Marvel El aprendiz de la infamia [Iron man]

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por Fénix Kazeblade, 27 Diciembre 2018.

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    Fénix Kazeblade

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    Escritor
    Título:
    El aprendiz de la infamia [Iron man]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1834
    Permaneció inmóvil apenas unos segundos, Jarvis la inteligencia artificial que le asistía dentro del traje, le indicó que el sistema se reiniciaría en quince segundos.

    El tiempo era tan relativo cuando se encuentra una persona en una situación así, tu vida en una cuerda floja suspendida entre dos rascacielos esperando que una corriente de viento no te arroje al vacío.

    Los ojos de Tony Stark observaron a detalle la escena completa, sus ojos analíticos de ingeniero estaban acostumbrados a focalizar en cada detalle tratándose de todo como un enorme mecanismo, en que podría encontrar las fortalezas y debilidades para armar una estrategia.

    Estaba en medio de un poblado civil, había varias casas pequeñas hechas de un material arenoso y cobrizo que hacia que fácilmente se mimetizaran con las dunas del desierto. Alguien era vitoreado, seguramente quien le había disparado.

    Lo habían derrumbado con un lanza misiles. Se encontraba en su cruzada de desarmamentista en oriente lejano, la noticia de su presencia se había extendido a voces y muchos de los lugares a donde arribaba había sido recibido con hostilidad pues su cabeza ya tenía precio.

    — Ochenta por ciento de energía repuesta señor— versaba la computadora.

    — ¿Podrías acelerar el proceso Jarvis? No creo contar con tanto tiempo— declaró Tony nervioso.

    Los hombres con turbantes con metralletas, bazookas y granadas se acercaban a él señalándolo, instintivamente buscaba mover sus extremidades sin mucho éxito ante la dureza de la armadura paralizada.

    — El comité de bienvenida Jarvis, necesito poder levantarme.

    Stark intentó moverse de nuevo por instinto,ante una ráfaga disparos comenzó a impactarlo, fue tan intenso que fue empujado por esta atrás, la armadura crujía y siseaba eléctricamente por los sistemas que comenzaban al ser dañados.

    —¡ Jarvis!— exclamaba.

    Unos segundos después el piso era destrozado por una granada se alzaba por los aires desvalanceado zigzagueando erráticamente, alzaba sus palmas y emitía un rayo de energía repulsora con una floritura rápida derribando a la mitad de la derecha, con un segundo movimiento derribaba a restantes de ese lado.

    La mira automática de la armadura señalaba a sus objetivos, una orden e instantáneamente podría derrotar al resto. Entonces lo vio.

    Sus ojos fueron los primero que se percató, una mezcla de odio y miedo, un náufrago perdido en medio de un mar de guerra, era un adolescente soldado que se encontraba alli sin conocer nada más que la destrucción, él era el que guiaba, era él que le había disparado.

    Stark sintió vergüenza, aquello que le había hecho amasar una fortuna lo había puesto en esa senda, se consoló pensando que no había sido tan distintos pues el tampoco había conocido mucho más, fue un pensamiento hipócrita aplastado por mas culpa; claro que no era así, él tenia elección siempre fue así, no fue reclutado a la fuerza, no fue impulsado por la perdida y la miseria, el muchacho no la había tenido.

    Iron man disparó.

    De todos, sólo uno quedó de pie, aquella mirada llena de rencor se suplió por una de desconcierto mientras veía al hombre de hierro alejarse volando, luego de pensarlo unos segundos ponía el arma que tenia en sus manos, en el piso.

    *******************​

    Nahim tomaba entre sus manos varios dátiles con cierta ansiedad, su estomago le suplicaba que se los metiera todos a la boca para mitigar un poco el hambre que sufría hace dos días. Pero él no estaba sólo, le esperaban refugiados entre las ruinas de un viejo templo otras bocas más necesitadas, por lo que respirando hondo los devolvió a la bolsa con el resto del alimento que había robado, no era lo más honesto, pero no tenia dinero y por otro lado esto era menos ruin de lo que hacia hace una semana, dirigiendo esa guerrilla por desafortunada herencia de su padre ya fallecido en un ataque enemigo. En cuanto había podido había huido de todo eso y se había unido un grupo de huérfanos por causa de la misma guerra.

    Aquel hombre en la armadura roja, aun no se decidía si estarle agradecido o no.

    Aún se encontraba inmerso en esos pensamientos cuando vio descender del cielo un helicóptero, bajaba hacía aquel, su refugio y no pudo evitar en pensar lo peor, corrió con todas sus fuerzas y se armó con un trozo de fierro oxidado esperando llegar a tiempo.

    Ya dentro del lugar, entrando por uno de sus extremos laterales, presionó sus dientes y entró corriendo impregnándose de valentía con la que no contaba, emergió hacia donde se encontraba el atrio iluminado por la luz del sol que se filtraba por una enorme grieta del techo.

    El eco producía un perfecto efecto acústico que amplificaba cada sonido allí adentro y en cada uno de sus rincones resonó uno que no había pensado volver a escuchar, pues él mismo pocas veces lo había presenciado y en su modo de vida era poco común notarlo.

    Alguien reía.

    Otras más le siguieron y se encontró a un hombre de traje y lentes oscuros cantando desafinado, los niños refugiados se encontraban congregados a su alrededor con pizza en sus manos devorándola emocionados.

    — De verdad niños, les aseguro que canto excelente, debe ser el polvo, Pepper diles...

    Una mujer pelirroja vestida con un traje sastre de color negro y tacones demasiado inadecuados para el lugar se cubrió los oídos con desagrado. Los niños reían otra vez.

    A Nahim le sorprendió escucharle hablar árabe con tanta fluidez, entonces se percató que llevaba un micrófono cerca de su boca y prestando atención podía oír como el emitía las palabras en alguna lengua extranjera, pero estas se traducían en su idioma nativo, esto le pareció fascinante además de alegrarse tanto al ver a los niños comer, pero se mantuvo receloso al recordar quien era él.

    — Nahim— le llamó girándose hacia él y acercándose. —eres difícil de encontrar amigo mío, un colega mió con un traje rojo me dijo que te encontrabas en un problema bastante grave, entonces al dar contigo y ver lo que estabas haciendo ahora, me di cuenta que había mucho más. — tomó una de las cajas de pizza la abrió y le ofreció.— Siento haber tardado pero pase por pizza ¿Quieres un trozo?.

    — Yo sé quien es, los guerrilleros con los que estaba tenían armas con su apellido Tony Stark— declaró como escupiendo su nombre entre dientes.

    Tony retrocedió, tomó un respiro y bajo la mirada con cierta pena, sus labios formaron una linea continua y su rostro luego de contorsionó con cierta incomodidad, volvió a tomar aire como si de pronto su cuerpo resintiera el estar vestido con un traje negro en medio del desierto, aflojó un poco su corbata y mostró sus dientes exhalando.

    — Es una vida que intentó dejar atrás, yo...— estuvo apunto de explicarle aquellas semanas que había pasado destruyendo el arsenal que tenían grupos rebeldes además de inhabilitando otros un tanto más legales bajo el alter ego de Iron man en todo el mundo, pero entendió que no sería lo más adecuado— ...buscó cambiar, como estando ahora mismo aquí, contigo.

    El muchacho lo observó desconfiado, fue rostro de sonriente de una niña pequeña sonriendo con las mejillas llenas de salsa que le hizo bajar la guardia. Le había costado mucho alimentarlos, él les había llevado comida, no podía ser tan malo, al menos podría escucharlo.

    Extendió entonces la mano para aceptar comida, lo cierto era es que en su interior todo su sistema le suplicaba a gritos que lo hiciera desde que había olido el aroma de la carne. Dio un mordisco pensando que nunca había probado algo igual, deleitándose con cada uno de los sabores.

    Stark sonrió satisfecho, le dio una palmada.

    — ¿Qué es lo que planeas hacer?— preguntó el chico luego de pasar el ultimo trozo.

    — Es simple, darles un hogar—declaró como si fuera lo más simple del mundo pero a Nahim le dio un vuelco al corazón, la palabra le era tan irreal e inalcanzable como elevarse por los aires volando en un dragón como en los cuentos de fantasía.

    La mayoría de los niños dejaron de comer y miraron a Tony llenos de brío y emoción.

    — ¿Por qué?— preguntó el chico intentando parecer más fuerte y maduro de lo que era, conteniendo el temblor de su voz por encontrarse conmovido.

    — Deje de fabricar armas, mi... mi amigo se está encargargando de destruirlas, pero habrán otros que las construyan, por que habrá otros que las necesiten, habrá personas buenas, muchachos como tu, como estos niños arrastrados por la guerra, no se que te guió a estar entre esas personas— ahora Nahim sintió vergüenza— pero no más, te doy la opción de elegir.

    Al muchacho le temblaban las manos y las piernas, su emoción era incontenible, sintió por un momento estar soñando por que despierto jamás se había sentido así, era como vivir toda la vida en la oscuridad de una cueva y por primera vez ver la luz del sol destellando mostrando un basto exterior.

    — Solo tienes que darme dos cosas a cambio— indicó dudando si sentarse o no, se quedó de pie y levantó su indice— compromiso, hoy te doy un pez para que comas, pero mañana te enseñaré a pescar y espero que aprendas, todos aprendan bien, van a estudiar, prepararse, Pepper ¿tienes la imagen de esa escuela?

    — Claro que si Tony— dijo la chica y mostró en una tablet — estoy muy orgullosa de lo que estás haciendo— le murmuró.

    —Todo será bajo la organización Maria Stark en honor a mi mamá.— señaló mostrando imágenes de algunas canchas de baloncesto y aulas.

    El niño afirmó tomando el hombro de Tony, este lo observó un poco evasivo pensando en como se marcaría su mano en la tela negra, pero resignándose a ello, al ver al chico apenas conteniendo las lagrimas que ya surcaban caminos entre su rostro lleno de tierra.

    — Lo segundo, es que quiero encontrar a más, a más de ustedes, a más familias, gente necesitada, que necesite ser rescatada ¿puedes decirme donde están?

    — Dame un mapa, se de al menos tres poblados sometidos por guerrillas— declaró con decisión.— necesito los encuentres...— declaró más que como una orden,una suplica.

    Pepper le dio a Tony un mapa de la zona y este se sorprendió al ver la precisión con la que le niño podía leerlo, señaló tres puntos en él y este lo miró sonriendo.

    Tony le dio una palmada de nuevo y le señaló acercarse a Pepper, esta como si fuese una maestra de escuela congregó a los niños y los guió hacia el helicóptero. Nahim comenzó a seguirlos aun sin creer lo ocurrido.

    Cuando se encontraba por subir, se dio cuenta que Stark no había abordado. Se sintió tonto al no darse cuenta de algo tan evidente pero su mente se había visto sumergida en varias fantasías y emociones de lo que podría ser su vida a partir de ahora.

    Mientras el helicóptero se elevaba llevándolo a él y a los niños hacia su nueva vida, observó salir del otro lado a toda velocidad una estela color rojo.
     

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