Long-fic El comienzo de mi llanto...

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Ahome Dea, 24 Mayo 2009.

  1.  
    Ahome Dea

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    El comienzo de mi llanto...
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    El comienzo de mi llanto...

    Hola, mi nombre es Ahome Higurashi… actualmente tengo 20 años de edad, y soy una mujer con una mirada triste, aunque hubo un tiempo en que las cosas no eran así. Si bien siempre había tenido una mirada fría, hubo un tiempo en el que alguien la hizo cambiar por una mirada cálida, y la tristeza que en mi mirada se percibía, la cambió por infinita alegría… pero hoy… hoy de nuevo estoy sola. Perdí las cosas más valiosas que un ser humano puede poseer.

    Les contaré cómo fue que ocurrió…

    CAPÍTULO 1:
    EL DÍA QUE CONOCÍ AL AMOR DE MI VIDA.

    Tenía 13 años en ese entonces, era una chica muy inteligente, si bien me portaba seria con las personas, como amiga solía arriesgar todo, pero había algo que le faltaba a mi corazón, sí… es exactamente lo que se están imaginando, el amor.

    Pese a que tenía un novio que en ese momento para mí era la mejor persona del mundo, no llenaba ese vacío, más un día alguien llegó a entrar de lleno a ese espacio vacío y lo hizo rebasar sus propios límites.

    Era un jueves cuando supe que vendría… hacía tiempo que no entraba nadie nuevo a la escuela, desde que dijeron “viene alguien nuevo” me emocioné mucho. No sabía si sería hombre o mujer, pero lo que fuera, tendría la oportunidad de tener un nuevo amigo o amiga. En esa escuela sólo Sango hablaba conmigo, a nadie más le caía bien, algunos me hablaban pero sólo cuando necesitaban apuntes para los exámenes, o bien para estar con ellos en los equipos, pues no es por presumir pero tenía muy buenas notas… recalco… “Tenía” entonces que viniera alguien nuevo, para mí era sinónimo de oportunidad de tener un nuevo amigo.

    Más tarde aclararon que serían tres personas, dos para segundo grado un chico y una chica, y uno para primero. Todas las chicas del salón se alborotaron con que tenían que hacer que el chico se quedara en el grupo A, porque según esto uno se iría al A y otro al B.

    Llegarían el lunes 24 de septiembre.

    - Yo conozco a los chicos que vendrán, la mamá de ellos vive cerca de mi casa –nos dijo Kagura, una chica que se veía muy seria, pero que en realidad era un desastre, casi no nos hablaba pero ese día sí lo hizo.
    - ¿Y están guapos? –preguntó Sango haciendo que me quedará estupefacta.
    - ¿Perdón? –le dije exigiendo respuesta para su pregunta.
    - Sí, es que si están más o menos, es posible que te consiga novio.
    - ¡Cómo se te ocurre semejante cosa! –le dije dándole un cocotazo–. No me interesa cómo sean esos chicos, tú bien sabes que tengo novio y además no creo que los chicos que vengan sean de mi tipo.
    - Uno si está muy guapo -dijo Kagura con un tono meloso y sonrojándose–. Pero es muy orgulloso.
    - ¿Es el que dices que entrará a segundo grado? –volvió a preguntar Sango olvidándose ya de nuestra pequeña discusión.
    - He… este… -dice muy nerviosa y notoriamente roja–. No, es el más chico, el que entrará a primer grado, ese es el que me gusta. El otro pues… no sé, nunca nos llevamos bien el tiempo que vivieron con su mamá.
    - ¡Qué! Eres una sátira –le dije para bromear con ella.
    - Eso no es verdad, él es mucho más alto que su hermano, se ve más grande que nosotras incluso…
    - Pero eso no quita que sea un nenito ¿no crees? –la interrumpe Sango haciendo que se moleste.
    - ¡Con ustedes no se puede hablar! ¡¡¡No sé por qué demonios les dije a ustedes, si son las raras del salón!!! –gritó furiosa y se fue.

    Sango y yo nos vimos sin entender su actitud, pero luego nos reímos de la misma.

    - ¿Oye de verdad no andarías con ninguno de los chicos que vengan? –Sango volvió al tema de antes.
    - Ya te dije que no, yo tengo novio, se llama Naraku, y no tengo pensado estar con nadie más.
    - Hay Ahome, amor de lejos es de pe…. Pensarse.
    - No me importa lo que digas, Naraku me es fiel y me ama y yo… yo… -no pude decir lo que pensé que diría, jamás me atreví siquiera a pensarlo, no sabía qué era exactamente lo que sentía por Naraku.
    - ¿Y tú qué? –dijo exigiendo en tono irónico una continuación para mi parlamento.
    - No me molestes quieres –la verdad era que Naraku era lindo, un chico detallista, muy tierno, era algo mayor que yo, pero me trataba muy bien, jamás me hubiese imaginado lo que pasaría después.
    - Pues yo insisto, además es mucho mayor que tú Ahome. Tienes trece años, TRECE, ese tipo… ¡tiene como veinte! -me gritó, pero era yo una estúpida, no la escuché, no escuché a la que en ese momento era mi mejor amiga, de haberlo hecho muchas cosas habrían sido diferentes.
    - No tiene veinte, tiene diecisiete.
    - Pero Ahome, te lleva cuatro años.

    En eso estábamos cuando llegó Miroku, un chico del salón que era más que un payaso, actuaba de manera extraña, parecía interesarse en mí, y la verdad es que me gustaba, pero era demasiado “mañoso” y me molestaba mucho que fuera precisamente con Sango con quien se pasara en sus mañas, Sango era como mi hermana, yo la cuidaba de todos, además a mi parecer Sango sentía algo por él, pero ni ella misma lo aceptaba, y me duele decirlo, pero nunca lo hizo.

    - ¿De qué tanto hablaban con Kagura chicas? –dijo acercándose con una sonrisa.
    - De nada que te importe –le dije con indiferencia, pero noté un dejo de tristeza en su mirar, yo bien sabía que Miroku sentía algo por mí-. Oye disculpa, no te pongas así, ya sabes cómo soy…
    - Sí… está bien –dijo triste aun, pero…-. Aquí Sanguito me consuela –y diciendo esto metió su mano por debajo de la falda de ella y tocó su trasero.

    Sango lanzó un grito que fue escuchado por todos…

    - Miroku… –dije apretando los dientes y ya con varias venitas pintadas sobre mi frente.

    Miroku supo que si no corría en ese momento le iría muy mal, aunque de todos modos no se salvó, lo corretee por toda la escuela, haciendo que más de uno se diera un golpe en el suelo por atravesarse en mi camino.

    Pobre de él cuando lo alcancé… lo jalé del cabello, lo estrellé contra una pared y le di un rodillazo en donde más pudo haberle dolido.

    - Cuando quieres… te pasas de maldita… -dijo con mucha dificultad, y a su comentario yo respondí…
    - De nada te sirve tenerlo si no puedes comportarte cómo un hombre verdadero.

    Después de gritarle se fue… ni yo misma sabía el por qué me molestaba tanto lo que él había hecho, yo me repetía una y otra y otra y otra vez “Quiero a Naraku” pero eso no era suficiente. Sentía algo especial por Miroku, sin embargo, no podía avanzar más ese sentir debido a la atracción que Sango tenía hacia él.

    Por alguna razón, ella y yo éramos exactamente iguales, si un chico me gustaba, a ella también, y si a ella le gustaba a mí también, éramos así y hasta ese momento no habíamos tenido problemas por eso.

    Se fueron los días… era Domingo y no recuerdo por qué razón, mi papá esa noche me regañó mucho, me molesté y le respondí ganándome por supuesto, una bofetada, entonces me fui a dormir “según” y al día siguiente, seguía de mal humor.

    Cuando llegué a la escuela (algo tarde ya) vi que Sango no había llegado, y aunque siempre llegaba tarde, nunca tanto, entonces supe que no iba a ir ese día a la escuela. Me resigne, iba a estar sola todo el día, aventé mi mochila a la silla y me disponía a salir del salón cuando vi a una chava que estaba sentada en un rincón, supuse que era la nueva, le hable…

    - Hola, tú debes ser la chica nueva ¿cierto? –el silencio fue su respuesta, me alejé de ella… -. Creo que con ella no tendré oportunidad… ni hablar… tendré que ver si a alguno de los chicos le caigo bien -pensé un tanto triste.

    Salí y por no sé qué posición de los astros Ayame (otra chava del salón) me habló…

    - Hola Ahome. ¿Ya viste a los chicos nuevos? Llegaron hace rato…
    - No, no los he visto y no me interesa verlos.
    - Sé que no dirás lo mismo cuando los veas…
    - En lugar de pensar en esas tonterías deberías estar estudiando, el viernes tenemos examen y sinceramente pienso que con tu gran interés por estudiar no conseguirás pasar el examen… -mientras yo algarabeaba cosas sin sentido voltee y vi por la ventana del salón de enfrente (el del grupo B) el perfil de un chico que parecía estar leyendo un libro no sé porque razón me sentí rara.
    Ayame se rió porque mi algarabía quedó en profundo silencio de repente…

    - Jajajaja ¿decías algo? Jajaja.

    Pero no le hice caso, sólo lo miraba… tenía un perfil que me agradó, su cabello estaba largo, no sé si era lacio u ondulado, se le veía bien, la verdad era que no era ni una clase ni la otra, esa clase de cabello me gustaba mucho… sin embargo jamás había visto ese color de cabello, era… plateado, además, se podían apreciar sus ojos brillantes como el sol, eran de un color muy singular. Oro líquido, era la frase que podía describir aquellos ojos ámbar. Sacudí la cabeza y voltee hacia otro lugar.

    - Sigo en lo mismo, no me interesa ningún chico… -dije muy convincente, según yo claro, aunque disimulando un poco, volví a verlo.
    - Te gustó, yo sé que te gustó – dijo en tono de burla.
    - Para nada… él no es de mi tipo -en eso volví mi rostro hacia otra dirección y vi al otro chico nuevo, obviamente hermano del primero, era alto, Kagura no había mentido, el otro hermano se veía mucho más grande que el primero, su cabello también era largo y plateado, sólo que él si lo tenía muy lacio, entonces dije a Ayame –él no me gustó pero ese sí.

    Claro, fue sólo para que no me molestara, aunque en realidad ni yo misma sabía si me gustaba o no ese chico. Aunque cómo era de esperarse, Ayame no me creyó ni media palabra.

    - A mí no vas a engañarme Ahome.

    Yo sabía que sólo había una manera de que ella se convenciera de que era verdad, así que…

    - Hola, ¿cómo te llamas? –sin darme cuenta de cómo, ya me encontraba frente a ese chico tan alto y… hermoso, preguntándole su nombre.

    Al principio me vio un poco sacado de sí, pero luego sonrió de forma coqueta y me respondió.

    - Sesshomaru, mi nombre es Sesshomaru… –en ese momento por alguna razón extraña mi corazón comenzó a latir muy fuerte, aparte de guapo y sexy, tenía una voz muy sensual.

    No pude evitar ruborizarme ante su mirada, sus ojos también eran color ámbar y me recordaron los ojos del primero.

    - ¿Y tú? ¿Cómo te llamas?
    - Yo… Yo… este… mi nombre es…

    Sin embargo no pude contestarle, sonó el timbre que indicaba que las clases ya iban a comenzar.

    - Hasta luego, es hora de ir a clases.

    Él entró a su salón y yo me fui al que me correspondía, pero unos ojos rojos me veían con furia desde la esquina de la dirección…

    - No te lo permitiré Ahome… no te lo permitiré.


    .~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.


    Bien, este fic es uno de los primeros que escribí, tendrá como 3 años que lo publiqué en cemzoo pero me fue imposible terminarlo y fue cerrado, quedan en el foro muy pocas personas de las que lo leían, pero esta vez, estoy decidida a terminarlo.

    No pedí que lo reabrieran debido a que estaba escrito en otro formato y tenía errores que ya he corregido.

    Sin más que decir... sólo me queda esperar que les haya gustado y me apoyen para seguirlo escribiendo.
     
  2.  
    LadyWitheRose

    LadyWitheRose Usuario común

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    hooooooooooooo OMG!!
    en verdad me has dejado con mucha intriga
    kagome anda kon naraku kien lo viera jajajaja pero en fin
    solo una intriguita de las mas grandes k tengo jejejeje
    k pareja es tu fic?
    espero la kontinuacion exelente kapitulo..xD
     
  3.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    LadyJazminar, gracias por leer el fic y postear n . n me alegra mucho que y te gustara. Tal vez te parezca aburrido al principio, pero se irá poniendo mejor, en cuanto a la pareja, es un triangulo amoroso, más bien varios triangulos.

    Bueno, va.

    .~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.


    CAPÍTULO 2:
    QUÉ MALOS MODALES.


    Al entrar al salón, vi que algo raro pasaba, el “profesor” Yakotsu hablaba con el profesor Totosai, luego el profesor Yakotsu salió del salón junto con la alumna nueva y el profesor Totosai se paró frente al grupo para comunicarnos algo.

    - Cómo se dieron cuenta hablaba con el profesor del Segundo grado “B”, el motivo era, que la alumna Kanna no se quedará en este salón, sus padres pidieron que se quedara en el otro grupo debido a que ella necesita mayor capacitación por sus bajas notas…
    Cuando el maestro dijo eso, en seguida pensé…

    - Qué chica tan tonta, si hubiera aceptado ser mi amiga habría subido sus calificaciones. ¿Pero qué estoy pensando? Si es de eso de lo que ya estoy harta, de que se acerquen a mí por eso... qué bueno que se fue.

    Pero eso no acababa ahí, el profesor seguía hablando...

    - Entonces el chico será trasladado al grupo A.

    Todas las chicas gritaron emocionadas haciéndome salir de mis pensamientos.

    - Ese chico... ¿ese chico estará en nuestro salón? – dije creyendo que pensaba
    - ¡Sabía que te gustaba! – dijo Ayame burládose.
    - ¡Ya déjame en paz!

    El chico entró al salón. Se sentó en el lugar de Sango, ya que ella había faltado, estaba detrás de mí. Al lado derecho de ese lugar se encontraba Miroku, quien no le quitaba la vista de encima.

    Por alguna razón el chico se veía triste, pero no di importancia, Ayame estaba sentada a mi izquierda, vigilando cada movimiento mío, y a mi derecha Kagura, quien me veía con unos ojos amenazantes, en ese momento no sospeché lo que le pasaba, pensé que estaba molesta todavía por la plática que habíamos tenido el jueves...

    La clase de matemáticas se hizo larga pero al fin acabó, todo fue normal, yo terminé los ejercicios primero que todos, cómo era ya costumbre, lo que no me esperaba fue que...

    - Muy bien Higurashi –decía de los ejercicios el maestro- en vista de que ya has terminado, ve a ayudar a tu compañero nuevo, parece que no ha entendido bien.
    - ¿Qué cosa? –sin saber por qué me ruboricé... volví mi vista hacia él, se veía confundido, veía la libreta como queriendo romperla en pedacitos – Pero profesor, quería estudiar, usted sabe que...
    Ya no seguí diciendo nada, vi que Kirara se acercaba a él, ella era una chica muy bonita, y no sé por qué pero ya no seguí hablando con el profesor, llegué hasta su asiento y le pregunté...
    - ¿Entendiste la clase?
    - Si la hubiera entendido no estaría sufriendo aquí –me respondió de mala gana, pero sin mirarme a la cara.
    - Pero qué le pasa? Estoy tratando de ayudarlo y me sale con eso... –pensé – Mira te explico.... la incógnita “x” se despeja primero para obtener el valor de “y” y así... –seguí explicándole, él prestaba atención a lo que le decía, pero aun no me miraba, por alguna razón mi corazón latía muy fuerte, y me moría por ver esos ojos, me preguntaba si serían tan hermosos cómo los de Sesshomaru.... – Vaya, parece que es muy aplicado, no despega su vista del cuaderno –pensaba, pero lo que yo no sabía era que el no pensaba lo mismo...
    - ¡Maldito! Jamás te lo perdonaré papá, no te perdonaré que me separarás de ella. Primero me separaron de Tsubaki, y ahora de Kaguya. Odio esta escuela… luego esta matada que no se aleja, no me interesa en lo absoluto lo que me explica, sólo quiero desaparecer.
    - ¿Me entendiste? –pregunté luego de terminar de explicar.
    - He... Sí. Sí entendí.
    - Qué extraño se me hace –pensaba-. Creo que debería preguntarle su nombre, sí eso haré... Oye... ¿cómo te llamas?
    - Si tanto te interesa saber mi nombre pregúntaselo a cualquiera de tus amigas, ya les dije, y no pienso seguir repitiéndolo – me dijo aun sin mirarme.

    Sentí ganas de muchas cosas, golpearlo, gritarle... pero al sentir que mi rostro se calentaba demasiado decidí tranquilizarme, de lo contrario armaría un escándalo por algo que a mi parecer no valía la pena.

    - Creo que no debí hablarle así... ella no tiene la culpa de lo que me pasa... sólo ha querido ayudarme... Oye...

    Él iba a decirme algo, pero se quedó callado en cuanto me vio, no sé qué pensó pero yo me perdí en sus hermosos ojos color ámbar...

    - Pero qué... es... sus ojos... esa mirada...
    - ¡Qué malos modales! –le dije en un tono de regaño y me di la vuelta. Me sentía mal, ni la chica ni él serían mis amigos–. Tal vez tengo algo que hace que no le caiga bien a nadie... “Sango por qué no viniste” .
    Me fui a sentar y escuché que alguien se le acercó a ese chico preguntándole su nombre, de nuevo era Kirara.

    - Dime... ¿cómo te llamas?
    - InuYasha, mi nombre es InuYasha –respondió un tanto fuerte.
    - InuYasha... se llama InuYasha... – fue de esa forma extraña que supe su nombre, él pensaba yo que no me lo habría dicho. Ya no le dirigí la palabra, me pareció un chico muy mal educado.
    - Creo que se molestó conmigo... soy un estúpido. –pensaba Inuyasha mientras me miraba fijamente, podía sentir su mirada, pero no fui la única que lo notó.
    - ¿Es linda cierto? –le susurró Miroku.
    - ¿Tú quien eres? –preguntó despectivo.
    - Me llamo Miroku, me llevo con ella y con su amiga Sango, son buenas y divertidas, aunque parecen muy serias.
    - ¿Y a mí eso que me importa?
    - ¿Me dirás que ella no te gustó?
    - Claro que no, sólo la veía porque fui un poco grosero con ella, es todo.
    - Ya veo. Oye no vives por aquí cerca ¿verdad?
    - ¿Te incumbe?
    - Tienes muy malos modales.
    - Lo mismo dijo ella. ¿Cómo se llama?
    - Ahome.
    - Con que Ahome he...
    - Bueno te dejo, ya no te molesto –la actitud de Inuyasha había hecho comprender a Miroku que no le interesaba hablar con él, pero…
    - Yo no vivía aquí, vivía en otro estado, con mi abuela. Mi padre me obligó a venir. Vivo un poco lejos de la escuela, tengo que tomar la ruta roja para ir a mi casa.
    - ¿Todo eso significa que podemos platicar un poco más? –dijo Miroku con una sonrisa.
    - Supongo...

    La campana para el receso sonó, salí… no tenía nada que hacer, estaba sola, así que me fui a sentar bajo la sombra de un árbol en uno de los patios traseros de la escuela.

    - Qué chico tan mal educado, no tiene nada que ver con su hermano –de nuevo esos ojos, pero más bien la mirada de ellos apareció en mi mente –. Sesshomaru… -murmuré y…
    - ¿Pensando en mí? –al escuchar esa voz y ese comentario me sacudí.
    - Ha… hola, este… yo… -me puse muy nerviosa, no sabía qué decir-. ¿Qué haces por aquí? ¿Pero qué idioteces estoy preguntando?
    - Pues… estudio en esta escuela y también tengo receso –respondió divertido, pero sin perder un toque de seriedad en su rostro y su voz.
    - Disculpa que dijera esas tonterías, lo que pasa es que… bueno, tú…
    - ¿Te pongo nerviosa?
    - Pu… pues algo.
    - No te preocupes, no morderé a menos que me lo pidas –su comentario me subió tanto los colores, que él notándolo cambió rápidamente el tema-. Dime porqué dijiste mi nombre hace un momento.
    - Pu… pues porque pensaba que no eres tan mal educado cómo…. –pensé rápidamente-. Rayos… son hermanos, no le puedo decir que su hermano es eso… -y aunque no sabía nada de ellos-. Como la chica esa que iba a entrar a nuestro salón.
    - Me parece que se llama Kanna, ¿no es así?
    - Sí eso creo…
    - Por cierto, ¿cuál es tú nombre?
    - Yo me llamo…

    Justo cuando iba a decirle mi nombre la campana que indicaba el término del receso sonó.

    - Lo siento, ya me tengo que ir…
    - Sí, está bien… ¿Podría ser de mi tipo?

    Las clases transcurrieron cómo siempre, a no ser por mi nerviosismo de tener detrás de mí a ese chico tan guapo, que era un poco antipático, no podía alejar de mis pensamientos la idea de que eran tan diferentes.

    A la hora de la salida…

    - Me daré prisa… debo ir con mi mamá al hospital -iba corriendo y choqué en el portón con ese tal Inuyasha.
    - ¡Fíjate por donde caminas! – dijo mal humorado, aunque no se había percatado de que era yo…
    - Disculpe alteza, no lo vuelvo a molestar -le dije y giré el rostro comenzando a caminar.
    - ¡Oye!

    No sé qué quería decirme, no le hice caso. Ya había salido del portal de la escuela cuando me habló Kagura.

    - Ahome…
    - Sí dime.
    - ¿Te gusta Sesshomaru?
    - Ya me voy he, adiós, ¡oye mira! La ruta roja ya se va, van a dejarte.

    Sé por dónde iba la pregunta de Kagura, pero decidí no prestarle atención. Ella se subió a la ruta, y desde una ventana Sesshomaru me dijo adiós con un ademán, pude ver que también Inuyasha me miraba, pero no supe de qué manera.

    .~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.

    Espero haya sido de su agrado.

    Hasta pronto.
     
  4.  
    Lauriithaax

    Lauriithaax Entusiasta

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    No se porque pero borraron mi post anterior -______-

    Bueno queria decirte que me encnto tu fic esta excelen te
    Me encanta que inuyasha y sesshomaru esten e mismo cole, y con ahome!!!
    Bueno espero la conti con ansias bye!
     
  5.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    El comienzo de mi llanto...
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Gracias Lauriithaax, me alegra que te guste el fic. Va el otro capi.

    .~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~



    CAPÍTULO 3:
    ¬.¬U BONITA MANERA DE EMPEZAR UNA AMISTAD





    Al día siguiente camino a la escuela…

    - Dime... ¿­qué tal los nuevos? –fue lo primero que Sango me dijo al verme.
    - En ocasiones me dan ganas de matarte –le respondí gruñona-. Cómo en vez de que te preocupes por mí o me digas por qué no viniste a la escuela ayer, me preguntas por esos chicos.
    - Vamos, no te enojes jijiji. Ayer no vine porque salí con mi mamá y mi hermano.
    - Ya veo...
    - Ahora sí dime, ¿qué pasó con los nuevos?
    - ¿Sabías que estas actuando como Miroku? –le dije debido a la cara que tenía de pervertida, y justo en ese momento…
    - ¡¿Me hablaron lindas señoritas?! -dijo apareciendo bajo el brazo de Sango.
    - ¡¡Huuuy!! ¿Cómo se te ocurre hacer eso? –dice y le da una bofetada, el pobre Miroku sigue caminando solo.

    Al ver ahí a Miroku sólo atiné a pensar…

    - Si Miroku ya está aquí, y él viene en la ruta roja que sólo pasa en las mañanas y al medio día, y ayer Inuyasha, digo, Sesshoumaru se fue en la misma ruta… ¡significa que ellos ya llegaron! ¡¡Date prisa Sango!! –le dije jalándola del brazo.

    En un momento estábamos en el salón, ella estaba muy agitada, no tenía muy buena condición física.

    - Pero… qué… te pasa… cómo me haces… correr… así…
    - Hay no te quejes, gracias a mí llegamos a tiempo.
    - ¿Donde está mi silla? La necesito con urgencia -no respondí a su pregunta, más que con mi brazo y mi dedo índice señalando a Inuyasha.

    Los ojos de Sango brillaron de una forma muy especial.

    - Hay no, no Sango, ¿no me digas que te ha gustado?
    - ¿Cómo se llama? –me preguntó como si adivinase mi pensamiento.
    - Inuyasha.
    - Inuyasha he… -ella comenzó a caminar hacia él-. Oye Inu, ¿me das mi silla?

    Inuyasha la miró, clavó su mirada ambarina en los ojos de Sango teniendo en ella el mismo efecto que en mí el día anterior, ella se quedó idiotizada con la mirada de Inuyasha.

    - ¡¿En donde tiene tu nombre?! –le dijo de forma despectiva, sacando a Sango del éxtasis de esa hermosa mirada.
    - ¡¿Cómo dices?! –Sango no esperaba tal respuesta y se veía notoriamente molesta.
    - Eso, que en qué lugar tiene tu nombre la silla.

    Al escuchar eso me quise reír, ahora pensaba que no es que le hubiese caído mal, sino que ese chico de plano era un amargado.

    - Pero cómo te atreves a... –no pudo terminar de decir lo que quería, porque él la interrumpió.
    - Y mi nombre no es Inu, sino Inuyasha ¿entiendes?

    Sango ya no le dijo nada, sólo le señaló en la paleta de la silla un dibujo de ella un poco exagerado en sus atributos, hecho por su más grande admirador, y abajo decía “Sango”. Inuyasha vio el dibujo y quiso reír, pero se limitó a levantarse y tomó sus cosas.

    - ¿Pero qué le pasa a ese tipo? –me decía Sango sin entender la actitud agresiva de él.

    Sólo le sonreí.

    - Oiga, ¿en dónde me sentaré? La chiquilla esa me quitó la silla –dijo Inuyasha al profesor Totosai.
    - En seguida veo. Miroku y... Onigumo, vayan a la bodega por una silla, -Miroku salió gustoso, pero Onigumo de mala gana, al parecer Inuyasha no le había caído bien-. Sango te sentarás a la derecha de Ahome, Kagura pásate más adelante para hacerle lugar a Sango. Inuyasha, te seguirás sentando detrás de Ahome.

    Inuyasha giró su rostro y me vio, yo estaba perdida por lo que el profesor había dicho, en eso ocurrió algo que no me imaginé. Inuyasha me sonrió.

    No supe cómo reaccionar, así que voltee el rostro.

    - Creo que sigue molesta conmigo -pensó Inuyasha.
    - ¿Pero qué me pasa? Cielos, no debí hacer eso.

    Él se sentó y se limitó a seguir prestando atención a las clases, ese día teníamos las últimas dos horas libres. Esperábamos ansiosos ese día, debido a que era un receso más largo, esas horas nos la daban para charlas con los compañeros e intercambiar opiniones acerca de las clases, pero obvio que no hacíamos eso, sin embargo ese día fue diferente…

    - Jóvenes –nos habló nuestro viejo maestro-. La directora nos comunicó a todos los profesores que hoy debemos limpiar la escuela, así que tomaremos las dos horas que tenían libres para limpiar juntos las áreas verdes, los salones y barrer las canchas.

    Se escucharon en el salón los murmullos de inconformidad.

    - Quien se vea que se esmera más en limpiar no presentará examen de matemáticas el día viernes.

    Ante este comentario ya nadie se quedó en el salón, la mayoría salieron a buscar escobas, rastrillos y toda clase de herramientas que sirvieran para limpiar.

    En el salón sólo quedamos Sango, Miroku, Ayame, Kirara, Kagura e Inuyasha, aparte de mí claro.

    - Bueno, como ustedes son los únicos que quedaron, su equipo limpiará la zona trasera.

    Todos pusimos cara de inconformidad, ya que era la que se encontraba en más mal estado. La hierba había crecido mucho, entonces Miroku e Inuyasha que eran los hombres deberían cortarla, sin embargo sólo había una herramienta para eso y la ganó Miroku.

    - Vamos chicas, les enseñaré cómo uso el machete -al ver el rostro de Inuyasha con un gesto de inconformidad-. Chicas y galanes jejeje, debemos empezar ya para terminar pronto.
    - Pero es injusto –dijo Kirara-. Nosotros nos quedamos porque no somos como el resto que no quiere hacer examen y nos ponen lo más difícil.
    - Es verdad, si bien no soy tan buena como Sango y Ahome, por lo menos estudio –dijo Ayame.
    - ¿Segura? –le dijo Sango en un tono sarcástico…
    - Dejen de quejarse, vayamos de una vez –dije.

    Inuyasha no decía nada, tenía un rostro de inconformidad absoluta, y Kagura no nos prestaba el más mínimo de atención… ella miraba embelesada a Sesshoumaru, quien estaba sentado bajo el árbol en donde nos habíamos encontrado el día anterior.

    - Inuyasha, busca en el salón de primero alguna herramienta que puedas usar, o te pondrás con las mujeres a recoger la basura –le dijo Miroku con una cara un poco burlona.
    - Fhe!! No es obligatorio que haga eso –respondió.
    - Te equivocas, sí lo es –le dije y me miro con una expresión de “¿acaso tú me mandas?” pero no le hice caso, entonces él se fue a buscar algo para trabajar.

    Kagura seguía embobada con Sesshoumaru, en eso, él vio que yo también lo veía e hizo una seña de “hola”, pero cómo yo estaba detrás de Kagura, la que respondió a esa seña fue ella.

    Sesshoumaru no le hizo el más mínimo caso y me sentí un tanto mal por ella, luego se puso de pie y comenzó a caminar hacia nosotras. Kagura se puso muy nerviosa, bajó la vista al suelo y sobre sus mejillas el rubor era más que notorio pero…

    - Hola… -saludó Sesshoumaru.
    - Ho… hola Sesshoumaru –respondió Kagura con un poco de timidez, sin embargo cuando alzó la vista Sesshoumaru estaba parado justamente al lado de ella, platicando conmigo.
    - ¿También tú irás a trabajar? –me decía.
    - Así es… -le respondí sintiéndome mal por Kagura, quien aún permanecía parada al lado de Sesshoumaru con la vista perdida y con los ojos llenos de lágrimas, entonces se fue corriendo–. ¡Kagura! –le grité pero no volvió.
    - ¿Qué pasa? –preguntó Sesshoumaru sin inmutarse.
    - No sé si lo has notado, pero a Kagura le gustas mucho.
    - Sí lo sé –dijo serio-. Pero ella a mí no.
    - Es linda, deberías… - él no me dejó decir nada, puso su dedo sobre mis labios y…
    - No me gustan las chicas tímidas cómo Kagura, me gustan las jovencitas extrovertidas cómo tú.

    Me quedé cómo estúpida, no sabía qué hacer o responderle, y él al ver mi confusión.

    - ¿Hoy sí me dirás cómo te llamas?
    - Pues… me llamo…
    - ¡¡¡Oye!!! ¡¡¡¿Qué haces aquí? vámonos, debemos apresurarnos!!! –gritó Sango jalándome del brazo, haciendo que no pudiera responderle a Sesshoumaru.
    - ¿Pero qué te pasa? –le dije un tanto molesta cuando ya nos habíamos alejado.
    - Eres una egoísta –me dice con mirada lujuriosa.
    - ¿Pero qué tienes?
    - ¿Quién era ese bombón con el que hablabas?
    - ¡¡¡Qué!!!
    - Está guapísimo, me encantó –sus palabras fueron una sensación que no entendí.
    - ¿De verdad te gustó?
    - Mucho -me llenó de tristeza escuchar eso, Sesshoumaru me gustaba, y mucho, pero le gustaba a Sango, debía alejarme de Sesshoumaru ahora que no éramos nada, ni siquiera amigos.
    - Se llama Sesshoumaru –le dije-. Y es el hermano de Inuyasha, es el chico del que nos hablaba Kagura la semana pasada.
    - ¡¡Qué!! Yo juraría que era de tercer año, o quizá hasta de prepa –me dijo, ya que el colegio Shikon No Tama, era una escuela que tenía desde primaria hasta prepa.
    - Jaja, ya ves que no. Está en primer grado.
    - Dices que es hermano de Inuyasha, entonces debe ser igual de antipático.
    - Te equivocas, no es antipático. Nada que ver con el idiota de Inuyasha.
    - Pues tú no eres la señorita perfección –dijo tras de mí la voz de Inuyasha.

    Escuchar su voz fue no sé, quería que me tragase la tierra. Había escuchado mi comentario, el segundo día de conocerlo y ya lo consideraba un idiota, no había razón.

    - Yo… -intenté disculparme.
    - No digas nada, voy con Miroku.

    Se alejó…

    - ¿Mi imaginación o te preocupó que se molestara? –me dijo Sango al notar mi expresión.
    - No, claro que no me importa -¿era eso verdad? Ni yo misma lo sabía.

    Para no hacerle mucho caso le dije que iría a comprar un refresco, un poco antes quizá hubiese pensado “Y tal vez veo a Sesshoumaru” pero ahora no, ahora sabía que a Sango le gustaba y en este momento rogaba no encontrármelo.

    Iba subiendo las escaleras rumbo a la cafetería cuando me encontré con Kikyou.

    - ¡¡Hola Ahome!! –me saludó alegremente, Kikyou era una chica del salón de primero “A”, a la mayoría de las personas le caía mal, no sé que tenía, sin embargo ella y yo nos llevábamos bien. Había quienes decían que nos parecíamos.
    - Hola Kikyou, ¿qué haces? ¿También te pusieron a limpiar? –le dije.
    - Sí, a nosotras nos tocó limpiar los salones, y vamos por los trapeadores.
    - Ok, que tengan suerte jeje –le dije, porque sabía que si no limpiaban bien, las obligarían a ella y a sus amigas a limpiar de nuevo.

    La acompañaban sus amigas, una llamada Kouchou, y otra Azuka, sin embargo Azuka era especial, no me caía muy bien que digamos, era mi prima, pero no nos llevábamos nada bien.

    Regresé de nuevo al lugar en donde estábamos. Inuyasha no había conseguido herramienta para cortar la hierba, así que cómo dijo Miroku, se puso a recoger la basura con nosotras. Llevaba algo juntado, así que la recogí para echarla a la bolsa, entonces…

    - ¡Oye tú! ¡Deja mi basura! –me gritó Inuyasha.

    Escucharlo hablándome así, a mí… me hizo enojar mucho, voltee a verlo y creo que le di miedo, no me dijo nada, y si algo iba a decir no lo dejé. La basura que tenía en las manos se la arrojé encima.

    - ¿Pero qué te pasa? ¡¿Estás loca?!
    - ¡Deja de hablarme de esa manera tan altanera! –le grité, ya no aguantaba su antipatía-. No sé con qué clase de gente tratabas en tu otra escuela, ni la razón por la que fuiste expulsado, ¡¡¡pero a mí respétame!!!

    Inuyasha no me dijo nada, creo que no le agradó que le recordara su otra escuela. Por alguna razón él se entristecía al recordarla.

    - Así se hace amiga, ¡lo pusiste en su lugar! –me decía Sango, pero no me sentí bien.
    - Creo que me pasé un poco con él -comencé a caminar hacia él-. Oye… -pero me interrumpió.
    - Lo siento.
    - ¿Cómo?
    - Desde ayer me porté mal contigo, tú no tienes la culpa de que me hayan trasladado a esta escuela, ni de los problemas que tengo, no debo desquitarme contigo… lo siento.
    - Valla, después de todo no es tan mal educado -pensaba mientras que al tiempo me sonrojaba–. No… te preocupes.
    - ¿Podemos ser amigos entonces?
    - Claro que sí –dije sonriéndole.

    A partir de ahí las cosas se complicarían mucho entre todos, ya que esa amistad que comenzaba, no sería nada común.


    .~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~.~*~

    Hasta pronto.
     
  6.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    ohayou!!!
    me gusta tu fic,
    es muy interesante, demo...
    Inuyasha enamorado de Tsubaki???
    y luego de Kaguya???
    eso si que me intriga, normalmente espero
    que sea de kIKYO, Y QUE aHOME SE LLEVE MAL
    CON ELLA, me dejaste en duda
    es un triangulo amoroso???
    o mas bien pentagono amoroso???

    y Sango.... porque se fijo
    en mi Inu??, y en mi Sessh???
    y hacerle competencia a Ahome
    esa cahva si q
     
  7.  
    LadyWitheRose

    LadyWitheRose Usuario común

    Acuario
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    OMG aki de nuevo poniendo mi opinion te a quedado muy bn y espero la continuacion
    y sango deberia fijarse en Miroku no en mi Sesshy aii no k aremos kon ella..xD
    pero la pregunta es k pareja es este fic?? espero que se mi lingo y sexy Seshhy& la tierna e intensa Kagome..xD
     
  8.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    El comienzo de mi llanto...
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Hola, me alegra mucho que les guste el fic chicas n . n
    IzayoiSama, gracias por tomarte la molestia de leer el fic, me alegra que te gustara. Ya verás que te gustará más.
    Ladyjazminar, la pareja del fic es un misterio jiji n . n y lo que pasa con sango es que no está segura de nada.

    Bueno va el cap.
    -------------------------------------------------------------------------------------

    CÁPITULO 4:
    QUÉ AMISTAD TAN RARA



    Al día siguiente iba con mucho entusiasmo a la escuela, no sabía la razón pero me sentía feliz. ¿Tenía que ver con lo que había pasado el día anterior con Inuyasha? No lo sabía. Salí de mi casa a las 7:00 a.m. y me quedé parada en una esquina esperando a que Sango pasara por ahí para irnos juntas.



    Pero mientras, en la escuela estaban pasando cosas que yo hasta ese momento ignoraba.



    En la parte trasera…



    - ¡Eres un estúpido! –gritaba Inuyasha.
    - ¡Y tú un idiota! –respondía Sesshoumaru de la misma manera.
    - ¡Yo no tuve la culpa de eso!
    - ¡Claro que sí! ¡De no ser por tus estupideces nada de esto estaría pasando!
    - No es verdad…
    - Nunca te he soportado, y ahora menos que nunca.
    - ¡Mi padre es el único culpable! Primero me alejó de ella y luego de… -no pudo decir nada, Sesshoumaru lo interrumpió…
    - Deja de culpar a los demás de las cosas que te pasan, Tsubaki no te quería, ¡estaba loca! Fue capaz de engañarte con Tenshi, y Kaguya… era una aprovechada, ¡te utilizaba!
    - ¡No es verdad!
    - Contigo no se puede, además eres un estúpido. Hay lindas chicas en esta escuela, búscate una novia y deja de lloriquear por aquellas.
    - ¡No es tan fácil! Me gusta una chica de esta escuela, es de mi salón, pero aun así no es tan fácil olvidar a Kaguya… ¡y menos a Tsubaki!
    - Tampoco lo que nuestros padres están pasando por tu carácter.
    - ¿Acaso tu no extrañas a Rin? –Sesshoumaru paró en seco.
    - Es diferente. Rin no era mi novia, yo la adoraba, pero era sólo una niña.
    - Tú también sigues pensando en esa chiquilla que sólo te buscaba para que le hicieras la tarea.
    - ¡Yo no soy tan estúpido cómo tú! ¡¡Y Rin no me buscaba!! ¡¡Yo iba a ayudarla porque se me pegaba la gana!!
    - Sigues enamorado de ella y me dices que debo de buscarme a otra.
    - Te equivocas, a mí me gusta una chica de esta escuela.



    Inuyasha se sorprende ante tal confesión de su hermano…



    - ¿Ha sí?… ¿y cómo se llama?
    - No lo sé, por una u otra razón no ha podido decirme su nombre, sólo sé que va en tu salón. Es de tez blanca, cabello un poco largo, ojos cafés oscuros, y de un carácter muy extrovertido.



    Para Inuyasha estaba claro que su hermano no mentía pero… ¿Quién era esa chica? Esas descripciones sólo atinaban a dos chicas que conocía, Ahome y Sango, pero… ¿quién era?.



    - Pero ese no es el caso. Tú serás el culpable de lo que pase con la relación de nuestros padres -Sesshoumaru se marcha.
    - Maldito…



    Alguien que había escuchado sale detrás de una pared…



    - Inuyasha… ¿qué pasa? –preguntó Miroku.
    - Nada que te importe -le dice de nuevo con ese tono de me vale todo.
    - Dijiste que seríamos amigos… ¿qué pasa?


    Inuyasha deja escapar un suspiro, y cuando se disponía a decirle a Miroku lo que pasaba, vio hacia la entrada del portón que Sango y yo íbamos entrando a la escuela y fuimos recibidas por…

    - Hola… -hablo su voz tan sensual.
    - Hola Sesshoumaru -le dije sin mucho ánimo pues sabía que a Sango le gustaba.
    - Oye amiga, no seas mal educada -dijo Sango como exigiendo que la presentara con Sesshoumaru.
    - Sesshoumaru, te presento a Sango… mi mejor amiga.
    - Mucho gusto señorita… -dijo dándole un beso en la mano.



    Sentí que la sangre me hervía… pero no podía hacer nada, aunque después de eso, no sería la única que se sentiría así.



    - Pero… Maldito Sesshoumaru… -murmuraba Inuyasha.
    - ¿Pasa algo? –dijo Miroku como no entendiendo las cosas aunque… - Creo que Ahome jamás se fijará en mí…



    Lentamente Sesshoumaru soltó la mano de Sango y me dijo.


    - Es un gusto conocer a tu amiga, pero no se me hace justo saber el nombre de tu mejor amiga y no el tuyo, el de la chica que no saco de mis pensamientos.


    Cuando dijo eso los ojos de Sango se abrieron como platos y no se quedó ahí.

    - Bueno pues yo… los dejo solos -dijo y se fue corriendo al salón.
    - ¡¡Sango!! –le grité pero ella no volteó.
    - ¿Pasa algo? –preguntó tranquilo Sesshoumaru.
    - Nada… -le dije muy bajito.
    - Y bien, ¿me dirás cómo te llamas?.


    Estaba por responderle cuando…


    - Creo que es hora de que te vayas a tu clase hermanito –llegó diciendo en un tono molesto Inuyasha.
    - Desde cuando tengo que… -iba a responder Sesshoumaru, pero…
    - Sesshoumaru, creo que tu hermano tiene razón, debes ir a tu salón o te regañaran –le dije.
    - Está bien, sólo porque tú me lo pides -diciendo esto me da un beso en la mejilla y luego se marcha.
    - ¿Te gusta mi hermano? –me preguntó Inuyasha pero no le hice el más mínimo caso, aun permanecía estática por el beso de Sesshoumaru-. Sí le gusta…
    - Perdona… ¿dijiste algo? –reaccioné luego de unos minutos.
    - Ni creas que te permitiré acercarte a mi hermano –me dijo con la voz serena, pero firme.
    - ¿Qué cosa? –pregunté confundida.
    - Nuestra familia es de clase, jamás permitiría que alguien como tú se acerque a mi hermano.

    Cuando dijo eso mis ojos comenzaron a enrojecerse… nadie, absolutamente nadie me había hablado de esa forma. En esa escuela todos me respetaban, todos. Me respetaban por mi intelecto y por mi fuerza, sin embargo alguien había que no me conocía y me había hablado de esa manera. Me humilló, sus palabras me dolieron en lo más profundo, no supe la razón ni el por qué. ¿Era porque no me dejaría acercarme a Sesshoumaru? ¿Era porque me había dicho que era inferior a ellos? ¿O era porque él me lo había dicho?

    Él al percatarse de que su comentario estaba a punto de hacerme llorar…


    - Oye Ahome… -más no pudo decir nada. Mi mano había surcado su rostro, y la marca de mis dedos comenzaba a enrojecerse en su mejilla.
    - ¡Eres un estúpido!
    - ¿Qué le pasa? Nadie se había atrevido a tocar mi rostro de esta manera, me las pagarás… Eres una… -se quedó callado, inevitablemente mis ojos estaban escurriendo agua salada.


    Permanecía inmóvil, sintiendo por mis mejillas ese calor. De nuevo había llorado por culpa de un chico, de nuevo cuando yo juré que no lloraría más por nadie, yo juré a Akitoki que nadie más me haría llorar, porque mis lágrimas fueron para él y sólo para él.

    - Oye Ahome, lo siento, yo… -una vez más le di una bofetada.
    - No me interesa tu hermano. A Sango le gusta, hablaba con él para ver qué podía hacer por Sango… -le estaba mintiendo, como si me importase lo que pensara.
    - Ahome yo…
    - No te preocupes, sé que no soy de una familia de “clase” así que supongo tampoco podemos ser amigos. Con tu permiso…


    Caminé dejándolo ahí parado, se quedó pensativo.


    - Soy un imbécil, qué me importa si le gusta mi hermano. No debí tratarla así, se supone que seríamos amigos… -apuñaba sus manos.

    En el salón Sango notó mis ojos llorosos.


    - ¿Qué te pasó?
    - No es nada Sango, no te preocupes…
    - No me mientas, vi que le diste una bofetada a Inuyasha, ¿qué pasó?
    - No fue una, fueron dos…
    - Dime Ahome, somos amigas.
    - Sí, lo sé…


    Le conté lo que había pasado mientras estaba la primera clase, esa clase nos la daba la directora Kaede y no oía bien pues ya estaba algo “grande”…


    - ¿Pero cómo se atrevió? ¿No se supone que ustedes iniciaron ayer una amistad?
    - Pues qué amistad tan rara.
    - Por cierto, no entró a la clase. Debe sentirse culpable.
    - No lo creo.


    Afuera ocurría otra cosa que yo no imaginaba…


    - Maldición… ¿qué me pasa? –se decía bajito Inuyasha mientras una lágrima escapaba de su mirada ambarina-. No puede ser que me importe tanto como para…


    En eso…


    - ¿Qué te pasa? –le pregunta una chica de largo cabello.
    - No es nada.


    La chica se sienta a su lado…


    - Eres el chico que fue ayer a nuestro salón a pedir una herramienta para trabajar ¿cierto?
    - Sí así es, ¿oye no deberías estar en tu clase? –le dice para librarse de ella.
    - No, me sacaron porque no traje la tarea –le dice y le sonríe.
    - Ya veo.
    - Mi nombre es Kikyou.
    - ¿Kikyou? –dice y le sonríe…
    - Si…
    - Ese es el primer nombre de mi madre.
    - ¿En serio?
    - Sí…




    -----------------------------------------------------------

    Espero les haya gustado!
     
  9.  
    Lauriithaax

    Lauriithaax Entusiasta

    Capricornio
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Olii!!! me gusto mucho tu CONTI
    Pero que malos modales tine inuyasha!!!
    yo le ubiera pegado muchas mas cachetadas de las que le pego ahome (XD)
    Bueno de odas formas esta muy bueno tu fic, espero pronto la conti
    SAYONARA!
     
  10.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    CAPÍTULO 5:
    VAYA FORMA DE RECONCILIARSE...
    UNA ATRACCIÓN PELIGROSA.


    Ya la primera clase había terminado, pero Inuyasha aun no entraba al salón...



    - Bueno, por hoy es todo, nos vemos hasta el próximo miércoles –dijo la directora Kaede terminando su clase.
    - ¡¡¡¿Miércoles?!!! –pensé sorprendida, sí, se me hacía estúpido, para mí las semanas volaban, y sin embargo apenas era Miércoles. Faltaban aun dos días para el fin de semana, y el primer examen del curso.
    - ¡Ahome! –me susurró Sango.
    - ¿Qué pasa? –respondí sin mucho ánimo...
    Con un movimiento de sus ojos me dijo que viera hacia la entrada, Inuyasha ya había vuelto y se veía contento, lo cual me indignó, pues yo aun estaba muy afectada por su tonto comentario.

    Sango me preguntó con la mirada si me encontraba bien, yo le respondí de la misma manera que sí. Tal vez suene tonto, pero las mujeres somos así, bueno, en ese tiempo no éramos mujeres, pero hablo en general, entre amigas o compañeras, cómo quieras llamarle, hay un lenguaje tan intimo... tan comprendido por ambas partes que no se necesitan las palabras para comunicarnos, basta con una simple mirada.

    Inuyasha se sentó detrás de mí como si nada y yo traté de no hacer caso a su presencia.


    - ¿Me ignoró? No puedo creerlo –se decía Inuyasha.
    - Eres un estúpido... ¿por qué me trataste de esa manera? ¿qué te hice? Y ni siquiera intentaste disculparte –pensaba sin saber que mi pensamiento era similar al de Inuyasha.
    Pasó el resto de la clase y llegó la hora del receso.

    - ¿Ahome no vienes? – me dijo Sango al verme aun triste.
    - No, no tengo ánimo de salir –Inuyasha escuchó mi respuesta, aunque fingió que no.
    - Ahome... –me dice triste.
    - Mejor ve tú sola a la cafetería, qué tal si te encuentras con Sesshoumaru... –le dije en un tono de voz un poco acusador.
    - Hay, con esa voz das muchos ánimos, lástima que yo no le guste a él.
    - Vamos, tú no te rindes así –le sonreí, ella también me sonrió y salió.
    - ¡¡Te traeré algo!! –fue lo último que dijo.
    - Era verdad... a ella no le interesa Sesshoumaru –pensó Inuyasha al escuchar la pequeña conversación, mientras que yo pensaba...
    - Sesshoumaru es tan lindo, estoy segura de que jamás me hubiera dicho algo cómo lo que me dijo el estúpido de Inuyasha –sin darme cuenta de nuevo otra lágrima salía de mis ojos.
    - Está llorando –él se disponía a salir y había volteado a verme.

    Cuando sentí esa lágrima la sequé rápidamente...

    - Oye... ¿no piensas salir? –se aventuró a hablarme, el silencio reinó por un rato, yo no contesté a su pregunta.
    - Es un idiota... ¿espera que le responda si no se está disculpando?
    - Soy un estúpido, debo pedirle una disculpa no preguntarle tonterías. El receso dura poco, y mira –dice asomándose a la ventana-. Sango se ve muy triste, es seguro que no está acostumbrada a estar sin ti.
    - Vete de una vez, no te robaré nada.

    Él se sacó de sí por mi comentario...

    - ¿Qué quisiste decir?
    - Estás insistiendo mucho para que salga del salón. ¿Acaso tienes miedo de que te robe algo?
    - ¿Qué? – murmuró bajito...

    Me puse de pie y me dirigí a la ventana...

    - No soy una chica de “clase” y es posible que en tu mochila tengas cosas valiosas que yo pueda robarte, ¿es eso lo que cuidas?

    Él no respondió, permanecía en silencio...

    - Soy un idiota...

    En eso vi por la ventana algo que no me agradó en lo absoluto.

    - ¡¡¡Eres un imbécil!!! –gritaba Hakudoshi a Sesshoumaru.
    - ¡¡¡Y tú un niñato!!! –le respondía este.
    - ¡¡¡Te crees demasiado y no eres nada!!!
    - Yo me creo lo que soy y no me preocupo por las demás personas, el fijarse en otros es darle mucha importancia, lo cual te agradezco.
    - ¡¡¡Maldito!!!
    Yo conocía a Hakudoshi, si alguien no le agradaba, le haría la vida de cuadritos.

    - Inuyasha... – me dirigí a él asustada.
    - Me habló por mi nombre... eso quiere decir que ya no está molesta. ¿Qué pasa?
    - Van a golpear a tu hermano...
    - ¿Ha? – exclamó con un tono incrédulo y por un momento pensé que preocupado, se asomó a la ventana.

    Observó lo que ocurría.
    - Enano... ¿crees que podrás conmigo? –le decía Sesshoumaru a Hakudoshi.
    - No juzgues a nadie por su apariencia... quizá seas más alto que yo, y te veas más robusto, pero no sabes de lo que puedo ser capaz.

    Después de ver un momento…
    - No me importa –dijo para mi asombro-. Ese enano no podrá hacerle nada a Sesshoumaru. Por mí que lo maten... –se acomodó de espaldas a la ventana.
    - No sé qué clase de persona eres –le dije y salí corriendo del salón.
    - ¿A dónde pensará ir? –se preguntó.
    - No... Hakudoshi es muy fuerte, podría lastimarlo. Resiste un poco Sesshoumaru, voy a ayudarte –yo corría a lo más que me daban las piernas.

    Al pasar por la dirección…

    - ¿Ahome qué pasa? –me preguntó Sango-. ¿A dónde vas tan a prisa?
    - ¡¡¡Sesshoumaru y Hakudoshi se están peleando!!!
    - ¡¡¡Qué!!! -dijo y corrió tras de mí.

    Mientras Inuyasha observaba divertido desde la ventana.

    Sesshoumaru llevaba la ventaja pero...

    - No lo haces nada mal –le dijo suave Hakudoshi, limpiándose un hilo de sangre que escurría de su nariz–. ¡¡¡Pero no te comparas conmigo!!! –gritó yéndose encima de Sesshoumaru, asestándole un puñetazo que abarcó casi todo su rostro.

    Inuyasha se asombró.

    - ¡¡Maldición!! ¿Cómo pudo golpear a Sesshoumaru? –dijo despacio allá arriba, ahora sí estaba preocupado, iba a bajar cuando...
    - ¡¡¡Hakudoshi!!! –le grité.
    - ¿Tú?... – murmuró Sesshoumaru tratando de levantarse.
    - Maldito Hakudoshi, no te perdonaré que lo hayas lastimado.

    Sango ayudaba a Sesshoumaru a levantarse...

    - Ahome... ¿pero qué pensará hacer? –se decía Inuyasha.

    Yo, estaba que no me calentaba ni el sol.

    - Te crees demasiado, pero comparado conmigo eres un completo inútil.
    - Miren nada más, la machorra quiere pelear conmigo.
    - Me importa un miserable cacahuate lo que pienses de mí, estúpido. ¡¡No te perdonaré jamás!! –diciendo esto me le fui encima con algo que parecía un puñetazo, sin embargo rápidamente y sin que Hakudoshi lo notara cambié el puñetazo por una patada.

    Toda la tibia la estrellé contra su rostro y lo hice caer, y no nada más al suelo, sino casi volar, hasta que se estrelló contra un árbol. Algunos de sus amigos fueron a levantarlo.

    - Me las pagarás... –murmuró con dificultad.
    Sus amigos se lo llevaron.
    - Asombroso... –susurraba Inuyasha-. No es una chica cualquiera.
    - ¡¡Bravo Amiga!! –gritaba Sango-. Lo hiciste súper bien.
    - Perdona si no te doy las gracias –se acercó a mí Sesshoumaru-. Pero...
    - Lo sé... –interrumpí-. Perdóname por haberme metido en tu pelea, pero no podía permitir que Hakudoshi te hiciera daño.

    Ante mi última frase, Sesshoumaru se me acercó al rostro.

    - ¿Y eso por qué? –cuando preguntó eso, vi el rostro de Sango y...
    - Ah… porque, porque te pareces a uno de mis hermanos. Aparte me caes muy bien, es por eso. Porque te veo como a mi hermano Souta. Él es mayor que yo, y siempre me cuidaba de niña... y tú te pareces a él, es por eso que quiero cuidarte yo como si fuera tu hermana mayor.

    Eso ni Sango me lo creyó...

    - Es... ¿por eso? –preguntó incrédulo.
    - Así es. Por cierto, me llamo Ahome.

    Una vez dicho eso, me fui corriendo.

    - Qué chica... –murmuró.
    - ¿Te gusta Ahome? –le preguntó Sango.
    - Como no tienes idea...

    Al entrar al salón...

    - Eres muy fuerte –me dijo Inuyasha.
    - Gracias.
    - ¿Es verdad la razón que le diste a Sesshoumaru de por qué lo defendiste?
    - Si.
    - Oye... si eres tan fuerte ¿por qué no me golpeaste así hace rato?
    - Buena pregunta... –era verdad, ¿por qué no lo hice así? pude haberle roto media vida pero no lo hice ¿por qué?. No lo sabía. Sólo le di un par de bofetadas porque me sentía indignada, pero cuál fue la razón por la que no lo golpee más fuerte. Él dijo una posible razón, la cual obvio no fue acertada para mí.
    - ¿O es que acaso te gusto y no quieres lastimarme? –me dijo con una sonrisa coqueta como la que Sesshoumaru me regaló el día que lo conocí.
    - ¡¡¡¡Estás demente!!!! –le grité sin poder evitar que mis colores me traicionaran.
    - Tranquila... era sólo una broma.
    - ¡¡¡Pues tus bromas no me agradan en lo más mínimo!!!
    - Eres una amargada ¿lo sabías?
    - ¡Qué! ¡¡Ahora resulta que la amargada soy yo!!
    - Pues claro, por eso tienes tantas arrugas a tan temprana edad...
    - ¡¡Eres un idiota!! –diciendo esto comencé a correr tras él y él comenzó a huir.
    - Jajaja ¡¡alcánzame si puedes amargada!!

    Corrí tras él por toda la escuela, y en una de mis carreras...

    - HAAAAAAAAAAAAAAY –la pobre de Kikyou había caído, ya estaba en el suelo.
    - Discúlpame por favor –le dije preocupada por ella.
    - Me ha dolido mucho.... –dijo y me extendió la mano para que la ayudase a pararse.
    - De verdad lo siento –le dije mientras la levantaba.
    - ¿Por qué corrías tras Inuyasha?
    - ¡Porque es un tonto! ¡¡Un maldito!! ¡¡¡Haaaay me las pagará!!! –diciendo esto la dejé ahí parada y seguí a buscar a Inuyasha...
    - Jajaja, cómo me gustaría ser como ella –dijo divertida y siguió su camino.

    Yo seguía buscando a Inuyasha, y para su desgracia lo encontré en su escondite. El baño de chicos...

    - ¡Sal de ahí engendro! –le gritaba desde fuera.
    - Entra tú por mí si te atreves –me retó desde el fondo del baño.
    - No me retes Inuyasha...
    - Jajajaja, ¿la amargada se va a enojar?
    - Tú lo has pedido...

    Comencé a caminar hacia dentro del baño.

    - Hay no... –dijo y tragó saliva.
    - Hay sí...

    Se escuchaban murmullos que decían “Hay preciosa, ¿quieres verme? pasa” o si no “deja a ese anciano (por el color de su cabello) y ven conmigo” Pero no escuché a ninguno y una vez tuve acorralado a Inuyasha…

    - Esto sólo te dolerá un momento.
    - Glup...

    Afuera del baño sólo se oían gritos de él y se veían a varios chicos salir corriendo murmurando “Está loca” “Es verdad vámonos de aquí antes de que nos mate”

    Después de unos cinco o diez minutos...

    - Listo... – iba saliendo del baño palmeando mis manos como sacudiéndolas...
    - O el golpe de Hakudoshi me dejó loco, ¿o estás saliendo del baño de hombres? –me dijo Sesshoumaru, quien se dirigía al baño.

    Le sonreí...

    - Tenía un asuntito que arreglar aquí adentro –le dije y me fui.
    - ¿Qué habrá hecho ahí dentro? –un par de segundos después su pregunta tuvo respuesta.

    Caminaba apoyado de las paredes del baño Inuyasha.

    - Hay.... hayayai... llamen a la cruz roja, a la cruz verde, al cero sesenta, haaaaaa –cae al suelo con unos espirales en vez de ojos– al novecientos once, haaa... a la sociedad protectora de animales.
    - ¿Qué rayos te pasó? –le dijo Sesshoumaru agachándose para verlo.
    - Mi cabello, mi cabello... mi estomago, mi espalda.... haaa haaaa haaaa.... mi cabeza.
    - Ya sé qué hacía Ahome en el baño de hombres.
    - Mátame... mátame niña... haaaa haaaa....
    - Jajaja... así que también a ti te gusta Ahome, lo siento hermano, pero yo la vi primero y esta vez… no te la voy a dejar.
     
  11.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    hola
    jajajajjajajajjajajajajaja me has tenido riendome un buen
    rato que hasta me duele el estomago,jajajajaja
    bueno para desirte que me ha fasinado,mas en como aome
    trata a los hombres [ se parese a mi¬¬] , me gustaaria que se quedara con
    sesshy, pero bueno espero pronto tu continuacion..
    jajajaja besos..jajaja sesshogriss.
     
  12.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    El comienzo de mi llanto...
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Hola, les traigo la conti. Juro que vi otro post, seguro lo borraron. Gracias por leer, no recuerdo cual era el nick.

    SESSHOGRISS -Me alegra que te guste y te divierta, esa es la idea n . n no hacerlo todo monótono lleno de angustia y llanto, también debe haber diversión en dosis graduadas n . n

    Va el otro cap.

    ----------------------------------------------------------

    CAPÍTULO 6:
    PALABRAS QUE EL VIENTO SE HA DE LLEVAR...



    Al siguiente día como todos, yo esperaba a Sango en la esquina… sin embargo no pasó.

    - ¿Acaso faltará de nuevo a la escuela? –pensabadespistadamente, veo mi reloj-. AAAAAAAAAAAAAY ¡no puede ser! ¡¡Es muy tarde!! ¡¡¡Las ocho!!! ¡¡¡¡Me van a dejar afuera!!!! –comencé a correr lo más que pude hasta llegar a la escuela, sin embargo…
    - Lo siento Higurashi…
    - ¡¡¡Por favor Yura!!! Déjame pasar –le rogaba detrás del portón-. Y no me digas Higurashi, nos llevamos demasiado bien como para que me llames así… -Yura Zakasagami era la conserje de la escuela, Sango y yo nos llevábamos bien con ella.
    - Barbera, dame una buena excusa por la que hayas llegado tarde.
    - Esperaba a Sango…
    - Mentirosa, Sango llegó hace media hora.
    - ¿Qué? –no podía creerlo, yo salí de mi casa a las 7 y me quedé a esperarla como siempre en la esquina y no la vi pasar. ¿Acaso Sango evitaría pasar por ahí y se fue por otro lugar?
    - Te dejaré pasar, pero trata de que no te vea ninguno de los maestros, ve directo a tu salón, el profesor Toutosai aun no llega y creo que todos los chicos y chicas de tu salón andan afuera.
    - Gracias Yura… -entré sin ser vista, y sí… en efecto, Sango estaba ahí y se veía seria, me le acerqué-. Sango, ¿Por qué no pasaste por la calle principal? Estuve esperándote…
    - Lo sé, te vi… -me dijo triste y sin verme a la cara.
    - ¿Qué pasa Sango?
    - Ayer… hablé con Sesshoumaru -cuando dijo su nombre mi corazón empezó a latir muy fuerte.
    - ¿Y qué pasó? –le dije temiendo cualquier respuesta.
    - ¡¡Pasó algo estúpido!! –me dijo alzándome la voz, yo la vi con esa mirada que entre nosotras significaba… “todo está bien, confía en mí… dime qué te pasa” y ella me dijo-. Él me dijo que le gustas… que le gustas mucho y que lo ayude a andar contigo.
    - Sango…
    - Ahome… tienes que decirle que no lo quieres, por favor Ahome, ¡¡me gusta!! ¡¡Me gusta mucho!! ¡¡Por favor Ahome!! –dijo y me abrazó por la cintura, ya que ella estaba sentada en la silla y yo de pie junto a ella.

    Inuyasha acababa de entrar al salón, venía de algún lugar, pero no sabía de dónde, y no me interesaba.

    - ¿Qué le pasa? –preguntó.
    - Nada que te importe –le dije.
    - ¡¡¡Inuyasha!!! –le gritó Sango- ¡¡Dile por favor que no!! ¡¡Dile que le diga a Sesshoumaru que no lo quiere!! ¡¡Por favor!! ¡¡¡Yo lo quiero Ahome!!! ¡¡Me gusta mucho!!

    Inuyasha se quedó de piedra...

    - ¡¡¿Qué cosa?!!
    - Sango. No seas tontita –le dije-. A mí no me interesa Sesshoumaru, te lo dije.
    - Pero tú a él sí. Él me lo dijo.
    - Sólo porque yo le guste no quiere decir que estaremos juntos. Además Sango, recuerda que tengo novio.
    - ¿Tienes novio? – preguntó Inuyasha en un tono que en ese momento desconocí.
    - Sí -le dije fingiendo que no me importaba si a él le interesaba o no mi vida.
    - Ahome... –susurró Sango.
    - Te prometo que no tendré nada con Sesshoumaru ¿eso te basta? –le dije sonriéndole. No sé de donde saqué la fuerza para sonreír al decir esas palabras que para mí eran un martirio. Cuatro días, cuatro días de conocer a Sesshoumaru y ya mi corazón no dejaba de decir en cada latido su nombre.

    Las clases pasaron normales, Inuyasha permanecía serio...

    - Vaya chica, le prometió a Sango que no se acercaría a mi hermano. Si no le interesa lo entiendo, pero si ella sí está interesada en mi hermano... es una gran amiga. Maldito Sesshoumaru... –pensaba.

    Inuyasha recordaba cosas, cosas que yo no sabía y que ignoraría mucho tiempo.

    - ¡¡No te muevas tanto!! –le decía Sesshoumaru.
    - Déjame tranquilo, yo no te dije que me curaras, además son sólo unos rasguños –respondía tajante Inuyasha.
    - Si por mí fuera te dejo así pero no quiero que se te infecten y te de gangrena y apestes toda la casa.
    - Eres un estúpido...
    - Además si te cortan algo jeje, la lucha por la causante de estos rasguños no tendría caso.
    - ¿Qué quieres decir?
    - No te hagas, te gusta Ahome... y no te culpo, a mí me gustó desde el primer momento en que la vi.
    - Sesshoumaru, sinceramente, a mí ni me va ni me viene lo que esa chica te parezca.
    - Pues entonces te aseguro que voy a andar con ella…
    - Ya te dije… haz lo que quieras.
    - Hay hermanito… siempre has tenido la mala suerte de que todas las chicas te gustan se fijan en mí primero jajajaja.
    - ¡¡Eso no es verdad!!
    - ¿Entonces por qué te molesta tanto?
    - ¡¡Cállate niño de mami!!
    - Si no me crees le hablamos a Inumaru.
    - Como ya no tienes argumento te respaldarás detrás de ese enano.
    - ¡¡Inumaru!!
    - ¿Qué pasa? –llega con ellos un niño de unos ocho años, muy parecido a Sesshoumaru en el cuerpo y el cabello como el de Inuyasha, pero a diferencia de ellos, tenía los ojos cafés y el cabello color negro.
    - Haber hermanito, dime… ¿por quién te preguntaba mucho Tsubaki?
    - Por ti… yo creía que era tu novia.
    - ¿Y Kaguya?
    - También por ti… pero luego anduvo con Inuyasha.
    - ¿Lo vez Inuyasha?

    Los pensamientos de Inuyasha fueron interrumpidos por…

    - ¿Entonces? ¿Sí Inuyasha? –se dirigía a él el profesor Toutosai.
    - ¿He? ¿Qué? –dijo despistado, pues no sabía que es lo que el profesor le pregunto.
    - Sólo di que sí o si no te irá mal por no prestar atención –le dije bajito…
    - ¿Sí o no? –volvió a preguntar el maestro.
    - Sí, claro que sí –cuando él dijo eso yo me reí muy bajo, pero me escuchó-. ¿De qué te ríes? –me dijo muy quedo…
    - De nada, luego lo sabrás.
    - ¿Qué me preguntaba el maestro?
    - Nada importante. Hiciste bien…
    - ¿Por qué será que tu tono de voz no me agrada en lo más mínimo?

    Después de media hora…

    - Bueno, vayan al patio B de la escuela, claro, antes todos a cambiarse la clase de deportes va a empezar.

    Todos comenzamos a salir…

    - ¡Capitán! -gritó Miroku corriendo tras Inuyasha.

    Yo me reía….

    - ¿De qué te ríes? –me preguntó Sango.
    - No tiene ni idea de lo que hizo jajajaja.
    - ¡Capitán le estoy hablando! –seguía diciendo Miroku hasta que lo alcanzó y lo tomó del brazo-. Capitán aquí está el balón.
    - Díganos la estrategia capitán… -le dice de mala gana Onigumo…
    - ¿Qué cosa? –Inuyasha estaba confundido.
    - Capitán… -me le acerqué-. Sango y yo animaremos a su equipo con mucho entusiasmo –le sonreí.
    - ¡¡¿Qué rayos les pasa?!! –Inuyasha ya se había desesperado.

    No entendía ni media palabra. Onigumo se lleva a los chicos que iban a jugar soccer.

    - ¿Ahome qué me hiciste hacer?
    - Enseguida te explico –le dije-. Miroku por favor acompaña a Sango un momento –le guiñé el ojo.
    - Claro que sí Ahome –me dijo.
    - Ahome miserable, cómo se te ocurre dejarme con este mañoso –pensaba Sango.
    - Ahome, si supieras que la que me interesa eres tú –pensaba Miroku.

    Me llevé a Inuyasha atrás de uno de los salones.

    - Muy bien, ya dime qué es lo que pasa.
    - Bien… te diré lo que pasó desde que el profesor se paró al frente.


    Comencé a narrarle.

    - Alumnos… la próxima semana, jugaremos un partido de soccer en contra de los alumnos de la secundaria de Jubangay. Son unos rivales muy fuertes y nuestro equipo es un poco despistado –hablaba el maestro.
    - ¿Es un equipo por escuela? –preguntó Ayame.
    - No, los tres grados, A, B y C, de nuestra escuela, contra los tres grados A, B y C, de la escuela Jubangay.
    - Nos van a humillar –dijo Sango.
    - ¿No hay manera de que por lo menos ese día, nuestro equipo se discipline?
    - No lo sé Kagura, ¿alguna idea?

    Yo levanté la mano…

    - ¿Higurashi?
    - Propongo que nombren a un capitán para el equipo, nuestro equipo juega sólo por deporte, y no está acostumbrado a competir, por eso es que no hay un capitán, si se nombra a uno, este puede entrenar al equipo por lo menos un poco, hasta que llegue el día del enfrentamiento.
    - Muy bien pensado Higurashi…
    - ¿Pero quien será el capitán? –preguntó Miroku.
    - Humildemente me ofrezco a entrenar al equipo –dijo Onigumo levantándose de la silla.
    - Yo creo que no hermano, tú no puedes entrenar ni a las pulgas de tu cama.
    - ¡¡¡Kagura!!!
    - Silencio –habló de nuevo el maestro y todos se callan–. Onigumo, no eres muy aplicado en tus estudios, no creo que merezcas el honor de ser el capitán.
    - Pero profesor…
    - Además, tu diriges el equipo de balón cesto, no puedes tener otra responsabilidad.
    - Pero nadie más se ofrece…
    - Es verdad… ¿alguien que se ofrezca? –nadie decía nada–. Si no se quieren ofrecer, por lo menos nombren a alguien que ustedes crean puede ser el capitán.

    Enseguida pensé en Inuyasha pero no me atreví a proponerlo, sin embargo, no fui la única que lo pensó…
    - Yo propongo a Inuyasha como capitán –dijo Kirara.
    - ¡¡¿Qué?!! –Onigumo no quería.
    - Bueno… siendo así, para no negárselo del todo a Onigumo, hagámoslo por voto. ¡¡Levanten la mano quienes quieran que Onigumo sea el capitán!! –sólo Onigumo alzó su mano-. Ahora los que quieran que sea Inuyasha –todo el salón levantó la mano, yo incluida, y claro que Onigumo no lo hizo–. Está decidido, Inuyasha será el capitán del equipo.
    - Primero hay que ver si el señorito quiere, porque no nos ha hecho el más mínimo caso –dijo Onigumo.

    El profesor ve a Inuyasha…

    - Alumno Taisho… ¿será el capitán?

    Inuyasha no respondía...

    - ¡¡¿Entonces?!! –dice en un tono más alto-. ¿Sí Inuyasha?
    - ¿He? ¿Qué?
    - Sólo di que sí o si no te irá mal por no prestar atención…
    - ¿Sí o no?
    - Sí, claro que sí.

    - Y eso fue lo que pasó –terminé de contarle.
    - ¡¡En qué lío me metiste!! –me dijo y comenzó a caminar.
    - Espera ¿a dónde vas? –le dije y me le paré enfrente.
    - ¿Cómo que a dónde? A decirle al profesor que no quiero ser el capitán.
    - ¡¡No por favor!! –le dije tomando su camisa con mis puños, haciendo que él se inclinara cerca de mi rostro.
    - Pe… pero qué haces –me dijo un tanto sonrojado, aunque en ese momento no presté atención, no me importaba.
    - Por favor Inuyasha, tienes que entrenarlos. Cuando ibas a venir a esta escuela, todos decían que eras genial jugando soccer, por favor, ¡¡no me hagas esto!! –le decía suplicante.
    - ¿Pero qué te pasa? No te estoy haciendo nada.
    - ¡¡Por favor Inuyasha!!
    - ¿Que tan importante es para ti que yo sea el capitán?
    - En la escuela Jubangay, en el equipo de segundo grado B, hay un chico llamado Houjo al que quiero que venzas.
    - ¿Qué?
    - Por favor, sólo no renuncies al cargo, te lo ruego.
    - No te entiendo ni media palabra.
    - Por favor no…

    En ese momento él vio hacia un lugar y sonrió e hizo un asentimiento con la cabeza, voltee a ver que veía pero no había nadie.

    - Me tengo que ir –dijo.
    - Por favor, dime que no renunciarás al cargo.
    - Tengo que irme…
    - No te dejaré ir si no me prometes que no renunciarás.
    - Está bien, prometo no renunciar al cargo ¿contenta? –me dijo en un tono molesto-. Ahora déjame ir.
    - Sí… -respondí un tanto triste-. Gracias.

    Inuyasha se fue.

    Mientras tanto pasaba algo extraño, que también como casi todo lo que en esa semana había estado pasando a mí alrededor yo ignoraba.

    - ¿Te gusta mucho Ahome cierto? –le preguntaba Sango a Miroku.
    - ¿Qué? Yo… este…
    - Yo puedo ayudarte a andar con ella.
    - ¿De verdad? Pero…
    - ¿Qué pasa?
    - Yo creía que a Sango le gustaba… bueno, creo que me equivoqué. Aunque… es muy linda, me gusta mucho, pero yo a… yo… bueno, será mejor que no diga o piense cosas de las que me puedo arrepentir después.
    - Lo único que tienes que hacer es no despegarte de ella. Debes evitar a toda costa que ella y Sesshoumaru estén juntos.
    - ¿Escuché mi nombre? –dijo una voz letal.
    - Ha hola Sesshoumaru. ¿Buscabas a Ahome? Ella se fue con Inuyasha.
    - ¡¿Qué?! –dijo sorprendido y pensó-. Maldito perro –para luego decir-. No Sango. No buscaba a Ahome, te buscaba a ti.
    - ¿Ha sí? Y para qué soy buena.
    - Necesito que me digas qué cosas le gustan a Ahome.
    - Ha… era para eso –dijo sin mucho ánimo–. Pero estaré cerca de él. No importa.
    - ¿Vienes conmigo?
    - ¡¡Claro!!

    Yo había escuchado esto último ya que iba llegando, ella y Sesshoumaru iban juntos a alguna parte de la escuela. Ellos dos… solos.

    También vi algo que me agradó…

    - A Sango le gusta ese tipejo… -decía Miroku apuñando las manos con fuerza-. ¿Pero por qué? Que tiene ese tipo para gustarle a…
    - ¡¡¡Hola!!! ¿Estás celoso? –le grité.
    - ¿Qué? –me dijo nervioso.
    - Estás celoso de que Sango esté con Sesshoumaru ¿cierto?
    - Pu… pues…
    - Lo sabía.
    - No, no es eso, es que ese tipo no sé que tiene, todas las chicas de la escuela mueren por él… ¿qué tiene él que no tenga yo?.
    - Pues… tiene unos ojos de un color muy singular, oro líquido, el cabello plateado… se ve tan suave, tan sedoso, son hilos de seda. Su forma me encanta, no sé si es lacio u ondulado, su manera de ser tan desenfrenada…

    Miroku tenía cara de… Ò.ó?

    - ¿Qué dijiste de su cabello? –preguntó.
    - ¿He? ¿Qué? ¿Dijiste algo? –yo estaba en la luna.
    - No nada… Dijo ojos ámbar… sí, ok. Dijo cabello plateado, vale, pero… ¿que no sabe si es ondulado o lacio? El cabello de Sesshoumaru parece que alguien se lo jalara al suelo, es lacio, lacio, lacio. Eso no pasa, manera desenfrenada de ser… no sé, no sé… a ese no lo conozco bien, pero más bien la descripción que ella me dio se parece más a la de Inuyasha, que a la de Sesshoumaru.

    Ya en la cancha que nos había indicado el profesor…

    - Según el sorteo, hoy competiremos con el segundo grado B. Chicas, ya saben… ¡¡hay que animar al equipo!! –al parecer el pobre y anciano maestro Toutosai estaba muy animado.
    - ¡¡Vamos chicas!! –grité.

    Sango y yo éramos porristas, por obligación pero lo éramos, durante todo el partido estuvimos animando al equipo.

    Yo me quedé fascinada con la manera de jugar de Inuyasha… era simple y sencillamente genial, a mí no me gustaba el soccer, jugarlo, pero verlo sí, y sobre todo si lo jugaban tan bien como él.

    Era el descanso de los equipos…

    Inuyasha por alguna razón después de no querer estaba tomando muy en serio su papel de capitán.

    - Muy bien, ya saben entonces cómo vamos a actuar. Miroku, tú llevarás el balón y harás que te sigan, ustedes tratarán de bloquear a los jugadores de defensa, después Miroku hará un pase que parezca que va hacia Jinenji, pero luego yo lo tomaré para anotar… ¿entendido?
    - ¡¡¡¡¡ENTENDIDO!!!!! –respondieron todos.

    Sango, yo, Kagura, Ayame y Kirara nos fuimos a sentar a las bancas… luego llegaron Kikyou, Kouchou y Azuka, por alguna razón extraña esas chicas nos seguían mucho, y como ya había dicho antes, Kikyou no era del agrado de todas… más bien, de nadie.

    - ¡¡Hola chicas!!
    - Hola Kikyou –fui la única que le respondió.
    - Cielos… ¿vieron cómo juegan los nuevos? –dijo Azuka.
    - Sesshoumaru parece un ángel en la cancha –habló embelesada Kouchou.
    - Pero Inuyasha lo hace mejor –dijo Kikyou.
    - Kouchou, ¿acaso te gusta Sesshoumaru? –preguntó Kagura.
    - Mucho, pero sé que jamás se fijaría en mí –le respondió.
    - ¿A ustedes no les gustó alguno de ellos? –preguntó Kikyou.
    - A mí ninguno, sigo esperando a mi príncipe azul –dice Ayame suspirando haciendo que todas nos riamos de ella–. No se burlen, algún día llegará.
    - Sí, sí… de sueños también se vive jajaja –le dije.
    - A mí siempre me ha gustado Sesshoumaru, desde que éramos niños –dijo Kagura.
    - Se te nota jajaja –burló Azuka.
    - Pues… a mí se me hace simpático Inuyasha, Sesshoumaru como que es muy serio pero aun así, no me gusta ninguno –dijo Kirara.
    - A mí me gustó mucho Sesshoumaru –dijo Sango.
    - ¿Y a ti Ahome? –preguntó Kikyou.
    - Pues… también Sesshoumaru.
    - Ahome… -me dijo Sango-. Tú me dijiste que…
    - Tranquila, recuerda que tú y yo siempre hemos tenido los mismos gustos, él me gusta, pero sólo eso, y con un gusto no se llega a ningún lado.
    - Sí es verdad jajaja.
    - Pues… a mí no me gustó ninguno –dijo Azuka-. Inuyasha cómo dice Kirara está simpático pero… no, no es mi tipo de chico.
    - Pues a mí me gusta Inuyasha –dijo Kikyou para mi sorpresa.
    - ¡¡¿QUÉ?!! –grité.
    - ¡¡¿TE GUSTA INUYASHA?!! –gritó Sango.
    - Sí, ¿por qué? ¿Tiene algo de malo?
    - Qué gustos te cargas he –le dije.
    - ¿Por qué lo dices?
    - Inuyasha está para el perro –hablé en tono burlón.
    - Qué mala eres.

    Todas nos reímos de ese comentario…

    - No digas esa clase de cosas, es lindo, es guapo, y además tierno y cariñoso –Kikyou me había sorprendido con ese comentario.
    - Hay Dios… mira nada más cómo hablas de él, pareciera que lo conoces mucho –le dijo Sango.
    - Apenas estoy empezando a conocerlo, y eso es lo que he visto de él.
    - ¿Es cariñoso contigo? –le pregunté sin fijarme en el tono de mi pregunta.


    Kikyou sólo me sonrió…

    - Supongo que eso que dijiste de él, es sólo porque te cae mal, pero es muy guapo.
    - Además recuerda que las palabras se las lleva el viento, quizá algún día te llegue a gustar –me dijo Azuka.

    No le respondí, sólo me reí.

    Minutos después sonó el silbato que llamaba a las porristas para seguir, pues el juego comenzaba de nuevo.

    El equipo de Inuyasha ganó…

    Luego siguieron jugando pero ya por jugar, el importante ya había sido ganado, y cómo el juego que seguía ya no importaba tanto… Inuyasha dejó de hacerlo en serio, sólo corría tras la pelota. Por un momento lo vi gracioso, se me figuró que era un cachorro que iba por su pelota.

    - Chicas… -dije.
    - Sí… -Sango fue la primera en prestarme atención.
    - ¿Qué pasa Ahome? –dijo Kirara.
    - Echémosle una porra a Inuyasha –les dije.
    - ¿De qué tipo? –preguntó Kagura.

    Les dije al oído. Luego…

    - ¡¡DENME UNA S!!
    - ¡¡ESE!!
    - ¡¡DENME UNA A!!
    - ¡¡A!!
    - ¡¡DENME UNA Q!!
    - ¡¡CU!!
    - ¡¡DENME UNA U!!
    - ¡¡U!!
    - ¡¡DENME UNA E!!
    - ¡¡E!!
    - ¡¡DENME UNA N!!
    - ¡¡ENE!!
    - ¡¡DENME OTRA A!!
    - ¡¡A!!
    - ¡¡DENME UNA I!!!!
    - ¡¡I!!
    - ¡¡DENME OTRA N!!
    - ¡¡ENE!!
    - ¡¡DENME OTRA U!!
    - ¡¡U!!
    - ¡¡DENME UNA Y!!!!
    - ¡¡YE!!
    - ¡¡DENME OTRA A!!!!
    - ¡¡A!!
    - ¡¡DENME OTRA S!!
    - ¡¡ESE!!
    - ¡¡DAME UNA H!!
    - ¡¡ACHE!!
    - ¡¡DENME OTRA A!!
    - ¡¡A!!
    - ¡¡¡¡CÓMO DICE!!!!
    - ¡¡¡¡SAQUEN A INUYASHA!!!!

    Todas comenzamos a reír.

    - ¡Malditas porristas! –dijo enfurruñado haciendo que todas nosotras nos retorciéramos de la risa.

    Ése día fue muy divertido, sin embargo, algo me dijeron a lo que no di importancia en ese momento, pero que era muy, muy cierto.


    Las palabras… se las lleva el viento.


    ----------------------------------------------

    Espero les gustara. Hasta pronto.
     
  13.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    gomen por desaparecer
    tenia examenes y una carrera de 5km
    (que de en el lugar 20 de 400 alumnos)
    me encanto la porra
    ¡¡saquen a Inuyasha!!
    se lo merece por grosero.
     
  14.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

    Piscis
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    hola de nuevo
    oh my god!!!! me caigo de la risa....es tan divertido...
    y mas con los cuadros de amor no correspondidos...jajajaja
    bueno me pregunto por que no a salido naraku?..bueno me encanto este capitulo
    asi que esperare con ansias el proximo... es tan FUN!!!
    nos vemos luego...jajajaja
    besosss. seshogrisss
    p.d. jajajaa no aguanto el dolor de estomago de tanto reirme....:P
     
  15.  
    LadyWitheRose

    LadyWitheRose Usuario común

    Acuario
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    Re: El comienzo de mi llanto...

    hola hola..^.^
    muy buena la kontinuacion jejeje
    me gusto la porra esta toda genial..xD
    ademas Kagome dijo que le gustaba Sesshomaru...esperemos ver mas de
    esta fenomenal parejita..xD
     
  16.  
    Pan-chan

    Pan-chan Fanático

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Acabo de leerme tu fic entero, me ha gustado mucho, una trama totalmente diferente a la sinfonía del vampiro, algo más casual y que muchas de nosotras soñaríamos con vivir en nuestras escuelas XD.

    Dos cosas que me sorprendieron un poco, Kirara es humana!! y Kagome era novia de Naraku???XD vaya me pregunto como se verá O.o...La personalidad de Sesshomaru es un poco distinta pero sigue manteniendo esa mirada seria e impactante que derrite a cualquiera, se ha enamorado a primera vista de Kagome y ella de él :P

    Lo malo es que Sango está siendo muy egoísta, entiendo que le guste el mismo chico que a su amiga pero si sabe que Sesshomaru no siente nada por ella debería rendirse y permitir que Kagome sea feliz ._.
    En fin, de ahora en adelante tendrás a otra seguidora posteando ;) nos vemos!!
     
  17.  
    eva maria

    eva maria Usuario común

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    Re: El comienzo de mi llanto...

    Holaaa

    wuaaaa que biennn lo vas a continuar nuevamente *o*.
    Este era y es uno de mis favoritos *o*
    Que bien volverlo a leer, hacia tiempo que estaba deseosa de seguir leyendo este fics ^o^
    jejeje me tendras ahora seguida aqui xD
    Y haber que pasara ahora (Aunque bueno ya lo se xD pero bueno xD para recordar la mente xD)
    Bueno me voy ya, estare esperando la conti con entusiasmo *o^

    Chaooo ^^
     
  18.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

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    El comienzo de mi llanto...
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    6184
    Re: El comienzo de mi llanto...

    Hola, disculpen la demora. Aquí traigo el capítulo siete. El capítulo VII de "La Sinfonía del Vampiro" tal vez lo suba pasado mañana, aun no está listo.

    LobAnine - Esta vez sí vi tu comentario, aunque nuevamente lo borraron. No sé por qué. Gracias por leer el fic, espero puedas venir a leer la conti.

    Izayoi sama - No hay cuidado, gracias por leer el fic y por tomarte la molestia de postear. Felicidades, fue muy buen lugar.

    SESSHOGRISS - Me alegra que te guste, hay cuadros de drama también que pronto vendrán, por lo pronto es bueno reir no? jeje, Naraku aun no sale porque él vive en Osaka, no en Tokio, pronto lo verás jeje.

    LadyJazminar - Pronto verás más de la parejita jeje, espero te guste. Gracias por tu post, me da gusto saber que te gusta.

    Pan-chan - Mil gracias por leerlo también. Sip, es totalmente opuesto al otro pero cada uno tiene lo suyo jeje, me alegra que te gustara, y sip, kirara es niña, te subo una imagen de la kirara que inventé. En cuanto a Sessho, pasará pronto algo que hace que su personalidad sea como la del anime, no suelo quitar la escencia del personaje, pero ya verás de qué manera. Hay, son taaan mala.

    eva maria - que alegría verte por aquí, me alegra que te agrade tanto el fic como para volver a leerlo, esta vez sí lo termino.

    hikari sama- no estoy segura si fue aquí o en el otro que te vi, pero me alegra volver a verte. Te mando un pm pronto.




    --------------------------------------------------------------------
    CAPÍTULO 7:
    UNA PRUEBA QUE NO ES PRESISAMENTE MATEMÁTICAS...

    El día se fue, la noche cayó, aun no llegaba el amanecer…

    - Hija, hija levántate –decía mi madre moviéndome ligeramente.
    - Mamá... déjame dormir –lentamente me incorporo a ver el reloj-. ¡Hay no mamá! Apenas son las cuatro y media, cómo me despiertas tan temprano –le dije y sumí mi rostro en la almohada.
    - No me puedo ir sin despedirme de ti...

    Cuando mi mamá dijo eso me incorporé enseguida.

    - ¡¿Irte?! ¡¿A dónde?!
    - A Osaka.
    - Vas a ver a Souta de nuevo –le dije tristemente.
    - No hija, bien sabes que no es por eso.

    Con lágrimas que amenazaban con deslizarse por mis mejillas le respondí.

    - Lo sé mamá, pero prefiero pensar que es porque quieres estar con Souta, a pensar que te vas por tu enfermedad en el corazón y por tus dolores en la pierna.

    Mi mamá padecía del corazón, desde que empecé la secundaria viajaba constantemente a Osaka a ver a un especialista, en uno de sus viajes, justo cuando nació Shipou el hijo de mi hermano Jou, sufrió una caída que le provocaba incesantes dolores en la pierna.

    - ¿Estarás bien hija?
    - Sí mamá, yo me quedaré con mi papá y con mi abuelita –no podía evitar sentirme triste.
    - Cuídate mucho por favor, regreso en un par de meses.
    - Hasta luego mamá.

    Mi madre salió de mi habitación, me puse de pie y la vi subirse al taxi, dijo adiós con su mano y partió. Ya no pude dormir...

    - Hoy tenemos examen de matemáticas, será mejor que me ponga a practicar.

    Me senté en el escritorio y comencé a practicar los ejercicios.

    - Cielos, este examen será muy fácil.

    Se llegó la hora de irme, no llevaba mucho ánimo. Cómo siempre me detuve en la esquina a esperar a que Sango pasara.

    - ¡Ahome! –gritó un par de calles atrás y corrió a prisa-. Perdóname por venir tarde.
    - ¿Ya es tarde? No me había percatado.

    Caminamos hacia la escuela, al llegar...

    - ¡¿Ya vieron ese carrazo?! –decía Kirara refiriéndose a un Lexus IS 300 (de los mejores autos en ese año) que estaba estacionado enfrente de la entrada.
    - ¿De quién es? –preguntó Sango. No se veía quién estaba dentro porque tenía los cristales polarizados.
    - Es del padre de Sesshoumaru –respondió Kagura.
    - ¿Enserio? –dije sorprendida.
    - Ellos son muy ricos –continuó-. No termino de entender porque ellos se vienen en la ruta roja.

    En eso Sesshoumaru sale del auto azotando la puerta.

    - ¡Hola Sesshy! –lo saluda Sango.

    Sesshoumaru se para frente a ella y la ve con unos ojos que hasta a mi me dieron pavor.

    - Mi nombre no es Sesshy, es Sesshoumaru –le dijo serio.
    - ¿Te pasa algo? –le pregunté.
    - ¡Ahome! Lo siento, no te vi…
    - ¿Qué te pasa? No te ves bien.
    - No lo estoy.
    - Dinos qué pasa, tal vez podamos ayudarte.
    - Discúlpame Ahome, pero son problemas familiares.

    Sesshoumaru se mete a la escuela sin decirnos más, luego vimos salir a Inuyasha.

    - ¡¡¡YA LO ENTENDÍ PADRE!!! –salió gritando del auto-. ¡¡¡Ahora déjeme en paz!!! -Inuyasha iba a entrar a la escuela pero su padre salió también, era un señor muy imponente.
    - Ya lo sabes Inuyasha, con una, con una sola tu madre y yo estaremos firmando el divorcio.

    Inuyasha no dijo nada y se metió a la escuela.

    - El señor es muy guapo –me dice Sango-. Como Sesshoumaru.
    - No lo sé… se parece más a Inuyasha –le dije-. Pero se ve que tiene muy mal carácter.
    - Inuyasha se veía preocupado.
    - Hablaré con él…. –iba a entrar corriendo cuando.
    - ¿Por qué te importa lo que le pase a Inuyasha?
    - ¿Qué? A mí no me importa –dije un tanto apenada.
    - ¿Entonces?
    - Algo tenía Sesshoumaru, ¿no quieres saber?
    - Sí, claro que sí.
    - Es muy probable que Inuyasha sepa algo.

    Al terminar de hablar con ella fui al salón, faltaban quince minutos para las ocho, las clases aun no comenzaban y todos andaban afuera, sólo Inuyasha estaba en el salón con la cabeza oculta entre sus brazos sobre el pupitre.

    - Inuyasha… ¿qué te pasa? –le dije suavemente.
    - Nada –respondió poco convincente alzando su rostro, pero aun inclinado sobre sus brazos.
    - No somos los mejores amigos del mundo pero… me gustaría saber qué es lo que te pasa.
    - ¿Y eso para qué? –dijo mirándome.
    - Hace bien hablar de lo que sentimos…

    Suspiró…

    - No es importante –y volvió su rostro nuevamente.

    Inuyasha no me conocía, cuando yo quería saber algo no paraba.

    - Dime qué tienes por favor.
    - No seas tan entrometida.

    Cuando me dijo eso me dieron ganas de asestarle otra bofetada, sin embargo me contuve.

    - Discúlpame… -le dije suavemente, haciendo que él me mirara… entonces le sonreí–. Había olvidado que tu dijiste que no podíamos ser amigos.
    - ¿Qué?
    - Sí… tú y yo no somos de la misma clase -cuando le dije eso las pupilas de Inuyasha se dilataron-. No puedes hablar con alguien como yo, hoy vi de qué tipo de familia vienes. Ese auto que tienen es fabuloso, perdóname por ser tan entrometida -diciendo esto me di la vuelta y comencé a caminar rumbo a la puerta del salón para irme.

    Mis palabras tuvieron en Inuyasha el efecto que esperaba, se levantó y me tomó la mano…

    - Espera… espera por favor, eso que dices no es verdad.
    - No te preocupes, no me molesta en lo más mínimo.
    - Lo que pasa es que…
    - ¡Eso es! Por fin me dirá qué le pasa…
    - La relación de mis padres no marcha bien, y esto es en gran parte por culpa mía.
    - Oye, no debes culparte por cosas así, los padres son difíciles de entender.
    - No… sí es mi culpa. Sabes que si me vine a esta escuela fue porque me expulsaron de la otra en donde estaba, y por algo tonto… sin embargo mi padre pensó que era por mis arranques, mi madre cómo siempre abogó por mí y ellos terminaron discutiendo… así es siempre, discuten por causa mía.

    Yo no podía decirle nada, él se veía mal.

    - Hace un par de días mi padre le pidió el divorcio a mi madre.
    - ¿Qué?
    - Mi madre está mal, Sesshoumaru está molesto conmigo, y no lo culpo, pues soy el culpable… y hoy, nuestro padre insistió en traernos a la escuela, no quería… sabía que me sermonearía, y lo peor… frente a Sesshoumaru.
    - Por eso él estaba molesto… -dije sin querer en un tono de… “ya sé lo que quería saber”, tono que no pasó desapercibido por Inuyasha.
    - Por eso me lo preguntabas –dijo en un tono triste.
    - ¿A qué te refieres?
    - Viniste a mí para saber por qué el estado de ánimo de Sesshoumaru.
    - No Inuyasha, cómo puedes pensar eso.
    - Olvídalo… sólo déjame solo por favor.

    Se puso en la misma posición en que lo había encontrado, por alguna razón al verlo así sentí una opresión extraña en el pecho.

    - No terminó de decirme lo que le pasa, soy una tonta al haberme expresado así. Ya sé…¡le preguntaré a Sesshoumaru!

    Salí corriendo de ahí a buscarlo, faltaban unos minutos para entrar a la clase pero no podía quedarme tranquila sin saber qué era lo que le pasaba a… ¿Inuyasha o Sesshoumaru?


    Cuando por fin lo encontré…

    - ¡Sesshoumaru!
    - ¿Qué te pasa Ahome?
    - Necesito que por favor me digas qué les dijo tu padre en el auto.
    - ¿Por qué te interesa?
    - Por favor Sesshoumaru, sólo dímelo.
    - Amenazó a Inuyasha con que si reprueba una sola materia, aunque sea de los exámenes parciales, se divorciará de nuestra madre.

    Me quedé muy sorprendida, cómo alguien podía ser capaz de hacer tal amenaza.

    - Ahora sí dime, ¿para qué querías saberlo?
    - Simple curiosidad…

    En eso sonó el timbre.

    - Ya me voy, hoy tenemos examen y no quiero que me dejen afuera -me fui corriendo al salón.

    Entré, ya todos estaban dentro y el profesor Toutosai se encontraba repartiendo los exámenes.

    - Bien, comiencen –dijo-. Tienen una hora para resolver el examen.
    - ¿Una hora? –susurró Inuyasha.
    - Pobre –pensé.
    - En cuanto les diga me entregan su examen. Los resultados estarán a las dos de la tarde en la primera planta.
    - ¿Dan los resultados el mismo día? –preguntó Inuyasha.
    - Así es Taisho, contamos con maquinas avanzadas para obtener las calificaciones en menos tiempo.
    - ¿Entonces los exámenes que aplican son de opción múltiple? Si es así puedo confiar en mi suerte.
    - No Taisho. Los de matemáticas son de desarrollo, debe usted desarrollar los ejercicios, la maquina identifica los números y letras en más de cuatro millones de tipos de escritura.
    - Estoy perdido -dijo muy bajito.
    - Muy bien, empiecen. Es una hora a partir de… ya.

    Todos comenzaron a responder, algunos tardaban menos que otros.

    - Rayos, no encuentro mi bolígrafo negro. Bueno, el nombre lo pongo después -había estudiado mucho, ese examen para mí estaba más que regalado.

    Ya faltaban quince minutos para la entrega de los exámenes, en eso se me ocurrió voltear a ver a Inuyasha. El pobre se veía fatal… sudaba mucho, sus ojos se veían llorosos, su expresión era terrible. Levantó la vista y vio que lo veía… yo por impulso me voltee.

    - ¿Profesor puedo ir al baño? –dijo.
    - ¿Ya terminó su examen?
    - Ya casi profesor… ¿puedo salir?
    - Está bien, pero no tarde. Los exámenes deben entregarse en diez minutos.
    - Sí profesor.

    Salió del salón.

    El profesor se paró en la puerta del salón viendo hacia afuera.

    - Ahora que el profesor no está viendo voy a ver qué tal va Inuyasha. Dijo que ya casi terminaba -sin que el profesor se diera cuenta tomé el examen de Inuyasha-. No puede ser… está vacía…

    Su examen estaba en blanco, no había contestado ningún ejercicio. Habían ciertos borrones de que intentó hacerlo sin embargo no pudo. En eso recordé las palabras de Sesshoumaru.

    - Si Inuyasha reprueba una sola materia, aunque sea de los exámenes parciales, nuestro padre se divorciará de nuestra madre.

    - No puede ser… -dije muy bajo.

    En ese momento vi algo más, algo que me dio una idea.

    Había rellenado algunos datos, pero no había puesto su nombre…



    - Ya sé lo que haré –rápidamente busqué entre mis cosas el bolígrafo negro, mi examen estaba contestado, pero no tenía ningún dato.

    Comencé a rellenar los datos de mi examen y quedó así…

    Una vez que rellené los datos de mi examen con el nombre de él, lo puse sobre su pupitre. Después terminé de rellenar los datos del examen de él, tenía menos de siete minutos para hacer algo.



    Comencé a responder el examen de nuevo, eran cincuenta ejercicios de desarrollos largos, sabía que no podría volver a hacerlos todos en tan sólo cinco minutos, pero haría los que pudiera… llevaba ya 10 ejercicios hechos de nuevo cuando algo me distrajo.

    - Profesor Toutosai, la directora Kaede, me ordenó venir a hacer mi examen a este salón –dijo Kikyou frente a la puerta.
    - Esa Kikyou, seguramente estaba copiando de nuevo –pensé divertida.
    - Muy bien, siéntate allá –la mandó a sentarse al lugar de Miroku, como éste ya había acabado de hacer el examen había salido.

    En eso Inuyasha regresó y se sentó.

    - Pronto quitarás esa cara de preocupación -pensé al verlo.

    No se había percatado del examen hasta que…

    - Bien, es hora de que entreguen los exámenes.
    - ¡No! ¡No debí voltear a ver a Kikyou!, ¡no! sólo respondí quince… hay no…
    - Soy un estúpido, maldición -pensaba Inuyasha.
    - Taisho, Higurashi… entreguen sus exámenes.
    - Sí… ya voy profesor -me levanté, caminaba lentamente hacia el escritorio del maestro. Era la primera vez que entregaba un examen incompleto.
    - Bien… es hora de entregar esto -tomó el examen sin verlo.

    Yo entregué el examen al maestro y salí del salón. Inuyasha estaba a punto de entregar el suyo cuando…

    - Pero sí… el examen está contestado. No, debo estar loco, yo no hice esto -Inuyasha veía el papel tratando de encontrar explicación- Esta no es mi letra, ni estos mis números.

    En eso alza la vista y ve a Kikyou en nuestro salón.

    - ¿Qué haces aquí Kikyou? –le pregunta.
    - Vine a hacer mi examen aquí, por cierto… ¡suerte con el tuyo! –le dice y le guiña un ojo.
    - ¿Acaso ella lo respondería?
    - ¡Taisho! ¡Entrégueme su examen!
    - Sí, ya voy.

    Inuyasha dio el examen al maestro.

    Mientras tanto yo estaba con Sango en uno de los patios traseros, contándole parte de lo ocurrido…

    - ¡¡¡¿QUE HICISTE QUÉ?!!! –me gritaba…
    - No pude responderlo todo.
    - No Ahome, no te lo puedo creer. ¡¿Cómo que entregaste el examen con sólo quince ejercicios resueltos?!
    - Estaba preocupada.
    - Ahome… tu mamá está enferma desde hace un tiempo, y sé que te preocupa mucho, pero nunca te ha afectado en los estudios.
    - Lo sé… pero esta vez simplemente fue diferente.
    - Hay Ahome…

    En eso venían Sesshoumaru e Inuyasha…

    - Hola chicas –nos saludó Sesshoumaru ya de mejor humor.
    - ¡Hola! –dijo Sango alegre y con una sonrisa.
    - Hola… -respondí sin ánimo.
    - ¿Qué te pasa? –me preguntó Sesshoumaru.
    - Nada importante.
    - ¿Estás segura? –preguntó ahora Inuyasha.
    - Lo que le pasa es que no le fue muy bien en el examen –les dijo Sango.
    - ¿Y no tu eres la cerebrito? –dijo Inuyasha en tono de burla.

    Lo vi queriendo fulminarlo con la mirada.

    - Tranquila… es sólo una broma.
    - Pues no me agradan tus bromas.

    Inuyasha se fue…

    - Oigan… ¿desayunamos juntos? –dijo Sesshoumaru.
    - Por mí encantada –dijo Sango animadamente–. Pero creo que Ahome tenía algo que hacer, ¿verdad Ahome?


    Sango quería que la dejara sola con Sesshoumaru, y yo entendí el mensaje.

    - Así es… es que le dije a Miroku que desayunaría con él -le dije sonriéndole.
    - ¿Miroku? –pensó Sango sin saber de qué manera.

    En eso Miroku iba pasando.

    - Ahí viene, ya me voy Sesshoumaru, desayuna con Sango.

    Me paré y corrí hacia Miroku.

    - ¡Miroku! ¡Vamos a desayunar!
    - ¿Qué? –me dijo bajito e incrédulo.
    - Sí, ¿no recuerdas que me invitaste a desayunar hoy? –le dije guiñándole un ojo.
    - ¡Ha sí! Es verdad, perdóname, lo había olvidado.

    Miroku y yo nos fuimos.

    - ¿Querías huir de Sesshoumaru?
    - Sí, además, hace mucho que no platicamos.

    Sango se quedó con Sesshoumaru.

    - ¿Y bien? ¿Vamos a la cafetería no?
    - Sí –dijo Sesshoumaru desganado-. Vamos.

    El receso se terminó, las clases siguieron y luego nos dieron un descanso de 2 a 3 de la tarde. El horario de clases era de 8 a.m. a 3 p.m. y de 3 p.m. a 10 p.m. afortunadamente no estábamos en el turno vespertino.

    - Vamos a ver la lista de calificaciones –me dijo Sango.
    - ¡Sí vamos! –por un momento había olvidado lo que había pasado y al llegar a la primera planta en donde estaban las calificaciones…
    - ¿Ahome pero qué te pasó? –me preguntó Kirara sorprendida.
    - De verdad Ahome, ¿estás bien? –incluso Ayame.

    No entendía lo que pasaba.

    - No puedo creerlo hermano –le decía Sesshoumaru a Inuyasha.
    - Créeme que yo tampoco.

    La lista de calificaciones mostraba los resultados no en orden de lista, sino por calificación más alta. Y la encabezaba…


    Lo triste era que la lista seguía y…

    Mi nombre era el último de la lista, mi calificación fue la más baja. Mis ojos estaban perdidos viéndola, era como si quisiera desintegrarla con la mirada.

    Pero no sería eso lo que más me dolería sino…

    - Vaya. ¿Y tú era la que me explicaba los ejercicios cuando llegué? –me dijo burlándose.
    - ¡¡Cállate!! –le grité furiosa– Es por ti… ¡es por ti tonto!. ¡Es tu culpa! ¡Fue por ti!
    - Tranquila, no te molestes.
    - Ahome está pasando por malos momentos, por favor Inuyasha, no te burles –le dijo Sango.

    En eso puse atención a lo que había pensado segundos antes.

    - Es verdad, ¿por qué hice eso? ¿Por qué?. Eso era problema de él, ¿por qué hice eso? -mis pupilas se dilataron-. Fue por él…

    No pude seguir pensando eso ya que Hakudoshi me lo impediría con sus burlas.

    - Miren nada más, la súper cerebro con treinta puntos.
    - Cállate Hakudoshi.
    - Hakudoshi, ¿acaso no sabes hacer nada más que molestar? –le dijo Sango.
    - Es la verdad… -le dijo a Sango, y luego se dirigió de nuevo a mí-. Nunca lo pensé de ti, desde que te conozco, jamás habías sacado menos de cien.
    - Es mi problema, y si no quieres que te de una patada cómo la del otro día lárgate de aquí.
    - Sé cuál es tu punto débil niña, y me las pagarás.
    - Tú no sabes nada de mí.
    - ¿A no? Y… ¿qué me dices de tu miedo a enamorarte ha?

    Cuando dijo eso me puse pálida.

    - ¿Miedo a enamorarse? –pensaron Inuyasha y Sesshoumaru.
    - Ves… ¿ves cómo tengo razón? Tienes miedo de que alguien que te quiera acabe como aquél niño jajajaja Akitoki era un estúpido.

    No pude responderle nada, mis ojos escocían, mis piernas temblaban… Akitoki, Akitoki era mi recuerdo más triste, no podía soportar que lo nombrasen y menos de la forma en que Hakudoshi lo hizo.

    Hakudoshi se marchó, y yo me quedé como piedra.

    - Cálmate Ahome –me decía Sango.

    No le dije nada, sólo corrí lejos de ahí.

    - Ahome –susurró Sesshoumaru.
    - ¿A qué se refería Hakudoshi con eso de que ella tiene miedo a enamorarse? –preguntó Inuyasha a Sango.
    - Es una larga historia de la cual no estoy autorizada a hablar.

    Yo estaba deshecha.

    - ¿Por qué? ¿Por qué Hakudoshi recurrió a un golpe tan bajo?

    En eso llegó Inuyasha.

    - Oye tranquila, no le hagas caso a ese enano.
    - Fácil decirlo…
    - No sé lo que te pasa, pero no es bueno que estés así.
    - Déjame sola por favor…

    Inuyasha me hizo caso, se alejaba cuando Kikyou se le acercó antes de que se alejara lo suficiente de mí.

    - ¡Hola Inuyasha! ¡Felicidades!

    Cuando escuché su voz alcé el rostro, quería ver qué hacían mientras hablaban.

    - ¿Felicidades por qué?
    - Pues por tu nota de hoy.
    - ¿Fuiste tú quien resolvió el examen cierto?
    - ¿Qué? –pensé incrédula al oírlo.
    - ¿Cómo dices? –hasta Kikyou se sorprendió.
    - Sí. Yo no podía con él, no había respondido absolutamente nada, salí y cuando regresé el examen estaba contestado. ¿Fuiste tú?
    - Cuando yo llegué al salón su examen estaba sobre su banca y ya estaba resuelto, sin embargo si no sabe quién lo resolvió significa que la persona que lo hizo no quiere que él lo sepa.
    - ¡Qué tonto! ¿Cómo puede pensar que Kikyou resolvió su examen?
    - Sí fui yo, pero pensé que no te darías cuenta –dice y le sonríe.
    - ¡Mentirosa! ¡¿Kikyou por qué le mientes?!

    En ese momento recordé…

    - A mí me gusta Inuyasha. Es lindo, es guapo, y además tierno y cariñoso.

    - A ella le gusta, pero no por eso debe mentirle.
    - No tienes idea de cuánto te agradezco, me has salvado, no tienes idea de lo importante que era para mí esta prueba.
    - Qué bueno que pude ayudarte. La persona que lo ayudó sabía lo importante que era, pero… ¿Quién pudo ser?
    - ¿Cómo hiciste para resolverlos?, y sobre todo tan bien. Fue la mejor calificación.
    - Ha pues… este…
    - Anda… ¡contéstale mentirosa!
    - Pues… encontré las claves del maestro, le saqué una copia, quería venderlas pero luego dije que mejor no, y al ver que tu examen estaba vació lo rellené.
    - Muchas gracias Kikyou.
    - No puedo creer sus alcanzadas, ahora entiendo porque a nadie le cae bien.

    Kikyou le sonrió y luego se fue. Entonces me puse de pie y comencé a caminar.

    - ¿Escuchaste? –me dice Inuyasha.
    - Sí.
    - Es increíble que existan personas así.
    - Ya lo creo…
    - ¿A dónde vas? –preguntó al ver que me alejaba.
    - Al salón, por mis libros.
    - Te acompaño.

    Entramos, recogimos nuestras cosas, y estábamos por salir cuando…

    - Higurashi… Taisho… no pueden irse.
    - ¿Por qué?
    - Necesito hablar con ustedes…
    - Hay no… es probable que se haya dado cuenta.
    - Primero pase usted Higurashi… Taisho, espere aquí.

    El profesor cerró la puerta, Inuyasha observaba por el cristal…

    - Dígame profesor, ¿para qué me necesitaba? –fingía no tener idea del porqué de su llamado.
    - Me sorprendió mucho tu calificación de hoy.
    - He tenido problemas profesor.
    - Te conozco, no eres así… por tanto no me quedé tranquilo con el resultado de la maquina e investigué.

    Cuando dijo eso mis ojos se crisparon.

    - Higurashi, explíqueme esto… -dice enseñándome mi examen y el de Inuyasha-. Dígame qué hace la letra de Taisho en su examen y qué hacen sus letras y sus números en el examen de Taisho.
    - Yo… puedo explicarlo.
    - Eso espero.

    Inuyasha afuera observaba.

    - ¿Tan grave es que ella salga mal en el examen?

    Terminé de explicarle al maestro mis razones.

    - Higurashi… entiendo tus buenas intenciones, pero no se me hace justo. Tengo que hablar con Taisho.
    - ¡No por favor! Por favor no profesor… me moriría de vergüenza si se entera.
    - Ahome…
    - Por favor… prometo reponerme para los siguientes exámenes, de verdad, pero no le diga nada, y no haga cambios en las calificaciones, por favor profesor.
    - Ahome, entiéndelo…
    - Por favor… -ni yo misma noté lo desesperada que me veía.
    - Está bien, no le diré nada.
    - Gracias –salí del salón.
    - ¡Taisho! Pasa por favor.
    - ¿Qué pasa profesor?
    - Quiero felicitarlo por su calificación, espero se esmeré así para las siguientes ocasiones.
    - Gr… gracias.
    - Eso era todo, puede retirarse Taisho.


    Inuyasha salió, creo que me buscaba, pero yo me escondí de él.

    Sango ya se había ido, así que me fui sola, y pensaba mucho en lo que había hecho ese día.

    - ¿Por qué? ¿Por qué haría eso?...


    -----------------------------------------------

    Espero les haya gustado.








     
  19.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

    Piscis
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    Pluma de
    Escritora
    Re: El comienzo de mi llanto...

    wooooooooouw!!! valla hacer eso en un examen...bueno de que me quejo yo paso las resultados a mis compañeros¬¬
    pero que los cachen es otra cosa.... esto ya me esta poniendo mal, siento que el corazon se me va parar, aunque fue a una causa
    noble..jajaja
    pero que egoista es sango al pedirle que la dejara sola con sesshomaru...jajaja pero me gusto cuando la corrigio sessho..
    y ademas que men tirosa es kikyo...pero bueno, te quedo tan padre la conti que esstare pendiente de la proxima actualizacion...
    asi que nos vemos pronto...

    bessos. tu fiel lectora sesshogriss
     
  20.  
    sessxrin

    sessxrin Fanático

    Virgo
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    Pluma de
    Escritora
    Re: El comienzo de mi llanto...

    hola!!!!!
    me gusto mucho tu fic, ojala sea (y creo que es) un InuxKag, mmm pobesito inu, que mi padre me amenaze asi, lo mando a la punta de gallinas xD, ojala a ahome se le aclaren sus dudas de amor jajaja y ojala pueda ver en el fic a unos de mis personajes favoritos a Naraku y a Rin, seria darle un vuelto a la historia jajajaj
    nos leemos, tienes otra nueva lectora

    SESSHOUMARU X RIN LOVE FOR EVER
     

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