El origen de Spice

Capítulo 1: El inicio de todo

Mi nombre es Kagamine Len, soy un chico bastante normal…bueno aquí en el colegio no se si me puedo llamar “normal” es que raramente siempre soy perseguido por las chicas, una tras otra andan ahí como pajaritos alrededor de una jaula sin dejarme respirar, ¿Acaso no entendían que mi corazón ya tenía dueña? Si aunque no lo crean no siempre fui un Spice como les hace creer la canción, más bien era un chico estudioso que se aburría de tener a las mismas seguidoras ahí como moscas, lo único cierto es que nunca deje de amar a mi amada Kagamine Rin.

—Buenos días, querido y exquisito Len ¿Cómo dormiste? No creerás lo que soñé que sucedía entre nosotros…—comentaba una chica de cabello turquesa largo y manejable, su vestimenta era el uniforme escolar con la falda como siempre más corta de lo normal.

—Yo bien gracias, lamento mucho no poder atenderte Miku...pero hoy tengo que leer un largo libro de historia y después hacer un informe, después hablamos —respondí sin ganas y bastante tranquilo mientras leía, la vanidosa pero muy guapa chica tenía que reconocer no se rendía tan fácilmente, era más fácil hacer que Rin dejara de gritarme que quitarme a esta loca de encima.

—Anda Len no tienes porque ponerte tan serio, vamos un rato a caminar y así me platicas…lo que soñaste tu —mi libro se había cerrado por esta fastidiosa chica, poco a poco me había retirado las gafas, mi cara más bien se notaba molesta y sin muchas ganas de detenerme a escuchar sus aburridos sueños pervertidos. Aunque claro como todo un hombre que soy no pude evitar sonrojarme y erizarme por lo atrevida que era esta niña.

—No…puedo, tendré una mala nota si no entrego esto a tiempo…además yo no tengo sueños contigo Miku mala suerte —dije bastante seco lo que claro le tuvo que pegar en el ego a esa criatura tan linda pero vanidosa.

—¿Cómo que no? Si se ve que te mueres por esta hermosa princesa —¿Qué yo que? Primero muerto literalmente a yo babear por ella, mi corazón ya tenia un lugar muy reservado para mi princesa Rin, porque al contrario de esta chica ella si era una princesa.

—Miku, mira no te niego que eres hermosa…de hecho lo eres y mucho, pero yo ahora no puedo estar pensando en esas cosas…tengo tanta tarea que no puedo concentrarme en chicas ahora ¿Entiendes? —conteste algo frió pero firme, aquella chica de cabellos turquesa no se rindió pero esta vez decidí despistarla para salir corriendo poniéndome mis gafas en el camino.
Paso un rato para que volviera a tener a otra de esas chicas revoloteando tras de mi y siguiéndome a todas partes.

—¡Len-kun! ¿A dónde vas tan solo? Sabes…que yo puedo hacerte muy buena compañía —exclamo una hermosa y alta chica de cabello rosado, admito que ella si me atraía un poco mas por sus…bueno por su gran esfuerzo de hacerse notar, pero yo no cambiaba de opinión con respecto a la mujer que yo amaba, cerré mi libro de nuevo y me quite las gafas mirándola serio.

—Ah hola ¿Cómo estas Luka? Disculpa pero tengo mucha prisa y no puedo quedarme a platicar ahora, después te busco ¿vale? —musite algo fastidiado y tratando de evitar entablar una conversación que sabía de que se trataba y en que terminaría.

—No seas así deseable Kagamine Len, sabes que estoy que me derrito por estar contigo…eres lo que más quiero en estos momentos —pronuncio aquella peli rosa que se acercaba a mi peligrosamente, yo gire mi cabeza esquivando a Luka y sonreí algo nervioso pero satisfecho.

—De verdad Luka, ahora no tengo tiempo para esas cosas…necesito entregar algo con urgencia —respondí con cierto y ligero nerviosismo, aun después de sus hermosos…bueno sus atributos me negaba a traicionar el amor por esa rubia hermosa que a mi si me hacia suspirar.

—No te hagas del rogar Lenny…tu bien sabes que quieres pasar una noche conmigo —si como no, exclamo la querida Luka muy decidida lo admito como dije es perseverante si no estuviera enamorado de Rin si saldría con ella pero….por las grandes circunstancias ni loco. Tome mis cosas y salí del lugar, tendría que encontrar otro lugar para estudiar.

Luka no noto nada por andar contando sus sueños húmedos pero yo simplemente no tome importancia. En un instante y casi como si fuera brujería veía a la tercera chica de mis pesadillas, Meiko Sakine era mayor claro ella si tenia unos…encantos maravillosos pero seguía pensando que mi corazón era de Rin.

—Buenos días Len, es un hermoso día el que hoy vivimos ¿No crees? —exclamo Meiko con un leve sonrojo en sus mejillas lo cual me afecto un poco y me hizo sonrojar de igual forma, era mayor que yo y por eso sentía que ni en sueños podría estar con ella.

—Buenos días Meiko si claro es un buen día, disculpa pero tengo prisa necesito entregar el informe de este libro —respondí sin despegar la vista de mi libro, acomode un poco mis gafas para poder ver mejor el pequeño texto que ahí se presentaba.
De repente sin percatarme llegaba de nuevo la niña de cabellos turquesa y la otra de los cabellos rosa con prisa a empujar a Meiko lo cual obviamente ella no paso por alto por motivos obvios.

—¿Qué diablos te crees? Estoy en mi momento Luka y tu cabellos de chicle boom tu eres la que mas fastidias…—exclamo Meiko, esas peleas entre las tres ya eran cotidianas no me sorprendían para nada, ya sabia como terminaba esto, Miku en el suelo, Luka jalándola de los cabellos y Meiko tratando de tirarla al suelo sin objetivo antes de que volteara y alzara una ceja para rápidamente suspirar fastidiado por su actitud de este trio. Lo admitía me gustaba ver que era importante pero hay que veces que esto terminaba muy exagerado.

Ellas seguían peleando decidí aun no voltear hacia ellos pero si hacia el otro lado, lo cual no se como es que se me ocurrió porque lo que veía no me agradaba para nada. Mi Rin estaba sonriendo a ese profesor de ciencias tan hermosa que ni yo podía dejar de admirarla, lo único purgante aquí es que iba para el y no para mi ¡Maldito profesor! Tenia que encontrar la manera de llamar la atención de Rin…al precio que fuera.