One-shot de Pokémon - [Concurso] El Dilema Fey

[Concurso] El Dilema Fey

El Dilema Fey.​

- ¿Por qué quisiera un par de esas cosas? – le pregunté a mi amiga Danny. Danny era mi amiga desde pequeña, una de las pocas a las que podía soportar porque ella nunca trataba de cambiar mi carácter ni se enojaba por él. Sin embargo, ese día era una excepción, por qué sí intentaba manipularme. Ella es rubia, tiene 18 años y debo decir que todas las partes de su cuerpo están en su lugar… o sea, podría decirse que es una chica linda, aunque no tanto como yo, lógicamente.

- Vamos Fey sabes que los pokémon son lindas criaturas sólo mira a Torchic y Mudkip los adopté hace un par de semanas y son lindos- contestó al momento que maneja su auto.

- A mi no me parecen lindos, esas bolsas de pulgas – contesté mientras colocaba mi cabeza en el marco de la ventana.

- Tampoco te expreses así de ellos.

El auto en donde nos encontrábamos recorrió algunos kilómetros más antes de llegar a aquella granja donde los pokémon eran adoptados, bajé del automóvil y en un momento me vi rodeada por centenares de ellos de diversos tipos.

- Lo ves amiga les caíste bien a primera vista – dijo Danny al momento de bajarse del automóvil.

- Ay, no sé como lograste convencerme de venir.

En ese momento un señor de bastante mayor, aproximadamente 50 años, con cabello corto y canoso, de físico corpulento pero fuera de forma, se acercó a nosotras.

- Hola, vienes por más Pokemon, ¿verdad? – preguntó aquel señor con aspecto de granjero-

- Claro, pero esta vez son para mi amiga.

- Bien síganme creo que tengo algo perfecto para ti.

Aquel señor nos llevo a un pequeño patio en donde jugaban los pokémon, allí me dijo que tomara un par de los que más me gustaran, los vi a todos pero realmente ninguno me gustó. No sabía exactamente si la simple razón de tener que cuidarlos me generaba rechazo porque no estaba preparada para ello, o si tal vez no era mi destino tener un pokémon. Quizá fuera simplemente porque eran una pérdida de tiempo para cualquier persona que tenga alguna otra cosa que hacer.

Cuando creí que me iría de allí sin adoptar ninguna de esas molestas criaturas, a lo lejos logre ver un par de Pokemon. Danny, al verme observarlos, me indicó que eran un Skitty y un Pichu. Me sonrojé al darme cuenta que esos dos no parecían molestias, sino que más bien parecían dulces y amigables. Esos eran los que yo podría tener sin ningún tipo de problemas, seguramente no comerían demasiado y obedecerían todo lo que les dijera. Sí, si había algún pokémon que quisiera, eran esos. Pausadamente me acerque a ellos y los acaricie, pero al instante recibí un ataque de cada uno. Un doble coletazo por parte del primero, y un coletazo electrificado por parte del otro.

- ¡Malditos sacos de pulgas! Uno quiere ser amigable y tratar de adoptarlos y así es como responden –le grite a los pokémon.

Pero ellos sólo se quedaron viendo mi rostro, antes de irse corriendo de allí.

- Ya los conociste verdad –pregunto el granjero.

- Sí, ¿que les pasa a ese par de bestias salvajes?

- Pues no confían en los humanos desde que un par los abandonaron a su suerte en un desierto.

Al escuchar esas palabras me quede sin aliento y tragué en seco. A esos pobres pokémon les había gritado cosas feas sin saber su verdadero pasado, me sentí muy mal y no supe qué hacer. Observé a Danny y ella sonrió. Me decidí de inmediato y corrí en la misma dirección que ellos. No habían ido muy lejos, estaban agazapados debajo de un árbol, para evitar que alguien les hiciera daño. Me enternecí cómo nunca antes lo había hecho con ninguna criatura.

- Con que ahí están –los miré dulcemente-. Escuchen quiero pedirles perdón, la verdad yo no creo que sean sacos de pulgas mal olientes, es que en ese momento estaba enfadada y no pensé bien mi manera de reacción. Pero, ¿saben? Quisiera adoptarlos. Me entere de su pasado y la verdad creo que ustedes se merecen un hogar. Yo también soy cómo ustedes… puede que les tenga un poco de miedo a los pokémon sin ningún tipo de fundamentos… sólo tenía algo de temor por no poder cuidarlos como de verdad se debe. Pero al verlos, al sentir el cariño que necesitan creo que terminé por perder el temor y ahora me siento totalmente apta para cuidarlos. Les demostrare que soy digna de su compañía –al terminar de decir eso me acerque a ellos y los acaricie, al contrario de la vez anterior no me atacaron, sin embargo, mantuvieron la distancia-. Je, mi amiga Danny tenía razón. Son muy lindos.

Al regresar donde aquel granjero adopte al par de pokémon. Los dos muy rápidamente me perdieron el temor y sentí que de verdad había perdido el tiempo todo estos años con mi insistente frialdad. Las caricias de sus lenguas en la sensible piel de mis brazos me hacía sentir muy bien. Y creo que ellos, sumergidos entre mis brazos y aprisionados contra mi pecho se sentían muy protegidos.


Al igual que no nos damos cuenta de lo bueno hasta que lo perdemos, tampoco nos damos cuenta de que algo puede ser muy bueno si no lo probamos. No debemos aprisionarnos en una coraza gélida construida por nuestro orgullo y por nuestra falta de experiencia en temas que desconocemos pero nos parecen demasiado complejos. Siempre dije lo mismo “nunca he tenido un pokémon, y sé que no me gustarán, así como nunca he recibido una descarga y también sé que no me va a gustar”. Je, luego de conocer a Pichu debo decir que las descargas no son tan malas como dicen. Por eso, de ahora en más, mi respuesta ante situaciones desconocidas no será conservadora, sino temeraria.

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Idea original: Frantz.
Potenciado por: Demian

Frantz fue el que ideó originalmente el fiction. Como era bastante más cortos y había algunas partes que no encajaban yo le agregué algo, así que creo que el trabajo en grupo estuvo. Disfrutamos haciendo éste evento, esperamos que baste con eso y que podamos conseguir un buen puesto. Suerte a todos y esperamos que les guste!