El llanto de un dilofosaurio Costó mil pataletas, arduas lágrimas y sobre todo, un montón de gritos. Pero lo logré, lo importante es que lo había logrado; no importaba el zape que me llegó en la nuca, o mi mamá regañándonos a ambos, ¡vería la película que tanto había deseado! Ignoré a posta a mi hermana, quien no paraba de parlotear y quejarse. Tras mucha espera en una fila que se me hizo insoportable, llagamos a la gran sala oscura y mi sonrisa no se hizo de esperar. A tirones y un par de gritos, nos ubicamos donde mi hermana estimó más conveniente, ¡por fin tendría mi película de dinosaurios! ¡Y en el cine! Poco me importaba la cara de burra amargada que tenía mi hermana. En eso, la película empezó, y entre gritos de niños, chitones de adultos, en cuanto las letras "Fin" aparecieron en pantalla, el silencio en la sala solo era opacado por leves sollozos y voces tristes. —¿Por qué? —gimoteé yo, impactado con tal final... Me extrañó no recibir respuesta, así que volteé a ver a mi hermana, quien estaba a su lado. Mi extrañeza no demoró reflejarse en mi rostro rojizo y ojos hinchados... ¿Qué... qué hacia ella llorando? ¿No qué no le gustaba? Le tironeé la manga de su polera, insistente. —Oyeee, ¿por qué llorai tú? —indagué tosco, pesado. Ella inhaló, calmado su lloriqueo. —Na-nada, que estaba buena la película nomás —soltó de nuevo con la amargura de siempre. Y así empezamos otra vez con lo mismo, que discusión acá, que discusión pa' allá. Lo bueno es que nos compró un helado a ambos, "para subirnos los ánimos" excusó, como sí necesitáramos motivos para comer helado. Bueno, no importa. Cuando llegamos a casa y mamá preguntó que tal la película, ambos respondimos efusivos y emocionado todo lo que nos sorprendió y gustó de aquella. ¡Nunca me imaginé que a ella le llegara a gustar una peli de dinosaurios!
El más emocionado era el que quería ver la película y la que terminó mucho más emocionada fue su hermana. ¡Esto fue tan bonitoo! Sin más que decir, me retiro xdd.