El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Kayazarami, 9 Abril 2008.

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    Kayazarami

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    El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Bien, este es un Sesshômaru por Kagome e Inuyasha por Rin.
    Las chicas son primas y viven juntas en un apartamento desde hace poco, los chicos... Son los hijos del mismo demonio.

    Capitulo 1. El Recuerdo de Rin Higurashi.

    Caminaba detraídamente por unos callejones, agotada tras las duras horas de trabajo en un restaurante de comida rápida, un local de mala muerte cuya paga era escasa y miserable, peor al menos obtenía algo de dinero, algo que necesitaba sin duda alguna.

    Ignorante de los rumores acerca del peligro de caminar sola a esas horas por aquellas calles precisas, avanzo en busca del camino más corto de regreso a casa. Y por poco no vuelve nunca más.

    De pronto, sin que nada los hubiera delatado con anterioridad, tres figuras surgieron de algún lugar que ella no logro ver, tan solo fue consciente de su aparición y tembló, al reconocer sus propósitos.

    -Una belleza como tú no debería andar solita a estas horas, guapa.

    -Pero para nosotros tanto mejor- agrego otro de ellos, con una mirada lujuriosa-Podremos divertirnos un rato. ¿Verdad, muñeca?

    La escena se ensombreció y el primero en hablar, un hombre rudo, gordo y bastante feo, la agarro inmovilizándola completamente, a la vez que su segundo compañero se acercaba a ella con una sonrisa repugnante en los labios y, arrancando los botones de cuajo, le sustrajo la blusa.

    La joven comenzó a gritar desperada, pero la zona estaba desierta, y lo único que pudo hacer para calmar su miedo fue comenzar a llorar, mientras uno de aquellos tipos tocaba sus pechos ahora ya sin sostén, disfrutando del horror de su víctima, que sintió como si el contacto la apuñalara del asco.

    Noto como las manos de el descendían, predispuestas a librarla de más ropa, cuando algo ajeno a la situación ocurrió. Se escucho un sonido discordante, un chirrido insoportable que los obligo a soltarla y taparse los oídos.

    Rin estaba libre, pero no pudo moverse, paralizada por aquel chirrido insostenible, con sus manitas también sobre la cabeza, cubriendo sus oídos, pero pronto todo acabo. Miro hacía el lugar de origen del ruido y se encontró la cosa más rara que hubiera visto en su vida.

    Allí, junto a un coche rayado de extremo a extremo y con una larga uña aun sobre la tapicería, había un chico, bastante joven a su parecer, de facciones y figura… irreal. Tenía una larga melena blanca que caía por su espalda y dos grandes mechones por delante, reposando en su pecho. Increíblemente, sobre su cabeza resaltaban dos orejas de perro y unos profundos y vivos ojos dorados, que la dejaron clavada en su sitio, sin poder realizar un movimiento siquiera.

    El chico vestía completamente de negro, con unos pantalones de cuero y una especie de top cobre su pecho, por su espalda colgaba una larga capa oscura, mientras que unas cadenas rodeaban su cintura, quizás sosteniendo el pantalón, quizás no. Y otras rodeaban sus muñecas provocando que los extremos del metal quedaran libremente suspendidos en el aire.

    Una sonrisa despiadada se dibujo en sus labios y la chica pensó que había ido a parar de las brasas al fuego. Y él dejo escapar su voz, dura, pero bastante animada y, sin dudar, orgullosa.

    -Os estaba buscando.

    Los tres hombres temblaron, reconociendo sin duda a el salvador de la muchacha.

    -Según el acuerdo- prosiguió, ignorando a la joven allí presente- Hoy se acababa el plazo de tiempo. Hemos cumplido, así que ya sabéis que os toca, ¿no?

    Uno de ellos se abalanzo sobre el recién llegado, tratando de asestarle un golpe desesperadamente, pero no logro más que él realizara cuatro movimientos rapidísimos, pareciera que se desplazaba con el viento y el agresor se convirtieras en victima, cuando el peliplateado le asesto un golpe seco en la cabeza y cayó con estrépito al suelo, sin respiración, muerto.

    Ella soltó un ligero gemido de pánico, al comprender que lo había matado. Pero acallo el resto de gritos cuando las cadenas de él rodearon el cuello de los otros dos tipos, estrangulándolos con lentitud.

    -Un trato es un trato- exclamo con un deje de fastidio- Morir.

    Y los fuertes metales que envolvían sus gargantas presionaron con tal brutalidad que las cabezas rodaron por el suelo, decapitadas. La sangre broto de los cuellos abiertos de sus cuerpos sin vida y, en cuestión de minutos, se formo un enorme charco del líquido escarlata.

    Justo tras esos sucesos, en ese preciso instante, él la miro con sus ojos dorados envueltos en maldad. Se aproximó a ella, que indefensa como estaba trato de retroceder, hasta que su espalda choco con la pared del callejón. El individuo por fin acabo con toda la distancia y, quitándose la capa, cubrió su cuerpo semidesnudo, en el cual no había reparado hasta entonces, para después inclinarse ante ella, reduciendo al mínimo el espacio entres sus cuerpos, acorralándola en aquel callejón sin salida.

    -Hace frío- dijo por toda respuesta- Estos no son lugares para una virgen.

    Abrió los ojos desmedidamente, ¿Cómo podía él saber que era virgen? Todos le decían que aparentaba mas edad de la que en realidad tenía, lo normal hubiese sido que opinase justo lo contrarío. Enrojeció, algo molesta por que él hablara despectivamente de su estado, olvidando completamente qué estaba frente a un asesino que acababa de matar a tres hombre frente a ella, de una forma totalmente anormal.

    -¿Que no vas a darme las gracias?- sonrió burlón- Te he salvado.

    -Tú ya ibas… a matarlos- milagrosamente, su voz no tartamudeaba, aunque sonaba muy débil y asustadiza- Acabas de… reparar en mí.

    -Vaya- la sonrisa maliciosa se acentuó- Una chica lista. Pero de todas formas, te he ayudado. No puedes obtener nada sin dar algo a cambio, ¿no crees?

    No contestó, no sabía a donde quería ir el a parar, pero el miedo a que intentase hacerle lo mismo que los otros creció en su mirada, cosa que el supo con un simple vistazo a sus ojos oscuros.

    -No-repuso con seriedad, adivinando sus pensamientos- No quiero eso.

    -¿Entonces?

    -Es algo…- acorto la distancia ente sus cuerpos y entonces, supo lo que el quería. Lo que iba a robarle, lo que exigía como pago a una ayuda que ella, para su desgracia, había pedido a gritos-… más sencillo, pero igual de valioso.

    Y la beso. No fue un beso tierno, ni cándido, mucho menos dulce. Al comienzo, le repugnó que la lengua de el acariciara la suya así, con fuerza, lamiéndose entre ellas, pero, cuando la obligo a corresponderle, sintió toda la pasión y el deseo que había en ese contacto entres sus bocas y no pudo sino corresponderlo, impresionada de su propio descaro.

    El chico de cabellos plateados se separo de ella con satisfacción, con el brillo en los ojos de quien ha logrado lo que se proponía.

    -Tu primer beso- la chica se asusto, de nuevo sin comprender como demonios él podía saber tanto de ella- Es mío.- comenzó a alejarse, con paso lento, mientras en la lejanía, las sirenas de la policía se dejaban escuchar en tono su esplendor- Espero no volver a verte. Por tu propio bien.

    Sintió que él se desvanecía y su cuerpo con él, perdiendo la noción de las cosas.


    Rin despertó sumamente inquieta, con el rostro perlado de sudor y la respiración algo agitada. La cara contraída por una mueca de horror. De inmediato, volteo la cabeza para avistar la hora del despertador. Las 4.30 de la noche, aun no tendría que levantarse hasta las 7:30 para el instituto, pero dudaba mucho que fuera capaz de dormirse nuevamente.

    Con pesadez y medio adormilada tomo dirección al baño, caminando de puntillas y más despacio al pasar junto a la habitación de Kagome, su prima, que tenía un sueño ligero y una curiosidad innata para meterse en los asuntos ajenos. Sobre todo en asuntos que era mejor no indagar.

    Una vez en el recinto, se desnudo y sin pensárselo mucho, se introdujo en la ducha, encendiendo la manguera y liberando un fluyo de agua que rápidamente calmo su tenso cuerpo, asaltado por el temor inexplicable a sus propios sueños. ¿Cómo podía ser posible que aun recordase aquello con tantísima intensidad que le parecía vivirlo de nuevo al soñar? ¿Qué clase de extraño hechizo cayó sobre su persona esa noche de Febrero? Bueno, hechizo, mejor dicho maldición…

    Cerró los ojos, sintiendo como el agua correr libre por su rostro y su cuerpo, en una dulce pero helada caricia. ¿Desde cuando se le convirtió en rutina no poder dormir o despertar en mitad de la noche para ya no volver a cerrar los parpados? Y todo por una cosa tan ridícula como un sueño que se repetía cual estrambótica ceremonia noche tras noche, desde hacía ya unos cuatro meses, justo desde que se mudo con su prima Kagome a esa ciudad, para estudiar en el prestigioso instituto Shorkuyaa Hight School, en donde cursaba Bachillerato.

    Lo más extraño de todo, era que en los tres años desde que sucedió aquello nunca antes lo había soñado, ni ello adornaba sus pesadillas. ¿Solo la asaltaba desde que cambio de vida, por ser un cambio repentino? Tras haber estado acudiendo a un psicólogo durante dos años tras aquello, convenciéndose que fue una pelea entre callejeros o algo más simple, obviando las palabras o la crueldad que rezumbaba en aquel chico, logrando olvidarlo todo y continuar con su vida.¿Qué tenía ahora que pudiese atormentarla hasta el punto de no volver a dormir al evocar esas memorias, encima de forma involuntaria? Algo que antes había podido ignorar con el más mínimo esfuerzo por su parte, ahora no podía hacer nada, no tenía poder de controlar sus sueños.

    Salio de la ducha y se envolvió en al toalla, comenzando a peinar su largo cabello castaño sin mirarlo demasiado. Alzo la vista y choco con su reflejo en el espejo que había sobre la pica. Ya no era ninguna niña, ahora era toda una adolescente en pleno desarrollo y así lo delataba su figura, delineada en finas curvas que aun debían pronunciarse algo más, mientras su cabello alcanzaba la imperiosa longitud de caer justo hasta sus caderas y sus ojos oscuros como una noche sin estrellas parecían ocultar el mismísimo secreto de la vida, poseedores de un brillo angelical.

    Su carácter, era dulce y apacible, pero tenía una enorme capacidad de deducción y casi tanta curiosidad como Kagome. En inteligencia, eran las dos alumnas más aventajadas de su curso, pero en recursos, eran bastante pobres y ambas debían trabajar tras las clases para comprar comida y el material que necesitasen. Gracias a Dios que el piso era de su familia y no debían pagar alquiler, por que si no, les sería imposible apañárselas.

    Suspiro y se dirigió al Salón, en penumbras, pensando que no era únicamente con ella que algo iba mal, por que Kagome también estaba extraña. La chica, que desde su más tierna infancia se había caracterizado por su dulzura y bondad, ahora era la viva imagen de la tristeza la mayoría del tiempo. No sabía muy bien que le ocurría a su prima y no iba a meterse en sus asuntos sin su consentimiento, como Kagome hacía a menudo.

    Rin sabía esperar, sierpe había sabido hacerlo. No presionar, dejar que las cosas siguiesen su curso y, con el tiempo, eran las mismas personas afectadas quienes contaban sus temores, miedos, incertidumbres o secretos. Por que los seres humanos necesitaban sentirse apoyados, tener a alguien que los comprendiese y loa ayudase. Pero sobre todas las cosas, las personas ansían sentirse amadas.

    Y, fuese lo que fuese que atormentaba a Kagome, estaba relacionado con el amor. Como que ella se llamaba Rin Higurashi que así era.

    Un ligero sonido interrumpió sus pensamientos, sobresaltándola al comprender que aquel sonido era su propio despertador, al cual segundos después se le unió a dúo el de Kagome. Sonriendo, fue a despertar a la perezosa de su prima, que tenía la agradable manía de mandar su despertador contra la pared casi cada mañana.

    <<Plaaafff>>

    -Maldición- gruño al llegar a la puerta de la habitación, sabiendo que el despertador había pasado a mejor vida, entro y se encontró con el familiar bulto que se negaba a abandonar la calidez de su camita- ¡¡Kagome!! ¡¡Despierta, baka, asesina de relojes!! ¡¡Encima que no nos sobra el dinero para consentirnos apenas dos caprichos hemos de estar comprando un despertador cada dos por tres!!

    -Hummm… Tres horitas más…

    -¡Argh!- “Calma, calma” pensaba la chica, “Paz interior, armonía… Un momento… ¡¿Tres horitas?!”- ¡¡¡¡Tú, cosa, intento de ser humano, ya te estas levantando, y se dice “cinco minutos más”, no “tres horitas”, vaga!!!!

    -Rin-chan, eres cruel conmigo- exclamo la soñolienta morena, incorporándose en la cama- Además, ¿para que necesito un despertador si ya te tengo a ti?

    -De verdad, no se que te pasa, Kagome- le dijo mitad fastidiada, mitad preocupada- Antes eras tu la primera en levantarse, incluso antes de que sonara la alarma. Nunca en tu vida habías llegado tarde a clase y ahora tienes la mitad de los días retraso. Por no mencionar esos en los que ni siquiera te dignas a aparecer por el instituto.

    -Ahh…. Esta bien, lo capto- se levanto y tomo camino hacía el baño, mientras su prima observaba las ojeras que ya eran parte característica de ella- La gente cambia, Rin.

    -No, Kagome- la miro intensamente, con el rostro muy serio- Esto es algo más que un cambio. No se que te atormenta, ni como puedes estar siempre cansada y triste. No eres la misma prima que tenía hace un año, pero no puedes seguir así. Haz lo que tengas que hacer, pero vuelve a ser la de antaño. Por que si no, muy pronto tendrás mayores problemas que la ocasional bronca de un profesor por tus faltas.

    -Yo…- Kagome sonrió, como hacía tanto tiempo, contenta de que Rin se preocupara por ella y sobre todo, por que respetara su vida y o la obligara a confesar que la tenía así- Intentare hacer algo, pero no se si podré. Hay cosas por las que vale la pena sacrificarlo todo.

    -Y hay sacrificios que te arruinan la vida, Kagome.- rebatió- Y tú estas echando la tuya a perder. No digo que no te diviertas, pero no creo que eso sea lo que estas haciendo. Nunca sales de casa, has perdido el contacto con casi todos tus amigos y la mayor parte del tiempo, te la pasas durmiendo. No se por que estas “sacrificando” todo, pero espero que te valga la pena.

    La joven de cabello negro se alejo, ya cansada de hablar con su prima, como tantas veces había echo antes, sabiendo que no le haría ni caso. Kagome había cerrado los ojos y ensordecido sus oídos al resto del mundo y no aceptaba ningún argumento, como si hubiera tomado una decisión irrevocable acerca de algo y su voluntad permaneciera inamovible.

    Suspiro de nuevo y salio del apartamento, cuando el grifo de la ducha se abrió y supo que Kagome iría al instituto, llegaría tarde, pero al menos iría. Se alejo por el pasillo del bloque y toco el botón del ascensor, que tardo algunos minutos en llegar.

    Mientras bajaba, se cuestiono de nuevo que diantre era lo que podía estar cambiando así a Kagome. Y también que la estaba cambiando a ella, volviéndola tan sobria y malhumorada. Antes pudiera haber contado con los dedos de las manos las discusiones o las veces que perdía la paciencia, pero últimamente esos momentos habían aumentado de manera drástica. Era definitivo: aquellas pesadillas la estaban volviendo una amargada y le estaban aguando su carácter generalmente apacible y tranquilo, de la misma manera que a Kagome algo le estaba fastidiando su personalidad amable y cariñosa.

    ¿Qué demonios estaba pasando con ellas?

    Muy pronto sabría cuan acertada había sido esa pregunta.
     
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    Graciela C.

    Graciela C. Usuario común

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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Que chevere tenerte de regreso Kayazarami!!!! bienvenida! me encantan tus fic y espero (de todo corazon xD) que esta vez si los puedas terminar.... espero con ansias el siguiente capituloooo!!



    Pd: Bienvenida!... otra vez. Cuidate!
     
  3.  
    Al Azif

    Al Azif Entusiasta

    Piscis
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    hOLA!!!!!!!!!!!!!!!!

    cielos, realmente estoy muy emocionada de porfic postear en uno de tus maravillosos fics.

    Este es uno de los que me han dejado con muchas ganas de conti, porque se me hizo super linda la relacion de Kagome con Sesshomaru.
    Lo único que no me gustó del todo es que Inu violó a Rin en el ultimo capi de la discución pasada.

    *W* No aguanto más para saber que pasa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    Espero que lo continues pronto.


    Atte: Tu adimiradora y humilde servidora.

    Louise
     
  4.  
    Atropos

    Atropos Entusiasta

    Leo
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    holas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    me gusto mucho tu trama


    vengo leyendo varias de tus historias y la verdad es que son muy interesantes!!!!!!!!!!

    espero que sean de esos caps larrrrrgos....

    tienes todo mi apoyo

    dejame decirte que tmb voy a ser una de las fans de este fic.....

    cuenta conmigo para lo que sea.!

    besotes!!!!
     
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    aNiA

    aNiA Entusiasta

    Tauro
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    hola Kayazarami!!
    bienvenida nuevamente
    realmente me alegro que hayas vuelto y espero que esta ves puedas si puedas terminar el fic, por que es muy interesante y de verdad que quiero saber que sucedera.
    espero que te encuentres bien
    y te reitero que me encuentro feliz por que hayas vuelto.
    hasta pronto.
     
  6.  
    Kayazarami

    Kayazarami Usuario común

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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Capitulo 2. Pesadillas de Medianoche.

    -------------------- Vayan al Blog, que esto empieza movidito--------------------
    (cuadradito azul con una B al lado del avatar)


    Se dejó caer sobre su cuerpo, visiblemente cansado. Ella deseba rodearlo con sus brazos y quedarse dormida sintiendo su calor, pero sabía bien lo que ocurriría si osaba ponerle un solo dedo encima en ese instante.

    “No me toques” casi pareció escuchar la advertencia en su propia mente “Nunca me toques. No me hables, ni me mires. No hagas nada que yo no desee y todo ira bien”

    Así era como había sido siempre todo entre ellos, durante un año. Desde que ellos se conocieron, en cambio, habían pasado más de siete años. Al principio, fue tan solo simple curiosidad hacía lo que era, nada más y parecía que él gustaba de hablar con ella, aunque escasamente y con bastante frialdad, había contestado a sus preguntas. Tan solo tenía diez años la primera vez que lo vio y desde entonces, había quedado perdidamente enamorada.

    “Enamorada del Diablo” pensó con amargura, recordando de quien era precisamente hijo su amante “Un demonio. Permití que un demonio me arrebatase la virginidad, estoy condenada al infierno”.

    Pero aquello ya era un infierno en vida.

    Observo desde la cama como él se levantaba y comenzaba a vestirse, sin decir palabra ni mirarla. Total, ¿para que iba a hacer algo así? Ya había obtenido lo
    que deseaba, como siempre, casi cada noche. Cuando termino de colocar sus ropas, la miro con su habitual frialdad y esbozo una maquiavélica sonrisa. No por consideración o para asegurarse que estaba bien, que va, lo hacia para regodearse por ultima vez de su estado, allí desnuda sobre la cama, con la respiración agitada y el cabello revuelto.

    Kagome, le echo una mirada de reproche que solo ensancho su sonrisa. Después, una neblina negra rodea su figura y al minuto siguiente, lo que quedaba de su amante era un ligero humo que rápidamente se desvaneció.

    La chica suspiró y se arropo con las sabanas, tratando de dormir aunque fuera un poco antes de que Rin fiera a despertarla, no tenía ganas de aguantar de nuevo un sermón acerca de lo muy estúpida que era, eso lo sabía muy bien sin ayuda de nadie.



    En el otro lado del pasillo, una joven de cabellos castaños y ojos oscuros despertaba de su letargo atormentado de nuevo por las mismas pesadillas de siempre, solo que esta vez había sido un poco distinto. El sueño había sido realmente extraño.

    Abrió los ojos y parpadeo varias veces, para meterse en la ducha y despejar su mente. Tomo sus cabellos con las manos y se apoyo en la fría pared, dejando que el agua acariciara su cuerpo desnudo.

    “Que raro” inquirió en su mente “Esta vez no he soñado con aquello, sino con… Kagome…Y ese otro… ¿Quien era? Se parecía un poco, tirando a mucho a ‘el’… ¿Quiénes son? ¿Por qué siempre los mismos delirios en la noche?”

    -¿Quién eres?- murmuro a la nada, quedando su voz amortiguada por la suave llovizna que desprendía la regadera de la ducha- ¿Que quieres?

    “Me estoy volviendo loca” pensó, mientras cerraba el agua y cogía una de las toallas, envolviendo su cuerpo “Rematadamente loca”

    Se puso el uniforme con tranquilidad, evitando volver a pensar ene lo soñado, cuando su despertador sonó, indicando la hora. Con mucha paciencia, fue hasta el cuarto de Kagome y, tomando la almohada, empezó a azotarle hasta que consintió en abrir los ojos.

    -¡Rin!- grito completamente despierta, tratando de cubrirse con los brazos- ¡¿Qué pretendes matarme?!

    -No, prima, nada más lejos de mi intención- confesó soltando la almohada y marchándose con una sonrisa en el rostro- Solo quería despertarte “suavemente”.
    -¡Pues no ha tenido nada de “suave”!- reprochó metiéndose en el baño con un portazo y Rin solo río.

    Si así lograba que fuera al instituto, la despertaría aunque fuera a cañonazos. Los profesores, al final habían cumplido sus amenazas y llamado a sus padres, explicándoles la escasa puntualidad de Kagome y su considerable numero de faltas.

    La familia Higurashi era muy severa con ese tipo de cosas, siendo como eran famosos empresarios y ricos comerciantes. No se podían dar el lujo de sacar malas notas, mucho menos de actuar como venia haciéndolo su prima. Y ella se la estaba jugando, se lo estaba jugando todo: su paga y el que las permitieran vivir solas. En el caso de Rin, daba lo mismo, sus padres eran unos malditos borrachos con muy poca consideración en la familia, pero los de Kagome… Con decir que eran los terceros más ricos del país…

    Sonrió más anchamente cuando su prima salió refunfuñando de la ducha y se sentó a desayunar con ella. Al poco estaban las dos riéndose de lo tontas que llegaban a ser y así, marcharon al instituto, contentas.

    Los profesores se mostraron bastante rencorosos con su prima, haciendo comentarios del tipo “Pero cuantisimo tiempo sin verla, Higurashi…” o “¿A que debo el honor de que haya decidido asistir a mi clase, señorita?” A lo que Kagome respondía con “Si, profesor, lo extrañe mucho” o “Quien sabe, ni yo misma lo comprendo”, respuestas que cabe decir, aumentaron el rencor de los tutores y el jubilo de la clase, que se carcajeo sin cesar de todas y cada una de las “contiendas” de Kagome con el profesorado.

    Al salir de clase, Kagome iba contenta y Rin echa un manojo de nervios en erupción, llamándola loca, ¿peor como diablos hacia eso, sabiendo lo que los profesores le dirían a sus padres? ¿Qué acaso su única neurona acababa de tomarse vacaciones o que?

    -Ya, ya, Rin, deja de echarme la bronca- le pidió con carita suplicante- Me lo he pasado muy bien, hacia tanto que no iba al instituto que casi había olvidado que tenía amigos…

    -Si, pero lo preocupante que es también has olvidado que tienes una reputación que conservar, prima. Sin embargo, debo decir que lo del profesor de Sociales ha sido magistral.

    -¿A que si? Pobre, casi se desmaya cuando le he dicho que no podía resistirme a venir de lo mucho que echaba en falta su belleza…

    -Calva, bajo y con gafas… La clase entera ha empezado a reír. Estoy segura de que la terminar, ha tenido que tomar uno o varios calmantes. ¡Ja ja ja!

    Rin también comenzó a reírse de nuevo, como había extrañado la vuelta a casa con su alegre prima, que hacía olvidarse de casi todas sus preocupaciones, ya que Kagome sabia ver siempre el lado bueno de la vida. Y como había echado de menos a esa Kagome, tan alegre y vivaz, sonriente, no al zombi soñoliento que había tenido que estar soportando los últimos meses.

    -Gracias, Rin.

    -¿Por qué?

    -Por que…- su mirada se perdió en el cielo mientras respondía- Gracias a tus consejos me he dado cuenta de que en verdad hay algo más importante que… bueno, que otra cosa. Tenías razón, no vale la pena sacrificar tanto a cambio de nada.

    -Kagome, me alegro mucho de que vuelvas a ser la de siempre.

    -Bueno…- su rostro de ensombreció- Aun me falta por aclarar un pequeño asunto, pero…- volvió a sonreír- cuando lo haga, volveré a ser la de antaño, lo prometo.

    -Si necesitas ayuda, puedes contar conmigo.

    -Arigato, pero es algo que solo puedo resolver yo, por que fui quien se metió en el problema.

    -Bien. -Concluyo Rin, también sonriente- ¿Qué tal si, para celebrar tu vuelta al mundo de los vivos, te invito a un helado?

    -¡Oh! ¡Cuanta generosidad de tu parte!- exclamo riendo, mientras ambas caminaban juntas hacía un carrito de helados que reposaba más adelante.


    Sonrió con tristeza, en cuanto noto como el aire a su alrededor se volvía pesado y una figura emergía de la más absoluta nada. Que poca consideración, pero al fin y al cabo, nunca había demostrado tener para nada en cuenta sus deseos o necesidades.

    Cuando la visión se aclaro, pudo observar con claridad sus ojos ámbares y su larga cabellera plateada. Esas dos marcas moradas de sus mejillas, que sabía se extendían por todo su cuerpo y la luna menguante en su frente. Como siempre, venía vestido con unos pantalones estrechos color negro y una camisa con numerosos bolsillos y correas, surcada por cadenas. Y por ultimo esa larga capa negra que arrastraba por el suelo y dejaba escuchar su suave ulular a cualquier movimiento que él efectuara.

    No la saludo, tampoco lo esperaba, se acerco a ella y, elevándola de la cama, la acerco a su cuerpo, besándola con fuerza, demandando sus labios, exigiendo su cuerpo, como cada noche desde hacía ya... ¿Qué importaba? Esa noche acabaría todo, por que Kagome había elegido. Y no lo había escogido a él, ni a su frialdad, ni su indiferencia, ni su cuerpo de escándalo ni mucho menos sus delicadas facciones o sus ojos de oro.

    La soltó, al notar que no respondía al contacto, como siempre hacía. Y la miro con algo de incredulidad mezclada con furia y orgullo.

    “No” grito en su mente “Nunca más dejare que esto pase, no caeré de nuevo”

    -Se acabo…- dejo escapar de sus labios, provocando que él abriera algo más de lo normal sus frío ojos- No quiero seguir con esto.

    -¿No?- helada, la helada voz de quien siempre lograba todo aquello que se propusiera casi penetro en su alma- ¿Por qué?- pregunto taladrándole el alma con sus pupilas, buscando en sus ojos chocolate la respuesta, intentando descubrir si se había enamorado de alguien, buscando el motivo.

    -Quiero vivir-dijo, con seguridad, exigiendo que le devolviera algo que en algún momento le entrego, por algo tan estúpido como un amor no correspondido- Vete.

    -¿Crees que yo me ceñiré a tus deseos?- se aproximo a ella, que no retrocedió, quedando cara a cara.- Eres mía.

    -¿Tuya?- exclamo con sorna, sonriendo con esteticismo, dejándolo de piedra- ¿Cuando hemos llegado a ese acuerdo? Yo no te pertenezco y haré lo que quiera. Y ahora solo quiero mi libertad. Desaparece de mi vida.

    -¿Por qué el cambio?

    -¿Por qué? ¿Aun tienes la cara de preguntarlo?- las lagrimas comenzaron a surcar su rostro, contraído por la ira y el dolor, pero él no hizo el más mínimo signo de compasión- ¡Me canse de esta farsa o de ser el objeto que calma tu cuerpo! ¡Estoy harta de sufrir por alguien como tú! ¡Vete al infierno y no vuelvas nunca más!

    -No te atrevas a alzarme el tono, humana insignificante- le espeto con frialdad, mientras la arrinconaba contra una de las paredes de la habitación y desnudaba la parte superior de su cuerpo, con una mirada de furia- ¿Quieres ser libre?- desgarro el sostén y dejo al descubierto sus pechos-¿Quieres que me vaya y no vuelva?- atrapo sus senos con sus garras y, acercando su rostro los beso, lamiendo los pezones, delineándolos.-¿Realmente eso es lo que quieres?- pegunto por ultimo, escuchando los jadeos de Kagome.

    -No- susurro apenas- No quiero que te vayas.- el triunfo brillo en los ojos de demonio- Pero quiero mi vida- el brillo se desvaneció- Y para ello, tienes que desaparecer- termino, con nuevas lagrimas renovando las anteriores.

    Sintió como se separaba de ella y deshacía su agarre, dando la vuelta y comenzando ser rodeado por la neblina oscura, la miraba.

    -Adiós- exclamo Kagome, todavía llorando- Adiós Sesshômaru…- y cuando él hubo desaparecido, dejo escapar sus ultimas palabras- Te amo…

    Cayo al suelo llorando desesperadamente, lamentándose de lo que acababa de hacer, pero segura de sus actos. Le dolía. Dios, como dolía aquello. Pero en el fondo, sabía que pasaría, que tarde o temprano olvidaría y, entonces, podría ser feliz de nuevo.

    La pregunta era, ¿Cuánto tardaría en detener el dolor?
     
  7.  
    Al Azif

    Al Azif Entusiasta

    Piscis
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Hola!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    Yuhuu!!!! ya casi la historia llega donde se detuvo.

    TT.TT pero como puedes torturarnos de esa manera?

    Pobre Kagome, le tuvo que decir adiós a Sessh. Bueno, él tuvo la culpa por no haberla considerado y valorado más.

    Jijijiji que copada es Kagome cuanto se pelea con los maestros!!!!! yo nunca hubiera tenido el valor de hacerlo jujujuju.

    Por cierto tengo una duda:

    Al principio del fic, mencionaste que Kagome y Rin no tenían mucho dinero, que incluso el edificio donde vivían era dee su familia y que por eso no pagaban renta.

    Pero después dices que los padres de Kagome son los 3º más adinerados.

    Total, ¿tienen dinero o no?

    Jujuju, bueno espero la conti con ansias.

    BYE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
     
  8.  
    Raquel

    Raquel Entusiasta

    Leo
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Hola Kayazarami!!!
    Tenía muxas ganas de seguir leyendo este fic y me ha dado una gran sorpresa cuando lo vuelvo a ver entre los favoritos.
    No me lo esperaba.

    Me ha encantado, ya te lo dije la otra vez,jajaj no me vuelvas a torturar que casi me da un ataque cuando ví que no seguías.
    Como siempre te deseo lo mejor y muxo ánimo.
    Xau wapetona!!^.^
     
  9.  
    victoria_7

    victoria_7 Usuario común

    Tauro
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Hola Kayazarami

    Por fin conntinuas este fic que tanto me gusta!!! *o*
    ya lo daba por perdido.... u.u menos mal que me equivoque!!!! :D:D
    Pobre Kagome... le ha tenido que decir adios a Sesshomaru por no saber valorarla... :(

    Ya queda menos para llegar por donde lo dejaste!! *o*

    Conti pronto!! tienes todo mi apoyo!!

    xaoO!!
     
  10.  
    oooGABYooo

    oooGABYooo Guest

    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    amo este fic! pero ay algo extraño...creo q lo abia leido antes...por que??
    eres la real autora?(y no en mala) es que creo que fue el año pasado...y yo leia todos sus fics....entre ellos silencio(narxkag), tiempos de revolucion(sesshoxkag), una estrlla sin amor(sesshox kag),xk me as abandonado?(sesshoxkag),etc. claro que yo tenia otro usuario...no recuerdo cual,....pero era mi escritora de fics favoritos......eres tu?? y me acuerdo que el ultimo fic que alcance a leer (no alcance entero...no m acuerdo xq) fue uno de que sesshomaru se tenia que casar con una prinsesa que no qeria y despues se iban enamorando........en fin....

    Espero que sigas el fic es MUY bueno :) la otra vez yo llege asta una conti mas...ajaj y no no voy a decir nada aserca de ella para demostrarte que lo abia leido xq o si no adelanto a tus lectoras jjajaj

    CHAOO!
     
  11.  
    Lady Stanley

    Lady Stanley Sweet Room

    Virgo
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Hola *******

    Wow , este fic esta genial me encantaron los dos primeros capitulos jeje xD , me pregunto que pasara despues entre sesshomaru y kagome al igual que on inu y rin , bueno eso lo sabremos en el capitulo 3 ¿una pregunta , en el primer capi tu dijiste que kagome y rin eran pobres y que vivian en el edificio que es de sus padres , pero en el capi dos djiste que los papis de kagome son los 3° ma ricos o adinerados?
    bueno , pobre kagome tuvo que decirle adios a Sessho,maru , pero el tuvo parte de la culpa ya que no la consideraba mucho que digamos .
    Bueno espero que las cosas cambien entre mis parejas favoritas ósea Sesshomaru y Kagome al igual que Inuyasha y Rin
    Me despido
    ATTE: :rosa: Zimbalist , tu amiga y consejera :rosa:
     
  12.  
    TheRusso

    TheRusso Entusiasta

    Acuario
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    hola, osea tu historia esta muy chida
    y pobresita ahome por que le harian
    eso? con razon staba con ojeras todo
    el timpo y de mal humor e Inuyasha
    solo quiere un beso de rin, que pasara
    quiero saber
     
  13.  
    Kayazarami

    Kayazarami Usuario común

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    El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Capitulo 3. El Regreso del Pasado.

    Aquello no era nada bueno. Pero nada.

    De entre todas las cosas en este mundo que aun no lograba comprender, Rin podría jurar que la única que dudaba algún día pudiese hacerlo estaba frente a ella, comiéndose unos cereales de una forma un poco rara. Si es que a coger una cucharada del bol y dejar que resbalase por su boca hasta dejar toda la ropa echa un asco de leche y bolas de maíz se podía llamar un “poco raro”.

    -Kagome…- la chica ni se inmutó- Esta muy bien que quieras ducharte otra vez, pero creo que al leche no es una buena elección.

    - ¿Eh? ¿Qué? – exclamo totalmente confundida, en la séptima luna.

    -¡Que mires tu ropa!

    -¡Ah!- grito levantándose, parpadeando incrédula, como si no entendiese por que estaba así- ¿Qué ha pasado?

    -Oh, nada- repuso sarcásticamente- Es que te apetecía cambiar un poco tu look habitual y te has estado tirando el desayuno encima- apuntó- No creo que ese estilo vaya a tener mucho éxito con los profesores, Kagome.

    -Mier…- corto antes de acabar, no le gustaba insultar ni usar palabras vulgares- Voy a cambiarme- suspiro entrando de nuevo en su habitación.

    Rin asintió y observo como su prima desaparecía tras la puerta de su cuarto, con una expresión triste, misma que llevaba toda la semana en su cara.

    No podía entender que le pasaba ahora. Volvía a ser la misma Kagome Higurashi de antes, que asistía al instituto y vivía una vida tranquila, solo que casi no reía y la mitad de las veces estaba ausente. Lo que era normal, si se tenía en cuenta que ya le advirtió que tardaría un tiempo en volver a ser completamente la misma persona de antaño. Al menos había avanzado algo y ya no era un zombi matutino.

    Y por otro lado, incluso ella misma estaba bien. No había vuelto a soñar con su bonita pesadilla ni nada relacionado a Kagome desde hacia una semana, como si el fantasma que acechase sus sueños se hubiera esfumado de una vez por todas.

    Distraídamente, miro el reloj… Las 7:15… ¿Eh? ¡¡¿LAS 7:15?!!

    -¡¡Kagome corre o llegamos tardeeeeeeee!! – grito agarrando su cartera y la de su prima a toda prisa, para echar a correr al vestíbulo, en donde se reunió con ella poco después la soñolienta princesa.

    Cerraron el piso y comenzaron su ya habitual carrera matutina en busca de no llegar tarde. Ese día tuvieron suerte, con todos los semáforos en verde y poco trafico, en diez minutos estaban jadeantes pero triunfantes en al entrada, con su grupo de amigas aplaudiéndoles.

    -¡Enhorabuena! –las felicito Kikyô- Puntuales por primera vez en…

    -…una semana- termino Yura, riéndose como una loca.

    Se quejaron un poco y entraron todas juntas al instituto, riéndose de cosas banales y estúpidas que las hacían felices, incluso Kagome sonrió mudando su cara de palo.

    El resto de la mañana transcurrió con lentitud, pero tranquilidad. Tan solo el memorable incidente de Kagome cuando rechazo a un compañero llamado Hoyô rompió la rutina diaria impuesta por las clases.

    -Ja ja ja…- se reía sin parar cierta morena con el cabello largo y una colita al lado, mientras caminaban de regreso a casa, con una Kagome algo sonrojada a su lado-¡Muajajajajajajaja!

    -Ya vale, Rin- pidió azorada la chica, muerta de vergüenza por que la gente que circulaba por la calle se quedaba mirando a su prima, que no paraba de reírse de forma maniática, como dando a entender que era su día libre en el psiquiátrico.

    -“Es que no me gustas nada”, ¿pero como se te ocurre decirle eso al pobre chico? La cara que ha puesto…

    -Bueno- trato de excusarse, avergonzada- Pensé que lo mejor era decirle la verdad…

    -¡Kagome! Ese tipo de verdad duele- le explico- Normalmente se dice “Lo siento” o “No, gracias”. Pero podrías haber acabado con “Además eres muy feo y tienes cara de lelo”, hubiese sido genial, me apuesto lo que quieras a que hubiera salido llorando llamando a gritos a su mama.

    -Vale, soy una negada en el mundo de las relaciones y no tengo ni idea de como rechazar a un chico- confeso la de ojos de chocolate- ¿Merezco morir por ello?

    -No- puntualizo Rin, aun con una divertida mueca adornando sus labios- Pero Hoyô seguro que ya debe estar planeando su suicidio.

    Kagome la miro con algo de pena y tristeza entremezclada con alegría y terminaron el regreso al apartamento en completo silencio, cada una inmersa en sus propios pensamientos, demasiado confundidas por los extraños sucesos que se hacían presentes en sus vidas.

    Por un lado, Rin Higurashi no podía evitar preguntarse el por que de la actitud de su amiga, a que había renunciado que la sumió en ese estado de dolor constante… Tampoco se explicaba el por que del cese de sus sueños justo cuando se produjo el cambio de actitud de ella, ni las pesadillas del pasado que la invadieron meses atrás.

    En cambio, Kagome tan solo trataba de no pensar en Sesshômaru. Cualquier cosa menos él. Le agradaba el instituto, por que permitía que se evadiera de la realidad y todos sus problemas recientes, hundiéndola en un mar de cálculos y ocupaciones estudiantiles. Le gustaba estar en compañía de Rin, ya que esta hacia comentarios cada poco tiempo que la situaban en divertidas batallas verbales en busca de la risa.

    Pero si de algo ambas jóvenes estaban seguras era de que, pasara lo que pasara, debían mantener a su compañera de piso al margen de los acontecimientos, para no “arruinar su vida normal y corriente”, algo que para su desgracia, distaba mucho de ser cierto.

    Al llegar a su destino, pasaron casi inmediatamente a sus habitaciones y se pusieron más cómodas, no pretendían salir aquella tarde. Era lunes, le tocaba a Rin cocinar y esta opto por preparar sushi, el plato favorito de Kagome, a ver si así la animaba un poco. Comieron entre conversaciones banales y triviales sin importancia y, tras fregar los paltos, se pusieron con los ejercicios.

    Casi sin darse ni cuenta, el tiempo transcurrió deprisa, después vieron la tele un rato y se fueron a la cama tras darse las buenas noches y una cena rápida.

    Una vez en su cuarto, Rin se cambio y se coloco el pijama, un camisón azul marino bastante corto, que dejaba muy bien marcadas las pronunciadas formas de su cuerpo juvenil. Suspiro y se tumbo mirando al techo.

    “¿Otra noche de sueños apacibles o el regreso al mundote las pesadillas?” calibro en su mente “Cuesta mucho creer que algo de lo que aquí ocurre es normal, pero mi vida lo es. Hace tres años un tipo mato a otros tres, ya esta, los asesinatos son el pan nuestro de cada día. Hay algo tan inquietante en el aire esta noche, que no se si podré dormir…” Pero sus párpados, cansados de toda la jornada, se comenzaron a cerrar con lentitud y finalmente cayo rendida al sueño.

    Tres horas más tarde, despertó sobresaltada. Se incorporo rápidamente y se restregó los soñolientos ojos. Un fuerte golpe la había arrancado del sueño tan hermoso que estaba teniendo acerca de mariposas celestes, insectos que amaba desde que era una niña.

    Con precaución y algo de pereza se levanto, cavilando si la tonta de Kagome se habría vuelto a caer al ir a buscar un vaso de leche a las cuatro de la mañana, cosa probable que hace cinco meses garantizaría sin dudar y se volvería a dormir. Solo que ahora todo era diferente y tal vez distinto.

    “¿Ladrones?” Cavilo “No, este es un barrio demasiado tranquilo y hay patrullas de seguridad rondando cada pocas horas. ¿Se habrá caído algo? Puede que se nos olvidara apagar algo y se haya desconectado y… Bueno, ya veré…”

    Poco a poco, caminando soñolienta, se dirigió a la Sala de estar, donde creía que había sido el escándalo. Paso junto a la habitación de Kagome y la suave respiración de ella le indico que, efectivamente, no tenía nada que ver con el ruido. Ya con algo de incertidumbre, paso a la estancia.

    El gran ventanal que daba al balcón estaba abierto y las ligeras cortinas blancas ondeaban con la brisa nocturna. La luna llena permitía distinguir con claridad las formas de los muebles y sus tonalidades. No había nadas sospechoso, pero tampoco ninguna de sus pertenecías estaba tirada en el suelo.

    “¿Qué habrá pasado?” Quien iba a decirle lo mucho que se arrepentiría de haberse despertado y buscar soluciones.

    -Imposible- susurro una voz tras ella, algo grave, pero joven y profunda, una voz capaz de llegar al corazón y abrirlo de par en par para penetrar en su alma y atormentarla con recuerdos pasados- ¿Mi conjuro de sueño no te ha afectado?

    Dio la vuelta con cuidado, deseando no ver lo que su traicionera mente le estaba exigiendo a gritos que viera. Y ahí se lo encontró a él. Con el mismo top negro ceñido y esos pantalones de cuero también negros… Las mismas cadenas que aquella noche, el mismo cabello de palta, ojos dorados y brillantes y las orejas de can…

    “La curiosidad mato al gato” alcanzo a soltar su mente antes de reaccionar apropiadamente a la situación. “¡Dios mío de mi alma y de mi corazón…! ¡Es él asesino psicópata despiadado que mato a un hombre de un solo golpe y decapito a dos más usando esas cadenas…!”

    -Tú…- tan solo su susurro su voz, que sonaba temerosa y al mismo tiempo incrédula.

    -¿Me conoces?- pregunto el “chico” acercándose a Rin, que instintivamente comenzó a retroceder- Uuumh… Eso no explica nada, mi hechizo debería haber funcionado…

    -Y-Yo…

    -¿Eres tú?- intuyo el hombre, mirándola con interés, analizando detenidamente el corto y pequeño camisón que cubría su impactante cuerpo, avanzando mientras ella retrocedía- Debo admitir que tienes un cuerpo… Interesante. Y esos ojos que brillan con miedo también son atrayentes- Rin choco con la pared y el desconocido invasor la acorralo posando un brazo a cada lado de ella- Por lo menos mi hermano tiene buen gusto.

    “¿De que estaba hablando este tipo? ¿Qué se supone que ha hecho su hermano conmigo? ¿Buen gusto? Un momento…. ¿Y si… Y si va a matarme? ¡No, no, no, no, no, no, no, soy muy joven para morir, por Dios, ni siquiera he tenido novio!” Su mente se paro un momento, recapacitando “Es deprimente que en diecisiete años aun no haya salido con ningún chico” sentencio.

    Definitivamente, el dicho de que cuando estas expuesto a las situaciones más peligrosas piensas, dices o haces cosas ridículas era perfectamente aplicable a Rin. El oji dorado noto enseguida la falta de atención de la chica y aquello pareció enfurecerlo.

    -Vaya, ¿así que prestas mucha atención a Sesshômaru y a mi me ignoras?- sonrío sádicamente cuando los ojos negros de ella se abrieron al recobrar la noción de la realidad y entender el estado en que se encontraba- ¿Sabes cuan peligroso es enfadar a un demonio?- ahora la mirada se volvió horrorizada, como si esa chica ya hubiera visto antes alguna muestra de su poder- Tu… ¿Me conoces?

    Sin poder evitarlo, la morena asintió con lentitud, preguntándose si aquello la salvaría. No lo creía. Pero había dicho que era un demonio. ¿Era posible? Realmente creía que lo era, por que desde luego, no parecía un simple ladrón o asesino. No por la forma con la que mataba.

    -Claro…- los ojos ámbar destellaron un segundo, en reconocimiento- La chica del callejón hace tres años- exclamo totalmente convencido, como si acabase de comprobarlo en un archivo dentro de su memoria- ¿Y tú eres la mujerzuela de mi hermanito?

    -No se de que me habla…- suspiro muy cohibida, puesto que él se acercaba cada vez más a su rostro, como si desease verla más de cerca, solo que con otras intenciones en mente.

    -Claro que lo sabes- ya podía sentir con total claridad el suave y calido aliento bañar su rostro- Y lo dejaste. ¿Como se te ocurrió esa tontería? Sesshômaru no es alguien que acepte ese tipo de cosas por las buenas, volverá. Y tendrás que estar con él lo quieras o no- sentencio, mirándola con algo de ¿fastidio?- Pero bueno, ¿sabes? Puede que te haga un favor…Y te libre de él por siempre.

    -¿Co-como…?- no sabía ni que decir de lo muy confundida que estaba. ¿Sesshômaru? ¿Quien era ese? ¿Y se suponía que estaba con ella? Le había llamado hermano, así que ese chico también era un... ¿demonio? ¡¿Pero que estaba pasando allí?! ¿Y por que él… Estaba tan cerca? Demasiado…- Yo no…

    -Ahora lo comprendo todo- comento, como de casualidad, pasándole los finos dedos por los suaves labios de su boca entre abierta- Mi conjuro no funciono por que una vez te toque… Más de lo necesario…- la tomo con cuidado por el mentón, delineando aun sus sonrosados labios, mientras se deleitaba con su enrojecido semblante.

    No dijo nada más, tampoco lo considero necesario, le paso delicadamente un brazo por la cintura y la pego a él, haciéndola temblar ante en contacto. La mano abandono su boca y se situó en sus cabellos castaños, acariciándolos, preso de su belleza.

    Rin se estremecía sin poder evitarlo, al experimentar todas aquellas sensaciones nuevas, presa de un encantamiento tan poderoso como solo podía serlo el sentirse atraída por el mismísimo diablo.

    -¿Quien eres?- dejo escapar en un ahogado jadeo, con una voz dulce y trémula que juraría no haber usado nunca antes.

    -Inuyasha- dio por toda respuesta, aproximando sus bocas con delicadeza pero decisión y por ultimo, justo cuando ambas superficies entraron en contacto de nuevo, tras aquel beso robado hacía tres años- El hijo del Diablo.

    Estrecho el abrazo con más fuerza y hundió su boca en la de la inexperta Rin, permitiéndole temblar, dejándola contra él y manteniéndola cerca de su calido cuerpo, demasiado caliente como para ser el de un ser humano normal, demasiado fogoso, pero sobre todo, demasiado pasional y ardiente para cualquier humana.

     
  14.  
    Graciela C.

    Graciela C. Usuario común

    Géminis
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    Escritora
    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Uy! se estan poniendo calientes las cosas!!!! Aunque el siguiente episodio no me va a gustar mucho, espero saber que pasara " después" xD cuidate! ^^
     
  15.  
    TheRusso

    TheRusso Entusiasta

    Acuario
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    oh, esta historia esta muy buena
    demasiado, como reaccionara kagome?
    que tal y le preunta rin a kagome por
    sesshoumaru??? oh dios mio esto se
    esta poniendo bueno, espero la continuacion

    atte:
    PUMI
     
  16.  
    merlina

    merlina Guest

    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Hola
    Que bueno que volviste, ya me estaba preocupando xD.
    Espero que la avances más y que no le vulva a pasar naa a tu pc.
    Cuídate mucho.
    bye.
     
  17.  
    MاĦA

    MاĦA Entusiasta

    Géminis
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    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    woow!!! continualo pronto, se kedo muy bueno, lo he estado leyendo en fanfiction peo va un capi mas adelantado, jaja, asi que supongo que vere en cual sale primero el que sigue jaja, continualo pronto y sabes que escribes muy pero muy bien.
     
  18.  
    Candeela

    Candeela Entusiasta

    Cáncer
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    Pluma de
    Escritora
    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Hola!!! yo ya habia empezado a leer este fics antes... q buenoo que lo abriste otra ves!!

    Ahi q malvada q fue kagome con hoyo, pero bue q se le va a hacer...

    Espero la conti!!!

    BsOOOO
     
  19.  
    Atropos

    Atropos Entusiasta

    Leo
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    Escritor
    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    haaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy

    me muero de lo interesante

    se me cae la baba por el cap!!!!!!!!!!!


    ppor dios no se si podrre soportar mas tiempo

    ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh*suspiro+baba*


    que fic tan fascinante y sublime

    de veras no miento

    tengo la re emocion

    no puedo mas



    besotes!!!!!!!!!!!!!!
    *me desmaye*
     
  20.  
    oooGABYooo

    oooGABYooo Guest

    Re: El Señor de los Infiernos [SesshxKag] [InuxRin]

    Kayazarami que buena conti, aunque ya la abia leido jajaj.....eres muy creativa ,

    espero la prox conti! :)
     
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