One-shot El Precio del Dulzor [The Legend of Zelda: BOTW]

Tema en 'Fanfics sobre Videojuegos y Visual Novels' iniciado por Rashel Vandald, 5 Junio 2020.

  1.  
    Rashel Vandald

    Rashel Vandald <3 <3 Felices fiestas. <3 <3

    Capricornio
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    Escritora
    Título:
    El Precio del Dulzor [The Legend of Zelda: BOTW]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1488
    Fandom: The Legend of Zelda: Breath of the Wild © Nintendo.

    Personajes principales: Revali. | Mipha. | Link. | Urbosa. | Daruk.

    Géneros: Friendship. | Hurt/confort.

    Advertencias: Ninguna

    Aclaración: Este fic participa en la actividad “Pecados Capitales”.


    Pecado: Gula.


    _____________________________

    Era medio día cuando el grupo de los campeones destinados para vencer a Ganon, decidió permanecer en silencio y tranquilidad mientras cada uno, a su modo, esperaba a que el elegido orni se encontrase más disponible y volviese a reintegrarse con sus compañeros para poder retomar su marcha hacia el Castillo de Hyrule.


    Daruk había pasado toda la mañana jugando con algunos niños, hasta que llegó la hora del almuerzo. Urbosa había pedido permiso para hacer un remedio casero en la cacerola de una mujer orni, y Mipha se había quedado con ella con el fin de ayudarla. Link, por su lado, había decidido entrenar un poco en las afueras del poblado.


    Absolutamente todos, estaban esperando a Revali.


    Para el guerrero con plumas, era muy sencillo extender sus alas y lanzarse pico abajo hacia un sitio donde la gente (por no decir, sus compañeros) no estaría diciéndole el típico: “te lo dije”, mientras vomitaba sobre un arbusto.


    Sin embargo, Urbosa ya le había advertido a Revali lo que atragantarse durante la cena de ayer, podría hacerle a su estómago, incluso antes de que el guerrero se pusiera a tragar como un cerdo.


    »¿Estás loca, gerudo? —le replicó Revali, con su séptima rebanada de pastel a medio comer, sobre su plato—. He pasado meses alimentándome de basura, merezco mejor trato, ¿sabes?


    Poniendo los ojos en blanco, Urbosa se tragó su respuesta, debido a que, de cierto modo, Revali tenía razón.


    Los elegidos junto al espadachín, habían hecho un viaje de pocas semanas hacia las altas y nevadas montañas, donde la comida y el agua potable escaseaban, con el fin de entrenar sus tácticas de batalla ante la posibilidad de tener que luchar pronto contra Ganon.


    Debido a sus habilidades de vuelo y resistencia a las bajas temperaturas, Revali solía ser el elegido para conseguir los alimentos que el resto del equipo necesitaría, sin embargo, una vez que llegaba al punto de encuentro; aparentemente les mentía a sus colegas al decirles que él ya había comido mientras recolectaba las frambuesas que, apenas, alcanzaban para un grupo de cinco adultos.


    Gracias a que el Poblado Orni estaba próximo a las montañas, se detuvieron ahí para descansar una vez que terminaron su entrenamiento.


    Todos estaban tan agotados luego del viaje que, por primera vez, hicieron caso omiso a la admiración que despertaban en los pequeños orni que ansiaban, algún día, ser como ellos.


    Mientras Revali arribaba en su propia casa, los cuatro extranjeros fueron hospedados en El Nido, la fabulosa posada que era atendida por una amable orni adulta. Los 5 campeones durmieron durante la tarde. Por la noche, los cinco pudieron despejarse y descansar lo suficiente para saludar al patriarca orni como era debido, al mismo tiempo que accedían a ser parte de un banquete para celebrar sus progresos.


    Urbosa, la matriarca gerudo, tomó la palabra para agradecer las atenciones, más tarde la secundaron los demás.


    Una vez que estuvo servida la comida, todos pudieron llevarse manjares a la boca, luego de muchos días y días de sólo frambuesas congeladas. Incluso Link rebasó su límite, no se detuvo hasta que tuvo que apoyar su espalda sobre el respaldo de la silla para no ejercer presión sobre su cinturón.


    Vaya que los orni tenían un menú bastante variado y delicioso.


    Sin embargo, cuando Mipha hizo la observación, todos notaron que Revali había estado muriéndose de hambre con el fin de dar, quizás, toda su porción de comida a sus compañeros.


    »Parece que es la primera vez en días que comes algo —musitó la princesa zora hacia el guerrero que tenía a un lado, dándose un atracón impresionante.


    Al mismo tiempo que Revali se llevaba una bola de arroz al pico, así mismo saboreaba la sopa de caracol.


    Daruk también se dio cuenta de la cantidad anormal de alimentos que el orni estaba ingiriendo.


    »Sé que tienes hambre, Revali, pero creo que deberías…

    »Déjenme en paz —espetó Revali, luego de tragar. Fue por su segundo plato de salmón con salsa, y no se contuvo.

    »Al menos… deberías tomar algo de agua —musitó Mipha, otra vez, pasándole un cántaro. Sin embargo, Revali la ignoró.


    Cuando se acabó la comida, todos creyeron que Revali pararía a su ingesta, sin embargo, Urbosa alzó ambas cejas con sorpresa cuando el orni pidió… no una, sino dos rebanadas de un apetitoso pastel de frutas. El postre favorito de Revali.


    Mipha no pudo acabarse su propia rebanada, así que, cuando ella la ofreció a cada uno de sus amigos y todos negaron, completamente satisfechos, Revali extendió su ala por encima de la mesa y tomó el plato.


    »Si nadie lo quiere yo todavía tengo espacio.


    Lo peor no fue la extrañeza que sintieron todos al ver a Revali comiendo como un mendigo, sino el hecho de que el muy imprudente no había bebido nada (ni agua, leche, o té) durante su atracón, lo que eventualmente ocasionaría que el orni se levantase a tempranas horas de la mañana para ir a vomitar todo lo que su cuerpo no había necesitado.


    —¿Pudiste convencerlo de tomar el remedio? —preguntó Urbosa a Link, quien iba llegando a la casa de Revali; donde todos lo esperaban, luego de haber seguido al dueño de la morada hacia las afueras del Poblado Orni a petición de la matriarca gerudo, con el fin de darle un menjurje que la mujer había preparado para aliviar el estómago del orni.

    —A medias —respondió Link a Urbosa, siendo lo más educado posible, como siempre.


    La tarde de hoy, todos debían estar en perfecta forma para volver al Reino de Hyrule, sin embargo, ya pasaba del medio día y Revali no volvía de enfrentar su problema estomacal.


    —¿A medias?

    —Se lo tomó, pero no tardó en vomitarlo.

    —Vaya —Urbosa susurró con cierta lástima—. A este ritmo, tendremos que llevarlo con un doctor o va a enfermar en serio.


    Link asintió a las palabras de la gerudo, pero alguien más se entrometió a su conversación.


    —Iré a ver cómo está —dijo Mipha, levantándose de su asiento, luego de estar hablando con Daruk.

    —No sabía que podías aliviar las indigestiones estomacales también, Mipha —aduló Urbosa, sonriendo amable.

    —La verdad, no puedo —se rio apenada—, pero quizás pueda ayudar a Revali a sentirse mejor.

    —Suerte con eso —Urbosa no fue burlona ni sarcástica—. Un Revali sano es bastante difícil de tratar. Uno enfermo…

    —Todo estará bien —usando su temple, Mipha trató de relajarla.





    Sintiéndose bastante mal; incluso mareado, Revali al fin pudo lavar su pico, cuando su estómago estaba lo suficientemente vacío como para seguir vomitando.


    Nunca más…


    —Maldición —gruñó sosteniéndose el abdomen, tratando de aliviar el malestar.


    Cuando oyó unas pisadas aproximándose, Revali se preparó para voltearse y decirle a Link que luego le agradecería a Urbosa por su remedio casero, pero que le dejara en paz hasta que pudiese ponerse de pie.


    —Revali —masculló Mipha, llegando con él.

    —Eres tú —susurró aliviado porque no fuese el espadachín.

    —¿Cómo te sientes? ¿Muy mal, todavía? —bastante preocupada, la joven princesa se agachó para pasar una de sus manos por su frente—. Lamento no poder ayudarte con esto.


    Aliviado con el alma, Revali sonrió un poco, abriendo lento sus ojos.


    —No esperaba que me salvases de esta. Ni tú, ni nadie —dijo, un poco avergonzado—. Debo hacerme responsable por lo que hago, ¿acaso eso no fue lo que dijo Urbosa?


    Dándole la razón, Mipha se rio.


    —¿Ya haces caso a lo que Urbosa te dice?

    —No se lo vayas a decir —pidió Revali—, pensará que ya puede manipularme.

    —Urbosa jamás haría eso —Mipha hizo un mohín.

    —Contigo —agregó Revali—. Ella cree que soy demasiado…

    —Serio y un poco impulsivo. Se preocupa por ti… igual que yo.


    Ignorando un ligero ruido en su estómago, esperando a que pronto, el menjurje de Urbosa lo calmase al 100 por ciento, Revali miró a Mipha pícaramente.


    —¿Igual que tú? ¿También crees que soy como un niño rebelde al cual debes enderezar?


    Desviando la mirada al suelo, Mipha se sonrojó.


    —Sabes que no —siseó, inhalando profundo—. ¿Te sientes muy mal, todavía?

    —Mmm, no —Revali cerró los ojos, descansando luego de estar prácticamente toda la noche, en asqueroso agobio—. Unos minutos más y podré caminar.


    Mipha asintió a esas palabras.


    —¿Quieres que me quede contigo hasta entonces? —le susurró, acariciando las plumas de su cabeza.

    —Por favor —respondió en el mismo tono.

    —FIN—
    _____________________________
    Muchas gracias por leer, no sé si abarqué bien el pecado de la gula pero hice el intento con lo que se me ocurrió jeje. Espero que les haya gustado.

    Saludos.
     
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    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

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    No tengo el gusto de conocer completamente el juego de Zelda así que por ese lado no tengo nada de que quejarme sobre el manejo de personajes, pero en general creo que el pecado de la gula fue retratado a la perfección en Revali y su manera de tragar sin pensar en las consecuencias de ese acto ni en la preocupación de sus compañeros... obvio que el castigo no se hizo esperar dada la indigestión del siguiente día lo que afecto su desempeño.

    Bueno, mis más sinceras gracias por escribir.
     
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  3.  
    wasabi

    wasabi Flamer Comentarista empedernido

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    Me encantó tu historia y más por el juego que elegiste.

    Para ser sincera, Revali siempre me pareció un poco demasiado orgulloso (incluso después de morir), aunque también lograba transmitir mucha humanidad que trataba de ocultar siendo "el mejor". Tu fic transmite genial su forma de ser y le regalas un momento de debilidad que se justifica con esa forma de ser, después de salvar a sus compañeros era más que justo actuar impulsivamente.

    Mipha y Urbosa también me encantaron, como las describes preocupadas, aunque cada una a su modo.

    Este grupo es de mis favoritos de todos los videojuegos y la historia me regaló un poco más de ellos, gracias <3 Además, un manejo genial del pecado.

    ¡Saludos! Ojalá sigas escribiendo de BOTW
     
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    Ness

    Ness girl from nowhere

    Aries
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    Escritora
    ME ENCANTÓ, AAAAAH.

    Creo que retrataste a los personajes tal y como son en el juego, Mipha, bondadosa, amable y alguien que se preocupa genuinamente por sus amigos; Daruk, idk está en sus cosas, es amable, protector, buena gente; Urbosa, imponente, algo mandona, Link: callado; Revali: terco en su máxima expresión.

    La narración está perfecta, ningún error en la ortografía, impecable.

    Y me hiciste shippear mucho a Revali y a Mipha, esa idea no se me habría pasado jamás por la mente.

    Necesito más(???) Pero sin más que decir, gracias por permitirme leer semejante majestuosidad♡
     
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