Microrrelato Ella es forma

Tema en 'Nano y Microrrelatos' iniciado por The Condesce, 23 Noviembre 2017.

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    The Condesce

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    Escritora
    Título:
    Ella es forma
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    468
    Ellos también están ahí, es la misma terraza. Pero es como si estuvieran lejos, muy lejos; parecieran no compartir el mismo espacio. Los ves a a la distancia, más no los miras; los oyes, más no escuchas ni sus voces ni sus risas. Es como si no pisaran la misma loza del suelo; como si no estuvieran bajo el mismo cielo oscuro de la madrugada; como si no vieras tú también las luces de la ciudad en el horizonte tras la barda de la azotea. Son sólo manchones borrosos de una cámara desenfocada. Forma-fondo, forma-fondo. La música indie sonando en estos momentos cuando la fiesta lentamente se apaga es fondo; las botellas vacías de vodka barato y refresco son fondo; la hierba en la mesa, que tumbados en el suelo algunos están fumando en la pipa de quién sabe quién; los idiotas que aún están bailando, aunque hace un viento del demonio; los que en la intimidad de las esquinas comparten un beso cuando todos y nadie van a recoradar; los que sólo conversan sus alucines del cosmos y a los que se les revolvió el estómgo o sólo están tirados en su propia porquería, mientras los cuida alguien sobrio, o al menos, un poco más sobrio. Aquello no es otra cosa más que fondo, y ella... ella es forma. Porque si no está, nada es forma.

    Porque estás solo. Solo, competamente solo. Sintiendo el frío del piso contra tus piernas entumecidas. No puedes penetrar con los ojos más allá del humo saliendo de tu cigarro, aunque se transparenta y se desvanece al elevarse en el aire. Y recargas tu espalda desplomándote contra el muro. Si tuvieras que elegir una palabra para describir el vacío decadente de tu mísera y patética situación, que te hace sentir repulsión por ti mismo es... perdido. Tan perdido que no sabes si es un sueño o la realidad, tan perdido que no sientes que tu cuerpo es tuyo, que tus ojos vagan solos desintegrados en el éter. O tal vez sólo es el resultado de todas las mierdas que te metiste. Y perdido en vívidas memorias que ahora proyectándose en tu mente se vuelven imágenes oníricas. Ella, ella con su amplia sonrisa, y su carcajeo que juras es incluso melodioso, sus medias rotas, sus botas negras, su falda arriba de las rodillas, su pelo negro derramándose sobre la cama en una de esas tardes que bajo la luz del balcón abierto conversaron por horas. Lo único que te recuerda que existes es la opresión molesta en tu pecho, justo en el diafragma. una mezcla fatal de inescapable melancolía y sofocante frustración. Sólo es el profundo desasosiego de saber que estás solo. Asfixiantemente solo. Que ella no está ahí, que piensas en ella, y ella, no está pensando en ti.
     
    Última edición: 28 Noviembre 2017

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