de Inuyasha - El cuarto de al lado [InuKag]

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Francis, 13 Abril 2008.

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    El cuarto de al lado [InuKag]
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    El cuarto de al lado [InuKag]

    El cuarto de al lado.

    Capítulo 1: Cuarto en alquiler.

    InuYasha no sabía lo que le esperaba.

    Creyó que era la mejor idea, así aparte de lograr dinero fácil podría pagar esa estúpida deuda que tenía con su hermano.

    Todo era tan fácil.

    Todo pareció demasiado simple.

    Pero todo se volvió de cabeza. Su departamento empezó a oler a flores silvestres, a fresa, a manzana, a vainilla. Y se descubrió caminando por la playa en un día nublado. Se descubrió queriendo comprarle una pulsera barata. Se descubrió pensando en ella cuando llovía. Se descubrió… estúpidamente enamorado de ella.

    Cada vez que observaba ese cuarto, ese que estaba al lado del suyo, no podía evitar quedarse quieto esperando a que ella saliera con su sonrisa y el sol volviera a salir.

    Todo fue tan fácil.

    InuYasha aprendió una cosa después de esto: nunca más volvería a rentar un cuarto.

    ~*~*~

    Vivir en un pueblo costero tenía sus ventajas: todo estaba desierto cuando la temporada de verano terminaba. El viento salado soplaba los volantes de los restaurantes que estaban cerrando, y la calle estaba desierta como siempre debió estar.

    Eso era una ventaja si uno detestaba el gran barullo de las grandes ciudades. Era una ventaja para un malhumorado como él.

    –Te deseo suerte –murmuró Miroku con cierta burla cuando abrió el diario en los avisos y notó el mensajito que su amigo había escrito -. ¿Recibiste una llamada?

    InuYasha dejó la tasa de café humeante sobre la mesa y frunció el ceño. Nadie lo había llamado y eso lo desesperaba demasiado. Necesitaba obtener dinero rápido, había puesto una suma lo suficientemente alta para pagar la deuda pero lo sutilmente baja para que pareciera una ganga.

    Aún así su teléfono no sonaba.

    –Creo que primero deberías mejorar tu actitud –aconsejó el muchacho con el rostro serio, doblando el rectángulo y dejándolo a un lado -. A nadie le gustaría vivir con un cascarrabias, te aseguro.

    –Cállate –tajó InuYasha con voz amenazadora y tuvo que contenerse de no darle la bandeja contra la cabeza de su 'amigo'.

    Miroku le regaló una sonrisa inocente y se encogió de hombros. InuYasha giró sobre sus talones y se marchó con paso firme, casi echando chispas por sus ojos.

    Llegó a las cocinas y se sentó, algo frustrado. Hacía una semana que había puesto ese maldito anuncio y nadie parecía estar interesado. No podía creer lo que su amigo le estaba diciendo, aunque no sabía como era vivir exactamente con él.

    ¿De verdad sería tan malo?

    Una pelirroja amable con ojos verdes se acercó con una sonrisa amistosa. InuYasha elevó sus cejas al notar la bandeja de plata con una tasa pequeña blanca y unos pastelillos.

    –Vamos, anímate –dijo Ayame suavemente y le entregó la bandeja -. Lleva esto a la mesa cinco.

    InuYasha torció la boca. Le gustaba cuando terminaba la temporada, no había nadie en este maldito café. Con una mano atravesó las puertas, que rechinaron al rozarse una y otra vez.

    Fue hacia la mesa cinco, arqueando una ceja. Una chica con un desordenado rodete estaba leyendo el diario y movía su pie nerviosamente, a igual que sus manos. Una maleta algo vieja ocupaba la otra silla.

    Hizo una sonrisa falsa e intentó ser amable. Odiaba tratar con extraños, ya le era bastante difícil tratar con conocidos.

    Dejó las cosas sobre la mesa y la chica se sobresaltó, mirándolo entre sorprendida y curiosa. Se sintió molesto por la mirada de ella.

    –¿Eres InuYasha? –preguntó la chica, ignorando por completo a la tasa blanca y los pasteles.

    Retrocedió sorprendido y, por inercia, sus ojos se dirigieron hacia Miroku que miraba atentamente con una sonrisa. Al mirarse fijamente, elevó sus cejas alegremente. ¿No habría sido ese maldito…?

    –Sí, lo soy –respondió recuperando la compostura y frunciendo el ceño -. ¿Qué quiere?

    También le molestaba que lo tuteara.

    –¿Eres del anuncio, no?

    'Soy el único InuYasha aquí', pensó cruzándose de brazos pero prefirió guardarse sus palabras y asintió. Tal vez ella tenía algún conocido que necesitaba alquilar esa habitación.

    –Estoy interesada en él –terminó la muchacha sonriendo y estiró su mano -. Soy Kagome Igarashi.

    Pero él no se la estrechó, estaba demasiado atónito.

    –¿Qué tú qué? –escupió casi sin voz.

    Ahora Kagome parecía sorprendida y confundida.

    –¿Qué…? ¿No se puede?

    InuYasha sacudió la cabeza e intentó retener su sonrisa ganadora. ¡Sí, finalmente había encontrado a alguien! ¡Ahora se olvidaría de esa maldita deuda y de Sesshômaru para siempre!

    Pero la alegría duró solo un momento.



    Era una chica.

    Algo contrariado, se rascó la nuca. Nunca pensó que una muchacha iría a interesarse en el anuncio, a menos que estuviera desesperada o loca, o no tuviera donde ir.

    –Vas a tener que necesitar darme un adelanto –contestó InuYasha una vez recuperado de su 'sorpresa' inicial.

    ¡Keh! ¡Qué importa si fuera una chica o un chico, le iban a pagar igual! Eso era lo importante. Aunque, esta muchacha parecía tener diecisiete años…

    Kagome le sonrió con confianza.

    –Sí, por supuesto.

    ¿Quién le iba a decir que cuando estrechó la mano de ella, sellando el trato, iba a caer en una estúpida trampa? Nunca hubiera imaginado que en ese momento estaba condenándose.

    ~*~*~


    Kagome se quedó en el café hasta que InuYasha terminó su turno. Luego de eso, y ante la mirada burlona de todos sus compañeros, se marchó junto con ella hacia su departamento.

    Lo malo de vivir en un lugar tan pequeño, era que todos se conocían entre todos. Y esos todos lo estaban mirando fijamente, hasta algunos hablaban con los que tenían al lado. InuYasha enrojeció, entre molesto y avergonzado, pero Kagome parecía inmune porque sonreía intensamente entusiasmada.

    Llegaron al edificio. Era pequeño comparado con los que tenía alrededor, pero poseía veinte pisos y los departamentos eran espaciosos. InuYasha vivía en el quince.

    –Deberías hacerte una copia de la llave –habló el muchacho, luego de estar en completo silencio con Kagome y abrir la puerta.

    Arqueó una ceja al ver la exclamación de júbilo de la muchacha. Actuaba como si esto fuera una mansión, pero tan sólo era un departamento costero. La sala y la cocina se compartían, había una modesta mesa sin mantel, redonda, y un pequeño sofá para dos cerca de la terraza con una vieja televisión.

    –Allí está el baño –señaló una puerta de madera -. Ese es mi cuarto –señaló una puerta algo más oscura -. Y ese es el tuyo.

    Kagome se acercó corriendo y encendió la luz. Había una cama debajo de la ventana, un ropero y un espejo de cuerpo entero. Modesta y con lo necesario.

    –Es muy cómoda, me encanta.

    'Detesto que seas tan feliz', pensó InuYasha entrecerrando los ojos y frunciendo más el ceño. Realmente parecía una niña.

    Eso le encendió una alarma interna.

    –Oye, ¿cuántos años tienes?

    Kagome había dejado la maleta sobre la cama y la había abierto. No parecía tener muchas cosas. ¿De dónde diablos venía esta chica?

    –Veintidós. ¿Y tú?

    Elevó una ceja.

    –Keh… Te… te dejo sola para que te acomodes –se escabulló rápidamente y cerró la puerta con fuerza.

    No le molestaba el hecho de ser un año menor que ella, le molestaba su sonrisa y ese aire de niña inocente. Sólo necesitaba un maldito descanso, eran muchas cosas a la vez y eso era en verdad molesto.

    Cuando estaban en temporada, usualmente trabajaba alrededor de doce horas diarias pero ahora que la gente había vuelto a su vida rutinaria de las grandes ciudades y los niños empezaban las clases, ese horario se reducía a seis horas diarias.

    Se recostó en el sofá, hundiéndose en él sin importarle los extraños sonidos que salían. Permaneció callado, mirando fijamente la televisión sin encender y con varios pensamientos e inquietudes en su cabeza.

    Todas relacionadas con Kagome. ¿De dónde venía? ¿Por qué estaba aquí? ¿Y esa ropa tan escasa? Inclusive estaba dudando de su edad. ¡Simplemente no era posible que tuviera veintidós! El rostro era el de una chica de diecisiete años.

    Aunque sólo pudo guiarse por el rostro, ya que vestía una suelta camiseta de color marrón gastado y una falda tableada negra.

    InuYasha sacudió su cabeza y su mano, como si así pudiera borrar sus pensamientos respecto a Kagome. Se levantó, dispuesto a prepararse un ramen cuando ella abrió la puerta. Se la quedó mirando, mudo, algo sorprendido pero sin que su rostro demostrara esa sorpresa.

    Ahora lucía un vestido sin mangas y con el cierre adelante, blanco y celeste. Ahora, en vez de diecisiete parecía tener quince años.

    –Respecto al adelanto… ¿Cuánto debe ser? –preguntó Kagome con su voz tranquila pero alegre, los ojos brillaban y discretamente se desviaban hacia la ventana.

    No tuvo que girar para saber que miraba al mar.

    Frunció el ceño ligeramente. Realmente, no lo había pensando. Simplemente lo había dicho como una forma para que ella rechazara quedarse.

    –La… La mitad del pago de fin de mes –tartamudeó no muy seguro, diciendo lo primero que se le había ocurrido.

    Kagome asintió.

    –Sí, me parece justo.

    A mí no me gustaría que te pareciera justo, replicó InuYasha en su mente pero como siempre no lo quiso decir. Suspiró cansado, preguntándose cómo debía actuar ante una muchacha tan… ¿confiada?

    Kagome volvió hacia su habitación y regresó con el dinero justo y se lo entregó, sonriéndole. Se sintió molesto por esa sonrisa. No le gustaba que una persona pareciera tan feliz.

    –Y… cuando termines de rentar el cuarto, pagarás la otra mitad –agregó InuYasha, ocurriéndosele la idea.

    ¡Al fin! Su rostro adoptó un momento asustado, pero rápidamente desapareció y la muchacha asintió. Con su gran y eterna sonrisa.

    –¡Ahora debo ir a trabajar! –anunció ella, yendo hacia la puerta y arrebatándole las llaves a InuYasha -. De paso, me hago un juego.

    –¡¿Cómo…?!

    Y un portazo retumbó en todo el departamento. ¿Trabajar? ¿Ya había conseguido trabajo? ¡Encima, la muy maldita lo había encerrado en su propio departamento! InuYasha fue consciente de que no iba a soportar esa actitud durante mucho tiempo.

    Su teléfono empezó a sonar, despertándolo de sus pensamientos. Ese sonido era muy ensordecedor y lo odiaba profundamente, casi tanto como odiaba a Kouga. Siempre anunciaba malas noticias.

    Se acercó y alargó su mano, pero la mantuvo suspendida. Frunció el ceño y atendió.

    –Hola, InuYasha.

    La voz tranquila de Kikyou hizo que gruñera levemente.

    –¿Y ahora qué?

    Ella suspiró.

    –Tu hermano quiere que le pagues la deuda. No puedo retenerlo más.

    No tenía el dinero suficiente para pagarlo, apenas si tenía la mitad.

    –¡¿No puedes hacer algo?! ¡Sólo tengo la maldita mitad!

    –Mira, estoy haciendo todo lo posible para que tú pagues esa estúpida deuda. Deberías agradecérmelo.

    –No me vengas con eso ahora, Kikyou –replicó InuYasha, imaginándose a la muchacha sonreír enigmáticamente.

    –No es malo decir 'gracias' de vez en cuando, InuYasha –respondió Kikyou con voz dulce, escondiendo una nota de ironía -. ¿Ya tienes un plan para pagar?

    –Sí, renté una habitación. Y está dispuesta a pagarla –agregó sin pensar y se dio cuenta de su error cuando escuchó como ella retenía el aliento.

    –¿Ella? ¡¿Se la rentaste a una mujer?!

    –¿Y?

    –¿No sientes una pizca de vergüenza, InuYasha? Convivir con una mujer es completamente diferente a la de convivir con un hombre. Para empezar, no puedes ir por ahí en calzoncillos…

    InuYasha sonrió, mostrando los dientes. Le apetecía jugar un poco con Kikyou, así no tenía que pensar tanto en Kagome.

    –¡Keh! ¡De eso ni hablar!

    Kikyou se rió nerviosamente.

    –Ando desnudo.

    –¡InuYasha, no puedes…! –pero Kikyou detuvo su regaño y permaneció en silencio durante varios momentos -. Es tu hermano, y no está de muy bien humor. Consigue pronto el dinero.
    –Sí, sí, lo que sea.

    Y ambos colgaron.

    Es verdad que se sentía agradecido con Kikyou, ya que sin su ayuda seguiría huyendo de su hermano. '¡Bah, esa cosa no es un hermano!'

    Miró al teléfono como si este tuviera toda la culpa y resopló enfurecido. ¡Encerrado en su propio departamento! ¡Maldita niña del demonio! Su actitud era molesta, su aspecto físico infantil era molesto, su voz era molesta… ¡Toda ella era molesta!

    –Disfruta de tu tiempo libre –gruñó InuYasha, volviendo a recostarse en el sillón que se quejó con sus extraños ruidos. Alargó su mano e hizo lo mejor que sabía hacer: echarse a dormir con los brazos cruzados al pecho.

    –¡Oh! ¡Hola, Kagome!

    Las voces eran de la calle, y era tan altas que hasta él podía escucharlas. Si no hubiera escuchado ese nombre, seguramente seguiría durmiendo.

    Abrió los ojos y se sobresaltó, cayéndose al suelo sin mucha elegancia. Mascullando blasfemias, corrió hacia su ventanal que tenía una muy pequeña terraza y se asomó con cuidado, viendo hacia abajo.

    Ese vestido azul era inconfundible. Y estaba hablando con Bruja Kaede.

    –¡Doña Kaede! ¿Cómo está? –le preguntó la muchacha con voz dulce y respetuosa. InuYasha notó que entre sus brazos había un gran canasto lleno flores.

    Alzó una ceja.

    –Muy bien, niña, con los huesos tronando por esta humedad –contestó Bruja Kaede con una risa jovial -. ¿Eres la nueva florista?

    –No, sólo estoy ayudando un poco a la señora Taijiya –dijo Kagome, moviendo sus brazos -. Empiezo mañana.

    Frunció el ceño. ¿Empezaba mañana? ¿Qué trabajo podría conseguir esa niña?

    –Me alegro mucho por ti, ¿en qué trabajarás?
    No contestó inmediatamente. InuYasha se la imaginó sonriendo ampliamente.

    –Maestra Jardinera.

    Se apoyó contra el barandal, haciendo una mueca sarcástica. ¡No había mejor trabajo para ella que ese! Una niña rodeada de niños; casi parecía un cuento de hadas.

    –Ya veo… ¿Necesitas hospedarte otra vez en mi casa, niña?

    Kagome negó con su cabeza.

    –¡No, no, ya encontré donde quedarme!

    La Bruja Kaede la observó sin decir nada. Seguramente la miraba con perspicacia, esa maldita bruja. Luego se quejaba de su nombre, era lo más apropiado para ella.

    –¿En dónde?

    –InuYasha-kun puso un cartel de que rentaba una habitación y… bueno, yo la pedí –contestó Kagome como quien no quiere la cosa.

    InuYasha pasó una mano por su cabello, mirándola incrédulo.

    '¡¿INUYASHA-KUN?! ¡Keh, ya verá que tendré de ‘kun’!'

    –¡¿Con InuYasha?! ¡Kagome, ten cuidado, ese niño es un ogro!

    Una vez apareció sobre su frente.

    –¡Y tú eres una vieja loca, bruja! –le gritó InuYasha con enfado, pero rápidamente se ocultó cuando vio que las dos estaban mirando hacia arriba para ver de dónde había salido esa voz.

    –No creo que sea un ogro, Doña Kaede –sonrió Kagome con voz dulce y volvió a fruncir el ceño, preguntándose de dónde había sacado esa suposición -. Tal vez un poco amargado, pero no es un ogro. ¡Es verdad! Tengo que hacer una copia de la llave… Huh, nos vemos luego, Doña Kaede.

    –Sí, mi niña, pero ten cuidado con ese InuYasha. Es verdad que es un ogro.

    Kagome no contestó.

    InuYasha frunció el ceño y golpeó la parte de atrás de su cabeza. Lo malo que tenía vivir en un lugar costero y pequeño, era que todos molestaban. No importara donde fuera, siempre iba a ser el ogro del barrio.

    ¡Keh, no importaba! Ahora tenía más problemas que antes.

    Kagome. Una niña.

    Sesshômaru. El Rey Ogro.

    ¡En qué lío estaba metiéndose, maldita sea!

    Continuará...

    ¿Me dejas tu opinión, por porfa? :*-*:
    Dejar comentarios adelgaza!
     
  2.  
    Elizita_lu

    Elizita_lu Guest

    Re: El cuarto de al lado [InuKag]

    Oh me ah gustado muxo me
    gusta tu idea es de verdad
    fantastica y me gusta como
    va por ahora el fic, de verdad
    que me gusta continuala
    cuando puedas y no t desanimes
    hasta pronto y animos!!!



    Elizita_lu
     
  3.  
    Ailyn

    Ailyn Usuario popular

    Capricornio
    Miembro desde:
    14 Octubre 2006
    Mensajes:
    845
    Pluma de
    Escritora
    Re: El cuarto de al lado [InuKag]

    Jajaja
    Me gusto mucho -chi-, la idea esta bastante bien, y además no hay ni una falta, y la historia por otra parte se lee con muchísima fluidez, ¡Cosa que me encanta!, mmmh parece que nuestro querido Hanyou InuYasha es el ogro del barrio, tal vez la alegria y optimismo de Kagome con el tiempo le hagan cambiar un poquito. Y según eso, va a acabar enamorado de ella, que lindooo awwww :*-*: , mmm pero tengo el presentimiento de que el dinero que tiene que pagar le causara algún problema a Kagome... tal vez InuYasha cuando se enamore no querrá cobrarle... Kagome se enterará mmm no se. Ahora solo espero la continuación ^^ sigue así ¡Escribes muy bien!

    Hasta pronto :)
     
  4.  
    Chrisst

    Chrisst Usuario común

    Escorpión
    Miembro desde:
    22 Enero 2008
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    298
    Pluma de
    Escritora
    Re: El cuarto de al lado [InuKag]

    Ola
    me a gustado mucho tu fic
    jejeje Inuyasha es el ogro jiji
    y Kagome la niña pero porque le cae tan mal
    si no le ha echo nada:confused:Y cuantos años tiene en verdad:confused:
    continualo pronto si??
    lo espero inpaciente cuentas con mi apoyo
    Animo!!!
    Y me gustaria que te pasaras por mi fic si quieres
    Chao!!!Besos!!!
     
  5.  
    Ninfa

    Ninfa Usuario común

    Leo
    Miembro desde:
    13 Octubre 2006
    Mensajes:
    287
    Pluma de
    Escritor
    Re: El cuarto de al lado [InuKag]

    ¿Sabes que te odio? ToT
    A-DO-RO tus fanfics y... ¿¡no me avisas de que publicas uno!?
    Me he fijado al ir pasando por aquí para leer algo ¬¬ mala person.
    Wait Wait, que tengo comentarios buenos :3

    Algunas contis, al ser tan largas, me cuesta leerlas o_o pero esta me ha sido muy fácil [tal como ha dicho Ailyn tiene mucha fluidez (?) *-*]. La historia es TAN genial, y fuera de lo común, y también has puesto la misma actitud que tienen *-* y... Kagome me recuerda a Kobato xD.

    Bueh, espero que te postee mucha gente y no dejes el fanfic tirado ¬¬ o prepárate para las consecuencias.

    C'ya <3!
     
  6.  
    BelAhome

    BelAhome Usuario común

    Aries
    Miembro desde:
    7 Abril 2008
    Mensajes:
    272
    Pluma de
    Escritor
    Re: El cuarto de al lado [InuKag]

    Que buen Fic!! ^^
    Por favor no tardes en continuarlo que quiero saber que sigue.
    Te felicito por la manera que tienes de redactar ya que cuentas los sucesos de una manera muy ordenada y entendible.
    La trama está muy original!!!
    Te ruego lo sigas siiiiii!!!
    No te tardes!!!!

    Suerte!!!
    SaludosSs!!!
     
  7.  
    - mvss;'

    - mvss;' Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    28 Abril 2007
    Mensajes:
    460
    Pluma de
    Escritora
    Re: El cuarto de al lado [InuKag]

    hola!, tu fic esta genial vas empezando y ya mencanto. porque es una historia muy original la verdad. que mala es kaede porque le dice ogro a inuyasha lo que pasa es que es una persona margada como dice kagome pero espero que poco a poco se le vaya quitando.deberias de continua pronto cuidate y nos vemos :)*

    -mvss,'
     
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