Aniñada, grácil, inocente y pura en tu pequeña sonrisa baila el sol elegante como tú, ninguna alma de ángel y voz de canción Zumo de frutas, miel y flores es el encanto de tu simpatía hija del talento, sueño de colores creadora de bienestar y de alegría Una expresión ingeniosa y adorable Es el tierno cariz de tu amistad dueña de un carácter admirable conspicua muchacha sin animosidad Luces en tus ojos cual lunas y estrellas persigues una meta con determinación tus manos, con fe e ideas bellas Son como heraldos de tu imaginación
Las rimas están geniales, el ritmo también y tiene una buena cadencia, sonoramente me parece un poema muy lindo. También la manera en que fluyen las palabras que elegiste, pero si acaso me gustaría argumentar que la infancia tal vez sea más compleja que sólo una pureza inocente. Creo que, cegados todos con la nostalgia olvidamos que los niños tienen un mundo tan complicado y basto con emociones tan variadas, incluso más que nosotros. De alguna manera, idealizamos a los niños con esta idea grácil e inmaculada pero creo que la infancia es mucho más que sólo dulce. Aunque entiendo que el sentimiento en particular de estas rimas es sobre esa parte ligera, risueña y despreocupada de la infancia lejana. Desconozco si escribes por experiencia propia o sólo poniéndote en los zapatos de un personaje hipotético, pero si ese era el cometido creo que está bien logrado :3
Gracias por tu comentario, amiga. Siempre valoraré las apreciaciones que me quieras compartir. En cuanto a la parte en la que me basé para escribir esto... pues sí y no fue personal. Sí porque es para alguien que conocí una vez hace ya mucho tiempo, y no, porque esa persona tiene poco ya de lo que me inspirara a redactar estas líneas. La infancia, por eso, creo que es una de las etapas más dulces de la vida, sino la más. :)