El Recuerdo de la Promesa

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Brunchi, 9 Enero 2017.

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    Brunchi

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    El Recuerdo de la Promesa
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    Un 4 de enero de 2012, un día nublado con probabilidades de lluvia, en una casa estaban solo una chica y chico de tan solo 16 años.

    -Mike...-solloza- por que... lo hiciste... -pregunta triste una chica

    Tenía al chico en su regazo, apenas respirando, y la chica solamente llorando.

    -Nella...no...llores -dice apenas Mike.

    Ocasionando Nella llore más, era doloroso ver, en los últimos segundos ver a tu amigo cerca de la muerte. Se preguntarán ¿porque no llamaba un ambulancia? ¿Que pasó?
    Nella ya lo había echo, ya había llamado desesperada, pero no llegaban y los minutos pasaban.

    Mike se había estado cortando las venas, llorando amargamente horas antes, sin estar muy consciente de lo que pasaba a su alrededor, cuando se empezaba a sentir mareado, se empezó a asustar y ser consciente d elo que había hecho.
    Llamó a Brunella, apenas, le temblaban las manos, no tenía muy buen control de ellas, la sangre brotaba.

    -Nella... sangre...sale mucha...me descontrolé...ven..te necesito...-había dicho Mike en desesperación para luego caer al piso.

    Brunella solo vivía a una casa de allí, por lo que salió, tropezándose con todo a su alrededor, agarró su mochila, que tenía su botiquín de primeros auxilios, siempre preparado, tiro su celular dentro de ella, y abrió la puerta, saliendo a correr. Saltó una cerca se raspo la pierna, hizo una mueca pero igual siguió, abrió la puerta de la casa de Mike.

    Nadie había, todo estaba a oscuros, ella corrió al cuarto de su mejor amigo, y lo encontró tirada cerca del baño, con mucha sangre rodeándolo. Trató de no entrar en pánico y no llorar, pero le era imposible, suspiro, abrió su mochila.

    -Mike...ya llegué, veras que te curaré y estarás bien -dijo Brunella.

    el respiraba apenas, pero abrió los ojos y la mira asintiendo.

    -Nella...-dijo Mike contento de verla pero se sentía muy débil.

    Ella sacaba agua oxigenada, algodón, y vendas, para luego agarrar con cuidado los brazos de su amigo, y ver que eran mas profundas las cortadas, trató de hacerle menos daño, dolería, ardería pero al menos trataría de curarlo, como siempre lo había hecho.

    -Ay...Mike... resiste no duermas...-decía Nella, mientras trataba de parar el sangrado.

    Pero cuanto mas lo intentaba, mas sangraba, y la empezaba a asustar más.
    Su respiración se encontraba entrecortada, pero igual limpió las heridas las vendó, pero igual sangraban, entonces se decidió por hacer algo.

    -Nella...me siento débil..cansado..creo que esta vez ya me excedí -dijo Mike mirándola triste.

    Brunella solo negó, buscó entre su mochila su celular, y llamó a 911, pidió una ambulancia, dando la dirección, pero sentía en su corazón un mal presentimientos.

    -Mike...no digas eso, ¿si? -decía Brunella tratando de sonreír, pero se sentía tan preocupada por Mike, que le salió solo una mueca.

    Mike, se intentó levantar pero cayó sobre sus codos, Brunella corrió, lo ayudo, llevó a la cama lejos del charco de sangre, ella se sentó y dejo que Mike se acostara sobre su regazo.

    -Nella...-la llamó débilmente, agarrando su mano.

    ella lo miró, tratando de no llorar, ser fuerte, como siempre lo había hecho, pero le partía el corazón ver en ese estado a su amigo, la estaba matando.

    -Mike...¿te acuerdas la promesa que te hice cuando nos conocimos? -dijo Brunella, mientras con la otra mano acariciaba el cabello de su amigo.

    Él asintió, sonriendo débilmente.

    -Que estarías cuando mas te necesitaba... que harías lo que fuera para siempre sacarme una sonrisa, no importa lo difícil que fuera. -ríe, pero tose al hacerlo- Que..de por sí yo era muy amargado y daba miedo -dijo Mike con una mueca al recordar.

    Brunella ríe al recuerdo, mientras que las lagrimas caen por sus mejillas.

    -es que hasta al gato de la vecina y el pato de la plaza corrieron al verte -decía Brunella riendo.

    logrando que Mike sonría al verla feliz.

    -Brunella tu me alegraste, alegraste mi mundo, hiciste un mundo de colores a aquel mundo en blanco y negro en que vivía, fuiste mi luz... y lo seguirás siendo.. -dijo Mike, mientras llevaba la mano de ella, y plantaba suavemente un beso en ella.

    Logrando que eso, logre hacerla llorar mas de lo que estaba, empezó a sacarselas, miró la hora en el celular y aún no había señales de la ambulancia, logrando que su mundo empezara a caer en pedazos, pero trató de disimularlo.

    -Brunella...ya sé que he sido un imbécil al hacerte esto, pero ya no aguanto mi vida, mi familia -dijo Mike mientras cerraba los ojos cansado.

    Ella lo nota, lleva su mano, a su muñeca, comprueba su pulso, y es débil, sus latidos, todo iba mal, y no llegaban la ambulancia.

    -Pero me tienes a mi, a mi si me importas yo te quiero mucho..no..se... que haría sin ti, Mike...-dijo ella ya llorando

    Él abre sus ojos, la vi sufriendo, le duele ocasionarle dolor, pero no lo pensó bien, el siempre había sido impulsivo, luego de haber cometido el error se daba cuenta del mal.

    -Nella...sé..que..no llegaré a aguantar más...-dijo Mike, y como si lo hubieran apuñalado, al escuchar el sollozo de ella- promete me, que si no sobrevivo, seguirás sonriendo, luchando contra el mundo, saltando las rocas de la vida, y no llorarás más al recordarme...

    Brunella empezó a negar cuando le pidió eso, lloraba mas y más, sentía que su corazón pararía si el no estaba con ella, no iba a poder sonreír sin el, hacer estupideces sin él, no serían iguales, no podría.

    -No... no..no me pidas eso..no lo podre hacer Mike...-dijo entre sollozos Brunella.

    Mike, también se encontraba llorando al verla así, pero cada minuto que pasaba se sentía con más sueño, y ya no sentía sus brazos, sentía frío.

    -Nella...por favor... promete me lo por favor -suplicó Mike.

    Ella lo miraba entre llanto, se limpiaba las lagrimas que hacían que viera borroso todo de él, y vio como aquel brillo de vida suyo se iba apagando frente a ella.

    -No..sino te tengo conmigo, no podré sonreír, no podré estar sin ti, eres mi mejor amigo, mi luz, mi energía, mis ganas de sonreír -decía Brunella, mientras lloraba, agarraba las manos de su amigo y la cerraba con las de ellas.


    Mike lo apretó con sus ultimas fuerzas..

    -Yo siempre estaré en tu...corazón..nunca abandonaré -dijo Mike, mientras la miraba con una sonrisa débil.

    Al oír eso Brunella, sintió y sabía que tenía razón, entonces suspiró tratando de calmarse, pero apenas lo consiguió para decir..

    -Te lo prometo Mike, por ti lo haré -dijo Brunella

    Y justo cuando sus ojos se conectaron, Nella vio como su brillo se fue apagando para luego dejar de respirar y cerrar sus ojos.
    Brunella ya no sentía nada a su alrededor su mundo cayó al momento de ver eso, poco después la ambulancia se escuchó, poco notó que vinieron los Paramédicos, la querían separar de él.

    Ella se negaba, no quería...pero sabía que ya no volvería, sabía que habían llegado tarde.

    Aquella noche del 4 de enero de 2012 se le a los padres de Mike y toda su familia, la noticia de su muerte, Brunella se sentía vacía, una y otra vez se recordaba las últimas palabras de Mike. El 10 de enero fue su funeral, ella fue, se sinceró, les gritó a sus padres que por culpa suya el se fue, todos lo supieron ese día.

    Mientras pasaba ya un mes del funeral, Brunella ya no era ella misma, le constaba volver a ser ella. Era consciente que estaba mal, dejo de comer, se encerraba en su cuarto a llorar todo el día, la llegaron a internar por no comer.

    Hasta que un día en un sueño, lo volvió a ver, a su mejor amigo, lo vio triste, lo abrazó cuando lo vio. El le dijo que no le gustaba verla así, que le había hecho una promesa, y que no la estaba cumpliendo.
    Brunella, bajo la mirada culpable, pero él levantó su mentón, y beso su frente.

    -Siempre estaré contigo Brunella, siempre, nunca te olvidaré, yo siempre estaré aquí para ti -dijo mostrando el corazón de ella- ¡así que anda! Haz lo que prometiste -dijo con una sonrisa Mike, antes de cruzar la luz.

    Ese día Brunella despertó agitada, los médicos habían dicho que casi se había ido a la otra vida, pero ella solo estaba feliz, de haberlo visto. Y de aquí en adelante se prometió que lo cumpliría.

    Fueron pasando meses, y ella volvía a comer, a sonreír, a luchar contra el mundo, y prometiéndose a si misma que nunca lo iba a olvidar.
     
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