DULCES SUEÑOS [Shipping] (MLP)

Tema en 'Fanfics abandonados TV, Cine y Comics' iniciado por OverLordGabriel, 10 Noviembre 2015.

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    OverLordGabriel

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    10 Noviembre 2015
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    Título:
    DULCES SUEÑOS [Shipping] (MLP)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3222
    Hola a todos.
    Haciendo un pequeño paréntesis en mis fics actuales, traigo mi primer fic de la serie de My Little Pony. Desde hace mucho quería escribir un fic sobre esta serie, y esta fue la idea que más me gusto de muchas que se me ocurrieron.
    Espero que les guste.

    -------------------------------------------------------

    Desde que lo había encontrado en su viejo castillo hacía ya un largo tiempo, Twilight siempre leía el diario de las Princesas de Equestria, sintiendo como el tiempo se pasaba volando por lo inmersa que quedaba en cada una de las historias y los recuerdos escritos en ese diario por la Princesa Celestia y la Princesa Luna.
    Las historias eran increíbles, algunas algo graciosas, y en todas se reflejaba los sentimientos y las emociones que ellas debieron sentir en el momento en que las escribieron.
    Pero entre todas las historias, había una en particular que al encontrarla, simplemente la había cautivado más que las demás. Aquella historia estaba escrita de un modo diferente a las demás, y mostraba un lado de las princesas que ella nunca había imaginado que tuvieran, y que al mismo tiempo las hacía más especiales a sus ojos. Esa historia se había convertido en su favorita, y la leía continuamente.

    Una tarde, como era su costumbre cada ciertos días, la alicornio fue al antiguo castillo en el Bosque EverFree, y en la habitación secreta donde había encontrado el diario, se acomodó para leer una vez más esa historia.

    DULCES SUEÑOS

    Por La Princesa Celestia y La Princesa Luna

    Han pasado ya muchos años desde entonces, cientos y miles de años. Pero el tiempo jamás borrara de nuestra mente esos días en los que descubrimos algo que siempre había vivido en nuestro corazón, y hasta el día de hoy… nos ha llenado de una gran felicidad.
    _____________________________________________

    CAPÍTULO 1, LA NOCHE

    -Princesa Luna:

    Lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Era un día normal, en nuestra vida como las princesas de Equestria. El día terminaba, y ya era el momento de decirle adiós al sol para darle la bienvenida a la luna y las estrellas.

    Desde el balcón de su torre, mi hermana usaba su magia para bajar el sol y la luz del día junto con el. Mientras que yo, desde el balcón de mi torre y con mi propia magia levantaba la luna y traía consigo la oscuridad de la noche, iluminada por la luz del satélite, y las estrellas del firmamento. Siempre me esforzaba por crear noches hermosas para que nuestros amados súbditos las vieran y las disfrutaran mientras estaban despiertos. Y aunque sabía que la mayoría dormía, igual me esforzaba por crear hermosas noches porque con ellas, les traía dulces sueños y me permitía vigilarlos y cuidarlos mejor dentro de esos mismos sueños. Y además de todo eso, para mí era simplemente un gusto colocar mi mejor esfuerzo en esas noches.

    -Es una bella noche- dijo Celestia, y a pesar de que ella estaba en su torre, que estaba tan lejos de la mía, oía su voz como si estuviera a mi lado. Era parte del fuerte vínculo que teníamos como hermanas –apuesto que todos los que estén despiertos agradecerán algo tan hermoso. Y quienes duermen tendrán sueños agradables. Todo gracias a ti-
    -Por favor hermana, no digas esas cosas- dije, sonriendo y sonrojándome un poco por el comentario, aunque esperaba que mi hermana no lo notara a esa distancia –Solo hago lo que debo hacer-
    -Y lo haces maravillosamente hermanita. Deberías disfrutar un poco de tu propio esfuerzo-
    -¿Qué quieres decir?-
    -Digo que deberías hacer algo en esta noche, y se exactamente lo que puedes hacer-
    -¿enserio?-
    -Así es. Hay una celebración en un pueblo cercano esta noche. Es un evento que parece ser muy divertido. Deberías ir Luna. Seguro y a todos les alegrara ver a una de sus princesas, y además mereces divertirte-

    Pensé por un momento lo que mi hermana me decía, y la verdad es que si quería divertirme y hacer algo más, en vez de quedarme en mi torre como lo hacía casi siempre, o volar sola, sin que en las noches hubiera algo interesante en el cielo, siendo a veces aburrido.
    Lo pensé solo unos segundos más, pero ya estaba decidida.

    -Sí, creo que lo haré- dije, con una sonrisa llena de seguridad –iré a esa celebración. Sera interesante pasar un tiempo con nuestros súbditos y divertirme como ellos lo hacen-
    -Eso quería escuchar - me dijo mi hermana –Pero no los trates solo como tus súbditos, o podrías hacerlos sentir incomodos. Se una más de ellos-
    -Tienes razón. Pero… ¿tú no vendrás?-
    -Yo aún tengo varias cosas que organizar-
    -Pero has estado todo el día ocupada- dije, sin ocultar mi preocupación por ella -Necesitas divertirte también, o al menos descansar Celestia. Debes dormir-
    -Tranquila, estaré bien. Tú ve y diviértete- me dijo, con una cálida sonrisa, tan típica de ella.

    Y antes de que pudiera decir más, mi hermana entro a su habitación y cerró la puerta. Desde mi torre no podía verla claramente, y su voz no reflejaba nada fuera de lo normal, y se escuchaba tan calmada y amable como siempre. Pero… a pesar de eso, yo sabía que mi hermana no estaba bien.
    Me apoye en la rejilla del balcón mientras miraba al cielo y dejaba escapar un suspiro lleno de preocupación. La verdad… es que hacia un tiempo… que ella no estaba bien, a pesar de que siempre trataba de actuar y sonreír como si nada le pasara.
    Hubiera querido decirle algo, o tal vez simplemente haberla acompañado. Pero ahora que estaba en su habitación, solo podía imaginar que quería estar sola, y no quería hablar con nadie.

    Espere un momento, esperando que ella volviera a salir al balcón para hablar conmigo, pero como siempre, eso no sucedió, y lamentaba eso. Decidí irme hacia el pueblo donde se desarrollaba la celebración que mi hermana me había mencionado.
    Empecé a volar, pero antes de alejarme más, mire por última vez la torre de mi hermana.

    -Oh, Celestia- dije en voz baja mientras negaba con la cabeza y seguía mi camino.

    No tarde demasiado en encontrar dicho pueblo, ya que en medio de la noche resaltaba con todas las luces, la música y la alegría de la celebración.
    En cuanto llegue, fui recibida con mucho respeto, como se debía recibir a alguien de mi clase. Sin embargo, deje un poco de lado el hecho de ser una princesa para poder disfrutar de esa fiesta como todos lo hacían, sin que sintieran que debían ser respetuosos o demasiado elegantes conmigo, y debo decirlo, hacía mucho tiempo que no estaba en una fiesta tan divertida.
    Todos los ponis habían sido muy amables y atentos conmigo. Había disfrutado de una deliciosa comida, había visto toda clase de juegos y eventos en los que yo participe. Incluso había habido ponis que querían tener el honor de bailar con una princesa como yo, y aunque confieso que no era precisamente una bailarina, todos estaban dispuestos a enseñarme, y al final bailaba con alegría, tal y como todos los demás.
    Para cuando termino todo, yo me iba del pueblo, llevando conmigo comida y algunos regalos que me habían dado. Aunque sobre todo, me iba con una gran alegría de haber participado en esa fiesta, haber conocido a tantos ponis tan especiales, y sobre todo, haberme divertido como no lo había hecho en mucho tiempo. No podía esperar a llegar al castillo y contarle a mi hermana todo lo que había hecho, compartir la comida que había recibido y mostrarle las cosas que me habían regalado, incluyendo un collar que no dejaba de mirar, y que esperaba regalarle a ella para animarla.

    No tarde mucho en llegar y aterrizar en el balcón de la torre de mi hermana. Pero al llegar, y por más divertida que hubiera sido esa fiesta y lo alegre que había salido de ella, al acercarme a la puerta, me sentí decaída al escuchar a mi hermana sollozando.
    Con cuidado, abrí la puerta y la encontré en su cama, con todos sus libros y sus cosas desordenadas, su corona en el suelo, pero lo que me hizo perder el ánimo… fue verla llorar.

    Ella jamás lo admitiría, y nunca lo demostraría ante sus súbditos ni ante nadie, incluyéndome a mí, a su propia hermana. Pero no me podía ocultar lo que verdaderamente sentía… una profunda tristeza, y ahora veía, que cuando ella estaba sola, dejaba de lado esa mascara de “estoy bien” para dejar salir esos sentimientos que ella guardaba para sí misma. Y el verla así… me destrozaba, y me hacía sentir deseos de llorar también.
    Quería entrar, abrazarla y estar a su lado para consolarla, pero lamentablemente ella nunca me había dejado hacerlo. Siempre que trataba de hacer algo al verla así, ella intentaba enmascarar su tristeza, aun en una situación así, o simplemente se marchaba y trataba de nunca tocar el tema.
    Supongo que no quería que me sintiera mal ni que me preocupara por ella, pero el hacer eso solo hacía que me preocupara más, y solo hacía que fuera más evidente lo que sentía.

    ¿Qué era lo que le pasaba mi hermana que la tenía tan triste?
    La respuesta… es algo que paso hace ya un tiempo.

    Ha pasado más de un año, pero hasta ese día el mal que le habían hecho seguía tan fresco como el día en que ocurrió todo.

    Todo empezó en una reunión entre los líderes de los diferentes reinos dentro y fuera de Equestria, para hablar de cómo beneficiarnos los unos de los otros, y mantener la armonía. Eran reuniones muy normales en ese tiempo, pero ese día… hubo algo diferente.
    Había llegado a esa reunión el nuevo y joven rey del Reino de los grifos, un grifo llamado Dante, quien desde ese día, sería el representante de su reino, en remplazo de su ya anciano padre.
    Él era bastante joven para ser un rey, y era sorprendentemente apuesto, y gozaba de varias cualidades sumamente atractivas como lo eran su inteligencia y elocuencia a la hora de hablar, haciendo que muchos se quedaran escuchando todo lo que tenía que decir. También su dulzura con las hembras, siendo de lo más galante, sin resultar ser irrespetuoso u odioso. Sin duda era todo un ídolo, admirado tanto por las hembras de su reino, como por las ponis que lo veían cuando llegaba, y por las líderes hembras de los otros reinos. Pero si había habido alguien que había quedado flechada por el joven grifo, fue mi hermana mayor.
    A lo largo de nuestra larga vida, nunca había visto a Celestia interesada en un macho, pero desde que había visto a Dante, ella había estado cada vez más y más interesada en él.
    Cuando ella empezó a hablar con Dante, fuera de las reuniones, poco a poco se formó una buena relación de amistad entre ambos, y poco tiempo después empezaron una relación sentimental.

    Durante los meses que duro el noviazgo de mi hermana con Dante, ella era la yegua más feliz de todas, y a los ojos de todos, la alicornio y el grifo eran una pareja hermosa, que siempre se trataba con cariño y respeto, y yo sin duda no podía estar más feliz por Celestia.
    Pero desgraciadamente, lo que parecía ser una relación perfecta acabo consumiéndose como el fuego el día en el que Celestia se preparaba para reunirse con Dante para una cita. Pero lo encontró con una grifo, y lo que fue peor, los escuchaba hablar de ella, y de que era una ingenua y sobre todo, el rey de los grifos simplemente ya se había aburrido de ella.
    Él le había sido infiel y se había burlado de ella. Y cuando Celestia quiso encararlo, no solamente admitió que la estaba engañando, sino que le dijo en la cara que ella era estúpida, cursi, y al poco tiempo ya andaba con otras y tenía relaciones con ellas, porque se había cansado de Celestia, y su actitud de no dar ese paso hasta que estuviera casada, pero solo andaba con ella para mantener las apariencias para su reino.

    Mi hermana no me lo conto, yo lo vi, y vi como el que parecía ser un macho perfecto era simplemente un infeliz que se aprovechaba de las hembras haciendo uso de sus cualidades, así como vi como Dante pisoteaba las ilusiones y los sueños de Celestia de casarse con alguien a quien amaba, y simplemente la desechaba como una de muchas con las que había estado, sin importarle sus sentimientos.
    Ese día se rompió el noviazgo tan hermoso que los dos gobernantes parecían tener, y se rompió la buena imagen que tenía el Rey Dante, que lo hacía tan admirable y deseado por todas las mujeres, las cuales ahora lo veían como un desgraciado. Pero lo peor de todo, y lo que solo yo pude ver… fue que ese día… se rompió el corazón de mi pobre hermana.

    Cuando se descubrió todo lo que paso, se formó una gran discusión respecto a la infidelidad de Dante. Su propia gente no estuvo de acuerdo con esta conducta, y para ellos no era digno de un Rey ser infiel y mujeriego, como lo había sido Dante, y dar tan mala imagen a los demás de los grifos. Fue tanto la decepción del Reino de los grifos que Dante fue degradado y el puesto del rey lo ocupo alguien más responsable, mientras que este nuevo rey y otros representantes del reino de los grifos se disculparon con mi hermana.
    Pero a pesar de las sinceras disculpas del reino, y de las acciones tomadas contra Dante por sus acciones, ya nada podía curar el corazón de mi hermana.
    Sin duda es terrible como una buena hembra como ella se terminó enamorando del peor macho posible, y ahora sufría por su culpa, quedándole una herida que a pesar del tiempo, aún no había cerrado.

    Seguía observando a mi hermana, descargando toda la tristeza y el dolor de haber vivido todo ello, hasta que finalmente se quedó profundamente dormida en su cama.

    Ahora si podía entrar a su habitación y verla más de cerca y… simplemente no podía dejar de sonreír.
    La verdad… es que Celestia era simplemente hermosa. Su delgada y delicada figura, envuelta en un maravilloso pelaje blanco como la luz de la luna que yo siempre levantaba, sus ojos tan llenos de luz y serenidad que el verlos me hacía quedar atrapada en ellos. Esa crin larga y ondeante que brillaba con los colores de un arcoíris. Ella era maravillosa, y no solo físicamente, sino también en su personalidad.
    Ella era capaz de ver el lado positivo a todo, y ver la bondad en los demás. Siempre hacia lo posible por dejar de lado su rol como princesa para actuar como todos los demás. Le era fácil perdonar y dar una segunda oportunidad. No ignoraba la maldad, pero siempre trataba de ver lo bueno en ella, y eso la había hecho querida y amada por los demás.
    Celestia tenía muchísimas cualidades que la hacían maravillosa. Que la hacían especial. Que… me hacían… amarla.

    Así es. Yo la amaba, más allá del amor hacia la familia. En verdad me había enamorado de mi hermana.
    No era un capricho y mucho menos un interés meramente físico, como el que lamentablemente había llegado a ver en muchas yeguas, incluso potrillas que decían enamorarse. No, mi amor por ella era real y solo era para ella. Era la razón por la cual nunca pude sentir algo por algún semental, a pesar de haber conocido a muchos que sin duda eran muy especiales. Era la razón por la cual extrañaba con nostalgia los días cuando mi hermana y yo estábamos juntas, divirtiéndonos, aprendiendo y disfrutando de nuestras vidas, mucho antes de tener tantas responsabilidades como las que teníamos ahora. Y sobre todo, era la razón por la cual me dolió ver como la había despreciado alguien que decía amarla, y ver que sufriera por alguien que no lo merecía.

    Sabía que no debía sentir lo que sentía, pero no podía negarlo y no podía controlar lo que había en mi corazón. Hubo muchas veces en las que desee besarla, y decirle que la amaba, y demostrarle que no tenía que sufrir por nadie, porque había alguien que la amaba de verdad y que jamás la abandonaría y la decepcionaría. Pero no solo nunca podía decirle nada porque ella no quería que hablara con ella a cerca de lo que había pasado con Dante sino… porque… bueno… simplemente no sabía qué pensaría ella si sabía lo que sentía y… me asustaba que las cosas no salieran bien, o peor… que mi hermana dejara de quererme.

    Pero a pesar de esos miedos, y de que aun hubiera sido incapaz de decir lo que sentía, mis sentimientos seguían ahí, y tenía un gran deseo por demostrárselos.
    Quería hacer algo por ella para poder aliviar su dolor, y ahora que lo pensaba, si podía hacer una cosa por mi hermana. El verla dormir se me ocurriera esa idea. Algo que solo yo podía hacer y sabía que era la única manera en que podría ayudarla y darle algo de la alegría que por más que negara, le habían quitado.

    Me acerque aún más a ella y me acosté a su lado, colocando mi cuerno contra el suyo. Concentrándome en ella, cerré mis ojos y empecé a concentrarme mientras mi cuerno brillaba con cada vez más intensidad.
    Mi magia de color purpura empezó a salir y comenzó a envolverla por completo, y sentía como me conectaba cada vez más con ella, y veía en su interior. Entraba en sus sueños.

    -Tal vez jamás pueda decirte lo que siento- dije en voz alta, sabiendo que ella no podría escucharme –pero puedo mostrártelo… y regalarte un momento de felicidad… mi princesa del sol-
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    Twilight marco la página en la que iba y cerro el diario mientras bostezaba. Cuando salió de la habitación y miro por la ventana, pudo ver que la noche ya había caído y que la Princesa Luna ya había levantado el satélite, adornando hermosamente el cielo nocturno. No podía dejar de sonreír al pensar lo que acababa de leer de ella.

    Salió volando del castillo y se dirigió rápidamente a su hogar. Sabía que para esas horas Spike ya estaría dormido. Pero conociéndolo como lo conocía, este le tendría lista la cena para cuando llegara, y la esperaría, así tuviera que dormir frente a la puerta.

    Twilight acelero su vuelo, mientras esperaba con ansias al día siguiente para seguir leyendo esa historia, y aunque ya se supiera todo de memoria, disfrutaba de leer esa historia como si fuera la primera vez que lo hacía.

    Continuara…

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    Espero que les haya gustado este primer capítulo. Esta no es, ni de cerca, la mejor idea, o la más original, pero fue la idea que más me rondo en la cabeza para un primer fic de My Little Pony, además de que me gustan mucho la Princesa Celestia y la Princesa Luna, más Luna que Celestia, pero en general me gustan ambas.
    Espero que igual les haya gustado.

    Nos vemos, y no se olviden de comentar.
     

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