El Hijo Ausente/ Drabble Navideño.

Nick: Black Hime.
Título: EL hijo ausente.
No Palabras: 500.
Nota: Con este drabble gané el primer lugar en el concurso "Una navidad real". No veía la hora de publicarlo. Espero les guste ^^

El Hijo Ausente.​

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Tosió unas cuantas veces, y aferró más la chaqueta a su cuerpo emparamado por el frío de una ciudad en la que era extranjero.

Suspiró, y un cosquilleo en sus dedos casi le impide marcar las teclas en el teléfono. Aspiró con fuerza el pesado aire del invierno y esperó, ansioso por escuchar la tierna voz de su madre, la varonil de su padre, el chillón eco de sus hermanitos…

¡Deseaba hasta escuchar a Lufus, el perro de la familia!

—Aló.

Su estómago se revolvió con brusquedad y una sensación nerviosa invadió cada célula de su cuerpo al escuchar la maravillosa y cálida voz de su anciana madre. Respondió al saludo con un inestable “Aló, mamá… Soy yo”.

—¡Mijito! —alejó un poco el aparato para que su tímpano no fuese destrozado, y sonrió ante la reacción de su viejita—¿cómo estás, mi bebé?, ¿has comido bien?, ¿y la escuela?, ¿estás solo?... ¡Ay, mi amor, tenga mucho cuidado por allá: esa ciudad debe estar como un congelador!, ¿tienes saquito, mi vida?

La música y la bulla, que hasta hace un momento hacían eco por la bocina, se habían detenido. Imaginó a la mujer haciendo señas a la numerosa familia para que se acercaran a oír con la boca cerrada.

—Estoy bien, mamá… No te preocupes por mí.

—¡Pregúntale si ya consiguió novia!

—No molestes, déjalo… Mejor pregúntale qué tal es la comida.

—¡Yo quiero hablar con él!

—¡No, yo!

—¡Pero yo lo extraño más! Anda abuela, pásamelo.

—¡Silencio todos, estoy hablando!

Las lágrimas acudieron a sus ojos cuando reconoció la voz de su anciano padre, la de su hermana María, de sus sobrinos Julián y Jana, y luego de su prima Sofía. En su mente podía visualizar la escena… El árbol navideño, la música, los regalos amontonados, el inconfundible olor a buñuelos y natilla ¡podía olerlo!

—¿Todos están bien? —sin quererlo la voz se le quebrantó, pero intentó disimular—:¿y Lufus?

—Todo bien por acá, mi amor… Estamos a punto de comenzar a cenar, y Lufus está dormidito.

A medida que oía más acerca de su familia, más anhelaba estar en su país, con su gente…

Cuando llegó al punto en que se desbordó en llanto, y supo que los del otro lado de la línea se encontraban en igual estado, su mente empezó a recomendarle que colgara el teléfono, más su corazón no quería despegarse del aparato.

—Dile a todos que los quiero mucho…

—¿No quieres hablar con alguien?

Sonrió y secó una lágrima que resbalaba por su mejilla, aferrándose con fuerza a la bocina.

—No…No quiero que peleen por el teléfono.

—Te amamos —dijo su madre, casi ahogándose en sentimiento—¡feliz navidad, cariño!

—Feliz navidad, mami… A todos.

Y el corazón se le encogió de tristeza.

La navidad hacía que estar lejos de casa fuese mil veces más difícil…

Colgó, y la soledad se hizo palpable en la habitación. Con el corazón arrugado y la mente ausente se recostó en el colchón, dispuesto a pasar su noche de navidad.

Fin.​