One-shot El Nombre de la Espada

Tema en 'Bleach' iniciado por Plumas de Cuervo, 21 Diciembre 2015.

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    Plumas de Cuervo

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    El Nombre de la Espada
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    Género:
    Acción/Épica
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    1
     
    Palabras:
    3438
    El Nombre de la Espada

    Año 236 de la Sociedad de las Almas
    Lugar: 7ma. División del Gotei 13

    — ¡Capitán Hayashi!
    — ¿Qué sucede Getsu?
    — Señor, nos han solicitado investigar la aparición de Hollows de clase B en el sector espiritual 1500 ¿envío un escuadrón de avance?
    — ¿Hollows clase B?
    — Así es señor.
    — Prepara a los mejores hombres, iremos personalmente; todo esto me parece muy extraño.
    — ¡Entendido Capitán!

    El Teniente Getsu salió directo a los barracones de la 7ma División para cumplir con la orden que se le había encomendado. La 7ma División es el cuerpo de combate especializado, cuenta con alrededor de 150 Shinigamis los cuales presentan un alto nivel en el combate con katana y el manejo del kidõ. Desde hace 40 años Hayashi Kenshin está al frente de la División como Capitán.

    Getsu abrió las puertas de los barracones y no tardó en escoger al grupo para la misión; cuando se trataba de éste tipo de trabajos siempre resaltaban cinco nombres: el tercer puesto Ryonosuke Takahashi, considerado un maestro de la katana; Ko Yusuke, la representación de la fuerza bruta con sus 2.10 de estatura; Kuno Natsuki, una chica prodigio con un alto nivel de kidõ, sólo comparable con el de los capitanes y tenientes, capaz de combinarlo con su katana; Shinnosuke y Tamasuke Hideyoshi son dos inseparables gemelos que poseen un alto CI, se cree que tienen el don de saber lo que el otro está pensando ya que arman complejas estrategias sin comunicación vocal.

    Minutos mas tarde el grupo de siete guerreros se encontraban frente al Senkaimon que los conduciría al Mundo de los Vivos para cumplir la misión asignada; les tomó cerca de quince minutos atravesar el Dangai, en el Mundo de los Vivos se abría otro Senkaimon indicando que habían llegado a su destino, al salir se dieron cuenta que estaban en un pequeño poblado rodeados de cultivos.

    — Capitán ¿llegamos al lugar correcto? —preguntó Getsu.
    — Eso parece, pero no percibo presencia alguna de Hollows.
    — ¿Se habrán marchado al sentir nuestra presencia? — preguntó Yusuke.
    — No lo creo, estén alertas.
    — ¡Si Capitán! —respondieron todos.

    De pronto una gran sombra apareció frente a ellos, un Hollow gigantesco salió de la nada y se preparaba para lanzar un Cero; sin mediar palabras, como era costumbre, los gemelos saltaron para atacar al Hollow y de un solo golpe de espada hicieron un corte en X en su máscara acabando con él inmediatamente.

    — ¿Un Gillian? —preguntó Natsuki.
    — ¿Qué hace un Menos Grande de esa clase en el Mundo de los Vivos? ¿Cómo es que no pudimos detectarlo antes? —se interrogaba en Capitán— ¡Getsu! Avisa inmediatamente al Gotei 13 de lo que acaba de suceder; Shinnosuke, Tamasuke hagan una inspección al este; Yusuke, ve al oeste; Ryonosuke dirígete al sur.
    — ¡Si Capitán! —afirmaron los guerreros.
    — ¿Y yo Capitán? —dijo Natsumi.
    — Quédate aquí Natsumi, servirán de apoyo si algo llegara a pasar.

    Getsu sacó de su Shihakusho una mariposa infernal y por medio de ella se comunico con el Centro de Operaciones de la Sociedad de las Almas informándoles de lo sucedido. La noticia llegó rápidamente a la 1era División del Gotei 13.

    — ¿Qué sucede? —interrogó el Capitán Comandante.
    — Capitán Comandante Yamamoto —dijo el mensajero al aparecer— el Capitán de la 7ma División, Hayashi Kenshin acaba de informar acerca de una extraña aparición de un Menos Grande de clase Gillian en el mundo de los vivos.
    — ¿Y qué tiene eso de extraño? Hay ocasiones en que suelen aparecer cuando detecta una presencia con alto nivel espiritual.
    — Señor —prosiguió— el Hollow apareció frente a ellos de la nada y no habían detectado su presencia cuando llegaron.
    — Esto no me gusta para nada. Lleva éste mensaje al Departamento de Investigaciones, que investiguen el sector espiritual donde se encuentra el Capitán Hayashi.

    En el Mundo de los Vivos los soldados regresaban del reconocimiento del sector.

    — Capitán, no encontramos señales de Hollows. —informaron los gemelos luego de aparecer frente al Capitán.
    — Sin novedades al oeste, Capitán. —dijo Yusuke.
    — Igual al sur. —dijo Ryonosuke al llegar.
    — Algo raro está pasando aquí; el Centro de Operaciones no puede haberse equivocado.
    — ¡Capitán! —gritó Getsu.

    De pronto un gran Reiatsu se sintió haciendo que se estremecieran los cuerpos de los guerreros, era tan fuerte e intenso que podía sentirlo con cada célula de sus cuerpos.

    — ¿Qué está pasando Capitán? —pregunto Natsuki.
    — ¡Estén alertas! ¡Hay vienen! —gritó el Capitán.

    El cielo parecía estremecerse mientras la fuerza del Reiatsu aumentaba, varios agujeros se abrieron en él apareciendo cientos de Hollows de diferentes clases.

    — ¡Son demasiados Capitán! ¿Qué hacemos? —dijo Yusuke.
    — Tenemos que luchar, acabar con la mayor cantidad posible y… ¡no morir!
    — ¡Entendido Capitán! —gritaron todos al mismo tiempo.


    Levántate verdugo de los Dioses —invocó Yusuke mientras sacaba su Zanpakutō— ¡Akkusu tengoku! —la katana se transformó en una hacha enorme de doble filo con un león grabado en su hoja.

    Limpia la Tierra de toda impureza —decía Getsu mientras liberaba su espada— ¡Ten'notsurugi! —la Zanpakutō cambió su empuñadura y su hoja se hizo mas ancha mostrando la silueta de una hoja de lis cerca de la base.

    Purifica el alma de los infieles —invocaba Natsuki— ¡Tengoku no ame! —la espada se volvió un poco más corta y ancha tornándose totalmente plateada, sólo el centro de la hoja parecía brilla como el fuego mismo.

    Ten clemencia juez de los Dioses —pronunciaba Ryonosuke mientras liberaba su Zanpakutō— ¡Kami no batsu! —la espada adquirió la forma de una hoz mas negra que la noche misma y en su hoja se podía apreciar la silueta de una balanza dorada.

    Que la noche eterna caigan sobre los infieles —invocaban los gemelos al mismo tiempo— ¡Hanketsu! —la hoja de sus katanas se hizo un poco más larga y delgada, la guarda de la empuñadura había desaparecido, se convirtieron en armas cuyo objetivo era la muerte.


    — ¡Sepárense! —les ordenó el Capitán mientras desenvainaba su katana con su mano izquierda.

    A medida que avanzaba la lucha se tornaba cada vez más feroz, por cada enemigo que caía dos parecían tomar su lugar; la batalla hacia media hora que había comenzado y parecía no tener fin.

    — ¡Tomen esto sabandijas! —bramaba Yusuke mientras blandía su hacha cortando varios Hollows a la vez.
    — ¡Ya me tienen harta! —gritaba Natsuki que ya mostraba signos de cansancio y una herida a la altura del hombro que no paraba de sangrar— "¡Oh, señor! ¡Máscara de sangre y carne, toda Creación, batir de alas, aquél que ostenta el nombre de Hombre! ¡Infierno y Poseidón, la barrera del mar surge marchando hacia el sur!" —al terminar el encantamiento la katana se envolvió en llamas de color carmesí— ¡Hadō 31! ¡Shakkahō! —la energía acumulada en la espada fue liberada, y de su hoja un rayo carmesí acabó con cerca de un centenar de Hollows en un solo corte.
    — ¡No te extra limites Natsuki! La situación no está como para poner nuestras vidas en riesgo —le reprochó el Capitán Hayashi.


    En el Departamento de Investigaciones las alarmas comenzaron a activarse.


    — ¡Señor, mire esto! —dijo uno de los investigadores.
    — ¿Qué sucede? —decía el Jefe del Departamento mientras miraba los monitores— ¡No es posible! ¿Cómo ha podido suceder?
    — No lo sé señor, acaba de aparecer en pantalla.
    — ¿Qué puede hacer que aparezcan tantos Hollows en un sector? ¿Hay algún equipo cerca?
    — El Capitán Hayashi Kenshin se encuentra en el lugar con varios de sus hombres, tenemos lecturas de sus reiatsus y no le está yendo muy bien, señor.
    — Hay que enviar refuerzos de inmediato, dé la orden.


    ¡Alerta General! ¡Alerta General! —decía la voz de alarma por todo el Gotei 13— ¡Todos los escuadrones presentarse a sus puestos! Repito ¡Todos los escuadrones presentarse a sus puestos!


    Después de dar la alerta general los Capitanes de todas las Divisiones presentes fueron convocados a una reunión extraordinaria en el cuarte de la 1era División a cargo del Capitán Comandante Yamamoto-Genryūsai Shigekuni.

    — ¡Capitanes del Gotei 13! —anunciaba el Capitán Comandante Yamamoto— en éstos momentos está teniendo lugar un fenómeno verdaderamente sospechoso en el mundo de los vivos
    — ¿Qué sucede Yama-ji? —preguntó Kyōraku Shunsui, Capitán de la 8va División.
    — Cientos de Hollows ha aparecido en un sector espiritual y aún no se sabe las razones de éste ataque.
    — ¿Cómo es posible sensei? —habló Jūshirō Ukitake, Capitán de la 13era División.
    — El Capitán de la 7ma División, Hayashi Kenshin —prosiguió el Capitán Comandante— se encuentra en el lugar, tenemos información de que han entrado en combate pero están siendo superados por las fuerzas enemigas.
    — Hay que movilizar a todos los escuadrones para salvarlos y descubrir que está pasando — dijo Ginrei Kuchiki, Capitán de la 6ta División dando un paso al frente.

    Las alertas en el Departamento de Investigaciones se activaban nuevamente.

    — ¡Señor, esto es grave!
    — ¿Ahora que sucede?... ¿Pero qué demonios está pasando en ese maldito lugar? —gritaba el Jefe del Departamento al ver otro de los monitores— No hay tiempo que perder, avisen al Capitán Comandante Yamamoto ¡de inmediato!

    En el salón de conferencias donde se encontraban reunidos los Capitanes apareció uno de los mensajeros.

    — ¡Capitán Comandante, perdone que interrumpa, traigo un mensaje urgente del Departamento de Investigaciones!
    — ¿Qué sucede?
    — Señor… el Hueco Mundo está colapsando y se fusionará con el mundo de los vivos —el mensajero hizo una pausa y haciendo un gesto solemne prosiguió— si esto sucede, lo destruirá.

    Mientras tanto en el mundo de los vivos la batalla continuaba, a pesar del cansancio y de las heridas los Shinigamis no dejaban de luchar. Cuando las cosas parecían que no podían empeorar sucedió algo inesperado, el cielo comenzó a resquebrajarse, de las grietas que se formaban se podían observar sombras con ojos de un color amarillo intenso; los pedazos de cielo comenzaron a caer dejando al descubierto la causa de tal fenómeno, decenas de Gillians aparecieron y junto a ellos cientos de Hollows de la clase Adjuchas.

    — Capitán, mire —dijo Ryonosuke señalando el cielo.
    — Capitán, no podremos con todos —dijo Getsu— es mejor retirarnos hasta reunir refuerzos.

    De vuelta en el salón de conferencias los Capitanes estaban discutiendo acerca de las opciones que tenían para resolver ésta situación.

    — Tenemos que disparar el cañón de Kidō, es la única forma de detener la fusión —sugirió el Capitán Ukitake.
    — No hay otra opción ¡ordenen preparar el cañón de Kidō!
    — Señor ¿qué pasara con Hayashi y su equipo?
    — Hay que traerlos de vuelta de inmediato como sea. Envíen un escuadrón de salvamento de inmediato.

    Las cosas en el Mundo de los Vivos iban empeorando con cada minuto que pasaba, la situación se estaba escapando de las manos, sin refuerzos no podrían acabar con todos los Hollows; el Capitán Hayashi tomó una decisión.

    — Getsu.
    — ¿Sí Capitán?
    — Abre un Senkaimon y huyan de aquí.
    — ¿Y Usted Capitán?
    — Yo los detendré.
    — Pero Capitán.
    — ¡No te atrevas a desobedecer una orden directa de un superior, Getsu! Entiéndeme —hizo una pausa— es por el bien de Ustedes. Yo… estaré bien.
    — Entendido Capitán —respondió Getsu bajando la cabeza.

    Cuando se es Capitán de alguna de las Divisiones del Gotei 13 tu responsabilidad no se limita en cumplir órdenes de los superiores, el primer deber de un Capitán es velar por la vida y seguridad de cada uno de sus subordinados, así implique arriesgar la vida propia; eso era algo que Getsu conocía muy bien, y por los años que había pasado al lado de Hayashi Kenshin sabía que él no dudaría en dar su vida por sus compañeros. A pesar de que su corazón no quería obedeció la orden de abrir el Senkaimon, dentro de él había un mar de confusiones, no deseaba dejarlo pelear sólo pero tampoco le perdonaría que desobedeciera una orden directa; así Getsu, Ryonosuke, Natsuki, Yasuke, Shinnosuke y Tamasuke desaparecieron cuando la puerta se cerró; en el fondo sabían que sería la última vez que lo verían con vida. En la Sociedad de las Almas las malas noticias no dejaban de llegar.


    — ¡Capitán Comandante, Capitán Comandante!
    — ¿Cuál es la urgencia? —respondió Yamamoto de forma serena.
    — Traigo noticias del Departamento de Investigaciones; el colapso total del Hueco Mundo y el Mundo de los Vivos será en 20 minutos, algo está acelerando la fusión. A éste paso, si se logra disparar el Cañón de Kidō será demasiado tarde, tomará media hora tenerlo al máximo de su capacidad.
    — Esto es terrible sensei, acaso ¿el Mundo de los Vivos será destruido? —dijo el Capitán Ukitake colocándose frente a él.
    — Tendremos que esperar un milagro. Jūshirō, Kyōraku; vayan de inmediato al Mundo de los Vivos y traigan al Capitán Hayashi y su equipo.
    — ¡Entendido! —dijeron ambos a la vez y abandonaron la habitación.

    Hayashi Kenshin estaba solo y rodeado por cientos de Hollows, cuando tomó juramento como Capitán prometió proteger a toda costa a la Sociedad de las Almas, la decisión ya estaba tomada.

    — Aparece.
    — Si Maestro. —dijo una silueta que apareció detrás de Hayashi.
    — ¿Sabes lo que esto significa? Quiero decirte —prosiguió— que ha sido un honor luchar a tu lado todos estos años.
    — El honor ha sido todo mio Maestro —respondió la figura.
    — No perdamos más tiempo, hagámoslo.
    — Entendido Maestro.
    — Prométeme que te cuidaras… Amigo.

    Jūshirō Ukitake y Kyōraku Shunsui llegaron al frente del Senkaimon acompañados de unos treinta Shinigamis con la misión de traer con vida al equipo de Hayashi. Se disponían a cruzar las puertas cuando de pronto éstas se abrieron y aparecieron frente a ellos seis siluetas que reconocieron al instante.

    — ¡Getsu! Han regresado a salvo —dijo Jūshirō.
    — ¿Dónde esta Hayashi-san? —preguntó Kyoraku.
    — El… se ha quedado —respondió con lágrimas en los ojos Natsuki.
    — Se… ha quedado ¿dices?
    — Así es, nos ordenó que regresáramos a la Sociedad de las Almas.
    — ¡Rápido! Tenemos que ir a salvarle.
    — No Capitán Jūshirō, él no quiere ser salvado, lo vi en sus ojos. Él salvara al Mundo de los Vivos sacrificando su propia vida.
    — Tenemos que ir inmediatamente a avisarle a Yama-ji.

    Hyashi tomó firmemente la katana con sus manos mientras la silueta volvía a desaparecer.

    ¡Oh! gran señor de la Corte Celestial, doce caballeros que a tu lado sirven, desde tu trono muestras clemencia a los que te han fallado y misericordia a tus enemigos; soy un humilde servidor que ha venido a pedirte permiso para usar el poder que me has concedido —invocaba mientras pasaba la mano por la hoja de su espada— ¡Libérate Masamune!

    El poder de la espada había sido liberado tomando su verdadera forma; la hoja se hizo más ancha y larga teniendo casi la misma altura que su portador, la empuñadura se hizo un poco mas delgada y larga para hacer fácil el agarre con las dos manos, en la hoja cerca de la guarda la figura de una cruz carmesí apareció, la apariencia que ahora tomaba era muy parecida a las espadas denominadas “Claymore”. Con un ágil movimiento de muñeca la giró clavándola en la tierra, arrodillándose después frente a ella, se despojó de su Haori y de la parte superior de su Shihakusho, pasó la mano por el filo de la espada abriéndose una herida en la palma y comenzó un encantamiento.

    El Dios de la cruz reposa de cabeza, el infiel maldice a los Dioses del Cielo, el altar del Santo ha sido profanado; la carne se volverá cenizas y la sangre polvo —decía mientras se dibujaba un pentagrama en el pecho— la tumba sagrada ha sido destruida, los textos sagrados han sido quemados, la hora del juicio final ha llegado ¡Arte Prohibido! Bakudō 107 ¡Tamashīnokaihō!

    Al terminar el encantamiento una enorme cantidad de Reiatsu fue liberado de su cuerpo elevándose hasta los cielos, su cuerpo parecía arder entre tan alta cantidad de energía; de un salto tomó su espada y se elevó al cielo.

    — ¡Los destruiré a todos ustedes malditos! —gritó mientras llegaba al sitio donde el cielo se había comenzado a desgarrar. Un destello cubrió los cielos y los Hollows uno a uno se fueron desintegrando.


    Otro mensajero interrumpió la reunión de Capitanes, el grupo de Hayashi también estaba presente.


    — Capitán Comandante, le traigo noticias del Departamento de Investigaciones.
    — ¿Han descubierto como detener el colapso?
    — No es eso Capitán Comandante, la fusión se ha detenido, los mundos vuelven a separarse y los Hollows han desaparecido.
    — Ha… muerto —dijo Getsu mientras caía de rodillas al piso.
    — ¿Sucede algo Getsu? —preguntó Yamamoto.
    — El Capitán Hayashi, ha muerto… lo sé, no hay otra explicación para que esta pesadilla haya acabado. Se ha sacrificado usando “eso”.


    Un humilde granjero que se encontraba arando su tierra, ajeno a lo que allí estaba pasando se sorprendió al ver como una espada había caído del cielo, pensó que era un regalo de los Dioses; al tomarla escuchó un leve susurro que le decía “Masamune”. El granjero ya era algo viejo como para convertirse en el portador de ésta espada celestial así que decidió convertirse en el custodio de la espada hasta que apareciera un digno portador.

    Pasaron cien años y Japón se sumió en una guerra interna que amenazaba con acabar el Imperio; las fuerzas leales al Emperador no habían podido acabar con la insurrección a pesar de tener a un gran estratega como Comandante. El pequeño poblado de donde era el viejo granjero se había librado de las cruentas batallas, el anciano hace años que había muerto pero antes de morir le encargó el cuidado de la espada a su hijo y éste a su vez a su hija; a pesar de que hubieron malas cosechas y padecieron hambre cuidaron su más preciado tesoro.

    Un día el pueblo de sumergió en un bullicio, el Ejército Imperial iba de camino a enfrentar un ejército enemigo al sur, a oídos de la joven llegó el rumor que el Gran Comandante del Emperador estaba a la cabeza del Ejército Imperial, quizás era él el portado que tanto habían esperado, sin pensarlo buscó donde la espada había sido guardado; con ella entre sus brazos envuelta en una vieja tela fue en búsqueda del gran guerrero.

    — Permiso, permiso —decía la chica mientras se abría paso entre la multitud— Oh mi Señor, que bueno que ha venido.
    — ¿Puedo ayudarte en algo mujer?
    — Mi Señor, mi familia ha esperado por años la llegado de una persona digna como Usted; aquí tengo un objeto sagrado que mi familia ha guardado por un siglo —dijo mientras descubría la espada.
    — ¿Una espada? No quiero ser descortés, pero ya poseo un espada.
    — No lo comprende mi Señor, esta espada fue enviada por los Dioses del Cielo, según me contó mi abuelo y mi padre.
    — ¿Dices que es una espada sagrada?
    — Si mi Señor, así es. Su nombre es Masamune, es el nombre que escuchó mi abuelo al tomarla.
    — Esta bien mujer, si ésta espada es sagrada la tomaré con gusto y con ella salvaré al Imperio del Japón.
    — Gracias mi señor, le deseo mucha suerte. Perdone que sea impertinente pero, podría decirme su nombre.
    — Por supuesto mujer, Nobunaga, Oda Nobunaga.

    Y así comenzó la leyenda del gran Shogun Oda Nobunaga y su espada Masamune, pero esa… es otra historia.



    ______
    @Misuzu
     
    • Adorable Adorable x 1

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