One-shot Ella estaba allí [Rachel & Katrina | AU ]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Hygge, 1 Octubre 2019.

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    Hygge

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    Título:
    Ella estaba allí [Rachel & Katrina | AU ]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
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    1
     
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    Esto iba a ser un drabble pero está visto y comprobado que las amo demasiado como para que me quepa un relato en 500 palabras, alv. Yáahl <3






    Katrina no supo de dónde había sacado la fuerza de voluntad necesaria para no cerrar la puerta del aula con un sonoro golpe. O de estamparle el resto del proyecto fallido a sus supuestos compañeros de trabajo, quizás. Ahora que caminaba por los pasillos de la institución, evitando como podía a la multitud que se aglomeraba durante aquella hora del mediodía, sus pies se sintieron desesperados por encontrar pronto una salida y dejar todo aquello atrás.

    El nudo en su garganta comenzaba a hacerse insoportable.

    Aquel era uno de esos días en los que todo salía mal, sin excepción alguna. Llegaba tarde por un horrible atasco, los trabajos pendientes fracasaban, olvidaba cosas en casa que nunca antes había dejado atrás. La cabeza le martilleaba y para colmo de males tenía que lidiar con alumnos que la sacaban de sus casillas. Pero supo que aquello no terminaría allí cuando fue consciente de la lluvia torrencial que había comenzado a caer al otro lado de la ventana. Y no parecía que fuese a amainar pronto.

    Maldijo algo entre dientes, completamente hastiada. Había olvidado el jodido paraguas, cómo no. Remataría aquel día con un precioso resfriado.

    Entrecerró los ojos, caminando decidida hacia la salida, dispuesta a correr bajo la lluvia. No tenía tiempo que perder, y no aguantaría dentro del lugar mucho tiempo más. Pero en lugar de sentir las frías gotas deslizarse sobre su rostro, algo pareció resguardarla de la tormenta. Se detuvo para alzar la mirada, y un paraguas negro fue todo lo que encontró como respuesta. Un paraguas que reconocía perfectamente.

    Giró su cuerpo como un resorte para encontrarse con la mirada curiosa de Rachel, quien le tendía el objeto con una suave sonrisa en sus labios, llevando su brazo libre tras la espalda.

    —¿Rach? —Katrina frunció el ceño, confusa. Aquelli fue lo único que logró decir como respuesta—. ¿Qué estás...?

    —Te olvidaste el paraguas en casa —respondió la joven de rubia cabellera, encogiéndose de hombros con inocencia. Dio un paso al frente, evitando que la lluvia salpicase en la joven de mirada heterocroma, protectora—. Pensé que sería buena idea traértelo, no quería que te enfermases.

    Aquella sencilla respuesta, dicha como si fuese evidente, recorrió el pecho de Katrina, invadiéndolo de una agradable sensación de calidez. Desvió la mirada hacia la entrada, sintiendo el calor subir hacia sus mejillas. Nunca se acostumbraría a la efusividad de Rachel.

    —¿Y me has estado esperando aquí todo este tiempo? Cariño, no sabías a qué hora salía de clase, han tenido que pasar horas —Rachel asintió, paciente. Sin borrar aquella dulce sonrisa de su rostro—. Podría haber salido por la otra puerta y no haberte encontrado. ¿Eres consciente de eso?

    —Oh, sí. Hubiese sido bastante triste que eso pasase, la verdad —se permitió reír por lo bajo como toda respuesta. La mayor no pudo evitar abrir los ojos, sorprendida ante aquel acto de fe tan extraño—. Pero confié en mi sexto sentido y todo salió bien, ¿no es así? ¡Me alegra mucho haberte encontrado a tiempo, Kat!

    Katrina no pudo evitarlo. Estaba tan cansada, tan frustrada por todo lo sucedido durante el día, que la amabilidad que Rachel le profesaba la abrumó por completo. Apretó los ojos, sintiendo que si no se contenía iba a acabar llorando de la propia frustración acumulada. Pero todas aquellas emociones negativas se esfumaron por completo cuando la menor la envolvió entre sus brazos, en uno de aquellos gestos que solo alguien como ella era capaz de darle, y que necesitaba tanto en aquel momento aunque intentase negarlo.

    Como si Rachel pudiese leerla como un libro abierto.

    —Volvamos a casa, ¿sí? —propuso entonces, separándose de ella para sujetar su brazo y apegarla hacia sí, compartiendo el paraguas entre ambas—. Podemos comprar algo para comer por el camino, hoy elijes tú.

    La joven de mirada heterocroma no supo hacer nada más que asentir en silencio, y Rachel comprendió que agradecía el gesto cuando entrelazó los dedos con los suyos, dibujando una diminuta sonrisa en sus labios. Tan solo aquel pequeño pero significativo gesto mereció por completo la espera para Rachel. Y mientras caminaban bajo la lluvia, la mayor no pudo evitar asombrarse ante la capacidad que Rachel tenía para esfumar su mal humor con su sola presencia.

    No importaba cuándo, no importaba dónde, ella siempre estaba allí.

    Y eso, definitivamente, era todo lo que necesitaba.
     
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    Zireael

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    NO ESTOY LLORANDO. ESTOY SUDANDO POR LOS OJOS.

    Oh dios, es que cuando Rach la abraza casi suelto a llorar porque mi pobre niña estaba harta de la vida y claro que necesitaba ese abrazo, necesitaba que Rach reacomodara sus emociones.
    Me encanta como la cutie conoce tanto a Kat como para saber cómo se está sintiendo, aw is so soft. Tu niña se merece todo lo bueno del mundo, sin duda.

    Ay, no sé qué más decir <333 me encantó. Gracias por tanto, Andy ;u;
     
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