· Título: El desprecio... se convierte en amor? · Resumen: Dos personas que se conocen o eso piensan, se odia por una parte si pero por la otra no si ambas se enamoran la una de la otra poco a poco. parejas Todas · Tipo: Relato · Advertencias: barios personajes inventados · Fecha de inicio: 25 de abril · Número de palabras: 1501 Microsoft Word Capitulo 1 Presentándose. Eran las 6 en punto de la mañana de un día lunes y como le era costumbre aun dormía lo que no se le binó a la mente la noche anterior a esta chica fue poner la alarma para lograr llegar a su nueva escuela el primer día sin retardo, pero no se le había olvidado. así que la menor de las dos hermana se le ocurrió cobrarse la maldad de su hermana o así era como ella lo llamaba a comerse la ultima paleta o golosina que había en esa casa. Por lo cual decidió hacerle un favor entro a la habitación donde había un silencio muy tranquilo en el cual solo se oía la respiración de la chica dormir; tomo la almohada tirada en el piso y golpeo a la chica que dormía, la cual grito al impacto de la almohada en su espalda. —Dani… sal… de… mi habitación!!- le grito a la pequeña niña de 12 años de nombre Daniela pero todos le decían Dani, que tenia por hermana menor —No me grites Karin – le ordeno Dani a su hermana para luego gritar y empezar a llorar, el grito se escucho por todo el departamento a lo cual su madre se apareció en el marco de la puerta poniéndose un arete. La madre de las niñas era alta de mediana edad, de cabello rojizo atado en una cola de caballo; traía puesto un traje blanco algo formal —Karin no le grites a tu hermana es muy temprano para oír sus gritos —Hai, Hai, Dani hermanita por favor sal de mi cuarto, que me tengo que vestir – la niña le izo un gesto y luego salió de la habitación acompañada de su madre para que su hermana que aun estaba en piyama se vistiera. Después de ducharse tomo el uniforme correspondiente a la preparatoria Konoha una de las preparatorias con mayor demanda en Tokyo, el uniforme consistía en una falda azul cuadriculada con rojo y tableada, camisa blanca con corbata roja y un saco negro azulado con el escudo de la preparatoria en el; cuando termino de vestirse y atar su cabello en una coleta alta salió de su habitación que estaba junto al de su hermana y frente al de su madre, bajo las escaleras y entro a la cocina. Tomo un pan tostada con mantequilla tomo un sorbo de un café servido y vio a su madre entrar a la cocina. —Karin ve por el auto, al estacionamiento- le pidió y luego le arrojo las llaves, la chica obedeció y salió del departamento tomo el elevador y presiono el botón que indicaba al estacionamiento y el elevador empezó a bajar. Cuando llego a su destino que era un gran estacionamiento atiborrado de carros se puso a buscar el NISSAN TIda negro de su madre; cuando logro encontrarlo se pregunto “porque diantres se tenia que comprar un Tida, no entiende que es difícil buscarlo en un mar de tida´s?” se preguntaba mentalmente mientras llevaba el auto hasta la entrada del gran edificio, cuando vio a su madre salir se paso al asiento del copiloto con una gran maniobra y hay se quedo a ver como empezaba un nuevo día, un nuevo día rutinario desde ese momento hasta que volvieran a llegar las vacaciones. Cuando llego a su nuevo hogar de empeño como ella le llamaba a la escuela por pasar mas tiempo ahí que en su propia casa, reconoció varios rostros que vio pasar, inhalo profundamente el aire de la mañana y luego lo soltó tenia algo de nervios pues era su primer día de su primer año en esa nueva escuela preparatoria “preparatoria, cuando fue que pase a la prepa?, cielos ya estoy vieja” se decía para sus adentro mientras buscaba las listas de grupos. Cuando la encontró y pudo pasar el mar de chicos viéndola busco su nombre reconoció barios nombres en aquella lista y se percato del que estaba antes del de ella “otra vez con ese tipo, que acaso tres años no son suficiente como castigó, debí haber hecho algo muy malo en mi vida pasada ” se volvía a decir mentalmente “bueno por lo menos conoceré a alguien” acostumbraba tratar de ver el lado bueno de todo lo que le pasaba. Cuando entro al salón no vio a nadie conocido así que se dirigió al primer lugar que le pareció mas cómodo era el segundo lugar de atrás hacia adelante estaba junto a la ventana eso la distraería, quedo embobada viendo a los cientos de alumnos entrar a el gran edificio pintado de un azul que parecía mas gris; no se dio cuenta que un chico que conocía hace tres años se sentó frente a ella. —Oi, bruja que es lo que ves- le pregunto el chico frente a ella, Hozuki Suigetsu el aspecto del chico era desalineado portaba el uniforme de Konoha pero no lo traía bien portado, el uniforme para los hombres prácticamente era el mismo solo que en lugar de falda pantalón. Karin no reacciono con el insulto decidió tan sólo ignorarlo. —No me oíste bruja – volvió a hablar el chico. Karin resoplo resignada por que sabia que si lo seguía ignorando seguiría con sus insultos. —Que quieres Suigetsu no baka- le contesto al fin. Mientras otro chico que conocía desde hace cinco años se sentaba junto a ella. — Buenos días- Hablo el recién llegado el era Uchiha Sasuke tampoco traía bien portado el uniforme pero el compensaba su falta de atención al uniforme con buenas notas, a comparación con el otro chico. Otro chico de pelo naranja y un poco más alto que los otros dos entro al salón y se dirigió hacia donde se encontraban los otros tres. —Buenos días. – saludo cortésmente el recién llegado. El timbre de comienzo de clases sonó y muchos más jóvenes entraron al salón. Una mujer como de unos veintiocho años, cabello negro entro al aula. —Bien, primero que nada, buenos días, mi nombre es Yuhi Kurenai y seré su profesora de literatura de hoy asta que el ciclo escolar acabe… o algo me pase, pero si nada sucede me tendrán molestándolos a diario. Se dirigirán a mi como su sensei y tan sólo así.- La Yuhi se presento a sus alumnos y luego les pidió que se presentaran ellos. Después de un largo rato casi todos lo alumnos se había presentado solo faltaban dos Karin y la chica que se sentó detrás de ella. Estas dos no alcanzaron a presentarse ya que la clase había terminado. Y así pasaron las siguientes clases asta el descanso, cuando sonó el timbre Karin se volvió a quedar embobada con la ventana. El muchacho frente a ella se volvió y se le quedo viendo —Oi ya es descanso, no vas a salir o todavía no tienes amigos? —Quieres callarte- Karin se levanto de su lugar y le serró la libreta en la cara. Sasuke y Juugo solo vieron la escena y no pudieron evitar que una risita se les escapara. —Si definitivamente hay algo que la atrae a ti, el poder golpearte- Sentencio el Uchiha. Karin camia una bola de arroz en el balcón que daba a la puerta principal del edificio. Debajo en la acera una familia atendían la mudanza al único departamento desocupado en el edificio. En el quinto piso donde se encontraba la chica comiendo su bola de arroz, un perro san Bernardo se lanzo contra su dueña provocando que su bola de arroz callera. Y por cinco milímetros le callo en la cabeza a un albino de pelo azulado. La madre de Karin la llamo a que se preparara para ir a darles la bienvenida a los nuevos vecinos. Tres horas después cuando la madre dela pelirroja dejo de oír ruidos de mudanza decidió ir haber llevando a sus dos hijas con ella. La mayor de las pelirrojas cruzo el pasillo con alfombra y alguna que otra lámpara seguida por sus dos hijas. Toco el timbre y una mujer mas o menos alta abrió la puerta la mujer era de mas o menos la misma edad que la madre de Karin, la mujer tenia el pelo azulino blanco. —Buenas tardes, que deseaban?-pregunto la albina inclinándose a la derecha mientras preguntaba. —Nosotras vivimos en el departamento de enfrente, mi nombre el Yamada Elfin y ellas son mis hijas la mayor Karin y Dani la menor- explico la pelirroja mayor. —Mucho gusto pasen, mi nombre el Chandra Hozuki el es mi hijo el mayor – dijo señalando a un chico mayor que Karin que según ella se parecía bastante a cierto idiota que conocía—mi otro hijo se bañando le callo una bola de arroz en la cabeza cuando atendíamos la mudanza. Después de rato otro chico bajo de las escaleras con una toalla en la cabeza. Cuando levanto la vista se encontró con la mirada de cierta pelirroja de lentes. Se quedaron viendo por unos minutos como si no se reconocieras, hasta que reaccionaron. —Tu.- dijeron los dos al mismo tiempo. Continuara.....
