Comedia El abuelo

El abuelo

Leonardo es un niño de 10 años que ama el fútbol como nada en el mundo, lo cual es aceptable porque aún ni se la jala.

Lo que no le gusta en absoluto es la idea de tener que hablar con su abuelo, que es un vejestorio que habita en su casa más por méritos que por funcionabilidad, y ni qué decir comodidad, la verdad es que es un pesado y chochea. Pero esta vez tiene que hacerlo.

—Abuelo —le dice intentando ocultar su enfado—, necesito preguntarte algo muy importante.

—Es sobre fútbol, ¿verdad?

—Eh, sí.

—Lo sabía, puedo leer en tu expresión de molestia cuál es exactamente tu duda, quieres preguntarme por qué la gente no ve la magia del fútbol y lo rebajan a "sólo son unos pendejos corriendo tras un balón".

—Pero abuelo, no me refiero a…

—Es simplemente que son ignorantes —le interrumpió el hombre mayor—, como los que ven programas de concursos o como tú.

—Qué pedo contigo.

—Te diré lo qué es el fútbol, es un espectáculo vistoso y apasionante, capaz de dejarnos valiosas lecciones de vida y que es mucho mejor que ver las telenovelas que ve la pendeja de tu madre.

—Estoy molestándome…

—No —de nuevo le dejó el comentario al aire—, no te molestes porque denigren al fútbol, nieto, la gente suele hablar aun de lo que no entiende, como tú cuando sientes que no eres lo suficientemente pendejo y te esfuerzas para superarte. El otro día no sólo me decías que te gustaba aquel OVA horrible de Dragon Ball Z, sino que intentaste explicarme por qué razón era una maravilla, y por qué tenía sentido que Goku venciera a Broly.

—Aquí vamos de nuevo.

—Si decías: "me encantó ese OVA de mierda", bien, es aceptable, pero me saliste con tus pendejadas de que yo no entendía el mensaje de superación que representaba que Goku atravesara como mantequilla a Broly, aunque éste, cinco minutos antes de morir, si se lanzaba un pedo le rompía tres costillas al protagonista. Incluso me llamaste superficial, tú que ni te la has jalado. Igual te daré un consejo, no te molestes por los que son tan ignorantes como tú o pasarás todo el día iracundo y serás aun más ladilla. Además todos en mayor o menor medida la cagamos de esa manera muchas veces, incluso tu padre me dijo que Batman vs. Superman no es tan mala y me dio sus argumentos que, bueno, tenían tanto sentido como la película.

—Ojalá te dé Alzheimer y olvides cómo rascarte los huevos.

—Pero no puedes negar que no es tan malo si con esos debates poco a poco van aprendiendo de lo que hablan. Si para una persona el fútbol es sólo correr tras un balón y nunca te lo hace saber, no tendrás la oportunidad de mostrarle la verdadera belleza del deporte rey, quizá no te paren bolas, cosa que no me extrañaría tratándose de ti, pero también puede que ese pendejo gane una pasión, tú sabes que entre pendejos se entienden.

—Créeme que conozco al más grande de ellos.

—Y lo mejor, es que cuando éste tenga un hijo que amará el fútbol como su vida, le dejará seguir sus sueños y le aconsejará, en vez de simplemente prohibirle acercarse a ese mundo para que estudie algo que no le gusta, pero que da más seguridad financiera y así comprar un auto de los años cuando Charlie Sheen era virgen y pagar las cuentas de una choza donde se encerrará siempre que pueda a lamentar que nunca hizo lo que quería.

—No sé qué clase de efectos causan tus medicinas pero creo que algún día lo averiguaré.

—Es como dijo el famoso dramaturgo Joel Alves: “la ignorancia es el primer estado del saber”.

—Abuelo, tú eres Joel Alves, eras albañil, y esa frase es de un pésimo escritor de autoayudas llamado Javi Rodríguez* (*Nota: para que se entienda, Javi Rodríguez es mi nombre).

—Mira, Armando.

—¡Leonardo!

—Bernardo, la verdad entiendo que crecer duele bastante.

—¿Pero qué tiene que ver? Mira, ¿has pensado ser político de izquierda? Porque te mandas unos cambios de temas impresionantes.

—La peor parte es cuando empiezas a vestirte de negro y a tener el cabello en la cara como una niña, es la peor parte para mí, claro, porque tendré que verte, en mis tiempos no hacíamos esas mariconadas. Pero ya cuando alcanzas una edad no determinada, puesto que algunas personas lo logran antes que otras y algunos nunca lo hacen, y echas la vista atrás, ves todos esos recuerdos de mierda como cosas no tan horribles como las sentiste en su momento.

—¿Cómo fue que pasamos del fútbol a esto?

—Y uno suele pensar que los tiempos pasados siempre fueron mejores, y es mentira, como dijo aquel gran poeta bizantino, es sólo la prueba de que todo lo malo pasa. Y entonces logras la paz.

—Abuelo, deja de leer a Rodríguez, por favor.

—Siempre verás a los viejos geniales y de penes enormes como yo repitiendo esa palabra, paz, pero no es porque todo nos dé nostalgia o por las drogas, bueno, no siempre, puede ser visto más bien como una lección para los jóvenes; así veamos arruinado nuestro legado por nietos indecentes, nos mantenemos en una eterna calma y como valoramos lo realmente importante, comienza a importarnos cada vez menos las cosas materiales.

Mientras decía esto, Leo tocaba una figura de plástico que el abuelo había comprado en los chinos de la esquina por 1 dólar.

—¡Aléjate de eso, torpe de mierda, que lo vas a romper! —Le gritó fuertemente el anciano.

—Cuando te mueras le pagaré al funerario para que te lo meta por el ano.

—Y bueno, por sobre todo apreciamos tanto la paz porque sabemos que logramos algo fundamental que nos complementa, algo que de haber tenido de jóvenes, nos hubiera dado mucha felicidad y sexo anal salvaje con rusas jóvenes y tetonas, pues la tranquilidad mental no llega sin antes besarte la sabiduría.

—Abuelo, que tengo 10 años.

—Muchos imbéciles llegan incluso a los 25, cuando deberían al menos ser pseudo-hombres, y no paran de publicar en Facebook que la vida es una mierda, que sólo vivimos para sufrir, que de qué sirve vivir si igual vamos a morir… ya me entiendes, como si aún fueran unos carajitos imberbes. Y pues, si los miras bien y fueras listo, que sé que no es el caso, te darías cuenta de que esa gente siempre son chavistas, reggaetoneros, religiosos, unos que van a sus citas vestidos como si fueran a pelear contra Freezer… bazofias que nunca serán exitosas si no dan un giro radical en sus vidas. En cambio ves a un empresario con 50 mil millones en el banco y tres putas, o a los de Radiohead, o a Loulogio, y jamás en sus adultez van a decir eso gratis, ni lo considerarán, ni mucho menos obstruirá sus existencias. Debe ser por algo, ¿no? Y lo es.

—Abuelo, coño, que quisiera pedirte algo…

—Cuando me di cuenta de estas cosas estaba en mis 28, aún me faltaba muchísimo por crecer, traumas por superar, sexo por tener. Era algo muy común a mi edad.

—¿Tus oídos aún funcionan o es tu cerebro?

—Pero debo decir que no lo hacía tan mal tomando en cuenta que en aquel entonces no tenía dinero.

—Y nunca has tenido. Te expulsaron del colegio por escaparte siempre al karaoke.

—Pero tenía una determinación, quería ser como esos empresarios con 50 mil millones en el banco y tres putas, o como lo que son hoy Radiohead y Loulogio.

—Yo soy más de pop latino y de Dross.

—Claro, porque eres un pendejo.

—Ah, ahora sí escuchas.

—En parte por lo que te cuento es que volví a hablarle a quien fue mi amor no correspondido durante ocho años, me di cuenta que únicamente conquistándola de nuevo o aprendiendo a verla como una amiga, lograría comenzar de nuevo y fresco aquel reto tan importante para mí que era mi yo sentimental, sin importar cuantas veces creía enamorarme de otras chicas.

—No te entiendo, abuelo, ¡aún no me gustan las chicas!

—Y creo que nunca lo harán.

—Dios mío dame fuerzas que si me das paciencia seguirá vivo.

—La razón por la que todos me comparaban con el famoso dramaturgo Joel Alves era precisamente por lo que aprendí amando y llorando a esa mujer, hubiera ido a mil facultades de letras y siempre hubiese sido un fracasado hasta conocerla. Esa es la paz de la que te hablaba, la que logras con la aceptación y que llega cuando llevas un tiempo empapándote con la más pura forma de sabiduría, como una alma mater a la que logré entrar después de ocho años de aprendizaje intensivo. Siempre le voy a estar agradecido a tu abuela por tantas lecciones que me dio sin querer, y sabía que mientras más creciera, mejor escribiría, quizá hasta perder la esencia, ver a Sammy usando sostén, o qué sé yo.

—Pero si tu mayor logro literario fue ganar el concurso de piropos del sindicato de obreros del estado.

—Todo lo que te estoy contando, y es importante que vayas aprendiendo de estas cosas y dejes de besarle el culo a los Teletubbies, es una de las razones por las que la religión aún existe, y por la que para muchos es sagrada.

—Deberías ser lanzador de las Grandes Ligas, tus cambios son muy impredecibles.

—La gente busca apoyarse en una figura más allá de lo paternal, como Dios o un sabio y guapo abuelo, así como haces ahora y que es lo único bueno que haces en tu miserable vida.

—Como las religiones tienen tanto que ver con fútbol.

—Pero también hay una cosa de crecer que duele mucho más que cualquier cosa y es cuando pierdes a un ser querido, y mientras más viejo seas con más regularidad sucede, así que la religión cobra mayor fuerza. Te aferras a la esperanza de reencontrarte con esos fiambres en el más allá. Además de seguro en el cielo no dejan entrar chavistas.

—San Pablo dirigía su propio equipo, los Holy Shit de Jerusalén.

—Es una ilusión que a muchos les ayuda a estar tranquilos y felices, pero no es más que vivir en una mentira, que mantienen un grupo de mentes que no son lo suficientemente fuertes para enfrentar sus miedos, sobre todo el miedo al final.

—Siempre ganaban porque Moisés hacía trampa y separaba a los defensas.

—Además hay muchas alternativas a la religión, quizá no tienen el plus de una vida después de la muerte, pero son lógicas y consigues más putas que yendo a la iglesia.

—Y luego Jesucristo convertía el Gatorade en vino para celebrar.

—Es chimbo saber que muchas personas son ateas hasta que se están muriendo. Pero estoy convencido de que no hay nada más. Para mí el cómo será todo después de la muerte es algo muy simple, será exactamente igual que antes de nacer.

—Busqué chochear en el diccionario y salía tu foto.

—Pero las religiones te prometen andar sobre las nubes echando vaina en bata, algo muy atractivo aunque no tenga sentido, y para hacerlo una oferta más difícil de rechazar, te amenazan con que si no cumples al pie de la letra los mandatos divinos, ni compras sus libros, ni pagas todos los diezmos y cosas así, entonces cuando mueras va a ser bien chimbo; que te darán por el culo sin protección, lubricación ni amor; y de paso que las únicas bebidas que podrás tomar, en vez de ron, pondrán “bebida espirituosa” en sus etiquetas, y recordarás aquel trago que usó tu dentista clandestino para dormirte una muela. Un lavado de cerebro vulgar.

—Cuando lavaron tu cerebro se pasaron con el cloro.

—La fe como todo tuvo su evolución. Al principio no había una institución que la gestionara y se asegurara de que seamos una buena y obediente creación divina, sino que unos pendejos decían "épale, espíritu de la lluvia, échame una manito ahí, plis". Luego llegaron las religiones como tal con sus sacrificios humanos y todo eso, y la gente feliz porque al terminar la tortura de la vida todo iba a ser la polla. Mucho después llegaron las monoteístas, como la cristiana, que en cierta forma es como su archivillano el comunismo; siempre ves a sus líderes presumiendo de ser pobres, humildes y del pueblo, pero lo hacen desde sus palacios de oro donde rigen y oprimen a las clases inferiores. Estos líderes cristianos siempre están diciendo cosas como: "amados prójimos, si nos dan bastante plata, les prometemos sin prueba alguna, y más vale que nos crean o los quemamos en una hoguera, que a menos que sean homosexuales o algo así, habrá una rumba eterna en las nubes en la que siempre estarán tan curdos que no tendrán tiempo de sufrir la resaca, además irán menores súper lindas para los más devotos". Ya luego crearon unas pocas vainas fumadas cuyos libros sagrados parecen libros de ciencia ficción al igual que la Biblia o el Corán, pero que el que cuelen en plena edad contemporánea como registros históricos sorprende aún más.

—A mí me sorprende que nadie haya intentado dispararte.

—Personalmente pienso que las religiones desaparecerán, ahora hay una cosa llamada internet que, además de porno, contiene mucha información, y videos de gatitos que dan más risa que tus chistes.

—Me sé uno muy bueno, había una vez un vejestorio que de tanto hablar, su familia no quiso cuidarlo más.

—El hecho es que antes la humanidad creía en cualquier mierda, hoy creemos en casi cualquier mierda, y algún día dejaremos de creer en cualquier mierda. Es tan fijo como que el único premio que ganarás será el de empleado del mes en McDonald’s.

—Mañana te traigo los papeles para tu testamento por si te pasa algo misteriosa y convenientemente.

—Pero bueno, la Biblia no se equivocó en algo muy importante para la humanidad, el Messias volvería, y desde hace mucho no para de hacer milagros en Barcelona. Espero que no haya un Poncio Pilatos que lo lesione de por vida, sospecho de Sergio Ramos.

—Desearía que Dios existiese sólo para que te caiga un rayo por hereje.

—A lo largo de los siglos…

Pero la paciencia de Leonardo no aguantó más y explotó.

—¡Yaaa anciano del averno! ¡No quiero volver a escuchar tus historias de mierda! ¡Eres el único viejo que en vez de hablar de su infancia prefiere hablar de la de Simón Bolívar! ¡No te soporto! ¡Cómprate una escopeta y prueba si es verdad que se puede cometer suicidio con ella!

—¡Ándate a cagar, nieto hijo de puta! Nunca aprecias mis valiosas enseñanzas. Tu problema es que nunca escuchas lo que dicen los demás.

—¿Qué YO no escucho? ¡Mierda, basta ya! Si me das un centavo con cada estupidez que dices, te pago yo la pensión con aguinaldos y todo. No sé ni cómo sigues viviendo aquí.

—Porque mi hijo no es un malagradecido como tú, él sabe que tuve que renunciar a muchas cosas cuando embaracé a mi mujer, al menos eso a ti no te pasará porque eres bien feo y hasta las muñecas inflables te rechazarán.

—Lo que no entiendo es por qué coño desde que no se te para, las pagas conmigo. Eres patético.

—Patético tu culo. Creo que estás así desde que te dejé caer cuando eras un bebé, pero no fue mi culpa, la cerveza es buena pero produce mareos.

—What the fuck? ¡Viejo imbécil!

—¿Cómo que “what the fuck”? A ver si dejas de estar tanto tiempo en la PC o al menos ponte a ver porno que es más productivo que el Minecraft, ¿es que no tienes neuronas suficientes para decir “pero qué coño” como la gente?

—¡Ahhh! ¡Pues al carajo!

Leo se marchó de aquella habitación 10 veces más enfurecido que antes de la conversación, quizá pensando en ir a tranquilizarse jugando a la pelota. Su padre que lo miró mientras bajaba las escaleras, curioso le preguntó.

—Y bien, ¿te comprará los tacos de fútbol que quieres para tu cumpleaños?

—No. Pero me confesó que secretamente sueña con vivir en un asilo.

Fin.