Tragedia El nacimiento de una nueva personalidad

Una joven se encontraba perdida entre sus pensamientos, sonriendo a la nada, temblando, abrazándose así misma sentada en un rincón de su habitación.

—¿Se preguntarán que le pasó para que estuviera así? Pues todo comenzó un Martes de marzo.​

Todo comenzó aquel día en que, ella y su mejor amigo, al que sigue adorando y queriendo aun como un hermano, tuvieron su primer roce de opiniones, aquel roce en el que... fue un golpe bajo que llegó completamente a su corazón. Logrando que ella se hiciera una y otra vez estas preguntas:

— ¿Crees acaso que no te tendría como persona importante en mi vida? ¿Que no dolería lo que me dijese en el momento?... -pensaba la joven con tristeza reflejada en sus ojos-.

A lo mejor aquel chico, su mejor amigo, sabía que si le dolería, ocasionando que lo hiciera a propósito para probar a la joven, probar su fuerza de voluntad.
Ella era vista muchas veces como una persona fuerte, madura y seria. Pero en esta situación no lo pudo ser.

—Quizás ha de estar pensando que soy inmadura a estas alturas, pues si, lo soy...-pensaba sonriendo sin ganas-

Ella no aceptaba que él pudiese haber pronunciado esas palabras, no podía reconocer cuánto la había lastimado con solo una frase.

"Algún día te diré Adiós, o nos dirás Adiós"​

El Adiós, nunca debió haberse utilizado en ella, en ningún momento o lugar.
Ella suponía que todos pueden estar acostumbrados a que los dejen, a otros le han de afectar, y otros ni siquiera les molesta, les resbala esa palabra. Pero ella esta segura de lo que es...

—Soy de ese montón sensible, que llora, patalea, se hunde en una oscuridad profunda cuando escucha el...<<Adiós>> -volvió a comentar la joven-

No puedes decir a la ligera el Adiós al menos con las personas sensibles, puedes bromear con esa palabra, puedes utilizarlo para despedirte temporalmente, pero para ella, nunca es aconsejable que ese Adiós se utilice como para "decirle la verdad".

Ella intentaba no darle una razón para odiarlo, una razón para tenerle rencor, porque sabía que era una tonta situación por que enojarse, aunque a ella le doliera. Por lo que empezó a escribir en una hoja, tratándose de consolar...

"Puedo decir que te comprendí, o por lo menos puedo pensar que quisiste atraerme a la realidad para que cuando chocase con el muro de la realidad, no me doliera.
Pues sabes, no necesito que me traigas a la realidad, montones de veces he vivido esa realidad, el ver que te dejen... que te digan Adiós, y estoy cansada que me lo estés tirando una y otra vez en la cara".
​

Con los días se pudo percatar que le había dolido y manchado su corazón y alma, que hubo roto algo en ella, y daba tantas sonrisas falsas que ya no sabía en que realidad vivía.
Le podría haber enfrentado y dicho:

—Te agradezco que hayas roto mi corazón hermanito, que hayas roto esa mirada con que te veía que eras diferente, que no eras igual a las personas que he conocido en mis años de vivir, pero me has demostrado una vez más que tú eres igual al montón. -esas palabras rondaban en su mente, cuando se aisló de todo dolida-

Volvió a escribir aquella joven ya empezando a soltar lágrimas amargas, temblando y con el corazón mas lento cada vez, a pesar de que tenía a su novio allí intentando apoyarla, intentando que no se derrumbara.

"Quizás te idolatraba demasiado al ver que eras fuerte ante el mundo, te empecé a ver como mi mejor amigo, hasta te di el lugar de verte como mi hermanito, sentí que podría confiar en ti, que a pesar de que el mundo estuviera en tú contra siempre lucharías, caerías y volverías a levantarte..."

"Si... pensé y me emocioné demasiado con esa idea. ¡Pero que ingenua puedo ser!"

-sonrío sin ganas la joven al ver que su humor decaía cada vez mas-​

Hace poco aquel <<hermanito>> volvió a meter su dedo en esa mancha y que luego de haberlo hecho lo convirtió en una herida profunda, tanto que hizo que la joven empezara a temblar de impotencia, tristeza, decepción y melancolía.

— ¡Congratulaciones! Ya sabes como matarme. Hermanito ya sabes como hacerme sentir una sombra, ya sabes hacer que me siento la peor persona del mundo... ya sabes como hacer que me consuma la oscuridad -gritó a la nada, sabiendo que ni sus padres la escucharía, ni siquiera su novio se percataría-

Luego la joven empezó a demostrar una mirada diferente, una sonrisa diferente, una cara diferente, la que demostraba su palidez, su debilidad, ni siquiera salió a mirarse al espejo o a la luz del día, sino que se había quedado en la oscuridad, y las preguntas surgían lleno de veneno y sarcasmo desde el fondo de su ser...

—¿Quieres que te abrace? ¿Qué te aplauda? ¿Que te sonría falsamente? ¿Que ya no te trate de la misma forma que lo sigo haciendo?...

- la joven rió a la nada-... Ninguna de esas lo haré, a pesar de estar devastada, a pesar que me haz hecho hundir, sentir desesperación y un dolor que no puedo sacar ni siquiera con amor -ríe cínica- ya no hay vuelta atrás... Gracias por darme otra personalidad, la fomentaré, la cuidaré, la amaré.

Es así como la joven quedó aislada de todos con una nueva personalidad hecha y derecha de una psicópata, ella seguiría siendo ella misma, sólo que ese día gracias a su hermanito había creado un nuevo monstruo al cual ocultar, alimentar, quién la haría compañía en aquel momento que se descontrolara y quisiera matarse.