One-shot de Pokémon - El partido de béisbol (Misty & Casey)

El final no me convenció del todo pero bueno... hice lo que pude xD

Este es un desafío que tomé para Nathan, pero que lo debía hace como un mes... ¡más vale tarde que nunca! Disfruten :)

Título: El partido de béisbol
Autora: Rocio (Nami Roronoa/Dawnangel14)
Fandom: Pokemon
Personajes: Misty, Casey, Togepi, Psyduck.
Parejas: Ninguna.
Palabras: 640
Rating: K
Summary: Casey "arrastra" a Misty a un encuentro de Béisbol donde juega uno de los equipos que representa a un eterno favorito pokémon de la pelos de zanahoria: Los Starmie. Ella quiere infundirle a la líder de gimnasio su pasión por el deporte. ¿Lo logrará?
Advertencias: Situado antes de que Misty viajara a la región Hoenn.



Misty dejó escapar un leve bufido al recostarse en su incómoda butaca. Los asientos eran buenos, con buena vista del campo frente a ella, pero definitivamente no estaban diseñados para una espalda humana normal. Intentando ignorar este detalle, dirigió su atención al estadio.

Los Starmies perdían por once puntos. Once. No estaban ni cerca de la victoria, y recién iba por la mitad el partido. Los Electabuzz les estaban dando una paliza, y a Misty no le hacia ni pizca de gracia algunas de las canciones que los fanáticos de ese equipo entonaban. Ciertamente, no era fanática del equipo de béisbol (apenas si se sabía el nombre de algunos de los integrantes del equipo), pero las canciones ofendían al pokémon que lo representaba, Starmie, y como entrenadora de pokémon de agua que era apenas si podía tolerarlo.


—Misty, ¿dónde esta ese ánimo? —la voz de Casey le sonó muy lejana. Ya casi se había olvidado de ella—. ¡Arriba, arriba!

La joven entrenadora sacó de quien sabe donde una gran bandera y comenzó a blandirla en el aire, al grito de "¡vamos Electabuzz!" o "¡corre, corre!", y cosas por el estilo. Intentaba provocarla, para que se parara y alentara por los Starmies, pero eso no iba a pasar.

Había recibido las entradas como regalo, de parte de Daisy. Un admirador se las había regalado y no sabía que hacer con ellas. Casey, que estaba de visita por el partido, inmediatamente se las sacó y la arrastró al partido sin permitirle opinión en el asunto. Misty se las habría dado de buena gana, pero no quería asistir. Preferiría estar entrenando, o recibiendo batallas. Había tenido que cerrar el gimnasio por el día.

De alguna forma se le había metido en la cabeza a Casey que si la llevaba a ese partido, Misty se volvería fanática del béisbol. Supuso que ella se sentía algo sola, al no tener mucha gente con quien hablar de ese deporte que tanto la apasionaba, pero eso no justificaba el obligarla a acompañarla al partido.

Togepi, sentado en el regazo de Misty, reía sin parar cada vez que alguien bateaba una bola. Hace tiempo que había dejado de escuchar los cánticos de Casey, y ahora miraba a su pokémon con curiosidad.

—Al menos uno de los dos la esta pasando bien —comentó la líder de gimnasio.

Cuando terminó su frase, un destello de luz salió de su mochila colorada y acabó frente a ella, tomando de forma de Psyduck. Al aparecer frente a ella, le dedicó a su entrenadora una mirada vacía mientras se llevaba las manos a la cabeza.

—Lo que faltaba —suspiró Misty.

—Psy.

—¡Mira, es un home run! —exclamó Casey de repente.

Uno de los Electabuzz cuyo nombre no sabía había bateado la pelota con tanta fuerza que terminó en las gradas. Y de entre todas las personas que había presente en el encuentro, sólo una tuvo el privilegio de recibir aquella pelota...

Psyduck ni siquiera parpadeó cuando la pelota le dio de lleno en la cabeza. Inclinó la cabeza como siempre, como si la situación lo confundiera, con esa mirada que exasperaba a Misty hasta puntos inimaginables.

—¡Es una pelota bateada por un Electabuzz! —chilló Casey, observando la bola como si fuese de oro puro—. ¿Puedo quedármela?

—Si quieres, quédate a Psyduck también —sugirió Misty, pero permitió que su amiga conservara la pelota.

Se recostó nuevamente en su asiento, mirando al Electabuzz correr de base a base. Le dedicó una última mirada a su pokémon tipo agua antes de sacar su pokebola.

—El día ya es suficientemente aburrido sin tener que ver tu cara —declaró ella, regresándolo... aunque debía admitir, para sus adentros desde luego, que hubo cierta gracia en ver a Psyduck ser golpeado por alguien más que ella. Había sido extrañamente satisfactorio.

—Psy... —dijo él simplemente mientras ella lo regresaba.