencia estaba enfrente de nosotros.
    -Entonces…ese Davids es el delantero del equipo – Rememoro Tai – Yo hace unos años era un gran delantero, creo que de los mejores del distrito – Sonrió – pero…una lesión me mantuvo apartado mas de 6 meses…cuando quise volver, el entrenador había conseguido a alguien mejor que yo…luche contra el en uno contra uno y…me volví a lesionar – Medio sonrió –Pero eso es cosa del pasado, gracias a eso me adecue mas a mis estudios, y ahora soy mejor

    Me alegre por ello, subimos a un ascensor, pulso el botón 10 y llegamos en un minuto. Caminamos por un pasillo extenso, hasta que el paro en el numero 144 con una placa YAGAMI.
    Abrió la puerta, estaba abierta sin llave.

    -Hikari – nombro en alto para ser escuchado, pero no hubo respuesta -¡¡¡HIKARI!!!-grito mas alta a medida que se iba acercando al salón, pero al llegar… - tu…maldito rubiales de poca monta, ¡¡VISTETE AHORA MISMO!!- creí que Taichi saltaría a su cuello en cualquier momento, ver a tu hermana semidesnuda debajo de ese rubio solo con un calzoncillo…cabrearía a cualquiera
    -TAICHI – recrimino la castaña -¿Por qué te crees que te había echado? ¿para jugar al parchís con el? – se puso un camisón rápidamente, mientras el rubio se subía los vaqueros - ¿Qué haces aquí? – volvió a recriminar mas enfadada
    - He venido a por un balón de fútbol..por cierto…te presento a Sora – Sonreí a la castaña con nerviosismo, ella me correspondió con una sonrisa muy dulce, tal y como la de su hermano
    - Soy Hikari Yagami, hermana menor de Taichi, llamame Kari, y este de aquí es Takeru Takaishi, mi novio
    - Hola, llamame Tk – sonrió el rubio poniéndose una camiseta amarilla
    -Sora Takenouchi – Correspondí el saludo

    Taichi fue a la terraza, cogió un balón de fútbol y le dio un coscorrón a Tk, este se sobo el golpe, mientras que Kari regañaba duramente a Tai, el moreno paso de largo y me cogió de la muñeca para arrastrarme fuera

    -Lo siento, pero no soporto ver como mi hermana crece – Sonó triste, mas su rostro lo estaba
    -Comprendo – Agache la cabeza, pero escuche unos golpes, Taichi hacia toques con el balón mientras se dirigía al ascensor sonriente
    -Vamos Sora, ya quiero ver como juegas

    No comprendía muy bien a Tai, parecía bipolar, podía estar muy triste, y a los diez segundos, el mas feliz del planeta, parecía un niño y a la vez un adulto…era muy misterioso
    Fuimos al campo, echamos unos tiros y un partidillo, Taichi juraba que jugaba muy bien y eso me gustaba, era la primera persona que lo reconocía. Pasamos una tarde llena de arena y barro en el cuerpo, por primera vez después de mucho tiempo, me sentía alegre y muy feliz, y casi ni me acordaba que mi novio se acababa de ir a pasar el fin de semana en un campamento de fútbol, Tai hacia que me olvidara un poco de el, y conseguía sacarme miles de sonrisas, que poco a poco cada vez, eran mas correspondidas sinceramente.

    -La próxima semana comienzan las clases – dije tumbada en la arena mirando el atardecer
    -Si, que pocas ganas – contesto Tai bostezando - ¿a que instituto vas? – me pregunto curioso
    -Al de Tamachi, conseguí una beca por mis notas – conteste algo triste, Davids consiguió entrar por la beca futbolista, yo no quería ir allí, pues Mimi va al de Odaiba Norte
    - Yo voy al de Odaiba Sur, podría ir al de Tamachi, pero mi hermanita sigue yendo a ese, y mis padres me obligan a casi vigilara – Sonríe de forma espontanea – Ellos tampoco se fían mucho de ese rubiales…pero bueno, es el hermano de mi mejor amigo
    - ¿A si? – pregunte interesada
    - Así es – me sonrió mirándome directamente, pude ver sus orbes achocolatadas, que me puso muy nerviosa – tienes unos ojos muy bonitos – expreso de manera galante, me puse aun mas nerviosa – rojizos…como tu pelo
    - Si…bueno – me levante de golpe – tengo que irme ya, a sido muy divertido Taichi, muchas gracias por todo
    - A ti – contesto sonriéndome de nuevo – Si no fuera por ti, hubiera tenido una tarde muy aburrida – Expreso riéndose – Me alegro de que esas lagrimas se te borraran, así te ves mas bonita aun…espero verte pronto – se levanto y me dio un abrazo, su calor me conforto y me alivio
    -Estoy segura que si – le di un tímido beso en la mejilla y me aleje corriendo…si hubiera estado mas tiempo con el…no se que hubiera echo

    Tai se quedo quieto en el campo de fútbol, mirando al horizonte y acariciando su mejilla, recién besada por la pelirroja

    Sora llego a su casa, cogió una bolsa pequeña, con su neceser y su pijama, y volvió a salir, el casa de Mimi no la pillaba muy lejos, así que llego pronto

    -Ya era hora – se quejo la pelimiel – Ya e elegido película y e echo palomitas, pero bueno…tu que tal la tarde?, se te nota mas contenta de lo normal
    -¿Tu crees?, si te contara… - suspiro – bueno, pues que empiece la noche de chicas .
     
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