El inicio de una leyenda

Tema en 'Relatos' iniciado por Hitomi-chan, 24 Julio 2014.

  1.  
    Hitomi-chan

    Hitomi-chan Líder de Zona Artística Game Master

    Géminis
    Miembro desde:
    1 Enero 2010
    Mensajes:
    3,503
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    El inicio de una leyenda
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1787
    Algo raro que se me ocurrió X.x

    ——————————————

    Pequeñas gotas de agua corrían por mi piel desnuda, algunas se unían a otras y caían más rápido al suelo, no me preocupaba por tratar de secarlas, el viento frió que hacía en ese momento y que chocaba contra mí se encargaría de borrar todo rastro de agua de mi piel.

    Con mis manos hice a un lado mi largo cabello negro que ahora se pegaba a mi cuerpo, camine un par de pasos y me arrodille ante un pequeño cuerpo que estaba ahora frente a mí.

    Con suavidad toque su pequeño e inocente rostro mientras en mis labios se formaba una sonrisa, ver a ese pequeño dormido frente a mi me hacia tan feliz, que no quería que por nada del mundo ese momento terminara.

    Rodee su pequeño cuerpo con mis manos y lo atraje a mi pecho mientras lo alzaba un poco y lograba levantarlo del suelo, ese niño se amoldaba tan bien a mis brazos que no cabía la menor duda que él había nacido solo para estar a mi lado.


    Comencé a cantar un suave y tierna canción de cuna mientras caminaba de nuevo al lago del cual momentos antes había salido y lo dejaba justo a la orilla de este, para alejarme de él poco a poco sin dejar de cantar un solo segundo, tenía miedo de que él despertara y comenzara a llorar si no me veía junto a él, así que no dejaría de cantar hasta que volviera a su lado.


    No necesite alejarme mucho de mi pequeño, ya que mi modesto vestido blanco, con el que siempre vestía para ir a la iglesia estaba cerca de nosotros, me comencé a vestir sin dejar de cantar aún y cuando al fin termine, puede ir de nuevo con mi pequeño niño.


    Él aún no despertaba y eso de cierta forma me tranquilizaba, siempre había funcionado mi canción para dormirlo, y además tranquilizarlo cuando estaba alterado. Mi pequeño niño jamás volvería a llorar o estar triste por mi culpa, ni por la culpa de nadie.


    Sabía perfectamente que él lloraba por las noches al extrañar a sus otros 2 hermanos, y también sabía que siempre llamaba a su padre en sueños mientras lloraba, pero todo eso terminaría el día de hoy, por fin dejaría de sufrir mi pequeño y tierno hijo.


    Con cuidado lo tome entre mis brazos, y los dos entramos al rió que extrañamente comenzaba a ponerse demasiado frió, no era demasiado profundo, pero si lo suficiente para cubrirme a mí por completo, y eso era suficiente.


    Bese la frente de mi hijo menor y comencé a sumergirlo dentro de ese ahora frió rió, tardo un minuto antes de que él comenzara a moverse bruscamente e intentara soltarse de mis brazos y salir a la superficie.


    Con todas mis fuerzas le impedí el que saliera a tomar aire, cada vez lo hundía más y más para que todas sus penas y sufrimientos se fueran junto a la corriente de ese rió, mi hijo tal vez no entendía lo que en ese momento hacia, pero mis otros dos pequeños al fin lo habían comprendido ya, y sé que él pronto lo haría también.


    No fui consciente de en qué momento mi hijo dejo de poner resistencia, solo podía verlo ahora tan tranquilo y en paz, me no pude evitar sonreír al verlo tan en paz con el mundo y su alrededor. Lo saque del agua y bese una vez más su frente.


    —Ahora solo puedes ser feliz mi pequeño hijo— tome una de sus pequeñas manos y la bese también, ahora estaba tan frió que inconscientemente lo pegue más a mi pecho para intentar darle un poco de calor.


    Salí de inmediato del agua y comencé a correr para alejarme de ese rió cuanto antes, por un momento gire atrás para verlo por última vez y despedirme de el, de cierta forma, la única prueba de que yo estuve ahí algún día serían solo las huellas que ahora mis pies húmedos dejaban sobre el suelo, pero huellas que después de unos minutos desaparecerían, como si jamás las hubieran dejado marcadas ahí, y con ellas también se iría mi presencia en ese río.


    Corrí más rápido y llegue hasta la cabaña donde habían nacido mis tres hijos, entre rápidamente y llegue hasta la habitación de mis pequeños, cerré la puerta tras de mí, y deje a mi pequeño niño sobre la cama mientras retiraba unos cuantos cabellos rebeldes que caían sobre su tierno rostro.


    Lo deje tranquilo en su cama y yo comencé a retirar algunos de los viejos maderos que formaban parte del suelo de aquella cabaña, era tan vieja que el retirar parte de su suelo me resultaba fácil. Cuando retire varios de los maderos, pude ver como 2 pequeños bultos de diferentes tamaños se dejaban ver, los dos estaban cubiertos con unas sabanas blancas que especialmente había bordado para la ocasión con sus nombres.


    Con sumo cuidado los saque de ese lugar uno por uno para dejarlos al lado de mi pequeño hijo, cuando los tuve juntos comencé a retirar la sabana de esos dos bultos que acababa de sacar del suelo y pude ver de nuevo el rostro de mis dos hijos mayores.


    —Mi pequeña Sofía— Mi primogénita y única hija, la niña que siempre sonreía al ver a su madre y que temía a las arañas, ahora se veía tan pálida, con sus labios blancos y resecos, y un poco hinchada, pero también se veía tranquila y eso era lo que me importaba.


    Gire hacia el otro bulto y lo descubrí para ver a mi otro hijo, el que era el hermano medio y con el cual jamás tuve una discusión o siquiera un disgusto, era tan buen hijo que se merecía el estar siempre tranquilo y feliz.


    —Duerme tranquilo mi hermoso Cesar— bese su frente y lo acomode al lado de sus otros 2 hermanos.


    Se veían tan bien juntos, que me sentí en ese momento la madre más orgullosa del mundo, además que los tres estaban felices, jamás volverían a llorar, a sufrir, ni a sentirme mal por nada ni por nadie.


    Una lagrima se escapo de uno de mis ojos por la felicidad, mientras que yo me acercaba a ellos y me acomodaba a su lado para extender uno de mis brazos y tocarlos a todos, ese era el mejor día de todos y quería conservarlo en mi memoria, sin darme cuenta me quede dormida junto a mis tres pequeños, todo estaba tan tranquilo que era fácil perderse en tanta felicidad.



    Un extraño olor a medicamento llego hasta mi nariz y me hizo despertar, pero no quería hacerlo, así que trate de ignorar ese olor, pero me fue prácticamente imposible y tuve que abrir mis ojos.

    Cuando desperté no pude ver a ninguno de mis hijos, ya no estaban junto a mí, ya ni siquiera estaba en la cabaña donde por tantos años había vivido, no conocía ese lugar, solo era un cuarto completamente blanco y una pequeña ventana con baratos lo que podía ver.


    — ¿Dónde están mis hijos? — nadie me respondió, creo no había nadie en ese lugar, yo quería saber donde estaña mis hijos, ¿Por qué ya no estaban junto a mi?


    — ¡Hijos! — Yo hice todo porque ellos estuvieran siempre felices y siempre a mi lado, y ahora ya no lo estaban, yo solo quería a mis hijos junto a mí.


    Comencé a caminar por toda esa habitación llamando a mis pequeños hijos, pero nadie me respondía, nadie me decía nada, y no podía ver a nadie, al menos nada más que no fuera el cielo oscuro de la noche por esa pequeña ventana.


    Me deje caer de rodillas y quise cubrir mi rostro con mis manos, pero algo me lo impidió, cuando baje mi miraba pude ver que una extraña ropa se adhería a mi cuerpo y me imposibilitaba usar mis brazos y manos, no podía ser libre de moverme con libertad, y no podía siquiera limpiar las lagrimas que en ese momento comenzaban a caer de mis ojos.


    Un suave temblor comenzó a apoderarse de mi cuerpo, no era capaz de controlarlo y podía sentir que el pecho me dolía, el aire comenzaba a volverse más escaso y me era casi imposible el respirar, podía sentir como si mi corazón fuera a salir de mi pecho, comenzaba a dolerme un poco el que latiera de forma tan rápida.


    Quería salir de ese lugar, quería ver a mis hijos, quería saber de ellos, y no podía, no podía más que gritar, así que fue lo hice, grite con todas mis fuerzas, para tratar de que alguien me ayudara a la vez que intentaba con eso calmar un poco lo que sentía.


    — ¡Mis hijos!, ¡Mis hijos! ¡Mis hijos! — ¿y si no los volvía a ver?, no podía soportar siquiera esa idea, y no podía dejar de llorar y timbrar mientras intentaba con mis pies quitarse ese camisón que me impedía usar mis brazos, pero lo único que lograba era lastimar a mis piernas.


    En un segundo pude sentir un dolor punzante de una de mis piernas, al ver qué pasaba, note una jeringa clavada en mi muslo, y como poco a poco mis sentidos se nublaban, ya no podía gritar, aunque abría mis labios, nada salía de ellos, fue en ese momento que escuche como una puerta se abría, pero ya no tenía fuerza siquiera para volver a ver quien había entrado.


    —Siempre que la despertamos sufre los mismos ataques de angustia doctor— podía escuchar la voz de una mujer, pero parecía tan lejana a mí.


    —Es normal, después de que asesino a sus tres hijos su trastorno mental empeoro más— Ahora era un hombre el que hablaba y el que al parecer se acerba a mi —Es increíble como su familia no se di cuenta antes de su locura— el hombre me tomo de los tobillos y me jalo a una de las esquinas de esa habitación.


    — ¿Cuál es el tratamiento doctor? —


    —Ninguno, lo más que podemos hacer por ella es mantenerla drogada hasta el momento de su muerte—


    Mi mente comenzaba a nublarse más y más, cada vez que hablaban los escuchaba tan lejanos que ya casi no comprendía lo que decían, mis ojos se cerraban poco a poco, y lo único que podía ver era la luna llena que se asomaba por esa pequeña ventana que ahora estaba frente a mí, era tan hermosa que quería dormirme con esa imagen, con la misma imagen de esa luna llena que a mis pequeños hijos tanto les fascina.


    Yo solo quería ver felices a mis hijos, ¿Por qué me los quitaban ahora?, ¿Por qué?.....



    Fin.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  2.  
    Knight

    Knight Usuario VIP Comentarista Top

    Libra
    Miembro desde:
    13 Mayo 2008
    Mensajes:
    2,911
    Pluma de
    Escritor
    Tema movido a historias terminadas.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

    Cáncer
    Miembro desde:
    9 Noviembre 2011
    Mensajes:
    2,341
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Tu texto me pareció interesante, no tan original pues la idea en esencia es muy similar a la leyenda popular llamada "la llorona", nota, no digo que la hayan plagiado tiene su toque y originalidad. Ahora, es curiosa la forma la forma en la que manejas las ideas psicóticas de la mujer al hacer su acto atroz, verdaderamente transmite la demencia de su ser y la moralidad torcida con la que se maneja, incluso se refleja en su forma de ser y personalidad. Ahora en lo técnico "río" esta mal escrito.

    3.5/5
     
  4.  
    Kai

    Kai Usuario VIP

    Géminis
    Miembro desde:
    10 Abril 2010
    Mensajes:
    2,466
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Igual que Fenix, como la llorona, auqneu quizás de ahí el título del relato, después de todo, con el tiempo todo es tergiversado y quizás por ello la yenda quedó así. Y a mi me recordó a la película la Isla Siniestra, altamente recomendable *---*

    Bien, a lo largo de todo el relato hay fallas en acentos en pasado: tomé, necesité, rodeé, y así. Oh querida, un diálogo, nunca, nunca, nunca va a terminar en un guión, termina en punto si no vivne una intervención del narrador. Lo mismo que tienes fallas con los espacios en los mismos. Hay momento en la lectura, no quen que me perdí sino que, no me atrapó, no me emocionó, debe ser igual que estos elementos lo asocian siempre con muerte o algo así, puede dar agustia por otras cosas sin llegar a esos extremos. Me pacere interesante lo que planteaste, sin embargo, no supiste hacerlo, hasta la desesperación final de la mujer por sus hijos me vareció falsa, que fue donde se le debió dar la total atención, y volcar la fuerza allí.

    2/5.
     
  5.  
    Atl

    Atl Usuario popular

    Géminis
    Miembro desde:
    30 Abril 2011
    Mensajes:
    902
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    ¿Quién era la llorona? Nadie lo sabe, no es que importe, pudo haber sido el personaje de esta historia, pudo no haber nacido nunca, pero existe. Esta historia es parte de esta tradición, es una readaptación. No hace mucho me preguntaron cómo sería la llorona hoy en día, la respuesta es lo que tu escribiste, mejor dicho lo que escribiste es parte de la respuesta. No es una historia original, no necesita serlo, es un eco de tu comunidad, pero ese eco no fue bien materializado, ya lo otros dos jueces te lo han señalado; hay errores ortográficos, de formato, la separación de los párrafos es fatal, repites palabras innecesariamente; cometiste errores de principiante, debiste ser más cuidadosa.

    2/5
     
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso