Explícito de Naruto - Dulce venganza.

Tema en 'Fanfics de Naruto' iniciado por Kattharina, 23 Febrero 2018.

  1.  
    Kattharina

    Kattharina I'm inspired.

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Febrero 2018
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    Escritora
    Título:
    Dulce venganza.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    2769
    Daré las indicaciones de siempre.
    Aclaraciones:
    Narración.
    — Diálogo —
    “Pensamientos”.
    Advertencias:
    Posible OoC en los personajes.
    No apto para fans SasuSaku y NejiTen.
    Género: Romance | Drama | Angst.
    Clasificación: T | M.
    Disclaimer: La serie y sus personajes no me pertenece a mí, sino a ®Masashi Kishimoto.

    Nota de Autor:

    He aquí otra loca historia... Alguien por ahí me ha dicho que soy la reina de los cliché, así que a ver si les gusta esto. Hasta la próxima.




    DULCE VENGANZA.

    .

    ‹‹ La venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno. ››

    .

    Walter Scott.

    .

    Engaño.




    — ¡Mamá, mamá! ¿Me das permiso de ir a jugar con Ino?

    Preguntó una niña de cabellos rosados halando la falda de su madre, con amplia frente y ojos jades brillantes esperando una respuesta positiva de su progenitora.

    — Claro, nena, ve, pero que no se te haga demasiado tarde para la cena.

    La respuesta de su madre la hizo soltar un grito de felicidad, se despidió mientras corría a una velocidad vertiginosa. Digna de una niña de su edad.

    .
    .
    .

    Vagó por el campus de la universidad sin rumbo fijo, simplemente caminaba y no miraba nada, ni a nadie. Sencillamente deambulaba.

    Como el andar de un muerto o un zombie, era igual, daba lo mismo. Después de lo que acababa de ver, era como si le hubiesen dado muerte en vida. Como si le hubieran cortado las alas.

    Sin quererlo, llegó a la parte más alejada del campus y por ende, de la facultad. Muy alejada de su departamento de Literatura y de cualquier otro departamento de la universidad. Se encaminó hacia el seto que estaba ahí plantado, recostó la espalda contra el tronco y se dejó caer como si fuera una pared, raspándose los brazos en el proceso.

    Encogió sus rodillas y llevó las manos hacia su cabeza, ocultando completamente su rostro.

    — Esto no puede estar pasándome — se repitió a sí misma, con voz monótona.

    .
    .
    .

    — Oye, Ino, ¿adivina qué? — llegó con una enorme sonrisa de felicidad.

    Aquella rubia, de cuerpo escultural y ojos profundamente azules, muy parecidos a los de su mejor amigo, Naruto.

    — No, ¿qué te pasa frentona? — habló burlona, aunque sabía que ese mote era cariñoso.

    Sakura hizo un puchero ante el apodo y se cruzó de brazos, Ino rió de buena gana ante el inocente gesto de su mejor amiga. A la peli-rosa le pasó su fingida molestia y volvió a sonreír, aun más feliz que hace unos segundos.

    — ¡Sasuke-kun me acaba de pedir que sea su novia!

    Prácticamente le gritó, estaba tan feliz, que no notó como a Ino se le iba borrando la sonrisa poco a poco.

    — ¿Y qué le contestaste? — preguntó su amiga, Sakura obvió el hecho de que su tono sonó celoso.

    — ¿Tú que crees?

    Sakura dio pequeños saltos, emocionada tomándola de las manos tratando de que se uniera a su celebración. Ino lo hizo, aplacando una mueca de disgusto y componiendo una fingida sonrisa. Celebró con su amiga.

    Porque se sentía feliz por ella, porque la quería como ella. Y porque solo deseaba lo mejor para ella.

    O por lo menos, eso aparentó.

    .
    .
    .

    ¡Qué equivocada estaba!

    Pensó que Ino se había sentido feliz por ella, ¿Cómo no se dio cuenta de sus reacciones, sus celos, su envidia? ¿Cómo fue tan ciega? Estaba tan feliz por haber captado la atención del chico de sus sueños, que ignoró las actitudes de su mejor amiga.

    Una lágrima rebelde salió de su ojo izquierdo y recorrió su mejilla con lentitud, su vista estaba perdida, mantenía las manos aferradas a su cabeza. Las presionaba como si pudiera exprimirse los recuerdos, las imágenes de lo que había atestiguado hace unas semanas.

    ¿Cómo fue capaz de ignorar que su mejor amiga también estaba enamorada de Sasuke, y que éste se acercó a ella solo para llegar a Ino? Si se lo hubiera dicho, se hubiese hecho a un lado. No hubiese interferido, porque Ino era su mejor amiga, su hermana.

    Sin embargo, a ésta no le importó traicionarla. Y fue ayudada por Tenten, quien a su vez estaba teniendo un romance con Lee, engañando a Neji.

    Ella era una pantalla, un medio para obtener un fin. Otra lágrima rodó, y a ésta le siguieron varias que no pudo controlar por más que quisiera.

    .
    .
    .

    Sintió sus caricias rudas, trataba de subirle la falda mientras la besaba salvajemente. Le costaba seguirle el ritmo, lo apartó en cuanto sus manos se colaron entre sus muslos.

    — ¿Qué sucede? — preguntó agitado, ella ignoró la frustración de su voz.

    — Sa-Sasuke-kun… No creo que sea el momento… — dijo con voz baja y tímida.

    Sasuke gruñó exacerbado, se apartó de Sakura de golpe y ésta comprendió que estaba enojado. Lo miró, su rostro era completamente de mármol y sus ojos comúnmente fríos; ahora lucían irritados.

    Sintió un nudo en el estómago que se desplazó a su garganta, sus ojos se llenaron de lágrimas y gimoteó.

    — Yo… Yo…

    Quería disculparse, pero no podía, realmente se sentía mal por no poder darle lo que él quería. Deseaba que su primera vez fuera perfecta, no en el asiento trasero de un auto. Lo escuchó respirar profundamente para calmarse, y con delicadeza extraña alzó su barbilla.

    Le sonrió sensualmente como sólo él podía y suavizó la mirada.

    — No te preocupes, esperaré a que estés preparada — dijo en voz baja, ella sonrió aliviada y él depositó un rápido beso en sus labios.

    — Gracias, Sasuke-kun.

    Regresaron a los asientos delanteros, y ella ignoró la mirada fastidiada que le dio el Uchiha.

    .
    .
    .

    — ¿Sakura?

    Llamó una voz masculina, tersa y grave. Voz que reconoció casi al instante, alzó la mirada encontrándose con unos intensos ojos negros.

    — Itachi — murmuró quedamente.

    Se sintió atrapada momentáneamente por la intensidad de su mirada, a pesar que le brindaba una pequeña sonrisa. Lo observó caminar hacia ella con ese andar elegante y sentarse a su lado en el seto, dejando los libros de Ingeniería a un lado.

    Itachi Uchiha, hermano mayor de Sasuke. Por boca de su novio sabía que Itachi era el prodigio de la familia, inteligente, astuto, responsable, cortés, atento. En pocas palabras, la joya de la familia Uchiha. Sin embargo, para Sasuke solo era la persona que le robaba la atención de sus padres y por el cual él no podía destacar en ningún ámbito.

    De alguna forma, llegó a tenerle rencor. Pero ahora, ya no sabía si lo que le dijo era verdad. Había tratado con Itachi, sí, era todo lo que le decía y más. No obstante, también se percató de la poca exigencia de Fugaku, que solamente era opacada por dulzura de Mikoto. Hasta ese momento, llegó a la conclusión de que Sasuke solamente odiaba a su hermano por las razones equivocadas, sentía envidia porque Itachi sabía sacarle provecho a sus capacidades y brillar. Mientras que él solo desperdiciaba su talento, a menudo metiéndose en problemas.

    Se limpió las lágrimas en un movimiento rápido y miró a su cuñado de reojo, no podía negarlo. Su atractivo no tenía comparación, sus eran facciones dignas de fascinación. Su piel no era pálida, sino un poco más oscura que la de Sasuke. Tenía el cuerpo sólido, por el arduo trabajo en el gimnasio y los entrenamientos de defensa personal que recibía dos veces a la semana. O cada vez que su carrera se lo permitía.

    — ¿Por qué lloras? — preguntó él.

    Sakura dejó de mirarlo, posó la vista al frente y colocó la barbilla sobre sus rodillas. Las mantenía juntas con sus brazos.

    Suspiró.

    — ¿Amas a Ino? ¿Confías en ella? — indagó de repente, evadiendo su cuestionamiento.

    Porque sí, Ino era ahora la novia de Itachi. Desde hacía algunos meses, quizá dos semanas después de haberse embarcado en su relación con Sasuke. Por poco cumplían su primer año de relación al mismo tiempo. Aniversario que tendrían en tres semanas.

    Itachi la miró largamente, no estaba sorprendido por la evasión, mucho menos por la pregunta.

    — Claro que sí — respondió finalmente.

    — ¿Y en tu hermano?

    La voz salió en un hilo, agachó la mirada y espero pacientemente a que él le contestara. Itachi frunció el ceño un poco, pero luego de un momento de silenciosa duda respondió.

    — Sí — dijo él — ¿Por qué me lo preguntas?

    Sakura lo ignoró y miró su reloj de muñeca, faltan quince minutos para las cuatro de la tarde. Ya era hora.

    — Acompáñame.

    Se levantó del pasto y tomó su bolso, desde arriba miró a Itachi quien no parecía moverse hasta que contestara a su pregunta.

    — Por favor, acompáñame… — susurró, suplicante.

    El azabache suspiró y se levantó de su lugar tomando sus libros, Sakura le sonrió tristemente aliviada.

    Sakura comenzó a caminar a paso lento y desganado, Itachi la seguía de cerca, un par de pasos atrás. La miraba atentamente, notó como a medida que avanzaban ella presionaba más el bolso contra su pecho, y sus pasos se volvían sigilosos y cuidadosos.

    Dejaron aquella zona verde y se adentraron a una zona abandonada de la Facultad, un lugar donde había algunas aulas que estaban por arreglar, ya que habían sido destruidas en aquel huracán que se desató el invierno pasado, dañando varias infraestructuras del lugar. Continuaron con cautela hasta que escucharon algunos ruidos, provenían de un aula en particular. Un salón que se encontraba a un par de pasos cerca de ellos.

    Pronto voces y… ¿Gemidos? Sí, gemidos y suspiros femeninos.

    Sakura se detuvo, y él también lo hizo.

    — ¡Ah!

    Escucharon una voz femenina, fuerte y escandalosa. Él reconoció esa voz, la había escuchado antes. Precisamente mientras estaba bajo su cuerpo y la embestía repetidamente. Haciéndola exclamar su nombre.

    — Asómate — incitó Sakura.

    La peli-rosa tenía las mejillas encendidas y la mirada agachada, presionaba el bolso contra su pecho como si con eso pudiera ahogar su desilusión. No necesitaba husmear, Itachi sabía de quien se trataba, pero aun así, le dio gusto.

    Se encontró con una escena muy particular.

    Ino sentada con las piernas abiertas en la orilla de un escritorio, con la falda hasta la cintura y las bragas colgándole de su tobillo izquierdo; mientras era penetrada salvajemente por un hombre de cortos cabellos azabache. Alguien a quien él conocía perfectamente.

    — ¡Ah, Sasuke!

    Escucharon el grito placentero de Ino, Sakura cerró los ojos apretando su bolso y luego los abrió clavándolos en Itachi. Para su sorpresa, éste se mantenía estoico, con la mirada serena clavada en ellos. Como si la mujer que se encontrara ahí adentro no tuviera nada que ver con él.

    Ella no era así, a Sakura si le dolía, porque el hombre que quería estaba ahí adentro haciéndoselo a su mejor amiga y traicionando a su hermano.

    — Ven, vámonos de aquí.

    Itachi la tomó del brazo y se la llevó del lugar, realmente era una tortura. Una terrible y agonizante tortura.

    .
    .
    .

    — Pasa.

    Su tono sonó amable y tranquilo, como siempre solía ser. No lucía enojado, ni preocupado. Simplemente actuaba normal, como si no hubiese encontrado a su novia y su hermano copulando en un aula fuera de servicio.

    Había manejado media hora, y ella lo observó todo ese tiempo. Ni un ápice de molestia, irritación o sorpresa. Lucía sereno, tan fresco que le costaba creer que realmente estuviera enamorado de Ino. Debía sentirse por lo menos enojado con alguno de los dos, o con ella que le había matado la ilusión.

    — Siéntate, por favor — ofreció.

    Sakura lo hizo, sus piernas temblaban al igual que su alma, mientras que su corazón sangraba de dolor. Como en las últimas cinco semanas…

    — ¿Desde hace cuánto lo sabes? — preguntó tomando asiento frente a ella.

    Su mirada negra lucía intensa y a la vez pasiva, dulce hasta cierto punto cuando la observaba.

    — Cinco semanas… — musitó desviando la mirada mientras se sonrojaba.

    Desde hacía cinco semanas sabía del engaño de su novio y su mejor amiga, todo gracias a Karin, la prima hermana de Naruto. Quien los encontró por casualidad en pleno acto.

    Karin Uzumaki había sido catalogada como zorra por todo el plantel, nada más fuera de la realidad. Podría ser una promiscua, pero no una zorra, y mucho menos una desleal. Le demostró cuanto odiaba la mentira y la traición abriéndole los ojos.

    Se lo agradecía, aunque eso le dolía.

    Desde entonces siguió a su novio cuando decía que tenía práctica de soccer, y a Ino cuando decía que tenía reunión con el club de arquería. La primera vez que lo mencionó, hasta a ella se le hizo extraño, ya que si había algo a lo que Ino Yamanaka le huía era precisamente el deporte.

    Solo así pudo darse cuenta de los días y las horas a las que esos dos se solían ver, todos los viernes a las cuatro treinta de la tarde. Ese era su día y la hora pactada.

    Itachi soltó una risa, una extraña y enigmática risa. Sakura parpadeó un par de veces y lo miró.

    — ¿Por qué te ríes?

    Su voz sonó rara y desconcertada, no entendía la razón de ser de la risa graciosa del hermano mayor de Sasuke. Sus profundos ojos negros la miraron con cierto brillo que denotaba pasión y sabiduría.

    — Supe que Ino no me quería cuando empezó a frecuentar la casa contigo — respondió —. Ella solo quería estar cerca de Sasuke, pero siendo tú su novia no tenía mucha oportunidad. Así que me utilizó para poder llegar a él de una manera menos obvia.

    La pelirosa abrió la boca con asombro e indignación. Frunció el ceño, disgustada.

    — ¿Dejaste que te utilizara?

    Itachi negó manteniendo su sonrisa.

    — No, solo dejé que creyera que lo hacía.

    — Entonces, ¿no la quieres?

    — No de la manera que tú piensas — murmuró él.

    Sakura lo miró confusa, no entendía lo que quería decirle.

    — He llegado a quererla, incluso creí que ella también a mí. Pero ya veo que no es así…

    La peli-rosa lo comprendía, casi a la perfección. Ella misma creyó lo mismo de Sasuke.

    Cuando lo descubrió, Sakura quiso gritar y desgarrarse la garganta gritándoles, pero Karin no se lo permitió. Y le aconsejó que la mejor venganza era devolvérsela, pero… ¿Cómo lo haría y quien se ofrecería para el trabajo?

    Suspiró, ella no consideraba un ser vengativo, y pensar en eso era muy malo para su salud mental. Hubo un momento de tenso silencio, alzó la mirada hacia Itachi, que la contemplaba atentamente. Como esperando algo.

    — Entonces, ¿qué harás?

    — Devolvérsela.

    Su respuesta confiada la hizo dudar, su rostro perturbado la dejó helada. Iba en serio.

    — ¿Cómo? — indagó, curiosa.

    — Haciéndoles lo mismo.

    Eso le llamó la atención, frunció el ceño. ¿Cómo lo haría, si ese par parecía no tener sentimientos? Engañarlos era una prueba de ello.

    — ¿Quieres ayudarme?

    Su pregunta la dejó pasmada, su mirada era intensa y brillante como dos faroles encendidos en la penumbra, su sonrisa galante y sensual. Su postura segura.

    Sus mejillas se sonrojaron y retorció sus manos nerviosamente en su regazo, una rara ansiedad le recorrió el cuerpo y la curiosidad se hizo presente.

    — ¿Có-Cómo podría ayudarte?

    Su tono sonó curioso y dispuesto, e Itachi sonrió ampliamente.

    — Solo dime qué quieres vengarte de las personas que acaban de traicionarte, y te conduciré por el camino para que lo hagas.

    ¿Qué si quería vengarse? ¡Claro que quería!

    Su mejor amiga y su novio, dos personas a las que quería mucho. La traicionaron, sin pensárselo un minuto. Le clavaron un puñal por la espalda.

    Una rabia inusual se desató en su interior, su ceño se frunció y su mirada se endureció. Itachi la observaba solícitamente, analizando cada una de sus reacciones y esbozó una sonrisa hábil. Estaba seguro que la respuesta sería positiva.

    — Quiero vengarme — profirió firme, respondiendo desafiante a su mirada — ¿Qué quieres que haga?

    Itachi no se equivocó, ella cedió.

    Él la miró con tenacidad, Sakura correspondió de la misma forma con una sonrisa.

    Su hermano y su mejor amiga pagarían, ambos sabrían que con ellos no se jugaba.
     
    Última edición: 23 Febrero 2018
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    Insane

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    ItaSakuItsakuItasaku asdfasdf.

    Sé que también habrá Sasusaku (?) ya que supongo y ellos continuarán como si nada hubiese pasado para dar inicio a su venganza.
    Pero aún así, tengo muchas dudas, con lo de Ino, es decir, era su mejor amiga, ¿por qué engañarla de semejante manera? Pues, amores van y vienen, aunque duelen, pero tu amiga de niña. Dios no.

    Quiero leer la continuación pronto, en serio. Y también espero la del matrimonio, por el Nejisaku (?)

    Sos como yo, shippedora de Sakura extrema.

    Saludos
     
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    Pire

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    Escorpión
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    Bueno, tal vez era cliché pero no quita para nada el hecho que sea emocionante y que tenga más ganas de leer y ver la dulce venganza de este par.
    Al descubri todo esto en el primer capítulo me hace preguntarme la extensión de la historia, por que mayormente las personas viven engañados hasta que conocen la verdad y planean todo. Pero como dicen Insane de seguro esperarán el momento indicado.

    No recuerdo haber visto una historia donde plasmaran a una Ino tan maldita, que no le importe para nada los sentimientos de Sakura. Mayormente o no se lleven o son enemigas o simplemente siente celos pero finalmente termina aceptandolo, pero este es otro nivel. Asi que estoy emocionada y más aún de las venganzas, que me encantan junto al karma.

    No me quejo del hecho de que Tenten engañe a Neji, puede suceder, pero me...deja inquieta que tanto lo vas a utilizar y de que forma, no estoy acostumbrada a este tipo de historias donde los separen pero puedo hacer algunas excepciones por le hecho de que me gusta que este aqui en el foro y que podría ser un intercambio mutuo si pasas por mis historias y comentas(?

    Sakura debe sentirse muy mal y lo bueno es que no pusiste que ella iba a hablar con él y que lo va a perdonar, como una chica dependiente. Desapruebo el hecho de que haya esperado 5 semanas para comenzar a hacer algo, pero bueno, a fin de cuentas ahora tiene un aliado poderoso.

    He notado algunos acentos que te comiste, como 2 o 3, no es nada grave realmente, me gusta tu forma de narrar que es fresca, natural y que ayuda al lector a visualizar todo y a sentir lo que los personajes estan experimentando con la elección correcta de palabras, que dejan que todo sea perfecto y este en armonia. Me gustó y espero la continuación c:

    Saludos.
     
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    Kattharina

    Kattharina I'm inspired.

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    Dulce venganza.
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    2
     
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    Daré las indicaciones de siempre.

    Aclaraciones:
    Narración.
    — Diálogo —
    “Pensamientos”.
    Advertencias:
    Posible OoC en los personajes.
    No apto para fans SasuSaku y NejiTen.
    Género: Romance | Drama | Angst.
    Clasificación: T | M.
    Disclaimer: La serie y sus personajes no me pertenece a mí, sino a ®Masashi Kishimoto.

    Nota de Autor:

    Aquí está la actualización de este fic, y no, no es que lo haya olvidado, lo que sucede es que su desarrollo tiene pocos capítulos y me gustaría alargar las actualizaciones. Por esa razón he decidido actualizar los viernes cada dos semanas. He revisado el capítulo algo así a la ligera, así que mis disculpas si hay muchas faltas ortográficas o redundancias en el texto, lo iré arreglando con el pasar de los días para que quede más decente. El momento erótico intenté arreglarlo y acomodarlo lo mejor posible, pero creo que no me salió tan bien como esperaba... He perdido experiencia en eso, en fin.

    Espero que lo disfruten, nos vemos dentro de dos semanas.


    Capítulo 2.

    .

    ‹‹¿Es sucio el sexo? Solo cuando se hace bien››.

    Woody Allen.

    .

    Deseo.

    El beso era brusco, salvaje, descuidado.

    Una mano se coló debajo de su blusa, ella haló su camisa y le siguió el juego. Ese beso le daba asco, pero tenía que hacerlo, debía hacerlo…

    Se separó repentinamente.

    — ¿Qué sucede? — preguntó Sasuke, agitado.

    Sus ojos negros tenían el velo de la lujuria, creía que ese día sería el día en que ella cedería. No podía estar más alejado de la realidad, si supiera que para ella estar ahí dejando que la besara, que la tocara, suponía un tremendo esfuerzo.

    — Debo irme — dijo sin más.

    Se levantó de la cama, se arregló la holgada camiseta y el vaquero azul de corte recto (como el pantalón de un hombre). No le marcaba nada, caderas, piernas o trasero. Lo mismo sucedía con la camiseta, sus senos quedaban escondidos entre tanta tela.

    — ¿Qué?

    — Tengo un trabajo en equipo, tengo que irme.

    No esperó contestación, solamente salió de la habitación y cerró de un portazo. Se quedó recargada en la madera y esperó, escuchó un gruñido junto a una exclamación de frustración. Sakura sonrió con satisfacción y perversión.

    Él tenía razón. No había mayor frustración que dejar a un hombre en plena excitación.

    Soltó una risa y caminó por el largo pasillo de la mansión, suspirando hondo y sonriendo satisfecha.

    .
    .
    .

    — No, no puedo — habló.

    Tomó un libro y una carpeta, hacía una última revisión a su trabajo. Escuchó una réplica, seguida de un grito, luego unos gimoteos y un reclamo.

    — Te dije que no puedo, Ino. Estoy en trabajos finales, tengo exámenes parciales y no tendré tiempo — explicó pacientemente.

    ¿Es que acaso esa mujer no entendía?

    — No. En verdad, no puedo, cariño. Quisiera, pero es mi último año y son trabajos de graduación que no puedo dejar de lado. Perdona — dijo condescendiente.

    Con ese tono de voz que presagiaba que no le negaría nada, que se mantendría tranquila y quieta. Hasta que él ordenara lo contrario.

    Miraba las letras, y con un lápiz tachaba lo que estaba mal escrito, mal editado o simplemente no le servía para el trabajo final. Escuchaba el parloteo de su novia al otro lado del teléfono, sin prestarle atención en sí. Le respondía con un simple ajá o hmp. Ese monosílabo tan característico en los Uchiha.

    El sonido de unas llaves le distrajo repentinamente, giró sobre su eje en la silla quedando de frente a la puerta de su apartamento. La femenina figura de Sakura se hizo presente, con un suave movimiento y un susurro, le preguntó si podía pasar. A lo que él contestó con una seña de manos que entrara, tiró el lápiz en el libro y dejó la carpeta en la mesa.

    — Ino, debo irme. Tengo que terminar este avance para mañana, sí, sí, te llamó luego — dijo, Yamanaka le dijo un te amo, pero él no respondió, simplemente cortó la llamada.

    — ¿Tu amada? — preguntó la pelirosa, con ironía rebosante en su tono de voz.

    Itachi se puso de pie y le sonrió de lado, con una sonrisa sexy marca Uchiha. Jamás creyó que podía haber otra persona aparte de Sasuke que pudiera lucir una sonrisa tan sensual y excitante al mismo tiempo. Pensándolo bien, ni siquiera Sasuke lo hacía de forma tan natural como él.

    — Tanto como mi adoración a los gatos — respondió con una sonrisa que le quitó el aliento — ¿Y tú?

    — ¿Tienes cloro? Necesito enjuagarme la boca después de esto — manifestó haciendo una mueca de asco.

    Itachi emitió una risa ronca y lasciva, depositó su celular en la mesa y se acercó a ella, a paso lento y elegante. Sakura sintió un escalofrío anticipado cuando él la tomó por la cintura. Tuvo que hacer su cabeza para atrás debido a la diferencia de estaturas.

    — Yo puedo ayudarte si quieres — murmuró él.

    Su aliento chocó contra sus labios, su boca se secó y un hormigueo le recorrió la espina dorsal. Él sonreía con picardía y malicia. Había lujuria en su mirada.

    Sakura sonrió perversa, no sabía cómo, pero Itachi tenía el don de contagiarle un poco de maldad y depravación. Se volvía inmoral y olvidaba todo, absolutamente todo cuando estaba con él, en su compañía y entre sus brazos.

    — Por favor… — su voz sonó en un susurro.

    El Uchiha sonrió, pronto sus labios delgados la atacaban con pasión, no con salvajismo como Sasuke lo había hecho hacía un rato. No. Él era dulce, tierno y pasional. Su nivel de lujuria era aceptable, no salvaje o brusco.

    Gimió cuando él presionó las manos en su trasero, la oportunidad perfecta para acariciar su lengua, se enredaron en un mimo ardiente. Con pasos lentos e imperceptibles, Itachi la llevó hasta el sofá y la recostó con mucho cuidado. Con delicadeza. La boca de él abandonó la suya, pero sus labios ardientes pasearon por su cuello y barbilla, dejando un pequeño rastro de saliva.

    Sakura acarició su espalda mientras se arqueaba con los toques tórridos que él le daba, suspiró hondamente cuando una mano se coló debajo de su camiseta, tocando la piel de su vientre con suavidad.

    Cerró los ojos y se abandonó a aquella caricia.

    Porque esto era lo que hacían desde aquel día, desde que los descubrieron y pactaron vengarse. Desde que aquellos dos se burlaron de ellos, porque seguían haciéndolo.

    Sin embargo, Itachi jamás se pasó de la raya. Le enseñó a besar, a tocar, a provocar. A dejar a un hombre al borde y retirarse dignamente. A sacarlo de sí.

    Porque lo hizo con él, lo practicó con él, y jamás se pasó de la raya. Nunca la obligó a nada.

    No obstante, ahora, en ese preciso momento. Deseaba más, aspiraba más de él. Quería todo de él. Itachi la llevaba al borde de sus sentidos con un solo beso, una sola caricia bastaba para que deseara que se sobrepasara. Pero él siempre se detenía, como lo hacía en ese momento.

    — N-No… — suplicó ella, halándolo de las solapas de su camisa de vestir color vino y aprisionándolo con sus piernas. Gimió al sentir la erección contra su vientre —. Co-Continúa… — pidió, tenía los labios hinchados y las mejillas arreboladas como una manzana. Se veía adorable.

    Itachi tenía los ojos nublados por la libido, pero seguía razonable, aún no había perdido la cabeza. Aunque poco le faltaba para hacerlo, y ese movimiento inesperado solo prendió mucho más el fuego en su sangre. Si no se apartaba de Sakura en ese instante, no respondería de sus actos.

    — Sakura…

    Intentó razonar, la peli-rosa lo detuvo con un beso necesitado y vehemente.

    — No, quiero que lo hagas, quiero que continúes…

    Itachi la miró, sus ojos verdes estaban nublados por la lujuria al igual que los de él, pero anhelantes y sinceros. En verdad lo deseaba.

    — Si no me detienes ahora, no lo haré más adelante — habló con voz ronca y excitada.

    — No quiero que lo hagas.

    Esa era la respuesta que necesitaba, pronto la besó, urgido, necesitado y excitado. A Sakura la recorrió un escalofrío, enseguida se vio alzada por él, con las piernas enrolladas en su cadera la llevó hasta su dormitorio. Donde la depositó con suma delicadeza, la despojó de su ropa con cuidado y cautela. Ella se deshizo de su camisa con manos temblorosas y nerviosas.

    Se encontraba en aquella ropa interior blanca con encajes, hermosa para su esbelto cuerpo, oculto por aquellas prendas holgadas. Escondía su bella forma cuando podía lucirla con cualquier tipo de ropa, seguramente se vería sensual hasta con un simple saco.

    Itachi besaba sus labios, sus manos se colaron entre sus piernas en un suave roce, despertando su nerviosismo. Se obligó a mantenerse serena y disfrutar de la caricia, el roce en aquella parte delicada de su cuerpo. La yema cálida del dedo masculino, se deslizó en una tenue fricción. Cariñosa y lenta, muy tortuosa…

    Sakura gimió y arqueó su espalda, permitiendo un roce más profundo, más suave, más lento.

    — Itachi… — gimió con voz ahogada, abrió la boca y cerró los ojos.

    Las manos se hicieron puños y apretaron las sábanas grises de la cama, Itachi sonrió, satisfecho. Disfrutaba de su placer, pero el suyo comenzaba a crecer y palpitaba dentro de sus pantalones gritando por salir de su prisión. No aguantaría mucho, introdujo uno de sus largos dedos en el interior de la chica.

    Sakura sintió una incomodidad placentera, gimoteó, su dedo hacía círculos en su interior. Su pulgar frotaba su clítoris, la boca de Itachi se amamantaba de sus generosos senos. Pero su propia excitación lo estaba desbordando, Sakura tendría su primer orgasmo y quería que fuera así. Después de todo, no estaba seguro si llegarían juntos. En cuestión de segundos, la chica soltó un grito que anunciaba su primer orgasmo. Itachi sonrió mientras veía la delicada figura de Sakura convulsionarse bajo sus manos. La acarició unos momentos más, hasta que al final decidió que era el momento…

    Así que ante el gruñido insatisfecho de Sakura, se levantó y se quitó las prendas que le resguardaban de poder unirse a esa hermosa mujer tendida en su cama. Se posó sobre su frágil figura abriendo sus piernas para poder acomodarse, la peli-rosa tenía los ojos cerrados, la respiración agitada y la boca entre abierta.

    Ella tembló cuando sintió la punta de su miembro rozarse contra su intimidad. Percibió su órgano viril posicionarse en la entrada de su vagina. Luego experimentó una ligera presión, su glande tenía una dimensión considerable que le arrancó un gemido doloroso, y a él un gruñido.

    — Tranquila, relájate — le susurró al oído.

    Su voz ronca le provocó más humedad, lo que a él le permitió entrar de una estocada. La escuchó gemir dolorosamente, la besó con ternura, acariciando sus caderas con dulzura.

    Itachi esperó a que su cuerpo se relajara, que su intimidad se acostumbrara a la invasión del nuevo intruso. Inmediatamente sufrió embestidas suaves y lentas. La acarició y besó tiernamente.

    A Sakura le gustaban sus besos, pasionales y cariñosos. Itachi era cuidadoso, apasionado, tierno y dulce. Así lo sentía en sus embestidas gentiles que ligeramente cambiaban de ritmo, sus ojos la atrapaban con intensidad y sus labios la devoraban con lujuria.

    La peli-rosa estaba embriagada con su piel, sus besos, sus caricias, su ternura.

    Y así llegó al clímax, con su cuerpo convulsionante, el cosquilleo en su intimidad, por el dolor que no la abandonó. Su vagina atrapó el miembro rígido de Itachi en un fuerte orgasmo, provocando el de él y se liberó con un gruñido ronco a su oído. Estimulándole un escalofrío en el cuerpo.

    Itachi cayó rendido sobre ella, sosteniendo el peso en sus brazos colocados estratégicamente a ambos lados de la cabeza de Sakura, contempló su rostro sonrojado y sus labios separados, haciendo exiguas inhalaciones.

    Sonrió arrogante, no había cosa más placentera para un hombre que ver a una mujer disfrutando del sexo. Considerando que era su primera vez, no era fácil llevarlas al orgasmo.

    Besó castamente sus labios y se apartó con cuidado, ella gimoteó desoladoramente, sin abrir los párpados. Estaba agotada, igual que él. Tomó una cobija para cubrirlos a ambos, la tomó entre sus brazos hasta que logró acomodarla sobre su pecho.

    Él suspiró y luego se durmió. Relajado y exhausto.

    .
    .
    .

    Itachi no se consideraba a sí mismo un hombre lujurioso, mucho menos depravado. Se miraba como un hombre con necesidades carnales como cualquier otro. Tan simple y con gustos tan sencillos que rayarían en lo extraño, no en lo extremo.

    Pero con Sakura, su ser más pervertido salía a flote. Quería sentir y probar muchas cosas que ya había experimentado antes, con otras de sus parejas. Él no era un mujeriego como todos creían, de hecho, podía contar sus parejas sexuales con los dedos de una sola mano y le sobrarían dedos. De la misma manera con sus relaciones sentimentales, podía contar a tres personas incluyendo a Ino, su actual “novia”.

    Sin embargo, el que hubiese tenido pocas parejas sexuales, no significaba que no explorara y experimentara en el sexo, de hecho, con algunas, probó bastantes cosas. Desde posiciones hasta fantasías, algo que le hizo adquirir mucha experiencia. Aprendió a tocarlas, a excitarlas y llevarlas a la cima, muchas veces, con un simple y caluroso roce.

    No obstante, Sakura solía sacar el ser que yacía dormido en medio de la oscuridad dentro de él. Provocando una personalidad lujuriosa, con un deseo incontrolable de poseerla. De hacerla suya. Hasta ese momento, no había querido sobrepasarse, no quería llevarla a un nivel en el que posiblemente ella aceptaría producto del despecho.

    Por esa razón, no pasó de los besos, las simples caricias. No la obligaba a nada, y cuando se descontrolaba, la timidez de ella lo detenía. Le ponía un freno, recordándole su ser inocente y dulce. La belleza de su interior.

    Porque Sakura Haruno era una mujer hermosa, interna y externamente. Frágil, tierna, dulce e inocente. Todo lo contrario a Ino, que era extrovertida, desbocada, apasionada y salvaje, doloroso hasta cierto punto. No es como que le molestara eso en una mujer, él sabía dominarlas muy bien. Más no le atraía, no de la forma en que Sakura lo hacía.

    Ino era hermosa, rubia y esbelta. Sakura por el contrario, desaliñada, descuidada y tímida. Tanto que se notaba en su forma de hablar, de mirar y de vestirse. Se mantenía oculta, bajo un perfil que no dejaba notar su verdadera belleza. Y a lo mejor para él era lo más beneficioso, así nadie osaría mirarla de la misma forma en que la veía él en ese momento, mientras fingía una sonrisa amorosa a su hermano menor.

    — Ou, cariño, ¿me llevarás al centro comercial? — la edulcorada voz de Ino le despertó y trajo de nuevo al mundo real.

    Debía disimular o se darían cuenta, su hermano no era ningún idiota y sabía que veía a su novia. Incitando a que la tocara en ciertas partes con descaro, sin importarle la incomodidad de Sakura. Solo para demostrarle y recordarle a quien pertenecía.

    “Claro, a mí”.

    — Sí, después que dé mi defensa para aprobar la maestría — respondió Itachi.

    Le miró a los ojos con una pequeña sonrisa y luego depositó un beso en su frente, porque ya no besaba sus labios. No desde que besaba los de ella, ya los besos no le sabían iguales y temía que si lo hacía, terminaría engañándola. Porque para su mente, eso era un engaño, seguir con una relación que no le traería nada fructífero para su vida.

    La venganza seguía, porque aun en esas circunstancias, ninguno de los dos traidores se atrevía a confesar lo que a sus espaldas hacían.

    Sakura lo miró, en sus ojos verdes pudo ver un brillo pasional. Y la vio pasar la lengua sobre sus labios en un movimiento sensual, para después morderse el labio inferior. Lo provocaba, él lo sabía aunque ella no, lo que hacía las cosas más ardientes y apasionantes.

    Esa mujer, tenía el don de hacerle desear raptarla y llevarla a un lugar lejos, completamente solos…, de imaginarse una y mil fantasías.

    — ¡Sí! Entonces iré a mi casa a cambiarme — nuevamente la voz de Ino interrumpió sus pensamientos.

    Desganado apartó la mirada de los orbes jade para observar a su novia sonreírle complacida. Feliz de que gastaría su dinero, hasta casi sobregirar su tarjeta de crédito.

    — ¡Vámonos frentona, acompañarme a mi casa!

    La rubia sin pedir permiso, o tener el menor escrúpulo, tomó la mano de la peli-rosada y la haló apartándola de Sasuke. Lo que internamente Itachi agradeció, con un beso al aire Ino se despidió de ambos.

    Sasuke chasqueó la lengua ante la interrupción y con una mirada despreciativa se fue de ahí. Y él suspiró, desganado.

    Itachi también debía regresar a su casa, tenía que cambiarse para su presentación de proyecto final y así aprobar la maestría. Ya luego se daría el gusto de celebrarlo con Sakura.

    Oh sí, y ya tenía algunas ideas en mente…
     
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    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

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    Mira que no sé pero al principio creí que leía el de Neji que le están haciendo el experimento y no entendía, pero ese es tu otro fic, jajaja, ya ni sé que alerta me llegó hasta que terminé de leer.

    Itachi y Sakura son una pareja demasiado compatible, porque crean una balanza que dirige hacia el respeto, y eso es esencial en cualquier relación. Y Sasuke, de posesivo porque su hermano mayor le mira la novia, con miedo de que haga lo mismo que el hace con Ino, jaja. Si supiera el niño ese.

    Me pregunto si nos mostrarás el por qué Ino y Sasuke llegaron a resbalar así para terminar siendo infieles, que al final descubrieron. Me imaginó que fue solo lascivia, pero, igual, sería interesante leerlo.

    Itachi es un amor, siempre lo digo y nunca me cansaré de repetirlo. Me gustó la manera en que narraste el acto sexual, porque fue suave, nada apresurado y las cosas a su debido tiempo. Adoro el cómo Itachi le enseña a la Haruno a manejar a los hombres, y también, quiero saber si Sakura empezará a vestir distinto, porque tal vez viste actualmente por influencia de Sasuke, y sería encantador que comience a adquirir voz consigo misma.

    Saludos.
     
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    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

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    En si no hubo graaaaaaan desarrollo, fue su plan puesto en acción, siguiendo las cosas como estan sin generar sospechas de que es lo que esta pasando ni que estan enterados.

    Supuse con anticipación que ellos entrarían en algun punto a relacionarse más que como compañeros de venganza, solo que me soprendió la rapidez a la cual llegaron a ese punto, supongo que fue inevitable ya que a este punto compartiendo sentimientos similares con sus parejas y la cercania que tendrán en todo este plan, era de esperarse.

    La manera en la cual narras todo el acto fue delicada, más que algo sucio de alguna forma vista de la perspectiva de los personajes por el hecho de que es por despecho, las palabras utilizadas y la forma en la cual lo narraste demuestra claramente que eso no fue solamente sexo y ya, sino que existe algo más fuero de eso, los sentimientos estan surgiendo claramente.

    Estoy ansiosa por conocer cual es su plan de los dos, a que van con todo ese misterio y como ellos mismos caerán en su propia trampa <3
    espero la continuación.

    Saludos
     
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  7.  
    Tarsis

    Tarsis Usuario VIP Comentarista supremo Escritora Modelo

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    ¿NO VAS A CONTINUARLA? Exijo más, quedé picada.

    Primero, son unos bichos, y aunque no me sorprende que Itachi lo haya notado, me gusta que quieran devolverle un poco de lo que ellos les hicieron

    Esa frase... me encantó.
     
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  1. Thetis
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