~El Amor En Aquellos Tiempos~

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Mononoke, 5 Agosto 2009.

  1.  
    Mononoke

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    ~El Amor En Aquellos Tiempos~

    Hola a todos ;)
    Aquí les traigo el primer capitulo de este nuevo fic, :ANYWORD: Espero sea de su agrado:

    Amor En Aquellos Tiempos

    Capitulo 1

    [Tokyo. Año 2009]

    Paulatinamente comenzó a sentir como era rodeada por aquellos recuerdos. Ese primer amor. De nuevo le atormentaba ese triste recuerdo. Ese muchacho...de nuevo su recuerdo rondaba por su mente. Odiaba sentir eso, odiaba recordarlo a él. Odiaba ver de nuevo como su figura se alejaba de ella. Una opresión en el pecho comenzó a hacerse presente.

    No pudo contenerse más, las lágrimas comenzaron a formar camino por su triste y pálido rostro. Otra vez estaba llorando por él.

    Deseaba olvidarlo, pero no podía... no sabía como...

    Luego de unas cuantas horas llorando, perdida en todos esos vagos recuerdos de la juventud, se levantó de donde estaba. Odiaba estar en ese templo. Su casa quedaba algo lejos de ahí, pero siempre iba a ‘recordar’ viejos momentos o quizás simplemente iba a desahogarse llorando al lado de un viejo pozo encerrado en un templo que se estaba cayendo del polvo.

    Se sacudió su magnífico vestido, y se limpió las lágrimas, respiró hondo y abrió la puerta corrediza... vio el hermoso día que se había formado. Entonces recordó que tenía algo pendiente.

    Salió de ese viejo templo, y entró a su antigua casa. Se despidió de su madre, quien aún vivía allí, y luego se fue corriendo.

    Caminaba lentamente por las calles, pues sabía que su pequeña la estaría esperando en la puerta del colegio. Parece como si hubiera sido ayer cuando la tuvo. Era muy joven para tener hijos, aún así la cuidó con todo el amor del mundo.

    Pero tener un bebé a los 16 años, fue difícil, pues aún tenía que terminar sus estudios. Su madre la ayudó en todo lo que pudo, y pudo terminar sus estudios e inmediatamente comenzó a estudiar en la Universidad, aún lo hace, pero ya le falta poco para terminar su carrera de medicina.

    Se casó con la persona menos pensada. Ahora comparten una vida, juntos, aunque ella no lo ama tanto como él a ella, porque no ha podido dejar ese estúpido recuerdo.

    Llegó al colegio. Y ahí estaba su pequeña. Esperándola, como siempre lo hacia.

    -“Hola mami, hoy has venido mas tarde”

    -“Disculpa hija, es que estaba en la casa de tu abuela”

    La pequeña, se parecía mucho a su madre, su mismo cabello, su mismo color de piel, excepto sus ojos, sus ojos eran como los de su padre, dorados como el sol.

    Un señor, algo mayor, que por su vestuario, se podría notar que era un profesor se les acercó.

    -“Buenos días, Señora Kishimoto”

    -“Buenos días, Señor Kouhosei, le agradecería que me llamara por mi apellido, no por el de mi esposo”

    -“Esta bien, disculpe Señora Higurashi. Le venía a hablar sobre su hija, ella es la mejor de la clase, y quería felicitarle por tener una niña así, bueno con su permiso”

    Los dos adultos hicieron una especie de saludo y se fueron, cada quien por su camino.

    Las dos fueron a su casa. No quedaba muy lejos, así que se fueron caminando. Al llegar, comenzó a preparar la cena, mientras que la pequeña hacia sus tareas.

    -“Natsumi, hija, ya es hora de comer”

    -“Si”

    Las dos se sentaron a comer, mientras que afuera se desataba una terrible lluvia.

    La puerta se abrió, trayendo consigo un enorme estruendo. Una persona empapada entró.

    -“Ya llegué”

    -“Bienvenido”- dijeron las dos al unísono-

    La chica se levantó para recibir a su esposo y poder pasarle algo para secarse.

    -“Kagome, mi querida Kagome. Tu siempre tan linda conmigo” –dándole un beso en la boca-

    -“Hola papi!, ya soy la primera en la clase, ¿estas orgulloso de mi?” –preguntó con inocencia la pequeña, quien ya había terminado su cena”

    Él alzó a su hija y le comenzó a hacer cosquillas.

    -“Claro que estoy orgulloso de ti, mi niña linda! Siempre lo he estado”

    Kagome, la chica que en la secundaria siempre mantenía “enferma”, pero aún así siempre cumplió con sus deberes. Comenzó a recoger los platos y le sirvió la cena a su esposo. Nunca le contó la verdad sobre la vida tan “emocionante” que tuvo cuando era más joven.

    -“Natsumi, pequeña, ya es hora de ir a la cama”

    -“Pero mamá, mañana es sábado”

    -“Mañana irás a quedarte donde la abuela, así que debes descansar”

    -“Esta bien” –Con cara de aburrida y bostezando-

    Después de que la niña llegara a su cuarto, y la puerta se cerrara, un silencio incómodo rodeó la casa. Kagome rompió el hielo.

    -“Houjo ¿Te fue bien el día de hoy?”

    No hubo respuesta. La cara de Houjo se tornó triste. Comió todo lo que su querida esposa le había preparado, lavó los platos y se sentó de nuevo para hablar con ella.

    -“Kagome, ¿hay algo que no te agrade de mi?”

    -“¿A qué te refieres con eso?-

    -“Es que nunca me has llamado diferente…me refiero a decirme palabras amorosas. Escucha, yo…creo que tú no me amas. Y espero no lastimarte, pero yo ya no puedo seguir con esto…yo ya he…”

    -“Basta. No digas más. Comprendo tus palabras” –con una sonrisa en su rostro- “Esto es un adiós”

    Kagome abrazó a Houjo y lo besó. Luego le ayudó a empacar y él se fue, pero antes de cruzar la puerta dijo:

    -“No, esto no es un adiós, es un hasta pronto” –sonriendo- “No creerás que dejaré de ver a Natsumi, aunque no sea mía”

    Kagome lo observó hasta que se perdió en la oscuridad de la noche. Su casa era muy linda y grande. La obtuvo gracias al esfuerzo de Houjo, y él siempre supo que ella no lo amaba, era admirable que aún así la hubiera apoyado en todo hasta ahora.

    Se fue a dormir. Se encontraba feliz, pero aún así lloraba, se sentía sola y desprotegida, en momentos como este le gustaría estar con… << ¡Ya basta! >> Se dijo a sí misma. De nuevo estaba pensando en él y no debía hacerlo, debería haberlo olvidado hace ya mucho tiempo.

    -“Como pasa el tiempo. Hace ya 11 años que tuve a Natsumi, y…también deje de verlo. ¿Qué estará haciendo? Y…ellos ¿Qué habrá pasado con ellos?”

    Con esos pensamientos logró quedarse dormida. Al día siguiente…

    Continuará.




     
  2.  
    Heather

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    Re: ~El Amor En Aquellos Tiempos~

    ¡Hola!
    Me gusto mucho tú fic. Está bien narrado, lo que me decepcionó fue las partes de los diálogos, ya que no sé por qué lo haces así. Pobre Kagome. Tengo una duda. ¿A qué edad tubo a su hija? Ya que mencionaste que ya tenía 16 años O. o

    Bueno bye. Besos. Muack...Muack.
     
  3.  
    Mononoke

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    Re: ~El Amor En Aquellos Tiempos~

    Umm.... Hola n_n Gracias por leer este primer capitulo.... Hmm, Barbie Girl, no entiendo bien a lo que te refieres con lo de los diálogos, es decir, ¿cómo crees que deberían ser?
    Pues....en este capitulo, estarán igual que en el anterior, pero cambiaré el formato cuando me expliquen bien n_n
    Umm, en cuando a lo de Kagome, yo dije que ella tuvo a la niña a los 16 años, y luego de eso pasaron 11 años.

    Amor En Aquellos Tiempos

    Capitulo 2

    [Tokio. Año 2009]

    Con esos pensamientos logró quedarse dormida. Al día siguiente, se levantó muy temprano para poder darse un baño no tan acelerado y preparar un delicioso desayuno.

    Primero se quitó la ropa y la puso en la cesta de la ropa sucia, luego entró en la bañera y se dio un delicioso baño. Hace mucho que no lo hacía, era realmente confortante. Luego de esto, se puso uno de sus atuendos preferidos, que estaba compuesto por una blusa de tiras de color blanco y una falda azul cielo que le llega hasta las rodillas, unas sandalias algo altas del mismo color de la falda y por ultimo, su cabello, suelto, hace mucho que no se lo dejaba así, y se dio cuenta de cuanto le había crecido.

    El tiempo si que había hecho su trabajo, y al parecer lo había hecho de una manera no tan chocante.

    Eran las 7:30 a.m. y Kagome ya terminaba de hacer el desayuno, mientras que la pequeña Natsumi apenas se levantaba e iba al baño para darse una ducha. Al cabo de una hora, la niña ya estaba lista para desayunar, solo faltaba cepillarse el cabello, aunque eso lo haría su madre.

    Mientras la pequeña, disfrutaba de su desayuno, su madre, con un cepillo, alisaba su delicado cabello.

    -“¿Y Papá?”-preguntó mientras comía-

    -“¿Recuerdas lo que te conté una vez sobre tu padre?”-Mientras terminaba de peinar el hermoso cabello de su hija-

    -“¿Sobre mi otro papá, el que no sabes donde esta?”-Siguiendo la secuencia de responder con preguntas-

    -“Así es, Houjo ha decidido que nos dejará buscar a tu verdadero padre”

    Dijo Kagome terminando por fin y levantándose rápidamente para que su hija no notara la pequeña lágrima rebelde que luchaba por salir de su ojo izquierdo.

    Ya eran las 8:10 a.m. y estaban listas para pasar el fin de semana donde la madre de Kagome. Natsumi iba cantando una canción mientras que su madre iba cabizbaja. Caminaron lentamente, pues la casa no quedaba lejos y además el día estaba muy lindo.

    -“Por qué lloraba, por Houjo? No, si lloraba por él habría sido capaz de decirle que no se fuera. Entonces, por qué lloraba…quizás de nuevo lo recordé…” –Pensaba, mientras tres largos suspiros salían de lo más profundo de su ser-

    Natsumi oía a su madre suspirar, y de alguna forma se sentía mal, se sentía incómoda ante tal situación. No quería ver a su madre así, pero siempre que intentaba animarla, terminaba viéndola llorar, así que mejor se quedó callada.

    Comenzaba a divisarse el largo trayecto de las escaleras que daban hacia el templo Higurashi, lugar donde Kagome vivió toda su infancia.
    Natsumi subió corriendo, mientras que Kagome tomaba su tiempo, igual llegaría.

    Ya llegaba a la cima, y ahí estaba su madre, tan sonriente como siempre, y de la mano a su pequeña Natsumi, feliz de estar con su abuela.

    -“Hola madre, ¿como estas?”

    -“Hola hija, estoy…bien, y ¿se van a quedar el fin de semana?”

    -“Toda la semana abuela, porque ya salí a vacaciones”- Respondió la pequeña-

    La madre de Kagome sonrió, y luego entraron a la casa, Kagome llevó las cosas a su vieja habitación, ahí dormiría, y la pequeña Natsumi se quedaría en la antigua habitación se Souta.

    -“Vaya, no ha cambiado nada, todo esta tal y como lo dejé”

    Comenzó a revisar toda la habitación, los cajones de su cómoda se hallaban vacíos, y el de su nochero también, pero vio algo que le llamó la atención, había un trozo de papel rosado y su bolígrafo favorito.

    -“¿Qué hace esto aquí?, este es el bolígrafo que…dejé en el Sengoku” –Mirándolo curiosamente-

    Por unos momentos olvidó el bolígrafo y se concentró en ese trozo de papel, que se encontraba doblado. Lo abrió, y había algo escrito, o más bien parecían garabatos.

    -“Que garabatos tan feos, pero parece que dijeran algo”

    Kagome se esforzó para saber que era lo que decía allí, al parecer había un T, una C o quizás era una E y el resto era in entendible.

    -“¿Quién pudo haber hecho esto?”

    Kagome despiadadamente arrugó el trozo de papel y lo botó al tarrito de basura que se encontraba al lado de su escritorio. Luego bajó para ver que hacían su madre y su hija.

    -“Mamá, ¿puedo ir a jugar al lado del árbol?” –Dijo la pequeña con un lazo de saltar, lista para salir-

    -“Si, pero ten cuidado, ¿esta bien?”

    -“Si” –Saliendo rápidamente-

    -“Hija, ¿podrías ayudarme a hacer algo de comer?”

    -“Si claro madre” –Mientras se dirigían a la cocina- “Dime, ¿cómo has soportado la enfermedad?”

    -“Pues verás, hace dos meses tuve una cita con el Doctor, y me dijo que me quedaba poco tiempo de vida, y que en cualquier momento podría morir” –Picando un par de cebollas-

    -“¿Qué? Y ¿Por qué no me lo habías dicho?” –Casi llorando-

    -“No quería preocuparte, acumularte más problemas, ya que aún no has podido superar lo de…” –Es interrumpida-

    -“No sigas, eso no importa, tu eres mi madre, y te quiero mucho, por eso eres muy importante para mi, entiéndelo”

    -“Tranquila Kagome, todo esta solucionado, lo único que quiero es que pases estos últimos días conmigo, también querría que Souta este aquí, pero creo que no va a poder” –Casi llorando-

    -“No te preocupes madre, estaré aquí, no me iré, además Natsumi también estará contigo, no estarás sola”

    Las dos pararon de conversar para poder hacer la cena, mientras que Natsumi, saltaba felizmente, escuchó un ruido que al parecer provenía del poso, al que no le tenían permitido entrar. Ignoró aquel ruido y siguió saltando, pero lo volvió a escuchar, así que dejó el laso tirado y fue a ver que era lo que provocaba el ruido.

    Continuará.


     
  4.  
    Kourei

    Kourei Acosando a Gray-sama (kagome-chan) ;D

    Tauro
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    Re: ~El Amor En Aquellos Tiempos~

    ohayou!!!

    Me encanta tu fic, tiene una historia muy interesante. Pobre de Kagome, ¿a que edad se caso? supongo que a los quince para que Inuyasha fuera el padre. No entendi algo ¿la niña tiene orejas? Sino, ¿como no se da cuenta Houjo? ¿o si sabe? Espero la continuacion de tu fic para aclarar mis dudas.
     
  5.  
    Mononoke

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    Re: ~El Amor En Aquellos Tiempos~

    Hola n_n Gracias por leer mi fic.....Así que aquí les dejo otro capitulo ;)

    Amor En Aquellos Tiempos

    Capitulo 3

    [Tokio. Año 2009]

    Las dos pararon de conversar para poder hacer la cena, mientras que Natsumi, saltaba felizmente escuchó un ruido que al parecer provenía del poso, al que no le tenían permitido entrar. Ignoró aquel ruido y siguió saltando, pero lo volvió a escuchar, así que dejó el laso tirado y fue a ver que era lo que provocaba el ruido.

    Natsumi se acercó lentamente y sin hacer ruido para que su madre no la descubriera, abrió la puerta corrediza y vio el interior, allí estaba ese viejo poso, se acercó a él, y lo observó de una manera muy detallada.

    -“Me pregunto por qué no me dejan venir aquí, no le veo nada a este lugar”

    La pequeña tocó el poso que se encontraba sellado y una rápida luz se coló por medio de los tablones que se encontraban obstruyéndolo.

    -“¿Qué fue eso?”-Diciendo esto prácticamente en un susurro-

    -“¡Natsumi!”

    Se escuchó el grito de su madre desde la casa.

    -“¡Natsumi hija, ya es hora de cenar!”

    -“¡Ya voy!”

    La niña siguió mirando el poso por si la luz volvía, pero no lo hizo, así que salió de allí tal y como había entrado, recogió su lazo y fue hasta donde su mamá, quien ya comenzaba a servir los platos.

    -“¿Qué estabas haciendo? Hueles a polvo”-Dejó quebrar un plato, pues la impresión no la dejaba- “Este sentimiento ¿qué es? Es algo similar a la presencia de la Shikon no Tama, pero no…no puede ser posible”

    -“Mamá”-Mirándola de una forma preocupada-“Mamá que te pasa, ¿estas bien?”

    La madre de Kagome llegó algo azarada, pues al escuchar el sonido del plato quebrándose le había asustado.

    -“Hija, Kagome… ¿Qué sucede?”

    -“Ne...Necesito revisar algo, ya vengo”-Saliendo de la casa-

    -“Pero ¿qué fue lo que sucedió?”-Muy preocupada-

    Natsumi miraba a su madre, estaba muy extraña, nunca la había visto así. La madre de Kagome detuvo a Natsumi, pues al parecer ella quería ir tras su madre, quien se dirigía al poso desesperadamente.

    Kagome abrió la puerta corrediza del poso y se dirigió hasta el. Quitó el trozo de madera que sellaba el poso y miró su interior. La presencia se había calmado. ¿Acaso había sido su imaginación? Limpió la pequeña gota de sudor que había recorrido su rostro. Su preocupación se había disipado un poco, pero aún no estaba tranquila. Volvió a la casa para recoger el plato roto, y seguir con la cena.

    Al cabo de una hora Kagome ya había comenzado a lavar los platos. La cena había tenido un ambiente algo tenso, pues a pesar de que su madre y su hija se preguntaban que era lo que le sucedía no se atrevieron a pronunciar palabra alguna.

    Eran las 9 de la noche y Kagome mandó a dormir a Natsumi, solo quedaron su madre y ella; se encontraban en la sala y habían pasado varios minutos en los cuales el silencio se comenzó a apoderar de la situación, sin embargo, la madre de Kagome rompió el hielo.

    -“Hija, me preocupas ¿Qué te sucede?” –Sentándose en el sillón de la sala junto a Kagome-

    -“No pasa nada madre” –Intentado dibujar una sonrisa en su rostro- “Sabes, tengo sueño…iré a dormir”

    Kagome subió las escaleras lentamente, le molestaba que su madre le preguntara tales cosas, pero ¿no era cierto que algo le sucedía? Hmm, tal vez, algo le sucedía desde que dejó de ir al Sengoku y desde que intentó olvidar el rostro de aquel muchacho.

    Al fin llegó a su habitación, no era que quedara lejos, pero la decisión de subir lentamente había hecho que ese pequeño camino se le hiciera eterno. Se acostó en su cama y comenzó a ¿llorar? De nuevo lo estaba haciendo, no podía dejar de admitir que realmente lo extrañaba.

    Después de tanto pensar dejó de llorar, y se levantó para abrir la ventana y sentarse junto a ella, entonces recordó la presencia, ¿por qué había sentido la presencia de la perla de Shikon? Sería lo suficientemente valiente como para ir a ver, y ¿si pasaba al otro lado del poso? Entonces ¿qué haría? ¿Iría a buscarlo? De nuevo estaba fantaseando con verlo, pero definitivamente iría a ver que era lo que había sentido, así que se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta, pero se quedó con la mano en la perilla 5 segundos más, estaba nerviosa por lo que pudiera encontrar.

    Ya eran las 12 de la madrugada, su madre ya se había ido a dormir, así que no habría problemas para salir sin tener que evadir preguntas molestas. Salió sigilosamente y llegó hasta el poso, abrió la puerta y se dirigió al interior, allí volvió a sentir esa presencia.

    -“¿Qué es esto?

    Kagome se acercó un poco más al poso y comenzó a bajar por la escalera que hace años atrás usaba para salir de este cuando volvía de sus viajes en el tiempo; al pisar la tierra vio un brillito débil que venía de debajo de ésta, así que escarbó y la vio, era la Shikon ¿Estaba soñando? Y si estaba en el poso con la perla, ¿Por qué no comenzaba a viajar en el tiempo como siempre lo hacía con algún fragmento?

    Comenzó a subir por las escaleras de nuevo, debía esconder la perla, y luego pensar que hacer con ella. Quizás, después de todo podría viajar al pasado y llevar a Natsumi con ella.

    Al salir del poso vio algo que le asombró, esa habitación vieja, llena de polvo y de quien sabe cuantos bichos por todas las cosas antiguas que se guardaban ahí no estaban.

    -“¿Qué sucede aquí?”

    Kagome se comenzó a asustar aún más, los nervios no podían con ella, tales eran tan enormes que no le permitían moverse.

    Continuará.
     

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