El Cuervo

Tema en 'Relatos' iniciado por Blink, 11 Marzo 2008.

  1.  
    Blink

    Blink Guest

    Título:
    El Cuervo
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3449
    El Cuervo

    D= pues este es un cuentillo que hice, he recibido muy buenas críticas y espero recibir más, aunque sean malas XD me gustan las críticas.
    Breve resúmen: La historia de un lobo llamado Karasu que vive con el peso de que sus padre fueron asesinados vilmente por humanos, y lo que hace como venganza...

    El Cuervo

    -No. No se puede corregir. No hay otra oportunidad. Destrucción, humo, fuego...No pudimos arreglarlo. Me duele. Me duele mucho y no aguanto...me duele ver que todo tiene que acabar de esta manera...y antes no era así.

    ¿Qué será? ¿Hace unos 10 años? Sí...debieron ser 10 años...o talvez más. Yo tenía unos 4 meses.
    Era todo un paraíso, yo, y mis padres. Vivíamos con los otros lobos en armonía y bastante contentos, veías aves volando y peces nadando, no como ahora.

    Desde pequeño, me enseñaron a convivir con otros seres vivos. Las aves eran especialmente interesantes. Me contaban historia de sus incontables viajes, ellas viajaban mucho por los cielos.
    Una historia que me llamó principalmente la atención, fue la de los humanos. Los describían como seres altos, a veces violentos, y que usaban todo tipo de herramientas para vivir.
    Se me hacían increíbles, ¡quería verlos!
    Y ese día llegó, pero no fue lo que esperaba...

    Era un día como cualquier otro, no había nada fuera de lo común.
    Estábamos comiendo un delicioso conejo que a mi padre le costó trabajo cazar...no había muchos, quién sabe donde se escondían.
    De pronto, mi padre alzó las orejas, y mi madre automáticamente se puso a la defensiva. Yo me asusté, pues ese no era un comportamiento normal.

    Y entonces, los vi. Ví a los humanos. Eran muy altos y sus ojos eran penetrantes...me asustaban.
    Mi padre me gritó "¡Karasu, huye!" pero no daba para más que respirar, estaba paralizado. Los humanos se acercaban, cada vez me daba más miedo. Estaban a punto de agarrarme, cuando mi madre le soltó una mordida.
    El humano se quejó y agarró su herida con su otra mano, mientras otro llegó y golpeó a mi madre con una vara plateada. Ella cayó inconciente.
    Me dio aún más miedo, ¿qué podía hacer? Luego mi padre trató de defenderme, pero le hicieron lo mismo. Yo eran tan sólo un cachorro, no podía hacer nada, así que dejé que me agarraran.

    Me jalaron bruscamente y me enjaularon, a mis padres les hicieron lo mismo. Luego nos metieron a una caja enorme. Me sorprendí, no estábamos solos, también había mapaches, zorros...¡conejos! Ya supe dónde habían estado.

    Estuvimos un rato en esa caja, moviéndonos.
    Una hora después, aproximadamente, llegamos a un lugar dónde habían cientos de jaulas más. Todos dentro de ellas tenían cara llena de sufrimiento, tristeza. Jalaron nuestras jaulas y nos colocaron frente a unos zorros.
    Varios trataban de salir y daban vueltas en el mismo lugar, como locos.

    -Hola chico, ¿cómo te llamas?- me llamó uno de los zorros.
    -Ka...Karasu...- respondí, con la voz temblorosa.

    El zorro se limitó a sofreír y volteó. Pude ver que es vez de pata, tenía hueso salido y mucha sangre, di un pequeño grito de susto.

    -Ah, ¿esto?- dijo el zorro, al ver mi reacción- me lo hice al salir de la trampa, pero no pude caminar más y me atraparon. Últimamente debo comer de ella, pues casi no nos dan de comer. Mucho recurren al canibalismo, mueren de hambre o de una infección.

    Me asusté, me dieron escalofríos...¿acaso ese sería también mi destino?

    -¿Para qué nos quieren?- pregunté.
    -Para una estupidez y crueldad- respondió el zorro. Al ver que no capté la idea, continuó- lo que hacen es un destino horrible que te puede pasar. Ellos solamente quieren nuestras pieles, y es lo que se llevan. He escuchado varias de sus conversaciones, venden nuestras pieles y...- pero el zorro no tuvo que seguir, estaba a punto de presenciarlo yo mismo.

    Lo jalaron, lo último que me dijo fue "Adiós".
    Lo que siguió, fue la primera buena razón que me dieron los humanos para odiarlos. Jamás había visto algo tan cruel...tanto sufrimiento. Creo que no hay palabras suficientes para describir la bestialidad de ese acto.

    ...Le arrancaron la piel vivo

    Y no fue el único.

    Tampoco se salvaron mis padres...me dolió verlo como si yo mismo fuera el que estaba en su lugar. Llegó mi turno, pero la rabia se apoderó de mi y mordí al humano que metió mano en mi jaula. El hombre gritó y llegó otro.

    -¿Pero que demonios? De qué nos sirven lobos tan chicos, ¡tíralo!- ordenó.

    El primero hombre se quejó, me golpeó y me llevó a un lugar cercano, y ahí me dejo tirado.
    Yo ya no tenía ganas de vivir, y dudaba hacerlo de cualquier manera, así que simplemente me acosté.
    Pero, unas horas después, sentí una presencia, forzosamente abrí los ojos, y ví una enorme silueta negra.

    Era un cuervo.

    El cuervo traía comida. Me la pasó enfrente. Aunque la vida ya no me importaba, el hambre sí, así que la devoré. Aún así estaba muy débil, así que el cuervo me cargó y me llevó volando a lo alto de una montaña.

    Desde ese día, mi vida dio un giro total.
    Viví con el cuervo unos 2 años, tiempo en el que me enseñó a cazar, entre otras cosas necesarias para sobrevivir, y también, a odiar humanos. Era un cuervo muy reservado, pero era muy amable. Llegué a apreciarlo como a mis padres, pues era mi única compañía.

    Todo era perfecto...hasta que volvieron los humanos.

    Yo era muy precavido, pero me acerqué a ellos, quería saber qué demonios hacían de nuevo ahí.

    -¿Qué haremos?- dijo uno de los humanos.- Ya no tenemos opciones, ¡a este paso nos terminaremos el planeta!
    -¡Cállate y no seas absurdo!- dijo un segundo humano.- ¡Aún tenemos miles de opciones!
    -¡No estoy exagerando! ¿Qué no ves como estamos? La cuidad es un caos, tendremos que volvernos nómadas, pues no sólo esa ciudad está así, ¡vi que ya otras están igual!
    -Bueno, en lo de las ciudades tienes razón- dijo un tercer humano- pero al menos aquí no están esas "bestias".

    ¿Bestias? Ja, no pude evitar reírme en mis adentros. Los humanos ¿llamando bestias a otro ser? ¡Pero si ellos son las únicas!

    -Tienes razón...y la algunos dicen que vienen a purificar el planeta- volvió a decir el primero.
    -¡Bah! ¿Purificarlo? ¿De qué!? ¡Esas bestias sólo saben matar!- gritó el segundo.
    -Pero...talvez tengan razón. ¿No creen que nosotros, los humanos, nos hemos aprovechado?- Preguntó el tercero.
    -¡No digas estupideces! ¡Si no hemos hecho más que demostrar que somos superiores a otros seres!- dijo el segundo.

    Ese comentario me molestó bastante, pero decidí dejarlos, me interesaba mucho más lo de las "bestias".
    Así que decidí ir a la ciudad. El cuervo no quiso ir. Ya era viejo y tenía más debilidad. Mejor así.
    Entonces corrí y corrí hasta llegar a la cuidad. Pero no pude ver a las bestias. Ya era puro escombro, al parecer, ya habían terminado con todo.
    Entonces volví a la montaña. Busqué al cuervo, pero no lo encontré.
    Seguí buscando...y luego...escuché un graznido.
    Me dirigí corriendo lo más rápido que pude a dónde lo había escuchado, pero era demasiado tarde.
    Olí sangre.
    Habían sido ellos. ¡Habían sido los humanos!
    De nuevo...¡de nuevo se habían aprovechado del más débil!
    Se salió todo el odio que les tenía acumulado, no podía controlarme. Mi olfato se agudizó inexplicablemente, y de esa manera pude encontrar a todos los humanos que se encontraban por ahí.

    Los maté.

    Los maté a todos. Sin piedad, no me importo si fueran niños o mujeres, no me importo nada, simplemente los maté. No sentí el más mínimo resentimiento, ¡ni tampoco me sentí aliviado! Lo hice simplemente porque sí, porqué quise, porque me ganó el odio. Y eso...eso volvió a cambiar mi vida.

    Ya no tenía nada que perder, así que simplemente me dediqué a vagar. Me la pasé así varios años, matando a todo humano que se me ponía enfrente.

    El mundo cambió. No sé exactamente cuanto tiempo pasó, pero debió ser bastante. Cuando era abundante la vida, era un paraíso. Luego menos que un infierno.
    Escuché y ví todas las explosiones y llantos.
    Pude ver a las bestias. Eran enormes, con garras y colas cortantes. También tenían alas, y se dedicaban a destruir todo lugar donde hubiera humanos.
    Creí tener suerte, pues, de todas las veces que me topaba con las bestias, salí ileso, mientras pocos humanos sobrevivían...claro, antes de toparse con mis colmillos.

    Un tiempo después, las bestias de volvieron escasas.
    Los humanos que quedaron se las arreglaron para esconderse, y, al parecer, las bestias no tenían motivo para venir, así que se iban y muy de vez en cuando volvían a buscar más presas. Después entendí que las bestias sólo buscaban humanos. Carecían de ojos, y su olfato sólo servía en humanos, por lo que no necesitaba esconderme cuando venían.

    No volví a toparme con un lobo, zorro o cuervo. Afortunadamente, con humanos tampoco. Pero nada me importaba. Mi vida carecía de sentido desde hacia ya un buen tiempo.
    Sólo me preocupaba por comer, dormir, y matar al humano que veía.

    El trabajo de las bestias se volvió mío.
    Cuando un humano se asomaba de su escondite, ahí estaba yo, listo para matarlo. Mi olfato se desarrolló tanto que podía olerlos a kilómetros de distancia.

    Los días se volvieron noches. Siempre estaba oscuro. Un día me puse a pensar. Que bueno. Que bueno que ya no sean libres y sólo puedan vivir escondidos. Que bueno que hayan sido castigados. Lo merecen...merecen el castigo de las bestias! Pronto no habrá humanos! pensé, pero estaba en un error.

    Mi olfato me llamó, diciéndome la ubicación del siguiente humano. Lo seguí, y esperé a que saliera. Cuando salió, le mostré mis colmillos y di un fuerte gruñido. Justo antes de dar mi saltó definitivo, el humano rió.
    Me dio mucha rabia su burla, por lo que gruñí aún más.
    Pero el humano rió aún con más fuerza.
    Iba ya a atacarlo, cuando salió otro. Eso me dio escalofríos...mi olfato sólo me avisó de un humano. Luego salió otro, y otro, y otro...otro, y otro, ¡y otro! Una manada de humanos. Me asusté...en mucho tiempo no sentía miedo.
    Se me acercaron. Salí de mi miedo y mordí a uno, pero otro me atacó. Eso no sería suficiente, por lo que seguí atacando...pero todos se me vinieron encima.

    A golpes con todo tipo de cosas, caí al suelo. Y se burlaron. De pronto...sentí un olor conocido. Era el. Era el humano del que recibí el primer golpe de mi vida. Reconocí su olor, pues físicamente era muy distinto.

    Riendo, me habló:
    -Que chistoso! Te recuerdo muy bien, pequeña bestia! Tendrás el mismo destino que tus padres, ¡jajaja!

    Y lo hicieron. Intenté defenderme, pero no pude. Reviví el dolor de ver a mis padres morir así...pero ahora en mí. La jalaban...jalaban mi piel.
    Aullé. Aullé con todo el poco sentimiento que me quedaba.

    Y escuché, una vez más...el rugido de las bestias.

    No. No se pueden corregir. No se puede arreglar este mundo. No pudimos, ni las bestias, ni yo. Siguen igual...¡igual de bestiales! Tratan de huir...tratan de entrar de nuevo a su escondite. Ni con el castigo de las bestias entendieron...¡ni con eso cambiaron! Igual de violentos...
    Las bestias destruyen...queman...humo...fu ego...Buscan a los humanos.
    Y yo...yo ya no aguanto el dolor.
    Veo...veo borroso. Se me acerca...una silueta se me acerca.
    Es...es una mujer, reconozco su olor.
    Me toca...quiero morder, pero no puedo. Me dice "Lo lamento" y ya no hay dolor...

    Estoy... ¿dónde estoy? No veo nada...nadie...todo es oscuro. En verdad... ¿en verdad existo aún? No veo nada...absolutamente nada...pero aún pienso...debo seguir existiendo.
    Es esto... ¿es esto la muerte? ¿Estoy muerto?

    ¡Un momento! Todo...todo se vuelve blanco...todo...todo es como antes. Nieve...es…¡es mi antiguo hogar!

    ¿Quién? ¿Quién está ahí? Soy... ¡soy yo!
    Esto fue hace mucho. Estoy con mis padres...comiendo... ¿qué? ¡Esto...es cuándo los humanos nos llevan!

    Ahora...ahora los matan. Me duele…¡Me duele! ¡Basta! Por favor...no quiero seguir viendo esto...

    ¿Qué? ¿Dónde estoy ahora? Otra vez yo. Corro... ¿a dónde voy? Me detengo...huelo...¡huelo sangre! El cuervo...eso fue cuando mataron al cuervo...esto…¡ya, por favor!

    Esto...¿y ahora? ¿Ahora dónde estoy? Es...es la cuidad. Los humanos...vienen hacia mi. ¡No! Me golpean...se burlan...mi piel... ¡otra vez este dolor!

    Se fue. ¿Y ahora? De nuevo...de nuevo yo. Pero...pero ahora es diferente.
    Estoy matando...estoy matando humanos.
    Los mato…los mato lo más cruel que puedo…los torturo y mato lentamente…sí…esperen…qué…¿qué es ese ruido? Llanto. Es llanto…es el llanto de un niño…un niño que llora al ver…al verme…a mi…

    Yo...

    ¿Yo hice eso? He hecho... ¿he hecho lo que odio?...Me he... ¿me he convertido en mi odio? ¿Me he transformado en lo que deseaba destruir?
    Soy... ¿soy una bestia? ¿Soy una escoria como los humanos?

    Soy...soy todo lo que odio. Soy lo que quise terminar. Soy lo que yo mismo temía...soy... ¡soy mi peor pesadilla!

    ¡ME HE CONVERTIDO EN MI PEOR PESADILLA!

    No puedo...no puedo creerlo. ¿Cómo demonios no me di cuenta? Cómo...¿cómo pude hacer esto?
    ¡¿Cómo pude terminar así?!

    Soy…

    Soy una escoria...Me he rebajado al peor nivel...yo...yo...
    ¿Qué es esto? Son…

    Son lágrimas.

    Estoy llorando...yo...hace tanto que no lloro...¿porqué?...¡¿Porqué?! ¡¿Porqué no me dí cuenta?!
    ¿¡POR QUÉ ME HE CONVERTIDO EN ESTO?! ¡¿CÓMO ES QUE NO ME DÍ CUENTA?! ¡NOOOOOOO!

    ...

    No puedo...no puedo creerlo...no, ¡simplemente no!

    ¡¡¡¡¡¡¡¿PORQUÉ?!!!!!!!!

    No lo merecía...no merecía esto...no merecía convertirme en una bestia...no merecía volverme la peor escoria de este mundo...yo los odiaba...¡Los odiaba! Nunca quise...nunca fue mi intención volverme uno de ellos...¡Pero lo hice!

    ¡Mátenme!

    No quiero seguir conciente...¡MÁTENME!... Y si ya estoy muerto...déjenme ir...déjenme dejar de existir...por favor...

    ...Por favor...

    Imagen adjunta: Karasu la primera vez que mata
     
  2.  
    Ganymede

    Ganymede Usuario popular

    Acuario
    Miembro desde:
    6 Enero 2005
    Mensajes:
    688
    Pluma de
    Escritor
    Re: El Cuervo

    Ah, cuando vi la palabra cuervo... me acordé de Allan Poe.. pero después de leer el resumen, sería que se llamaba así por el nombre del lobo =P.

    A ver... hay algo que no terminó de agradarme en la redacción, pero sinceramente me gustó tu historia =). Pasé un buen rato leyendolo y tocó un tema bastante curel pero interesante. Y te hace pensar: Seguramente así pensarían los animales si fueran racionales.

    Diablos, esa gente desagradable que mata a todo, hasta así mismo... BIen merecido se lo tenían, y al final, el lobo, no hay nada peor que convertirte en tu peor pesadilla, aunque... es una manera única de alcanzar la locura =/:

    Buena lectura...
     
  3.  
    Blink

    Blink Guest

    Re: El Cuervo

    Sí XD A mi también me recuerda a Poe y me siento vil pirateadora je.
    Mmm...conque estaba mal la redacción =S sabía pero es que en el foro donde lo publiqué hay gente con peor redacción por eso no criticaron mis errores XD
    Que bien que sí se entendió el punto, como pensarían los animales...
    Jejeje, bueno, muchas gracias, creí que nadie lo leería tan pronto o.o jeje, saludos tu crítica ha sido la más constructiva de todas XP
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso