El Diamante de Nefertiti

El Diamante de Nefertiti

EL DIAMANTE DE NEFERTITI

¡Hola! Bueno, aquí les traigo un nuevo fic. Aunque me guste la pareja Inuyasha y Kagome, este fic va a tratar sobre la pareja Sesshomaru y Kagome, que también me encanta. Kikyo no es que me caiga precisamente bien, pero esta vez no la pondré de mala y será la pareja de Inuyasha. Otra de las parejas serán Sango y Miroku.

El fic transcurrirá en el Sengoku, es decir, como en la serie, solo que en un momento determinado viajarán a Egipto por razones que ya se verán más adelante.

Bueno, comienzo con el fic. Espero que les guste n_n.


CAP.1 Una visita inesperada

La suerte no parecía estar de su parte, incluso el tiempo parecía burlarse de ellos. Hacía un día soleado, sin ninguna nube a la vista. Sería un día perfecto sino fuera porque Naraku tenía casi toda la perla en su poder y que estuviera sembrando el caos no ayudaba mucho.

El grupo de Sesshomaru se había unido a ellos, a pesar de las protestas de Jaken. Sesshomaru había comprendido que la batalla contra Naraku no la podía ganar él solo, y la presión que tenía por proteger sus tierras, que eran una de las más afectadas por Naraku, hizo que tomara esa decisión. Inuyasha lo aceptó a regañadientes, después de que Kagome le dijese unos cuantos “sientate” cuando intentó atacar al Taiyoukai.
La sacerdotisa Kikyo también se les había unido, pero nadie sabía sus razones, simplemente un día llegó y allí se quedó con ellos.

Ahora todos seguían la pista de Naraku, lo cual era bastante complicado porque había aprendido a camuflar su olor.

Se habían detenido a descansar cerca de un lago.

-Sango-chan, ¿te parece bien si vamos al lago a tomar un baño? – preguntó Kagome levantándose.

-Claro, porque no.- respondió. Se levantó y se dirigió donde Kikyo - ¿vienes tu también Kikyo-chan?

-… un baño no nos vendrá mal.

Rin se acercó hasta Sesshomaru que estaba apoyado en un árbol cercano a ellas.

-Señor Sesshomaru, ¿puedo ir con ellas? – preguntó con una sonrisa

Sesshomaru la miró fijamente y asintió al cabo de unos segundos.

-Arigatou – respondió Rin haciendo una pequeña reverencia y corriendo hacia donde Kagome.
-Kagome-sama. Sesshomaru-sama me dejó ir con ustedes.

Kagome asintió y le tendió la mano que tenía libre.

-Venga, vamos. – dijo sonriendo ella

Miroku se levantó y se acerco a las mujeres.

-Creo que yo debería ir con ustedes para vigilarlas. Cualquier demonio puede aparecer y… - comenzó intentando parecer serio.

Sango le dio un golpe en la cabeza con su boomerang.

-Houshi-sama, no creo que haga falta su presencia en el lago, nos podemos defender solas si hace falta.

-Pero Sanguito, me preocupo por ti y por las demás señoritas – dijo sonriendo inocentemente y tocándole el trasero.

Sango se puso roja y le dio una bofetada.

-¡HENTAI! – exclamó gritando y alejándose hacia el lago.

-Que mujer – dijo Miroku suspirando y sonriendo mientras veía como se alejaba.

Rin vio como Sango se marchaba y luego miró a Miroku con extrañeza. Se volvió hacia Kagome.

-Kagome-sama… - comenzó Rin llamándola.

-¿Qué ocurre Rin-chan? – preguntó agachándose a su altura.

Rin puso cara de concentración.

-¿Porqué la señorita Sango le pegó a Houshi-sama cuando dijo que venía a protegernos? ¿Eso no es bueno? ¿Y porqué le llamo hentai? ¿Eso que es? – preguntó inocentemente.

Kagome comenzó a balbucear sin saber que decir.

-Etto… eh… -se volvió hacia Kikyo con mirada suplicante – Kikyo-chan, ayúdame.

Kikyo se quedó callada durante unos segundos procesando su respuesta.

-¿Kagome-sama? ¿Kikyo-sama? – preguntó extrañada Rin al ver que no contestaban.

-¿Porqué no se lo preguntas a Sesshomaru cuando volvamos del lago? – dijo la sacerdotisa como respuesta esperando un sí.

Sesshomaru les lanzó una mirada asesina a ambas sacerdotisas, que lo miraban con una gotita en la cabeza. Rin pareció pensárselo un momento y luego sonrió.
-¡Vale! – exclamó contenta - ¡vamos a bañarnos!

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Kagome suspiró cuando entró en el lago y cerró los ojos.

-Que relajante… -murmuró ella.

-¡Esto es divertido! – gritó Rin jugando en el agua con el flotador que Kagome le había dejado.

Kagome abrió los ojos y negó con la cabeza a la vez que sonreía viendo a Rin jugar.

-¿Alguien sabe porque Sesshomaru deja que vaya con él? – preguntó Kagome mirando a Sango y a Kikyo - Me refiero a que se supone que el odia a los humanos y sin embargo la protege.

Sango se encogió de hombros dando a entender que no sabía el porque.

-¿es que acaso alguien entiende a Sesshomaru? – soltó Kikyo en tono de broma y con una sonrisa ladeada.

-Supongo que tienes razón – contestó Sango riéndose haciendo que las sacerdotisas rieran con ella.

Rin se acercó a ellas nadando y mirándolas confundida.

-Etto… ¿porque se ríen? – se colocó al lado de Kagome.

-Nada importante. Solo unas tonterías. – dijo dejando de reir a medias.

-Mmm… ¿podríamos volver? – preguntó Rin temblando – es que comienza ha hacer frío.

Las cuatro salieron del lago y se secaron con las toallas que Kagome había llevado. Cuando terminaron se vistieron y comenzaron el camino de regreso hacia el campamento.

-Por cierto, Kagome-chan… - comenzó Sango – gracias por los… ¿Cómo se llaman?

-¿Bañadores? – tanteó Kagome.

-Sí, eso – asintió la cazadora – arigatou.

-Si, si y gracias también por esa cosa redonda que flota en el agua – añadió Rin

Kagome la miró con una gotita en la cabeza.

-Se llama flotador Rin – corrigió Kagome. Volvió a mirar al frente. – ya llegamos, menos mal.

Rin salió corriendo hacia Sesshomaru dispuesta a que éste le contestara las preguntas que había formulado antes de marcharse al lago.

-*¿Y ahora que le digo?* - se preguntó Sesshomaru viendo como Rin se acercaba.

Kagome y Kikyo sonrieron maliciosamente.

-Al menos no ha preguntado de donde vienen los bebés – le dijo bajito a Kikyo que asintió sonriendo.

A Sesshomaru, el cual las había escuchado, le recorrió un escalofrío imperceptible por toda la columna.
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-Estoy agotada – dijo Sango estirándose.

-¡Feh! Humanos… no aguantan nada – contestó Inuyasha.

Habían reanudado el viaje hasta que se hizo de noche y encontraron una cueva en la que dormir, para no pasar la noche al descubierto.

-No eres la única Sango – murmuró Kagome sin hacer caso a Inuyasha.

-¡Feh! Lo que yo…

-Vaya, por fin aparecieron – susurró una voz al fondo de la cueva que fue perfectamente audible por el eco.

Todos se levantaron de golpe y miraron al interior de la cueva. Sesshomaru e Inuyasha estaban confundidos, no captaban ningún olor.

-¿Quién eres? – preguntó Sesshomaru.

Ante ellos apareció un espíritu de mujer. Vestida con una túnica blanca con filigranas de oro en la cintura, el pecho y los bordes. El pelo negro lo llevaba recogido en una trenza, la cual le llegaba por la cintura. Llevaba un anillo con un dibujo muy extraño y un brazalete en el brazo derecho con el mismo dibujo. Tenía los ojos marrones. En el pelo llevaba una pequeña corona con el mismo símbolo del anillo y el brazalete.

-Me llamo Nefertiti, reina del antiguo Egipto.

 

Re: El Diamante de Nefertiti

¡Hola! Muchas gracias a todos por postear^^

Graciela C.: me alegro de que te resulte entretenido e interesante ^^ muchas gracias por apoyarme n_n

Dehianira: jeje gracias^^ me alegro de que te guste. Sobre el que le dirá, ya se verá jeje.

becky09: me alegro de que te gustara el primer capítulo n_n. Lo de Nefertiti se ve en el siguiente capítulo. Gracias^^

sunzure: si, a mi también me encanta Egipto *.*. Kikyo y Kagome son amigas porque digamos que Kikyo ha cambiado. Como ya dije, no siempre va a ser la mala, ¿no?. Gracias por apoyarme ^^

my_lady: me alegro de que te guste esta idea. Y si, creeme cuando te digo que a Sesshomaru se le pasó por la cabeza matarlas.

sesshoumaruk: claro que podemos ser buenas amigas ^^. Me alegro de que postees n_n

La continuación espero poder ponerla mañana por la tarde. Ya tengo escrita la mitad asi que con un poco de suerte mañana estará, si no a más tardar el lunes.

Besos ^^

 

Re: El Diamante de Nefertiti

Bueno, lo primero decir que siento no haberla puesto ayer, pero es que no tuve ni tiempo. Sobre lo que Sesshomaru le dice a Rin no pude incluirlo en este capítulo.

Saritz, muchas gracias por postear, me alegro un montón de que te guste^^

CAP. 2 Serios problemas


-Me llamo Nefertiti, reina del antiguo Egipto.

Kagome soltó una exclamación mientras los demás seguían sin entender. Nefertiti sonrió.

-Veo que sabes quien soy – afirmó la reina mientras se dirigía a Kagome.

Kagome se sintió incomoda bajo la mirada de todos.

-Bueno, siempre me ha gustado leer sobre el antiguo Egipto, las antiguas dinastías, y también he leído lo poco que viene sobre ti.

-Te pareces mucho a Kagome… - murmuró Sango más para ella misma que para los demás.

Volvieron su mirada hacia la reina y concordaron que Sango tenía razón. Nefertiti asintió.

-yo creo que ella se parece a mi, ¿no creéis? – contestó Nefertiti – tiene una sencilla explicación… Kagome es mi reencarnación.

-¡¿Cómo?! – exclamaron todos excepto Sesshomaru y Kikyo.

-Pero, ¿yo no era la reencarnación de Kikyo? – preguntó extrañada la chica – poderes parecidos, el aspecto…

-Casualidad, al menos en lo referente al aspecto – la cortó Nefertiti.

-¿Y la perla? Estaba…

-Dentro de tu cuerpo – terminó Nefertiti por ella – simple protección.

Kagome se sentía confundida. Ella, la reencarnación de Nefertiti… imposible.

-No es posible, no puedo ser tu reencarnación… -susurró

-Oh, en realidad no es tan raro. Te encanta el antiguo Egipto, tienes una extraña facilidad para leer los jeroglíficos e interpretarlos y a veces, últimamente más que nunca, has tenido unos sueños extraños relacionados con una tumba en medio del desierto. ¿No es así?

Kagome asintió lentamente con precaución. Nefertiti se acercó a ella y levantó su brazo.

-Mira este brazalete, ¿ves ese símbolo inscrito? – preguntó – significa…

-La hija de Ra – contestó ella a la vez que la reina.

-Así es. Y estoy segura que ese símbolo lo has visto en alguna parte, ¿verdad?

Kagome hizo memoria. Ese símbolo… le sonaba de algo y sabía lo que era pero, ¿de donde?

-Ese símbolo lo he visto en uno de mis sueños. Inscrito en un muro de piedra con… dos estatuas cerca de él… creo.

Inuyasha se acercó a ellas dos.

-Bueno, ya vale. Bonita historia y demás – farfulló Inuyasha - ¿qué es lo que quieres?

Kagome cerró los ojos.

-Inuyasha… siéntate – dijo Kagome enfadada – no es manera de hablarle a una reina.

Inuyasha se levantó a duras a penas murmurando algo como “estúpida cría…”

Nefertiti carraspeó haciendo que volvieran su mirada hacia ella.

-Será mejor que os acomodéis, va a ser una historia larga, aunque intentaré resumirla todo lo que pueda.
>> Hace más de 3000 años, en Egipto, el faraón murió subiendo así yo al trono. Por ese entonces tenía unos dieciséis y me habían educado durante mi corta vida para ese momento. Goberné con sabiduría y mano firme, o al menos lo intenté. Mi reinado acabó cuando fui brutalmente asesinada a los veintiséis años. El asesino buscaba un collar que estaba en ese momento bajo mi posesión. Ese collar no era una joya normal y corriente. Poseía una piedra especial, un diamante que contenía el poder de los dioses de Egipto…<<

-El diamante místico… - susurró Kagome haciendo asentir a la reina.

>> El asesino, que era uno de los monjes del templo donde había ido a orar, se lo llevó, pero antes de que pudiera escapar, mis guardas personales acabaron con él y recuperaron mi collar. Cuando me encontraron ya estaba muerta. <<

-¿Guardas personales? – formuló Kikyo.

-Eso es – Nefertiti volvió la mirada hacia Inuyasha y Sesshomaru – y ellos dos son sus reencarnaciones.

-¿Inuyasha y Sesshomaru eran tus guardas personales? – preguntó sorprendida Sango.

La reina asintió sonriendo aun más.

-Y tengo que decir que me alegro mucho de volver a verles.
>> Ambos cogieron mi cuerpo y lo depositaron en la tumba real, que yo había mandado construir, junto con mi collar. Después de eso, ambos sellaron la tumba para que los saqueadores o ladrones de tumbas no pudiesen profanarla <<

Nefertiti cerró los ojos y suspiró con dolor al recordar todo.

-Ese sería un breve resumen de lo que pasó. Yo descansaba en paz hasta que, hace poco, el diamante desapareció. No se ni el como, ni el cuando exactamente, pero si se el porque… quien posea ese diamante podrá traer al mal en su esencia a este mundo. Para eso solo hace falta un sencillo ritual, pero primero debe encontrar a las Sacerdotisas de la Sangre y sacrificarlas.

-Y tu objetivo al venir aquí, ¿es? – preguntó aburrida Kikyo.

-Necesito que recuperéis ese diamante y lo devolváis a mi tumba…

Kagome se levantó abruptamente. Todos la miraron esperando su reacción.

-Un momento… hay varios problemas. Uno, que estamos en Japón y Egipto está en la otra parte del mundo. Dos, el diamante puede estar en cualquier parte y el mundo es muy grande, ¿sabes? Y tres, tu tumba jamás ha sido descubierta. Todos lo que han intentado encontrarla no han vuelto, lo cual me hace pensar que hay una maldición de por medio. – soltó de carrerilla la chica.

Nefertiti se levantó y comenzó a dar vueltas por la cueva con cara pensativa. Pasaron varios minutos en silencio en el cual solo se escuchaban sus respiraciones.

-Bien, vamos a resolver tus “problemas” – dijo Nefertiti volviendo ha hablar – Yo os puedo llevar a Egipto en un momento, así que con eso no hay problema. Sobre donde puede estar el diamante, se que está en Egipto, y tengo al sensación de que sigue en alguna parte de mi tumba.

-Entonces no será difícil, ¿no? – intervino Sango – si sigue allí…

-No son tumbas normales Sango – la cortó Kagome – las tumbas reales son enormes y pueden tener cientos de pasadizos que no se ven a simple vista, aparte de las numerosas trampas.

-Y sobre el que nadie ha encontrado mi tumba – prosiguió como si no la hubieran interrumpido – es porque está oculta, y el que hayan pasado más de 3000 años contribuye a ello. Sobre la maldición que dices que tiene que haber, no te puedo contestar a eso.

-¿Y porqué no has recuperado tu misma el diamante? Dices que está en tu tumba, ¿no? Pues cual es el problema… - resopló Inuyasha fastidiado.

Nefertiti volvió su mirada hacia él y sonrió abiertamente.

-No has cambiado nada, sigues teniendo el mismo carácter y poca paciencia… la sencilla razón por la que no he recuperado el diamante yo misma es porque tengo un pequeñísimo problema, y es que estoy muerta. Por si no te has dado cuenta soy un espíritu, cualquier cosa que toque la atravesaré.

Kagome se quedó pensativa pensando que hacer. ¿Ir o no ir?
-Yo iré – concluyó la chica del futuro.

-¡¿Cómo?! – exclamó Inuyasha levantándose. – no puedes ir. ¿Y la perla?, por si no recuerdas tenemos que…

-Creeme, ahora la perla es el menos de nuestros problemas. Si alguien consigue ese diamante consigue ese diamante será catastrófico.

-Y si ese alguien es Naraku… - comenzó Kikyo.

-Nos podemos dar por muertos – concluyó Kagome.



Bueno espero que les guste, espero que para el viernes tenga la siguiente conti^^ besos

 

Re: El Diamante de Nefertiti

Bueno, lo primero pedir disculpas porque dije que la continuación estaría el viernes pasado. No pude ponerla por culpa de los examenes T.T. Tendrán que esperar hasta la semana que viene. Lo siento mucho. Gomen.

Por cierto Pami, gracias por pasarte. Sobre lo de guardas, también se dice así ^^

Kag&Inulove