El Misterioso Caso de La Familia Evans

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Jharby Misterio, 19 Diciembre 2012.

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    Jharby Misterio

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    El Misterioso Caso de La Familia Evans
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    3707
    Noviembre 22 - 1935


    Bajo la sospecha de un nuevo acontecimiento
    En el año 1935, específicamente en noviembre, la familia Evans en su mansión en Nueva Orleans celebra El día de acción de gracias. Todo era tranquilo y pacifico, a pesar de que la primera guerra mundial estaba presente, Nueva Orleans no era afectada por eso, dando por dado el agradecer por la paz de la ciudad mencionada.
    En una de las colinas de Nueva Orleans específicamente en la del norte, se encontraba ubicada la mansión Evans, quien en su esplendorosa gloria muy humildemente también celebraba la fecha. La mansión era hermosa, su entrada era una puerta principal con estilo griego de mármol importado de Europa. Encima de la misma, en el segundo piso había un balcón, sostenido con columnas de piedra blanca. Que tenia una puerta casi moderna de cristal con mármol. Y en el tercer piso un balcón igual al anterior, terminando con un techo de cúpula circular que abarcaba lo que era la casa.
    A los lados de las entradas, hermosas ventanas de cristal fino le daban elegancia al lugar. Dándole un aspecto parecido a la casa blanca, aunque a sus alrededores, grandes y muy bien cuidados bosques le daban a la mansión un aspecto de excentricidad. En su patio trasero un hermoso lago, en cuyos alrededores piedras, arbustos de flores y algunos pinos estaban presentes dándole el mejor de los aspectos de la ciudad a la mansión Evans.
    En su interior una hermosa decoración de mármol oscuro con blanco y rojo inundaba en las habitaciones, incluyendo hasta los baños. En el salón del comedor junto a la sala principal y con un arco al este con entrada a la cocina se encontraban los Evans. Yacían sentados en el comedor principal. Franchesco en la silla principal del norte. Teniendo a su lado derecho a su amada esposa Emma de Evans. A su lado izquierdo a su hijo Peter Evans, el mayor de todos que acompañándolo estaban su esposa Judith de Evans, y sus hijos Alfonso y Jenny Evans. Del otro lado de la mesa a un lado de Emma se encontraba Lucrecia hija de la misma. Con su esposo Juan Parker de Evans, quien por cosa de poderes familiares perdió su apellido, a un lado de Juan se encontraba Jake Parker, se desconoce el motivo por el cual no tiene el apellido Evans. Y su hermana Caroline le acompañaba. Y por último el hijo de Franchesco mas querido de todos Angeló quien se encontraba en la silla extrema sur con su esposa Elizabeth de Evans la cual se encontraba en estado de embarazo, a su lado derecho y a su hija Angelina.
    Los Evans cenaban celebrando el día de acción de gracias, e iniciando y incitando al brindis Franchesco Evans se levanto de su silla la cual era la principal diciendo:
    Franchesco: Oh!, querida familia, esta noche estamos aquí, reunidos por fin para celebrar la gracia de tener paz y tranquilidad en la familia, y en Nueva Orleans. Quiero dar un brindis.- dijo alzando su copa de plata con destellos dorados-. Brindemos por la prosperidad de un año más, por seguir siendo la mejor familia de todas.- dije en tono engreído y un tanto tosco-.
    Emma: Oh! Amor, tienes razón hoy se ve un buen día para brindar por tu salud, brindemos también por tu vida amado esposo, porque dure mucho tiempo más .- dijo en tono vanidoso, elegante y a la vez con algo de dulzura-.
    Peter: Si, hoy parece un día perfecto como para brindar por la unidad de la familia, por la paz de todos los presentes y por tu vida padre, porque dures hasta que te arrugues como una pasa.- dijo con humor negro-.
    Lucrecia: Por supuesto padre, hoy brindamos no solo por la paz de esta hermosa ciudad sino por tu larga vida.-prosiguió al comentario de Peter diciéndolo en tono dulce-.
    Angeló: Oh, querido y amado padre.- dijo alzándole su copa para brindar-. Brindemos hoy por tu vida, por que seas muy duradero para esta familia tan prospera.- dijo intentando dar fin al brindis continuando Alfonso-.
    Alfonso: Si abuelo, brindemos por tu vida.- dijo sonriendo-.
    Jenny: Por supuesto abuelo, espero que vivas muchísimos años.-dijo en tono juvenil-.
    Caroline: Por supuesto, y por la prosperidad claro, ya que no encuentro algo mas porque brindar.- dijo en tono burlo y vanidoso-.
    Jake: Si familia, brindemos por la prosperidad.-dijo viendo a los ojos a Emma su abuela-.
    Angeló: bien aquí se culmina el brindis no? No creo que angelina esté dispuesta a decir algo cierto.- dijo dándole un pequeño codazo a la niña la cual respondió-.
    Angelina: Por supuesto que no padre.- dijo nerviosa-.
    Mientras eso pasaba Maximiliano, Grecia y Helena se encontraban detrás del comedor escuchando todo, fielmente esperando para recoger las copas ya usadas de sus amados Evans, hasta que Maximiliano junto con Helena soltaron una carcajada disimulada simulando a que algo estaba planeado.

    Franchesco: Muy bien, puesto que todos mis hijos y nietos han dado sus brindis creo que es un perfecto momento para comenzar.- dijo alzando la copa nuevamente, mientras que los demás hacían lo mismo-. Salud, por mi vida, por la prosperidad familiar y por la paz de la ciudad.
    Todos bebieron del delicioso vino bien añejado de 1870, traído de Europa, el cual tenía el mejor sabor de la provincia. Una vez todos bebieron su vino, todos se sentaron excepto Franchesco quien dejo caer su copa, y luego cayó sobre la mesa. Todos se levantaron de sus asientos a atender a Franchesco, quien yacía sin pulso, caído el extremo norte de la mesa familiar, con los ojos y la boca abierta, algunos fingían desesperación mientras que otros se preocuparon por el posible fallecimiento de Franchesco.
    Emma: Alguien llame a una ambulancia!- dijo en todo preocupado-.
    Peter: Helena!!.-dijo gritando-.
    Helena corrió hacia Peter y le dijo:
    Helena: Si señor!?- en tono preocupado-.
    Peter: pues sirvienta ignorante obvio que ve a llamar a una ambulancia
    Caroline quien estudiaba medicina, junto con su primo Alfonso el cual estudiaba biología en la rama de venenos naturales fueron a tomarle el pulso.
    Caroline se le acerco a la yugular, la palpo por 15 segundos, y buscaba algo que simplemente no iba a encontrar. Alfonso se acerco al cuerpo de Franchesco.
    Caroline: Lo siento, el ya está muerto.- dijo en tono desesperanzador-.
    Alfonso reviso la cara de Franchesco la cual tenía espuma blanca de saliva coagulada y concentrada, olio el vino de la copa de Franchesco que yacía tirada a un lado y dijo.
    Alfonso: no creerán esto pero-trago saliva-. Alguien enveneno a Franchesco.
    Todos se miraron en la sala y luego miraron al Alfonso.
    Helena entro a la habitación exclamando
    Helena: ya la ambulancia y la policía están en camino.
    Emma: helena! Mi marido esta muerto!.-dijo llorando-.
    Maximiliano: Helena! El amo a fallecido, deberías avergonzarte de lo dicho.-dijo con indignación-.
    Angeló: Padre!.- grito-. Quien hizo esto!?.- dijo señalando al cuerpo de su padre y con ira-.
    Grecia: Angeló, amo, no se ponga así.-dijo intentando tranquilizar a Angeló-.
    Angeló: Alfonso! .-grito-. Fuiste TU!.-señalo-. Obviamente, quien es el único con veneno en la casa?
    Judith: ey!.- grito-. A mi hijo no le eches la culpa!.- dijo defendiendo a Alfonso-. Aun ni siquiera sabemos si en realidad fue envenenado!
    Peter: Angeló, Judith tiene razón, no sabemos aun que le paso a papa, por favor cálmate!.-exclamo-.
    Lucrecia: angeló es cierto aun no sabemos que acaba de pasar-
    Sonó la puerta y Helena se retiro del extraño lugar que era el comedor y se acerco a abrir la puerta. Al abrirla dos oficiales se encontraban allí y miraron a Helena y dijeron:
    ¿???: Mucho gusto, soy Daniel montes y ella es mi compañera Mariangela Voltier
    Helena: Mucho gusto yo soy la ama de llaves de la mansión.
    Mariangela: Muy bien y que pasa?
    Helena: pues todos hicieron un brindis pero el amo Franchesco se desmayo y, no sé qué le pasa.
    Al decir eso los oficiales pasaron directo a al comedor donde estaba el cuerpo diciendo:
    Daniel: Muy bien y aquí que paso?
    Peter: estábamos brindando el tomo su copa y luego cayo en la mesa y así se quedo. No se que le habrá pasado.


    La oficial Mariangela se acerco al cuerpo de Franchesco, le busco el pulso pero no tuvo suerte, Franchesco yacía muerto por algún posible envenenamiento o por paro respiratorio o infarto.
    Mariangela: alguien llame a la morgue. Lo siento pero el sr Franchesco esta muerto.
    La cosa que si parecía cierta era que alguien en esa sala sea quien sea mato a Franchesco, la pregunta del millo de dólares es ¿Quién es?
    Los policías Mariangela y Daniel se hallaban viendo la escena del crimen
    Mariangela: Nadie lo toque!.-grito-. Todos los de esta sala están bajo sospecha, si lo tocan sus huellas les incriminaran.
    Daniel: Eso es cierto, lo menos que pueden hacer es alejarse de la escena..-suena la ambulancia-. Mariangela parece ser que la ambulancia ya llego vamos a buscar la camilla
    Mariangela: Claro ¡
    Los policías se fueron por un momento a buscar la camilla para el ahora cadáver. Mientras que las personas presentes comenzaban una conversación.
    Emma: Quien FUE? .-grito-. Si! Yo se que fue uno de ustedes IDIOTAS! .-se acerco a Peter-. Toma! .-le dio una cachetada y le dijo-. Fuiste tu! Tu lo odiabas! Pero le faltaba poco porque lo mataste! .-le comienza a dar golpes en el pecho mientras cae sentada a llorar-.
    Peter: Madre! .-exclamo-. No fui yo! .-la aparto de pegarle-.
    Angeló: Mama, no creo que sea el momento indicado para empezar a buscar a un culpable.- dijo viéndolos a todos-.
    Lucrecia: Yo si se quien fue! .-grito y se acerco a Alfonso-. Fuiste tu! Tu eres el único subnormal de esta familia que sabe de venenos! Porfavor yo se que fuiste tu!
    Alfonso: pues te equivocas yo no he hecho nada!.-retirándose de la habitación molesto por la acusación-.
    Angeló; Lucrecia! El es sospechoso por su profesión pero eso no significa que el haya sido!
    Emma: Claro que si! .- y se puso a pensar-. O… quizás le haya dado el veneno a otro!. Claro! Eso es! Peter! Tu hijo es un asesino.
    Peter: madre! Son solo especulaciones les aseguro que Alfonso no hizo nada.- mientras Peter hablaba los policías Daniel y Mariangela llegaron con la camilla:
    Mariangela: Permiso, permiso.-dijo mientras pasaba por la habitación con la camilla-. Daniel, el cuerpo.- dijo-.
    Daniel: Claro.- comenzando a alzar el cuerpo junto con Mariangela, y una vez levantado Daniel se llevo el cuerpo de la habitación-.
    Mariangela: muy bien.-dijo sacando una cámara-. Ahora comenzare a ver la escena necesito que se vayan por favor.
    Todos se fueron de la habitación. Emma se fue a su cuarto a lamentar la muerte de su esposo, Peter con su esposa Judith a su habitación, Lucrecia con su esposo Juan al jardín, Angeló junto con su esposa Elizabeth se fueron a la sala y les acompañaron Jenny la hija de Peter y Judith, Caroline y Jake los hijos de Lucrecia y Jean, y obviamente su hija Angelina. Mientras que el paradero de Alfonso era desconocido…
    Peter y Judith yacían en su habitación reflexionando acerca de lo que había pasado.
    Peter: Judith. ¿Quién crees que allá sido el culpable de lo de mi padre Alfonso?-pregunto-
    Judith: Pudo haber sido cualquiera. Debemos sospechar hasta de nuestros hijos.-dijo con un tono de desahogo-.
    Peter: ¿¡Nuestros hijos!? –Grito-. Como podéis tan siquiera pensarlo, quizás de al Alfonso…
    Judith: Pero sería algo ilógico ¿acaso no es él, el nieto preferido de Franchesco?-Pregunto-.
    Peter: Si. Pero apenas y lo menciono por lo que dijiste.- le recalco a Judith-. ¿Podrías siquiera pensar que fue Jenny?- pregunto a lo que Judith le contesto con una risa, tal cual como si hubiese sido un chiste-.
    Judith: Jajajajajajajaja. Por favor, ¿ella? Esa niña es un pan de dios, es incapaz.- se puso seria y dijo-. Aunque sea mi hijo sospecho de Alfonso, ¿sabes?-pregunto-. Es su profesión obviamente el principal sospechoso será el…
    Peter: Si creo que tienes razón *bostezo* quizás este bien hablar de eso mañana por los momentos lo mejor será dormir.- dijo acostándose en su cama-
    Judith: Si, será lo mejor, te amo, descansa.-dijo recostando su cuerpo mientras miraba al techo de su habitación-.
    Peter: Igual amor, descansa.- dijo terminando pro durmiéndose al fin-.
    Juan y Lucrecia yacían en el patio viendo y contemplando el hermoso lago en el cual la luna llena se reflejaba. Estaban sentados en un banco puesto en el norte de el lago antes mencionado que yacía también justo al frente de la entrada de atrás a la casa. Ellos entablaban una conversación.
    Lucrecia: Querido, aun no supero lo que acaba de pasar.-dijo suspirando tristeza-.
    Juan: Es de esperarse querida, es muy triste, ¿quién pudo ser capaz de semejante atrocidad? .-pregunto mientras le ponía la mano izquierda en su hombro-.
    Lucrecia: -se quito el brazo de Juan del hombro-. Yo se quien fue .-señalo a la casa-. ¡Fue el estúpido de Peter!.-exclamo-. Aunque sea mi hermano es mi principal sospechoso, quizás lo hizo con la ridícula de Judith, sabes son unos desgraciados!
    Juan: Lucrecia, no puedes hacer nada. Por los momentos no es necesario culpar a nadie, creo que la policía debe hacer su trabajo.
    Lucrecia: aunque no lo creas, lo que digo no son especulaciones, ¿Sabes? Estoy completamente segura de que fue Peter quien le robo venenos a su hijo.
    Juan: Quizás. Has sospechado de alguno de nuestros hi…
    Lucrecia: Ni siquiera pensarlo! Me repugna que sospeches de ellos.- dijo mientras indignada entraba a la casa-.
    Juan: ¡Bien LUCRECIA! Déjame hablando solo *grito*.-comenzó a pensar-.
    “ aunque pensándolo bien, Caroline, es una chica engreída y vanidosa pero.. mm quería a su abuela. No, ella no fue. ¿Y qué tal Jake?. No… el no fue es incapaz jajaja no sospecho de mis hijos, será mejor que le vaya a pedir disculpas a Lucrecia”
    La hermosa pareja de Elizabeth y Angeló yacía en la grandiosa sala conformada por tres muebles puestos de manera casi circular frente a una chimenea que era el centro de toda la habitación, a la cual con unas cuantas tazas de chocolate caliente entro Grecia.
    Angeló:- se le acerca Grecia y le da una taza de chocolate-. Muchas gracias .-dijo sonriéndole-.
    Elizabeth:- se le acerca Grecia y le da una taza de chocolate-. Oh!, gracias, esto le hará mucho bien a mi bebe, luego de lo que acaba de pasar.
    Angeló: Elizabeth por favor no menciones eso. Creo que nuestro luto debe ser personal –recalco-.
    Grecia: Perdonad la interrupción, y el hecho de hablar pero, Sra. Elizabeth, el sr Angeló tiene razón.-dijo en tono un tanto penoso-.
    Elizabeth: Si, lo se, pero creo que por cierto tiempo se pensara de eso y creo que hablando de eso quizás ese pensamiento desaparesca.

    Grecia prosiguió a servirle del chocolate caliente a Jake, a Caroline, a Jenny y a Angelina, continuando por irse a la cocina, a la cual al entrar la humillación se recalco con los comentarios de Helena y Maximiliano quienes en un bar en una esquina de la cocina yacían tomando café.
    Maximiliano: Ha! Ay va la hipócrita, y que sirviendo chocolate.
    Grecia: Maximiliano, no comiences! Por favor… lo menos que podemos hacer en estos momentos de condolencia es estar de luto.
    Helena: Yo digo que ese cuento no te lo crees ni tu misma, aparte quien quita que tu con esa cara de mujer cuarentona que no hizo nada haya matado al amo Franchesco
    Grecia: Bien Sabes que eso no es cierto. Sabes deberías sospechar del que menos tiempo lleva en la casa.-dijo mientras miraba a Maximiliano-.
    Maximiliano: Acaso 15 años te parecen poco? O es que crees que el vejestorio de Helena que lleva como 100 años besándole los pies a Franchesco no pudo haberle matado?-dijo defendiéndose de la insinuación de grecia-.
    Helena: Admito que llevo tiempo trabajando aquí pero han sido 40 años maravillosos los que he vivido junto a esta familia, y seria incapaz de matar a siquiera una hormiga que provenga de esta casa.
    Maximiliano: Si Claro! Ahora que nadie sospeche de la viejita obvia.
    Grecia: Maximiliano me burle de que Helena sea una reliquia familiar pero no la insultes! Primero saca la vara que tienes en tu ojo y luego la burusa que tiene su hermano en el suyo.-dijo retirándose de la habitación-.
    Helena: Eres tan falso…-dijo acompañando a Grecia-.
    Emma lloraba y lamentaba en su cama matrimonial de mármol fino con techo de lienzos rojos con bordes amarillos, con almohadas rellenas de las mejores plumas de toda la provincia, la muy dolorosa muerte de su esposo. Recostada en su cama Emma exclamaba el porque de tanto sufrimiento, el porque Dios le permitió vivir ese momento. Mientras Emma lamentaba la muerte de su amado en el cuarto de Judith y Peter, Peter se levanto de “sueño” y con mucho cuidado salió de su cuarto sin hacer el menor ruido

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    Jharby Misterio

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    El Misterioso Caso de La Familia Evans
    Clasificación:
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    Misterio/Suspenso
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    7
     
    Palabras:
    2848
    “Dos misterios, ¿un complot?”
    Alfonso yacía en su laboratorio que se encontraba en el garaje en una entrada escondida, escribiendo una carta.
    Alfonso fue interrumpido al escribir el remitente ya que la puerta de su laboratorio se abrió. Dando paso a una extraña figura, la cual estaba vestida con un suéter de cuello tortuga negro, un pantalón de vestir oscuro, zapatos negros, una capa, guantes negros de cuero una máscara de payaso veneciana blanco y negro. Alfonso en su asombro por la extraña figura recalco una pregunta obvia.
    Alfonso: ¿Quién eres tú?-dijo preocupado y asustado, la extraña figura le mostro una nota que traía en la mano derecha que decía “Llámame El Payaso”, asustado por el obvio hecho del aterrador traje intento salir por la puerta eludiendo a “el payaso”, quien le agarro con forcejeo-.¡ Déjame ir! ¡Déjame ir!-forcejeando-. ¿Quién eres, suéltame?- grito, pero para que no levantara sospecha el payaso saco de un bolsillo de su capa un paño blanco, el cual prosiguió a ponerle con fuerza en la boca para dormirle-.

    El payaso le amarro a una silla con nudos perfectos en manos y pies para que no escapara, mientras que el sacando una bolsa pequeña con unas cuantas inyectadoras comenzó a llenarlas con los venenos experimentales del laboratorio. Alfonso despertó y para su sorpresa su boca estaba tapada con cinta adhesiva. Sus intentos por escapar de la silla ubicada a un extremo del laboratorio eran nulos, ya que ni siquiera podía gritar por ayuda. El payaso al darse cuenta de que Alfonso se había despertado puesto que escucho los intentos de gritar del mismo, saco una de las inyectadoras llenas de veneno de su bolsa las cuales ya tenían llenas, se acerco a Alfonso y en la yugular le clavo el veneno. El cual espero a que muriera en una fulminante convulsión para quitarle la cinta adhesiva de la boca, prosiguiendo con sacar una navaja de su bolsillo izquierdo y le corto la boca creando comisuras de roturas de mejilla a mejilla y con un labial que tenía en el bolsillo se la pinto bautizando lo mismo como la marca del payaso, el cual para terminar salió del laboratorio dejando a la intemperie el cuerpo de Alfonso en una esquina del laboratorio.

    “La noche paso y comenzó el día 2”

    Emma se despertó. Sin saberlo, se había quedado dormida, de tanto llorar, con su ropa de vestir usada el día anterior. Las ventanas no reflejaban el sol simplemente a unas nubes grises que tomaban posesión del cielo a lo largo de lo que había sido la mañana. Emma se levanto de su cama, con un cierto dolor de cuello, quizás por dormir sin sus preciadas almohadas, y con la incómoda ropa. El hecho fue que al despertarse, se cambio, y se puso ropa para estar en casa, una gran combinación de elegancia y comodidad la acompaño esa mañana y obviamente también le acompaño la tristeza.
    Algunas personas como Jake, Caroline, Jenny, Judith, Peter, Angeló, Elizabeth, Angelina, Juan y Lucrecia estaban en la cocina tomando el desayuno el cual estaba haciendo y sirviendo Grecia.

    Emma: Buenos días familia.-dijo en tono deprimido-.
    Lucrecia: Buen día madre.-dijo para ser amable-.
    Angeló: Buen día.-dijo mientras comía sus deliciosos panqueques-.
    Peter: Buen día querida madre.- dijo mientras dejo por un momento de tomar su café-.
    Judith: Buen día suegra.-dijo mientras le sonreía-. Helena!-grito, y helena acudió al llamado-.
    Helena: Si Señora?
    Judith: Por favor ve al cuarto de Alfonso a buscarle es que no ha venido a comer. Dile que se le enfriaran los panqueques.
    Helena: Claro señora.-dijo retirándose de la cocina-.
    Judith: Donde estará ese muchacho. A veces me preocupa.

    En la estación de policías de Nueva Orleans la agente Mariangela Voltier yacía con el detective investigando las pruebas del homicidio de Franchesco Evans.

    Mariangela: Ya tengo los informes y resultados de la autopsia que se le hizo a Franchesco.-dijo entrando a la oficina encargada del caso-.
    ¿?: Bien hecho hija, y ¿qué resultados aportaron?-dijo el detective principal encargado del caso Carlos Voltier, detective Veterano y padre de Mariangela-.
    Mariangela: Según lo que aquí dice el sr Franchesco fue envenenado con el veneno de una araña, específicamente el de “La viuda negra” un veneno que mata en menos de 20 segundos, aquí esta una foto de la viuda negra.-le dio a su padre una foto del animal, y el informe de autopsia-.
    Daniel:-entra a la oficina, con dos tazas de café-. ¿Un animal peligroso eh?-dijo dándole una de las tazas a Carlos y la otra a Mariangela-.
    Mariangela: Gracias Daniel.
    Carlos: Gracias. Creo que con saber con qué veneno fue asesinado Franchesco, ¿nos da sospechosos cierto?
    Mariangela: ¡Así es! Por los momentos tenemos a uno principal. Alfonso Evans, sospechoso por ser un biólogo experimental de venenos, es un poco obvio.
    Carlos: No hagamos especulaciones hija. Recordemos que eso nos tranca en la investigación. ¿Ay algún otro sospechoso?
    Mariangela: Debemos sospechar de todos, quizás hasta su propia esposa tenía motivos para matarle.
    Carlos: Bien entonces, quiero que mañana Daniel vaya encubierto a la Mansión Evans, necesito que busques cualquier cosa que culpe a Alfonso o que lo quite. Comienza por no sé, El patio, el jardín, el garaje, en fin.
    Daniel: ¿Mañana, no? Pues así será jefe.
    Mariangela: Vale, y que hago yo.
    Carlos: Por los momentos solo tenemos las pruebas de la autopsia, necesito que las revises con ojo clínico, por favor.
    Mariangela: Por supuesto padre.

    Judith buscaba a su hijo mas no lo encontraba, Judith fue a su cuarto y de uno de los cajones de su armario saco una llave, terminando por salir del cuarto.
    Judith: Por fin! Hoy es el día. –dijo brincando en una pata literalmente –.
    Emma yacía descansando en uno de los sofás de el patio de atrás recibiendo el sol con unas gafas oscuras viendo el brilloso y bonito atardecer.
    Emma: ¡Grecia! –Grito, a lo que Helena salió de la puerta trasera, limpiándose las manos con su delantal–.
    Helena: ¿Si señora?
    Emma: Helena. ¿Has sabido algo de Alfonso? Es que no le he visto en todo el día.
    Helena: No señora, Grecia le ha buscado todo el día, y pues no le ha encontrado.
    Emma: Bien. Y, ¿Peter ya llego?
    Helena: Si, llego de trabajar hace un momento pero creo que se fue, dijo que se iba a la taberna a echarse unos…
    Emma: ¡No seas tosca Helena!. –dijo regañándola–.

    Elizabeth estaba en la sala principal sentada en el sofá frente a la chimenea, tomando café, y hablando con su hija Angelina.
    Elizabeth: ¡Bien hija! Me alegra mucho que hayas sacado un “Bien” en matemáticas.
    Angelina: Gracias mami. –Dijo con tono nervioso, a lo que entro su padre a la habitación, y le dio un beso a Elizabeth–.
    Angeló: ¡Oh! Familia. Hola amor, buenas tardes ¿Cómo estás?
    Elizabeth: ¡Oh! Amor estoy encantada y feliz de que nuestra hija sacase un “bien” en Matemáticas
    Angeló: ¿un “Bien”?. -dijo frunciendo el entrecejo- .
    Angelina: Si papa, acaso no te agrada. –dijo con una cara predispuesta a llorar–.
    Angeló: Sabes muy bien que no! Me decepciona. –dijo regañándola–. Prefiero un “Excelente” quiero que por favor te vayas a estudiar a tu cuarto, para mejorar esas notas.
    Angelina: *llorando* Esta bien papá. –dijo retirándose de la habitación– .
    Elizabeth: no deberías ser así con tu hija! Recuerda que ella tiene ciertos detalles con esa materia.
    Angeló: Tiene que mejorar y punto, de eso no cabe duda.

    Lucrecia veía el atardecer con Juan en el banco junto al lago en la parte trasera de la casa. Yacían allí en su relajación, hasta la aparición de sus hijos.
    Lucrecia: Dios! Anoche todo fue increíble. –dijo en tono sensual–.
    Juan: *risa* Cierto. –dijo dándole un beso, en el cual entra su hija Caroline–
    Caroline: Hola mama, hola papa
    Lucrecia: Hola hija. ¿Qué tal te ha ido hoy?
    Caroline: ¡Oh! Me ha ido de maravilla, tuve mi primera cirugía.
    Juan: ¿Y qué tal salió?
    Caroline: ¡Perfecto! El paciente salió directo a una habitación para rehabilitarse.-dijo mostrando en su hermoso rostro una bella sonrisa, a lo que llega Jake-.
    Jake: Hola mamá, hola papa.-dijo con rebosante alegría-. Ah, hola esta tú.-dijo con indignación hacia Caroline-.
    Caroline: Bueno, me voy tengo cosas que hacer y aquí por lo que veo, acaba de llegar la basura.-dijo en regañadientes, marchándose del jardín para entrar a la mansión-.
    Lucrecia: ¿Por qué se pelean tanto? En fin, hijo, ¿Cómo te fue?
    Jake: Me fue de maravilla, tengo las mejores notas en la universidad de Psiquiatría.
    Juan: ¡Valla! Hijo me alegran tus notas, veamos cómo te lo recompenso, ¿vale?
    Jake: Ok *risa*
    Lucrecia: Bien, yo me retiro, necesito hacer unas cosas.
    Juan: Vale. Yo hare lo mismo, las diligencias de mi trabajo no están fáciles.
    Jake: Muy bien, creo que me iré a mi cuarto a estudiar.

    Judith yacía con la llave de la bóveda familiar, planificando un robo, lo mejor de todo era que ella escaparía con su hijo Alfonso –aun sin saber de su muerte- para vivir con el lejos, quizás en otro lugar de Europa, como Francia, Suiza, Rusia etc. El punto era que ella quería escaparse de toda la sospecha que la acobijaba por su vanidad.
    Encontrándose camino a la bóveda, nada parecía importarle, solo su vanidad y el “amor” hacia Alfonso se encontraban con ella. Cuando llego con la llave, abrió la bóveda y para su sorpresa. Montones de dinero acobijaban el pequeño cuarto que yacía en la oficina de Franchesco en el tercer piso, guardada por una puerta de bóveda. La habitación no solo tenía montones de dinero sino que era de metal solido por lo tanto el sonido que en ella se hacía nunca saldría al exterior mientras que estuviera cerrada la puerta. Judith en su impresión dejo la puerta de la bóveda abierta gracias al impacto del montón de dinero, joyas, oro tesoros, y sinfín de cosas que allí se encontraban. Judith guiada solo por su vanidaddijo:

    Judith: *Gritando* ¡Ah! ¡Dios! ¡Cuánto dinero! es triste que me lleve solo un poco pero..-dijo sacando un saco-. ¡Igual eso me sirve! *risa*.- Judith no cavia en su felicidad-.
    Todo para Judith parecía perfecto. Todo era maravilloso, ese lugar representaba el paraíso de su vanidad. Hasta que la imagen de el payaso se encontró en la entrada de la bóveda, con una soga en la mano. Judith en su impresión por la extraña figura en la puerta dijo:
    Judith: ¿Quién eres tú? - interrumpiendo la perfección del momento, y comenzando a asustarse soltó el saco de dinero y la llave, puesto que se estaba preocupando - ¿Qué haces aquí?-echándose un tanto para atrás, mientras que el payaso cada vez se acercaba cada vez mas. Al punto de dejar a Judith a su merced al ella llegar a tropezarse con la pared de fondo de la bóveda.-. No, que vas a hacer, ¿acaso eres Peter? Amado mío deja tus juegos. -soltó con algo de humor negro-. ¿No? ¡Entonces debes ser Emma! ¿Por qué hacerme esto? Soy tu nuera preferida. ¡No es lo que estas pensando! No, no estoy robando, no creas cosas que no son.- intentando evadir al payaso el cual fríamente le enrollo la cuerda en el cuello y apretó, Judith intento zafarse pero sus intentos fueron en vano. El payaso solo la ahorco. Recogió la llave que Judith tiro en medio de la sala, saco de su bolsillo una navaja y le corto las comisuras de la boca de oreja a oreja al cadáver ahorcado de Judith y luego lo pinto cuan boca de payaso de circo y luego de eso el payaso solo agarro la soga y se fue.

    En el comedor de la casa – el cual ya estaba arreglado – Estaban reunidos Angeló, Elizabeth, Jenny, y Angelina, yacían cenando, hasta que por el arco de madera encontrado en el sur de la habitación, entro Peter sudado, y un poco ebrio.

    Angeló: Hola hermano – dijo levantándose de su asiento – ¿te apetece sentarte?
    Peter: gracias hermano – dijo cansado – pero es que estaba haciendo las diligencias de el funeral de papá.
    Angeló: Vale, si no te apetece comer, entonces ve a descansar, oye, ¿no has visto a Judith? – Pregunto – es que no le veo desde hace un buen rato.
    Peter: ¿Judith? – Sonrío – no, no le veo desde la mañana.
    Angeló: Bien, entonces vete a descansar, buenas noches.

    Lucrecia llego a su habitación, sin siquiera pasar a saludar a las personas que estaban en el comedor, ella llego cansada, se cambio su ropa y se acostó. Juan llego al rato, y cambiándose de ropa hizo lo mismo que Lucrecia.
    Caroline estaba en el patio contemplando la hermosa luna menguante la cual estaba en un cuarto de la mitad del cielo, acompañada de miles de estrellas, las cuales hacían que la vista fuera espectacular, ella tenia una soga en la mano derecha y un yesquero en la mano izquierda, mas su mirada era fría, quieta, y sin ninguna emoción estaba su rostro, el cual solo mostraba seriedad. Sin pensarlo dos veces Caroline le predio fuego a la soga y la lanzo al lago que yacía frente a ella.
     
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    Jharby Misterio

    Jharby Misterio Iniciado

    Virgo
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    Título:
    El Misterioso Caso de La Familia Evans
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    3436
    “Cenizas, y una… ¡escoba!”

    Noviembre 24 – 1935

    En la estación de policías de Nueva Orleans, el policía Daniel se preparaba para ir a investigar a la mansión Evans acerca del homicidio de Franchesco, hasta que.
    Mariangela: Espera un momento. Recuerda, tus objetivos ¿son? – Pregunto con prisa –
    Daniel: Bien, mis objetivos son – dijo agarrándose el cabello negro, el cual hecho para atrás y prosiguió – Debo buscar huellas de todas las personas de la casa, y si puedo una prueba de ADN, aparte del interrogatorio a algunos de los que me encuentre. ¿No?
    Mariangela: Pues bien, ten cuidado, nos comunicamos por radio ¿eh? – Dijo acercándosele para una insinuación – ten un pequeño animo – dijo mientras le puso su brazo izquierdo en el hombro, y le dio un apasionado beso –
    Daniel: vaya… – dijo impresionado – dame otro de esos ¿sí? – Dijo acercándosele y nuevamente Mariangela le da un beso – este día, no podría ser aun más perfecto, me marcho.
    Mariangela: Te esperare con ansias –dijo mordiéndose el labio–
    Daniel: Me encantara llegar –dijo guiñándole el ojo, terminándose por salir y irse –

    El día no podía estar más triste, esa noche, se iba a dar a cabo el funeral de Franchesco, el sol no quería aparecer, las nubes eran completamente grises, y se veía que una tormenta se aproximaba. Los Evans en su luto no solo se entristecían ante el oscurecido día, sino que, se extrañaban ante la desaparición de Alfonso y de Judith, lo cual ante la familia avivaba mas la sospecha de su culpa ante la muerte de Franchesco. Lo que menos ellos pensaban era que un asesino en serie, el cual podía bien ser cualquiera de ellos les había matado fría y cruelmente. La angustia de Peter, era creciente, y era de esperarse, su esposa y su hijo habían desaparecido. La familia en sí, estaba reunida por completo en el comedor, desayunando conversaban acerca de lo que en ese día iba a ocurrir.

    Peter: buenos días familia – dijo mientras tomaba asiento –
    Angeló: Buenos días hermano –dijo mientras se servía zumo de naranja en un vaso – ¿Qué ha sucedido con Judith y Alfonso?, ¿aun no sabes nada? –Pregunto –
    Peter: aun no sé nada, pienso que quizás se fueron a un hotel, o a unas vacaciones sin decirme –insinuó –
    Emma: ¡Ha! Peter, no seas iluso –dijo Emma entrando a la habitación, afincándose con su mano izquierda en el arco de madera al sur de la misma – ¡Por Dios! Creo, que todos aquí sabemos, que ese par son unos asesinos.
    Peter: Madre, no te permito que hables así de mi esposa y de mi hijo –dijo molesto por la acusación de Emma–
    Emma: Sabes muy, pero muy bien que nunca me fie de esa mujer, es solo una mujerzuela que te encontraste en uno de los barrios de clase baja aquí en Nueva Orleans –dijo mientras tomaba asiento– ¡Helena! –gritó–
    – Helena: Si señora –dijo entrando con una caminata rápida a la habitación, directamente hacia Emma–
    Emma: Por favor, quiero que me traigas un zumo de papaya, no me gusta la naranja
    Helena: si señora –dijo retirándose.
    Emma: continuando con lo dicho– insinuó – creo, que si, tu “hijo” es un asesino, y punto.
    Lucrecia: Madre ¡Basta! –Exclamo– enserio, no te pases, creo que ya es suficiente el dolor que tenemos con el hecho de que hoy sea el funeral de nuestro padre – dijo con una voz tenue, mostrando cierta tristeza – enserio, cállense los dos, y perdona si te parece irrespetuoso mamá, pero es que ya basta.
    Elizabeth: Lucrecia tiene razón, creo que las tragedias de la familia son suficientes, como para que nos dividamos – recalco.
    Jake: Bueno, creo que solo, deberíamos comer – dijo con tono molesto, y frunciendo el entrecejo.
    Lucrecia: Ay hijo, no seas tan arrogante, aunque te apoyo – dijo apretándole un cachete, tal cual como a un hijo mimado.
    Peter: Bien, ya todo se calmo; pero me tengo que ir a hacer algo – dijo limpiándose la boca con una servilleta y yéndose de la habitación.
    Helena le llevo a Emma su zumo de papaya, y todos siguieron comiendo, hasta que sonó el timbre. Maximiliano, acudió rápidamente a abrir la puerta.
    Maximiliano: Muy buenos días, ¿cartero?
    Cartero: si, aquí tienes una carta, dice que es para Maximiliano –dijo mientras le mostraba un sobre de carta amarillento, que tenía un sello rojo con una sonrisa.
    Maximiliano: yo mismo soy, permíteme –dijo pidiéndole la carta.
    Cartero: ¡Claro! –le entrega la carta a Maximiliano.

    Maximiliano cerró la puerta, y fue a la cocina apresuradamente para leer su carta, siendo interrumpido por Helena en la cocina quien le entablo conversación.

    Helena: Bien, y ¿Quién era? –pregunto.
    Maximiliano: oh, era solo el cartero, tenía una carta para mí.
    Grecia: Y… ¿Qué dice? –dijo mientras entraba a la habitación con una cantidad de platos para lavar.
    Maximiliano: ustedes solo se acercan cuando quieren, es malo ser hipócritas, ¿saben? Aun me acuerdo de lo de hace dos días.
    Helena: bien, no importa creo que tu vida personal es completamente nula ante nosotros.
    Grecia: Helena tiene razón –dijo mientras se preparaba para comenzar a lavar los trastes.

    Maximiliano abrió la misteriosa carta, y hizo un gesto de gran sorpresa abriendo mucho los ojos.

    Maximiliano: Helena, Grecia, Tengo que hacer algo –dijo marchándose rápidamente de la habitación.

    La familia aun yacía desayunando, su conversación no sonaba tan fluida como siempre, esta vez, algo estaba diferente, todos se retiraban misteriosamente.

    Emma: Bien, me voy, debo escoger el ataúd de Franchesco, y debo preparar la misa del sepulcro –dijo retirándose de la habitación.
    Jake: Madre me voy a estudiar, nos vemos en el velorio – dijo dándole un beso a su madre, y un apretón de manos a su padre, volteó hacia Caroline y le dijo – Bien, nos vemos “hermanita” –Caroline, no le respondió solo le miro y le frunció el entrecejo. Luego Jake se marcho.
    Lucrecia: Amor, debo ir a hacer unas cosas con la preparación de un evento –dijo mirando a Juan.
    Juan: ok, espero que te vaya bien – dijo dándole un beso – oh, si quieres te llevo, ya que termine de comer puedo acompañarte.
    Lucrecia: Claro, así podemos hablar, claro un poco más solos –dijo mirando con mal gesto a Elizabeth, hija, chao, espero que te vaya bien en tu cirugía de hoy.
    Juan: Chao hija, ¿nos vamos amor? –dijo romántico.
    Lucrecia: Vámonos –dijo entrelazando su brazo derecho con el brazo izquierdo de Juan.

    Al salir Juan y Lucrecia, el policía Daniel Montes llego, y se les cruzo por el camino, continuando por comenzar un pequeño interrogatorio…

    Daniel: Buenos días, soy el policía Daniel Montes –dijo mostrando su placa.
    Lucrecia: Buenos días tenga usted agente –dijo estrechándole la mano como saludo cordial.
    Juan: Muy buenos días tenga usted oficial –dijo sonriéndole amablemente.
    Daniel: si me lo permiten, estoy aquí para interrogar a las personas del incidente.
    Lucrecia: Me parece algo tonto que no hayan venido ayer.
    Daniel: a cualquiera, pero se trataba del abuelo, lo que hizo que el jefe de la policía les diera un día, y hoy comenzaremos a interrogar, ahora, yo soy el de las preguntas ¿le parece?
    Lucrecia: Perfecto –sonrió.
    Daniel: Primero las damas –dijo apuntando su mirada a Lucrecia– Sra. Lucrecia ¿en dónde estaba usted el día de lo ocurrido?
    Lucrecia: Pues muy obviamente en el comedor principal de la casa
    Daniel: Ok, pero, ¿en qué parte?
    Lucrecia: si mal no me equivoco estaba a en medio de la mesa, con Juan –miro a su esposo –a mi lado, y con Jake y Caroline del otro.
    Daniel: Sra. Lucrecia ¿Quién cree usted que fue?, ¿vio usted algo inusual en alguno de los familiares?
    Lucrecia: Bueno, ¿extraño? No – comienza a morderse los labios muy sutilmente, una muestra de que está pensando – Oh, un momento –dijo mientras expresaba sorpresa – Maximiliano, estoy completamente seguro, que le vi, si, le vi en la mañana antes de la cena. Vino con una bolsa extraña, quien quita que allí haya traído el veneno.
    Daniel: Lucrecia según su testimonio, el Sr. Maximiliano llego en la mañana con una bolsa de dudosa procedencia ¿cierto?
    Lucrecia: Tú lo has dicho
    Daniel: ¿vio algo más que fuese extraño?
    Lucrecia: No que recuerde –dijo sacando de su bolso para damas un pequeño espejo, con el que prosiguió a arreglarse.
    Daniel: Sr. Juan, ¿vio usted algo extraño ese día?
    Juan: No específicamente Sr. Montes, aunque, que yo recuerde y completando con la congruencia de mi esposa, Maximiliano estaba sirviendo las bebidas ese día, ¿no cree usted que debería ir a investigarlo a el? Le recuerdo que tenemos trabajo.
    Daniel: por los momentos está bien, gracias por su cooperación –dijo marchándose.

    El policía Daniel ya tenía sus conjeturas, pero la cosa ahora seria ¿Por qué Maximiliano mataría a Franchesco?, algún infortunio del pasado, avaricia y vanidad por su fortuna, apoderarse de la mansión, ¿Cuál era su plan? Si el policía Daniel estaba seguro era que si Maximiliano habría traído el veneno, mas no tenía motivos para matarle, el tenia que tener un cómplice…

    Maximiliano estaba desaparecido, por alguna razón –lo más seguro por la carta– había salido corriendo, a un lugar desconocido. Mientras que Lucrecia y Juan no se encontraban muy lejos de la casa…

    Lucrecia: ¡Oh por Dios! *grito*
    Juan: Amor, ¿qué sucede? –dijo preocupado.
    Lucrecia: tranquilo, tranquilo, no es nada fuera de lo común, solamente se me quedaron unas cosas importantes–dijo mirándole a los ojos
    Juan: vale, ve a buscarlas –dijo con prisa – recuerda que es un poco tarde.
    Lucrecia: será mejor que te vayas, así no llegas tarde –se acerca a Juan y le da un beso – adiós amor, nos vemos luego –dijo mientras caminaba rápidamente hacia la mansión.

    Daniel, toco la puerta principal de la mansión a la espera de quizás encontrar a Maximiliano, aunque la puerta se la abrió, Grecia.

    Grecia: Si, buenos días–dijo cordialmente
    Daniel: Buenos días, soy el policía Daniel Montes, estoy buscando a Maximiliano –dijo mostrándole la insignia de la policía.
    Grecia: recuerdo que se marcho corriendo luego del desayuno, el siempre que se va, huye al garaje lo más seguro es una mala costumbre, quizás allí le encuentre.
    Daniel: Bien, creo que iré a revisar el garaje – dijo marchándose.
    Grecia: *pensando* “que habrá hecho Maximiliano, que ahora le persigue la policía, es que hay que ver que ese no se sale de un problema

    Mientras tanto. El oficial Daniel Montes entre buscaba en las cosas del garaje de la familia Evans dando por descubierto una entrada a un posible sótano al cual entro. Al entrar había unas escaleras que iban hacia abajo viendo al fondo una puerta. El detective Daniel bajo las escaleras y abrió la extraña puerta dando paso a un extraño laboratorio (el de Alfonso) donde vio muchos experimentos químicos. Aunque Daniel no sabía que eran venenos los vio muy intrigado por pensar que eran así que con una inyectadora que traía en su bolsillo agarro una pequeña muestra y cuando pretendía salir del extraño laboratorio un cuerpo se presento en una de las esquinas. El detective viendo su rostro se trataba de Alfonso Evans. De inmediato Daniel llamo por radio a Mariangela diciéndole acerca del cuerpo

    Daniel: Mariangela vente de la estación. Acabo de encontrar un cuerpo. Cambio.-colgando la transmisión de radio-.
    Mariangela: Por supuesto ya me voy a la mansión, estas en el garaje cierto?
    Daniel: Si, encontré una entrada a un lugar que parece un laboratorio en el garaje y en el supuesto laboratorio esta el cadáver del desaparecido Alfonso.
    Mariangela: Ya voy para allá.

    El detective Daniel se puso de espaldas a la puerta empezando a revisar el cadáver de Alfonso, tomando su pulso y ese tipo de cosas, sin percatarse Daniel, el payaso entro al laboratorio en silencio. El payaso se acerco a Daniel quien estaba de espalda al mismo revisando el cuerpo de Alfonso y le puso un arma de fuego 9mm en la cabeza. El detective Daniel no tuvo otra opción más que levantarse alzando las manos, aunque por su entrenamiento hizo una maniobra en la cual se pudo dar la vuelta, tumbarle el arma 9mm, y el payaso viéndose indefenso no hizo nada dándole al detective Daniel la oportunidad de quitarle la máscara al asesino.
    Daniel: ¿Tu?-dijo sorprendido-.

    El payaso como pudo saco un pañuelo blanco de su bolsillo y se la puso en la boca a el detective y pegándole contra la pared espero a que el cloroformo le durmiera, dejándole inconsciente en poco tiempo, dejando caer su cuerpo el detective Daniel yacía inconsciente a la merced del psicópata asesino el payaso.
    El payaso le amarro de manos y de pies, le tapo la boca con algo de cinta adhesiva y le dejo en el piso cuan gusano rastrero. Daniel despertó y revolcándose intento zafarse de aquellos muy bien hechos nudos, y viendo a su alrededor denoto la figura del payaso acercándose a el con un cuchillo con el cual cruelmente le corto el cuello dándole una muerte rápida.

    El payaso con el mismo cuchillo le rompió la comisura de la boca la cual le pinto con la sangre del cuello y le decoro como payaso de circo. Luego busco entre sus bolsillos la muestra robada del laboratorio se la metió en el bolsillo y para terminar agarro todas las muestras del laboratorio y las boto por un lavamanos que se encontraba en una de las esquinas del laboratorio agarro todos los frascos usados para los experimentos y los metió en una bolsa negra que saco de su bolsillo y se las llevo consigo terminando por irse.


    Maximiliano no sabía que su culpa estaba al descubierto, ¿Cuál culpa? La carta que el leyó decía “Al remitente le digo, su vida ya ha acabado, ¿Cómo osas a robar a la familia? Pagaras muy caro por ello” él pensaba que todo seguía igual y con júbilo por su “victoria” de haber robado nuevamente a la familia, se dirigía a su cuarto a celebrar. Maximiliano llego a su habitación y en un compartimento secreto guardo el dinero robado. Para asegurarse de que nadie le viera antes cerró la puerta con llave.
    Maximiliano al abrir el compartimento dio al descubierto una mini-fortuna en su caja de seguridad secreta, hasta que en medio de su júbilo, para su sorpresa se abrió la puerta, la cual le dio paso a el asesino el payaso.
    Maximiliano: ¿Tu?- pregunto-. ¿Qué haces aquí? – empezando a asustarse-. ¿Tú eres el payaso no?- pregunto, y el payaso le asintió y cerró la puerta-. Que estás haciendo.- dijo metiendo la mano en la caja fuerte-. Bien ¿crees que me vas a matar como a los demás? Pues ¡NO!- Saco de la caja fuerte una pistola 9mm con la cual apunto a el payaso-. Acaso ¿crees que yo sería fácil como los demás?- el payaso metió la mano en su espalda-. *risa*Yo no soy como los demás.-dijo sacando dinero de su caja fuerte, y se lo lanzo a el payaso-. ¿Ves? ¡Sí! E engañado a la familia por 14 años y nunca se han dado cuenta, que ¿porque te cuento esto? Pues porque sé que de aquí TÚ no vas a salir con vida.- el payaso saco de su espalda una pistola 9mm-. Ah ¿te estás asustando?-el payaso le negó-. ¿Ah no? Pues esto se acaba aquí…- se oye un disparo muy bajo, las dos pistolas tenían un silenciador puesto. El payaso le había disparado en un pie haciendo que Maximiliano soltase su arma, prosiguiendo, el payaso le desmayo con un paño blanco bañado de cloroformo. Le amarro a una silla de manos y de pies y le puso cinta adhesiva en la boca todo esto mientras él estaba desmayado.
    Maximiliano despertando de su desmaye se encontró indefenso ante el asesino que yacía frente a el con una inyectadora en su mano derecha la cual sin piedad le inyecto en el cuello dándole a Maximiliano una muerte rápida.


    ¡Gracias a los fieles lectores! Publicare una encuesta que les dejara opinar acerca de sus sospechosos. Espero que les guste, publicare otro en 2 o tres días, ese sera el ultimo del año comenten si les gusta :D
     
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    Apolo

    Apolo Ijime: Ikenie no Kyoushitsu no me decepciones

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    esta muy bueno y muy buena trapa, buena descripcion del lugar y personajes solo que nbo lo hagas en forma de teatro o se te enojaran los lectores
     
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  5.  
    Jharby Misterio

    Jharby Misterio Iniciado

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    Hehehe Gracias por la recomendacion! :) pero es que esto lo hare como una obra, y pues para no perder mucho el tiempo solo hago una adaptacion :)
     
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  6.  
    Pandi Nyu

    Pandi Nyu Asesina de Zombies

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    Hola <:o)
    me ha encantado la trama es muy buena te felicito y también te quiero decir que no encontré ninguna falta de ortografía ,eso es muy bueno y también me gusta mucho la forma en que narras el fic :D............. y aparte en cada capitulo vas matando a casi todos mi sospechosos estoy empezando a creer que ninguno de mis sospechosos es el correcto TT_TT............ esperare con ansias el siguiente capitulo y que me avise porfiiiiiii ^w^
    Besos Sayoooooooo......
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    Jharby Misterio

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    Virgo
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    jejeje gracias :) el proximo capitulo sera mi regalo de niño Jesus *w* xD Sigan leyendolo cada vez se pone mejor...
     
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    Tema Kurushimi

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    Capricornio
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    ¡¡¡Que tiernooo!!!!
    Hola, lo ciento si no había pasado a comentar antes, aunque si había leído los capítulos y déjame decirte que me encantaron, a mi igual me gusta el misterio. Bueno la trama me parece que va bien, para mi los personajes son todos sospechosos hasta que no se demuestre lo contrario
    me quedo una duda ¿ Como supo Maximiliano que los desaparecidos habían muerto? ¿y como supo que fue el payaso?, también me gustaría saber ¿Por que Mariangela supuso que Daniel estaba en el garaje?
    Sigue asi, para que yo deje de comerme las uñas.
    Nos vemos, (espero que algún día puedas leer el libro, y si lo haces por favor dame tu opinión) cuidate
    Atte. Temari Tsukiyomi
    P.D: Espero que tu también recibas un buen regalo porque has sido una buena persona n_n
     
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  9.  
    Jharby Misterio

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    Virgo
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    Quizas... Maximiliano sabia algo, quizas, solo quizas el fuese complice, todos pueden ser mas solo uno es... mariangela no supuso que daniel estaba enel garaje, el le dijo en donde estaba.
     
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    Capricornio
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    tienes razon en eso, pero insisto en que Daniel no le dijo su ubicación solo la confirmo :
    Daniel: Mariangela vente de la estación. Acabo de encontrar un cuerpo. Cambio.-colgando la transmisión de radio-.
    Mariangela: Por supuesto ya me voy a la mansión, estas en el garaje cierto?
    Daniel: Si, encontré una entrada a un lugar que parece un laboratorio en el garaje y en el supuesto laboratorio esta el cadáver del desaparecido Alfonso.
    Mariangela: Ya voy para allá.
     
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    Virgo
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    Detalles, detalles... jejeje
     
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    Chicos! Perdonen el retraso con el capitulo jejeje, este es el ultimo capitulo del año... Gracias por seguir leyendo mi Fic. ¡Espero os guste!

    Acaso, ¿los policías no lloran?


    La agente Mariangela, intento comunicarse por radio con Daniel, quien no le contestaba.

    Mariangela: –agarro su radio – Daniel, ¿estás? –Intento de nuevo– Daniel–colgó– rayos, ¿Qué te hiciste?

    Mariangela llego corriendo al garaje, donde vio la “entrada” que Daniel le había descrito la vez pasada, cuando se comunicaron, Mariangela, en su incredulidad bajo las escaleras, y abrió la puerta de metal, lo que vio fue lo más aterrador de su vida. Lagrimas caían de los ojos de Mariangela, ante el cuerpo de Daniel, que yacía bajo la única fuente de luz de la habitación, adornado como un payaso, maquillado como un payaso, bañado en sangre, la cual venia de su cuello. Mariangela no tuvo más opción que llorar.

    Mariangela: no…–dijo en su impresión– no…–caían lagrimas de sus ojos– se tapo la boca con la mano derecha, y grito – ¡DANIEL! –cayó de rodillas y comenzó a llorar desconsoladamente, repitiendo las palabras “no, no puede ser” – no, no puede ser –las lagrimas de dolor de Mariangela no cesaban, y sus recuerdos eran inminentes, recordó algunas cosas…

    24 de Noviembre 1935 7:00 am “Casa de los Voltier”

    Mariangela, estaba en su cuarto, escribiendo una carta…
    Querido Daniel, se que te conozco desde hace mucho tiempo, exactamente dos años, pero desde hace tanto quiero decirte una cosa ¡Te Amo! La primera vez que te vi, con tus ojos verde aceituna, tu nariz perfilada y hermosa, y tus labios finos, como los de un italiano. Mas ese esplendoroso, aunque corto, pero brillante cabello, te hacían ver como la estatua griega, perfecta para mi, lamento siempre haber sido dura contigo, perdona por siempre haberte tratado mal, pero temía que te dieras cuenta del inminente amor que siento por ti, te lo repetiré, ¡Te amo! Y sin vacilar te digo, que te podría robar miles de besos cada vez que se me presente la oportunidad. Esta carta no es solo para expresarte lo que por ti siento, sino para pedirte una cosa, ¿podrías ser el hombre perfecto para mí? ¿Quisieras ser mi pareja? Att: Mariangela Besos

    Mariangela se vio interrumpida por una voz gruesa, la de su padre Carlos, que le grito:

    Carlos: Hija, ¡apresúrate! Debemos ir a la estación.

    Mariangela tomo la carta, la doblo un par de veces y se la metió en el bolsillo izquierdo, gritándole como respuesta a su padre…

    Mariangela: ¡Ya voy!

    Mariangela y su padre salieron de la casa, la cual tenía un estilo un poco antiguo, de madera, como de un siglo atrás, aunque la casa era antigua, Carlos y Mariangela solo la usaban para dormir en ella. Ellos se marcharon y su rumbo en coche hasta la estación de policías fue muy corto. Al llegar, Mariangela salió corriendo del coche, encontrándose en su salida, a Daniel pensando “no, le daré la carta cuando regrese” y le robo un par de besos, dejándole, que se marchara.

    24 de noviembre 9:30am “Estación de policías”

    Mariangela, estaba revisando las pruebas de la autopsia de Franchesco, cuando su radio sonó, “Es Daniel” –pensó – Paso la conversación, al salir de la estación, para prestarle ayuda a Daniel, prosiguió en sus pensamientos “Apenas llegue, le daré la carta a Daniel”*suspiro*.

    Mariangela salió de sus recuerdos, y saco de su bolsillo izquierdo la carta, y con mucho dolor, se la leyó al cuerpo sin vida de Daniel. Al terminar, con la poca fuerza de voluntad que le quedaba, agarro el radio.

    Mariangela: Aquí Mariangela, Detective Carlos .Cambio –dijo por radio.
    Carlos: ¿sí? Dime, ¿Cómo va todo? ¿Dónde estás?
    Mariangela: estoy en el garaje de la familia Evans, padre, Daniel esta muerto–dijo con tristeza, y aun lágrimas salían de sus ojos.
    Carlos: ¡¿Qué?! ¿Cómo puede ser eso posible? Voy para allá, hija, aguanta, se que te duele, aguanta.


    Mariangela se sentó en el suelo, y se arre costo a la pared detrás de ella, y siguió llorando.
    El payaso, regreso al cuarto de Maximiliano, agarro la carta que le había dejado, y la leyó “Al remitente le digo, su vida ya ha acabado, ¿Cómo osas a robar a la familia? Pagaras muy caro por ello… Si aun te preguntas ¿Quién soy? Llámame, El payaso, he matado antes, solo por… defender a la familia, ¿Por qué no contigo?” y pensó “El muy idiota solo se asusto por lo de robar a la familia ¡Ha!” al terminar sus pensamientos, el payaso se marcho de la habitación.
    El detective Voltier iba aprisa con tal e quitar el dolor de los ojos de su hija, mientras el detective iba a gran velocidad en su coche junto con dos oficiales más – forenses – Y sus recuerdos comenzaron a florecer.

    10 de Enero, 1931 “Estación de policías” 10:00 am

    El detective Voltier, comenzaba a reclutar a novatos para sus casos, el, estaba cómodo, estaba sentado en su gran silla de jefe, unas cuantas donas, una gran taza de café, sus lentes, y muchas carpetas apiladas frente a él.

    Carlos: vaya, cuanto trabajo –dijo agarrando su tasa con café, y tomando un poco prosiguió – Uf, pero este café latino es de lo mejor –dijo con deleite – Bien, a trabajar –dijo mientras agarraba una de las carpetas, y se acomodaba para leer– mm, veamos, Daniel Montes… buen perfil, buen físico, no tiene antecedentes, se ve buen muchacho… –agarro uno de los sellos puestos al lado de la pila de carpetas, y puso en la carpeta de Daniel “aprobado”…
    La mente de Carlos estaba abierta a todo tipo de recuerdos…

    13 de Mayo, 1933 “Callejon Wallaby Street #2”

    El detective Carlos, acompañado de dos oficiales fueron en busca de un asesino serial que copiaba en cierto sentido a “Jack El Destripador”. Sus dos oficiales acompañantes eran, el policía Daniel Montes, y el oficial Rudy Mondull. Ellos se encontraban armados, buscando las ultimas pistas para atrapar a Richard Fredentchirtz alias “Jack El destripador” cuya última víctima se especula estaba en una casa en “Wallaby Street”. Entrando al callejón habían varias casas, buscando una por una los 3 agentes no tuvieron suerte, aunque solo faltaba una, la propiedad de los “Ushrz” quienes habían abandonado la propiedad hace dos o tres semanas atrás. Los agentes entraron, y para su sorpresa en la sala estaba la víctima, muerta una mujer de pelos rizados y amarillos, con ojos azules, labios sensuales y un poco gruesos, más un cuerpo espectacular, estaba completamente desnuda, con nudos en los brazos, y en las piernas, individuales, que la ataban a las paredes, dándole el aspecto de una estrella, tenia amarrado a sus brazos algo parecido a una cortina, que con algunos nudos más le dieron los aspectos de alas, su pecho estaba al descubierto, demostrando su estomago abierto en dos, sin tripas, ni estomago, en una de las paredes de la sala, estaba escrito con sangre una palabra “Ángel”. Los agentes aun asombrados, ante inminente muestra de sadismo, salieron de la casa, y para su sorpresa “Jack El Destripador” estaba huyendo del callejón corriendo hacia su escape. El oficial Rudy corrió tras Jack, y Daniel le siguió, mas el detective Carlos se fue en busca de un camino paralelo.
    Carlos encontró un camino oculto, que llevaba a las afueras del extraño y largo callejón, logro cruzarle, y cuando vio lo que pasaba en aquella carretera fue algo heroico, y a la vez deprimente.

    Rudy, fue tan aprisa contra Jack, que el mismo Jack se detuvo, y como pudo le clavo una inyectadora con veneno en el brazo, sin que el mismo Rudy se percatase, el veneno fue letal, en menos de 10 segundos Rudy ya estaba agonizando. Daniel llego al minuto a la escena, y de su rabia corrió lo más rápido que pudo, intercepto a Jack, y le disparo en una pierna.
    “Algo… Heroico” – pensó el detective Carlos, quien fue en ayuda de Daniel para arrestar al asesino…

    “Y pensar que desde allí lo nombre mi acompañante en todos los casos” – Pensó el detective Voltier mientras se apresuraba a llegar con su hija. Luego de sus recuerdos, al detective, una lágrima le corrió del ojo izquierdo.

    El detective Voltier llego en auxilio a su hija, fue directamente al garaje, donde vio la dichosa entrada secreta al entrar al laboratorio, su sorpresa fue grande, al ver tan extraño cadáver se percato de que había una nota en el suelo. Al recogerla la leyó y decía “Llámame el payaso

    Carlos: ¿El payaso? – Pregunto – ¿quien en su sano juicio se podría poner ese alias?
    Mariangela: *suspiro* Es, un asesino en serie, podría llamarse como le diese la gana.
    Carlos: Pero, ¿acaso lleva más de dos víctimas?
    Mariangela: Judith desapareció hace dos días…. Quizás.
    Carlos: ¿Qué te dije acerca de especular? No nos guiemos por los quizás. Debemos aprovechar el velorio de Franchesco para investigar mejor, y te juro hija, que la muerte de Daniel no quedara en vano, no lo hará.


    La sala principal de la mansión Evans estaba acomodada para el velorio de Franchesco, su ataúd estaba en todo el centro de la sala, abierto de pies a cabeza, mostrando el traje elegante que le pusieron.

    En la habitación muchos de los miembros de la familia faltaban, mas el que mas extrañaba a muchos era la falta de Emma…
    Ella yacía en su habitación en su cama leyendo un libro, cuando de repente la puerta de su baño se abre y le da paso al payaso el cual con un movimiento rápido corre hacia su cama y le desmaya con un paño bañado en cloroformo. Emma estaba desmayada y el payaso solo la bajo de la cama y la saco arrastrada de su cuarto.

    En la sala de el velorio no estaban Angelo, Lucrecia, Peter, Jake, Juan, Caroline ni Grecia… Mas, como no era de extrañarse, la oficial Mariangela se encontraba en la sala, su padre el detective Carlos le esperaba afuera en el auto, como refuerzo si algo pasara.

    La oficial Mariangela estaba en el acompañando por si acaso el payaso quería aparecer. Cuando para su sorpresa el payaso entra a la habitación.

    Mariangela: Quien quiera que seas apártate! – dijo apuntando al payaso, el cual sin importarle la advertencia siguió caminando hacia ella pero esta vez el payaso parecía un tanto mareado ya que caminaba yéndose un poco a los lados– te he dicho ¡que te detengas! –el payaso prosiguió caminando hacia ella, cuan bebe que aprende a caminar, hacia su madre –Detente de una buena vez, o te juro que disparo –el payaso iba con todas, nada le detenía – Bien tú te lo has buscado – dijo Mariangela, mientras apretó el gatillo – *disparo* – el payaso frente a ella cayo, y su máscara con poco desdén se rompió, fragmentos de la misma quedaban al lado de el cuerpo desconocido de el payaso – Por fin vamos a saber quién es el desgraciado payaso –dijo en regañadientes, mientras alzaba el rostro de el cuerpo, aun con vida, del payaso– no… ¿Tu?

    Continuara...
    Es mi capitulo mas corto >.<!
     
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    Jharby Misterio

    Jharby Misterio Iniciado

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    El Misterioso Caso de La Familia Evans
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    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    1975
    V “Las Mentiras Del Asesino

    Mariangela: No… ¿tu? – Dijo Mariangela mientras que la luz fuerte de la habitación, daba a mostrar, el rostro, el portador de la máscara del payaso, la luz demostró el rostro de Emma…– pero ¿Cómo es posible?
    Emma: No, no es lo que crees *tos* – dijo Emma quien a duras penas podía hablar, gracias al impacto de bala que recibió en el pecho – yo, no soy el payaso *tos* – Emma tocia cada vez que hablaba – el payaso – miro Emma a Mariangela – me secuestro – le agarro el chaleco a Mariangela, como sosteniéndose de él – el, cuando yo estaba inconsciente, me llevo a un extraño lugar – Emma mientras hablaba recordaba…


    El payaso había secuestrado a Emma en su cuarto, el, la arrastro desde su cama, a un extraño cuarto. El payaso la sentó en una silla, en medio del cuarto, el cuarto era negro, y la vistió mientras estaba inconsciente con el disfraz del payaso… –el recuerdo acabo.

    Emma: Cuando desperté, estaba mareada, pero vi como el payaso me ponía la máscara *tos*, no sé si se molesto cuando desperté, pero apenas lo hice el me inyecto algo en el cuello, un líquido como verde *tos*
    Mariangela: Emma, lamento haberte hecho esto, pensé que eras el payaso.
    Emma: ¡Inepta! –Exclamo– ¡me has llevado al borde de la muerte! – dijo en un tono, muy peculiar, demostrando una gran molestia, era de imaginarse, aunque Mariangela, no tenía la culpa.
    Mariangela: Realmente lo siento –dijo apenada.
    Emma: Con sentirlo, no haces nada, *tos* aparte, aun no he terminado, El payaso me inyecto una droga *tos* o al menos eso creo, ya que eso me mareo aun mas *Tos* aunque, muy ineptamente me dejo ver su rostro *tos* –la última frase Emma la dijo, mientras comenzaba a entrecerrar los ojos, como para desmayarse.
    Mariangela: Emma, necesito que me digas quien es el payaso, debemos acabar con esto de una buena vez –dijo Mariangela un poco apresurada, porque sabía que Emma en cualquier momento fallecería.
    Emma: si, claro *tos* el payaso *tos* el *tos* payaso*tos* es… – Emma cayó en el piso muriendo, sin poder decir quién era el payaso.


    El detective Carlos estaba afuera de la casa, esperando a Mariangela, y viendo por si algo pasase, mas, escucho un disparo proveniente de la casa, así que llamo a Mariangela.

    Carlos: ¿Mariangela?
    Mariangela: ¡Padre! El payaso se salió nuevamente con la suya.
    Carlos: ¿Cómo?
    Mariangela: Tal cual lo oyes, disfrazo a Emma y la soltó en esta sala, para que yo le disparase, mientras quizás estuviese escapando.
    Carlos: Un señuelo ¿eh? Muy astuto – cuando el detective Carlos dijo eso, vio unos arbustos moverse – Mariangela, creo que veo movimiento por acá afuera, necesito que te quedes en la casa.
    Mariangela: Padre, ten cuidado, yo llamare a la ambulancia, te diré como esta vestido el payaso, tiene un suéter cuello de tortuga negro, un pantalón negro, una capa negra, con la capucha puesta, y una máscara extraña, ten cuidado.
    Carlos: por supuesto, gracias por describírmelo, hablamos hija. – al colgar, el detective agarro su arma y salió del auto.

    Mientras Carlos buscaba entre el extraño movimiento en los arbustos de la mansión Mariangela se encontraba adentro, en la casa, sorprendida por lo que había pasado.
    Mariangela: Ese payaso, es un desgraciado, ¿Cómo pudo utilizar a Emma solo para escapar? Lo va a pagar –dijo, mientras veía el cuerpo ahora sin vida de Emma.

    Mariangela al ver el cuerpo de Emma se dio cuenta de algo “ahora que lo veo, el payaso, no solo es un asesino en serie, el busca algo, ¿pero qué?, quizás sea dinero, eso es lo más seguro, quizás el payaso fue el asesino de Franchesco, pero solo hemos visto a dos de sus víctimas, que son Alfonso y Daniel, ellos dos son los que tienen su firma, pero ¿acaso hay más?, ósea, ay otros desaparecidos, ¿están muertos? No lo sé, debo averiguarlo, debo buscar por la casa” –pensó Mariangela.

    Mariangela: oye tu – dijo mirando a helena, quien estaba viéndolo todo en la habitación.
    Helena: ¿sí? –respondió, mientras se acercaba a Mariangela.
    Mariangela: ¿acaso sabes dónde está el ama de llaves? – pregunto.
    Helena: ¡Claro, yo soy! – respondió en tono altivo, como exaltando su cargo.
    Mariangela: muy bien, necesito que me lleves a revisar absolutamente todas las habitaciones, el payaso quizás no solo se encuentre en la casa, sino que también puede haber otras víctimas en la mansión.
    Helena: Claro –agarro la llave maestra de su bolsillo se la mostro a Mariangela y dijo – todo sea por ayudar – le sonrió.

    Mariangela y Helena salieron de la habitación donde estaba el cuerpo de Emma y subieron al segundo piso, a buscar en las habitaciones, no solo al payaso, sino otros posibles homicidios.

    El detective Carlos se acerco cuidadosamente a él arbusto que vio moverse cuando estaba hablando por radio con Mariangela, al llegar al arbusto; inmediatamente una figura vestida con las prendas descritas por Mariangela, la figura salió corriendo del mismo hacia la parte trasera de la casa, el detective rápidamente comenzó a perseguirla.
    Mariangela y Helena buscaron en la mayoría de las habitaciones del segundo piso, y Mariangela tuvo una pequeña conversación con Helena en ese tiempo.

    Mariangela: Helena, sé que no debo hacer esto, pero ¿Quién crees que sea el payaso? –dijo casi susurrando.
    Helena: Srta. Mariangela, debe saber usted que tengo mis grandes sospechas, pero eso en sí, no servirá de nada, aunque se algunas cosas de la familia que deberían ayudarle un poco.
    Mariangela: bien Helena, tienes mi atención –dijo Mariangela con tono de curiosidad.
    Helena: creo que le diré solo acerca de las personas de la familia.
    Mariangela: y ¿eso porque?
    Helena: creo que eso se lo dejare a usted, en fin. Peter, de el hablaremos primero, es un comerciante muy importante en nueva Orleans, quiere el dinero de su padre, pero, ¿Por qué matar a su hijo?
    Mariangela: es cierto, pero, quizás su hijo le dio el veneno, solo lo mato para no dejar cabos sueltos, es una posibilidad, aparte, es un potencial sospechoso, por favor, continúe Helena.

    Helena: Bien, otra de las personas es Lucrecia, no, no lo creo, pero suponiendo que lo fuese, ella no quiere el dinero de su padre, ni tampoco tiene nada en contra de el, un momento, ahora que lo recuerdo hay un rumor en la casa, consiste en que Francesco rechazo como parte de la familia a Juan, como su esposo, pero lo más seguro, es mentira, ya que él tiene el apellido.
    Mariangela: claro, pero aun así no creo eso como suficiente motivo para matar a su propio padre, y mucho menos para ser un asesino en serie.
    Helena: Eso es cierto, pero es lo único que se de ella; ahora viene Ángelo. El es un pan de dios, es lo mejor de esta familia, es aun más exitoso que Peter, es muy bueno en lo que hace, por eso Peter lo envidia, y le tiene un rencor muy grande aunque lo guarden en público, pero si él es el consentido, ¿Por qué matar a su padre?, no se para ti, pero para mí no tiene sentido.
    Mariangela: Si, no tiene sentido, pero ¿sospechas de Maximiliano o de Grecia?
    Helena: ¿de Maximiliano? No –sonrió – es un tonto, el payaso según veo, es muy cuidadoso, tiene todo planeado, y ninguna pista deja, definitivamente Maximiliano no es, el es el tipo de personas que actúa impulsivamente sin pensar en consecuencias para mi, el es un troglodita en persona.
    Mariangela: *risa* es lo más seguro – se puso seria – aun así la sospecha no sale de el, y ¿Qué tal Grecia?; ¿sospechas de ella?
    Helena: quizás, pero su odio no es hacia Francesco, es hacia Judith.
    Mariangela: bueno, Judith está desaparecida desde hace dos días, es aun mas sospechosa ¿no? ; Pero ¿Por qué odia a Judith?
    Helena: Srta. Mariangela, debo decírselo, es que Peter y Grecia son amantes, existe hasta el rumor de que tuvieron un hijo, aunque yo nunca vi a Grecia embarazada.
    Mariangela: Vaya, es una situación complicada, oye, necesito pedirte que si ves el cuerpo de alguien, sea de quien fuese, no hagas nada, ósea, no grites, nada, necesito que mantengas la calma ante todo, ¿ok?
    Helena: eso hare señorita. Esa es la habitación de Maximiliano, ya se la abro.


    Cuando la abrieron, Helena se aguanto el querer gritar porque Mariangela se lo había dicho, la vista, fue tal cual como Mariangela había sospechado, El payaso llevaba más de dos víctimas, Mariangela intento cominucarselo por radio a su padre, pero el dejo el radio descuidadamente en el auto.

    Helena: Dios Mío, no señora, lo siento no puedo ver esto –dijo Helena mientras salía de la habitación.

    El detective Carlos corría rápidamente solo para llegar a atrapar a su objetivo, esa figura que corrió de los arbustos. El detective corrió detrás de la figura aproximadamente por diez o siete minutos, mas, la figura sin saber que Carlos le vio, se metió en el garaje, Carlos al saber que acorralo a la figura corrió al garaje, y se puso frente a ella, Carlos noto mejor, y vio que si, era el payaso.
    El payaso estaba acorralado, se encontraba en una esquina de el garaje desarmado, mientras que el detective, estaba frente a él con un arma, apuntándole, el payaso pensó “¿es este el fin?, no

    Carlos: Ahora no eres tan poderoso ¿cierto?, ¿no puedes hacer nada? Eso pensé, ¡eres un desgraciado! Daniel era un joven que no merecía morir, y tú lo mataste, y la vas a pagar, ¡La vas a pagar! –El detective sabía que no podía dejarse llevar por los sentimientos, así que se calmo y continuo – Bien, ya que estamos aquí, ¡Quítate la máscara! Y sal a la luz para que pueda verte – el payaso le insinuó con el dedo que no – ah ¿no? Pues vas a hacerlo ¡ya! – esta vez, el payaso salió a la luz, y se quito la máscara – Como siempre lo supuse… – al detective terminar la frase, sintió algo frio en la cabeza, extrañado, se intento voltear, pero era un arma, al ver eso, el payaso se puso nuevamente la máscara – no… – el detective Carlos no cavia en su temor, nunca lo había sospechado, mas al voltearse un poco se dio cuenta de que había otro payaso…

    Jejeje, mas corto que el anterior, pero hasta para mi que lo estoy escribiendo se esta poniendo buena la cosa, jejeje.
    Gracias por leer mi Fic hasta aqui, se los agradesco mucho, eso me demuestra que son grandes Fans del Misterio. Ah, y si quieren, den Like :)
     
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    Pandi Nyu

    Pandi Nyu Asesina de Zombies

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    Hola Jharby :D
    Primero que nada yo lo sabia o en realidad sospeche que la persona disfrazada era Emma lo adivine *Bailando*
    Segundo Emma porque hablo de tantas cosas era mas fácil que dijera el nombre del payaso y después dijera lo otro.
    Tercero tengo una duda en este capitulo dicen que también pillaron el cuerpo de alfonso pero en el capitulo anterior no decía que habían pillado el cuerpo de alfonso es algo extraño
    y por ultimo me encanta tu historia espero que me avises cuando subas la conti (aunque siempre lo haces:3 )
    Besos Byeeeee
     
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    Jharby Misterio

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    Jejeje; Tenten *-* xD lo de el cuerpo de Alfonso es que el cuerpo lo encontraron el mismo dia; por lo tanto ese dia fue el funeral al mismo tiempo que el dia que mataron a Daniel y eso, por eso pongo fechas; aveces es un poco confuso xD ¡gracias por leer mi FIC! Eres mi mas fiel seguidora xD y pues mañana publico el capitulo 6
     
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    Jharby Misterio

    Jharby Misterio Iniciado

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    ¡Entramos a la ETAPA FINAL!; saquen sus concluciones, falta poco para saber quien se esconde tras la mascara de "el payaso"
    Lamentos Familiares”

    Carlos no pudo hacer mas nada más que soltar su arma, al caer esta al suelo el payaso que se encontraba frente a él se le abalanzo y le puso un paño bañado en cloroformo en la boca que en pocos segundos le desmayo.
    Mariangela vio el cuerpo de Maximiliano y en su mente supo que tenía razón, si había más de dos víctimas; los intentos de comunicarse con Carlos eran nulos, no solo por el hecho de que los payasos tenían a Carlos, sino también porque Carlos había dejado el radio en su auto.

    Mariangela: ¡Maldición! Padre, lo más seguro dejaste el radio en el auto, tan perdido como siempre –dijo mientras no solo frunció en entrecejo sino que estaba en su peor molestia.

    Mariangela al ver dos cadáveres en la mansión, llamo por radio a la estación y pidió ambulancias, para llevar a la morgue los cuerpos.

    Jake, el hijo de Lucrecia llego a la casa, y entro al velorio de Franchesco, para su sorpresa, estaba un pequeño charco de sangre, y el cuerpo de Emma en el suelo, con lo que para él era un extraño traje.

    Jake: ¡Grecia! –grito.
    Grecia: Si señor –dijo mientras llegaba corriendo
    Jake: Grecia, ¿que ha pasado aquí?
    Grecia: Joven, hay un asesino por la casa, según me conto Helena, mato a su primo Alfonso
    Jake: ¡Que! No, eso no puede ser verdad –dijo muy triste, casi llorando.
    Grecia: Lo lamento mucho, pero así es.
    Jake: aun no lo creo *suspiro* ¿Dónde está su cuerpo?
    Grecia: Obviamente en la morgue –dijo con sarcasmo – oh, también mato a Maximiliano –dijo con miedo.
    Jake: ¿Qué? Y ¿no sabes porque está matando?
    Grecia: Aja, y que voy yo a saber de porque mata el payaso
    Jake: ¿“El payaso”? –pregunto con curiosidad
    Grecia: Cierto, que tonta soy, el asesino tiene un alias, se llama “el payaso”
    Jake; bien, pero ¿Por qué mato a Emma?
    Grecia: El no el mato, el solo la vistió como él y la soltó en la sala, la agente esa, la tal Mariangela le pego un disparo, porque como el payaso le mato al compañero “Daniel”
    Jake: sabes mucho Grecia, ¿Quién es Daniel?
    Grecia: primero, se mucho porque helena me conto hace poquito, y pues estaba presente cuando la señora Emma se murió, y Daniel es el compañero de Mariangela.
    Jake: Que tragedia, ese payaso, no pierde el tiempo –dijo con humor negro – pero, aun así es un asesino, y es peligroso, bueno Grecia, si me lo permites me tengo que ir, debo estudiar, las pruebas finales de la universidad comienzan mañana
    Grecia: claro señor, que le vaya bien


    Jake soporto el impacto de haber perdido a su primo con mucho dolor, quizás con Grecia no lloro, pero, cuando llego a su cuarto, las lágrimas comenzaron.
    Carlos se despertó de su desmayo, al ver a su alrededor noto que estaba atado de pies y de manos a una silla. Intento hablar, pero fue en vano, tenía la boca cocida “Maldito” pensó Carlos; El cuarto era pequeño, parecía un almacén, mas este, tenía las paredes, inusualmente pintadas de negro, con un piso de madera vieja, como de caoba, sin ventanas dejando como única fuente de luz un pequeño bombillo en medio de toda la habitación, el cual se movía de un lado a otro, balanceado por el cable que lo hacía guindar, el cuarto se veía muy tétrico.

    Extrañamente, el cuarto parecía tener un mecanismo; Carlos noto que frente a él no solo estaba la puerta, sino, que al lado de esta en el espacio entre la puerta y la esquina derecha había un contenedor de el tamaño de la puerta, que a un lado tenía una manivela. El tanque, en su lado de el frente tenía un papel pegado, que decía “Acido Fluorhídrico”. Del tanque salían dos mangueras, una llevaba al lado derecho de la silla donde estaba Carlos y la otra llevaba al lado izquierdo pasando por toda la parte frente de la habitación.
    Carlos muy bien se percato de que las puntas de ambas mangueras estaban sobre una base de metal, la cual las inclinaba a donde el estaba. “Este es mi fin” –pensó Carlos – quien ni ayuda podía pedir.
    Para su sorpresa, el payaso entro a la habitación, abriendo la puerta. Al el payaso hacer eso Carlos intento lo mas que pudo, escapar de aquella inevitable muerte, mas no tuvo éxito, este era un adiós al detective.
    El payaso apunto su mirada hacia Carlos, y le hizo una señal con la mano como despidiéndose, y abrió la manivela. Los intentos de gritar de Carlos por el dolor fueron en vano, y vio como las mangueras que le apuntaban le echaban el acido a chorros, el mismo Carlos vio su derrota ante el asesino, al ver el mismo su muerte, cuando el acido le mato por carcomerle todos los órganos.
    El payaso cerró la manivela, y salió de la habitación apagando la luz.

    La habitación de Jake era muy común, tenía una cama matrimonial, que tenia de cada lado una mesa de noche. Al lado de la mesa izquierda había una planta estilo palmera de decoración un lado de ella había un closet de madera oscura que cubría todo lo que era la pared este del cuarto hasta la puerta; encima de cada mesa de noche había una ventana que partía desde el fin de cada una hasta lo que en ese cuarto era el techo, cada una tenía una cortina de color rojo, que combinaba con la alfombra blanca que estaba en todo el cuarto cubriendo el piso. Del otro lado del cuarto, en la pared oeste del cuarto hay un escritorio plano, como del tamaño de un teclado de 5 octavas; de una altura mediana, de una madera oscura con una silla frente a él, que tenía mangos y se veía a simple vista bien acolchada. De uno de los extremos del mini-escritorio había una lámpara que para ese tiempo se veía moderna, como de punta de triangulo, la cual tenía copias que se encontraban encima de cada una de las mesas de noche a cada lado de la cama.

    Jake: ¡No! ¿Por qué mi primo? ¿Por qué él? – Dijo llorando; sintiendo un vacio que le carcomía por dentro – tu, no.

    –––––––––––––––––––––Flashback––––––––––––––––––––––––
    Jake: Vaya primo – dijo sorprendido – ¿así que este es tu laboratorio? –dijo mirando a su alrededor el montón de frascos con extraños líquidos de colores diferentes.
    Alfonso: Si primo, este es mi laboratorio; ¡no le digas a nadie! Recuerda que solo tú y dos personas más conocen la existencia de este –dijo con persistencia; como para recordarle – te tengo mucha confianza como para esto –dijo viéndole a los ojos – primo, debo decirte que eres el único en mi familia que entiende como estoy *suspiro* gracias…

    –––––––––––––––––––––––Fin del Flashback–––––––––––––––––––––––––

    Jake: ¿Por qué tu?

    La agente Mariangela llego a la estación de policía; buscando la posibilidad de que su padre estuviese allí.

    Mariangela: ¡Michael! –Dijo mirando a uno de los oficiales que aun se encontraba en la oficina de policías – ¿no has visto a mi padre? –pregunto mientras iba caminando hacia la oficina encargada del caso Evans, entro y busco una taza de café y se sentó en la silla de su padre; Michael entro con ella a la oficina y se sentó en la silla frente al mismo escritorio.
    Michael: no; desde que salió contigo no le he visto – dijo poniendo un sobre amarillo tamaño oficio en el escritorio.
    Mariangela: –miro el sobre, mas no le dio importancia– Bien, como tendrás de sabido, en nuestro caso hay un asesino serial; y imagino que ya te enteraste de la muerte de Daniel *suspiro* y pues pensar en que mi padre no ha aparecido me hace pensar que…
    Michael: No –dijo interrumpiendo a Mariangela – no lo creo – hubo un pequeño silencio – olvidando eso; aquí tienes un sobre que te llego hace como treinta minutos –dijo acercándole el sobre a la parte del escritorio donde ella estaba.
    Mariangela: Gracias, por favor, me gustaría estar sola.
    Michael: Ok, ya me retiro. Buenas noches Mariangela –dijo saliendo de la habitación. Al el salir de la misma; Mariangela se dispuso a leer el interior del sobre, le abrió, y leyó una hoja que estaba adentro del sobre; las letras de la hoja estaban hechas de recortes de las mismas de periódico pegadas a la hoja. Para su infortunio la hoja decía “No confíes mucho en que sobreviva. Atte. El Payaso”, Mariangela al ver esto sintió un dolor profundo en su corazón, así como si un cuchillo entrara en el mismo y dejara grandes estragos.
    Mariangela: no… *se le aguan los ojos* no…. *se los limpia* ¡No! –Grito– no… Payaso, eres un malnacido; te voy a encontrar, y si lo hago sola, te juro que te mato ¡Te Mato!

    Jake luego de terminar algunas tareas de la universidad y llorar por su primo se canso; y decidió acostarse. Se cambio la ropa y se tomo un jugo que tenía en el escritorio, y se dispuso a dormir. El cayo en un profundo sueño; sin el darse cuenta el payaso entro por la puerta a la habitación y con un movimiento rápido le inyecto algo en el cuello, le puso polvo blanco que en la cara –que tenía en el bolsillo– y le pinto las comisuras de un payaso con un lápiz labial, terminando por darle algunos detalles del maquillaje de un payaso; al hacer eso, rápidamente salió del cuarto dejando a la intemperie de la cama. El cuerpo de Jake; ahora pintado y sin pulso…

    La media noche había llegado; y los familiares faltantes en el velorio de Franchesco –el cual estaba ya culminado– comenzaron a llegar. Peter llego cansado; quizás por labor física, pero estaba un poco falto de energía. Lo más seguro por sed, entro a la cocina, y fue sorprendido por una figura que estaba encima del bar de la habitación. La cual con el dedo índice comenzó a indicarle que fuese a donde la misma estaba.

    Peter: no me esperaba esto; ¿Qué haces aquí? –dijo con un tono lujurioso y sonando con un poco de excitación.
    ¿?: Esperándote cariño –respondió una voz dulce, una voz femenina que le provocaba a Peter un latir más rápido.
    –Peter: ¿ahorita? ¿Estás segura? –dijo quitándose el saco de color azul marino que tenia puesto en ese momento, el cual lanzo a la mesa.
    ¿?: ¡Por supuesto! –dijo exaltadamente, mientras Peter desenfrenadamente se acerco a la figura y suavemente se le puso encima y comenzó a besarle.


    Lucrecia llego directamente a su cuarto; encontrándose sola en la misma pese a la ausencia de Juan quien no había llegado. Eso le llevo a por su cansancio simplemente cambiarse y acostarse.
    Juan no tardo mucho en hacer lo mismo. El llego a unos veinte minutos de haber llegado Lucrecia; llego a su habitación vio a su esposa dormida y decidió acompañarle. Se cambio y se acostó con su esposa a acompañarle en los brazos de Morfeo.
    Ángelo llego un poco más tarde, extrañamente en compañía de Caroline. Cada quien agarro su rumbo al llegar a la mansión. Caroline fue a su cuarto, y se durmió en su cama; Mas Ángelo al entrar a su habitación, extrañamente no encontró a Elizabeth aunque pese a su cansancio, eso no le preocupo, se cambio de ropas, para culminar su día acostándose en su cama.
    La noche paso; el sol nuevamente le dio un visto bueno al amanecer que con mucho esplendor de un color naranja-amarillento le dio un buen comienzo al día.

    Helena como diariamente comenzó su rutina; se levanto, se dio una ducha, se vistió, y se fue a la cocina donde se encontró con Grecia. Ella estaba tomando un café; le dio una taza de café, y comenzaron a hablar.


    Grecia: Buen día Helena –dijo en un tono muy alegre y cordial.
    Helena: Buen día Grecia; muy feliz por lo que veo.
    Grecia: si… pese a todo lo que ha pasado. Anoche actué como me lo dijiste –dijo mostrándole una sonrisa de oreja a oreja.
    Helena: ¡oh! Por lo que veo hiciste lo que te dije –dijo sonriéndole.
    Grecia: Si, ¡le mate! – dijo contenta.
    Helena:*risa* vaya; ¿y todo fue como lo planeamos?
    Grecia: Por supuesto; dos pájaros de un solo tiro. ¡Al mismo tiempo! Y puesto que ya no está en el camino todo va de bien a súper bien *tomo de su café*.
    Helena: bien; ahora solo falta lo mejor ¡el final!; *tomo un poco de café* por cierto… ¿no has notado el mal olor del tercer piso? –pregunto.
    Mariangela: si, lo más seguro es que son “ratas” muertas *risa*.


    Sin saberlo, Grecia y Helena estaban siendo escuchadas por Jenny, quien casualmente estaba pasando por allí << así que ¿Helena mando a Grecia a matar a alguien?; Vaya quizás el payaso sea una de ellas, en fin. Sea como sea la agente Mariangela debes saber de esta conversación>> Pensó Jenny.

    Lucrecia se levanto feliz, como si hubiese realizado algo que le dio satisfacción, mas extrañamente un poco triste por l que estaba pasando en la Mansión; ella se baño, se vistió y antes de irse decidió ir a hablar de algo con su hijo Jake. Antes de que Lucrecia llegase a la habitación d este se encontró con su esposo Juan quien le dio un cordial saludo.

    Juan: ¡querida! –dijo alegre.
    Lucrecia: ¡Amado! – Dijo dándole un abrazo – me alegro de que se note que tengas un buen día. Tristemente no puedo decir lo mismo; es triste que tres personas de la familia hayan sido asesinadas en esta casa; mas no se tu, pero a mí eso me tiene mal, en cierto sentido obviamente.
    Juan: vale, entiendo que estés triste, es de esperarse, y también comparto el sentimiento contigo; aunque no tanto como tú, veras, en realidad ninguna de las muertes que han ocurrido me ha pegado en el alma.
    Lucrecia: ¿Cómo así?
    Juan: Es obvio; me refiero a que ninguna e las muertes ocurridas me ha pegado mucho.
    Lucrecia: vaya, se nota que no compartimos ese mismo sentir.
    Juan: en fin ¿hacia dónde te dirigías?
    Lucrecia: oh, al cuarto de Jake, necesito hablar un momento con él.
    Juan: ¿te molesta si te acompaño?
    Lucrecia: para nada, más bien me gustaría que mejoraras tu relación con él.


    Sin más preámbulos Lucrecia y Juan se dirigieron al cuarto de Jake.
    La tibia luz dorada del día entraba con lentitud a la habitación de Jake; perlando en suaves haces casi invisibles en la piel marmolea; sin vida que se hallaba en el lugar donde alguna vez Jake Parker durmió.

    La habitación seguía intacta, pulcra igual que la noche anterior. El frio suelo de madera brillaba con un oscuro resplandor; las inmaculadas paredes se erguían hasta el techo donde una araña de hierro negro, apagada acentuaba hasta las menores sinuosidades de la habitación, incluso la barnizada superficie de los muebles de madera. Lo único que discordaba era el pálido cuerpo que yacía en la cama…
    Entonces la cantarina figura de Lucrecia entro a la habitación acompañada por Juan.

    Lucrecia; ¡Jake, despierta! Me es necesario contarte algo –ella extrañada al ver que Jake no respondía se acerco un poco a su lecho; cuando dio a descubrir el rostro manchado de su hijo, el cual estaba lleno de un polvo de maquillaje que le ponía la piel de un tono muy pálido, las comisuras de su boca manchadas de rojo, con grandes ojeras negras y el cuerpo inmóvil.
    En ese preciso instante Lucrecia se alejo, retrocediendo hasta chocar contra el armario; su rostro estaba tan pálido como el de Jake, y sus ojos fijos en la seda blanca de la cama; Juan se le acerco, la abrazo e intento ayudarle pero ella no respondía. En su interior Lucrecia sintió que un inmenso vacío se abría en su pecho, un vacio, una tristeza que le impedía pensar, o siquiera arrancar la mirada del cuerpo inerte de su hijo acostado, sin pulso, muerto, entre las sabanas blancas de su cama. Aquel inmenso vacío avanzo por su cuerpo al igual que un balde de agua helada. Y sintiendo como si un cubo de hielo se deslizara por su garganta; le derramo inconsciente, lagrimas que surcaron sus mejillas.

    Juan le tomo del mentón obligando a mirarle su rostro, también lleno de lágrimas. La sintió más fuerte entre sus brazos y trato de sofocar el llanto ahora imparable en ella.


    RECUERDEN ¡ Estamos en la etapa FINAL! falta poco; no se preocupen jejeje; saquen sus conclusiones. ¡Den "Me gusta" y comenten! agradesco el ser fieles con mi fic
     
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    Jharby Misterio

    Jharby Misterio Iniciado

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    19 Diciembre 2012
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    Escritor
    Título:
    El Misterioso Caso de La Familia Evans
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    7
     
    Palabras:
    2293
    ¡El Penultimo capitulo! Saca tu final. Ahora al payaso le queda menos.

    ¿Cómo te atreves?”



    Los ojos de Lucrecia se veían fijos, como si no viera mas nada que el cuerpo sin vida de su hijo. Pese al escándalo que ella misma armo gritando repetidamente “no”, afuera de la habitación de Jake se armo un sémi-circulo conformado por todos aquellos presentes en la mansión. Como era de esperarse, faltaba Jenny quien se encontraba escribiéndole una carta a la agente Mariangela. No paso mucho para que llegase una ambulancia – pese a que helena la llamo – la cual se llevo el cuerpo de Jake a la morgue puesto que no tenia pulso, ni rastro alguno de vida. Lucrecia decidió acompañar a su hijo a la morgue dejando a Juan atrás, pese a que ella le pidió para estar a solas con Jake. El accedió, Lucrecia se marcho y las intrigas comenzaron a crecer en la mansión.

    Paso un día luego de la muerte de Jake; el payaso no se había expuesto de nuevo. La familia se encontraba viendo a Jake por última vez, puesto que por decisión de Juan y Lucrecia se dio el dictamen de que le cremaran. La habitación tenía un aire de tristeza, todos los de la familia se encontraban en ella; viendo la urna de Jake, que como ya había pasado el velorio estaba cerrada. La urna era de mármol con acabados de plata y estaba encima de una maquina cuadrada del mismo tamaño de la urna solo que un poco mas alargada, que funcionaba como caminadora y llevaba poco a poco la urna de Jake hacia un horno ubicado en la parte trasera de la habitación. Los presentes se despidieron del cuerpo de Jake, y se retiraron excepto Lucrecia y Juan quienes vieron la cremación de su hijo.

    Lucrecia: Adiós hijo – dijo mientras de sus ojos salían muchas lagrimas – te amo… – la urna de Jake ya estaba completamente en el horno cuando Lucrecia termino de decir eso.
    Juan: hijo –agacho la cabeza – adiós… – ojos salieron de sus ojos.

    Dos días pasaron, velaron y enterraron a Emma y a Alfonso en un cementerio cercano a la mansión, En la misma el aire aun era deprimente pese a la tragedia familiar que sucedió. A pesar de eso las rutinas seguían presentes. Helena como todos los días fue a cerrar todas las habitaciones deshabitadas de la mansión. Todo estaba normal, ella estaba cerrando una de las últimas habitaciones del primer piso, donde no había nadie. Al intentar cerrar una de las habitaciones, vio adentro de la misma y para su sorpresa el payaso estaba allí, poniéndose la máscara y pese a la leve luz Helena pudo notar quien era <<No puede ser>> pensó Helena. A lo que sorprendida intento no llamar la atención del mismo, más cuando dio un paso la madera del piso emitió un sonido, lo cual llamo inmediatamente la atención del payaso el cual rápidamente corrió a ver quien le había espiado, para su sorpresa, Helena corría lo más rápido que podía por el largo pasillo de esa pare de la casa. El payaso sin siquiera pensarlo corrió detrás de ella comenzando una persecución.

    Helena entro a la cocina, más pese a su miedo se cohibía a si misma gritar por ayuda, y eso también se debía a que las altas horas de la noche –23:00 pm –. Todos dormían así que eso también se lo cohibía <<no es posible, pero si…, esto no es posible >> pensó Helena, ella se escondió detrás del bar de la parte este de la cocina, esperando no ser hallada por el payaso. Estaba agachada, como en posición fetal, viendo por uno de los bordes cuidadosamente si el payaso se acercaba. Al ver por primera vez no le vio, <<creo que ya no me persigue>> pensó. Para asegurarse, vio por segunda vez y vio al payaso parado en la entrada de la cocina. Su corazón comenzó a latir muy rápido pese al suspenso y al miedo que en ese momento vivía. <<Esto es imposible>> pensó. Al ver por tercera vez por el borde del bar el payaso estaba allí, frente a ella. El rápidamente le presiono la vena carótida –ubicada debajo de la oreja derecha – con fuerza, lo cual la desmayo.
    Al Helena despertar, intento gritar, pero tenía una cinta en la boca. Ella estaba pegada con mucha cinta adhesiva a una esquina de las paredes de la cocina, pintada como un payaso, ya con la boca rota en sus comisuras hasta los oídos. El payaso se acerco a Helena, la cual intento escapar, lo cual fue en vano. El payaso sin titubear le clavo en la aorta una inyectadora con un líquido verde. Extrañamente Helena no murió, pero su garganta comenzó a abrirse, lo que el payaso le había inyectado era “Ácido Fluorhídrico” en la aorta, lo cual le carcomió el cuello dejándola casi decapitada, con la mitad del cuello degollado. Echando poca sangre por la vena. Al ver el payaso que su víctima había muerto se fue de la habitación.

    La agente Mariangela había ido consecutivamente a la mansión Evans pese al peligro que el payaso representaba. Cuatro días yendo después del funeral de Franchesco, y ni un dia vio de nuevo al payaso – pese que solo vio su disfraz con Emma –. Aún con la poca esperanza de que su padre estuviese vivo. Ese día muchas cartas le habían llegado tarde, al buscar entre ellas vio una carta especial pese a que era de alguien de la familia Evans, era de Jenny. Mariangela fue carcomida por la curiosidad y la intriga de lo que pudiese haber escrito en su interior. Abrió rápidamente el sobre y comenzó a leerla.

    “Querida Srta. Mariangela, me es necesario contarle algo. Vera usted, este día me he encontrado a Helena hablando con Grecia –nuestras sirvientas –allí logre escuchar algo, acerca de que Helena le había ordenado a Grecia que matase a alguien. Algo se, y eso es que esas dos tienen algo entre manos, quizás hasta una de las dos sea el payaso. Pensé rápidamente que era necesario que le contarle esto. Lo más seguro, si usted les confronta, pueda resolver esta tragedia de una vez por todas At: Jenny Evans”

    Mariangela sin pensarlo dos veces se fue rápidamente a la mansión Evans. Prácticamente seguía siendo la misma hora, pese a que solo eran las 23:45 pm aproximadamente cuando Mariangela leyó la carta.

    Lucrecia como era de imaginarse, aún destrozada por el dolor de la muerte de Jake. En sus lágrimas, decidió ir al cuarto de Jake, para recordarle. Lucrecia entro al cuarto; vio la cama de su hijo, y se sentó en ella y comenzó a llorar en silencio. A los pocos minutos de ella lamentarse, entro Peter insinuosamente a la habitación.

    Lucrecia: ¿Qué haces aquí? –dijo parándose de la cama, limpiándose las lagrimas y viendo hacia la puerta.
    Peter: Hola hermana –le dijo cordialmente.
    Lucrecia: Peter, estoy en un mal momento. Hoy no es el día mas indicado –dijo con tristeza.
    Peter: Hermana…. –se le acerco – solo vine, a… consolarte –dijo casi susurrando.
    Lucrecia: no, no quiero nada de ti, eres un despreciable cerdo –dijo insultándole.
    Peter: ¿Por qué dices eso? –dijo en su defensa.
    Lucrecia: tengo muchos motivos para creer que tu eres el payaso –dijo con un tono de seguridad – aparte, se que engañas a Judith.
    Peter: ¿Judith? –pregunto con sarcasmo – ¡Ella me dejo! – Dijo molesto – menos mal que ya no es un obstáculo para mí –dijo sonriendo.
    Lucrecia: –abrió exageradamente los ojos – oh, ¿enserio? –dijo con sarcasmo – y eso ¿Cómo porque? –Pregunto – que yo sepa ella se fue a unas vacaciones, ¿no? – dijo con seguridad.
    Peter: ¿unas vacaciones? – Trago saliva – ¡Claro!, ella…. –titubeo – está en unas vacaciones.
    Lucrecia: Pues no solo son unas largas vacaciones –dijo con humor – sino, que por lo que veo, no la extrañas.
    Peter: Por supuesto que no le extraño –dijo sereno – ella era solo un estorbo para lo nuestro.
    Lucrecia: ¿lo nuestro? –Pregunto – ¿de qué hablas?, lo más seguro estabas en el barsucho ese, tomando como siempre.
    Peter: Vamos Lucrecia, sabes lo que quiero.
    Lucrecia: ¡Vete de aquí CERDO! Eres un palurdo.
    Peter: Ok – se acaricio el mentón – no me dejas opción – se quito el chaleco – lo haremos por las malas –Lucrecia le dio una cachetada.
    Lucrecia: ¡¿Qué te pasa?! –Grito – Eres un enfermo…
    Peter: Para nada – le dio una cachetada a Lucrecia que le dejo inconsciente, en el piso de la habitación.

    Caroline, escucho en su cuarto, el sonido de aquel reloj de madera de un tamaño mediano que estaba frente a su cama pegado a la pared, el cual marcaba las doce. Ella inclino su rostro, y vio el techo, pese a que estaba sentada en su escritorio, a un lado de la cama. Vio aquella araña metálica de un hierro de color negro que guindaba en su techo, dando una luz tenue al cuarto, se levanto y empezó a buscar algo en sus gabinetes, saco de uno de ellos una bolsa, se puso unos zapatos, y salió de la habitación. Dirigiéndose al tercer piso, paso por alto el extraño mal olor que de allí provenía y entro a la oficina de Franchesco.

    Peter comenzó a desvestir a Lucrecia mientras estaba inconsciente para abusar de ella. Le quito el chaleco que tenia puesto encima de su camiseta, cuando se vio interrumpido por la figura del payaso que apareció en la puerta de la habitación.

    Peter: ¿Qué rayos? – Vio al payaso – vaya, vaya, vaya… – se levanto – así que ¿tú eres el payaso? – el payaso asintió y movió su rostro, viendo a Lucrecia – ¿Qué? Acaso ¿la conoces? –el payaso solo presiono sus puños – así que la quieres… entonces debes ser Juan. Si lo eres ¡Mátame! Ah, te preguntas ¿Por qué? Sencillo, ¡iba a Violarla! – el payaso sin pensarlo se le lanzo encima, y rápidamente comenzó un forcejeo en el cual el payaso termino saliendo victorioso al darle a Peter un golpe en la cara que no solo se la doblo sino que lo tiro al piso. Al ver el payaso a Peter en el suelo, saco una bolsa de su bolsillo y se la metió en la cara comenzando a ahogar a Peter. El estaba casi inconsciente y aturdido del golpe tan fuerte recibido del payaso. Pese a su estado no pudo zafarse de la bolsa en su cara la cual al minuto de quitarle el oxigeno le desmayo. El payaso retiro la bolsa de la cara de Peter, y la metió nuevamente a su bolsillo, más sabia que este no había muerto. Así que para asegurarse, saco de su bolsillo una jeringa con veneno azul y se la inyecto en el cuello a Peter. El cuerpo de Peter comenzó a convulsionarse, a los pocos segundos, boto espuma por la boca y murió. El payaso al ver a su victima sin vida, salio de la habitación

    Caroline, aun en la oficina, veía con una mirada fría la puerta de metal de la bóveda. Saco una llave de su bolsillo, y la abrió. El hedor del olor acumulado por el cuerpo en descomposición de Judith, salió de la bóveda, dejando el fétido olor en la casa. Caroline siquiera noto el olor, pasó como si nada, obvio el cuerpo de Judith, saco de su bolsillo una bolsa, agarro dinero de la bóveda, lleno la bolsa y salió, dejando la puerta de la bóveda abierta. Bajo rápidamente al primer piso, intentando salir. Al salir de la mansión, el payaso la intercepto por la espalda. Le puso un paño con cloroformo en la boca desmayándole. El payaso agarro la bolsa, y comenzó a arrastrar el cuerpo de Caroline.

    Elizabeth intentaba dormir, pero algo extrañamente se lo impedía, un olor fétido que venía del exterior de su cuarto. No solo se extrañaba de la aun ausencia de Ángelo, sino que aparte del olor, su sed comenzó a notarse. Se paró de su cama, en la cual estaba recostada. Abrió la puerta, y el payaso la intercepto desmayándola con un paño bañado en cloroformo que le puso en la boca.

    La agente Mariangela llego a la mansión, entro pateando la puerta principal pese a que estaba cerrada, al instante noto el fétido olor que inundaba la casa. Como vio que el olor se hacía más fuerte mientras avanzaba a las escaleras decidió subir. Al llegar al segundo piso vio al payaso arrastrando el cuerpo de Elizabeth ahora inconsciente.

    Mariangela: ¡Detente! – le grito y apunto con su arma al payaso, quien soltó el cuerpo de Elizabeth y alzo las manos…
     
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    temi nara

    temi nara Guest

    grasias por invitarme aleerlo y espero que agas la continuacion
     
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