Este drabble lo escribí basándome en la canción "El muelle de San Blas" de Maná. ________________________________________________________________ Ella solo miraba al horizonte, todos los días desde la mañana hasta el anochecer, solo entonces se iba a casa. Todos la miraban, algunos con pena, otros con resignación, los forasteros con desconfianza. Solía estar parada por horas para que, cuando él volviese, la viera tan pronto como llegara al muelle. El sol, las nubes, el viento, el frío, el calor, la lluvia, nada la desanimaba, y nada lo haría. Ella seguiría allí, por siempre, esperando a su amado. Las primaveras pasaron y su cabello, ahora del color de la nieve, se balanceaba levemente al ritmo de la brisa. Sus ojos estaban fijos, observando continuamente esa línea donde el cielo y el mar se unían, esos ojos anteriormente llenos de vida, eran ahora dos pozos vacios, de un pálido azul grisáceo y su rostro con surcos que delataban sus años, solo mostraba infinita melancolía y una tristeza desconsolante. Su vestido, ese mismo vestido con el que había despedido a su amor, ahora estaba raído y descolorido, pero tal vez… tal vez aún así él la reconocería. Y las estaciones pasaban, el sol salía, se escondía y volvía a salir; y ella seguía allí, sola, siempre sola. Y un día allí en el muelle de San Blas, sola, se unió al mar… para siempre.