Long-fic El viaje de Rosa

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por George Asai, 31 Enero 2014.

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  1.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
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    El viaje de Rosa
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    Saludos, hoy traigo una sorpresa especial y es que mi vicio por el pokémon X-Y ha tomado proporciones épicas, por ello quise escribir algo relacionado a ello. No serán capítulos largos como en Flores y quizá hasta escuche sugerencias o ideas por parte de los comentarios, nyajaja uno nunca sabe.

    Para los que quieran saber de que trata, acá una sinopsis chica.

    "Rosa es una chica de 19 años que sueña con ser una gran entrenadora pokémon, pero las circunstancias de su familia le impidieron realizar su viaje a los diez años. Resignada y triste, Rosa decide vivir limpiando excremento de Tauros por toda la eternidad, hasta que un día aparece un misterioso entrenador llamado Rance, cuyo amor por los pokémon recobrará en Rosa el coraje para iniciar su propia aventura"

    Y sin más demora, el primer capítulo =)

    Capítulo 1: ¡Entra Eevee!

    A sus diecinueve años la joven Rosa miraba su reflejo frente al espejo, no era para nada fea, pero tampoco se consideraba a sí misma una súper modelo, tenía un cuerpo delgado, pero no curvilíneo, el color claro de su piel se veía ligeramente bronceado debido a la cantidad de tiempo que pasaba al aire libre. A pesar de ser rubia natural su cabello parecía marrón por la falta de cuidados y tratamientos.

    Del tamaño de su busto se sentía orgullosa, no era enorme ni chico, de hecho físicamente no resaltaba en nada. De ser fea podría sobresalir en medio de una multitud, de ser hermosa deslumbraría a todos con un brillo impresionante. Pero no, simplemente existía y ya.

    “Otro día más haciendo lo mismo” pensó para sí misma, el aroma a estiércol de Tauros le llamaba desde la otra esquina, Rosa acomodó su overol negro y salió a toda marcha hacia los establos. A mitad del camino un pequeño pokémon con forma de zorro apareció frente a ella, era un Eevee hembra bastante adorable y al mismo tiempo servicial, tenía colgado sobre su cuello un collar violeta adornado con florecitas y estrellas.

    —Buenos días compañera, ¿lista para otro día más? —cuestionó animada, el pokemoncito asintió feliz y así ambas caminaron hacia los graneros.

    El lugar estaba hecho un desastre, los Tauros ciertamente no eran los pokémon más limpios del planeta, pero tampoco podían dejar hecho un basurero. A Rosa no le molestaba la vida de granjera, pero ella soñaba con algo más grande.

    Retrocedamos unos años en el tiempo…

    Rosa soñaba con ser entrenadora pokémon desde los diez años, pero por esos días su padre biológico acababa de fallecer y su familia necesitaba sustento, debido a esa tragedia ella renunció a su ambición para ayudar a su madre con los establos y la producción de leche MU-MU, al principio le prometieron que nada más sería un año, sin embargo, la temporada no fue buena, tampoco la siguiente y así sucesivamente.

    Poco a poco su sed de aventuras empezó a desaparecer, resignada aceptó vivir una vida sencilla bajo unas cuatro paredes que podrían desintegrarse en cualquier momento. A sus dieciséis años su madre contrajo matrimonio con un hombre rico y amable, se conocieron mientras hacían un trato de leche para exportar a la región Kanto y en medio de tantas negociaciones surgió el amor de una forma algo rara. La producción mejoró y el panorama lentamente comenzó a ser más claro, era el momento perfecto para que Rosa pudiese cumplir su sueño.

    Desgraciadamente su esperanza había desaparecido, se consideró a sí misma demasiado vieja para empezar una aventura y por ello se resignó a seguir limpiando desechos de pokémon. Su madre trató de animarla y hasta le regaló un Eevee para iniciar su viaje, se sentía culpable por haber roto las ilusiones de su hija desde una edad temprana y por ello deseaba recuperar su calor interior.

    El presente de Rosa no difería mucho del pasado, siempre sola bajo la compañía de su única amiga, en su corazón deseó un cambio, algo que le ayudase a recuperar esas ansias pérdidas por el choque de la realidad.

    —A veces me pregunto si realmente hice la elección correcta, sé que soy demasiado vieja para ser entrenadora pokémon, es solo que… me siento incompleta, todos mis amigos de la infancia ya no están, fui la única que se quedó en pueblo Boceto —susurró, Eevee soltó una sonrisa mientras se movía de un lado a otro, siempre que Rosa se deprimía su adorable pokémon le daba ánimos.

    “¿Llegará el día en qué las cosas cambien?”

    Eevee corrió hacia la puerta del granero y en seguida regresó con Rosa, sus ojos no parecían dar buenas noticias.

    —¿Qué pasa? —cuestionó la chica.

    Segundos más tarde comenzó a llover, fue un torrente poderoso pues ambas no pudieron salir del granero y ocultarse en la casa, por lo tanto debía esperar a que terminase aquel aguacero infernal.

    —Uh, tan temprano y ya está lloviendo fuerte, esto no es bueno para la producción de leche, las Miltank se estresan si llueve mucho.

    —Eevee —respondió la zorrita, las dos esperaron unos minutos pero el agua parecía no calmarse, Rosa se estresó un poco, la condenada lluvia le estaba retrasando el horario de la limpieza.

    Y en ese momento…

    —¡Alguien me echa la mano!, me estoy mojando todo. —Una voz desconocida se escuchó afuera del granero, parecía ser un chico en problemas, pues tocaba desesperadamente la puerta para que le abrieran. Eevee se alertó un poco, así que acompañó a Rosa hacia la entrada del edificio.

    —¿Quién es? —preguntó Rosa un tanto desconfiada.

    —Soy un vacacionista, me llamo Rance y pasaba por aquí hasta que la lluvia me mojó. No tengo malas intenciones ni nada, solo ayúdame o me voy a enfermar. —Por su tono de voz Rosa supuso que no era alguien tan mayor, además, sonaba desesperado por salir del aguacero.

    —De acuerdo, pasa —contestó Rosa, la chica abrió la puerta y vio a su nuevo invitado; era un chico de cabello blanco y tez clara, vestía una camisa negra y un sombrero del mismo color, también usaba deportivas blancas junto a un pantalón azul. Claro que a primera vista parecía un vagabundo porque todas sus prendas yacían empapadas y pesadas.

    —¡Gracias!, me has salvado hoy, eso me pasa por no comprar paraguas en la tienda de regalos. —El muchacho se sacudió un poco y luego exprimió su sombrero para sacarle toda el agua, Rosa lo apreció con claridad, tras examinarlo notó que era bastante apuesto, aunque ella no tenía ninguna intención de cometer un acto inmoral.

    —Por nada, cuando termine la lluvia te prestaré unas toallas para que puedas secarte bien.

    —¿En serio?, te lo agradezco, ¿eres la dueña del establo? —preguntó Rance, el chico también se quitó los tenis para sacarle toda el agua acumulada en la planta inferior.

    —No, la dueña es mi madre, yo solo vengo a darle mantenimiento de vez en cuando. Esta es una granja de Tauros y Milktank, producimos leche y la exportamos a la región Kanto —explicó Rosa, Eevee caminó frente a Rance y sonrió, pues no detectó malas intenciones en el joven viajero.

    —Impresionante, por cierto, ¿ese Eevee es tuyo no?, se ve que te cuida mucho, desde que entré estuvo vigilándome pero ahora parece más tranquilo. —Rance rió un poco para calmar el ambiente, en seguida ofreció su mano a la pequeña Eevee y ésta se acercó sin dudarlo —. Descuida pequeña, no vengo a hacerle daño a tu entrenadora.

    —Sí, es mi primer pokémon y el único, somos mejores amigas y nos cuidamos mutuamente, ¿verdad compañera?

    —¡Eevee! —asintió feliz.

    —Supongo que tú eres un entrenador pokémon, ¿no es así Rance?, lo veo por la forma en que interactuaste con Eevee. —Rosa veía batallas de la liga pokémon por televisión y a veces leía libros de historia donde aprendía mucho de los entrenadores más famosos como Red de la región Kanto o Cintia de Sinnoh, por lo tanto estaba al tanto del carisma que dichos entrenadores tenían con todos los pokémon.

    —Exacto, vengo de ciudad Caolín en la región Teselia, tras entrenar como loco quise darle a mis pokémon unas vacaciones de tanto combate y por ello solo he traído un pokémon conmigo. Además, desde hace tiempo he querido conocer la región Kalos, dicen que tienen paisajes sorprendentes.

    —¿Tienes un pokémon?, ¡me lo podrías mostrar!, yo no soy entrenadora pero me encantan los pokémon y pocas veces puedo ver especies diferentes en casa. —Rosa abrió sus ojos en par, su pasión por los pokémon era tanta que incluso olvidó decirle su nombre al viajero.

    —Por supuesto, ¡venga ya Garchomp! —Rance sacó de su pokébola a un ejemplar tipo dragón, la apariencia intimidante del pokémon contrastaba con su semblante amable y amistoso, pues no apareció gruñendo ni gritando algún canto de guerra —. Él es mi primer pokémon, lo traje conmigo de vacaciones por si las dudas, el resto está en casa.

    —Un Garchomp, ¡esos pokémon son muy raros!, mira Eevee es la primera vez que vemos uno en persona. —Eevee caminó sobre las patas del imponente dragón y éste amablemente se agachó para que pudiesen presentarse —. No puedo creerlo, creí que esta especie era agresiva por naturaleza, pero el tuyo es muy amable.

    —Claro, eso es porque lo he tenido desde que era un Gible y hemos pasado muchas cosas, un Garchomp salvaje es peligroso así que no te acerques a ellos si los encuentras por ahí, ¿entendido?

    —¡Si señor! —respondió Rosa, mientras ellos platicaban Eevee se subió a la cabeza y Garchomp y éste amablemente le dio un paseo por todo el granero, al parecer se llevaban bastante bien.

    —Oye, ¿y cómo te llamas?

    —¡Huy!, lo lamento me emocioné mucho viendo a tu Garchomp que olvidé presentarme, yo me llamo Rosa y es un placer conocerte Rance. —De la nada toda la desconfianza que había entre ambos desapareció, sus pokémon jugaban alegremente de un lado a otro hasta que la tempestad llegó a su final.

    —Ya terminó la lluvia, creí que acabaríamos encerrados en ese granero con olor a Tauros para siempre.

    —¿Te quejas por una hora?, yo he tenido que olerlo durante toda mi vida, a veces pienso que los Tauros no deberían comer tanto pasto, pero también son adorables cuando quieren. —A pesar del olor y las frustraciones constantes Rosa amaba a los Tauros, de hecho, apreciaba a cualquier tipo de pokémon sin importar su forma o habilidades, era un hecho tan extraño que ella no fuese entrenadora pokémon.

    Rance se armó de valor y finalmente soltó la bomba indiscreta.

    —Rosa… ¿por qué no eres entrenadora pokémon? —Y tras ese cuestionamiento los recuerdos volvieron a la chica…

    Fin del capítulo 1.


    Espero haya sido de su agrado, ahora un mini cuestionario xD

    ¿Qué te pareció el primer capítulo de la historia?

    ¿Rosa es moe? (?) xD, bueno no respondan la segunda si quieren xD

    Y como nota personal, el sentimiento de ser "demasiado viejo" para hacer algo lo he vivido en carne propia, por eso les digo acá que nunca se resignen a seguir sus sueños, porque nunca es demasiado tarde para vivir al máximo.
     
    Última edición: 8 Febrero 2014
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    Steve Yops

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    Pobre Rosa D: En vez de iniciar su viaje le tocó limpiar excremento de Tauros... Oh, vaya :/ Aunque habla muy bien de ella el haber sacrificado su sueño para ayudar a su madre, es un acto admirable y de mucha nobleza. Sin duda, me agradó el personaje desde este primer capítulo.

    Jajajjaa, ¡hola, George! Como bien te dije, leería y comentaría tu historia apenas pudiera, y... aquí me tienes :)

    A pesar de lo corto que pudo haber sido este capítulo, sin duda me lograste dejar intrigado y atrapar toda mi atención. ¡Narras de una forma increíble! Es de esos estilos que logran hacer que quieras leer más; lo haces muy detallado y emocionante, me agrada bastante eso.

    Tienes una excelente ortografía y te manejas bastante bien en el uso del guión largo. Lo único que noté fue que en algunas partes donde usaste coma, creo que quedaría mejor un punto. Por ejemplo:

    Creo que quedaría mejor así:
    Sin embargo, no es nada grave, realmente, y es algo bastante pequeño comparado a toda la calidad que tu escrito posee.

    Pasando a comentar la historia, como bien dije, me gustó muchísimo :) Repitiendo lo que dije al principio, admiré mucho la generosidad de Rosa; el renunciar a tus sueños para ayudar a otros no es nada fácil, y por lo visto, su acto fue recompensado con una nueva posibilidad para iniciar su viaje, que estoy seguro que no desaprovechará.
    Hmmm... ¿habrá algo entre Rance y Rosa? Tengo que admitirlo... incluso antes de leer que a la protagonista pensaba que el entrenador era apuesto, yo ya había pensado que algo podría pasar entre esos dos, jajajajaja.
    También me pregunto... ¿en qué pokémon evolucionará Eevee? Hay mucho por dónde elegir, y la verdad yo ya tengo una idea sobre esto, pero prefiero no decirlo para no hacer algún spoiler sin querer xD!!

    Bueno, eso es todo por ahora. Me gustó bastante tu historia, ¡no dejes de invitarme!
    Saludos :D
    OnlyYops.
     
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    Fabian

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    Quehuboooooooo!
    Antes que nada... Agh :c Debe ser feo recoger popó de Tauros, los odio -w- ( Y no no tiene nada que ver con que siempre se me escapan del safari :c ) Pobre Rosita, por cierto ¡La amé! Con las líneas iniciales describiéndola hiciste un trabajo excepcional, al menos a mi parecer. Me atrajo bastante su forma de ser, quiero verla en los siguientes capítulos, no me decepciones Jiorgio(?) Creo que hasta me recordó a alguien >w< Tanto físicamente como en su personalidad, pero en fin, dejaré de lado mi nuevo amor por Rosa<3 xD
    A la trama! Bastante curioso, hasta fuera de la vida en el mundo Pokémon sucede que nos trancamos o nos decepcionamos, pero de pronto surge alguien que sin darnos cuenta nos reanima! Lindo lindo lindo e.e
    En fin, mi mente de entrenador difiere ahora: Quiero una batalla pokemon! Sería genial que incluyas una para el próximo capítulo, por parte del muchacho Rance e_e se ve que tiene talento xdxd
    Bueno ya, eso es todo! Avísame cuando lo sigas que soy un distraído xD

    Chaochao!​
     
  4.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
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    Me picó la mosca de la inspiración y ahora les tengo el segundo capítulo =)



    Capítulo 2: ¡Problemas en la granja!


    Rosa le contó a Rance su historia, para ella fue una sensación diferente pues nunca habló con alguien respecto al tema. El chico la escuchó y trató de mantenerse callado mientras su nueva amiga le contaba los pasajes frustrantes que vivió durante varios años.


    Cada amistad de su infancia yacía en algún lugar de este vasto mundo, cumpliendo su sueño de entrenar pokémon para crecer como personas y desarrollar un mejor criterio de sus propias vidas.


    —Creo que debes estar decepcionada de mí, soy solo una chica fracasada que no pudo cumplir su sueño. —Eevee lamió las piernas de su entrenadora para hacerla sonreír, desgraciadamente no pudo hacerlo, era tanta su tristeza que resultaba imposible alegrarla. Rance soltó un suspiro y luego sonrió.


    —No tienes de que preocuparte, nunca es demasiado tarde para vivir tu sueño, si quieres viajar, ¿por qué no lo haces?, ¿por qué te preocupa la opinión de los demás?, al final la que va a ser feliz eres tú no ellos. —Tanto Rance como Garchomp observaron a Rosa con un semblante serio y libre de prejuicios, por un lado Rosa se sintió aliviada de confesar sus frustraciones, no obstante, también se apenó un poco porque apenas conocía a ese chico y ya le decía sus más profundos secretos.


    —Es que no es tan fácil hacerlo, bueno lamento haberte distraído mucho, vamos a la casa para que puedas secarte bien. —Rosa no quiso hablar más del tema, por lo tanto caminó a lado de su Eevee rumbo a su hogar, Rance guardó a Garchomp en su pokébola y siguió a la chica sin cuestionar nada más. En el camino vieron a los Tauros acomodados en filita y pasteando un poco, la lluvia seguramente no los dejó alimentarse correctamente por lo que ahora aprovechaban para comer en paz.


    —El cielo sigue nublado, lloverá en una hora más. —Al muchacho parecía no gustarle la lluvia, tras una pequeña caminata los dos jóvenes llegaron a una casa grande en medio de la pradera, a su alrededor yacían varios grupos de Miltank y Tauros caminando despreocupadamente.


    —Ya llegamos, deja te presento con mi madre primero. —Rosa entró a casa, posteriormente ordenó a Rance que la siguiera —. Mamá tengo a un invitado hoy.


    —¿Oh?, ¿acaso ya tienes novio? —cuestionó su madre con un tono bastante picarón, la jovencita se sonrojó y levantó a su Eevee en brazos para usarlo como escudo.


    —¡Por supuesto que no!, es un viajero que se ocultó de la lluvia en nuestro granero y me ofrecí a prestarle unas toallas.


    —¡Eevee! —vociferó su inseparable compañera.


    —Muy bien, dile a tu invitado que pase. —Con la aprobación de su madre Rosa dejó pasar a Rance a la casa, el muchacho dio una reverencia muy educada y acomodó su sombrero en un perchero cerca de la puerta.


    —Gracias por su hospitalidad, su hija me salvó de empaparme todavía más, me llamo Rance y es un placer estar aquí.


    —¡Vaya!, eres un muchacho muy educado y atractivo, ¿seguro qué no quieres casarte con mi hija? —Se burló la señora, tal comentario sonrojó a Rosa como un tomate embravecido, mientras Eevee nuevamente era usada como escudo para ocultar sus rubores.


    —Uh, creo que no es normal casarte con alguien que acabas de conocer —respondió Rance algo apenado, pues no esperó aquel comentario tan fuera de lugar.


    —Por supuesto que no, era solo una broma, en fin yo me llamo Sol y soy la madre de Rosa, poseo toda una granja que produce la mejor leche de todo pueblo Boceto, ¿te gustaría probar un vaso de nuestra creación? —Tan rápido y la señora Sol ya andaba promocionando sus creaciones con tal de tener publicidad gratis. Tantos años en el negocio le habían enseñado a sobresalir sobre otras compañías y nada mejor que una recomendación personal para ahorrarse millonadas de anuncios o carteles.


    —A ver —respondió, la madre de Rosa rápidamente trajo un vaso de leche recién procesada, Rance tomó la bebida de un trago y de inmediato sus ojos brillaron como dos estrellas fugaces —. ¡Esto es genial!, ¡la mejor leche del mundo sin duda alguna! —gritó, tanta fue su exageración que subió un pie en la silla donde estaba sentado y levantó su mano diestra hacia el infinito.


    —Creo que eso último fue innecesario —susurró Rosa.


    —¿Verdad qué mola mi leche?, ¡asegúrate de darme publicidad gratis a donde quiera que vayas viajero! —Sol también se subió a la otra silla e imitó la pose de Rance, fue una escena bastante ridícula, tanto que Rosa y Eevee decidieron salir a la sala para escapar de tanta idiotez.


    La lluvia regresó unos minutos más tarde, pero esta vez acompañada de rayos que caían peligrosamente sobre los árboles. No era una situación ideal para continuar viajando, por lo tanto Rance decidió quedarse hasta que la tormenta acabase. Eevee trató de jugar a la pelota con Rosa, pero debido al poco espacio de la casa prefirieron sentarse sobre el sofá y ver la televisión.

    —¿Qué ves? —cuestionó Rance, el muchacho se sentó en otro sofá mientras enfocaba su vista en el televisor.


    —Veo una repetición de la liga pokémon en la región Teselia, están dando las semifinales y por andar arreando Tauros ya no pude ver la final. ¡Muero por ver al ganador! —exclamó Rosa, el combate que daban en la televisión era entre un entrenador veterano llamado Norberto y la estrella Clarisa, el enfrentamiento estaba en su parte final, con ambos contendientes usando su último pokémon.


    Fue un duelo interesante, Magmortar vs Tyranitar, la diferencia de tipos ciertamente le daba la ventaja al pokémon tipo roca, pero Norberto no había llegado ahí solo con suerte. El pokémon de fuego lanzó una potente llamarada, pero Tyranitar usó roca afilada para detener las llamas.


    —¡Magmortar usa terremoto! —exclamó el entrenador veterano, Clarisa analizó la estrategia del oponente y finalmente comprendió lo que buscaba: ¡causar un golpe crítico!


    —No lo permitiremos, ¡Tyranitar ataca con giga impacto! —El cuerpo del pokémon fue rodeado por una intensa energía física, al final ambos contendientes se dieron con todos, el pokémon de roca se vio sacudido por aquel terremoto monumental, pero ni siquiera la fuerza de Magmortar fue capaz de detener a ese tanque de piedra. Al final fue Tyranitar quien impactó su cuerpo contra Magmortar terminando así con la semifinales de la liga pokémon.


    Rosa se emocionó mucho y dio saltitos de la emoción, Eevee imitó a su entrenadora con la misma frecuencia. Ambas amaban ver combates por televisión, porque les recordaba su sueño perdido de iniciar su propia aventura, Rance compartió su emoción emocionándose con el clímax del combate, justo cuando iban a mostrar al otro contendiente un apagón terminó con sus ilusiones de conocer al ganador.


    —¿Uh? —susurró Rance, los focos de la casa también se apagaron y de inmediato Sol entró a la sala.


    —Tenemos un problema… —vociferó algo alterada, Rosa se preocupó pues su madre no se veía nada bien, lucía algo pálida y lejos de su sonrisa habitual.


    —¿Pasa algo, mamá? —preguntó Rosa.


    —Un rayo cayó sobre la cerca de los Tauros y ahora se han lanzado en estampida contra el pueblo, ¡necesitamos detenerlos! —gritó Sol, Rance rápidamente se levantó del sofá y salió corriendo hacia los establos, Rosa no sabía qué hacer pero su pequeña Eevee le indicó el camino para apoyar al joven viajero. ¡Definitivamente debían proteger a su ganado!, esa era la misión de cualquier granjero sin excepción.


    Los Tauros eran pokémon muy sensibles, cualquier ruido fuerte o temeroso podría hacerlos perder el control, peor aún cuando se encontraba en grandes cantidades ya que arrasaban con todo a su paso. El número de bestias desenfrenadas llegaba a los treinta individuos, esa cantidad podría fácilmente causar estragos en el pueblo.


    —¡Garchomp, necesito tu ayuda! —Rance liberó a su amigo dragón, el muchacho lamentó en su interior no haber traído a más pokémon de su hogar, pues con ellos no sería ningún problema detener la estampida. Desgraciadamente, ya era demasiado tarde para correr al centro pokémon, ¡necesitaban pararlos ya mismo!


    —Oye Rance, ¿qué vamos a hacer?, esos Tauros nunca se habían espantado así… estoy preocupada. —Rosa no pudo pensar en un plan, estaba tan asustada que la mente dejó de funcionarle, Sol en cambio llamó a las autoridades de pueblo Boceto para evacuar a los niños y pokémon pequeños.


    —Tranquila, voy a detenerlos yo mismo, mantente alejada. —Rance se subió a Garchomp y de inmediato volaron a gran velocidad, los Tauros estaban a menos de un kilometro de la zona habitacional más cercana, por lo tanto debían detenerlos cuanto antes —. Garchomp, utiliza tu lanzallamas para crear una cerca de fuego. —El pokémon dragón obedeció las órdenes al pie de la letra y efectivamente, el muro de fuego hizo a los Tauros cambiar la trayectoria de su embestida.


    —Increíble… —balbuceó Rosa a la distancia, sus ojos no creían lo que pasaba frente a ella, un solo entrenador estaba controlando toda una estampida por su cuenta.


    —Ahora baja al piso y usa roca afilada, los vamos a encerrar en un establo de piedra. —Nuevamente Garchomp realizó un ataque poderoso, normalmente roca afilada consistía en lanzar pequeñas piedras filosas contra el oponente, pero en este caso las rocas salieron más grandes y a una velocidad mayor.


    El plan resultó bastante rápido, en menos de veinte segundos una muralla de rocas encerró a los treinta Tauros. Los pokémon toro no se calmaron, pues comenzaron a golpear las rocas con sus imponentes cuernos, de seguir así podrían terminar por romper el cerco y dirigirse peligrosamente hacia los suburbios, debido a ello Rance y Garchomp se metieron al establo improvisado para tratar de calmarlos por las buenas.


    —Escuchen amigos, no tienen porque asustarse fue solo un rayo —habló Rance, pero los Tauros andaban tan desenfrenados que usaron cornada en él, por suerte Garchomp se interpuso y de un poderoso ataque demolición noqueó al atacante —. Esto no va a funcionar, tenemos que calmarlos por la fuerza, ¡prepárate Garchomp! —exclamó, los veintinueve pokémon restantes se enojaron tanto que se lanzaron al mismo tiempo contra el dragón y su entrenador.


    —¡Cuidado, Rance! —gritó Rosa, la chica pensó en correr hacia el muro de piedras con tal de ayudar al viajero, sin embargo, Eevee la detuvo con su boquita.


    —¡Eevee! —exclamó la pequeña, Rosa comprendió de inmediato el significado de su llamado: si intervenían probablemente serían una carga.


    —¡Usa enfado! —Un aura roja cubrió el cuerpo de Garchomp, medio segundo más tarde el pokémon dragón yacía golpeando a los Tauros o derribándolos con sus enormes garras, se movía tan rápido que era casi imposible verlo, las bestias se detuvieron por el miedo que evocaba ese pokémon tan poderoso. No fueron más que veinte segundos, pero eso bastó para que Garchomp derrotara a los veintinueve Tauros restantes, no por algo la pokédex decía que era tan rápido como un avión a reacción.


    —Impresionante, ¡ha derrotado a los treinta Tauros él solo!, con esto se calmarán y volverán solos a casa. —Rosa se quedó con la boca abierta, en el pasado se necesitaban más de quince agentes policiales para detener una estampida y ahora frente a sus ojos yacía alguien que podía hacerlo por su cuenta.


    —¡Eevee! —La pequeña pokémon exclamó asustada, Rosa se dio la vuelta y apreció algo que no debería estar ahí, era un Tauros furioso, seguramente uno de la manada se debió de haber separado por el trueno por lo tanto seguía en un estado de shock muy peligroso.


    —Uh, no tenemos tiempo para llamar a Rance, debemos hacernos cargo nosotras, ¡vamos Eevee! —Una extraña sensación invadió a Rosa, ver al joven viajero luchar despertó en ella un sentimiento que creyó haber perdido hace mucho tiempo.


    El Tauros no se anduvo con rodeos, rápidamente se lanzó hacia ellas con un potente placaje que amenazaba con lastimar a Eevee.


    —¡Compañera usa ataque de arena! —A pesar de ser una novata en las batallas Rosa había visto cientos de videos en televisión e internet, por lo tanto se sabía de memoria los movimientos de Eevee. El ataque dio en los ojos del pokémon toro, debido a ello su cornada pasó de largo dándole la oportunidad a Rosa y a Eevee de buscar un contraataque —. ¡Ataca con placaje! —exclamó, su pokémon obedeció la orden y de inmediato atacó al Tauros furioso.


    El golpe dio en el blanco pero no causó mucho daño en un pokémon de mayor tamaño, necesitaban golpear con otro ataque más potente. El Tauros retomó su atención en Eevee y rápidamente respondió con frustración, el ataque iba con mayor velocidad por lo tanto Eevee salió volando y cayó al suelo de un solo golpe.


    —¡Estás bien Eevee! —gritó Rosa, pero su confiable amiga se negó a rendirse, con una gran determinación se puso de pie y continuó encarando a su adversario.


    Fue un gesto valiente y comprensible, Eevee no quería decepcionar a su entrenadora, habían pasado muchas horas juntas pensando en cómo sería tener una batalla real, estrategias, cuentos, fantasías…


    Al final todo se resumía a ese instante, debían darlo todo o nada.


    —Terminemos con esto de una vez, ¿estás lista?


    —¡Eevee!


    —Usa poder oculto. —De la boca del pokémon apareció una esfera verde muy brillante, a diferencia de los ataques anteriores éste poseía un resplandor especial, más fuerte que cualquier otro movimiento de su lista de ataques.


    —¡Tauros! —La batalla estaba a punto de terminar, el poder oculto de Eevee golpeó a Tauros en la cabeza y éste por el mareo cayó al suelo, no pudo esquivarlo ni defenderse de un movimiento tan fuerte, además, sus estadísticas en defensa especial no eran tan buenas como la física, por lo tanto un impacto de esa magnitud bastaba para tranquilizarlo.


    —Hemos ganado, ni yo me la creo… ¡Eevee ganamos una batalla pokémon!, ¡dios soy tan feliz! —Los gritos de Rosa no se hicieron esperar, su pequeña amiga se subió a sus hombros de inmediato y también celebró junto a ella.


    El coraje de entrenadora pokémon volvió al corazón de Rosa, nuevamente se sintió como una niña de diez años que anhelaba viajar y recorrer grandes lugares, definitivamente deseaba seguir sintiendo esa emoción, después de haber experimentado una batalla difícilmente querría abandonar la felicidad que le dio conectarse espiritualmente con Eevee.


    —Lo hiciste bien. —Rance apareció caminando como si nada hubiese pasado, Garchomp se metió solito a su pokébola pues ya no lo necesitaban por el momento, Rosa se giró para ver al viajero con una gran sonrisa.


    —No sabía que las batallas podían ser tan divertidas, mi compañera y yo dimos todo para ganar. —Ambas lucían felices, aquel semblante alegre difería mucho de la chica que le contó sus pesares hace algunas horas, en verdad el contacto con los pokémon cambiaba a la gente y Rance nuevamente comprobó tal verdad.


    —¿Todavía tienes dudas en tu decisión? —cuestionó el muchacho, pero rápidamente Rosa negó con su cabeza y al mismo tiempo le mostró una hermosa sonrisa.


    —Claro que no, finalmente me he decidido… ¡quiero iniciar mi propio viaje pokémon! —Al escuchar tales palabras tanto Eevee como Rance se mostraron aliviados, finalmente Rosa encontró la motivación para viajar y cumplir el sueño que tantos años se le vio negado: ser entrenadora pokémon.

    Fin del cap 2.


    Y espero que les haya gustado =)
    ¿Cuál fue su opinión del capítulo?

    ¿Qué les ha parecido la primera batalla de Rosa? :3

    Nyajaja es todo por ahora, dejen comentarios awesome y sonrían mucho =D
     
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  5.  
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

    Acuario
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    Escritor
    Hola, George :D Ya he llegado para comentar este nuevo capítulo.

    ¡Que gran capítulo! Me gustó muchísimo. Mucha acción, y gracias a la narración me imaginé los sucesos perfectamente. Es genial ver como de un apuro, pueden salir tan buenos resultados como el de Rosa.
    Excelentes batallas las de ambos entrenadores, me gustó bastante :)

    Vaya, vaya... La madre de Rosa me pareció bastante graciosa, ¡y pensó lo mismo que yo sobre Rosa y Rance!, jajajajajaja. Hablando de él, me gustó mucho el consejo que le dio: Que siga sus sueños sin importar lo que el resto piense... ¡y así debe ser! Digo, siempre que no le hagas daño al otro, no hay problema. Si luchas por lo que quieres, lograrás ser feliz; y hasta puede que los que alguna vez te criticaron te terminen respetando... Bueno, ya fue suficiente filosofía xD!!

    Con respecto a o técnico, insisto que revises algunas frases donde usas demasiadas comas, pues volví a notar ciertas partes donde pienso que usar un punto sería más adecuado.

    Bueno, eso es todo :) Fue un gran capítulo.
    Avísame cuando subas el siguiente capítulo, ¡saludos!
    OnlyYops.
     
    Última edición: 5 Febrero 2014
  6.  
    Philou

    Philou Entusiasta

    Acuario
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    Escritor
    Hola colega, antes que nada queria agradecerte por la invitacion a leer tu historia, debo decir que me agrada ver escritos prolijos y com buena narrativa en el foro de pokemon, la verdad es que hacen mucha falta.

    respecto a la historia no tengo mucho para decir por ahora porque recien esta iniciando, supongo que es de esos fics en los que el viajero, o en este caso, rosa, va aprendiendo lecciones de vida y se supera a si misma ademas de ayudar a sus pokemon a crecer, y no un shipping en el que los pokemon son la excusa, o en realidad espero eso, en fin gracias de nuevo, y de paso te invito a leer mi fic Tim's power y si quieres lo comentas... saludos.
     
  7.  
    Fabian

    Fabian Adicto

    Tauro
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    Queeee onda.
    Bueno, ya más o menos saco la esencia de lo que será esta historia, quizás algo entretenido, como la serie... una aventura por capítulo, quizás estas optando por el camino de "entretener" para que se lea no sé... como si estuviera viendo la televisión; en vez de enganchar al lector para que realmente viva la historia, podrías agregar algún factor que me deje WHAAAT WHORES O: (En el buen sentido xD)
    En fin, como dijeron adelante, espero no hagas un shipping sujeta a la excusa de los pokemon. Espero más del próximo capitulo!
    Ah! No se me olvida e.e Rosa parece buena entrenadora, podrías usar esos conocimientos concretos que tiene sólo por la televisión y la internet en su favor... o en su contra xD Eso queda en tu criterio.

    Chaochao!​
     
  8.  
    Salem

    Salem Vieja sabrosa

    Cáncer
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    Ay, ¡la madre de Rosa es una genia! Yo no le veo ningún problema a la publicidad de su leche, es más, me agrada bastante. ¿Qué mejor que un entrenador pokémon para promocionar su deliciosa leche?

    Me leí los dos capítulos, y noté algunos errores. Principalmente, uno fue el que viene remarcando OnlyYops, que es lo de las comas. Yo también creo que hay partes en que un punto es mejor que una coma.
    También noté la falta de coma antes del vocativo; y que en algunas situaciones usás los signos de exclamación en una pregunta.

    Oh, y me fijé bien en los nombres de los pokémon y has escrito "Milktank", cuando en realidad es "Miltank".

    Muy buen capítulo, este último que subiste. La batalla de Rosa vs Tauros me gustó mucho; y su Eeevee es muy poderoso, casi me hace acordar al Pikachu de Ash. Me pregunto en qué evolucionará, o si Rosa querrá evolucionarlo.

    Bueno, eso es todo. Gran fic, George.
     
  9.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
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    Escritor
    Título:
    El viaje de Rosa
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    23
     
    Palabras:
    3786
    Aprovechando mi tiempo libre dejo el capítulo tres, no se preocupen que la trama será algo larga, faltan personajes nuevos y demás cosas haha.


    Capítulo 3: El viaje comienza.


    Esa misma noche Rosa expresó su sentir a Sol, la mirada en sus bellos orbes brillaba con un resplandor hermoso que apenas podía describirse. Eevee compartía el valor de su entrenadora, por fin sentían esa buena vibra de salir a conocer la región Kalos para participar en combates pokémon y entrar a la liga de ese año.


    —Mamá, creo que es el momento de comenzar mi viaje, lamento si tardé mucho, pero necesitaba un impulso que me sacara adelante. La batalla que tuvimos contra Tauros me excitó muchísimo, ¡por favor déjame viajar! —exclamó Rosa con gran pasión en su corazón, Rance se mantuvo al margen de la conversación pues no le incumbía meterse en asuntos personales de otras personas.


    —Ya era hora de que tomases esa decisión, en el pasado sacrificaste tu sueño por el bien de la familia, pero ahora todo está bien. Ya eres una mujer adulta frente a la ley, si viajar es tu sueño entonces tienes toda mi bendición. Es más, toma… —La señora Sol caminó hacia un estante de madera, posteriormente lo abrió y de él sacó una caja —. Este es un pokedex que guardé desde hace años, quería dártelo para motivarte a iniciar tu viaje pero las presiones del trabajo me hicieron olvidarlo. Ya no habrá más retrasos ni frustraciones, tómalo hija mía y comienza la aventura que tanto has deseado.


    —¡Muchas gracias, mamá!


    —¡Eevee! —exclamó de igual forma su inseparable compañera, ambas brincaron como niñas chiquitas mientras Rance sonreía calmadamente.


    —¿Y tú, qué harás Rance? —Sol se dirigió al héroe del pueblo, su hazaña en los establos no pasó desapercibida y en señal de agradecimiento le dieron un poco de dinero para poder mantenerse a sí mismo durante sus raras vacaciones.


    —No lo sé, quizá siga viajando por la región para ver nuevos pokémon —contestó el muchacho cordialmente, Rosa inclinó la cabeza un poco y después se atrevió a expresar su sentir.


    —¿Por qué no viajas conmigo un tiempo?, así podrías enseñarme algo de tu conocimiento como entrenador pokémon. —La propuesta de Rosa ciertamente podía mal interpretarse de muchas formas, Eevee así lo vio y le puso unos ojos de pistola gigantes a Rance.


    —Me parece bien, después de todo no tengo nada mejor que hacer. Te acompañaré hasta que ganes una medalla de gimnasio, de ahí viajarás por tu cuenta.


    —¡Excelente!


    Al día siguiente Rosa se levantó a primera hora para ordenar sus cosas, empacó en una mochila dos cambios de ropa, comida enlatada, dinero, útiles de supervivencia y demás cachivaches. Por primera vez en mucho tiempo Rosa se arregló el cabello hasta dejarlo totalmente suelto, también se puso unos pantalones cortos violetas y una blusa marrón con un Torchic bordado en ella. Finalmente dejó su cuarto impecable para poder irse sin ninguna preocupación por atrás.


    —¡Estamos listas! —Tanto Eevee como Rosa bajaron las escaleras con sus cosas arregladas, Rance por su parte bostezaba medio adormilado y sin ganas de hacer nada.


    —¿Nos vamos tan temprano?, pero yo quiero dormir más…


    —¡Al que madruga, Arceus lo ayuda! —Rosa trató de contagiarle sus ganas a Rance, pero éste a duras penas se mantenía consciente, tanto que su sombrero se caía a cada momento. El pobre definitivamente no estaba hecho para levantarse temprano.


    —Uh… —balbuceó Rance.


    —¿Ya se van, chicos? —La madre de Rosa bajó las escaleras también, a diferencia del muchacho ella traía puesta su ropa de trabajo pues tenía que empezar la ordeñada desde las siete en punto.


    —Sí mamá, prometo volver como una persona nueva y demostrarte que ésta ha sido la opción correcta.


    —Ya verás que sí, ten mucho cuidado hijita y no olvides comer sanamente. —Sol acarició la cabeza de su pequeña hija, después se agachó para ver a Eevee —. Tú también cuídate lindura, te encargo a mi Rosita.


    Sol sintió una mezcla de sentimientos entrelazados, quería decir tantas cosas al mismo tiempo que terminó por quedarse callada. Como toda madre deseaba lo mejor para su retoña, pero también le dolía saber que Rosa dejaba el nido.


    —Gracias por su hospitalidad señora Sol, prometo darle algo de publicidad gratis durante mis viajes. —Rance sonrió amablemente, en seguida le hizo una reverencia educada como señal de agradecimiento.


    —Por nada, ¡nada más no te ligues a mi Rosita! —Y con esa frase vergonzosa el viaje de Rosa comenzó.


    El grupo abandonó pueblo Boceto en menos de quince minutos, en sí el lugar era pequeño y como la granja estaba a las afueras de la ciudad no tuvieron ningún problema en llegar a la ruta uno.


    —No hay nada interesante por este camino, de hecho está urbanizado y lleno de concreto. —Rosa cargaba consigo un mapa digital que le mostraba su ubicación actual y una pequeña descripción del sitio, Rance apreció el aparato con gran sorpresa pues él se las tenía que ingeniar con mapas de papel y un dudoso sentido de orientación.


    —¡Ese mapa es lo máximo!, si hubiese tenido uno de esos cuando empecé mi viaje las cosas habrían sido más fáciles.


    Eevee caminaba a lado de Rosa sin despegarse un solo instante, a diferencia de otros pokémon a la pequeña zorrita le encantaba pasar tiempo fuera de su pokébola. El paisaje adornado con luces artificiales y caminos bordados no impresionó mucho a los jóvenes viajeros, sin embargo, el mapa les indicaba que había una ciudad a pocos metros de ahí.


    —Según el mapa hay un pueblo más adelante, no tardaremos ni quince minutos en llegar —afirmó Rance.


    —Y hasta el momento no hemos visto un pokémon salvaje… —lamentó Rosa, el ánimo inicial parecía esfumarse más rápido que un legendario errante, no obstante, la presencia de un poblado cercano llenó de curiosidad a los dos viajeros. Fue ahí cuando Rance se acordó de un detalle muy importante, había aceptado ayudar a Rosa con su aventura y como buen hombre de honor cumpliría su palabra.


    —Mientras caminamos necesito preguntarte unas cosas y explicarte otras, vamos a ver… ¿cuál es tu objetivo ahora?


    —No creo poder ganar todas las medallas de gimnasio, pero de todas formas lo intentaré. Pienso inscribirme en la liga pokémon de este año para probar suerte, no se necesitan las ocho medallas pero tendré una eliminatoria gigante donde pocos aprueban. —Rosa conocía muy bien el sistema de competencia que manejaba la asociación de entrenadores, para poder coronarse como campeón de la región era necesario cumplir ciertos requisitos.


    Había varias maneras de llegar a la cima, pero ninguna de ellas era fácil.


    En primer lugar un entrenador pokémon necesitaba ganar las ocho medallas de gimnasio, al hacerlo tendría acceso directo al alto mando de la región y posteriormente a un duelo con el campeón (solo en caso de ganarle a los cuatro seguidos). Éste método era el más complicado pero a la vez el más completo, ya que no cualquiera ganaba a los líderes.


    Como segunda opción estaba la liga pokémon, un torneo regional donde mil veinticuatro entrenadores podían participar en eliminación directa hasta llegar a la final. El ganador del torneo accedía directamente al alto mando y posteriormente al campeón de la región.


    Finalmente estaba la última opción, ésta resultaba imposible para Rosa, pues aquellos entrenadores de la academia pokémon con mejores notas tenían la oportunidad de enfrentar al alto mando y luego al campeón (solo en caso de ganar).


    —Es un buen plan, creo que puedes registrarte en un centro pokémon cercano así que activaremos tu pokedex y ficha de entrenadora una vez que estemos allá.


    —¡Eevee! —La pequeña pokémon escuchaba la conversación atentamente y de vez en cuando aportaba algún sonido gracioso.


    Mientras caminaban Rosa revisó bien las ubicaciones de interés que podía ofrecer pueblo Acuarela, grande fue su sorpresa cuando vio la ausencia de un centro pokémon.


    —No puede ser, ¿acaso no tienen ningún centro en ese pueblito?


    —¿No lo tiene?, debe ser una villa muy chica para no tenerlo, supongo que esperaremos un poco para tu inscripción. —Con el comentario de Rance se dio por terminada la primera conversación, posteriormente recordó lo segundo que debía decirle a Rosa —. Ya que conozco tus objetivos quiero decirte lo básico del entrenamiento pokémon, ¿qué cosas sabes de estrategias y combinaciones estándar?


    —Sé que solo puedes llevar seis pokémon contigo, el resto se guarda en casa o donde tengan un lugar apropiado para cuidarlos. También conozco todas las relaciones entre tipos y algunos movimientos. —Al parecer Rosa conocía muy bien las reglas elementales para cualquier entrenador, por lo tanto el trabajo de Rance se vio recortado en un cincuenta por ciento. Sin embargo, faltaban muchas cosas que solo podían aprenderse mediante la práctica.


    —Uno de los consejos más importantes que puedo darte es la innovación, la gente piensa por ejemplo que un pokémon tipo dragón no puede aprender movimientos tipo fantasma. Pero están equivocados, debes reservar una jugada que nadie sepa y luego atacar con ella.


    —¿Es decir qué no debo encasillarme solo en un repertorio? —cuestionó Rosa.


    —Siempre ten tu mente abierta a las posibilidades.


    Rance le enseñó a Rosa una variedad de técnicas sencillas para poder estudiarlas más tarde, la mayoría de esas jugadas consistían en ataques básicos como látigo, gruñido y placaje, no obstante, también decidió darle algunas recomendaciones para usar técnicas más poderosas.


    El grupo llegó a Pueblo Acuarela por la tarde, las casas que adornaban el escenario lucían tranquilas y silenciosas. Se respiraba un aire sereno que acompañaba perfectamente al atardecer de verano, los árboles se movían al compás del viento mientras la vida pueblerina seguía su curso.


    —¿A dónde nos dirigimos? —La primera preocupación de Rosa fue el hospedaje, al no existir un centro pokémon debían buscar otra opción para pasar la noche, ya que no deseaba dormir en las calles ni tampoco dentro del bosque.


    —Busquemos una posada por hoy, pero mañana acamparemos. —Rance suponía que a Rosa no le agradaba mucho acampanar, pero todos los entrenadores respetables dormían al aire libre de vez en cuando. Un pensamiento rondó la cabeza del muchacho, nunca en su vida había estado con una chica y menos dentro de una posada.


    Ni siquiera en sus fantasías más locas se imaginó a sí mismo durmiendo en la misma habitación con una mujer.


    —¡Eevee! —La pequeña acompañante de Rosa le gruñó feo a Rance, seguramente sintió las malas vibras provenientes del chico.


    —¿Pasa algo?


    —Claro que no, tu Eevee y yo somos buenos amigos, ¿verdad? —A la zorrita no le causó mucha gracia ese comentario, pues le dio la espalda a Rance para luego subirse hasta la cabeza de su entrenadora. En idioma pokémon ese gesto podía interpretarse como: “te estoy vigilando”.


    De repente la tranquilidad del pueblo se vio interrumpida cuando una explosión llegó a los oídos de los protagonistas, Rosa se espantó mucho al escucharla, tanto que dio un pequeño salto hacia atrás mientras tomaba a su pokémon en brazos.


    —¿Qué fue eso? —Rance de inmediato volteó a ver a su alrededor, las casas retumbaron un poco y los habitantes salieron a la calle, lucían alterados y con miedo por semejante ruido. Seguramente nunca antes habían oído algo así, porque vivían en una villa calmada donde no pasaba nada malo, esa tranquilidad tan hermosa ahora yacía cubierta de incertidumbre.


    —¡Auxilio!, ¡nos han robado! —gritó una voz a lo lejos de la avenida, Rosa no supo qué hacer, su cuerpo estaba congelado por el miedo a lo desconocido, aun así, ella superó tal temor y corrió hacia la dirección del grito. Rance decidió seguirla con tal de averiguar el porqué de su llamado.


    —¿Qué sucede aquí?, ¿están todos bien? —preguntó Rosa, el lugar tenía un agujero enorme en su pared, al mismo tiempo los protagonistas olieron a carbón quemado.


    —Estamos bien, pero se han robado a los pokémon bebés, fueron unos ladrones que tenían ropas del extinto Team Flare. Entraron de la nada y nos atacaron. —La encargada era una mujer joven, de aproximadamente veinticinco años de edad, portaba un pañuelo verde en su cabeza y un delantal del mismo color. Detrás de ella había una niña pequeña, de aproximadamente nueve años, también usaba el mismo pañuelo verde que la mujer mayor. La jovencita estaba llorando, tenía la mirada baja y luchaba por contener sus lágrimas, Rosa se dio cuenta de ello así que se agachó para poder estar a su altura.


    —¿Qué sucede, pequeña?, ¿estás asustada? —susurró.


    —No… ellos se han robado a mi Oddish, no pude hacer nada para detenerlos. —Rosa sintió un vacío en su corazón, se imaginó a sí misma siendo separada de Eevee, la sensación de perder a un gran amigo de esa forma le golpeó el corazón. Vio los orbes de aquella niña y no pudo evitar sentir lástima, en un arrebato de valor la jovencita se puso de pie y corrió en dirección a los ladrones.


    —¡Espera! —gritó Rance, pero Rosa no lo escuchó.


    —Tenemos que detenerlos, ¡esa niña no podrá cumplir su sueño si se llevan a su pokémon! —Eevee comprendió lo que su entrenadora decía, ambas sentían el dolor de haber frustrado sus sueños en el pasado y por esa misma razón deseaban ayudar a la pequeña. Además, odiaban a los ladrones de pokémon, esos bastardos sin honor que usaban a tan bellas criaturas para fines malvados.


    A unos metros del lugar un camión yacía estacionado a mitad de la calle, en el compartimiento trasero estaban varias jaulas con pokémon bebés atrapados. Los ladrones asaltaron la guardería en un santiamén, su plan consistía en alejarse algunas calles de distancia, luego usarían el camión para recorrer la carretera hasta llegar a ciudad Luminalia.


    —Eso fue relativamente fácil, ¿no es así, compañera? —El primer criminal era un hombre joven, contaba con veintiocho años de edad y su ropa roja resaltaba como un grano en un cuerpo blanco.


    —Y que lo digas, debiste ver sus caras cuando rompimos la pared. —Por otro lado, su acompañante lucía ligeramente más joven, vestía una gorra roja y un vestido del mismo color. Aquellas ropas solían ser los trajes del extinto Team Flare, una organización criminal que trabajaba en cubierto como una asociación benéfica para el mundo.


    —¡Alto ahí! —En lo que parloteaban Rosa los alcanzó, Eevee se bajó de sus brazos para tomar una postura mucho más ofensiva. Ambos ladrones levantaron una ceja en señal de sorpresa, nunca se esperaron ser encarados por una chica de apariencia frágil, mucho menos con un pokémon en su etapa básica.


    —¿Y tú, quién eres? —La mujer se colocó frente a su compañero y tajantemente sacó una pokébola.

    —Eso no te importa, ¡devuelve a los pokémon bebé!, esos pequeños tienen grandes sueños… ¡no permitiré que arruinen tales ilusiones! —Rosa hablaba como toda una súper entrenadora, pero en el fondo estaba asustada, ese valor inicial que mostró durante la persecución desaparecía lentamente. Ella nunca se puso a pensar en las consecuencias de sus actos, a diferencia de ellos, Rosa no había tenido nunca una batalla contra otro entrenador, sabía lo básico y las reglas por la televisión, pero jamás estuvo frente a frente en un combate.


    Para colmo no eran entrenadores comunes, la batalla no terminaría con una sonrisa y un apretón de manos. La situación distanciaba mucho de su imaginación.


    —Vaya, vaya… ¿acaso te crees una súper heroína? —En vez de sentirse amenazada la mujer soltó una carcajada, posteriormente sacó de su pokébola a un Golbat.


    —Gánale rápido para poder irnos —ordenó su compañero.


    —Muy bien, tenemos que darlo todo. —Rosa comenzó a sentirse nerviosa, sus manos le temblaban y al mismo tiempo veía borroso, sin embargo, ya no había marcha atrás —. ¡Usa placaje! —ordenó, su pokémon obedeció la orden y se lanzó directamente contra el pokémon venenoso.


    —Utiliza tajo aéreo. —Golbat obedeció el comando, sus alas empezaron a moverse muy rápido, tanto que el viento que salía de ellas empezó a tomar forma de cuchillas peligrosas. Eevee recibió de lleno el impacto, para colmo su placaje falló ya que Golbat se elevó por los cielos.


    —Rayos… ¡utiliza bola sombra! —Atacar físicamente no le daría buenos resultados a Rosa, debido a ello trató de utilizar golpes especiales para dañar a su oponente. Eevee lanzó su esfera negra, pero Golbat evadió sin mayor problema.


    —¿Eso es todo?, creí que eras más fuerte. —Golbat siguió atacando con tajo aéreo, sus cortes dañaban a Eevee, cuya velocidad no le alcanzaba para evadir por completo las ráfagas de viento.


    —Vamos, ¡sé que puedes lograrlo! —Los gritos de Rosa no bastaban para que Eevee lograse liberarse del ataque, sus débiles intentos se venían acompañados por la desesperación de su entrenadora.


    —Utiliza rayo confuso. —Un rayo morado salió de la bola del murciélago, por suerte su velocidad no era mucha y ahí sí Eevee logró evadirlo. Rosa suspiró aliviada, posteriormente pensó en alguna estrategia para derrotar a un pokémon volador.


    Los ataques físicos no servirían y Golbat basaba sus técnicas en ataques fugaces, para detener a un pokémon así se necesitaba más que solo la suerte.


    —Eso es, Golbat utiliza el viento como principal arma, sea en cortes o ataques físicos para vencerlo debemos quitarle esa ventaja. ¡Eevee usa canon! —La orden de Rosa sorprendió a su pokémon, pero éste no desobedeció, abrió su boca y lanzó un aullido feroz contra Golbat, éste tuvo que detener su ataque de viento para poder volar lejos y así evadir el golpe —. Bien, ¡nos hemos liberado de su ataque! —exclamó Rosa.


    —Yo no estaría tan segura, ¡Golbat usa vuelo! —Como Golbat había tomado gran altura el impacto al caer tomó más fuerza, Eevee ni siquiera pudo pensar en evadir el movimiento, porque cayó derrotada al instante. Rosa no pudo creer lo que ocurrió frente a sus ojos.


    —Es imposible, ¿yo perdí? —La jovencita corrió rápidamente hacia su compañera, la rodeó en brazos y cubrió de los criminales.


    —Que desperdicio de tiempo, anda entréganos a tu pokémon y te dejaremos ir ilesa.


    —¡No se los daré!, ella es mi compañera inseparable, ¡nunca se las daría a gente como ustedes! —volvió a exclamar, Rosa estaba temblando, su rostro palideció tanto que no era reconocible a simple vista. Toda su valentía había desaparecido, en su lugar quedó un terror grotesco que se apoderó de sus sentidos.


    —Entonces despídete de la vida, lo siento pero no podemos dejar testigos, ¡Golbat chúpale la sangre a esa niña! —El pokémon venenoso se abalanzó sobre Rosa, afortunadamente Garchomp apareció justo a tiempo para bloquear el ataque del enemigo.


    —Ustedes me dan asco, ¡no les perdonaré lo que han hecho!, ¡Garchomp usa cometa draco! —El pokémon lanzó al cielo una esfera de energía roja, de inmediato ésta se dividió en varios cometas brillantes que cayeron del cielo sobre Golbat y su entrenadora.


    —¿Qué demonios? —Golbat fue golpeado con tanta fuerza que sus alas quedaron destrozadas, seguramente nunca más volverá a volar. Rance no tuvo piedad, el muchacho lucía bastante molesto, sus orbes dejaron de emitir esa amabilidad que tanta confianza le daba a Rosa. Lo mismo pasaba con su pokémon dragón, esa fuerza y ferocidad difería con la del grandote que jugaba inocentemente junto a Eevee.


    —Eres una inútil, ¡yo me encargaré! —El otro ladrón sacó de su pokébola a un Ursaring, el pokémon oso encaró a Garchomp con sus imponentes garras —. ¡Usa cuchillada! —exclamó el antagonista, Rance supo que ese adversario iba a suponer un ligero reto para su dragón, por lo tanto ordenó una retirada táctica.


    —Esquiva sus ataques —comandó Rance.


    —¿Qué pasa?, ¿tienes miedo? —Ursaring seguía lanzando cuchilladas contra el cuello de Garchomp, pero éste no respondía ningún ataque, simplemente retrocedía y trataba de guardar su distancia.


    —¡Termina con demolición! —Las garras de Garchomp brillaron con un resplandor rojo, posteriormente el pokémon dragón lanzó un golpe directo al pecho de su oponente.


    —¡Dale con machada! —Ursaring trató de obedecer la orden, pero la velocidad del dragón sobrepasaba con creces la suya. El oso fue derribado seis metros hacia atrás y derrotado de un solo golpe.


    —Se acabó, ahora van a pudrirse en la cárcel. —Justo después la policía llegó y arrestó a los dos criminales por robo e intento de asesinato, Rosa no salía del shock, sus ojos perdieron el brillo de hace unos instantes. Tener una experiencia cercana a la muerte fue demasiado para una entrenadora novata, Eevee trató de lamerle el rostro para hacerla entrar en razón.


    —¿Uh?, ¿estamos bien?


    —¿Eres idiota o qué?, ¡pudiste haber muerto! —exclamó Rance —. No solo te pusiste en peligro tú, sino también arriesgaste la vida de Eevee, como entrenadora debes proteger a tus pokémon a toda costa. —Los regaños de su maestro fueron duros, no obstante, Rance tenía razón.


    Rosa se lanzó al ataque sin tener ninguna estrategia, con un solo pokémon y carente de experiencia. De no ser por la intromisión de Rance su vida habría encontrado un final trágico.


    —Lo lamento, Rance yo solo quería ayudar.


    —Hubieses ayudado más no haciendo nada, entiende que no eres ninguna súper entrenadora ni tampoco una heroína de la justicia. ¡Salvar a la gente solo pasa en las películas!, si mueres en la vida real todo se acabó. Lo mismo va para tus pokémon, ellos pueden luchar y volverse fuertes, pero no son inmortales, si no sabes medir sus límites pueden morir en combate. —El clima volvió a ponerse nublado y en menos de un minuto volvió a llover, Rosa no dijo nada, sencillamente guardó silencio ante aquellos comentarios tan duros.


    —No quería que esa niña perdiese a su pokémon, deseaba hacer algo para cambiar las cosas, pero solo arruiné la situación. Soy una tonta, cuanto lo siento Eevee, tienes a una entrenadora mala cuidándote. —Los insultos hacia su persona entristecieron mucho a la zorrita, Eevee se sintió débil por no ganar el combate y asumió parte de la culpa. En cierto modo ambas eran culpables por no medir bien sus propias capacidades.


    —Tampoco te tires basura encima, apenas estás comenzando y afortunadamente ninguna de las dos ha sufrido daños serios. Solo prométeme una cosa: nunca más pongas en peligro la vida de tus pokémon ni la tuya bajo ningún pretexto, ¿entendido? —Rance le ofreció su mano a Rosa, Garchomp se colocó a su lado y también abandonó esa faceta aterradora que le mostró a los ladrones.


    —Lo prometo… —Rosa tomó la mano de su mentor y gracias a él se levantó del piso, fue ahí donde ella aprendió el principio más importante de un entrenador: “Protege a tus pokémon de cualquier peligro que amenace su existencia”.


    Fin del capítulo 3.


    Y bueno, unas preguntitas para no perder las costumbres de mis escritos haha xD

    ¿Qué te ha parecido el cap? :3

    ¿Qué piensas del consejo final de Rance?

    La trama la voy construyendo todavía xD, esperen sorpresas en los siguientes caps.
     
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    • Ganador Ganador x 1
  10.  
    Salem

    Salem Vieja sabrosa

    Cáncer
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    "¡Al que madruga, Arceus lo ayuda!" OMG, qué buena frase. Lástima que yo no madrugo seguido, sino tendría toda la ayuda del pokémon Dios.

    Gran capítulo, muy bueno. Errores habían, pero fueron los que ya había remarcado cuando comenté anteriormente.
    Amo el Garchomp de Rance, ¡es genial! Y el entrenador también lo es. Es una suerte que Rosa lo tenga a su lado, porque sino la pobre andaría de mal en peor; ella nos demuestra lo duro del inicio del camino para convertirse en un buen entrenador, mostrando así las faltas que algunas veces cometemos. Sin duda le costará bastante perfeccionarse en el arte de los pokémon, porque no todo es estrategia.
    Y concuerdo con Rance y su consejo, me hizo reflexionar sobre mis pokémon, porque siempre los pongo hasta al límite.
    Oh, ¡qué mala entrenadora soy!

    Resumiendo en cuatro simples palabras: me encantó el capítulo.

    Ya te dije que me avisaras cuando esté el próximo, así que no tengo nada más que agregar.

    ¡Adiós! :3
     
  11.  
    Fabian

    Fabian Adicto

    Tauro
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    Queeeeeee ondas e.e
    Antes de escribir mi comentario, me traumatizó lo de:

    —Entonces despídete de la vida, lo siento pero no podemos dejar testigos, ¡Golbat chúpale la sangre a esa niña! —El pokémon venenoso se abalanzó sobre Rosa, afortunadamente Garchomp apareció justo a tiempo para bloquear el ataque del enemigo.

    Lograste que me quede imaginando que hubiera pasado si Garchomp no surgía para ayudar xDDD
    En fin, hasta ahora esta aceptable como esta yendo la historia... Le diste un toque de realidad a las batallas pokémon con la derrota de Rosita. Tambien me ha gustado como has propuesto las formas de "Ganar" La liga Pokémon, ingenioso.
    Ahora las preguntas xd

    ¿Qué te ha parecido el cap? :3 Bien, estuvo bien xD
    ¿Qué piensas del consejo final de Rance? Quizás fue algo rudo T.T

    Chaochao!​
     
  12.  
    Kyoya Trujillo

    Kyoya Trujillo Un Blayder perdido en el Universo de Pokémon

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    Un fic basado en la región de Kalos y que recién empieza es algo muy atractivo. ¡Hola George Asai! me he leído los 3 capítulos y tengo que dejar mi opinión porque si no Rance me va a regañar xD

    Iniciar a leer un fic que recién comienza siempre es algo especial. Debo admitir que es la primera vez que leo uno donde la protagonista es mujer, la verdad me gusto esa idea (no en plan pervertido e_e ) y pues, ¿qué te puedo decir? ¿realmente necesitas consejos? Porque la verdad todos tus capítulos rozaron la perfección pero a muy pocos milímetros. Una excelente narración, unas batallas muy bien narradas la verdad, buena ortografía, buen uso de los signos y por su puesto una historia atrapante (y eso que solo van 3 capítulos).

    Hace no mucho que preguntaste que tal nos parecía el personaje de Rosa. Quisiera responder eso porque la verdad ese personaje tiene un sabor muy exquisito *feel like Cilan* en serio por ejemplo en un momento pensé que iba a llorar por las cosas horribles que le dijo Rance, fue un poco (mucho) cruel con ella, debería de tener un poco más de consideración, que la chica es nueva en esto, pero al verla contenerse fue muy muuuy inspirador. También se ve que es una chica lista, a pesar de nada más ver en la televisión datos sobre los pokémon, el simple hecho de que aprendiera fortalezas y debilidades le da muchos puntos como entrenadora. Tengo muchas ganas de ver sus estrategias cuando ya este mucho más experimentada.

    Bueno fue un buen capítulo, esperemos a ver la conti para saber que paso con Rosa y Rance.

    1.-¿Qué te ha parecido el cap? :3
    R= Estuvo muy bueno, fue un poco agrio para nuestra amiga Rosa, pero no todo puede ser miel sobre hojuelas.

    2.-¿Qué piensas en el consejo final de Rance?
    R=Correctamente, pero claro con medidas. Tampoco debemos sobreproteger a nuestros pokémon, ya que ellos luchan porque en una batalla pokémon más que una simple pelea es la forma perfecta de demostrar habilidades y estrategias explotando la imaginación de uno mismo a la hora del combate. Las batallas pueden llegar a causar estragos a nuestros pokémon y un pueden recibir un "daño que amenace su existencia" pero más que una competencia las batallas pokémon son un estilo de vida, espero y Rosa y Rance entiendan que un pokémon batalla porque le demuestra a su entrenador lo mucho que le aprecia, por eso mismo acepto ser capturado en una pokéball de ese mismo sujeto(a) Debemos proteger a nuestros pokémon pero en los casos en los que REALMENTE peligre su existencia. *claro este fue uno pero eso no quita el hecho de que era una batalla que la misma Rosa acepto* (hablo como si los pokémon de verdad existieran xD)

    Posdata: Sol es una loquilla :3
     
  13.  
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    Disculpa la demora ^^U

    Hola, George :)

    Al fin Rosa se motivó a iniciar su viaje, y debo decir que es muuuuuuuucho más inteligente que los personajes del animé al llevar cambios de ropa objetos de supervivencia jajajajajajaja (bueno a excepción de Dawn que ella iba a llevar una maleta llena de ropa, pero su mamá no la dejó y prefirió que se quedara con la misma ropa por el resto del viaje :eek:)

    Vaya, Sol fue super maternal al autorizar el viaje de Rosa y al momento de despedirse, fue emotivo, y Eevee no se queda atrás protegiéndola de Rance xD

    Hmmm... ¿hay un nuevo Team Flare?, ¿quiénes serán esos dos criminales con los que se encontró Rosa?, ¿personajes únicos (estilo Jessie, James, Cassidy, Butch...) o eran reclutas comunes? Bueno, sean quien sean son súper despiadados... ¡No puedo creer que Golbat le iba chupar la sangre a Rosa! Qué tal esa gente... Tampoco me esperaba que las alas de Golbat se rompieran :confused: De todos modos, que bueno que Rance llegó justo a tiempo para salvarle la vida a Rosa.

    Aunque bueh... Rosa en el fondo tenía buenas intenciones, y vamos, ¡muchos entrenadores novatos han derrotado a organizaciones criminales! (Cof cof.. juegos... cof cof)
    Fue un capítulo con una trama "más oscura" por decirlo así, pero eso no quiere decir que haya sido malo, todo lo contrario... de seguro fue una instancia que ayudará a Rosa a ir madurando como entrenadora. ¡Ya quiero ver que ocurre en el siguiente capítulo!

    En cuánto a lo técnico: Esta vez el tema de la puntuación ha mejorado mucho, y eso me ha dejado bastante satisfecho :D

    Bueno, la primera pregunta no la contestaré debido a que ya di mi respuesta más arriba :3 así que me dirijo a responder la segunda:

    ¿Qué piensas del consejo final de Rance?
    No lo voy a negar, fue un poco duro, pero se entiende debido a las circunstancias. De todas maneras "de los errores se aprende", y de alguna manera a Rosa le servirá de mucho esa situación para ir tomando más experiencia y madurez en su viaje.

    Bueno, no tengo nada más que decir.
    ¡Muchos saludos!
    OnlyYops.
     
    Última edición: 17 Febrero 2014
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  14.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    El viaje de Rosa
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    Acá el nuevo capítulo del viaje de Rosa, todo con calma, la trama apenas está dando sus primeros pasos haha xD


    Capítulo 4: Primer entrenamiento.


    A la mañana siguiente los chicos salieron de pueblo Acuarela, el camino a ciudad Novarte estaba rodeado por árboles y vegetación densa, por tanto las posibilidades de toparse con algún pokémon salvaje incrementaron considerablemente. Eevee ya estaba curada de su batalla con Golbat y Rosa poco a poco se iba recuperando del impacto emocional.


    Fue una noche difícil para el dúo novato, pues la pequeña zorrita sufrió pesadillas toda la noche. No podían culparla, cualquier experiencia cercana a la muerte dejaba una gran marca, tanto en humanos como pokémon.


    —Hoy vamos a ver muchos pokémon nuevos, ¿verdad qué si, Eevee? —Rosa notó de inmediato que su compañera todavía no se recuperaba, de vez en cuando se le veía decaída o algo sumisa, lejos de su alegría habitual. Aun así, la joven entrenadora continuó hablándole, jugando con ella y mostrando todo su apoyo a su pokémon.


    No obstante, las crisis de confianza no se superaban con solo palabras, necesitaban hacer algo grande para que volviese a recuperar su valor. Rosa buscó por todos los medios alguna forma de alegrar a Eevee, trató con comida, juegos y sonrisas, sin embargo, ninguna parecía devolverle su entusiasmo.


    —Pónganse atentos por si sale un pokémon. —Rance se detuvo a mitad del bosque, el sonido de las ramas al chocar entre sí predominó por la senda que recorrían. Segundos más tarde, un aleteó alertó al grupo, Rosa enfocó su mirada en el cielo y ahí vio a un pokémon volador de nivel bajo: Pidgey.


    —Impresionante, ¡es un Pidgey!, de pequeña pasaban muchos por mi casa, pero nunca los tuve tan cerca de mí. ¡Vamos a atraparlo! —El entusiasmo de su entrenadora lentamente fue mostrando frutos, ya que Eevee finalmente sonrió con una motivación diferente.


    Ambas sabían que no podían vivir en el pasado, aquella experiencia aterradora nunca sería olvidada por ninguna de las dos. Sin embargo, estancarse bajo la sombra del miedo tampoco traería buenos resultados, para seguir adelante necesitaban extraer todo su potencial y ponerlo en práctica de inmediato.


    —Pidgey es un pokémon fácil de capturar, ideal para entrenadores novatos. —El consejo de Rance reafirmó la determinación del dúo principiante, Rosa tardó un poco en asimilar una estrategia perfecta. La reciente derrota contra Golbat había dejado en ella cierta desconfianza hacia los pokémon tipo volador.


    —¡Hagamos esto, compañera! —Exclamó la chica, Eevee saltó al ataque y de inmediato encaró al pajarito que ni siquiera se dio cuenta del desafío —. Usa ataque de arena —comandó Rosa, la orden en sí no tenía mucho sentido, pero Rance de inmediato supo el porqué de esa insensatez.


    —Me alegro de que poseas honor, un verdadero entrenador siempre lucha sus batallas frente a frente.


    El pajarito fijó su mirada en Eevee, en vez de huir como lo haría alguien de su especie tomó el desafío con mucho gusto. Sus orbes brillaban bajo la luz del sol y a la vez mostraban un resplandor digno de cualquier guerrero.


    —¡Eevee, usa placaje! —La orden fue ejecutada sin problemas, Eevee se lanzó de frente contra Pidgey, no obstante, el pajarito evadió con muchas dificultades. —. No dejes que se escape, ¡vuelve a usar placaje! —La velocidad de Pidgey era cinco veces menor a la de Golbat, por ende no fue difícil acorralarlo en un duelo de velocidad.


    —No dejes de presionar —alentó Rance, a primera vista parecía que Eevee poseía el dominio total del encuentro, sus embestidas mantenían a Pidgey contra las cuerdas y sin ninguna oportunidad de lanzar un contraataque. Rosa sonrió nuevamente, la alegría de combatir a lado de Eevee poco a poco fue regresando a su corazón.


    Pero Pidgey no iba a rendirse tan fácil, al verse superado en velocidad tuvo que recurrir a uno de sus trucos más básicos: los tornados. Las alas del pajarito comenzaron a moverse muy rápido, al cabo de cinco segundos una pequeña tormenta de polvo se elevó sobre el piso. Eevee perdió la visibilidad y eso le dio a Pidgey la oportunidad perfecta para lanzar un contraataque.


    —¡Retrocede! —Eevee hizo caso a la instrucción justo a tiempo, pues Pidgey lanzó un ataque rápido directo a su rostro. La situación se fue de mal en peor, ahora su oponente controlaba los cielos y difícilmente volvería a estar cerca de su rango de ataque.


    —Es la misma situación, trata de pensar en una salida. —Rance decidió darle un consejo a Rosa, no le ayudó mucho la selección de palabras tan ambiguas, de todas formas, mencionar tal detalle resultaba irrelevante a estas alturas del encuentro.


    —Como la última vez… —Rosa recordó su enfrentamiento con Golbat, en aquella ocasión el pokémon venenoso aprovechó las condiciones favorables a sus capacidades y explotaron el uso del tajo aéreo. A pesar de no estar contra las cuerdas la misma escena amenazaba con volver a repetirse.


    Pidgey continuaba aleteando fuertemente, por suerte solo lanzaba tornados y ataques de arena con una potencia minúscula. Aun así, los ataques físicos de Eevee no bastaban para alcanzarlo, la distancia que sobrevolaba el pajarito llegó a ser de hasta tres metros, una altura considerable para un pokémon tan pequeño.


    Fue ahí donde una idea vieja llegó a la mente de Rosa, en el combate pasado tuvieron que quitarse de encima a Golbat y lo consiguieron mediante un movimiento en particular. Desgraciadamente, cometieron el error de no seguir atacando y darle la oportunidad al pokémon venenoso de lanzar un golpe crítico.


    —El sonido se conduce a través del viento, por lo tanto… ¡Eevee, usa canon! —gritó Rosa, de inmediato la zorrita lanzó un grito ensordecedor contra su adversario. Pidgey lo recibió de lleno, posteriormente cayó al suelo con los ojos cerrados —. ¡Eres mío! —Rosa lanzó su pokébola antes de que Pidgey tocara el suelo, de inmediato la esfera mágica atrapó al ave y comenzó a moverse de un lado a otro.


    La antesala para capturar a un pokémon era siempre el espectáculo del movimiento, Rosa cruzó sus dedos con gran emoción mientras Eevee se alistaba por si Pidgey todavía deseaba luchar más. Sin embargo, el botón blanco de la pokébola se tornó rojo por un segundo y finalmente dio por terminada la captura.


    —¡Sí!, ¡hemos capturado un nuevo pokémon! —El alivio que Rosa sintió en ese momento no se comparaba en nada con la felicidad de haber atrapado su primer pokémon. Tantas veces imaginó ese preciso instante que ya ni siquiera sabía si estaba soñando, pero el palpitar de su corazón alegre le recordaba que la realidad no iba a traicionarla en aquella ocasión.


    —Felicidades, sabía que podían conseguirlo. —Rance se cruzó de brazos, posteriormente sacó de su mochila una súper poción —. Dale a tu nuevo amigo esta medicina, así podrán conocerse mejor. —Rance le ofreció a Rosa su medicamento, la chica lo aceptó y agradeció con una sonrisa.


    —Gracias, Rance. —El pokémon volador salió de su pokébola, se veía algo cansado y respiraba con dificultad. Lo mismo pasaba con Eevee, pues ambos lucharon de manera espectacular —. Voy a curarlos para que se sientan mejor.


    En menos de un minuto los dos contendientes recuperaron sus energías, Pidgey voló hacia la cabeza de Rosa y ahí se colocó debido a su diminuto tamaño.

    —Es un placer tenerte en el equipo, yo me llamo Rosa. —La presentación grupal no se hizo esperar, el deber de la chica consistía en brindarle confianza a su nuevo amigo. Eevee hizo lo suyo con una educada reverencia, al parecer ninguno de los dos se guardó rencor por la batalla pasada y todo quedó en un simple duelo de poderes.


    —Yo soy Rance, estaré viajando contigo también. —El mentor también se introdujo a sí mismo, gracias a su experiencia y carisma como entrenador Pidgey no se sintió fuera de lugar —. Y este es mi compañero. —Garchomp salió solito de su pokébola, la presencia imponente del dragón terminó por espantar al pobre pajarito.


    —Tranquilo, Garchomp es nuestro amigo. —Rosa se acercó al pokémon dragón y con toda confianza lo acarició en el mentón, al ver que la bestia era totalmente inofensiva Pidgey voló alrededor de su nuevo compañero de viajes y sonrió. Los pokémon en verdad eran criaturas misteriosas, un mero momento de interacción bastó para afianzar sus lazos de confianza y amistad.


    El grupo decidió descansar un momento, el clima del bosque emanaba una tranquilidad ajena a la batalla anterior. Muchos pokémon tipo bicho se escondían entre los árboles o arbustos cercanos y su mera presencia hacía del viaje una experiencia mucho más divertida. Rosa detectó a muchos bichos arrastrándose por los alrededores, desde los inocentes Scatterbug hasta bellos Vivillon que sobrevolaban en conjunto.


    Eevee, Garchomp y Pidgey se pusieron a jugar cerca del campamento, Rosa por su parte preparó una porción de comida pokémon para cada miembro.


    —Se ve que eres buena preparando comida, yo en cambio soy un asco. —Rance no era perfecto y prueba de ello fue su inutilidad a la hora de moler las bayas o abrir latas para comida humana. El tipo parecía un Slaking tratando de correr un maratón.


    —A ver, deja que te ayude con eso. —Rosa tomó las latas y acomodó el contenido en platos de plástico, posteriormente caminó hacia los pokémon con las raciones medidas para cada uno —. Eso era todo lo que debías hacer, ¿cómo comían Garchomp y tú cuándo viajaban solos? —La curiosidad de Rosa volvió a fluir, el muchacho miró hacia otro lado por culpa de la vergüenza, su imagen de héroe invencible poco a poco se disipaba hasta mostrar su verdadera personalidad.


    —Comíamos cualquier cosa, soy malo para cocinar o hacer labores de limpieza, de hecho, mis pokémon se bañaban solos en los lagos que encontrábamos durante nuestros viajes. Una vez exploté una cocina de un centro pokémon y desde entonces tengo prohibido tocar cualquier estufa en la región Teselia. —La historia de Rance sonaba convincente, su incapacidad de manejar cosas simples resultaba curiosa.

    —Bueno, al menos ahora me tienes a mí para cocinar, de lo contrario acabarías muerto de inanición. —Rosa alzó su pecho orgullosamente, por fin encontró algo en donde era superior a Rance.


    —Aunque sea solo por un momento, luego volveré a mi eterna lucha contra el hambre y las latas. —El segundo némesis de Rance era el abrelatas, aquel condenado aparato solía atorarse durante sus viajes o peor aún, romperse y dejarlo a las garras de sus toscos pokémon. La comida que preparó Rosa poseía un encanto especial que tranquilizaba a humanos y pokémon por igual. Pidgey se sintió muy feliz de comer en un tazón, ya no había necesidad de apurarse para tragarse todo ni tampoco la constante paranoia de ser atacado por algún otro pokémon salvaje.


    El grupo comió sin ningún otro contratiempo, estuvieron reposando la comida durante media hora y finalmente retomaron su marcha hacia ciudad Novarte. Rosa tarareaba cancioncitas pegajosas, también daba saltitos de vez en cuando por la enorme alegría que traía consigo. Eevee también hacía lo mismo, ambas lucían muy graciosas y ese gesto le dio a Rance una sonrisa apacible.


    —Lucen muy contentas —comentó el joven.


    —Por supuesto, ¡acabamos de atrapar a nuestro primer pokémon! —exclamó Rosa, el sentimiento de la primera captura era inolvidable, Rance cerró sus ojos por un momento y recordó aquella batalla que tuvo contra un Axew recién nacido, dicho encuentro marcó la vida del muchacho, pues comprendió el corazón de Gible y también el del bebé dragón.


    —Es verdad, yo también me sentí así cuando atrapé a mi primer pokémon.


    —Interesante, ¿cómo lo atrapaste?, ¿o cuál fue? —Las preguntas de Rosa alegraban el camino, pues de nada servía caminar sin ninguna conversación entretenida.


    —Mi maestro crío a un pequeño Axew, posteriormente me lo ofreció como compañero de viaje, pero primero debía enfrentarlo en un combate. Axew no era muy fuerte, pero yo en ese entonces no tenía experiencia en batallas pokémon, el dilema que tuvimos para ganar fue legendario. No obstante, cuando lo capturé me sentí genial, fue el primer amigo que se unió a nosotros en nuestra antigua travesía. —La interacción entre humanos y pokémon era imposible de contar, la historia que Rance mostró no era más que un capítulo de un universo gigante, poblado de gente buena y mala.


    Rosa miró el rostro de Rance, en él vio a un niño inocente con un amor enorme por los pokémon. Durante su relato las sonrisas del muchacho no paraban, se sentía como en aquel momento de su infancia, sin ninguna habilidad poderosa o experiencia previa. Solo un niño adorable que comandaba a un dragoncito sin tener la más mínima idea de cómo ganar.


    —Sabes algo, no me había dado cuenta de lo hermoso que es el mundo, estos bosques verdes rodeados de vida o las sonrisas que comparto con mi amiga Eevee. Cada momento es maravilloso, realmente hice bien en iniciar mi viaje, de lo contrario no hubiese podido disfrutar de las bondades que la tierra puede ofrecerme.


    —Muchos entrenadores no se dan cuenta de eso hasta que ya no pueden viajar más, me alegro de que tú sí valores la experiencia que vives ahora. En fin, ¿quieres probar tus habilidades con Pidgey? —cuestionó Rance, la chica asintió fuertemente y de inmediato sacó al pajarito de su pokébola.


    —Vamos, Pidgey. —El pokémon volador surcó las ramas de los árboles con gran entusiasmo, posteriormente se paró sobre la cabeza de su entrenadora —. ¿Cuál es el ejercicio?


    —Como tu Pidgey es pequeño y carente de experiencia creo que es mejor empezar por lo básico, haz que rodee las ramas y regrese hacia ti lo más rápido posible. —Rance no era ningún novato, sus once años de experiencia lo certificaban como alguien digno de poder dar clases a entrenadores principiantes como Rosa.


    —Ya lo escuchaste, ¡demuestra que eres el mejor volando! —ordenó Rosa, Pidgey voló relativamente rápido para la envergadura de sus alas, el pokémon se esforzó mucho para llenarle el ojo a Rosa con sus increíbles habilidades para el vuelo. Pasó por encima de ramas y evitó algunos obstáculos sin ningún inconveniente, luego volvió con su entrenadora para esperar la siguiente orden.


    —No ha estado mal, la velocidad de Pidgey es buena si tenemos como referencia el tamaño de sus alas. ¿Quieren un reto más difícil?


    —Por supuesto, ¿verdad qué podemos con todo, Pidgey? —Rosa estaba confiada, Eevee también apoyó a su compañero dando saltitos y gritos llenos de euforia. Rance suspiró amablemente, en seguida tomó una piedra del suelo y la arrojó contra un árbol cercano, de ahí salió un Beedrill bastante molesto por haber sido molestado durante la hora de comer.


    —Los Beedrill son muy agresivos, tienes un minuto para ganarle, de lo contrario llamará a sus amigos y eso podría no ser bueno. —Rance se cruzó de brazos, la mirada de Rosa se congeló por el condenado desafío que su mentor le impuso. Pidgey por su parte no huyó ni se sintió acobardado, aleteó fuertemente hasta volar frente al pokémon bicho con gran valor —. Anda, Pidgey confía en ti.


    —Es verdad, ¡Pidgey, usa tornado! —El pajarito movió sus alas tan rápido que una nube de polvo le quitó la visibilidad a Beedrill, éste trató de embestir a su oponente con sus aguijones, pero Pidgey contaba con el elemento sorpresa —. Ahora no puede vernos, ¡utiliza picotazo! —Una estrategia bien planeada por parte de Rosa, pues la gran ventaja de Beedrill se vio inutilizada por la nube de polvo.


    El formidable ataque del pokémon bicho acabó por fallar, Pidgey aprovechó esa oportunidad para impactar su débil picotazo en la espalda del insecto. No obstante, aquella acción solamente incrementó más la furia de su oponente, Rosa cerró los ojos un momento y recordó todas las lecciones que aprendió por televisión.


    Para vencer a un pokémon bicho necesitaba un ataque tipo volador con gran potencia, desgraciadamente su parajito apenas conocía picotazo.


    —Necesitamos incrementar nuestro arsenal, de lo contrario nuestros ataques no tendrán efecto. —Beedrill se enfureció más de la cuenta, su orgullo como luchador estaba en juego contra un oponente pequeño y débil, fue tanta la desesperación del insecto que comenzó a usar puya nociva, un ataque muy poderoso y letal a corta distancia —. ¡Cuidado!, ¡no dejes que te toquen sus agujas! —exclamó Rosa, su mente dio vueltas en círculos sin llegar a ningún resultado, Pidgey por su parte evadía como podía los aguijones, pero con ese ritmo no podría igualar nunca a un oponente tan poderoso.


    Rance veía el combate cruzado de brazos, se negaba a intervenir, pues sabía perfectamente que no podía cuidar de Rosa para siempre. Era deber de la joven entrenadora buscar la solución más viable para ella y su pokémon.


    Beedrill no paraba, el insecto voló en picada contra Pidgey con toda la intención de envenenarlo, los ojos del pokémon volador lentamente se iban cerrando, sus fuerzas no soportarían más tiempo de combate y Rosa lo tomó en cuenta. Para poder ganar necesitaban atacar, era una verdad autosuficiente que se justificaba por sí misma.


    —¡Tú puedes, Pidgey! —El grito esperanzador de Rosa levantó el ánimo del pequeño, de inmediato el ala del pokémon empezó a brillar, fue ahí donde la joven entrenadora comprendió el significado de ese maravilloso resplandor —. ¡Usa ataque de ala! —exclamó, el pajarito rápidamente se lanzó contra Beedrill a una velocidad increíble, ambos chocaron sus ataques mutuamente, pero fue el insecto el que cayó al suelo dándole así la victoria al pequeño Pidgey.


    —No ha estado mal, Pidgey aprendió un movimiento nuevo en medio de la batalla y lograste revertir un resultado que parecía inevitable. Muchas felicidades. —Rance se mostró orgulloso por su pupila, Rosa y Eevee brincaron de felicidad por la más reciente victoria de su nuevo compañero.


    —Fue un duelo intenso, gracias por haberte esforzado. —Pidgey se acomodó sobre la cabeza de su entrenadora, la sensación de victoria lo llenaba de emoción, ya que jamás se imaginó tal resultado. El Beedrill estaba muy molesto, pero no era un mal perdedor, tras levantarse voló hacia los árboles y se retiró honorablemente sin traer a su enjambre consigo.


    La noche llegó horas después, el grupo acampó en una zona boscosa nuevamente y ahí montaron una tienda improvisada con ramas amontonadas, a Rance no le pareció muy bonito dormir ahí, pero ya no había tiempo de buscar algo mejor. Rosa no se quitaba la victoria de la mente, sus dos compañeros se correteaban entre sí por la alegría del momento, mientras Garchomp dormía bajo un árbol sin molestar a nadie.


    —Hoy estuviste muy bien, vas mejorando como entrenadora. —Rance no solía halagar a las personas, por lo tanto escuchar tales palabras hizo feliz a la jovencita.


    —Gracias, ¡pero fuiste muy duro!, eres algo tosco para entrenar.


    —Lo sé, ¿a poco no es genial? —bromeó el muchacho.


    —¡No! —Los dos rieron un poco más, segundos después un pitido electrónico distrajo su plática-


    —Oh, es una llamada de mi videomisor. —Rance oprimió el botón blanco que su reloj tenía y de inmediato apareció un rostro femenino en la pantalla, Rosa no pudo ver a la persona que llamaba. Por mera educación se alejó un poco para no escuchar la conversación —. ¿Hola?, ¿qué sucede? —murmuró el joven.


    —Supimos que detuviste a dos criminales hace poco, ¿estoy en lo correcto? —La mujer era de cabello negro, portaba un traje de gala muy costoso y también usaba lentes oscuros. Su tono de voz contenía una seriedad digna de una ejecutiva maestra, tanto que Rance tuvo que caminar hacia los árboles para que su compañera no escuchase nada.


    —¿Quién te lo dijo?, ¿acaso me están espiando? —respondió Rance, el muchacho no se veía para nada contento con esa afirmación.


    —Eso no es de tu incumbencia, pero si actúas de esa forma es porque tengo la razón. No olvides tu posición ni tu rango, después de todo eres un miembro de élite en reserva.


    —Me da igual lo que pienses, ahora mismo no estoy ocupando ningún cargo y soy libre de hacer lo que desee.


    —Creo que deberías reconsiderar un poco las cosas, ganaste la liga pokémon de Teselia hace poco, pero te niegas a enfrentar al alto mando. Tampoco te veo interesado en la región Kalos, ¿qué te mueve?, ¿por qué no colaboras con la élite?, nos serviría tu talento.


    —Aún no estoy listo para desafiar al alto mando, ya lo he dicho muchas veces en el pasado y lo seguiré diciendo cuantas veces sea necesario. Me falta una prueba por cumplir y hasta no realizarla seguiré rechazando tus invitaciones, en verdad lo siento mucho. —A pesar de su cordialidad la actitud de la mujer era pedante, como si supiese todo el trasfondo detrás de sus palabras.


    —¿Oh?, ¿hablas de tu derrota con Lirio?, si es así puedes enfrentarlo ahora mismo y… —Rance cortó la llamada antes de que pudiese decir algo, Garchomp escuchó todo y cuidadosamente se acercó a su entrenador.


    —Tranquilo, son nuestras vacaciones y nadie podrá quitárnoslas. Enfrentaremos al maestro cuando nos hayamos recuperado del impacto, por ahora solo descansa. —Rance acarició la cabeza de su fiel compañero, tras unos segundos recuperó la calma y volvió hacia Rosa con una sonrisa.


    —¿Ha pasado algo? —cuestionó su acompañante, la mirada inocente de la chica le trajo tranquilidad al joven y éste con una falsa sonrisa le respondió…


    —No, todo está bien.


    Fin del capítulo 3




    Y ahora unas preguntitas :3

    ¿Qué piensas del nuevo pokémon de Rosa?

    ¿Cuál fue tu parte favorita?

    ¿Y qué esperan-desean ustedes de la tramita? :3
     
    Última edición: 25 Febrero 2014
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  15.  
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    Hmmm... parece que ya queda menos para la primera batalla de gimnsaio de Rosa, o al menos eso creo jajajaja.

    Hola, George :D

    Que bueno que ya Rosa y su fiel acompañante pudieron ir superando lo ocurrido en el capítulo anterior. Muchos empezamos con un Pidgey en nuestra primera aventura en los juegos; y sin dudas es un buen pokémon para enfrentarse al primer gimnasio de la región Kalos.
    Pero hay algo que no me quedó muy claro... ¿Tornado no causa daño al enemigo?

    Si Rance tiene un Garchomp y su primera captura fue un Axew, ¿será un entrenador de dragones? Podría saltar a esa conclusión de inmediato, no obstante, prefiero no hacerlo porque no sé que otros pokémon tiene en su equipo.

    ¿Quién será esa mujer que llamó a Rance? Ahí hay un nuevo misterio que nos dejará intriga por un rato al parecer... ¿miembro de la élite? Se oye bastante interesante ese tema...

    Seamos sinceros... Rance también terminó ganando al viajar con Rosa, digo, si no no tuviera como alimentarse jajajajaja... Esperemos que el chico no vaya a entrar a ninguna cocina de la región Kalos; o ya serían lugares de dos regiones de las que estaría vetado jajaja

    En cuánto a lo técnico, noté que pusiste Pueblo Vanitas en lugar de Pueblo Acuarela, sería mejor que editaras eso para que no cause confusiones en el lector luego; pues pueblo Vanitas está muuucho más lejos jajajaja y tal vez lo menciones luego en tu historia (Meh, suele pasar, yo he cometido errores similares xD).

    Lo otro que te sugeriría es no dejar taaanto espacio entre los diálogos, por cuestiones de presentación digo yo.

    Respondiendo las preguntas:

    ¿Qué piensas del nuevo pokémon de Rosa?
    Está bien jajaja, muchos entrenadores suelen comenzar con pokémon de esta especie. Si se le entrena bien, será un graan pokémon; además de que le ayudará mucho en la batalla contra Violeta.

    ¿Cuál fue tu parte favorita?
    La batalla contra Beedrill, pues se ve claramente como Rosa comienza a superarse a si misma.

    ¿Y qué esperan-desean ustedes de la tramita? :3
    Pues que Rosa siga adelante junto a sus pokémon, que le vaya muy bien en su viaje, que se revele más del pasado de Rance... y que los dos sean felices para siempre (?)

    Esperaré la continuación :)
    ¡Saludos!
    OnlyYops.
     
  16.  
    Fabian

    Fabian Adicto

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    Ahhh, aun recuerdo mi primer Pidgey -w- Qué tiempos...
    Bueno, vengo a comentar nuevamente xD Bastante bien tu forma de narrar, creo que en este capítulo le logrado verla más fresca, o al menos pude leer de mejor manera.
    Creo que seré directo... Me ha gustado bastante la última parte que has introducido, el toque de misterio en historias que van hacia otro género es sin duda una pieza que me encanta en un fanfic. Has logrado captar mi interés xD Este escrito ya está en mis pendientes.
    Quizás Rance es malvado D: O o o o o es un es un Pokemon Ranger(?) es un misterio aun.
    En fin, veo que Rosa va bien con esto de los combates pokémon, ojalá no le des la cosa taaan fácil, pero tampoco taaan predecible.

    ¿Qué piensas del nuevo pokémon de Rosa? ¡Buenda onda! ¡Un Pidgey siempre es buena para un novato!

    ¿Cuál fue tu parte favorita? Creo que ya lo aclaré xD La parte en la que llaman a Rance.

    ¿Y qué esperan-desean ustedes de la tramita? :3 La tramita... no la trama, ni la tramota... ¡La tramita! De acuerdo, me habias dicho que aun faltan personajes por unirse, me gustaria que ambientes su presencia como algo más que nuevos rivales o acompañantes, podrias armaaaar todaaa una -Conspiracion- Historia, sin que nos demos cuenta, eso seria genial... Mucha suerte.

    Chaochao!​
     
  17.  
    MarXelooo

    MarXelooo Entusiasta

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    Bueno bueno, vengo yo x3
    Primero que nada, quiero decirte que no había comentado antes tanto por flojera (xD) como por una situación en particular. Es que la trama no estaba bien consolidada, pero ahora creo que ya puedo dar una opinión más firme > <
    Rance... Él me pareció un punto inestable de la historia al principio, la verdad es que al primer capítulo cuando llegó al establo se mostró como un personaje del tipo cálido-amable, por lo que después de ello esperaba que siguiera con una actitud de este estilo. Mas no fue así, el segundo capítulo cuando partieron de casa, la verdad de las cosas es que adoptó una manera más seria e indiferente, cosa que me dejó algo confundido. Por último en el tercer capítulo nuevamente tuvo un cambió en su personalidad, mostrándose increíblemente severo y drástico para una inexperta y novata Rosa...
    Pero ahora, ya sé qué es lo que ocurre. No es "inestable", no es el concepto adecuado ni por asomo, lo que sucede es que es más bien "multifacético", es más humano que un simple estereotipo y es ahora que inclusive nos enteramos de rasgos un poco más oscuros en él. Me gusta, cómo personaje es bueno y bastante aportivo.
    Peeero... De veras se irá tan pronto? :c Es una lástima que se vaya tan luego u.u
    Sobre Rosa, ella está severamente falta de experiencia DD: Digo, de seguro en la vida real sería complicado, pero... Es que se asusta demasiado D: Particularmente el último episodio me demostró que ella, si bien está aprendiendo, aún le falta mucho!! Bajo mi opinión, su batalla contra el beedrill dejo a la luz que ella no aprendió la lección con el Golbat, pues en ese caso que pidgey aprendiera "ataque ala" fue mera suerte. La opción más sabia era una retirada táctica, cambiando por eevee que al parecer tenía más poder ofensivo. Ya son un equipo y espero que recuerde ello antes de dejar que se debiliten sus compañeros. Si hubiese estallado en furia y pidgey siguiera en combate sin su inesperado nuevo ataque, hubiese de seguro llamado a sus compañero, otro error que ameritaba cambio u.u
    Bueno, todo salió bien al final y ya me estoy extendiendo demasiado D:
    ¿Qué piensas del nuevo pokémon de Rosa?
    Solo diré que pensaba que era el único que atrapaba pidgey al inicio xD
    ¿Cuál fue tu parte favorita?
    La llamada de Rance me dejo asi como O.O Por lo que le doy el premio por lo menos en este capítulo. De la serie en general mi parte favorita fue vs Golbat, entre que Rosa estaba devastada y llega Rance para destrozarle las alitas *-* Fue el golpe bajo que necesitaba Rosa para aprender y digerir lo que estaba arriesgando y lo que debía enfrentar :3
    ¿Y qué esperan-desean ustedes de la tramita? :3
    Que Rance se quede más tiempo, que eevee NO evolucione a Sylveon o como se llama -por favor- ;__; Que Rance y Rosa tengan su episodio relleno en la playa )?), que aparesca algún rival por ahí x3 Aunque a mi me da que Rosa y Rance se enfrentarán muy pronto... Y Rosa no saldrá bien de ese encuentro u.u
    Y por supuesto, que entrenen mucho, que se vea lo que uno sufre cuando tiene que levelear e_é
    Eso, nos leemos pronto > <
    Y cabe mencionar que tú fic me recuerda cada ves con mayor agonía el hecho de que nunca jugaré X o Y ;__;
     
  18.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

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    El viaje de Rosa
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    Por fin estoy por acá, les traigo el nuevo capítulo del viaje de Rosa, espero les guste =)


    Capítulo 4: La princesa de las hadas.


    El grupo estaba a pocas horas de ciudad Novarte, las condiciones del día no podían ser mejores, el sol brillaba a su máximo esplendor y los pequeños pokémon se movían libremente por la pradera. Rosa no pudo evitar tararear una canción pegajosa, incluso Rance soltó una sonrisa relajada por ello.


    —Estamos a punto de llegar a ciudad Novarte, probablemente lleguemos a las seis de la tarde. —Rance calculó esa cantidad gracias a su experiencia como viajero, podía ser malo ubicándose en un mapa, pero compensaba dicho defecto con una buena observación del clima.


    —Es verdad, dicen que hay un gimnasio tipo bicho ahí, ¡con mi Pidgey seguro tengo ventaja! —exclamó Rosa.


    —Yo no me confiaría demasiado si fuese tú, recuerda que la ventaja de tipos no lo es todo en un combate. —Aunque Rosa comprendía eso no pudo evitar sentirse confiada por su reciente progreso, en cierto modo ella tenía un talento especial para entrenar pokémon. Sin embargo, ser buena entrenadora no te hacía mejor en las batallas, especialmente cuando el oponente posee una experiencia superior.


    —Ya lo sé, no obstante confío en mis amigos, ¿verdad qué sí, compañera? —Rosa y Eevee sonrieron al unísono, la conexión entre esas dos era realmente poderosa, pues habían pasado varios años juntas.


    —Espero que su confianza mutua pueda compensar su falta de experiencia, de todas formas no se te dan mal los combates. —Durante los siguientes veinte minutos el grupo avanzó silenciosamente, algunos Pidgey salvajes volaban por encima de sus cabezas y de vez en cuando veían a Pidgeotto, la forma evolucionada de Pidgey.


    Poco a poco los árboles se fueron volviendo más chicos, aquella señal les indicaba que casi llegaban a territorio civilizado, pues poco a poco apreciaron algunas señales de concreto o advertencias de pokémon salvajes peligrosos.


    —Oye, mira esto. —Rosa centró su atención en un letrero amarillo posado sobre un árbol —. Acá dice que hay Beedrill recién evolucionados por la zona, ¿qué significa eso? —cuestionó la chica.


    —Cuando Kakuna evoluciona siente de inmediato la energía que le otorga su nuevo cuerpo, por lo tanto a veces puede volverse agresivo ya que no controla todos sus nuevos poderes.


    —Ya veo, ahora que lo pienso tienes razón, no me imagino a mí misma encerrada en un caparazón y de un día para otro poder volar por los cielos. —Incluso una novata como Rosa podía comprender el sentimiento de los Kakuna al evolucionar, después de todo tuvo un enfrentamiento con uno hace poco y el recuerdo de esa victoria siempre lograba sacarle una sonrisa.


    —Caminemos con cuidado. —A lo lejos podían escucharse los zumbidos de Beedrill, por suerte ninguno rondaba por los alrededores, Eevee se mantuvo alerta con sus orejitas bien paradas, ella estaba lista para cualquier sonido extraño que pusiera en riesgo la integridad física de su adorable entrenadora.


    —¡WA! —Un grito femenino se escuchó cerca de nuestros héroes, Rance rápidamente activó su modo héroe y salió corriendo en dirección a la voz, Rosa hizo lo mismo y de pasó su pokémon también —. ¡Me siguen los Beedrill!


    —¿Qué sucede? —Rosa no entendía muy bien la situación, pero al escuchar la palabra “Beedrill” supo de inmediato lo que ocurría.


    —Creo que alguien no leyó los letreros —contestó Rance, cerca de ellos corría una chica de aproximadamente veinte años cargando un Kirlia en sus brazos, detrás suyo venían más de veinte ejemplares dispuestos a dejarla como queso suizo.


    —¡Rance, debes ayudarla! —Rosa no podía hacer nada contra tantos oponentes, pues apenas logró vencer uno en un combate mano a mano, sin embargo su mentor no debería tener problemas en deshacerse de un número tan grande de Beedrill, ¿no es así?


    —¡Garchomp, yo te elijo! —El muchacho liberó al dragón rápidamente, éste se colocó frente a la jovencita y con gran valentía soltó un rugido contra los Beedrill que intentaban atacarlo —. ¡Utiliza lanzallamas! —Una gran barrera de fuego golpeó a los insectos, estos trataron de reagruparse y volver a atacar, pero Garchomp fue más rápido, en lugar de seguirlos incrementó la fuerza de su lanzallamas para quemar algunas ramas y así espantar a sus perseguidores, posteriormente utilizó sus garras para tirar las sobras quemadas con tal de evitar la propagación de un incendio. Rosa volvió a sorprenderse de lo grandioso que era Rance, el tipo acababa de espantar a veinte ejemplares furiosos y llenos de energía por su reciente evolución. Garchomp también demostró una sincronía fantástica con su entrenador, ambos parecían mente y cuerpo sin lugar a dudas.


    —Uh, ¿ya se fueron? —La chica y su Kirlia se asomaron detrás de un árbol cercano, Rance asintió amablemente mientras Rosa trataba de recuperar el aliento.


    —Sí, ¿no están heridas? —cuestionó el muchacho.


    —Nosotras estamos bien. Mi Kirlia estuvo protegiéndome de los piquetes feos, ¿verdad qué sí? —La voz de aquella jovencita era más suave que la de Rosa, tanto que Rance no se esperaba toparse con ese tipo de chica en pleno bosque.


    —Hola, yo soy Rosa y es un placer conocerte… —Para romper la tensión del momento Rosa decidió presentarse.


    —Es verdad, con toda esta emoción olvidé presentarme también, yo me llamo Rance y es un placer conocerte.


    —Gracias por habernos salvado, yo soy Liza y ella es mi compañera. —Al finalizar la adrenalina del momento el grupo finalmente observó a la nueva chica que apareció frente a ellos, era hermosa, tenía el cabello castaño y ligeramente rizado, portaba un vestido estilo lolita gótica de una sola pieza color negro con blanco. Su pokémon era Kirlia y al igual que su entrenadora sonreía abiertamente sin ningún tipo de pena —. Ustedes son buenas personas, de lo contrario mi amiga se habría asustado mucho.


    —¿Cómo puedes saber eso? —Rosa no había visto nunca a un Kirlia, por lo tanto desconocía todo respecto a sus singulares poderes.


    —Lo que pasa es que Kirlia puede sentir las emociones humanas, si nosotros tuviésemos malas intenciones ella se lo habría hecho saber a su entrenadora, pero al ver lo feliz que está supongo que hemos pasado la prueba mental. —La explicación de Rance bastó para sorprender a Rosa, nunca en su vida se imaginó conocer a un pokémon tan sorprendente como Kirlia, ¡podía leer la mente y comprender emociones humanas!, tal revelación emocionó más a la joven rubia.


    Pues todavía existían pokémon misteriosos más adelante.


    —Exacto, pero como son buenos puedo confiar en ustedes, ¡les daré regalos! —Liza siempre estaba sonriente, su buen humor se pasó a su pokémon y así ambas empezaron a buscar en una mochilita pequeña que las dos cargaban. El comportamiento de Kirlia era el reflejo perfecto de su entrenador, por algo su forma evolucionada se consideraba como el pokémon más fiel de todos.


    —No es necesario, con saber que estás bien me doy por bien servido. —A Rance no le gustaba mucho recibir regalos, más que nada por la obligación de tener que corresponder tarde o temprano las muestras de afecto. Sin embargo, Rosa parecía encantada con el utensilio que Liza extrajo de su mochila.


    —Estos son guardapelos de mi ciudad natal, son meros recuerditos pero realmente espero que les gusten. —Tanto Liza como Kirlia se recuperaron del shock, ambas parecían dos solecitos andantes que solamente irradiaban felicidad y buenos deseos.


    —Muchas gracias, Liza. —Rosa se colocó el guardapelo y posteriormente presentó a su Eevee —. Mi Eevee también quiere conocerte. —La pequeña zorrita movió su cola de un lado a otro, Liza sonrió mucho y con suavidad dejó a su pokémon en el suelo, posteriormente acarició la cabeza de Eevee.


    —¿Y a mí para qué me das un guardapelo? —Rance miró el regalo bastante confundido, él no podía usarlo por obvias razones y para colmo Garchomp soltó una risa ahogada, seguramente se imaginó a Rance usando un utensilio exclusivo para mujeres.


    —También los chicos pueden usarlos, pero si te da penita entonces puedes regalárselo a una chica que te guste.


    —De acuerdo, gracias. —Rance no quería discutir más, sencillamente aceptó el regalo y guardó a Garchomp de nuevo a su pokébola. El grupo decidió descansar unos minutos para recuperar las energías, más que nada lo hacían por Liza, ya que nadie en su sano juicio podía seguir un viaje luego de ser correteado por una horda de Beedrill furiosos.


    Tras recuperar el aliento los tres viajeros salieron del bosque plagado, el panorama frente a ellos era una planicie adornada con un pastizal verde, digno de fotografía. A lo lejos se alcanzaban a ver algunos edificios y puentes, Liza mostró su asombro ante la infraestructura de la ciudad, pero Rosa tuvo una reacción más potente.


    Sus ojos se abrieron en par y se deleitaron con el panorama citadino, atrás habían quedado las granjas de Tauros.


    —Llegaremos en unos minutos —afirmó Rance.


    —Impresionante, será la primera vez que vea una ciudad en persona. —El comentario de Rosa hizo mella en las orejas de Liza, ésta levantó su ceja izquierda bastante sorprendida e incluso sobreactuó un poco su reacción.


    —¿Nunca has salido de tu pueblo? —cuestionó Liza, Kirlia se sorprendió tanto que se puso a levitar chistosamente provocando la risa de Eevee.


    —No, estoy iniciando mi viaje como entrenadora pokémon, seguramente debes pensar que soy una retraída o algo así…


    —¡Para nada!, al contrario, estoy muy feliz por ti, la edad no es importante para cumplir tus sueños. Mírame a mí, yo llevo dos años como entrenadora y aún no he podido pasar de la primera ronda en la liga pokémon. —Liza se dio un golpecito en la cabeza, posteriormente sacó la lengua y le regaló a Rosa una sonrisa sincera —. Pero acá me tienes, intentándolo y recorriendo este camino sin importar lo que digan los demás.


    —Es verdad, ¡dame esos cinco! —Rosa y Liza chocaron sus manos ante la mirada alegre de sus pokémon, Rance también se veía feliz por su aprendiz, ya que no esperaba que encontrase a una amiga tan pronto.


    —Por cierto, Liza, ¿cuál es tu objetivo? —preguntó Rance.


    —Yo vengo de ciudad Romantis, por lo tanto me especializo en tipo hada, pero me encantan todos los pokémon en general. Tengo dos grandes sueños: el primero es convertirme en la mejor entrenadora tipo hada del mundo y el segundo puede sonar un poco infantil… —Liza se sonrojó un poco, en seguida soltó un suspiro y miró a Rance directamente —. Quiero hacer un mundo feliz, lleno de sonrisas y caramelos, donde no existan criminales ni gente mala. —Nadie se burló ni mostró alguna carcajada sarcástica.


    Kirlia levitó por los cielos hasta colocarse sobre Liza, verla de ese modo provocaba un sentimiento extraño, como si estuviesen apreciando a una diosa con poderes divinos.


    —Es un sueño hermoso —argumentó Rance, el chico elevó su mirada al cielo y ahí se quedó durante unos segundos.


    —Rance tiene razón, aunque pueda sonar imposible yo pienso que cada quien tiene la oportunidad de lograr lo que desea. Y tú no eres la excepción. —Rosa también concordó con Rance, pensar de una manera tan positiva podía provocar problemas, pero al mismo tiempo daba esperanza de un mundo mejor.


    —Entonces te centras en pokémon tipo hada, supongo que eso te hace mi opuesto —bromeó el muchacho.


    —¿Uh? —Tanto Rosa como Liza miraron anonadadas al chico.


    —Yo me centro en pokémon tipo dragón, pero también tengo de otros tipos para mantenerme equilibrado. —No era ningún secreto que Rance fuese un maestro dragón, tener a un Gible como inicial bastaba para descubrirlo.


    La conversación tomó un rumbo diferente, Rance hizo eso para no ahondar más en el pasado de Liza. Acababan de conocerla y no resultaba agradable meterse en vidas personales ajenas.


    —Impresionante, ¿entonces por qué no usas capa?


    —No voy a caminar con una capa todo el día, podría resbalarme y hacer el ridículo. Yo solo uso capa en torneos o situaciones importantes. —Rance elevó ambas manos hacia el cielo y al mismo tiempo sonrió como si fuese un galán de telenovela.


    —¡Igualito a Lance! —exclamó Liza mientras le daba pequeños aplausos.


    —Eh, creo que no es para tanto. —Rosa vio esa escena con una gota detrás de su cabeza, tras deleitarse con algunas fanfarronerías de Rance el grupo finalmente volvió al sendero que los conduciría hacia ciudad Novarte.


    Cuando estaban a pocos minutos de llegar a Rosa se le ocurrió una idea, para poder expresarla se detuvo un momento y dicho movimiento provocó que sus dos acompañantes detuvieran su marcha.


    —¿Sucede algo, Rosa? —cuestionó su mentor.


    —Sí, ya que pienso retar al líder de gimnasio creo que una práctica contra un entrenador me será muy útil, ¿querrías ser mi oponente, Liza? —Ese reto fue inesperado pero candente, hasta el momento Rosa no había tenido un duelo justo contra otro entrenador. Sus tres victorias fueron contra pokémon salvajes y la confrontación con aquellos ladrones difícilmente podría entrar en la clasificación de “batalla”.


    —¡Me parece estupendo!, así podremos conocernos mejor y aumentar nuestros lazos de amistad. No se me dan mucho los combates, pero eso no significa que no me guste hacerlo. —Liza sacó una pokébola de su bolsillo, posteriormente lanzó dicho artefacto al suelo para liberar a su contendiente —. ¡Vamos, Dedenne! —Liza le hizo honor a su título y mandó a un pokémon tipo hada, Kirlia levitó por los aires y apoyó a su compañera moralmente.


    —Yo sé que tú puedes, Eevee. —Rosa por su parte eligió a su pokémon estrella, ambos rivales se vieron a los ojos y asintieron. Rance se paró en medio de estos y tras confirmar las condiciones de ambas competidoras el combate comenzó.


    —Dedenne, ¡utiliza moflete estático! —La pequeña ratita se lanzó en picada contra Eevee, Rosa no era ninguna tonta, ella conocía bien que la técnica realizada podía paralizar con el contacto, por lo tanto prefirió reservar un poco el contacto físico.

    —¡Esquívalo! —La velocidad de Dedenne era formidable, pero no superaba a la del Golbat anterior, mucho menos al Garchomp de Rance —. ¡Usa canon! —Eevee soltó una potente onda sónica que se dirigió contra la ratita café, Liza por su parte analizó la situación y buscó la manera más útil de esquivar un ataque sonoro.


    —¡Dedenne, utiliza excavar! —Una jugada muy inteligente, la tierra podía neutralizar cualquier tipo de sonido que viniese del exterior, por lo tanto al meterse dentro de un agujero la efectividad del ataque enemigo disminuyó a cero. Y ahí no acabó el asunto, Eevee miró hacia ambos lados muy asustada, pues no sabía si Dedenne iba a atacar o no. El cuerpo de la ratoncita era pequeño, si luchaban en corta distancia la ventaja sería para Eevee, no obstante, un combate a distancia favorecía mucho al pokémon eléctrico, pues muchos de sus mejores movimientos consistían en ataques especiales —. ¡Usa moflete estático mientras sales del agujero! —La orden de Liza fue contundente, Dedenne salió por debajo de Eevee y la golpeó con una carga estática de poca gravedad.


    —Ten cuidado, Eevee. —El golpe no hizo mucho daño, pero las secuelas del impacto sí que perjudicaron a la zorrita —. ¿Estás bien? —preguntó Rosa, su compañera asintió algo cansada, pues pequeñas corrientes eléctricas la estaban paralizando.


    —Moflete estático puede tener poco daño como ataque físico, pero paraliza al objetivo con un cien por ciento de efectividad. ¡Eres estupenda, Dedenne! —La pequeña ratoncita sonrió y alistó sus cargas eléctricas para un ataque más potente.


    —Necesito pensar en algo… —Rosa se vio acorralada, ahora los movimientos de Eevee estaban limitados y con el riesgo latente a no realizarse, por otro lado Dedenne alistaba sus mejillas para soltar una descarga eléctrica —. ¡Usa bola sombra! —exclamó la entrenadora, su pokémon obedeció las órdenes y en menos de un parpadeo una esfera de energía oscura se dirigió contra su adversaria.


    —Contraataca con chispazo. —La colisión entre ambas técnicas provocó una nube de humo, como Eevee estaba paralizada no pudo moverse ni salir de la zona afectada, no obstante su contrincante aprovechó esos valiosos segundos para reubicarse en el campo de batalla —. Ya la tenemos, ¡utiliza rayo! —El ataque más poderoso de Dedenne finalmente apareció, el cuerpo de la ratita brilló con un resplandor dorado que rápidamente se transformó en un rayo muy potente, Eevee recuperó la noción de su cuerpo y con un movimiento desesperado logró rodar por el suelo y caerse en el agujero que Dedenne hizo para escapar hace unos instantes.


    —Esa estuvo cerca, ¡bien pensado, compañera! —Rosa agradeció a los cuatro vientos el instinto de supervivencia que Eevee mostró para recordar la ubicación del agujero, sin embargo debían trabajar en equipo si querían ganar el combate.


    Los problemas de estado mermaban la capacidad física del pokémon, solamente aquellos guerreros experimentados podían aguantar las cargas físicas que conllevaba sufrir parálisis o envenenamiento. Lamentablemente Eevee no poseía dichas características.


    La estática en su piel le impedía moverse con libertad, Dedenne por su parte se desplazaba mucho más rápido, su pequeño cuerpo aerodinámico le permitía realizar grandes saltos o incluso carreras cortas en línea recta.


    —¡Vuelve a usar rayo! —La orden de Liza fue bien realizada, Eevee no podía escapar del mismo ataque dos veces, por lo tanto solo había un camino…


    —¡Bola sombra a todo poder! —Si los golpes físicos fallaban solo quedaba confiar en el poder especial, Eevee lanzó su última esfera negra con tal de contraatacar el rayo. Afortunadamente las baterías de Dedenne se agotaron con el último ataque y gracias a ello el ataque de Eevee impactó directamente sobre el roedor cafecito.


    —Dedenne…—susurró Liza, la chica no creyó que su ataque fuese a fallar, pero cometió un error garrafal: no recargar su energía tras la primera descarga.


    —Increíble, ¡lo hicimos! —exclamó Rosa, no obstante su gozo duró poco, pues Eevee cayó al piso debilitada también, esa última bola sombra agotó sus energías casi al instante, por lo tanto ninguna de las dos pudo continuar el encuentro —. No puede ser, ¡Eevee! —exclamó la joven entrenadora.


    —No ha estado mal, supongo que lo doy por empate. —Rance se sorprendió por la astucia que mostraron ambas entrenadoras, si bien ambas entrenadoras estaban a años luz de cualquier miembro del alto mando su determinación podría conducirlas hacia un destino brillante.


    —Lo has hecho bien, Eevee ahora descansa. —Rosa metió a su inseparable compañera a su pokébola, pues solo ahí recargaría energía suficiente hasta llegar al centro pokémon.


    —Tú también, Dedenne. —Liza guardó a su ratoncita en la pokébola y luego mostró una amable sonrisa —. Luchaste con el valor de tu corazón y eso me hace muy feliz. —La entrenadora de ciudad Romantis caminó hacia Rosa, posteriormente tomó sus manos y le regaló otra sonrisa hermosa.


    —¿Sucede algo?


    —Eres una entrenadora increíble, tienes un fuerte lazo con Eevee y eso me hace feliz. Nada me hace más feliz que ver a otras personas y pokémon felices, ¿no es genial? —Al parecer a Liza le encantaba decir la palabra “feliz”, siempre repetía lo mismo cuando hablaba, pero su tono de voz tan encantador hacía olvidar esos detalles insignificantes.


    —Gracias, tú también eres muy buena, ¿por qué no viajas con nosotros?, así podremos mejorar mutuamente y tener la batalla de desempate muy pronto. —La invitación de Rosa alegró muchísimo a Liza, los ojitos de la entrenadora brillaron como dos zafiros enterrados bajo una cueva oscura. Rance también se alegró por la noticia, cuantos más compañeros de viaje tuviesen mejor sería la aventura.


    *Liza se ha unido al grupo* (Tenía que hacerlo, no pude evitar la tentación XD)


    —¡Acepto!, seremos las mejores amigas por siempre. —Fue así como Liza y Rosa comenzaron su amistad, seguramente muchas cosas peligrosas las esperaban en el futuro, pero con un amigo cerca las cosas siempre resultaban más fáciles.


    —Bienvenida al grupo, espero que podamos llevarnos bien aunque sea por poco tiempo —comentó Rance, Liza se sorprendió cuando escuchó aquellas palabras tan lejanas.


    —¿Eh?, ¿piensas ir a algún lado?


    —Tengo muchas cosas que hacer, solamente guiaba a Rosa durante lo básico del entrenamiento. Pero ahora no tengo de que preocuparme, tú viajarás con ella y así ambas podrán crecer como entrenadoras. Cuando ella gane su primera medalla yo seguiré mi camino y ustedes el suyo. —A Rosa no le agradó esa declaración, pero sabía que Rance era alguien importante, bastaba con ver sus habilidades en los pocos días que llevaban viajando juntos.


    Rance controló una estampida de Tauros él solo.

    Venció a criminales peligrosos.

    Detuvo a un enjambre de Beedrill sin sudar una gota.


    ¿Qué tipo de entrenador poseía esa fuerza?


    —Es una pena, me hubiese gustado viajar contigo más tiempo. —Liza suspiró algo triste, no obstante recuperó su sonrisa casi de inmediato —. Entonces disfrutemos el poco tiempo que pasaremos juntos, ¿te parece bien?


    —Claro, siempre podemos vernos nuevamente.


    Por un momento Rance pensó en acompañarlas más tiempo, las dos jovencitas resultaron agradables y su instinto protector salió a flote. Pero no podía estar resolviendo sus problemas para siempre.


    *Estás desperdiciando tu talento*


    La voz de aquella mujer sonó en la cabeza del muchacho, la llamada nocturna todavía seguía haciendo mella en él. Por ende prefirió mantenerse callado mientras sus dos amigas platicaban bajo el atardecer…

    Fin del cap 4.

    Ahora las preguntas de siempre.

    ¿Qué te pareció el capítulo de hoy?
    ¿Qué piensas de la nueva amiga de Rosa?

    Y también... ¿qué deseas ver en los siguientes caps?

    Apenas comienzo la tramita, se ha unido Liza y las cosas se pondrán mejores, los veo en el siguiente cap :3
     
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  19.  
    Error Akazami

    Error Akazami Princesa de Dragones y Guardiana de Ilusiones

    Piscis
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    wow esta increible no puedo esperar al siguiente capitulo
    :D
     
    Última edición: 7 Abril 2014
  20.  
    mega charizard x

    mega charizard x Iniciado

    Capricornio
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    esta buena la historia pero creo que aras que eevee evolucione a espeon o syvileon
     
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