EL ÁNGEL DE LA MUERTE

Tema en 'Fanfics abandonados sobre Libros' iniciado por flor rodriguez, 15 Septiembre 2011.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    flor rodriguez

    flor rodriguez Guest

    Título:
    EL ÁNGEL DE LA MUERTE
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    854
    PREFACIO
    El dolor me creó, el odio me formó, el rencor fue mi compañero y la venganza la que me guió.
    Mi mente es mal consejero, mi alma un prisionero y mi corazón se ha silenciado por no haberle escuchado.
    Me duele el paso del tiempo, mi conciencia no me deja en paz, mis pensamientos me torturan y mis acciones sufrimiento han de causar.
    Todo se nubla a mi paso, la sangre en mis ojos causa temor, la tormenta anuncia mi llegada y el huracán he de ser yo.
    La soledad me evita, la oscuridad me envidia y hasta el silencio teme a que yo llegue.
    Mis heridas no han sanado y nunca lo harán pues con cada segundo se abren más.
    El odio corre por mis venas, pero no es hacia los demás es hacia mi misma por lo que tengo que cargar.
    Los recuerdos son cadenas que aprisionan lo que soy, bendigo a aquellos guardianes que me han maldecido.
    No hay remedio para ésto, por siempre será así, soy el Ángel De La Muerte desde que nací.
    OSCURIDAD
    Todo lo que veo es oscuro, pero cómo no serlo cuando estoy presente, un maldito año más se suma a mi existencia este día, hace tiempo me canse de luchar por no tener una razón para hacerlo, los segundos siguen pasando y nada ha cambiado.
    Ya ni siquiera menciono mi nombre porque hasta eso causa miedo a los demás, pero claro cuando tienes al "Ángel de la muerte" frente a ti sólo piensas en salir del lugar, lo se, se preguntarán por que me llamo así yo misma, bueno, empezaré por decir mi nombre.
    Me llamo Bella Swan y soy una vampira que ha vivido desde el año 300 antes de Cristo, desde mi nacimiento sólo he causado muerte, les contare por que:
    Nací en el año 300, si, desde que nací soy vampira y esa ha sido mi peor desgracia, maté a mi propio padre al nacer, mi madre aunque estaba horrorizada por mi acto me quiso a su lado, durante años mi sed de sangre fue controlada, pero mis letales ojos me delataban, por mucho tiempo mi madre trató de razonar con ellos para que no me asesinaran, pero cuando tenia tan solo 15 años la mataron para lograr su cometido, con eso las cadenas que sostenían mis instintos se rompieron y mi verdadera naturaleza fue liberada de la prisión en la que la retenía, lancé un rugido que causó los gritos de todos mientras comenzaban a correr pero era un intento realmente inútil, asesiné al pueblo entero en minutos y bebí su sangre, años de dolor en mi garganta se extinguieron en cuanto el caliente líquido entró en mi.
    Cuando terminé pude ser conciente de lo que había hecho y juro que me arrepentí, pero mi sentimiento de culpa no reviviría a esas personas por lo que sólo me sentí peor.
    Este sólo fue el comienzo de una eternidad maldita, a través de los años he asesinado a miles de personas porque de todos los vampiros mi instinto es el más indomable, si me pide sangre se la tengo que dar, también he matado a miles de vampiros que por uno u otro motivo me hicieron enfadar o simplemente les tocó cruzarse conmigo en un momento fatal.
    Los años pasan y lo único que quiero es dejar de existir, como si no fuera suficiente mi instinto y mi personalidad, mi don fue el que firmó la sentencia para ser conocida como el ángel de la muerte por el resto de la eternidad, puedo adquirir el don de los demás vampiros involuntariamente y cuando mi instinto sale los utilizo de manera letal, he arrasado con ciudades enteras por no poderme controlar.
    Volviendo a la fecha actualmente estoy en el año 1950 y de nuevo me tengo que cambiar de lugar para no acabar con todo lo que esta a mi alrededor, quisiera que alguien me matara ahora mismo pero nadie se atreve siquiera a mencionarme por mi nombre real, a través de los años los Vulturi han intentado que me una a ellos pero lo que menos quiero es eso, casi mato a mis reyes en un arranque de ira pero ellos no dijeron nada ya que fue su culpa que me descontrolara además saben que si alegan los quitare de la faz de la tierra, total son casi tan odiados como yo, nadie los extrañaría.
    Bueno, ahora me estableceré en una casa que tengo en un bosque de Canadá, espero no causar mucha muerte por allá y sobretodo no encontrar a otro de mi especie por que últimamente soy muy territorial.
     
    • Me gusta Me gusta x 4
  2.  
    flor rodriguez

    flor rodriguez Guest

    Título:
    EL ÁNGEL DE LA MUERTE
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1707
    GUERRA INTERNA​
    Resignada a que siempre sería lo mismo salí de mi actual casa, estaba a punto de anochecer, el escenario perfecto para acabar otra de las tantas etapas de mi vida.
    El viento se movía en una suave brisa que acariciaba mi rostro, el sol ya le había cedido su lugar a la luna que ahora brillaba en lo alto del cielo y yo daba los pasos que faltaban para perder de vista mi casa, desgraciadamente por mas que me alejara mi pasado me acompañaría por toda la eternidad.
    Comencé a correr como si eso me ayudara a deshacerme de mis recuerdos, sobre mi caía una ligera capa de lluvia que recorría mi cuerpo, cuanto deseaba que las gotas de lluvia llegaran a mi interior para poder lavar mi alma pero auque lo lograran dudo que eso me ayudara.
    En todo el bosque lo único que se oía eran las gotas caer, el cielo era totalmente negro aún más que las noches anteriores, lo que mis pisadas dejaban era como lo que quedaba cuando mi cuerpo tenía que obedecer: nada, era como si nunca hubiera estado ahí cuando la realidad era otra muy distinta.
    Mi cuerpo corría entre los árboles mientras que mi mente era torturada como siempre por sus propios pensamientos, hasta a mi me daba miedo lo que podía llegar a pensar por saciar mi sed pero por mas que lo intentaba no conseguía volver a encarcelar mi instinto, un deseo suyo era una orden para mi, era como si 2 personas compartiéramos un solo cuerpo y el otro me gobernara sin opción a poderme resistir.
    En este momento sería muy útil que mi corazón me ayudara un poco pero el me abandono hace tiempo, se hartó de intentar ayudarme cuando sólo hacía lo que mi equivocada mente decía, de que dejara atrás todo lo que fuí o por lo menos intenté ser alguna vez y de que cuando fue necesario no le consulte, ahora me arrepiento de haber cometido tantos errores y como consecuencia perder al que si hubiera sido un buen guía, pero ya no tiene sentido lamentarme por algo que nunca recuperaré.
    De un momento a otro el aroma que tanto amaba y odiaba a la vez se introdujo en mi cuerpo provocando que mi lado mas oscuro, mas letal y el menos deseado comenzara a decirme cosas que no quería hacer
    -Sabes que lo deseas-. En eso tenía razón lo deseaba pero no era motivo para acabar con la existencia de un inocente que tenia toda una vida por delante y seguramente una familia que lo amaba.
    -Uno más o uno menos en el mundo, ¿Qué importa? hazlo-. Me decía pero realmente no quería cargar una muerte mas en mi conciencia, no se cuantas mas podría soportar y no estaba dispuesta a averiguar.
    -NO-.Le respondí firme, esta vez yo sería la que decidiera lo que mi cuerpo hiciera, cada vez he intentado detenerme a mi misma pero me ha resultado imposible, son mi instinto y mi mente contra mi pobre alma, mientras mi cuerpo espera una orden y mi corazón se mantiene al margen.
    -Sabes que lo harás-. Me respondió ya algo molesto, la lluvia que caía sobre mi tomo intensidad, rayos comenzaron a iluminar el oscuro cielo y la que antes era una brisa se convirtió en fuertes vientos que hacían volar todo a su paso, maldita sea, no de nuevo, ahora está comenzando a utilizar mis dones a su favor.
    -He dicho que no-. Fue mi respuesta, mis pies estaban firmes como roca en el suelo, ahora las que antes eran inocentes gotas de agua eran como navajas enviadas directamente a mi, el cielo oscureció aun mas y la tierra comenzaba a temblar levemente.
    Por un momento pude sentir cómo mi cuerpo volvía a pertenecerme, como lo había hecho hace siglos, era fantástico poder sentirte dueño de tu camino, pero esa maravillosa sensación se esfumo en unos cuantos segundos, mi instinto logró volver al control de mi cuerpo y en instantes me encontraba corriendo hacia el que por desgracia sería mi comida este día, me odio demasiado por no poder impedirme cometer otra atrocidad, por no ser la dueña de mi destino, por no tener suficiente voluntad, por no poder aprisionar lo que liberé, por no poder romper las cadenas que retienen mi alma y simplemente por nacer.
    -Te dije que lo harías, te encanta-. Esa frase terminó de quebrantar las esperanzas que todavía albergaba por alguna razón dentro de mí.
    Tenía que enfrentar la realidad, hace mucho que perdí la única batalla que de verdad importaba, la batalla de lo que dependía todo y a la que no fui capaz de hacer frente como tendría que haber hecho.
    En pocos segundos llegué a la orilla de un prado que sería hermoso si no estuviera allí, estaba rodeado de árboles que casi eran arrancados por los vientos que yo provocaba y las flores de tantos colores distintos eran aplastadas por la infernal lluvia que había sido consecuencia de mi intento por conseguir libertad.
    Mi olfato me gritaba que en el centro del destruído claro se encontraba lo que buscaba, me quede sin palabras al observar el origen del líquido rojo, una pareja abrazada en el suelo mientras se desangraban, enormes marcas de garras cruzaban sus cuerpos y su sangre escurría hasta mezclarse con el agua en los charcos del piso. No podía moverme por la imagen que se encontraba frente a mí, la lluvia bajó su fuerza pero los rayos fueron más seguidos, por primera vez mi alma me habló desde su prisión
    -No lo hagas-. Por un lado estaba alegre de que mi alma tuviera contacto conmigo y fuera para bien, pero temía que mi instinto le ganara igual que hizo con mi corazón.
    -Hazlo-. Grito la voz de siempre dentro de mí, si antes estaba confundida ahora más, dentro de mi 3 voces discutían: la de mi letal instinto, la de mi alma prisionera que luchaba por romper sus cadenas y la mía que trataba con todas sus esperanzas que ya eran pocas ganar esta discusión, por que de lo contrario estoy segura me lamentaré por demasiado tiempo.
    Conforme las voces dentro de mí hablaban mi cuerpo retrocedía y avanzaba, una gran tormenta se formaba en el cielo una tan grande que seguramente destruiría el bosque entero y la poca vida que quedaba en la pareja se iba apagando con cada gota que escapaba de su cuerpo, mi mirada se clavo en ellos cuando unas palabras apenas audibles salieron de sus débiles labios: termina con nuestro sufrimiento, por favor
    Esas palabras fueron suficientes para que mi instinto volviera a ganar, me acerqué lentamente ahora que sabía que lo que querían era morir mi instinto era sádico con ellos a tal grado que de nuevo me daban ganas de suicidarme solo para que desapareciera, porque estoy segura que si la tierra me tragara se arrepentiría y enviaría de vuelta, sus ojos mostraban completo terror ante la sonrisa que permitía ver mis afilados dientes y mis ojos mostraban tristeza pues ellos eran los únicos que permitían ver lo que en realidad sentía cuando me veía obligada a hacer lo que más me repugnaba.
    Sus cuerpos ya no podían siquiera moverse pero sus manos seguían unidas y aferradas ya que sabían que iban a morir esperarían su final juntos, envidio a todos los humanos porque ellos si pueden llorar y de esa manera por lo menos durante un momento alivian el dolor que sienten, pero yo estoy condenada a sufrir todo en silencio y eso es lo que más daña, tanto a los humanos como a mi especie, porque guardar y cargar sólo todo el dolor únicamente logra provocar más, mientras te consumes lentamente en tu propia hoguera.
    Con todo el rencor que podía sentir contra mi misma, acerqué mi boca al cuello del hombre, su pulso bajaba rápidamente igual que su temperatura, coloqué mis manos en sus brazos y hundí mis colmillos en su suave piel, no hizo ningún intento por liberarse pero mi alma habló
    -Aún puedes salvarlo, déjalo-. Mi alma tenía razón, no tenía que matarlo, lo estaría condenándolo a vivir como un vampiro pero estoy segura que si se queda con su pareja su existencia seria completamente feliz.
    No se cómo lo logré, pero mis colmillos se despegaron del hombre
    -¿Qué haces?-. Dijo furiosa la voz de mi cabeza, la tierra comenzaba a temblar de nuevo pero esta vez yo ganaría, tomé el control de mi don e hice que la lluvia cesara, que la tierra dejara de temblar y que los vientos volvieran a la normalidad.
    La sangre aún escurría por mis labios cuando mire a la mujer que seguía sujetando la mano de su pareja
    -Se que podrás parar hazlo-. Fue lo último que dijo mi alma antes de volverse a silenciar talvez para el resto de la eternidad.
    Con mis manos tomé los brazos de la mujer tal como hice con el hombre, su respiración a pesar de todo era tranquila, fácilmente podría pasar como parte del paisaje, decidí que debía hacerlo rápido antes de que perdiera mi cuerpo de nuevo, acerque mis colmillos al frío cuello y rápidamente lo mordí, dejando que mi ponzoña corriera por sus venas, me costo trabajo pero la deje, no se si me arrepentiré de ésto después, pero por lo menos no estarán solos como seguiré estando yo.
    La noche trascurría ya su rumbo normal, el cielo con sus hermosas estrellas que cada noche he podido apreciar junto a la gran y bella luna que siempre las ha de cuidar, había decidido quedarme hasta asegurarme de que estarían bien pues no quería que algo les pasara, bueno algo aparte de mi presencia claro está.
    El claro había quedado destrozado, pero logre parar la tormenta justo antes de que arrasara con más, me sigo preguntando cómo el mundo permitió mi creación cuando lo único que causó es todo lo contrario, sólo destruyo y arrebato vidas, pero creo que tendré que seguir adelante como hasta ahora difícilmente lo he logrado, cuando encuentre la manera de terminar con mi existencia no lo pensaré, sólo aceptaré que mi fin ha llegado, ese que es esperado durante años.
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  3.  
    flor rodriguez

    flor rodriguez Guest

    Título:
    EL ÁNGEL DE LA MUERTE
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    2007
    BARRERAS QUEBRANTADAS
    El tiempo se pasaba lentamente al escuchar sus gritos de dolor algo que me mataba porque su sufrimiento lo provoqué yo, mientras sus voces de agonía opacaban cualquier sonido en el bosque me preguntaba si esto fue una buena elección, pero por desgracia no había respuesta a mi duda bueno no por ahora, tendría que esperar y ver el resultado de mi nueva decisión esperando que no me saliera muy caro si acaso era una equivocación.
    La noche desaparecía poco a poco dejando ver un cielo con tonalidades amarillas y naranjas junto a unas grandes nubes grisáceas.
    Era difícil creer que a pesar de toda su tortura los 2 seguían tomados de la mano ofreciéndose apoyo el uno al otro a tal grado de colocar su dolor en segundo lugar por que lo primero en su lista era su pareja y su bienestar.
    La piel de ambos comenzaba a tomar un blanco parecido al del mármol, sus corazones latían como si eso fuera a salvar sus vidas de lo que les esperaba y mi ponzoña corría por cada parte de sus cuerpos arrebatándoles la humanidad que durante años pudieron gozar pero de un momento a otro dejaría sus cuerpos para abrirle paso a la inmortalidad.
    Las horas seguían pasando pero la única que esperaba no llegaba, me carcomía por dentro el pensar que estas 2 personas se convirtieran en un ser como yo ya que mi veneno estaría por siempre en su interior.
    Para estos momentos no se que era peor escuchar los desgarradores gritos, mi mente exigiendo que obedeciera a mi instinto o este ultimo diciéndome que los abandonara a su suerte tal como hicieron con migo, como siempre mi mente traía los dolorosos recuerdos para intentar convencerme pero esta vez le resulto lo contrario pues solo tome más fuerzas para no abandonarlos.
    Me levante del húmedo pasto que había debajo de mi y coloque mis manos a unos centímetros de mi cara, observándolas me dolía aún mas pensar en lo que hasta la fecha había hecho pero cada día al salir el sol yo misma me lo recordaba con la intención de nunca más volverlo a realizar pero realmente ya lo hacía mas que nada por costumbre por que al ir pasando los años uno mismo se cansa de no poder lograr lo que mas desea en su vida.
    Después de eso note como los corazones de ambos pronto darían su latido final y sus cuerpos el último respiro real, me acerque a los que a estas alturas ya eran duros como roca y si pudiera me quedaría sin aliento al ver que en tan poco tiempo su transformación se había completado y ahora comenzaban a abrir sus ojos a la nueva vida que enfrentarían.
    Finalmente las ventas de su interior me mostraron su nuevo color, un brillante rojo relucía en su mirada la cual estaba llena de confusión, era el momento de decirles lo que les ocurrió y que estarían destinados a bagar por el mundo obligados a saciar la peor de las necesidades que pudiese existir sin la opción de elegir más que una cosa: humano o animal, claro esta opción la tendrían suponiendo que no fueran iguales que yo de ser así su condena seria la peor.
    Ellos seguían ahí en el suelo sin decir nada no había tan siquiera una palabra que llenara el silencio del lugar porque al parecer los 3 estábamos demasiado ocupados observando los ojos del contrario algo que todo mi ser se negaba a creer pues nunca nadie me había dirigido una mirada sin odio o simplemente atrevido a mirar mis ojos y de la nada salen 2 que lo hacen sin ningún temor, debo admitirlo de alguna manera me causaba una pequeña alegría.
    Ambos tenían algo que muy pocas veces he visto: una mirada pura que mostraba cariño, comprensión y sinceridad todo esto logro brindarle consuelo a lo quesea que me quedara por dentro.
    El sol ya estaba por completo en el azulado cielo, rayos de luz llegaron a nuestros cuerpos y el lugar se vio iluminado por nuestros brillantes destellos. Un suspiro salio de los labios del hombre, un suspiro que expresaba cansancio y desilusión como si deseara lo mismo que yo, se levanto del suelo y como todo un caballero le ofreció una mano a su pareja quien con todo gusto la tomo.
    Ahora tenia a ambos mirándome a fijamente como si fuera su salvación, un ángel que venia a recogerlos cuado era todo lo contrario a sus pensamientos, la mujer respiro innecesariamente para tomar fuerzas de voluntad y la frase que menos esperaba broto de ella
    -Gracias por salvarnos-.
    Pero así como esas palabras llegaron el viento se las llevo, trate de no darle importancia a lo que me dijo sin lograrlo porque esa única oración le llego a mi corazón.
    Sin saber de donde un susurro salio de mis labios, uno apenas audible por que mi garganta no me permitía más
    -No lo agradezcan
    Yo no merecía ningún agradecimiento ya que mi primera intención fue asesinarlos, no merecía la bondad de nadie después de mis atrocidades ni el perdón de una victima que solo fue una más en mi larga lista.
    -Como no hacerlo-. Respondió el hombre con una sonrisa que le robaría el aliento a cualquiera pero no por su belleza si no por su sinceridad en ella.
    Juro que si mi cuerpo me lo permitieran mis mejillas ya estarían empapadas por mis lágrimas y creería que estoy soñando de no ser porque nunca lo he logrado.
    Mi cuerpo se paralizo cuando poso una de sus manos en mi hombro, fue demasiado extraño sentir el toque de alguien en mi frío cuerpo sin motivos de guerra, su mano le brindaba calma a mi torturada alma.
    Gotas de lluvia comenzaron a caer del cielo expresando lo que sentía por dentro, debes en cuando mis dones me permitían sacar mis mas profundo sentimientos y este era uno de esos momentos, ambos ignoraron la lluvia que resbalaba por sus ensangrentadas y destruidas ropas, las brisas cubrían los momentos de silencio, lo único que pude lograr fue lo que nunca e hecho en mi larga existencia por no tener la oportunidad
    -Perdón-. Aún sabiendo que no debería pedirlo lo hice para por lo menos darle esa tranquilidad a mi alma y un poco a mi conciencia que cada segundo ruge en mi cabeza.
    El cielo se volvió oscuro y sin poder contener a mi instinto que ya había vuelto al mando de mi cuerpo me fui corriendo dejando a 2 inocentes abandonados con un problema que yo misma le sume a su eternidad.
    -TE DIJE QUE NO LO HICIERAS-. Me gritaba mi parte mas odiada.
    -YA ESTA HECHO DEJAME EN PAZ-. Era la única respuesta que obtenía de mi parte, no gastaría energía en otra discusión con migo misma.
    Después de minutos de pelear con mi conciencia, instinto, mente, recuerdos y cuerpo llegue a la cima de una montaña, me coloque en la orilla dispuesta a saltar para aunque sea un momento dejar todo atrás
    -Acepta lo que eres-. Grito mi instinto realmente furioso en mi interior
    -Mi problema es que ya lo e hecho-. Dije poniendo un pie en el vacío y justo cuando iba a saltar algo me tomo de los brazos impidiendo mi acto, por costumbre salte enzima de mis atacantes provocando la caída de todos, los fríos vientos de la montaña chocaban con nuestros cuerpos mientras rodábamos colina abajo pasando por enzima de todo: árboles, arbustos, rocas, troncos nada de eso era impedimento para nuestra pelea.
    La gran caída solo paro cuando un río se nos atravesó, nos sumergimos en las profundas aguas que para otros debieron estar heladas, mis dedos soltaron las ropas de mi victima y nade a la superficie para encontrar y deshacerme de mi agresor.
    Me acerque a la orilla, de mi destrozada vestimenta no paraban de escurrir gotas de agua, levante la mirada para apreciar a quien tubo valor de enfrentarme o las suficientes ganas de suicidarse pero me quede petrificada al ver que quienes salían del río no eran mas ni menos que los que yo misma había convertido.
    Sus ojos me mostraban tristeza, arrepentimiento, me pedían perdón con tan solo su mirada pero ya era muy tarde para tratar de dominarme, me deje ir contra ellos, ni un esfuerzo, ni un golpe o intento de ganar percibí de sus cuerpos
    -¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DETENTE!!!!!!!!!!!-. Mi alma me grito justo antes de desgarrar sus cuellos con mis colmillos, mis dientes quedaron a unos milímetros de su piel, la ponzoña se escapaba de mis labios sin poder evitarlo y un huracán comenzaba a formarse por los repentinos y continuos cambios que se llevaban a cabo en mi ser, ¿seria posible que volviera? ¿Podría mi corazón romper su silencio? o ¿Eso seguiría siendo solo un deseo?
    -Aléjate-. Mi cuerpo obedeció la orden de mi parte noble y comenzó a retroceder lentamente.
    -¡Espera!-. Gritaron al unísono al ver que de nuevo me alejaría de ellos
    -Por favor no te vallas-. Dijo la mujer casi implorando la cancelación de mi retirada, únicamente sabia que si me acercaba destrozaría sus cuerpos por lo que no podía cumplir su petición.
    -No puedo-. La respuesta que salio de mi boca muy apenas alcanzaba a ser un susurro, mientras nosotros intercambiábamos frases el huracán casi estaba completo, un cielo negro, vientos asesinos y lluvia torrencial serian lo mejor para describir lo que pronto comenzaría si no alcanzaba a detener lo que comencé.
    Por alguna razón me dolía separarme de ellos pero no debía ser tan egoísta como para dejar que la tormenta arrasara con todo simplemente por que no deseaba abandonarlos pero ¿Cuándo e deseado hacer algo? ¿Cuándo e podido decidir que hacer?
    -Por favor-. Las palabras de la mujer causaban que mi cuerpo se soldara al suelo sin remedio y la mirada que me regalaban decía más que mil palabras, cada respiro suyo me resultaba de lo más importante incluso más que el huracán y por mucho más que mi propia vida.
    -Quédate con nosotros-. Dijeron los 2 al mismo tiempo logrando un perfecto coro de voces angelicales, y no se si realmente ya estoy paranoica por todo lo que me esta sucediendo pero creo que comienzo a escuchar una voz desde mi pecho.
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  4.  
    cat whiteblack

    cat whiteblack Guest

    Título:
    EL ÁNGEL DE LA MUERTE
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    66
    OMG!!!!!:eek:
    oh! santo dios! ha estado increible, de verdad que me ha encantado!!!!!!!!!!!:D
    esta muy buena la historia, me ha fasinado, espero que coloques el proximo capii pronto, por que de verdad me he quedado con la curiosidad de saber quienes eran la pareja que Bella transformo, asi que espero con ansias el siguiente capii, ponlo prontro plissss!!!!!!!!!!!:)
    adios y besos.
    atte. Catt WhiteBlack
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  5.  
    flor rodriguez

    flor rodriguez Guest

    Título:
    EL ÁNGEL DE LA MUERTE
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    3778
    INTENTANDO SOLDAR CADENAS
    Cause un gran estruendo al caer sobre mis rodillas en el frío suelo humedecido por la lluvia que bañaba mi cuerpo sin consideración al igual que yo a la hora de terminar con la vida de mis victimas, cada gota era como un reclamo enviado desde el cielo, un grito lanzado para perforar mis oídos con la intención de provocarme el mas profundo dolor. Lo mejor para describir mi suplicio seria una daga clavándose lentamente en mi corazón mientras cada extremidad de mi cuerpo se consumía en llamas infernales y escuchaba como mi cuerpo crujía al partirme los huesos uno a uno sin piedad, pero la verdad mi tortura no era la que realmente me preocupaba si no por que pasaba ya que no era normal un dolor físico tan grande en mí.
    Mi mirada no podía despegarse del piso mientras mis ropas se cubrían de lodo al mismo tiempo que mis manos se aferraban al suelo buscando un alivio inexistente, percibí respiraciones agitadas a mis lados de esas que las personas tienen cuando ven a sus hijos a punto de morir frente a ellos sin poder ayudarlos y por primera vez en todo el tiempo que llevo en esta tierra sentí frío a tal grado de que mi cuerpo comenzó a temblar con tanta fuerza que podía mover el suelo a mi alrededor.
    Durante 1 minuto que pareció un siglo tuve que soportar el que bien podría ser un castigo divino antes de que lograra levantar mi cuerpo justo en el momento que rayos caían por todos lados pues ya era muy tarde para hacer algo, el huracán arrasaría con todo a excepción de mi y la pareja, un rugido de dolor desgarro mi garganta para abrirse paso y salir coreado por los estruendos de los truenos.
    Mis ojos se centraron en los que tenía a 2 metros de distancia, su mirada sostenía la mía para no dejarla caer, abrieron sus labios dejando fluir las palabras con el aire
    -Te ayudaremos
    Realmente esto debía ser una pesadilla porque cuando escuche aquellas palabras mi tormento aumento, ahora también sentía que algo me desgarraba desde el interior, mi respiración parecía un zumbido por la velocidad con la que el aire entraba y salía de el que se suponía era un cuerpo pero a este paso pronto seria solo un montón de restos destrozados.
    Sin poder evitarlo mis piernas perdieron sus fuerzas y mi cuerpo azoto con el suelo, en un inútil intento por disminuir por lo menos una décima el dolor mis brazos en enrollaron en mi cuerpo.
    El hombre y la mujer parecían ajenos a la gran tormenta que los rodeaba mientras se acercaban a mí con sincera preocupación expresada en sus rostros, sus ojos mostraban que ellos eran diferentes a todos los demás por que dejaban ver su interior el cual podría describirse como un lugar que antes fue un paraíso y fue destruido al ser encontrado por un huracán pero a pesar de todo conserva su pureza, amor, sinceridad, bondad y nobleza, su boca curvada en una mueca de horror era la prueba de que no les agradaba mi sufrimiento como les hubiera gustado a otros, si fueran humanos su propia respiración les quemaría la garganta, sus músculos estaban tensos y una fuerte lluvia enmarcaba sus cuerpos.
    Llegaron hasta donde yo estaba y se arrodillaron para quedar a mi altura
    -A…lé….jen…se-. Esa única palabra fue como un cuchillo pasando y cortando por mi garganta.
    -NO-.Dijeron firmes, ¿Por qué se querían quedar? Cuando este martirio desapareciera mi instinto buscaría algo con que descargar su ira y ellos mismos estaban marcando su sentencia por ser los que se encontraban mas cerca.
    -¿Por…que?-. Las palabras salieron con más facilidad de mis labios. Mostraron una débil sonrisa.
    -Tu no nos abandonaste nosotros no lo haremos-. Creo que después de todo esto no era una pesadilla pero se convertiría en eso muy pronto por que el dolor ya comenzó a disminuir.
    Soltaron un suspiro y se levantaron del suelo, me alegre de que tomaran la decisión correcta y se fueran así estarían a salvo del maldito "Ángel de la muerte".
    Ya levantados se miraron profundamente de tal manera que cualquiera pensaría estaban conversando sin necesitar palabras, como si fueran una sola alma dividida en dos cuerpos.
    Ambos voltearon a verme mientras seguía abrazándome a mi misma
    -¡¡¡DESTRUYELOS!!!-. ¿Por qué siempre en estos momentos?, desde que nací mi instinto escoge los peores minutos para dominar mi cuerpo ¿acaso no puede esperar a que estemos solos? Así no dañaría a nadie más que a mí. Tal era la furia que traía aprisionada que me impulso a ponerme de pie.
    -¡¡DÉJAME YA TENGO SUFICIENTE SUFRIMIENTO POR AHORA!!-. Grite furiosa y la pareja me vio extrañada por mi repentina reacción que a su parecer no tenia sentido pero en realidad era una batalla de la cual dependían sus "vidas" y el pueblo mas cercano por que mi instinto no se conformaría con tomar 2 existencias querría mas para alimentar el poder que tenia sobre el cuerpo que compartíamos por que para mi no era un secreto que con cada vida que robaba ganaba fuerza.
    -¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!-. Otro grito de dolor broto desde lo más profundo de mí ser y ni siquiera los vientos homicidas o la endemoniada lluvia pudieron ocultarlo.
    -¡YO MANDO!-. Eso era medio mentira y media verdad pero yo lograría tomar el mando ¡¡¡por que es mi cuerpo!!! Yo no tengo la culpa de que cuando nací incluyeran un demonio en el paquete y volviera mis ojos rojos por la sed de sangre que por alguna razón el destino me coloco como compañero en mi maldita "vida".
    -¡¡¡¡¡¡¡NNNOOO!!!!!!!-. Grite con todas mis fuerzas tantas que seguramente me escucharon en un radio de 20 kilómetros, literalmente navajas de hielo cayeron desde las negras nubes encajándose en el piso y todo lo que estaba a mí alrededor se prendió en llamas de color rojo como la sangre, azul como tendría que ser el cielo y por alguna razón por ahora inexplicable morado, todo ardía en llamaradas mientras yo me mantenía en el centro del que podría llegar a ser el Apocalipsis si no me tranquilizaba, con los vientos moviendo mi cabello en todas direcciones y la lluvia abriéndose para dejar pasar a el mal, el monstruo de las peores pesadillas, la dueña de la oscuridad, el miedo de los demonios, el mismísimo "Ángel de la muerte". Tal como lo creía mi instinto controlaba mi cuerpo pero no puedo mentir yo estaba demasiado involucrada en este desastre por las fuertes emociones encontradas: odio, ira, sorpresa, decepción, rencor. Para dificultarme las cosas todo esto podía mostrarse en mi pecho al mismo tiempo.
    Maldita sea, por que mi corazón es tan rencoroso con migo
    -¡¡¡¡¡¡AYUDAME SOLO UNA VEZ!!!!!-. La voz que salio de mi boca era irreconocible incluso para mí, era tan fría, amenazante y sádica que podría provocarle miedo a todos menos a mí por que después de todo por desgracia era mi voz, parte de mí al igual que todo lo que tengo que cargar.
    Levante la mirada hacia los primeros y últimos que tuvieron intensiones de ayudarme, ¿Cómo es posible esto? A pesar de todo lo que estoy causando siguen ahí firmes sosteniéndome la mirada con la misma profundidad con la que abrieron sus ojos al comienzo.
    El contacto visual se vio interrumpido al instante que un delicioso aroma fue arrastrado hacia mí por una ráfaga, con uno de mis miles dones guardados inconscientemente justo para los momentos en los que mi naturaleza me exige alimento me introduje en sus mentes y juro que me dolió el alma y por alguna razón mi rencoroso corazón al observar la imagen que ellos estaban mirando en estos instantes:
    Era yo, con el iris de mis ojos completamente oscurecido por la salvaje sed, una sonrisa diabólica que permitía ver totalmente las armas que eran mis colmillos rodeada por el fuego que representaba todo el enojo surgido de mi ser, esta horrible visión que no era más que la realidad desapareció para dejarle lugar a otra que me dejo sin palabras:
    Era yo al lado de ellos mientras se convertían ¿Cómo vieron eso? Me veían sentada al lado de sus cuerpos mientras gritaban y les decía palabras de aliento para tranquilizarlos, como me mantuve a su lado durante los 3 días sin moverme de mi lugar hasta llegar aparecer su guardián aunque podía haberme ido en cualquier momento sin decir nada y quitarme un problema de encima y finalmente el pensamiento que apuñalo mi alma y corazón:
    El enorme dolor que sintieron cuando me aleje de ellos sin decir nada, como aplaste gran parte de las pocas esperanzas que quedaron de cuando eran humanos pues al contrario de todos ellos me consideraban un ángel pero no el que los otros decían, ellos me consideraban el ángel de su salvación uno enviado a sus vidas, este pensamiento incluyo una frase
    -Ojala se quedara con nosotros-.
    Desearía que supieran lo equivocados que estaban al quererme a su lado pero no los culpo por no saber la verdad por que tan solo llevan unas horas en la inmortalidad.
    Después de ver todo lo que pensaban no pude sostenerles más la mirada por lo que incline la cabeza hacia un lado y la sonrisa abandono mi rostro, mis ojos se vieron cubiertos por mis parpados y rendida volví a caer de rodillas el piso, levante mis manos y cubrí mi rostro mientras soltaba sollozos
    -No seas débil mátalos-. ¿Por qué si mi instinto era parte de mi no se apiadaba al verme sufrir? Con las pocas fuerzas que me quedaban conteste.
    -¿Por qué?-. Nunca le había hecho esa pregunta y ahora tendría que responderme por lo menos eso me debía después de todo lo que me a obligado a hacer.
    -Simplemente por que te lo digo-. Sin descubrir mi rostro despegue mis labios y como si de una brisa tratara las palabras brotaron
    -No es suficiente-. Mi cuerpo podría estar confundido pero ya no bastaba esa razón para obedecer al asesino. Cada parte de mi cuerpo temblaba conforme los segundos pasaban escupiéndome en la cara cada uno de mis errores sin ser necesario porque desde el comienzo he enfrentado mis actos nunca los he negado u ocultado por mas que lo e deseado.
    -Te lo ordeno-. Un fuerte rugido salio de mi como respuesta a la que según el era una buena razón.
    -No eres mi jefe-. Hable sin temer a la reacción que pudiera provocar porque ya todo lo que podría pasarme había ocurrido:
    1.-Convertir a alguien: más que listo por que fueron 2
    2.-Abandonarlos por mi instinto: hecho
    3.- Causarles un posible trauma: creo que sucedió desde el principio
    4.- Provocar una pelea entre nosotros: definitivamente hecho
    5.- Casi matarlos: Todavía puede ocurrir
    6.- Desatar mi dones por la ira: Aun no e detenido eso
    7.- Provocar una tormenta mortal: Si, lo hice
    Creo que después de todo eso ya no importa que mas pueda suceder pero aun así no pude evitar soltar otro largo grito de dolor
    -¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!-
    Mis labios volvieron a sellarse al terminar el grito de agonía proveniente desde mi alma, mis rodillas se clavaron con más fuerza en el frío suelo y mis manos siguieron cubriendo mi cara con la única intención de tapar mis ojos al mundo.
    ¿Por qué el dolor no para? ¿Por qué habiendo tantas maneras de castigarme se escogió esta? ¿Por qué justamente escogieron mis recuerdos como penitencia? Preferiría seguir en la tortura física que estar a solas con migo misma, siempre lo he preferido.
    -Todo terminaría si los matas ya-. Maldito, como si me fuera a creer eso debería entender que ni yo ni mi cuerpo queríamos aceptar esa farsa.
    -Ni tú te lo crees-. Dije casi sin aliento queriendo poner el punto final en la conversación para levantarme y seguir buscando la manera de suicidarme.
    Podía sentir como los vientos solo conseguía rozar mi espalda y brazos al correr intentando arrancar de los suelos la roca que era mi cuerpo sin una posibilidad de lograrlo, las llamas a unos pocos milímetros, hielo golpeando algo mucho mas frío y duro que el: yo, pero sobre todas las cosas podía sentir aquellas respiraciones que para mi eran tan importantes y estresantes por saber a quien pertenecían, esas que desde el principio me parecieron tan relajadas y acompasadas pero ahora harían creer hasta a dios que se encontraban mirando a su propia muerte.
    Dentro de mí note algo muy raro, algo ¿caliente? Es imposible lo único que podría generar esa sensación sería……. Mi……………. Corazón. Esto no puede ser real, el me abandono hace siglos después de su última frase:
    -¡¡¡¡ARREGLATELAS SOLA!!!!!-. Esas 2 palabras me las dijo el y ¿Ahora quiere regresar? No, no, no, no, no ¡NO! Esto debía ser una gran mentira, una jugada más de mi traicionera mente para caer en las redes de mi instinto, el mismo lo dijo nunca volvería y lo se porque yo tuve la culpa de su retirada tan fría, de que me dejara a solas y se llevara consigo la llave que abriría las cadenas de mi alma, si lo admito sin miedo:
    Mi propio corazón se fue pero no lo hizo solo se retiro de la mano de mi salvación dejándome pagando un castigo eterno a la merced de mi instinto y todo por no haber sido lo suficientemente fuerte para mantener al verdadero prisionero en su celda por que el que debería llevar cadenas era mi instinto y no mi alma que fue la que termino pagando por todos los errores de mi cuerpo.
    Este es el recuerdo que más me atormenta incluso más que todas las muertes que carga mi conciencia porque es el origen de todo.
    El calor se extendió desde mi pecho hasta cada extremidad de mi prisión, si definitivamente mi corazón volvió y creo que no esta muy contento por que siento que ardo en llamas que con facilidad sobrepasan las del infierno.
    -¡¡¡¡¡¡¡¡LARGATE DE AQUI!!!!!!!!!-. Grito mi instinto, diablos el instinto y el corazón librarían una pelea y para mi infortunio el campo de batalla seleccionado era mi cuerpo.
    -¡¡¡¡¡TU PRIMERO!!!!!!-. Por poco y no reconozco la voz de mi propio corazón pero quien puede culparme de no reconocer algo que no he escuchado hace más de un milenio.
    -¡¡¡¡¡ESTE CUERPO TIENE DUEÑO!!!!!-. Gritaron mi mente y alma cada uno abogando, uno para no perder el dominio que cree tiene gracias a mi lado oscuro y el otro para ayudar al que debí seguir desde el principio.
    Olas de calor y frío intenso recorrieron mi cuerpo, parecían turnarse pero yo sabia que representaba cada uno y deseaba que el primero ganara para liberar a un prisionero que fue capturado después de la primera batalla.
    En algún momento mi cuerpo se paro del húmedo piso con la cabeza abajo mientras las gotas resbalaban por mi cabello, lentamente levante la mirada que en este momento parecía hecha de fuego por que no es mentira cuando digo que es suficiente para matar a alguien si lo quiero, mis rubís se encontraron con los de ellos, sin poder creerlo observe como de sus ojos escurrían lagrimas de sangre que resbalaban por sus mejillas dejando en mi marcas imborrables al ver que finalizaban su camino en los charcos sucios del suelo, algo tan sagrado como sus lagrimas no deberían derramarse y yo era la culpable del dolor que los llevo a hacerlo.
    Una descarga se abrió paso en mi cuerpo cuando un rayo cayó en mí seguido del estruendo de su aliado el trueno.
    -Detén su dolor-. Al contrario del asesino de mi interior el corazón no me lo ordeno me lo pidió, cuanto había extrañado sus palabras diciéndome que hacer.
    Mi pie derecho dio un pequeño paso adelante, mis manos parecían hechas de mármol al no poder moverse, mi boca estaba sellada al no poder decir ni una palabra para cesar el dolor pero un suspiro atravesó mis dientes y se escapo de mis labios, eso logro que levantaran su mirada y de nuevo fue como si me desgarraran por dentro pero logre dar otro paso hacia ellos, juro que en sus rostros se vio una pequeña esperanza una diminuta pero al fin y al cabo una esperanza
    -NO TE MUEVAS-. No me importo la orden que me había sido asignada y bajo la lluvia me acerque otro paso, ahora también ellos se movieron en mi dirección.
    Algo me impulso a decir unas palabras dedicadas a la pareja
    - No les are daño-. Sentí que los estaba traicionando al decir aquello por que ni yo estaba segura de mi frase pero para ellos fue suficiente y acortaron la distancia que nos separaba quedando a solo 5 cm de distancia.
    Sus ojos delataban felicidad al poder tenerme cerca y su boca se curvo en una pequeña sonrisa
    -Lo sabemos-. Mi corazón aprovecho esas palabras para hacerse fuerte y mi instinto se debilito.
    -No puedo permanecer con ustedes-.Sabia que eso sería como arrancarles parte de ellos por sus pensamientos pero ¿Por qué? Si yo solo fui la que los condeno y talvez la que los asesine ¿Por qué me quieren de esa manera?
    -¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡No los dejes!!!!!!!!!!!!-. Dijo con desesperación mi corazón
    -Los matare si me quedo con ellos-.Le conteste horrorizada por tan solo pensar en que eso pasara, al verlos fue como si mi ser se dividiera en una nueva parte de la que ellos eran dueños ¿Será por mi ponzoña? ¿Acaso mi ponzoña nos unió? O ¿por fin encontré a alguien que de verdad quiero? Un momento, seguramente es eso, de esa manera tendría sentido que mi instinto los quisiera muertos porque no quería un sentimiento que compitiera con su control, un sentimiento que podría ganarle al odio que ejerce en mí: amor hacia alguien.
    -¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Son tu salvación!!!!!!!!!-. Grito con todas sus fuerzas y esta vez si le haría caso no repetiría el error que me llevo a mi infierno personal.
    -AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA- Un espantoso grito salio de mí al sentir que algo apuñalaba mi corazón con furia, mi cuerpo no resistió y cayó al suelo.
    -MUERE-. Le grito mi instinto pero mi alma llego para salvar a nuestro guía.
    -AAAAAAAAAAAAAAA-. El dolor era insoportable, como si me quemaran por dentro intentando hacer retroceder a algo
    Con esfuerzo abrí los ojos al sentir que algo me tocaba
    -Estarás bien-. Me dijeron las palabras que yo les dije a ellos mientras se convertían y me deje hundir en el dolor
    -¡¡¡¡¡¡¡¡¡No pierdas de nuevo!!!!!!!!!!!-. Agonizo mi corazón, el tenia razón la batalla que comenzó todo estaba ocurriendo de nuevo y ahora tenia que ayudar a ganarla.
    Me levante de mi lugar y llena de sentimientos negativos grite al cielo
    -YO SOY MI DUEÑA-. Dentro mi alma y corazón acorralaban a mi instinto que intentaba ganar sin éxito.
    -¡¡¡ME PERTENEZCO!!!-. Otro grito broto al tiempo que los truenos sonaban, 2 manos se posaron en mis hombros por lo que voltee la cabeza y mire a los que ahora podía considerar ángeles mostrando apoyo con su mirada, su toque era mas que suficiente para darle fuerza a mi alma.
    -¡¡¡¡¡VUELVE A TU PRISIÓN!!!!-. Le grite al mayor pecador de este mundo el cual lanzaba punzadas de hielo intentando congelar mi voluntad pero estas eran derretidas por el calor que mi cuerpo podía proporcionar gracias al valor que mi corazón junto con la pareja me infundió.
    Me perdí en los recuerdos de mi pasado: muerte, tortura, juegos sádicos, lagrimas por mi culpa, familias destrozadas, futuros desaparecidos, esperanzas quebrantadas todo eso pasaba por mi mente y fue razón para de una vez encarcelar al culpable de todo.
    -AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA-. No se cansaba de intentar huir por medio del dolor, para mi buena suerte una tortura más o una menos no seria nada comparada con la alegría que sentiría al ser libre.
    Entre mi alma, corazón y voluntad hicimos retroceder a mi instinto a la oscuridad en la que me obligo a vivir durante siglos para encerrarlo y perder la llave
    -¡¡¡¡¡SIEMPRE SERE PARTE DE TI!!!!!!-. Grito cuando lo echamos a su celda lugar del que nunca debió salir.
    -Lose-. Fue lo ultimo que le dije antes de encadenarlo y cerrar su prisión por el resto de la eternidad.
    -Tengo que irme lo siento-. Dijo mi corazón con tristeza y aunque no quería me despedí pues no lo obligaría a vivir con la culpa y el odio que sentía contra mi misma por mi oscuro pasado, siempre le estaría agradecida por haberme salvado.
    -Lo entiendo gracias por todo-. Le dije antes de que por segunda vez saliera de mi vida pero esta vez dejando a mi alma en libertad.
    Ninguna parte de mi tenía las fuerzas para mantenerse de pie un segundo más por lo que me deje caer pero nunca llegue al suelo por que los brazos de mis ángeles me atraparon, los mire ambos tenían una sonrisa en su rostro y a la vez tristeza en sus ojos
    -Estarás bien te cuidaremos-. Las palabras de sus labios fueron perdiendo sentido por que comencé a caer en un extraño sueño
    -Gracias-. Dije antes de quedar inconsciente en sus suaves brazos por fin podría descansar por que ya había soldado las cadenas de mi instinto.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  6.  
    cat whiteblack

    cat whiteblack Guest

    Título:
    EL ÁNGEL DE LA MUERTE
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    63
    otro capii!,otro capii!,otro capii!,otro capii!,otro capii!,
    otro capii!,otro capii!,otro capii!,otro capii!,
    otro capii!,otro capii!,otro capii!,
    otro capii!,otro capii!,
    otro capii!!!:D
    quiero otro capitulo!!!:oops:
    espero que lo pongas muy pronto, esta muy bueno me fasina, quiero saber que pasa, no me dejes con la dudda!!!:p
    besos y adios.
    atte. Catt WhiteBlack
     
  7.  
    cat whiteblack

    cat whiteblack Guest

    Título:
    EL ÁNGEL DE LA MUERTE
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    35
    y la contii???
    quiero otro capii!!!
    pliss!!! si no lo colocas me morire de la ansiedad por saber T_T...
    bueno eso es todo, espero pronto el proximo capii ^^
    besos y abrazos.
    Atte. Catt WhiteBlack
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso