El precio del amor

Bueno, este es mi primer fanfic así que, espero que les guste, acepto las críticas, pero, les pido que traten de decirme las críticas de una manera no tan dura, se los agradecería mucho, bueno en fin, ¡Besos!
Posdata: El prólogo es narrado por Sakura.
También esto:
—Hola— Habla el personaje.
—"Hola"— Piensa el personaje.
Prólogo
¿Alguna vez oyeron hablar sobre la fe? ¿Nunca escucharon a alguien nombrar la palabra "fe" ustedes les preguntaron qué era y ellos no les supieron responder? Si nunca oyeron, ahora van a oír, pero si ya oyeron, van a oír otra vez. Vamos a lo básico ¿Qué es la fe? El lugar más confiable que tengo de información que tengo me dice: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve." Que hermoso. Desde ahí empecé a usar la palabra fe muy a menudo. Para los seres humanos, prácticamente, la fe, es un punto vital. Por qué digo vital, la respuesta es simple. Siempre creemos en algo. Ya sea en Dios, o en dioses, o en teorías evolutivas, en lo que puede hacer uno mismo, en lo que no puede hacer uno mismo, etcétera. Para redondear, la fe, es creer sin ver. Un día, en la escuela, en el consejo estudiantil, nos planteamos la siguiente pregunta: "¿Tienen fe en el amor?" Yo se las replanteo a ustedes... ¿Tienen fe en el amor? Yo, bueno, sí, si tengo fe en el amor. Yo amo el amor, aunque no quiero enamorarme, sino que amo el amor en sí, en dos personas que no sea yo, así sí. Pero yo nunca me voy a enamorar. Al menos eso creí, todo va a cambiar en esta historia que les voy a contar, nunca creí que pasaría, es muy tonto, patético, cursi, estar enamorada, y te pone muy mal cuando ves a esa persona con otra que no seas vos, y te pone muy bien, tan solo la presencia de esa persona en tu vida, ni siquiera que te hable, sino que cuando viene, saltas de la emoción. Es increíble que cuando estás enamorado, esa persona te cambie el ánimo tan rápidamente. Bueno, no importa, seguimos. También hay otro punto importante en el amor y es este: “Uno no elije de quién enamorarse." Manténganlo presente durante toda la historia.
Capítulo 1
Era un día soleado, hermoso, brillante, pero a esa chica que yacía acostada en su cama le daba igual. Todo le daba igual. Lo único que quería era acabar con su escuela o su vida, lo que pase primero. Pero tenía una razón para ello la cual tenía nombre, se titula "Amor". Claro, ustedes cuando dicen amor, se imaginan a una pareja feliz, lo que no se imaginan es el amor de una madre, padre, el amor entre amigos, o el "amor" entre comillas, que es el más resaltado en este caso. —¡Hija! ¡Es hora de ir a la escuela!— Dijo una voz desde abajo. La chica al oír esto, agarró su almohada y se tapó la cara con ella apretándola fuertemente mientras soltaba un gruñido. Luego, sonó su celular, el cual hizo que ella dejara la almohada en un costado y atendiera aún acostada en su cama.— ¡Hola frente!— Dijo una voz proveniente del otro lado del teléfono.—¿Qué querés?— Dijo sin ánimos la peli rosa.- Huy, ¡Que carácter!— Dijo la rubia divertida.- Bueno, ya, qué querés.- Dijo Sakura.— Ah, si, quería decirte si vos querías que yo te pasara a buscar o no.- Dijo Ino.— ¿Ahora?— Dijo la peli rosa.- No, mañana.- Dijo sarcásticamente la rubia.— Obvio que ahora, para ir a la escuela.— Continuó la rubia.— ¿Tan temprano?— Recriminó la chica de los ojos color jade.— ¿Cómo que tan temprano? ¡Son las 7:40!- Gritó la chica de los ojos azules.— ¿¡Qué!? ¡7:40 ya, yo ni siquiera me vestí! Nos vemos, y sí, vení a buscarme.- Finalizó de decir Sakura, para luego cortar y vestirse.

 

Primeramente, mis disculpas por haber subido muy tarde el capítulo, obviamente las excusas no valen pero igual quiero que sepan que fue porque tuve problemas, más de los que normalmente tengo.
En fin, esto es lo que salió así que, que lo disfruten. ¡Besos!
Ah, por cierto, este capítulo también es narrado por mi "querida amiga" Sakura.
Capítulo 2

Todo el día fue tranquilo, normal, por ende , aburrido. Todo pasó prácticamente a paso de tortuga, es más podría decirse que a caracol pero ellos no caminan. En fin , se está haciendo de noche y es la hora que menos me gusta, pero hay algo indecifrable en ella que me encantaria saber.

Sonó el timbre de salida, como de costumbre, me fui corriendo al baño, esperé unos 20 minutos, y luego salí. Ya estaba todo vacío, al menos eso parecía. Revisé cada lugar para serciorarme. Nada. Entonces, decidí que era el momento de empezar a trabajar. Mientras más rápido mejor. Primero empecé a limpiar las aula de arriba , porque limpiar es más fácil si se empieza así. Luego de que termine limpié mi frente sudada con la parte del antebrazo de mi remera, y noté que los cordones de mis zapatillas estaban desatados. Le reste importancia y comenze a bajar mis útensillos de limpieza para el segundo piso, que es donde se encontraba mi aula, aunque era al ultima que limpiaba del segundo piso porque era la que más lejos de las escaleras se encontraba.

Mientras iba camino a mi aula iba agradeciendo que la escuela no tubiera 4 pisos . Me estaba acercando cuando escuche un ruido, debía de ser Kakashi-sensei que siempre limpiaba la mitad y yo la otra. Entonces dije en un tono un poco elevado:

-¡Ya limpié todas las aulas del piso de arriba y todas las de este piso menos esa, así que a ti te toca limpiar las demás!-

Pero al terminar de entra me llevé la sorpresa de que no era Kakashi-sensei el que se encontraba el aula, era nada mas y nada menos que el chico más exasperante de toda la clase: Sasuke Uchiha. El chico mas aburrido, antipático, pretencioso e inteligente de toda la clase. El chico estaba como si nada, leyendo un libro mas gordo que la profesora de Biología. Traté de no hacer ruido para que no me notara, pero gracias a mi pésima suerte me tropecé con uno de mis cordones.

-"¡Por qué no los até!"- Me dije a mi misma ya en el piso.

Para esconderme, empecé a gatear por el piso, pero me topé con algo o más bien con alguien. Era él. El chico estaba parado en frente mío, mirándome, yo estaba de rodillas y ahora también mirándolo.

-Así que eras vos.- Me dijo con su típica sonrisa de medio lado que lo hacía parecer más arrogante de lo que ya era. - ¿Quién lo diría?- Dijo sarcásticamente.- La princesita de la escuela trabaja limpiando por las noche, que patética.- Me dijo sin perder ni disimular un poco de su arrogancia.

-Eso no te importa.- Le dije dispuesta a enfrentarlo.

-Hmp, tienes razón, a mí no me importa, pero a todo el resto de chicos en la escuela sí, y supongo que pagarían bien por algún chisme de su princesita favorita ¿No lo crees?.- Me dijo sin perder una sola pizca de su arrogancia. No exageraría si les dijera que Sasuke Uchiha es la persona más arrogante del mundo entero.

—A ver.- Dije resignada a aceptar lo que me dijera porque estaba muy cansada para seguir con la discusión.- ¿Qué querés que haga para que no digas nada?- Le dije luego de que lancé un suspiro.
—Luego se me va a ocurrir algo.— Me dijo sonriendo de medio lado.— Ahora lo más importante es esto.—Dijo mientras ¿Empezaba a ayudarme? Ni yo me lo creo. —¿Qué mirás? ¿Qué, acaso te gusto? Mirá que yo no voy a hacer todo el trabajo solo ¿Eh?— Dijo al notar mi mirada sobre él y haciendo que me vuelva a enfurecer. No puedo creer que hayan personas como él en el mundo. Pero restándole importancia, empecé a limpiar también.

Terminamos todo en 1 hora. Yo normalmente en 2 horas minutos terminaba todo, pero nunca había quedado todo tan limpio como ahora.

—A ver...— Dijo Sasuke mientras guardaba las cosas de limpieza en un estante en el cual yo había intentado llegar pero no pude.
—Normalmente Kakashi-sensei es quien guarda las cosas y me ayuda a limpiar.— Le dije mientras miraba como guardaba las cosas.
—Ah.- Me dijo.— Que raro que hoy no haya venido.- Dijo desinteresado.
— Si, mucho, espero que no le haya pasado algo.— Dije rascándome la nuca y mirando para el lado una ventana que había en el cuarto.— ¿Por qué te quedaste hasta tarde?— Le dije mientras seguía mirando a la ventana.
— No te importa.— Me dijo Sasuke, el cual ya había terminado de guardar las cosas.— ¿Vamos?— Dijo mirándome.
— ¿A dónde?—Le dije confundida.
— ¿Cómo a dónde?— A tu casa, vamos.— Dijo agarrando mi mano y llevándome hacia no se donde.
Él fue al aula y agarró sus cosas, mientras yo agarraba mis cosas.Luego, nos encontrábamos enfrente de un porsche negro que nunca había visto antes.
—Subí.— Me dijo una vez que él ya se había subido.— O qué, ¿La princesita no se sube a ningún vehículo que no sea una limusina?— Dijo con su sonrisa de medio lado. Yo no dije nada, solo subí al vehículo.
— ¿Por dónde queda tu casa?— Me dijo mientras ponía las llaves para encender el automóvil.
— Queda a dos cuadras de la parada del 76.— Le dije mientras buscaba algo en mi cartera.
— Mirá vos, la princesita sabe de las paradas colectivos, qué novedad.— Dijo sarcásticamente.
— Si, yo viajo en colectivos, para tu información.— Dije cruzándome de brazos.-
— ¡Oh no! Perdóneme usted mi lady para la próxima intentaré informarme más.— Me dijo burlándose de mí, como siempre.
— Deberías.— Le dije enfadada.

Al cabo de diez minutos llegamos a mi casa y, lo crean o no, él se bajó y me abrió la puerta. Eran las 11:30 p.m.
—Gracias.— Le dije bajándome del auto.
— No es molestia mi lady.— Me dijo burlonamente. No le hice caso y salí corriendo a mi casa.
—¡Nos vemos!—Le grité una vez que llegué a la puerta de mi casa. Sasuke solo hizo un gesto con la mano y se fue.

Abrí la puerta y entré. Mis papás ya estaban dormidos, así que entré muy despacio, dejé mis cosas a un lado. Estaba muy cansada para bañarme o para comer, así que me acosté y caí en un profundo sueño.

 

Bueno, primeramente mil disculpas por la demora bueno la verdad no hay mucho que decir, al menos sobre la demora del capítulo.
Espero que este capítulo sea de su agrado. ¡Nos vemos!
Ah, eso me olvidaba.
"Hola"—Piensa el —personaje.
A demás, este capítulo lo narra Sakura.
Capítulo 3

Ya no tenía ganas de levantarme de nuevo. No podía parar de pensar en él y en que mi secreto podía o no estar a salvo. Realmente quería seguir durmiendo pero mi "alarma personal" no me lo permitió.
— ¡Sakurita! ¡Hora de desayunar! ¡Vas a llegar tarde al colegio!— Gritaba sin parar mi mamá. Parecía uno de esos vendedores que tratan de llamar la atención aunque saben que a la mayoría de las personas no les importa el preoducto que venden. Me harté y me levanté de golpe, luego me dí una ducha para matar el sueño pero no funcionó. Me cambié, peiné, o algo así, y bajé a desayunar.
— Buenos días mi cielo, hasta que llegas.— Dijo muy dulcemente mi mamá, para luego aplicarme un dulce beso en mi frente.
— Buenos días, má.—
Le dije agarrando mi mochila.
- Te dejé una tostada con dulce de leche y las llaves arriba del escritorio. ¿Sabes? Te amo. Ah, y dijo Ino que hoy no va a la escuela.- Dijo lléndose a trabajar
Miré mi reloj, 6:30, aún tenía tiempo. Mis ojos estaban ardiendo. Sólo para que dejaran de arder, los cerré por un momento. Cuando abrí mis ojos, estaban, junto con mi cara, apoyados en la tostada con dulce de leche que me preparó mi mamá. Me pasé un trapo por mi cara, y luego, miré mi reloj pulsera.
— ¡7:45! ¡Es muy tarde! Tengo que apurarme.— Dije mientras de un mordico la tostada con dulce de leche.
Agarré las llaves, mi mochila, y me fui casi volando a la escuela. Llegué justo antes de que cerraran las puertas.
— Muy puntual Haruno.— Me dijo bromeando el portero.
— ¿Vio?— Le dije sin detenerme.
Una vez que entré, noté muchas miradas sobre mí pero estas, a diferencia de las otras, eran burlonas. Ellos me miraban señalaban y sonreían mientras hablaban entre sí. La única explicación posible era que él había dicho todo. Mi vida estaba arruinada.
Luego me encontraba enfrente del aula. Realmente no tenía ganas de entrar. No quería entrar. Estaba decidida a escaparme.
— Haruno, no se quede ahí parada, entre.— Me dijo la preceptora, la cual, habiendo notado mi presencia, borró toda esperanza posible en mí.
Respiré muy profundamente, apreté mis ojos y abrí despacio la puerta. Pasó lo mismo que en los pasillos. Sólo hice silencio y me senté, pero no sin antes, darle una mirada asesina al dueño de mi vergonzosa situación.
Toda la hora hicieron lo mismo hasta que por fin tocó el timbre del recreo. me iba a vengar.
Escribí en un papel: "Sasuke Uchiha es homosexual." Lo lancé en el patio y me escondí. Tardaron alrededor de 1 minuto en agarrarlo. Solo esas palabras bastaron para que todos empezaran a burlarse de él.
Al comienzo de la hora, ya nadie me prestaba atención, en su lugar, se burlaban de él. Nunca lo vi tan enfadado con las personas que lo rodeaban.
Todas las horas restantes pasé divertida, mirando la escena que se había formado sobre la "Homosexualidad de Sasuke." Pero igual, esto no se iba a quedar así, le iba a preguntar por qué hizo lo que hizo.
Luego, por fin llegó el timbre de salida.
— "Ahora sí me va a escuchar. Qué bueno que hoy Kakashi-sensei me dijo que no trabajara ya que cubriría su ausencia de ayer. Así me puedo ir como todos y nadie sospechará nada."— Pensé. — ¡Uchiha! — Grité aprovechando que él era el último que había quedado en el aula, a parte de mí, claro.
— ¿Qué desea usted de mí, mi Lady?— Me pregunto burlón y tratando de disimular su notable molestia.
— Habíamos quedado en que no ibas a contar nada de lo que viste ayer.— Le dije acercándome hacia él.
— Si, ¿Y? — Preguntó con más seriedad.
— ¿Por qué lo contaste entonces?— Pregunté cruzando los brazos.
— Yo no conté nada.— Dijo igual de serio.
— Sabía que no podía confiar en vos.— Dije alzando un poco mi tono de voz.
— ¡Que yo no dije nada! —Dijo sacando a luz toda su molestia oculta.
— ¿Entonces quién? — Dije acercándome más hacia él y casi gritando.
— No sé de qué estás hablando, nadie sabe nada. ¿Me oíste? ¡Nada! — Dijo haciendo énfasis en el "Nada."
— ¿Entonces por qué se reían de mí todos? A ver, explicame. —Le dije sin creer una sola palabra de lo que me decía.
— No sé, será tal vez porque tenés una enorme mancha de algo que parece ser dulce de leche en tu cara. - Dijo muy molesto señalando mi rostro.
Yo toqué mi cara, y sentí algo pegajoso en ella, en ese momento, recordé que me había quedado dormida sobre la tostada y todo cobró sentido.
— L- Lo siento, siento haber desconfiado de vos, y también haber iniciado el rumor de tu homosexualidad. — Dije sin de lo que había confesado al decir eso. Luego de que mi cerebro se percatara de lo dicho, tapé mi boca no se por qué razón.
— ¡Qué! ¿Fuiste vos? — Me dijo acercándose a mí.
— Ya te dije que lo siento. Si querés, después les digo que es mentira y...— Iba a seguir pero Sasuke me interrumpió.
— Te va a costar mucho más que tan solo parar el rumor, ya que yo, por culpa tuya y de tus venganzas infantiles, me tuve que aguantar todos los insultos y bromas de todos en la clase.— Dijo ya haciendo notar todo su enojo.
— ¿Qué me va a costar? — Suspiré resignada.
— Eso lo veremos después.— Dijo haciéndome recordar aquel suceso en esa noche tan extraña y divertida. — Vamos, te ayudo a limpiar.— Dijo ya totalmente calmado.
— No hace falta. Hoy no limpio porque Kakashi-sensei me dijo que él se iba a encargar de la limpieza solo para recompensarme lo de ayer .— Dije agarrando mis cosas.
— Bueno, entonces te llevo a tu casa.— Dijo agarrándome de mi brazo y llevándome seguramente hacia su vehículo. Y así fue. Subimos al porshe y nos fuimos hasta mi casa. Él me dejó, me saludó y se fue. Una vez adentro de mi casa, comí la cena que amablemente mi mamá me dejó preparada, me puse mi pijama y me acosté pensando en todo lo ocurrido hoy.
— Al parecer puedo confiar en él.— Me dije a mí misma, mientras me re-acomodaba en mi cama.