Colección El Lado Oscuro de la Luna

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Sonia de Arnau, 25 Abril 2020.

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    Sonia de Arnau

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    El Lado Oscuro de la Luna
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    387
    Esta colección está basada en la actividad Soundtrack de Wolf Boy. Espero que disfruten de los relatos tanto como yo al escribirlos.

    1:07

    Speak to Me

    El olor del café impregnó sus fosas nasales, se deslizó por la cama y se levantó de la misma. Inhaló el suave aroma del café recién hecho, se vistió mientras escuchaba como trabajaba la cafetera, ese día se había levantado con muy buen humor, su boca se volvió agua al saborear el rico café. El café hogareño no se comparaba con el café que vendían en esas tiendas.

    —Buenos días —dijo a su mujer con voz ronca mientras se acercaba a la alacena.

    Ella saboreaba su taza de café negro junto con un pan dulce. Miró a su esposo con sumo cuidado. A su vez, entretanto buscaba una taza, él meditaba en cómo se relajaría ese fin de semana; ya tenía todo planeado para disfrutar ese par de días libres antes de volver a la maldita rutina del día a día.

    —¿Estás enojado? —preguntó ella.

    Desde su posición, él frunció el ceño. Esa pregunta, esa maldita pregunta siempre lo desquiciaba. Lo estuviera o no, siempre odiaba escucharla. ¿Qué ganaba la gente al preguntarla?

    Ayer, en el trabajo, había tenido un pésimo día y por si fuera poco, su pedante jefe le ordenó que hiciera un papeleo antes de que se fuera a casa o por defecto, se llevara el trabajo a casa; había llegado a las siete de la noche, por lo que llegó a su casa con un humor de cuidado y tan cansado que tras comer, se dirigió a la alcoba para irse a dormir, fuera temprano o no; deseoso de que llegara la mañana del Sábado y así comenzara su libertad.

    —No, no lo estoy. Estoy de maravilla —contestó, inconscientemente con un tono molesto.

    Ella le devolvió la mirada, levantó una ceja y luego sonrió al decir:

    —A mí no me engañas, te has levantado de mal humor.

    Se sirvió el café y dejando la cafetera haciendo más, acompañó a su mujer.

    —Yo siempre amanezco de buen humor —susurró.




    . . .
     
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    Ahí dice "16 años, adolescentes maduros" Yo me creo inhabilitada para decir que tan madura soy; pero si puedo decir que la diferencia entre la madurez que tengo ahora y la que vaya a tener en 7 días más (omgsolofaltaunasemanaahhh) va a ser casi nula, por lo que tomo la responsabilidad de lo que consumo desde ya. Aparte, por lo que te conté en la mañana deseaba leer algo tuyo; y esta colección tiene toda la pinta de prometedora. Así que me tiraré a ello (?) (Bueno,YSiempreHeSidoMedioConscienteRespectoAQueContenidoConsumirYCualNo)

    Ahora sí, al escrito:

    Como siempre tiendo a hacer: puse la música y empecé a leer de inmediato. Siento que es algo que si se hace o no; genera una percepción distinta del escrito, y como esto es para una actividad sobre song-fic lo encuentro un punto sumamente importante. Así que todos los haré así, seguramente.

    Para empezar, no vi el video primero, empecé a leer de inmediato; y como no escucho esa banda (enrealidadescuchomuypocasbandas) el factor sorpresa era muy grande.
    ¿Qué es lo que digo?: Me ha impresionado. Ese corazón latente que de repente empezó a sonar; mientras en el relato se narraba una situación cotidiana, hasta relajante diría, me generó una sensación de choque e incomodidad, sentía que no calzaba. Justo empecé a escuchar la risa cuando las cosas se empezaban a tornar algo raras.
    Como a mitad de este lado, para que después se acabara todo en un silencio, mientras leía los diálogos finales.

    Así que; si, definitivamente supiste muy bien generar una atmósfera inquietante, no así terrorífica; si no más bien como que algo no calza, algo esta fuera de lugar. Después de haber vuelto a ver el video, y con mi escaso ingles leer llegar a entender lo básico —aunque creo que fue suficiente— pienso que esa sensación de que algo no cuadra era justamente lo que querías lograr transmitir, tomando en cuenta el tema de las drogas que hablaba el video, si va contra tu deseo de "que sea interpretativo" me encantaría que me dijeras lo que tratabas de transmitir en verdad, por último en mp o dentro de un spoiler (?)

    Ah, y lo digo desde ya; aunque es opinión personal y obviamente no es para irme contra nadie: yo soy muy negada con las drogas, no me gustan; pues a mi el hecho de no tener control sobre mi cuerpo y mente es algo que me incomoda demasiado. Obviamente también entran las más "básicas": Alcohol y tabaco, el primero lo soporto, porque; vamos, muchos toman, no he convivido con nadie que tenga problemas al alcohol y es algo que yo puedo evitar consumir. El tabaco me cuesta más dejarlo pasar, primero porque en mi familia cercana no hay ningún consumidor ¿Activo, se podría decir?, y porque de por sí el mero hecho de que el humo sea dañino para los pulmones me da rechazo; y ver a seres queridos hacerlo también me genera incomodidad, pero esto es algo que he tenido que ir aprendiendo a soportar, porque son decisiones personales de ellos y no me gusta involucrarme en cosas que ellos tienen más que decididas. Siento que era un factor importante para resaltar, pues al parecer todos los song-fic tomarán una temática similar y estos pensamientos serán seguramente base de todos mis comentarios, y que trate de drogas no me genera rechazo al escrito, en realidad me llama mucho la atención porque justamente es algo que no acepto; ver —y quizás sentir— la otra cara de la moneda será interesante.

    ... Espero que esto no se sienta que te he puesto la barra alta, pero tal vez si tengo altas expectativas XD

    En conclusión: muy buen primer escrito. Algo me dice que esto es más como un "Prologo", una introducción para todo lo que se viene, y me ha encantado, porque sintió que hizo muy bien su trabajo si de una introducción se trata: te da una pequeña bocada de lo que se viene, solo para dejarte con ganas de más.

    Mira que al final de esto termino adicta a tus relatos y todo (?)

    Eso, perdón por extenderme mil párrafos, aunque dudo que en realidad te moleste; te deseo los mejores ánimos para esta actividad.
     
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    Sonia de Arnau

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    El Lado Oscuro de la Luna
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    560
    Breath (In the Air)

    2:49​


    Había perdido de nuevo la inspiración, dejó salir un largo suspiro. Recargó su espalda en la silla y echó su cabeza hacía atrás, desde esa poción podía ver a través de la ventana. El patio, aquel patio lleno de piedras, ladrillos, cemento seco y demás cosas que solo creaban una vista desastrosa. Tomó los cordones de las persianas y las bajó. No podía ver eso porque aquello solo provocaba que la musa lo abandonara.

    Ya encontraría el tiempo para avanzar con ese proyecto una vez que terminara con lo más importante.

    Desde la computadora, echó un vistazo a la página que hablaba sobre la Ingeniería Robótica.

    Se levantó de la silla y se estiró, la espalda lo estaba matando. Se dirigió hacia la alacena para tomar de ahí un bote de pastillas, agarró un par de ellas y las tomó y alargó la mano para tomar un vaso medio lleno de agua que descansaba en la mesa. Dibujó una mueca al saborear el agua, ¿cuánto tenía eso allí?

    Lo ignoró y se encaminó de nuevo a su escritorio, pero antes, desde el ventanal de su sala alcanzó a ver algo, se desvió un poco. Visualizó a un chico; un adolescente, andar en su patineta, alegre, se le notaba que disfrutaba de ese hobby.

    «Ah, qué bonito es ser joven» pensó mientras sus labios dibujaban media sonrisa.

    Sintió su celular vibrar desde su bolsillo. Lo descolgó.

    —¿Cómo estás, madre? —saludó.

    —Escuché que renunciaste a tu trabajo, ¿es cierto? —se escuchó algo decepcionada pero a la vez con esperanza de que fuera mentira.

    —Así es —respondió.

    —¿Por qué? —su tonó de voz fue más alto que la primera vez—. Tan bien que te iba.

    —¿Y quién dijo que me iba bien?

    La voz del otro lado de la linea se mantuvo en silencio, como si no supiera que responder.

    —Eso había pensado —dijo al fin.

    —Pues ya ves que no. Trabajar en una fabrica no es disfrutar de la vida. Ya estaba cansado de levantarme a las cinco y salir a las cinco. Y para colmo, tener que trabajar hasta los fines de semana. Ya era hora de hacer algo que me guste.

    —¿Y entonces? ¿Qué vas a hacer ahora? ¿De qué vas a vivir?

    Dejó salir un suspiro.

    —Ya me las arreglaré. No te preocupes por mi.

    Era en vano que se lo dijera, era obvio que se preocuparía, después de todo era su madre.

    —Hijo, —Ya el tono de su voz demostraba su preocupación—, no me pidas algo imposible. Yo solo deseo lo mejor para ti. Si crees que renunciar es lo mejor, bien por ti. Solo quería saber si era verdad.

    —Estaré bien.

    —Bueno, mientras no te arrepientas de esa decisión. Feliz cumpleaños.

    Tras felicitarlo, colgó.

    Oh, era cierto, lo había olvidado, era 15, hoy cumplía veinticinco años.

    Daba igual, intentaría reanudar todos los sueños que un día tuvo, reanudaría los estudios que abandonó al cumplir los dieciocho al empezar aquel trabajo por el que estuvo trabajando por seis largos años, en aquella misma misera posición. Esa vez se propuso terminar sus estudios y graduarse. Y si no lo lograba, todavía tenía años para volver a empezar y regresar a su antiguo trabajo.

    ¿Qué podía perder?



    . . .​
     
    Última edición: 10 Mayo 2020
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    Kaisa Morinachi

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    Hola, hola.

    Okey, primero que todo: buena ambientación.

    Esta vez no hubo ningún plost-twist ni nada demasiado inesperado... más bien fue bastante normal, tan normal... que pega con el relato.

    ¿Cuantas personas han estado por bastante tiempo en una sola cosa; solo por qué "le pega el trabajo" o "le va bien"? aunque más por el último, yo creo que varias personas han sentido algo similar a la decepción de percatarte que; a pesar de todas las fuerzas que invertiste: al final no sirvió demasiado, pues te sientes vacío, insatisfecho, porque tantos años invertidos, independiente de cuanto ganó en dinero, se volvieron recuerdo amargo y hasta asqueroso; como el vaso de agua, me atrevería a decir.

    Creo que representaste bien las acciones de una persona que ha perdido el entusiasmo por su día a día; pero no quiere admitirlo.

    Se nota en el vaso de agua que ya estaba rancia, también en que anhela la juventud; época de su pasado dónde seguramente tenía más expectativas en su futuro.

    Pero, a pesar de todo, parece que aún tiene un atisbo de esperanza, muy pequeño, y aún así no me llegó a transmitir que en realidad estaba esperanzado, lo que me confunde.

    ¿Al final el chico en realidad tenía fe en que volvería a empezar sus estudios, o era una mera excusa que necesitó decirse así mismo ante las palabras de su madre?

    ¿Era esa sensación de "esperanza" falsa la que querías dar? ¿O en mi caso no logré conectarme?

    Bueno, ahora me tocaría leer la letra de la canción, que por algo pusiste subtitulos, cosa que agradezco.

    ... Woooow, cambia su buen poco mi comentario ahora con la letra de la canción bajo mi conocimiento.
    Ahora si se me hace más esperanzadora. Cuando dice "Todo lo que toques y todo lo que veas es todo lo que tu vida va a ser" Me recordó al momento en que se toma la pastilla y ve al chico: Más por el agua que por tomarse la patilla, para mi representaría el camino de rendirse, el chico en patineta el de la ilusión y esperanza por un futuro mejor.

    La madre, a pesar de no haberse enterado nunca de el peso que cargaba su hijo sobre sus hombros, para mi me da la sensación de que representa al cantante lírico de la canción: que a pesar de todas las adversidades no quiere que su hijo se rinda, cosa que según yo se demuestra en el momento en que dice que es su cumpleaños: eso, para mi, es lo que termina por darle esperanzas al hombro, es lo que le hace decir "Aun tengo tiempo"

    Lo último, la parte final de la canción; sobre el mar y correr hacía su tumba.

    Me impactó mucho, me llegó de la nada y el final fue abrupto, me sorprendí y tuve que retrocederla para entenderla. Básicamente es un "El que mucho abarca, poco aprieta" creo, pero más extremista XD

    Yo creo que tal como la canción, esa parte esta representada en la última parte del escrito; dónde se propone todas sus metas para después preguntarse ¿Qué podía perder? Supongo yo que querer montar la ola más grande es proponerse tantas cosas que tal vez, si no las logra; se termine decepcionando aún más de lo que cree, cayendo en un estado emocional más complicado del que se le muestra ahora, cosa que representaría lo del conejo corriendo directo a su propia tumba.

    Tal vez me contradije en más de una ocasión XD Pero esta sería mi primera impresión; ya si lo llegó a leer otra vez y cambio de percepción te volveré a comentar, pero cuando hayas subido otro capitulo.

    Me gustó que su esencia en general haya sido distinta al del primer relato. Sin nada más que agregar, espero que te vaya igual de bien (o mejor) con la proxima canción :3
     
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    Sonia de Arnau

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    El Lado Oscuro de la Luna
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
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    Drama
    Total de capítulos:
    10
     
    Palabras:
    1029
    On the Run

    3:45


    Se levantó azarosa y miró el reloj y tras darse cuenta de lo tarde que era, se levantó de golpe de la cama. No era su costumbre maldecir, pero esa madrugada lo hizo al no sonar la alarma. Era la primera vez que le sucedía y tenía que pasar exactamente ese día. Apurada y nerviosa miraba constantemente la hora en el reloj mientras se arreglaba a su pequeño. Tomó sus maletas y llamó un taxi. El vehículo los llevó al aeropuerto y ella, halándole la mano a su hijo, se dirigió a la recepción. Había llegado un poco tarde, pero aún tenía tiempo, o eso es lo que había pensado.

    —Siento mucho, pero no puede pasar —le informó la mujer.

    Ella no pudo creerlo. Intentó explicarle que no era tarde, que todavía tenía tiempo, le enseñó la hora. La recepcionista quiso ser lo más amable posible para hacerle entender que perdió el vuelo.

    —Mire, señorita, en verdad que estamos perdiendo el tiempo con esta conversación, si me hubiera dejado entrar dos minutos antes seguro que llegábamos. Por favor, no me haga perder más el tiempo —Suplicó al ver como la recepcionista echaba un vistazo a la computadora.

    —Tiene suerte. A la una y cincuenta saldrá otro vuelo, ¿por qué no esperan ese? —le informó, pero ella se negó, miraba el reloj, todavía había tiempo y se lo decía e insistió a tal punto que la mujer se vio en la obligación de llamar a control y contar lo que sucedía. Al colgar miró a la señora y añadió—. Me informan que la esperarán un par de minutos. Pero debe apurarse.

    —Muchas gracias, señorita —agradeció, sonriendo.

    Y sin perder tiempo se dirigió hacia su vuelo. Las cosquillas en su estómago incrementaban conforme pasaba cada proceso. Era la primera vez que volaba, estaba nerviosa por supuesto, apretó con fuerza la mano de su hijo mientras cruzaba el pasillo hacia el avión. Se sorprendió al ver el interior. Su corazón latió a cada minuto. Aquel lugar no era ni de lejos un avión lujoso, no obstante, a sus novatos ojos si lo fue. Se dirigieron a sus asientos. Sentó al niño a un lado de la ventana y ella hacia el pasillo. Respiró hondo y tranquilizó su excitación. Por fin, por fin, después de tantos años en espera podrá visitar el país de las oportunidad. Por fin le daría a su hijo aquella vida que ella nunca pudo tener.

    No hubo tiempo de nada cuando el avión comenzó a moverse. Aquello la tomó por sorpresa mientras apretaba con fuerza el reposabrazos… no había que temer, se movía como un automóvil.

    No.

    Su cuerpo se apretó todavía más en el respaldo al sentir como aquel monstruo titánico se elevaba. Su corazón comenzó a latir a mil, sintiendo su estómago revolverse a la vez. Una montaña rusa... nunca le gustó subirse a una. Le tenía pavor. No fue mejor cuando el avión se mantuvo en el aire porque sabía que estaban a miles de metros arriba, desvió la vista hacia su hijo, quien quitado de la pena miraba fuera de la ventana, alucinado, y en su afán de protegerlo de un "accidente" lo atrajo hacia ella y le pidió que se mantuviera quieto.

    Los minutos continuaron. La inquietud aumentaba.

    Padre nuestro que estás en el cielo… permite que mi niño y yo lleguemos con bien… —comenzó a murmurar, sin saber que varias miradas se posaban a su persona.

    La azafata estuvo muy atenta a ella, a su actuar, pues lo último que deseaba era que alguien pudiera alterar el vuelo de los pasajeros. Se acercaba con sutileza para preguntarle si se sentía bien, si se le ofrecía algo, si necesitaba ir al baño y demás cosas, aquella actitud la confundió.

    —¿Gusta un poco de agua? —preguntó la azafata acercándose de nuevo.

    Ella ladeó su rostro para mirar a la señorita, su rostro estaba pálido y bañado en sudor.

    —¿Eso me quitará el miedo? —preguntó, de forma muy seria.

    La azafata se limitó a sonreír para después agregar:

    —Le disminuirá las nauseas.

    No era lo que buscaba ni lo que esperaba, pero llegó a pensar que habría un accidente y por eso asintió y minutos después el vaso de agua junto con una bolsa de papel estaba sobre la mesita. Se recargó en el asiento y no evitó dejar salir un quejido de horror al sentir como el monstruoso aeroplano se movía, a su parecer, de forma brusca.

    —¿Estás bien, mami? —preguntó su pequeño con grandes ojos, preocupado.

    Ella deseó decirle que sí, pero no pudo mentirle por lo que se limitó a asentir mientras le acariciaba la cabeza y volvía a sentir como la aeronave continuaba meciéndose de aquí para allá. Intentó cerrar lo ojos pero el resultado era peor. Inhalaba y exhalaba. ¿Cuándo llegarían? ¿Faltaba mucho? ¿Arribarían? Tragó saliva con dificultad al momento que negaba con fuerza para quitarse esos malos pensamientos. Procuró visualizar su futura vida en aquel país. A su esposo dándoles la bienvenida y verlo después de varios años… era imposible, aunque debería estar emocionada, esa experiencia le resultaba más sobrecogedora que nada y su imaginación salía disparada. Su mente le estaba jugando una pesada broma. Todo su cuerpo permaneció rígido y pudo volver en sí cuando el avión aterrizó y volvió a tocar tierra firme.

    Su alma regresó a ella. Se había llevado una mala experiencia y deseó nunca volver a sentir aquellos escalofríos.

    .


    .


    .


    Se llevó la mano a la altura del corazón. Su respiración entre cortada demostró sus sentimientos. Sus ojos empapados de sorpresa como miedo no dejaban de mirar las impactantes imágenes que transmitían en pantalla, quedó completamente muda al escuchar en las noticias como el vuelo de la 13:50 había sufrido un percance y se estrelló; como resultado que todos los pasajeros murieran. Fuera suerte o mera coincidencia, ella y su hijo pudieron haber estado allí.

    Desde esa día juró nunca volver a subir a un avión, así significara nunca volver a su país.



    . . .​
     
    Última edición: 10 Mayo 2020
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    Drama
    Total de capítulos:
    10
     
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    1170
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    6:53

    Se sentía con los nervios a flor de piel, su pierna inquieta sin poder mantenerse en un mismo lugar lo demostraba. Sus ojos iban y venían al ver insistentemente el reloj como si el tiempo fluyera con lentitud. Ya deseaba salir de la oficina del director. A sus diez años de edad, lo que había hecho no era nada. Desvió la vista hacia la puerta al escuchar a su madre, al verla solo le sonrió y ella le lanzó una mirada seria.

    No le dijo nada en ese instante, pero cuando terminó de hablar con el director y camino a casa en el automóvil, le dio el sermón de su vida. Al llegar a su casa, lo primero que hizo fue dirigirse a su habitación, encendió la consola, se sentó en el borde de la cama con los controles en mano cuando su madre se plantó a su frente, tapándole la vista del monitor, le arrebató el control de las manos.

    Él frunció el ceño.

    —Mamá… —soltó molesto.

    —Estás castigado, jovencito —le amenazó.

    —Mamá, ¿por qué? —cruzó los brazos e infló los cachetes.

    —Disculpa, jovencito, ¿qué por qué? Por lo que hiciste en la escuela. No estuvo bien.

    —Ya... te prometo que le pediré perdón, de veras, mamá —comenzó a seguir a su progenitora cuando ella dio media vuelta y se alejaba del cuarto.

    —Y no te quinte la Nintendo solo por eso, también porque has estado reprobando las materias.

    —Solo una hora, por favor, mamá… —continuaba rogándole, siguiéndola por toda la casa—. Media hora, por favor. Es más, solo déjame pasar al jefe final…

    Insistió e insistió pero no pudo contra ella, así que se vio en la obligación de hacer su tarea, de recoger su cuarto para retamar con ir hasta la casa del niño con el que se peleó en la escuela, y por fin, al llegar a su casa pensó que con todo lo que hizo merecía una recompensa, pero no, la excusa que le dio su madre fue que era demasiado tarde y tenía que dormirse temprano porque tenía que iría a la escuela.

    Esa noche durmió malhumorado, pensando que su madre era muy cruel y que no lo entendían. Al despertar, se levantó con un poco de pesadez y se dirigió al baño, desde el espejo se miró, se sonrió, no era un galán de telenovela, pero mal con las chicas no le iba.

    —Hoy será un grandioso día —se animó a sí mismo mientras se rasuraba—. Hoy aprobaras ese examen y le demostrara a esa vieja que te puedes superar.

    Se había desvelado toda la noche estudiando. Se preparó, se sentía como un boxeador preparado a punto de entrar al ring y una vez salió de su apartamento, sonó su celular.

    —¿Qué pasa carnal?… Ah, sí, sí, sí, la conozco… ahorita no puedo, carnal… —caminaba hacía la estación de camiones, deteniéndose de vez en cuando para prestar atención a lo que le contaba su amigo—… sí, tengo un examen en la Uni... Uff, qué te pasa si es importante. Okay, hasta luego.

    Su paso era lento, iba con tiempo o eso pensó, pero apresuró su paso cuando al llegar a la estación vio como el autobús cerraba sus puertas y se iba, gritó con la intención de que el conductor lo esperara.

    —¡Estúpido chófer! —gritó molesto al ver como el camión se iba alejando—. ¡Espero y tenga un accidente!

    No era la primera vez que le pasaba eso, miró el reloj, molesto, apenas eran las siete y dos, había llegado a la hora exacta. Suspiró cansinamente. Volvió a mirar el reloj, ¿debía esperar el próximo? Negó. Llegaría tarde a la clase y seguro que la profesora ni lo dejaría tomar el examen, además, para él lo odiaba. A sus veinte años de edad eso no lo preocupaba tanto. Ya tomaría el examen después, tenía mucho tiempo. Sacó el celular y marcó a su amigo.

    —Pásate la dirección que te voy a caer por allá…. Ah, eso, ya lo haré después.

    Comenzó a caminar y recorriendo las calles de la ciudad llegó a la dirección que apuntó en la hoja. Levantó la vista para mirar el imponente edificio. Se irguió mientras se secaba el sudor de la frente y se refrescó un poco antes de cruzar la entrada, estaba sudando a mares, el traje negro que tenía puesto no era el mejor para usarse en esos días tan calurosos. Se volvió a reconsiderar sacar su licencia, pero estaba muy ocupado, no encontraba el tiempo suficiente para tomar las clases. Lo primordial era otra cosa.

    Entró al edificio.

    Hizo la entrevista de trabajo tal como lo había estado haciendo esos últimos años. A sus treinta años, él continuaba buscando un mejor empleo. Había estado ganándose la vida con varios trabajos siendo desde vendedor, mecánico, ayudante de albañil... pero ahora ya no estaba solo, tenía una familia, si bien se estaba divorciando, todavía tenía que dar manutención a sus dos pequeñas.

    Cuando terminó, le dijeron la misma respuesta que todos le decían, que lo llamarían. Salió del edifico. Levantó la vista hacia el resplandeciente cielo azul y esperó aquella llamada con muchas ansias. Su estómago se revolvió al desconocer lo que pudieran decirle y no mejor cuando escuchó el celular sonar, contestó lo más rápido posible.

    —Hola, hija, ¿cómo salió todo? —Dejó salir un suspiro al escuchar que todo había salido bien.

    Apretó el celular con fuerza al sentirse un inútil por no haber estado en el parto de su hija mayor. Ella, en un viaje que hizo a Europa conoció a un chico y terminó casándose con él, así que llevaba años viviendo allá. Ni siquiera podía estar a su lado para ver con sus propios ojos a su primer nieto. A sus cuarenta años de edad no pudo conseguir el dinero suficiente para poder viajar a Europa y poder estar al lado de su hija.

    —Me alegra mucho escuchar eso, hija. Te mando a ti y al niño mis bendiciones.

    Realmente deseaba haber estado allí pero no pudo, ni quiera podía pedir prestado dinero porque ya debía mucho. Se limitó a sonríe al escuchar cómo su hija le decía que cuando el niño estuviera más grande irían para que lo conociera.

    —Los esperaré con ansias, sabes que mi casa es tu casa.

    Se maldijo a sí mismo por no haber sido un mejor padre.

    Que patético era.

    Se miró en el espejo y el reflejo le devolvió la figura de un hombre de poco más de cincuenta años, y por primera vez en mucho tiempo se preguntó que había hecho todos esos años.

    Sin darse cuenta, su vida había pasado en un abrir y cerrar de ojos.




    . . .​
    Una de mis rolas favoritas de este álbum. Dios, solo escuchen ese solo de guitarra, esa letra; eso es arte por donde lo escuchen.
     
    Última edición: 9 Mayo 2020
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  7. Threadmarks: The Great Gig in the Sky
     
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    541
    The Great Gig in the Sky
    4:44
    Miró el cielo bañado por aquellos hermosos luceros. Sonrió mientras la leve y fresca brisa movía sus negros cabellos. Él la miró desde su posición.

    —¿Qué hermosa está esta noche, verdad? —preguntó ella desviando la vista hacia él.

    Él mató un mosquito que se había posado en su desnudo brazo.

    —Ah… creo —Levantó la vista para mirarla—. Sí, lo es, es hermosa.

    Ella suspiró, se acercó y tomó asiento a su lado, dejándose caer en el pasto.

    —En verdad que no entiendo cómo puede haber tantos mosquitos con este frío que está haciendo.

    Ella lo miró y él desvió la vista al otro lado, a donde su mochila reposaba. Se inclinó con la intención de ponerse de pie, pero ella lo tomó del brazo, impidiéndole avanzar.

    —Es mejor irnos, de verdad, antes de que… —Ella reposó su cabeza en su hombro, sin soltarlo—… los mosquitos nos drenen toda la sangre —terminó en voz baja, mirándola. Observó detalladamente sus facciones y sus ojos, esos ojos que segundos antes reflejaban alegría ahora reflejaban… ¿tristeza? ¿Confusión? ¿Melancolía? ¿Miedo? Quizá un poco de todo.

    —¿Puedo ser egoísta, solo por esta noche? —su voz pareció cortarse por un segundo, pero la mantuvo firme.

    Él la tomó de la mano y la acercó a su cuerpo, abrazándola.

    —Ésta y las demás que vengan —susurró.

    Ella soltó una risa, volvió su vista al cielo nocturno y admiró cual belleza solo podía manifestar la naturaleza, miró una estrella fugaz y la apuntó alegre mientras pedía un deseo. Un simple deseo. El único deseo que realmente quería que se cumpliera; que hubiera más noches así.

    Y sin darse cuenta, unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos. Se sorprendió, ¿por qué? No temía al futuro. No debía hacerlo, había ido a ese lugar para disfrutar del hoy. Él se percató de ello y deseó tranquilizarla y solo se le ocurrió una cosa.

    —Para la próxima vayamos a la playa —levantó la vista al sentir que ella asentía—: ¡Tengo una idea!

    Se levantó para dirigirse hacia la furgoneta en la que llegaron y abriendo la puerta sacó su guitarra y una manta, se acercó a ella, la tapó con la manta y luego tomó de nuevo asiento, sobre el frío pasto.

    —En serio, ¿cómo puede haber tantos mosquitos con este frío?

    —Es tu culpa por ser tan dulce —rio ella, divertida.

    Él rio a carcajada.

    —Me sorprende lo fuerte que eres —dijo ella en voz baja, poco audible.

    —No, tú eres la realmente fuerte —soltó.

    Comenzó a tocas la guitarra y aquella alegre pero a la vez melancólica melodía resonó por el aire. El viento sopló levemente y el sonido de los grillos desapareció para dar protagonismo a la voz de él.

    ¿Qué más daba lo que pudiera ocurrir? Disfrutarían el hoy; el ahora.





    . . .
    Me fascina esta canción. Me llena mucho el espíritu escucharla, otra de mis favoritas. Además, este relato, personalmente es el que más me ha gustado porque fue el primero que escribí cuando me propuse escribir del álbum.
     
    Última edición: 10 Mayo 2020
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    Ichiinou

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    Todavía no me había pasado por esta suerte de colección, por lo que tuve que leerme todos los relatos seguidos, así que si en algún momento me salto algo importante, si parece que este comentario es una amalgama de ideas, me disculpo por adelantado, pero hacer cinco comentarios seguidos para mí sería como sentirme atracando a Fanficslandia. Espero que si sigues escribiendo en esta colección, yo pueda ir leyendo uno a uno para mantener un orden.

    Speak to me:
    Con este relato me sentí muy identificada, realmente la frustración que se puede llegar a sentir por trabajar de más y no sentirte valorada, es una cosa que te puede afectar en el día a día y al final, parecer que estás enfadado con el mundo, incluso con tu propia pareja, pero realmente estás frustrado, al menos bajo mi punto de vista. Me gustó este relato, sobretodo por el final, esa última frase me hace esbozar una sonrisa, es como si la chica le propusiese estar de buen humor de otra forma. xD
    Me agradó el relato, no tengo mucho que contar sobre él, porque es cortito, pero me gustó.

    Ahí te señalo un par de fallitos, sería "ves" y "cinco".

    Breath:
    Me gustó mucho el mensaje que deja este relato, de que siempre te puedes reconstruir, volver a empezar, que nada es para siempre y que aunque dejes algo que tuvieses seguro, el arriesgar no siempre es lo más malo, si te lleva a la felicidad. Y de alguna forma, sentí mucha pena por el protagonista, que básicamente su madre aunque supuestamente afirma preocuparse por él (no lo pongo en duda) dedica toda la conversación a indagar sobre su trabajo y al final le dedica un triste y seco "Feliz cumpleaños" y cuelga. A mí me dejó un poco el corazón descolgando, porque sentí como si fuese una relación fría, una relación en la que ella aunque no lo admita siente decepción por la decisión de su hijo. Aunque bueno, no siempre llueve a gusto de todos y para mí, es un gran acierto intentar reinventarse. Fue interesante leer este micro.

    On the run:
    A mí este relato también me dejó un poco descuadrada, realmente me quedé como mirando un ratito al vacío intentando comprender ese final al estilo "Destino Final" que se salvó por pura casualidad de haber sido víctima de ese vuelo. Aunque supongo que alguna vez en nuestra vida puede darse esa tesitura, simplemente porque al final tomaste una decisión o por como es este el caso, que insistes en que te metan en el vuelo que contrataste y está a punto de despegar. Una infinita suerte tuvo. Y realmente todo el malestar que sintió contrastó con lo que realmente ocurrió y es como si su propio espíritu supiese que algo no iba bien. Aunque finalmente la decisión de no pillar un vuelo más me parece lógica, porque estaría super asustada, me parece tremendista. Lo que pasó realmente es algo que no suele pasar casi nunca, mala suerte que justo le tocó a esas pobres almas. En fin, fue divertido leer este relato, acompañar a la protagonista por una odisea de sentimientos y fue un choque ese final.

    Sería "jalándole"

    Sería "bienvenida".
    Que por cierto, me quedó curiosidad por saber qué pasaría después de tantos años sin verse.

    Time:
    Este relato me hizo reflexionar sobre lo rápido que pasa el tiempo entre nuestras manos, que no sabemos realmente lo que estamos dejando pasar y cuando nos queremos dar cuenta ya somos adultos o ya tenemos "la vida hecha" y realmente no conseguimos nada de lo que planeamos en un primer momento. Me gustó el estilo frenético que le diste al relato, uniendo una época con otra, que hasta al principio no entendí bien lo que estaba pasando, tuve que releer, pero luego me gustó mucho la forma. Creo que este relato te deja un mensaje de vivir el momento, de tratar de disfrutar cada segundo porque no sabes realmente cuándo te darás cuenta y ya estarás para jubilarte, sin haber parado de preocuparte cada segundo. Interesante de leer, al menos.

    The great gig in the sky:
    Este fue el relato que más cotidiano me pareció, aunque también me dejó un trasfondo de vivir la vida, porque sentí que realmente a ese chico le pasaba algo, a parte del evidente nerviosismo por estar con ella y que pudiese preocuparle el contacto físico, me dio la sensación de que estaba fatalmente enfermo, quizás me equivoque, pero así lo sentí. También me molaron las excusas que ponía sobre los mosquitos, tratando de evadir la situación, me sacaron más de una sonrisa. Fue interesante de leer y sobretodo se me hizo bonito, una situación que se podría dar en la vida real y que sientes como si estuvieses viendo por un agujerito, por lo íntima que se siente.

    Sería "tomar".

    Y nada, por aquí termino, la colección se me hizo muy agradable de leer y la devoré rápidamente, muchas gracias por compartirla con nosotros y espero más relatos. Sigue escribiendo y mejorando.

    ¡Saludos!
     
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    Sonia de Arnau

    Sonia de Arnau Let's go home Comentarista empedernido

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    Drama
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    10
     
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    6:23

    —Bien, Javier, me alegra mucho decirte que me ha gustado mucho su desempeño en el trabajo y que ese esfuerzo que a demostrado ha dado frutos…

    No era necesario que dijera más, el rostro de Javier dibujó una sonrisa a esas alturas. Se sentía realizado, su alma rebosaba de alegría, aún más cuando su jefe finalizó:

    —...por eso he pensado en darle un aumento.

    Para ese punto, Javier no evitó demostrar su alegría cuando sonrió y se hecho hacia atrás en la silla. El hombre frente a él también sonrió al ver a uno de sus mayores trabajadores en ese estado. Por fin, esas horas de arduo trabajo dieron fruto. Por fin su jefe se había dado cuenta. Javier agradeció estrechando la mano del jefe.

    —Me alegra mucho ver ese espíritu, si sigue de esa forma, pude que llegue a obtener un puesto mejor.

    Aquello era su próxima meta, por el momento estaba conforme con el aumento; un sueldo que lo ayudaría con muchas cosas. No veía la hora de contarle la buena noticia a su esposa. Se hubo retirado de la oficina, demostrando con el tarareo de una canción lo contento que se encontraba, sus compañeros, de solo verlo, intuyeron lo que sucedió. Lo felicitaron y la sonrisa de Javier no desapareció ni cuando llegó a su oficina, donde tomó asiento, no había estado tan feliz como cuando su mujer, por primera vez, le dijo que sería padre. Observó el escritorio mientras dirigía su vista a la fotografía en la que estaban sus dos hijas; aquella foto había sido tomada tres años atrás, cuando fueron por primera vez a Europa, a un campo de flores muy famoso de aquellas tierras.

    —Este logro ha sido por ustedes, mis amores —susurró al momento que volvía a su trabajo.

    Las horas de jornada laborar fueron pasando, tan solo quedaban dos horas para que finalizara cuando su jefe se asomó a la oficina, Javier se sorprendió.

    —Javier, ¿cómo estás; bien?, ¿cómo te sientes; cómodo?

    —Sí, claro.

    —Me alegro saberlo. Cualquier cosa házmela saber, ¿de acuerdo? Sin timidez.

    La atención que recibía de su jefe le agradaba mucho, al principio le pareció incómodo, pero se había estado acostumbrando, al punto que lo gozaba.

    —Me gustaría que terminas cierto trabajo, si es posible para más tarde, es que lo necesito para mañana a primera hora, ¿podías quedarte un poco más tarde?

    —Por supuesto —aceptó después de ver el reloj, el que casi marcaban las cinco, y una vez que el jefe se fue, le mandó un mensaje a su esposa para avisarle que llegaría tarde.

    Más tarde llegó a su hogar, donde fue recibido por sus dos hijas, quienes lo invitaron a jugar. Estaba cansado, solo deseaba comer, bañarse y acostarse.

    —Dejen que papá descanse un poco y coma, después jugara con ustedes.

    Las pequeñas asintieron a su madre, luego se fueron a su cuarto.

    Javier suspiró cansinamente, y mientras dejaba caer todo su cuerpo en la silla del comedor.

    —Estoy tan cansado que no creo poder jugar con ellas —Miró de reojo a su esposa, quien le servía comida—. Sabes, —comenzó a contar emocionado—, hoy me pasó algo increíble, el jefe me llamó a su oficina y ¿adivina qué? Me subirán el sueldo. Por fin, casi nuestros problemas estarán resueltos…

    “¿Problemas?” se preguntó ella, “¿cuales problemas?” quiso saber.

    —… ahora él me tiene confianza. Hasta me dijo que podría subirme de puesto, ¿te imaginas? Eso sería lo mejor.

    —Oh, me alegra —dijo ella de forma irónica porque no compartió su felicidad—, así que ¿ahora llegarás más tarde a casa? Debe ser lo que has estado esperando.

    La sonrisa de Javier se borró completamente mientras fruncía el ceño.

    —¡Por supuesto que no! —dijo agravando su voz—. Es posible que por ahora esté llegando un poco tarde, sí, pero estaré ganando muy bien.

    —¿Por ahora? Has estado llegando tarde últimamente y eso que todavía no te prometían subirte de puesto o esa mentada subida de sueldo. Al parecer el dinero es más importante que nosotras.

    Los últimos mese su relación había sido de esa forma, discutían casi por todo. Él se molestaba que ella no lo comprendiera. Todo el sacrificio que estaba haciendo era por ellas, para darles la mejor de las vidas. Comenzaron una discusión, una disputa que fue interrumpida cuando la mayor se sus hijas se acercó.

    —Papi, papi, mira —le enseñó su calificación—, mami dijo que te lo enseñara cuando regresaras.

    El padre sonrió, orgulloso de su pequeña, la felicitó para después decirle lo que quería de regalo por sus excelentes calificaciones pues de esa manera la recompensaba. La pequeña muy entusiasmada levantó la mano al expresar su deseó de ir a Disneyland. La sonrisa de Javier casi desapareció.

    —Verás pequeña —se tomó el cuello y comenzó a masajearlo—. ¿No puedes pedir otra cosa? Un vídeo juego, unos juguetitos…

    La pequeña dibujó una mueca de desaprobación. Ella quería ir al parque porque siempre lo deseó. Y es que le fue difícil tener que explicarle que no podía por el trabajo, sus próximas vacaciones no cuadrarían con las vacaciones de las niñas. Buscó con suplica la mirada de su esposa, necesitaba su ayuda. Ella, dejando salir un suspiró, se acercó y habló con la pequeña para intentar explicarle que por el momento no podían ir, pero que en un futuro sí.

    —¿Por qué no van ustedes? —propuso el varón.

    —Yo quiero ir contigo papi —se interpuso la pequeña, abrazándolo.

    —Ellas quieren ir contigo —finalizó ella.



    Era sábado y la alarma de Javier resonó por toda la habitación. Desde su posición sintió como él se levantaba y se vestía para ir a trabajar. Ese sábado habían planeado ir al parque, después de mucho tiempo ella lo convenció de que salieran en familia. Esos planes se truncaron cuando la tarde de ayer, su jefe lo llamó para decirle que lo ocupaban hoy.

    —Me voy —se despidió desde el umbral de la puerta.

    —Que te vaya bien —respondió ella sin mirarlo.

    Mónica cerró los ojos para regresar a dormir. Antes se levantaba para despedirlo, para acompañarlo hasta la salida, pero ahora ya no lo hacía. Estaba cansada de hacer eso todos los días. ¿Él no se cansaba de hacer lo mismo todos los malditos días? La semana pasada estuvo ausente porque se fue cuatro días de viaje, por trabajo, ha quien sabe donde. Más se levantó, estaba aburrida de la cama y comenzó a caminar por la casa. Observó la enorme casa, o mejor dicho, casi mansión. Las niñas continuaban dormidas, y el recuerdo de ellas estando de acuerdo que no irían, le entristeció, el ya no viajar juntos y que sus salidas familiares fueran interrumpidas se transformaron en algo tan común, rápidamente las dos hicieron sus propios planes. El ecos de las pisadas era lo único que podía escuchar. La enorme sala, el que en un principio le pareció lo más precioso, pero ahora le era indiferente, vació, enorme, la ponía enferma. La alberca en el patio trasero, los autos últimos modelos, la sala exclusiva que parecía un cine, todo eso ya no le parecía lo mejor. Todo aquello se había convertido en simple vanidad.

    —Qué tonto… —suspiró.

    Cuando lo conoció era diferente. Antes de obtener ese trabajo ambos tenían un trabajo más o menos bien pagado. Era cierto, vivieron por varios años de forma humilde, después Javier tuvo la oportunidad de superarse y ella lo apoyó, pero al pasar los años su obsesión de obtener más y más dinero lo estaba cambiando, consumiendo, era como si solo viviera para eso. Su vida giraba entorno al dinero.

    Entre más dinero ganaba más "feliz" era él, o eso suponía.

    Ella salió al patio, observó las hermosas flores que adornaban aquel enorme jardín. Quizá lo único hermoso que el dinero pudo comprar era ese jardín. Con el tiempo Monica se fue enamorando de las flores, siempre se le hicieron hermosas, sin duda, pero los últimos meses, cada vez que se sentía sola, salía y le reconfortaba ver ese panorama.

    —Buenos días, señora —Saludó, como siempre, muy amable el jardinero, un hombre ocho años más joven que ella.

    Ella le regresó el saludo. Se acercó a él para ver lo que iba a hacer. Había estado observando cómo trabajaba, hasta le hacía preguntas sobre algunas cosas y él amablemente le explicaba, hasta le detallaba sobre el origen del nombre de algunas flores y era él quien le recomendaba como decorar ese jardín para hacerlo todavía más espléndido. Él realmente sentía una verdadera pasión por su trabajo.

    —¿Me habían mencionado que tenían un segundo trabajo? —preguntó mientras observaba como ponía un poco de abono.

    —Para nada, señora, vivo con lo que gano aquí.

    —¿Y puedes sobrevivir con eso? —preguntó pues aunque no se le pagaba realmente poco, tampoco creía que con lo que ganaba pudiera vivir bien. Además, ni siquiera completaba las horas laborales requeridas.

    —Bueno, el dinero que gano aquí me es suficiente para pagar lo esencial —dijo divertido, pues aunque aquella pregunta pudiera haber sido mal intencionada o en son de burla, sintió que no lo fue—, pero sobre todo, ese tiempo lo aprovecho para estar con princesa.

    —Es verdad —recordó Monica—, ¿cuantos años dijo que tenía?

    —Cumplirá los seis este mes.

    —Tan pequeña y perder de esa forma a su madre, qué tragedia.

    —Y por esa misma razón quiero estar a su lado. La familia es lo más importante.

    Se acercó a ella para mirar las flores alineadas de forma armoniosa.

    —¿No es eso lo más hermoso?

    Los labios de ella esbozaron una sonrisa y mirando al jardinero, respondió:

    —Lo es.



    . . .​
     
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    Sonia de Arnau

    Sonia de Arnau Let's go home Comentarista empedernido

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    Leerse primero: Us and Them

    Any Colour You Like
    3:26
    Tomo con fuerza la guitarra y vuelvo a sentirme pequeño. Levanto la vista para mirar el despejado cielo azul, el gran cielo azul. Siento una asfixia al recordar como el mundo entero no está hecho para mí. No encajo en él. Estiro la mano en son de alcanzarla; la vida que deseo está en el horizonte, muy lejos. Cada vez que me siento de esta forma salgo afuera en busca de esperanza, de inspiración y ¿qué es lo que encuentro? Mucho ruido.

    A la personas haciendo ruido; el ambiente me sofoca; las carcajadas me ensordecen.

    Hay mucho ruido en el mundo, ruido que opaca la verdadera música.

    Canto y desentono.

    Mi voz desaparece.

    Toco pero desafino.

    El ritmo se desvanece, se va perdiendo entre tanto ruido.

    Lloro de frustración. Grito de agonía.

    Siempre sueño, canto, toco, vuelo, vivo, siento, respiro, pero continuo sintiéndome abandonado, marginado por la sociedad. A veces siento que no podré resistir la soledad. Pienso en el pasado que me hace sentir amargura y tristeza. Un pasado que me hace sentir más afligido, cuyas palabras no pueden conseguir levantarme.

    Ya nada me llena. Ya nada me interesa. Todo me es indiferente y en cada acto se refleja mi tristeza.

    Deseo volver a conocerte para volver a ser feliz. Recordarte me hace deseoso de poder escuchar la música como la primera vez que la escuché.

    Abro los ojos, los oídos y el corazón cuando entre ese bullicio escucho una melodía nostálgica. No eres tú, yo lo sé. Es alguien más quien canta y toca. Me levanto y camino hacia los colores que emergen del aire y del ambiente. Esos bellos colores que vuelven a llenar mi alma. El ruido continua en el mundo, pero ya no lo escucho porque mis oídos han prestado atención al corazón de esa persona.

    Hay esperanza.

    Tomo la guitarra y no me siento grande pero tampoco pequeño, me acoplo al instrumento. Levanto la vista y el cielo continua tan grande como siempre, pero ya no es inalcanzable.

    Todavía existen los colores.


    Ya leer normal: Brain Damage
    . . .​
     
    Última edición: 27 Marzo 2021
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    Marina

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    Tauro
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    Hola, hola, cuánto tiempo sin leerte por aquí, ¿verdad?

    Bueno, para comenzar diré que la música de Pink Floyd está de lujo, siempre es un gusto escucharlos.

    Y ahora:

    Breath (In the Air)

    Este corto me hizo sentir parte de la escena, es decir que para mí fue como una pequeña parte de mi vida, eso de levantarse, oler ese delicioso aroma que la cafetera desprende mientras gotea el café en esta, pasar ese instante con los seres queridos y compartir una taza de café. En un día tan lleno de trabajo, mejor es disfrutar de esos pocos minutos en apacibilidad y en esta, prepararse mentalmente para el infinito día laboral que con los años seguro se convierte en una pesada cadena, difícil de arrastrar y a pesar de eso, tener que hacerlo. Buen relato.

    Breath (In the Air)

    Este relato me recordó esos días de cuando se es niño. Esa etapa para muchos es la mejor y si bien algunos niños desean ser adultos pronto, al llegar a esa etapa, se descubre que no es tan genial como pensaban y de nuevo se añora volver a las pasadas eras de su vida. Es como alguien me dijo un día: "¡qué difícil es crecer!". Las responsabilidades a medida que se crece son mayores, pero... hay que tomar las cosas con equilibrio. A mí me gustó esa llamada de su madre, pues sin importar que los hijos sean jóvenes o viejos, mientras exista la mamá, esta siempre se preocupará por ellos. Percibí que él vive solo, así que sin contar con una familia a quién mantener, puede darse el lujo de renunciar a su trabajo y darse la oportunidad de buscarse otro o hacer lo que antes no pudo hacer. Nunca es tarde para tomar un camino que quizás llegue a un lugar mejor.

    On the Run

    Este relato me recordó la experiencia que tuvo mi esposito. A él le tocó una compañera de asiento en el avión que entró en pánico en cuanto despegó el avión y ella murmuraba que el avión iba a caerse, su apariencia de terror casi lo contagia también, según él, así que pude visualizar a la mujer de aquí. Como sea, al final resultó que su insistencia de viajar en el vuelo que había reservado, la salvaron a ella y a su hijo.

    En realidad esta palabra está correcta, pues viene de halar. Halar es sinónimo de jalar o estirar.

    Time

    Me gustó mucho como fuiste tejiendo las etapas vividas del protagonista. El mismo título me preparó para comprender de qué se trataba el relato y lo más sobresaliente aquí, es notar que es cierto, la vida se escurre como agua entre los dedos. Cuando menos uno se da cuenta, ya creció, ya se hizo adulto y después llega la vejez. En algunos casos sucede así, que se llega a cierta edad sin sentir satisfacción por lo que fue la vida. Se debe aprender a ver lo bueno que se vivió y desechar lo que no lo fue tanto.

    The Great Gig in the Sky

    Este me pareció lindo y triste a la vez. Si comprendí bien, uno de ellos pronto dejará de estar ahí, pero aquí lo relevante no es eso, sino la de vivir los últimos momentos juntos. Haciendo aquello que más quieren hacer. Llenándose así de valor para enfrentar cualquier cosa adversa que les sobrevenga, incluso para asirse de la esperanza. Me encantó el ambiente, uno tranquilo bajo las luces celestes, a pesar de los mosquitos.

    Money

    Esto es muy triste porque sucede muchas veces que el cabeza de familia, pensando que darle todos los lujos a su familia es lo mejor que puede hacer, se pierden en el mundo laboral y descuidan así lo más importante que tienen, sus hijos. Por lo que vi aquí, lo único que el padre y esposo está haciendo por pretender darles todo materialmente a los suyos es: que está haciendo de sus hijas unas niñas ávidas de tener cosas de primera, como viajes a donde ellas quieran y los mejores juguetes y que su esposa deambule en la más completa de la soledad, haciendo que tenga pensamientos negativos y no será extraño que estos la lleven a hacer algo que los va a perjudicar mucho más a todos, como un matrimonio roto, por ejemplo.

    "El dinero sí que es la fuente de muchos males".

    Any Colour You Like

    Eso es la vida, una gama de colores. Quien sólo la ve como blanco o negro, se pierde de aquellos otros colores que están ahí pero que no pueden percibir. Hay quienes no se limitan a ver sólo cualquier color que les guste, sino la variedad que hay y por eso pueden vivir una buena vida a pesar de lo que suceda.

    Una muy buena colección de relatos. Te felicito porque, aunque sí percibí uno que otro errorcito, una letra comida, cambiada o añadida, haz mejorado mucho en la escritura. Fue un placer leerte. Sigue así. TQM
     
    Última edición: 25 Junio 2020
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  12. Threadmarks: Us and Them
     
    Sonia de Arnau

    Sonia de Arnau Let's go home Comentarista empedernido

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    Marina Gracias, Marina, por ese hermosos comentario. Mi intención era hacer lo más cotidiano posible estos relatos.

    Us and Them
    7:49
    Su mejor amigo y él iban camino a la boda de un amigo en común cuando escuchó por la radio esa canción. Dejó de hablar repentinamente para prestar atención a la melodía. Frank, en vez de enojarse por haber sido ignorado, a saber cuanto significaba esa canción para su mejor amigo, le subió el volumen a la radio.

    Los recuerdos de aquel día en que escuchó esa canción por primera vez siempre lo obligaban a sonreír, lo hacia de forma instantánea. El sentimiento de nostálgico creció en su interior ante la armonios melodía de jazz, cerró los ojos y sintió como la paz regresaba a él ante la tranquila, ante el coro que sonaba de forma dinámica y fuerte. La primera canción con la que descubrió el amor al rock.

    Me and you... —comenzó a cantar, siguiendo la letra—… Up and down...

    Así era, aquel álbum; específicamente aquella canción, fue lo que le impulsó el deseo de hacer música. Fue su primer encuentro con aquel hermoso mundo; y la que formó su estilo de vida. Degustó la melodía, la música, los instrumentos mientras sus manos, impulsivamente, se movían de aquí para allá al son de la música; como si algo se hubiera apoderado de su cuerpo.

    Se sintió inspirado al momento que un gran deseo crecía en su interior, deseaba llegar a su destino, tomar la guitarra y escribir una melodía de esa experiencia, de ese sentimiento. La canción terminó, dando comienzo a otra canción.

    —Ahora sí, ¿dónde nos quedamos? —preguntó, siendo él quien bajó el volumen y mirando de forma fugaz a su amigo.

    Frank, sin dejar de prestarle atención a la carretera, se limitó a sonreír. Su amigo a veces era demasiado simple, pero eso era lo que le gustaba de él. Aquella simpleza con la que vivía, con la que era feliz. Solo con escuchar una de sus canciones favoritas su ánimo se levantaba de forma envidiable.


    . . .


    P.D:
    Quisiera decir que cometí un pequeño y gran error al haber subido primero "Any Colour You Like", pues al igual que en el álbum ésta va después de "Us and Them", los relatos también. Any Colour You Like debió haberse publicado después de Us and Them, cronológicamente hablando, ya que como en el álbun; Us and Them va empalmaba con esta última, por lo que ambos relatos también lo están. Más que nada porque estos dos hablan de músicos.
    Leerse después: Any Colour You Like
     
    Última edición: 4 Julio 2020
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    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

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    O sea, que su amigo le contagiaba su alegría. Frank era muy feliz al lado de su amigo.

    Volví a leer Any Colour You Like y y me los imaginé juntos, a Frank y su amigo. El relato me dio mucho qué pensar, pues desprendí de este más de una interpretación. Primero: que Frank perdió a su amigo y por eso esa nostalgia, ese sentimiento de no encajar en la sociedad. Su amigo ya no estaba ahí para hacerlo sentir bien. Y pensé que se trataba de Frank porque:

    A quien me imagino como músico y cantante, es al amigo de Frank, así que él no podría desafinar ni desentonar.

    Segundo: que el que se fue para siempre fue Frank. El que su amigo ya no lo tenga es razón para perder la alegría e incluso el deseo de componer esa música que tanto le gusta, aunque al final fue esta la que lo ayudó a combatir su pesar y amargura.

    Tercero: que ninguno de ellos se fue a ningún lado y sólo sea una mala etapa la que está pasando el músico. Simplemente perdió la inspiración y con esta, la alegría porque la musa ya no está con él... aunque no sé, esta no me convence tanto por esto:

    Así que sí, me convence más que uno de ellos partió quizás al más allá, de donde no hay vuelta.

    O tal vez ni siquiera se trate de ellos. No sé, tú dime, princesa, ¿Acerté en algo?

    Me gustó este último corto. Me sentí identificada porque muchas veces yo también me pierdo al escuchar la música que más me gusta. Y es que la música fue hecha para hacernos sentir bien en la mayoría de las veces.

    Nos vemos. TQM
     
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    Sonia de Arnau

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    El Lado Oscuro de la Luna
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    Drama
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    10
     
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    @Muchas gracias Marina por dejarme esos hermosos comentarios. TKM.

    Bueno, aquí dejo el penúltimo relato, agradezco a todos los que han pasado y leído estos escritos.

    Brain Damage
    3:46

    Despertó en un callejón de muerte, no sabía dónde se encontraba ni lo último que vivió. En realidad, su mente estaba en blanco. Ni siquiera sabía en que día se encontraba. De buenas a primeras abrió los ojos en aquel mugriento y oloroso callejón, acurrucada en la esquina sobre un montón de cartón. Se levantó como pudo pues su cuerpo le pesaba.

    Vestía andrajos como ropa. Se rascó la cabeza con fuerza porque su cabello mugriento le picaba.

    Salió a la calle y caminó largo y tendido hasta, un par de horas dando vueltas, decidió descansar en las escaleras de lo que llevaba a un complejo de apartamentos. Su estómago gruñía de hambre mientras sus labios resecos rogaban por una gota de agua. No pensaba en nada y solo se limitaba a ver el ir y venir de los automóviles y los transeúntes. Ella emanaba un olor pesado, a menstruación con orina, aunque ella no se percataba de eso pues había perdido el sentido el olfato, mas la gente a su alrededor sí y la evitaban. Una señora junto con su hija se detuvieron a la cabeza de las escaleras, ella se hizo a un lado, recargándose en el barandal para que ellas pudieran cruzar, subieron muy pegadas al otro extremo hasta que entraron al edificio.

    —¡Largo de aquí, pordiosera o si no voy a llamar a la policía —gritó un hombre asomándose a la puerta—. Estás espantando a los inquilinos. ¡Largo!

    Ella se paró y comenzó a vagar nuevamente, día y noche, pidiendo limosna o a su suerte comiendo lo que encontraba en la calle. Duró tres días de esa forma hasta que una mujer, de unos cuarenta años de edad, se acercó a ella y comenzó a indagar. «¿Cómo estás? ¿Estás perdida?» Fueron las primeras preguntas. Ella solo se limitaba a contestar «Sí» o «No» con la cabeza. «¿Cómo te llamas?» No respondió nada. «¿Tienes hambre?» Asintió. «¿Te parece si comemos allá?» Señaló un restaurante de comida rápida. Se acercaron, pero no pudieron entrar, mejor dicho, no dejaron entrar a ella debido a su aspecto y olor desagradable. La señora, amablemente le dijo que espera y le traería algo. Le compró una hamburguesa. Ella se la devoró como si no hubiera un mañana. Se bebió el refresco de la misma forma.

    —Gracias —agradeció mientras se limpia la boca con su propia camisa. Eructó. Hacía mucho que no comía algo decente.

    —De nada —Sonrió—. ¿Cuál es tu nombre? ¿Puedo saber?

    De nuevo no obtuvo respuesta de ella, solo bajó la mirada.

    —De casualidad, ¿no te llamas Mónica de Jesús Acevedo?

    —No lo recuerdo. Quizá. ¿Tú me conoces?

    —¿Por qué no vamos a la policía? Ven, vamos. Por cierto, mi nombre Nicole.

    A sus ojos, Nicole era un ángel enviado por Dios en su ayuda. Nicole la acompañó a la comisaría para reportarla, fue allí donde los uniformados comenzaron a investigar sobre ella, buscando en sus archivos de personas desaparecidas, y por si fuera poco, mientras eso sucedía en los próximos días, Nicole la llevó a su hogar para que descansara, comiera y se duchara.

    Se miró en el espejo en un intento de recordar algo de ella. Sus ojos estaban rojos, su nariz pequeña estaba ligeramente torcida. Sonrió al espejo solo para darse cuenta que, además de tener los dientes amarillos y manchados, no tenía los dos dientes de enfrente. Se miró el brazo para darse cuenta de las pequeñas heridas hechas por una aguja, un sinfín de ellas, en ambos brazos. Le dolía mucho, ahora que comenzaba a sentirse un poco mejor podía notar esos dolores en todo su cuerpo.

    Mónica de Jesús Acevedo había desparecido hace nueve años y sus familiares la buscaron con gran ímpetu. Su desaparición fue una gran conmoción en la familia allegada, dejó huérfanas a dos pequeña; la mayor de diez años y la menor de solo cuatro, en ese entonces. Hicieron todo lo posible para encontrarla todos esos años, sobretodo la madre, abuela de ellas, gastando todo los ahorros para encontrarla. No obstante, el caso se fue enfriando poco a poco hasta que no pudieron continuar. Actualmente ella contaba con treinta y seis años de edad.

    La policía se comunicó inmediatamente con los familiares de ella y al fin llegaron, viajaron desde su país hacia ese para verla, porque sí, ella había despertado en otro país que no era el suyo. Quienes viajaron fueron sus dos hijas, quienes contaban con diecinueve y trece años. La menos fue quien se emocionó y conmovió de volver a ver a su madre y la abrazó con fuerza mientras le decía cuanta la extrañaba y cuando le alegraba verla. Lloró en su pecho.

    Mónica, aunque recordaba parcialmente algunas cosas, levantó la vista para ver a su hija mayor, quien se mantenía a distancia, con su mano derecha agarrando su brazo izquierdo. En ningún momento la miró al rostro.

    —La abuela murió… el años pasado —dijo con voz apagada, la miró por unos segundo y luego apretó su brazo con más fuerza ante la reacción de su progenitora.

    Mónica sabía que esa noticia debía de dolerle, pero… no fue así.

    Bajó la mirada para ver a la menor aún abrazándola. Habían cambiado, las que estaban allí eran sus hijas. Ya no eran las dos pequeñas que dejaba a cargo a su madre. Abrazó a la menos de sus hijas con fuerza mientras un par de lágrimas surcaban sus ojos. Había hecho algo irreversible, y no solo a su cuerpo y mente, también a sus allegados, solo por no haber sido responsable, por no haber escuchado consejos, por creer que lo tenía todo controlado.



    . . .​
     
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  15.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Oh, wow, que impacto, digo, el de las hijas al ver a aquella mujer que era su madre desaparecida. Comprendo a la mayor de las chicas, pues nueve años de abandono no son poca cosa. Ese recelo que quizá sienta por su madre será difícil de erradicar. En serio, cuánto se perdió Mónica por no ser, como ella misma lo ha pensado, responsable. Acabó en una situación muy penosa, haciéndose daño a sí misma y a sus familia, pero más a sus hijas, porque su madre ya no está, ya dejó de sufrir, pero las chicas tendrán que ver si ella se recompone, si cambia, si aprende a amarlas de nuevo, si puede contra el vicio que la llevó a abandonar todo lo bueno que tenía. Limpiarse de la adicción no es fácil. Requiere fuerza de voluntad, mucha, pero mucha fuerza de voluntad y más para permanecer limpio.

    Un relato para reflexionar.

    Saludos, TQM
     
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  16.  
    Elliot

    Elliot Usuario común

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    Últimamente no he tenido tiempo de leer muchas cosas aquí seguid o así que disculpa si ha sido alguna molestia en tus notificaciones que fuera leyendo y reaccionando poco a poco las secciones de este escrito a lo largo de los días jeje.
    Interesante actividad, y escuché interesante música de paso (si, soy tan poco versado en ese medio que no he escuchado ni un album de Pink Floyd). Procederé a decir lo que me pareció cada relato:
    -Speak to Me: Bastante identificable la situación del protagonista, teniendo un día malo y no pudiendo ocultar su humor.

    -Breath: Fue en cierto modo relajante, pero por mi situación personal. Es posible que vaya a tener una vida parecida a la del protagonista, lo cual se me hizo curioso.

    -On the Run: Bastante impactante ese giro final, y me gustó como combinaba el ritmo acelerado de los hechos en el relato con el de la canción.

    -Time: Siempre me pone muy triste pensar que así se habrá sentido mi vida una vez esté viejo. Las transiciones entre sus épocas te quedaron muy bien escritas.

    -The Great Gig in the Sky: Bonita escena romántica.

    -Money: Tengo un conflicto con el mensaje de este relato. De pequeño lo de "trabaja de lo que te hace feliz, no de lo que te de más plata" me sonaba muy bien, actualmente *siento que* es algo ingenuo y poco pragmático, como dando por hecho que uno se lo puede permitir en la mayoría de casos, pero a la vez no puedo ignorar que tengo cero experiencia en el campo laboral, por lo que tampoco soy yo el mejor para juzgar que es y no pragmático sobre esto.

    -Any Colour you Like: Sé que iría después del siguiente, pero no veo que afectara realmente el orden. Me ha encantado, no sé si era tu intensión pero se siente como una buena representación de ese sube y baja que es la inspiración para aquellos que creamos cosas. A veces nos sentimos en lo bajo y que lo que hacemos no vale la pena, pero luego superamos ese sentimiento y recordamos lo bien que se siente estar dispuesto a crear.

    -Us and Them: Similar al anterior, esta vez mostrando como alguien se mete por primera vez al mundo que le gusta. Entiendo que este quede bien *antes* de ACYL, pero a la vez queda bien después ya que se conectaría con el final de este en que el artista recuerda lo que le gusta.

    -Brain Damage: Trágica la historia de Mónica. Esperaba algo más directamente relacionado con temas de doble personalidad, pero igual puedo ver la conexción entre la letra de la canción y la situación de la protagonista.

    Buenos escritos, espero que sigas hallando inspiración de tus otros gustos para tus escritos. Y no sé si también hagas música, de ser el caso, espero que la literatura también te sirva de inspiración en eso, es fantástico cuando distintas artes se inspiran entre si ^^

    Un saludo!
     
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  17. Threadmarks: Eclipse
     
    Sonia de Arnau

    Sonia de Arnau Let's go home Comentarista empedernido

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    Gracias a Marina y a Elliot por los comentarios :)

    Eclipse

    2:03

    ¿Quién le dijo que de ahora en adelante le iba a ir mejor?

    ¿Quién fue quien le dijo que pensando positivo iba a llegar a la cima de la cumbre?

    ¿Quién le dijo que si continuaba esforzándose en cumplir su sueños lo iba a lograr?

    ¿Quién le dijo que maquillándose mejorarían las cosas?

    ¿Quién le dijo que ingiriendo eso se olvidaría de sus preocupaciones?

    ¿Quién le indujo a creer en las mentiras?

    ¿Quienes le llenaron la mente de tantas falacias?

    Sus padres, sus profesores, sus compañeros, la televisión, los comerciales, el Internet, las revistas… no sabría decirlo con exactitud porque en realidad, todo lo fue.

    Allí estaba ella, sentada en esa fría silla mientras observaba su alrededor como niña perdida en un parque.

    ¿A quién debía culpar de sus malas decisiones? ¿A sus padres, a sus profesores, a sus amigos, compañeros o jefes? ¿Cuál iba a ser su excusa? ¿Qué tenía que decir? ¿Cuándo empezaba la verdad y cuándo finalizaba la mentira?

    Miró con desasosiego la mano que la señalaba, levantó la vista hacia la dueña de la misma, prestándole atención a su sonrisa; aquella sonrisa que tanto le aterraba. Su amabilidad le daba escalofríos como mucha desconfianza porque no podía existir una personas real que fuera así de feliz, era una mentira, una mascara.

    Ella era la mentira más grande de todas.

    ¿Felicidad?

    ¿Amabilidad?

    ¿Cordialidad?

    ¿Amor desinteresado?

    ¿Esas cosas existen realmente?

    Sí es así, ¿dónde están? ¿A dónde fueron? ¿Cómo podía acceder a ellas?

    —¿Podrías presentarte, por favor? —invitó la aterradora mujer.

    Volvió a mirar su alrededor para esa vez observar a las demás personas que estaban al igual que ella, sentadas en una silla formando un círculo; un gran círculo y cuyos rostros delataban las mismas preguntas que ella misma se hacía.

    —No te esfuerces, si no quieres hacerlo ahora está bien, preséntate cuando te sientas lista, ¿de acuerdo? Por ahora pasemos con...

    —Hol-hola, mu-mucho gusto —titubeó, indecisa, nerviosa a la vez que tragaba saliva con dificultas. ¿Por qué no? ¿Por qué no intentarlo?—. Y-yo soy Luna y estoy aquí porque... porque... porque quiero recordar quién soy...

     
    Última edición: 10 Abril 2021
  18.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Es muy, pero muy triste y lamentable perder la identidad... si es que alguna vez se tuvo. Cada quien es como QUIERE ser. De cada persona depende ser influenciado tanto por lo bueno como por lo malo porque existe en el ser humano la oportunidad de decidir.

    Un buen escrito para reflexionar.
     
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