Y ahí estaba, el Oni, el demonio sostenía un mazo de púas, estaba listo para acabar con la vida del samurái. –¿Porqué no estás huyendo? Me gusta más cuando mis presas corren.– dijo aquella bestia –El mundo me lo ha quitado todo, mi honor, mi familia y a mi pueblo, solo quiero morir y que este dolor deje de atormentarme, máteme por favor, señor Oni– el guerrero retiró su kabuto de su cabeza, dejó su katana delante del Oni y se arrodilló delante del demonio –Veo que no le temes ni a la muerte, te has ganado mi respeto, samurái, algo me dice que podrás luchar por tu pueblo una vez más.– Después de que el Oni recitó esas palabras acabó con la vida del samurái, recogió la katana, desprendió el cuerpo sin vida de la armadura y guardó el kabuto del guerrero para regresar a sus tierras. El libro es cerrado, el anciano mira a sus nietos –¿Y qué pasó con el Oni y el samurái?– pregunta uno de los niños pequeños El abuelo rió levemente. –Solo los Dioses saben– respondió el abuelo.
Emmm... la verdad es que me sorprendió saber que lo que estaba leyendo era en realidad el cuento de un samurái y un Oni. Y me quedé completamente igual que los nietos; preguntándome, ¿qué pasó con el Oni el el guerrero? Creo, que la idea que planteas, no es mala, y hasta cierto punto me gusta. Contar una historia dentro de una historia con un mensaje¿? o una interpretación. Además, la tematica me llama la atención que ahora me preguntó tantas cosas. Sin embargo, sentí que se podía contar más y no dejarnos con la historia a medias. Me falta algo para que pueda terminar cerrando la historia o el cuento en cuastión, sin buscar o interpretar algo tan rebuscado. Quizá se una simple historia y ya, y yo le esté dando vueltas de más (sin mentirte lo he leído tres veces intentando buscar algo xD), no lo sé, pero esa fue la impresión que me dejó. Un relato cuyo título me llamó la atención. Bueno, eso sería todo de mi parte. Hasta otra.