— ¿Has visto a Kaito?— pregunté a su hermana pequeña justo en el momento que iba a entrar ella iba saliendo, una gran coincidencia. —No, salió con su celular en la mano, ya sabes como siempre— respondió. —Gracias Rin— preguntar, que te respondan y sin dar las gracias como que no es muy educado. Mi cel empezó a vibrar llamada de… ¿Kaito? —¿Bu…bueno?— contesté. —Hola— respondió el, por alguna razón me sentía algo… ¿nerviosa? ¿Yo? ¡No puede ser! —Oh, ¡Kaito-kun e-eres tú!— que tonta me siento respondiéndole de esta manera… Llamada finalizada —¡¿Qué?! ¿Me corto?, mejor lo iré personalmente—. Deambulé por las calles que estaban cerca de su casa, hasta el centro comercial fui a dar: dando vueltas, vueltas y vueltas y más vueltas en mi bicicleta y no lo logré encontrar, quería darme por vencida pero no podía, él es mi amigo y seguro estaría sufriendo por su rompimiento con Meiko, tal vez necesitaría un hombro amigo y a alguien que lo escuche… Por fin lo visualicé, entró a una cafetería y decidí entrar a acompañarlo. Te vi, estabas solo en una de esas mesas cuadradas con una mano sobre tu mejilla y mirando perdidamente hacia la ventana. La lluvia no se hizo de esperas ¿Por qué llueve cuando pasa algo triste? No sé, trataré de levantarle ese ánimo pues no quiero que se hunda solo. Llegué y me senté enfrente de él, rápido reaccionó y me miró asombrado, sus ojos tenían rastro de que estuvo llorando, no le culpo todos tenemos corazón y aun que los hombre sean muy macho también tienen sentimientos. El asombro no se apartaba de tu rostro y me decidí a hablar. —Yo… am— en verdad creo que te había dejado sin palabras, mudo por completo. —Toma, es para ti— le dije extendiendo de mis manos una caja con un forro azul y con un decorado de helados y un poco de malteadas, sabía que le gustaban. —Es tu regalo por este día tan especial Kaito-kun— ¿pero qué rayos estaba haciendo? —Miku… me he dado cuenta que tu… —Que yo…— ¿Qué yo? ¿Qué yo qué? —Que tú te preocupas mucho por mí, gracias Miku-chan—. —¡No hay de qué!— dije regalándole un gran sonrisa —para eso están los amigos y mas alguien que te quiere mucho— . —Y por esto, te invito los helados que quieras, hasta que mi cartera quede vacía, ah y también ¡malteadas y pasteles!— Verte de buen ánimo y sonreír es el mejor regalo que me has dado Kaito-kun, Arigato…
Hola, ¿Como estas? Me encanto, pero tienes errores en la trama pero como de esto no se mucho te recomiendo el uso de Beta Raider y sin mas que decir me despido. Bye-Bye
