A veces un tema polariza dos opiniones contrarias y las lleva a un choque. Y eso fue lo que pasó en el país de la comida. Cada bando quería eliminar al contraria. Cada bando se creía el mejor y detestaba al contraria. Un bando se llamaba "El Frente por la Comida Sana", y su lema era "Salud y vida"; el bando contraria se llamaba "Liga por la Comida Rica", y su lema era "Felicidad y Libertad". Según el Frente por la Comida Sana, lo más importante era comer sano y decían que la comida que no ayudara a mejorar la salud no debía llegar al menú. El menú es como se le dice al gobierno en el país de la comida. Por el contrario la Liga por la Comida Rica decía que cada quién debe ser libre de comer lo que quiera y que todas las comidas tenían el mismo derecho a estar en el menú, sin discriminar a nadie; pero en la práctica querían controlar el 90% del menú. Un día los ánimos se caldearon y la batalla comenzó. Cada bando tenía a su ejercito y cada uno quería controlar el menú a su manera. El bando que controlara el menu se haría con el poder. El Frente de la comida sana desplegó a su primer ejército, el batallón de la ensalada. Un montón de lechugas, zanahorías, cebollas, aguacates, limones y tomates; todos bién frescos y bañados en un aderezo sin mucha sal o aceite. El bando contrario puso en primera fila a uno de sus mejores regimientos: el batallón dulce, con un montón de chocolates, rosquillas, gomitas, helados. Cada bando se sentía con el derecho y la superioridad moral de adueñarse del control de la dieta y ser la clase dominante. Luego la comida sana atacó con su segundo ejercito: ensaladas de frutas, sopa, garbanzos, pescado a la plancha, salchicha de pavo, guacamole, pastas, y muchos más. Pero la comida rica respondió con todo, para tratar de ganar rápido la guerra. Entonces llegaron las amburguesas, la pizza, las papitas fritas con mayonesa, el pollo, la carne asada, la gaseosa. Además algunas comidas sanas traicionaron a su bando, era agentes enemigos infiltrados, como los cereales, que estaban traficando con azúcar para ganar influencias. La verdad es que el bando de la Liga por la Comida Rica tiene más poder, y ganaría la guerra si no fuera porque el frente por la comida sana tiene más apoyo externo. Luego de mucho pelear se declaró una tregua. Desde entonces la paz no se ha firmado y de cuando en cuando se dan algunos enfrentamientos entre los dos bandos. El país de la comida está dividido entre dos facciones y la paz no parece estar cerca.
¡Hola Ragnarok! Has publicado una historia bastante digerible (literalmente), aunque las guerras no son bien vistas, los personajes que usaste la hacen agradable y hasta gracioso a la imaginación. Me gustó. Saludos.
La verdad no me esperaba ese final, pero debo admitir que estuvo muy interesante el relato, sobretodo la parte de los agentes enemigos infiltrados.