El regreso

Les dejo aquí este fic basado en la mitología Inca, espero que les guste =) ...

El regreso

Un barco se divisaba a los lejos, los trabajadores de las sagradas tierras los miraban mientras se preguntaban: “¿Qué es eso? Navegan por las aguas y son bastante grandes”. A esas alturas, dos barcos más se veían junto al primero. La primavera, cual fuerza cósmica, había hecho florecer los lapachos, y el rosa cubría la arboleda que a los lejos divisaban los tripulantes de las naves que surcando las aguas, se aproximaban.

Recaló la primera nave, luego la segunda, y lo propio hizo la tercera. La muchedumbre ya se había amontonado en las costas. Y el desembarco se produjo en sepulcral silencio. Un aire casi imperceptible que se había precipitado, apenas incidía en la inercia de las míticas cruces templarias que guiaban las naves.

Atónitos, los nativos habitantes de esas islas apartadas, miraron a sus visitantes. No los esperaban, jamás creyeron que los verían un día en sus vidas, llegaron como ladrón de noche, irrumpiendo la monótona servidumbre al helio dorado.

Esos hombres se agruparon alrededor de uno, que los nativos dedujeron, era el líder, por tanto tenía que ser él.

Un mago que se encontraba entre la muchedumbre se arrodilló. Y pronto los demás lo imitaron, el líder de la tripulación presenció esa escena con una media sonrisa. “Me lo esperaba, es tal como la última vez que estuve aquí” pensó.

_ Sos vos, sos vos, haz vuelto. _ dijo el anciano mago desde el suelo_ ¡Viracocha! No imaginas cuanto esperamos este día, nuestros ancestros, las aguas, los vientos, los animales, los espíritus que nos acompañan. Todos anhelábamos tu regreso, tu vida y obra es objeto de nuestro estudio y devoción.

El líder de la tripulación extendió sus dos manos, y automáticamente recibió alabanzas entusiastas.

Mientras eso ocurría, entre la muchedumbre, una pequeña niña miraba confundida. Estaba de pie y había clavado su mirada en los visitantes.

_ Esos ojos _ dijo_ esos ojos no son los que imaginaba cuando mi padre me contó. Esos ojos son iguales a los de los sacerdotes.

Pero nadie la oyó, todos estaban encantados por el tan esperado regreso.